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El Arrepentimiento Bíblico

El Permiso para reproducir esto está otorgado.

De hecho, se le exhorta a que lo haga.

Hay diferentes ideas en nuestros días acerca de lo que es el


“arrepentimiento”. Pero ¿están ellas basadas en lo que las Escrituras
enseñan? (2Timoteo 3:16-17)? ¿Es meramente un cambio de mente
o hay mucho más involucrado en ello?

Vamos a mirar a algunas de las más claras y más precisas


definiciones bíblicas del arrepentimiento, comenzando con la
enseñanza de Jesús acerca de Jonás y los ninivitas:

Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta


generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la
predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar
(Mateo 12:41).

Para averiguar exactamente lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “se
arrepintieron”, vamos a revisar el recuento al cual se está refiriendo:

Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno,


y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de
ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su
silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó
sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por
mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y
animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé
alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y
animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada
uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.
¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se
apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo
que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se
arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo
(Jonás 3:5-10).
Los ninivitas se humillaron y clamaron fuertemente a
Dios, convirtiéndose cada uno de su mal camino. Según la
autoridad final, esto constituye el “arrepentimiento”, a diferencia de lo
que algunos en nuestros días equivocadamente quieren que nosotros
creamos – un simple “cambio de mente”.

El Ejemplo del Hijo Pródigo


Otro buen ejemplo de arrepentimiento es la enseñanza de Jesús
acerca del hijo pródigo:

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi


padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino
a su padre ... el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo (Lucas 15:17-
21).

Jesús declaró que la humildad del pródigo, su compunción,


reconocimiento del pecado y regreso a su Padre, hicieron que
el volviera de nuevo a la vida de su estado espiritual
de muerte y perdición:

Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido;


se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse
(Lucas 15:24).

Esto es obviamente muerte y vida espirituales, ya que el pródigo no


fue afectado físicamente por esta muerte.

¿Cuán Importante es Arrepentirse?


Pedro enseñó que el arrepentimiento es el remedio para la muerte:

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por


tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento (2 Pedro 3:9).
No solamente fue el arrepentimiento el mensaje de Juan el Bautista
(Mat. 3:1,2), sino que Jesús continuó el mensaje de Juan después que
éste fue aprisionado. No hay mayor sanidad en el mensaje de uno
que cuando está respaldado por el mensaje del propio Señor:

Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea ...
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a
decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado (Mat. 4:12,17).

Otros Ejemplos Bíblicos


El arrepentimiento de David después de su adulterio y asesinato
incluyó el reconocimiento de su pecado (2 Samuel 12:13). Observe su
oración sincera y de corazón en el Salmo 51.

Por otro lado, Saúl estaba más preocupado de ser honrado delante del
pueblo que de mostrar verdadera humildad con respecto a su
desobediencia:

Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante


de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas
conmigo para que adore a Jehová tu Dios (1 Samuel 15:30).

La reacción de Pedro hacia su propio pecado (negar a Jesús tres


veces) fue el llanto amargo:

Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de


la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo
cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró
amargamente (Lucas 22:61,62).

¡Cuán sabio es seguir el consejo de Santiago, que predicó el


verdadero arrepentimiento que, a propósito, refuta el punto de vista
sobre el avivamiento en el movimiento de la “risa santa”:

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.


Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y
llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en
tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará
(Santiago 4:8-10).

¿Cómo Obtener Perdón y Misericordia?


Para obtener perdón y misericordia del Señor, Isaías aconseja,
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios
nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7). Observe que
dice que Dios “será amplio en perdonar” pero según el contexto, eso
está condicionado a que el impío deje sus caminos y pensamientos
malvados, y se vuelva al Señor.

El Profeta Daniel era altamente estimado (Daniel 9:23) y dio consejo


(aunque no fue escuchado) al Rey Nabucodonosor:

Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con


justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con
los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu
tranquilidad (Daniel 4:27).

El hijo de Nabucodonosor, Belsasar, no se humilló aunque él


sabía del juicio de Dios sobre su padre, y aun se exaltó en
contra del Señor del cielo (Daniel 5:22,23). ¡Cuánto más sabio él
habría sido de haber seguido el buen ejemplo del propio Daniel:

Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión, ... hemos pecado,


hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y
hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus
mandamientos y de tus ordenanzas... y no hemos implorado
el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de
nuestras maldades y entender tu verdad (Daniel 9:4,5,13).

