Caracas, 21 de abril de 2011

Estimado Luis:

Veo que estamos de acuerdo. El problema que tengo es el

poco espacio que logro en los medios de comunicación. Si me
ayudan en conseguir que me inviten a programas de televisión y de
radio haré el esfuerzo que sea necesario para influir en la manera
de pensar de los militares institucionales. Abrazos, Fernando Ochoa
Antich.

Caracas, 20 de abril de 2011

Estimado Fernando:

Te agradezco la serenidad y amabilidad con que has recibido

mis comentarios críticos a tu proyectado artículo. Creo que las FAN
siguen y seguirán siendo una llave fundamental para regresar a la
libertad y democracia. Me atrevo a parafrasear afirmando: “Con las
FAN, todo, sin las FAN nada”, aunque suene incomprensible o
incoherente en el tiempo militarista que sufrimos todos, militares y
civiles. No hay salida a nuestra tragedia política y militar sin el
concurso de las FAN; lo distinto a esto son bolserías de políticos y
militares que no han entendido nuestra historia moderna, de 1830 a
estos días. Es tan fácil como esta ecuación: “La historia y vida de
Venezuela no se entiende sin entender a sus políticos ni a sus
militares, que siempre fueron los mismos”. Que eso sea bueno o
malo, es irrelevante.

La historia de EEUU está plagada y preñada de líderes

militares ejerciendo la política, y así la de pueblos muy cultos y
adelantados como el español, francés, inglés y hasta indio. Los
militares no son malos ni buenos, es el uso y abuso que de ellos
haga la sociedad. Creo que has entendido el motivo e interés de mi
crítica o comentario: No gastes pólvora en zamuros. No te ocupes
de pedir a la MUD una “comisión” para que se ocupe del tema
militar, no seas iluso; ellos no se ocupan sino de las diatribas,
componendas y manejos entre ellos; para eso existe la MUD, y los
“Muderos”, y lo hace bien. Hazla tú y preséntasela, como un hecho
cumplido, por interés a tu tema militar nacional.

A ellos no les interesa sino las formas de entenderse, sin

ocuparse de entender las formas de nuestra tragedia. Entiéndelo de
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una vez: a la MUD la mejor manera de ayudarla es ignorándola,

pasarle de lado, anunciándole que hay problemas muy serios en
Venezuela, que pueden usar para sus propósitos electoralistas,
pero que no son para ellos. Así han hecho los estudiantes,
sindicalistas o enfermeros, ante los cuales se han “comprometido a
acompañar la protesta social –y eso es el problema de las FAN, un
problema social-, pero no a sustituirla…” (Ramón G. Aveledo, El
Universal, Pág. 1-2, este domingo 17/4-) Eso a la gran prensa le
gusta. Pero no pretendas que les importen las FAN, ni las fronteras
o PDVSA, o la Libertad y Democracia. Su acento está en resolver el
cómo se dilucida el conflicto entre Rosales y Pérez, o si Capriles,
que llama a su gobierno regional, el “Gobierno Bolivariano del
Estado Miranda”, puede aspirar a ser el próximo presidente
“socialista, de verdad” sin perder su gobernación, que ejerce bien,
gracias a la vigilancia de su padre, el verdadero Enrique Capriles.
Por lo demás te felicito por tu entereza y constancia en la lucha por
nuestras FAN, que muchos militares han abandonado creyendo
tarea yerma. Nunca tendremos una verdadera libertad sin unas FAN
comprometidas con la República. Saludos. LBO

PD: copio a otros, tus cofrades, cómplices y mejores amigos,

Monsieur

Fernando Ochoa Antich

Particular
Caracas, 21 de abril de 2011-04.

Señor doctor
Luis Betancourt Oteyza
Presente.

Estimado Luis:

Realmente, me ha preocupado el contenido de tu carta. Lo

primero que quiero explicarte, ya que observo que no fui
suficientemente explícito en lo que quise decir, fue el objetivo de
este artículo y de todos aquellos que, desde hace varios meses,
escribo en el universal.com. La finalidad general de mi esfuerzo
semanal es muy clara: alertar a los sectores institucionales de la
Fuerza Armada de lo que significa para su destino profesional
aceptar pasivamente que Hugo Chávez y su régimen violen
permanentemente la Constitución Nacional. En casi todos los
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artículos repito, casi como un eslogan, que la obligación de la

Fuerza Armada es respetar y hacer respetar la Constitución
Nacional. En el caso específico de este artículo era además alertar
a la Mesa de la Unidad Democrática del riesgo que significa para el
triunfo de la oposición permitir, sin una firme protesta, que Hugo
Chávez viole, de manera flagrante, la Constitución Nacional al crear
la Milicia y presentarla armada en un acto absolutamente político.

