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El Propósito y la Voluntad de Dios

Si tuvimos la oportunidad de escuchar y creer fue sólo porque el Padre lo determinó.


Ahora, cuando el Padre nos acerca a Jesús no es para que descansemos ni para que
juguemos, Dios no trae a personas porque si nada más, Dios tiene para todos
los cristianos un propósito necesario para TODOS.

Muchas personas creen que aceptar a Jesús es una forma de calmar la ira de Dios y que
le están haciendo un favor a Dios al aceptarlo, cuando en realidad no entienden que si
se acercaron a Jesús fue sólo porque el Padre en su infinita misericordia se los permitió.

”Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en


el día postrero.” Juan 6:44

Si tuvimos la oportunidad de escuchar y creer fue sólo porque el Padre lo determinó.


Ahora, cuando el Padre nos acerca a Jesús no es para que descansemos ni para que
juguemos. Dios no trae a personas porque si nada más, Dios tiene para todos los
cristianos un propósito necesario para TODOS.

¿Cuál es este propósito?


“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también
los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.” Romanos 8:28-29

El propósito de TODOS los cristianos es ser como Jesús; para esto fuimos
predestinados, llamados, justificados y glorificados.

Nótese que el v. 29 NO dice “y los conoció a TODOS antes para que TODOS fuesen
predestinados...” ¡¡¡NO!!! La palabra no dice esto sino que “a los que antes”. La
palabra es clara al decir que sólo algunos fueron conocidos y predestinados por Dios
para ser como Jesús. Por esto mismo Jesús dice: “Porque muchos son llamados, y pocos
escogidos” (Mateo 22:14).

Si fuimos llamados es porque fuimos predestinados y, por ende, conocidos por Dios
“antes de la fundación del mundo”, ¡QUE PRIVILEGIO, DIOS TE CONOCIÓ DESDE
ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO!.

Ahora, ser como Cristo es una condición de vida y no teoría.

“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El


que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor
de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.” 1 Juan 2:3-6

Por eso es necesario ser discípulos, pues siguiendo sus pasos seremos como él. Ahora,
para andar como él anduvo hay una condición: CONOCERLE.

“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de
qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la
tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo,
perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de
Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que
es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin
de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos,
llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la
resurrección de entre los muertos.” Filipenses 3:4-11
Pablo entendió excelentemente bien este principio, él estima TODO como basura
para:
- Conocer a Jesús.
- Ser hallado en él (o sea, ser como él).
- Conocer el poder de la resurrección.
- PARTICIPAR DE SUS PADECIMIENTOS.
- Ser semejante a Cristo incluso en su muerte.

Que tremendo, él no sólo quería las cosas aparentemente buenas sino también lo que
(a nuestros ojos) es doloroso: sufrir por el Maestro, sólo por amarle. ¡Qué privilegio!
Debemos entender que Jesús acá en la tierra fue un “varón de dolores, experimentado
en quebrantos” (Isaías 53).

Entonces, ¿por qué es tan importante ser como Cristo?

Porque sólo siendo como Él podemos cumplir con la VOLUNTAD DE DIOS


(importantísima e igual para todos).

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 7:21

¿Quieres tú entrar al reino de los cielos? : Hacer la voluntad de Dios es un


requisito fundamental para entrar al reino de los cielos.

“pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que


cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de
concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni
engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os
hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a
santificación.” 1 Tesalonicenses 4:3-7

La voluntad de Dios para el cristiano es que sea SANTO.


Este plan de Dios es hermoso y lleno de amor, debemos entender que la razón de esto
es que Dios quiere tener intimidad con nosotros desde que nos creó. El problema es
que el hombre, al pecar y perder su condición de santo, provoca que Dios
inmediatamente pase de ser padre, amigo, creador, todo, a ser un ser lejano y sin
relación; no porque Dios haya sido malo y no quisiera estar con el hombre, sino que la
justicia de Dios (y su naturaleza que es santidad) no lo permitía.

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23; nótese que la palabra dice EN Cristo, no con Cristo.

Es por lo tanto necesario que el hombre recupere su condición de santo para


poder acercarse a Dios.

¿Cómo podemos hacer esto?


Debemos entender que es imposible que nos santifiquemos a nosotros mismos.
Nosotros no podemos producir santidad ya que nuestra esencia es pecado y éste no
genera santidad:

- El PECADO produce más PECADO.


- LA SANTIDAD produce más SANTIDAD.

Sólo Dios puede santificarnos: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y
todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:23.

El propósito de Dios está sumamente ligado a su voluntad, pues sólo al ser como Jesús
podemos lograr la santidad en nuestra vida.

Dedícate, esfuérzate, niégate; para llegar a ser como Jesús, para ser un discípulo de él,
para aprender su vida a través de una relación de intimidad con él en oración, ayuno,
lectura de la palabra y congregación; porque sólo siendo como él serás ese nuevo
hombre y lograrás la santidad de Dios en tu vida.

"y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
Efesios 4:24.

“SIN SANTIDAD NADIE VERÁ A DIOS” Hebreos 12:14

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