Jeremías aconsejó a los oficiales y al pueblo: “mejorad ahora


vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová
vuestro Dios” (Jeremías 26:13).

Salomón oró, “Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos


pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre,
y se volvieren del pecado, cuando los afligieres” (1 Reyes 8:35). El
también sabía lo siguiente acerca del arrepentimiento:

Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados


cautivos; si se convirtieren y oraren a ti en la tierra de su
cautividad, y dijeren: pecamos, hemos hecho inicuamente,
impíamente hemos hecho; si se convirtieren a ti de todo su
corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde
los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que tú
diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la
casa que he edificado a tu nombre (2 Crónicas 6:37,38).

El Remedio
En el libro de Ezequiel, el Señor ordenó que una marca fuera puesta
en las frentes de aquellos que “gimen y que claman a causa de
todas las abominaciones (pecados) hechas en la ciudad (9:4) para
protegerlos de ser asesinados (9:6). Algún tiempo después, Dios hizo
que Ezequiel profetizara:

Así dice Jehová el Señor: Convertíos y volveos de vuestros


ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras
abominaciones(14:6).

Ezequiel enseñó que “el alma que pecare, ésa morirá” (18.20). Sin
embargo, Dios tiene un remedio:

Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y


guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la
justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas las transgresiones
que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo
vivirá. ¿Quiero yo la muerte del impío? Dice Jehová el
Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? ... Y
apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según
el derecho y la justicia, hará vivir su alma. Porque miró y se
apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de
cierto vivirá; no morirá. ... Convertíos, y apartaos de todas
vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de
ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones
con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un
espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? (Ezequiel
18:21-23, 27,28,30,31).

No hay ningún cristiano que alguna vez haya vivido que no haya sido
tentado al pecado, pero el Espíritu Santo dio una verdad relevante y
consoladora a los cristianos de Corinto que se extiende hasta nosotros
hoy:

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;


pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que
podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar (1 Cor. 10:13).

Todos seremos tentados pero ninguno tiene por qué ceder a la


tentación. ¿De qué otra manera podríamos nosotros evitar el
pecado? El Apóstol Pablo nos dio visión que puede ser una
salvaguarda para nuestras almas:

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la


carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del
Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el
ocuparse del Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5,6).

Perdón Condicional
Muchos maestros populares en nuestros días erróneamente
proclaman que todos los pecados de los cristianos – pasados,
presentes y futuros –han sido ya perdonados. En contraste, la Biblia
cita condiciones para ser perdonados después que se ha
experimentado la verdadera regeneración:

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para


perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan
1:9).

El Apóstol Juan – que era salvo – se incluía a sí mismo aquí usando el


pronombre “nosotros”. Esta confesión de pecados a Dios debe estar
también combinada con la voluntariedad de renunciar a esos
pecados:

El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los


confiesa y se aparta alcanzará misericordia (Proverbios
28:13).

El Señor Jesús dio otro condición relevante para recibir el perdón, de


la que pocos en nuestros días tienen deseos de predicar:

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará


también a vosotros vuestro Padre celestial. Mas si no
perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre celestial os perdonará vuestras
ofensas (Mateo 6:14,15).

Jesús está dirigiendo su enseñanza a sus propios discípulos que


vinieron a El (5:1,2). Observe también en Mateo 6:14,15 que Jesús
les dijo que “vuestro Padre” no os perdonará vuestras ofensas si
vosotros no perdonáis a los hombres sus ofensas. El no puede estar
hablando a gente no salvada ya que ellos no tendrían a Dios como su
Padre espiritual.

El Rey David escribió, “Bienaventurado aquél cuya transgresión ha


sido perdonada, y cubierto su pecado” (Salmo 32:1) y dijo cómo él
había obtenido el perdón:

Mi pecado te declaré y no encubrí mi


iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová, y tú
perdonaste la maldad de mi pecado (Salmo 32:5).

El perdón no viene en forma automática, como se evidenció en el


versículo precedente. David tuvo que hacer algo para
obtener este perdón. Quizás Juan tenía este versículo y otros
similares en mente cuando escribió 1 Juan 1:9.

El consejo del Dios Soberano a través de Isaías fue:

Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de


delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a
hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice
Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados
fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana
(Isaías 1:16-18).