Veo que te preocupa mi opinión sobre el 11 de abril de 2002 y

la huelga general de 2003. Siempre he sido un crítico de la manera
como actuaron los jefes militares y los dirigentes políticos esos
trágicos días. Les faltó carácter, visión y perspicacia. Tú, mejor que
nadie, ya que tienes genes militares y de los buenos, puedes
aceptar la actuación de los generales que, con toda razón,
desobedecieron a Hugo Chávez después del asesinato del pueblo
de Caracas, pero que no supieron asumir, con responsabilidad y
decisión, el liderazgo militar en la crisis. Si se hubiera hecho, Hugo
Chávez no estaría en el Poder. Las demás equivocaciones que se
cometieron fue consecuencia de este delicado problema. La huelga
general indefinida fue un injustificable error. Mi hermano Enrique y
yo tratamos de influir en los dirigentes de la Coordinadora
Democrática para que limitaran el tiempo de duración. Recordamos
los fracasos históricos que siempre han tenido las huelgas
generales indefinidas, pero no nos hicieron caso.

Lo grave, fueron las consecuencias de estos errores. A partir

de ese momento empezó la purga en la Fuerza Armada y el control
de PDVSA. Es cierto, que ya eso es pasado. Lo que si no estoy de
acuerdo, con muchos criticones de oficio, es culpar de los errores a
un pequeño grupo. Todos los venezolanos, unos más y unos
menos, tenemos responsabilidad y debemos aceptarla. Lo que si es
una realidad, deseo insistir en ello, es que a partir del fracaso militar
del 11 de Abril las soluciones no constitucionales han perdido
vigencia en la conciencia del venezolano. Antes de ese día, y con
toda razón, había confianza en la capacidad de la Fuerza Armada
para resolver las crisis históricas en nuestro país. Lo había hecho,
durante todo el siglo XX, con un talento y acierto muy particular.
Lamentablemente, ese prestigio quedó el 11 de Abril totalmente
comprometido. Además, el desgobierno de Hugo Chávez ha
incrementado la falta de confianza de nuestro pueblo en la
Institución Armada.
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Esta realidad política no indica que la Fuerza Armada no deba

jugar un papel fundamental en los futuros acontecimientos
históricos. Estoy convencido que Hugo Chávez hará lo imposible
por no entregar el poder, aún perdiendo las elecciones. Lo primero,
que intentará será ganar los comicios con mil triquiñuelas; después,
si no lo logra, pasará a obtener el triunfo mediante un fraude
electoral y, aun, después, es capaz de utilizar la fuerza para
mantenerse en el poder aunque tenga todo el rechazo internacional.
Es fundamental, para imponer el triunfo del candidato democrático,
organizar la oposición para hacerla capaz de movilizarse
masivamente en todo el país. Al mismo tiempo, se requiere captar
la conciencia de los militares institucionales que, estoy seguro,
existen en un número superior a lo que la opinión pública piensa. Lo
fundamental es que su actuación esté perfectamente encuadrada
en el marco constitucional. Hay que imponerle a Hugo Chávez el
reto de que sea él quien tenga que violar la Constitución Nacional.

Te agradezco infinitamente los conceptos que emites de papá.

Es verdad lo que dices. Su honestidad y valor personal se hicieron
casi legendarios después de la defensa que hizo el 18 de octubre
de 1945 del gobierno democrático de Isaías Medina Angarita y su
firme oposición a Marcos Pérez Jiménez. Para mí, fue siempre un
ejemplo. Justamente, por esas curiosidades de la historia, tuve que
enfrentar, igual que él, un golpe de Estado. Permanentemente,
durante los acontecimientos del 4 de febrero, venían a mi mente sus
palabras: el general Medina fue derrocado por no haber recuperado
Miraflores y no haberse dirigido a los venezolanos. Esa fue la
estrategia que estableció el gobierno constitucional desde el inicio
de la asonada militar. Gracias a Dios, el presidente Pérez escuchó
mis recomendaciones y tuvo el valor para escaparse de Miraflores y
dirigirse al país. Tú, con honestidad, me haces justicia. Nunca perdí
la serenidad y con firmeza evité que hubiera un doloroso
derramamiento de sangre… Te aseguro que sigo siendo el mismo.