Dios es compasivo y misericordioso, no queriendo que ninguno se


pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9) pero
nosotros debemos hacer nuestra parte según está registrada en las
Santas Escrituras. La Biblia no enseña que los cristianos están ya
perdonados aun antes de que sus pecados
futuros sean cometidos. No deje que los falsos maestros de
nuestros días lo engañen. Presten atención al mensaje de la
Escrituras:

El Arrepentimiento es Fundamental para el Cristianismo


El escritor de Hebreos enseñó (entre otras enseñanzas elementales)
que el arrepentimiento es un principio fundamental cristiano:

Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo,


vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el
fundamento delarrepentimiento de obras muertas, y de la fe
en Dios (Hebreos 6:1).

Pronto examinaremos algunas de las “obras muertas”. Pablo dijo a


los cristianos romanos que el pecado lleva a la muerte espiritual
(Romanos6:16) y Santiago advirtió cómo ocurre esta "muerte":

Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia


concupiscencia es atraído y seducido. Entonces, la
concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, siendo consumado, a la luz la muerte.
Amados hermanos míos, no erréis. (Santiago 1:14-16)

Estas fueron las enseñanzas básicas y elementales de la iglesia


primitiva que raramente se repiten en nuestros días y aun peor, que
son negadas por los maestros de la eterna seguridad.
El Verdadero Arrepentimiento produce “Fruto”

En el momento del arrepentimiento y de la salvación inicial, pasamos


de muerte a vida (1 Juan 3:14), de las tinieblas a la luz
(Hechos 26:18, Efesios5:8, 1 Pedro 2:9), y del poder de Satanás a
Dios (Hechos 26:18). Pero esto no acaba aquí. Juan el Bautista dio
su entendimiento inspirado por el Espíritu Santo en cuanto a lo que
Dios requiere del arrepentimiento, en Lucas 3:8-14:

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento. Y no


comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a
Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar
hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha
está puesta a la raíz de los árboles; portanto, todo árbol que
no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le
preguntaba, diciendo: Entonces, ¿Qué haremos? Y
respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no
tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron
también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron:
Maestro, ¿qué haremos? El les dijo: No exijáis más de lo que
os está ordenado. También le preguntaron unos soldados,
diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis
extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro
salario.

Observe la responsabilidad humana involucrada. ¿Estaba Juan


enseñando una salvación por medio de “obras”? De ningún modo. El
padre de Juan, Zacarías, profetizó acerca de él bajo la
inspiración del Espíritu Santo (Lucas 1:67) que Juan daba al “pueblo
de Dios conocimiento de salvación para perdón de sus pecados”, V.
77. Aunque algunos pudieran reclamar equivocadamente que Juan
enseñaba la “ley” y las “obras” delAntiguo Testamento, ¡Dios dio
el conocimiento de la salvación a través de él!

La enseñanza de Jesús acerca de los justos fue muy similar e incluía


acción de la parte de los redimidos o los “benditos”:

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de


mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación delmundo. Porque tuve hambre, y me disteis de
comer, tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y
me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y
me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mateo 25:34-
36).

Jesús enseñó, “Esforzaos a entrar por la puerta angosta;


porque os digo que muchos procurarán entrar, y no
podrán” (Lucas 13:24). Pero “la gracia y la verdad vinieron por medio
de Jesucristo” (Juan 1:17).

Aunque esto está en conflicto con el falso mensaje de “gracia” de hoy


en día, ésta es la verdadera gracia Bíblica del Dios Todopoderoso.
Escoja a quién creer – al que tiene toda autoridad en el cielo y en la
tierra (Mateo 28:18) o a los impíos convertidores de la gracia de hoy
(Judas 3,4).

Demuestre Su Arrepentimiento y Manténganse


Mientras que no éramos salvos, nosotros producíamos fruto para
muerte (Rom 7:5). Pero ahora debemos producir buen fruto para
evitar el ser cortados y arrojados en el fuego (Mat. 3:10). Esto
requiere acción de nuestra parte que no puede ser una salvación por
“obras” ya que Jesús encomió el mensaje de Juan (Mateo 11:11). El
mensaje estándar del evangelio de gracia del Apóstol Pablo también
está de acuerdo con el de Juan:

... que anuncié ... que se convirtiesen a Dios, haciendo obras


dignas de arrepentimiento (Hechos 26:20).

Jesús nos hace libres de la esclavitud del pecado (Juan 8:34-36) pero
después de la salvación inicial, Pablo enseñó a los cristianos a
persistir en buscar la inmortalidad, a continuar en el Espíritu y a hacer
morir el pecado para vivir:

Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan


gloria y honra e inmortalidad (Romanos 2:7).

Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el


Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis (Romanos 8:13).
La responsabilidad humana y el libre albedrío están también claros en
el consejo de Pablo al Pastor Timoteo cuando le dice “no participes
en pecados ajenos. Consérvate puro” (1 Timoteo 5:22).

En forma similar, Juan aconsejó a sus hijos “guardarse de los ídolos”


(1 Juan 5:21).

Alguno pudiera alegar, “pero nosotros no estamos bajo la ley”. Cierto,


nosotros no estamos bajo la ley ceremonial, pero b> nosotros todavía
estamos bajo la ley moral como puede verse en versos
tales como 1 Corintios 6:9, 10; Efesios 5:5-7; Gálatas 5:19-21; Judas
7; Apocalipsis21:8; etc. Recuerde que Pablo le dijo a
los cristianos corintios que no fueran idólatras (1 Corintios 10:7). El
sabía que los cristianos podían convertirse en idólatras y terminar así
en el lago de fuego según Ap. 21:8 a menos que se arrepintieran. Por
lo tanto, estos apóstoles aconsejaron a los cristianos mantenerse lejos
de tal peligro espiritual.

Santiago enseñó qué clase de religión es aceptable a Dios y de qué


debían guardarse los cristianos:

La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta:


Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones
y guardarse sin mancha del mundo (Santiago 1:27).

Estas todas son enseñanzas de la verdadera gracia. El problema,


entonces, estriba en aquellos que tienen un punto de vista
distorsionado acerca de la gracia.

Escudriñe Su Corazón y Libérese


El consejo siguiente de los Salmos puede ser de gran beneficio para
aquellos que desean mantener un camino santo delante de Dios:

Temblad y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando


en vuestra cama, y callad (Salmo 4:4).

Confesaré mi maldad, y me contristaré por mi


pecado (Salmo 38:18)
Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus
testimonios (Sal 119:59)

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y


conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de
perversidad, y guíame en el camino eterno (Salmo
139:23,24).

Estas clases de oraciones nos ayudarán a mantener un corazón puro,


que es vital ya que estos son los que estarán en el lugar santo de Dios
(Salmo24:3,4). “Mantener la fe y la buena conciencia” nos preservará
de naufragios espirituales (1 Timoteo 1:19).

Pedro y Pablo nos dieron otras importantes salvaguardas y


ordenanzas:

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía,


envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis en salvación (1 Pedro 2:1,2).

Porque : El que quiere amar la vida y ver días


buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen
engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y
sígala (1 Pedro 3:10,11).

Por lo cual, oh amados, estando es espera de estas cosas (la


morada de la justicia, V. 13), procurad con diligencia ser
hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. (2 Pedro
3.14).

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,


impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia,
que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene
sobre los hijos de la desobediencia, en las cuales vosotros
también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero
ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra
boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado
del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual
conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el
conocimiento pleno (Colosenses 3:5-10).

Para liberarnos del pecado a fin de regresar a Dios ha existido desde


hace mucho tiempo un mandato bíblico:

Si de todo corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos


y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a
Jehová, y sólo a El servid (1 Samuel 7:3).

Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis


pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué
moriréis, casa de Israel? (Ezequiel 18:31).

El Verdadero Arrepentimiento Incluye Dolor Santo y


Vergüenza
El verdadero arrepentimiento también se manifiesta en dolor,
vergüenza por aquellos actos pecaminosos cometidos y en un deseo
ferviente de hacer las cosas correctamente:

Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de


la justicia. ¿Pero qué fruto tenías de aquellas cosas de las
cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es
muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y
hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación,
y como fin, la vida eterna (Romanos 6:20-22).

Porque la tristeza que es según Dios produce


arrepentimiento para salvación, de que no hay que
arrepentirse; pero la tristeza delmundo produce
muerte. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido
contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros,
qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente
afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis
mostrado limpios en el asunto (2 Corintios 7:10,11).
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios (Salmo
51:17).

Por otro lado, los impíos están vacíos del temor de Dios y el dolor que
lleva a la salvación:

La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de


dios delante de sus ojos. Se lisonjea, por tanto, en sus propios
ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida (Salmo
36:1,2).