Me pides que mida bien mis acciones políticas.

Lamentablemente, tengo muy poco margen de acción. De todas
maneras sigo en la lucha. En estos días, le escribí una carta a
Ramón Guillermo Aveledo, sugiriéndole nombrara unos voceros de
la Mesa Democrática para contestar las declaraciones que Hugo
Chávez y algunos jefes militares dan, a cada momento, a objeto de
debilitar la institucionalidad de la Fuerza Armada. No importa como
estén constituidos esos voceros ni quienes sean. Lo importante es
responderle con suficientes argumentos para que estas
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declaraciones lleguen a los miembros institucionales de la Fuerza

Armada. Espero que lo hagan. Tu iniciativa de una marcha sería
muy conveniente. Además, creo que tendría el apoyo de los padres
y representantes por el problema de la educación premilitar desde
la primaria. Yo sigo escribiendo. Tú debes haber escuchado los
ataques de Chávez a mi persona en cadena nacional. Creo que el
origen son los artículos. Deben estar leyéndolos en el medio militar.

Tu amigo,

Fernando Ochoa Antich.

Fernando:

Pensaba contestarte que difería del contenido de tu artículo

pero prefiero la expresión de no estar de acuerdo con su contenido
y forma, y manifestarte que es inconveniente viniendo de una
persona con los méritos y autoridad moral como la que ostentas
¿Te has dado cuanta que por estar acercándote a los políticos de
ahora te estás pareciendo en sus argumentos?

Eres hijo de un notable venezolano que siempre logró

mantenerse en sus trece e incólume a pesar de los ejemplares que
lo rodeaban. Nadie está obligado a repetir la vida de sus ancestros
pero al menos deben aprender de ellos ¿Por qué te sumas a los
que espantados, por oportunidad, se regodean y sacian en criticar
lo que viste y oíste con agradecimiento y felicidad, como fue la
renuncia lograda de Chávez ese 11 de abril de 2002, del que ahora,
en coro que no te engalana, reniegas? ¿Qué te pasa? ¿Los
arrestos y serenidad que demostraste el 4 de febrero de 1992, que
tanta sangre y destrucción evitaron, te han abandonado por la
proximidad de unas elecciones manejadas por Chávez?

Haces bien en llamar la atención sobre la gravedad de la ley

de las FAN, como prefiero seguirlas llamando por respeto a ellas ya
mí mismo, porque no has caído en la distracción del decreto de
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“educación militar” por las milicias que lanzaron cual globo de circo
y en el que han caído los opositores más destacados porque sólo
aspiran a destacarse…

Modesta e impertinentemente te sugiero que midas bien tus

acciones políticas estos días porque el gallinero está con la puerta
abierta y los de la “oposición” están pujando en demagogia con los
malandros del chavismo. ¿Sabes qué puedes hacer en estos días
para sustentar tu alarma, muy justificada, por la ley de las FAN?

Pues ponerte a entusiasmar a la MUD en convocar una gran

marcha hasta Miraflores para protestar y exigir revocar, por la vía de
la “Habilitante”, la reciente reforma a la ley orgánica de las FAN.
Puede que encuentres resistencia en los integrantes de tan excelso
grupo y hasta te digan, como comenta recientemente Armando
Durán, “que no es conveniente perturbar la normalidad política”,
pero tú verás. Tu amigo, LBO

PD: Copio a otros en el entendido de tu afán de divulgar tu trabajo y

de la necesidad que te lleguen otras opiniones y sensaciones.

Al margen de la Constitución Nacional

Fernando Ochoa Antich.

La inaceptable amenaza a los venezolanos que significó la

celebración del 13 de abril de 2011, debe ser motivo de reflexión de
la Mesa Democrática. No es fácil de explicar, si no hubiese aviesas
intenciones de intentar controlar el poder por cualquier medio, que
Hugo Chávez se atreviese a presentar 300 batallones de milicianos
armados de fusiles, acompañados de los militantes de su partido,
en un mitin político que tuvo por objetivo lanzar su candidatura
presidencial, desafiar a la oposición y presentar, en una
demostración de fuerza, a las Milicias Bolivarianas. Si el régimen
chavista tuviese la intención de respetar el resultado electoral, no
tendría ninguna razón para organizar un acto político,
descaradamente violatorio de la Constitución Nacional. No estoy
planteando un Plan “B”, ni mucho menos…

Las salidas no constitucionales de las crisis políticas perdieron

su vigencia en los dolorosos acontecimientos del 11 de abril de
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2002 y de la huelga general de 2003. Lo que sostengo, es la

necesidad de prever diferentes acciones que limiten las posibles
artimañas que, estoy seguro, debe estar planificando Hugo Chávez
para lograr ganar las elecciones presidenciales de 2012. Un buen
ejemplo de ese riesgo está en las maniobras dilatorias del Consejo
Nacional Electoral para entregar el cronograma electoral. No es
posible olvidar, que justamente el retardo injustificado de la fecha
del Referendo Revocatorio de presidente de la República le permitió
a Hugo Chávez salir airoso de ese reto. Es necesario presionar
popularmente al CNE para obligarlo a establecer la fecha de las
elecciones presidenciales.

Esa presión no puede orientarse exclusivamente a enfrentar

las triquiñuelas electorales de Hugo Chávez, sino que debe
ampliarse a combatir todas las acciones inconstitucionales que
realice el régimen. Oponerse, por ejemplo, a la Reforma de la Ley
Orgánica de la Fuerza Armada debería ser objetivo prioritario de la
oposición. Esta reforma coloca al gobierno chavista al margen de la
Constitución Nacional. Es una violación de tal magnitud del orden
constitucional que no es posible aceptarla y dar el caso por cerrado.
Se requiere movilizar a los venezolanos a objeto de cuestionar ese
acto de ilegalidad. Es necesario, además, convencer a los
miembros de la Fuerza Armada del inmenso riesgo que vivirá su
profesión como consecuencia de muchas de las normas allí
aprobadas, sin ni siquiera haberse debatido en su propio seno.
En estos días, Oswaldo Páez - Pumar escribió un excelente
artículo, en el cual analizó la gravedad de lo ocurrido. Su
razonamiento fue irrefutable: en la introducción de la ley, Hugo
Chávez estableció que dicha reforma se propone “lograr la mayor
eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción del
socialismo, mientras que la Constitución Nacional dispone que la
Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente
profesional, sin militancia política…al servicio de la Nación y en
ningún caso al de persona o parcialidad política alguna” Más
adelante sostiene “que el teniente coronel Hugo Chávez se propone
violar la Constitución Nacional y en efecto la viola, porque son
antitéticos los fines que la Constitución Nacional le señala a la
Fuerza Armada Nacional y los que se propone alcanzar con la Ley”.

Este hecho es de suma gravedad, ya que de aceptarse se

abrirían tales posibilidades de maniobra a Hugo Chávez que sería
realmente muy difícil lograr el reconocimiento de una victoria
electoral. Dije anteriormente, que era imprescindible convencer a
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los miembros de la Fuerza Armada de los riesgos que corre su

profesión. Eso sólo es posible lograrlo mediante una campaña a
través de los medios de comunicación que cree una verdadera
matriz de opinión que rechace esa arbitrariedad. Los miembros de
las Fuerza Armada deberían responderse, entre muchas, las
siguientes preguntas: ¿Que significa que el presidente de República
ostente el grado de comandante en jefe y dirija el desarrollo
general de las operaciones militares? ¿Por qué se disminuye la
importancia de los comandos de Fuerza?

¿Por qué al clasificar el personal militar no se nombra la

milicia? ¿Por que al establecer el otorgamiento de los grados
militares si aparece el oficial de milicia? ¿Pueden ser extranjeros los
oficiales de milicia? ¿No debilita los valores militares que puedan
ascender a oficial de milicias personas sin profesión militar? ¿Qué
efecto tendrá en los ascensos militares que los oficiales que
asciendan a general en jefe y a mayor general no tengan límites en
el tiempo de servicio? ¿Por qué se remite al reglamento los grados
y jerarquías de milicia y, al contrario, si se desarrollan los de la
Fuerza Armada? ¿Por qué se limita el ascenso hasta ciertos grados
de los oficiales técnicos y de tropas y no así los de milicia?
Respóndanse ustedes mismos…

Caracas, 17 de abril de 2011.

fochoaantich@gmail.com