Un buen punto clave de la condición de su corazón, entonces, es:


¿Teme usted a Dios y aborrece su pecado, o está usted entre
los impíosanteriormente descritos?

Actos que Llevan a la Muerte


Como fue mencionado previamente, Heb. 6:1 declara que hay obras
que conducen a la muerte, pero ¿cuáles son ellas? Los pecados
listados en 1Corintios 6:9,10, Efesios 5:5,6, Gálatas 5:19-21
y Apocalipsis 21:8 nos dan visión de las cosas de las que uno debe
arrepentirse, ya que aquellos que las hacen no heredarán el reino:

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?


No erréis; ni os fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros,
ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios (1 Corintios 6:9,10).

Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o


avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y
de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por
estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de
desobediencia (Efesios5:5,6).

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,


fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto,
como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios(Gálatas 5:19-21).

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y


homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y
todos los mentirosos tendrán su parte en el lago de fuego y
azufre, que es la muerte segunda (Apocalipsis 21:8).

¿Qué esperanza tiene el infortunado cristiano que caiga en tales


pecados después de su salvación inicial? Estas abominaciones deben
ser confesadas y abandonadas, buscando el perdón de Dios. Jesús
enseñó que el pródigo volvió a vivir después de una completa ruptura
con su relación con las rameras (Lucas 15:24,32). Lo mismo puede
ser establecido acerca de David después que él humildemente buscó
el perdón delSeñor por su pecado sexual y su asesinato (Salmo 51).
¿Se mantuvo David salvo durante su detestable pecado antes de
arrepentirse? No, según el Soberano Dios que habló Apocalipsis 21:8
desde su propio trono después que la obra infinita del Señor Jesús
fuera completada. Dios no hizo excepciones con nadie, incluyendo
a un hombre que escribió parte de la Biblia. Gracias a Dios, David se
arrepintió antes que muriera. Muchos no lo hacen. Ezequiel explica lo
que le sucedió espiritualmente al Rey David durante ese período
oscuro de su vida:

Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad,


e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío
hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán
tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por
el pecado que cometió, por ello morirá (Ezequiel 18:24).

... La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la


impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de
su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día
que pecare. Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él
confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias
no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que
hizo (Ezequiel 33:12,13).
Similarmente a lo que Jesús enseñó sobre el pródigo, Pablo dijo al
los cristianos romanos:

Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el


Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis (Romanos 8:13).

Aquellos que son espirituales, pueden ayudar a restaurar a los


hermanos caídos:

Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la


verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al
pecador de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá
multitud de pecados (Santiago 5:19,20).

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta,


vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre,considerándote a ti mismo, no sea que tú
también seas tentado (Gálatas 6:1).

Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de


muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que
cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de
muerte por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es
pecado, pero hay pecado no de muerte (1 Juan 5:16,17).

Hacer Restitución
Los ladrones deben devolver lo que ellos robaron:

El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué,


será vendido por su hurto. Si fuere hallado con el hurto en la
mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble. Si
alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en
campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su
viña pagará. Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos
quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que
encendió el fuego pagará lo quemado. Cuando alguno diere a
su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa
de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble....
En toda clase de fraude, ... el que los jueces
condenaren, pagará el doble a su prójimo... Mas si (el
animal) le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño. Pero
si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere
estropeada o muerta, estando ausente su dueño, deberá
pagarla. Si alguno engañare a una doncella que no fuere
desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por
mujer. Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata
conforme a la dote de las vírgenes (Éxodo 22:3-17).

¿Se aplica la restitución a nosotros bajo el Nuevo Pacto? ¡Sí! Ante la


voluntariedad de Zaqueo de hacer restitución a los otros que él había
engañado, Jesús declaró que esto mostraba que la salvación había
llegado a él:

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor,


la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he
defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le
dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él
también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:8-10).

Pero en el caso de un ladrón arrepentido moribundo, que no pudiera


resarcir lo que robó bajo su condición, aun así será perdonado (Lucas
23:42,43).

Una Lista que Resume


Aunque no sea una lista exhaustiva, hemos visto las siguientes
verdades citadas en la Biblia:

• Clame fuertemente a Dios y conviértase del mal camino y de la


rapiña (Jonás 3:5-10).

• Reconozca que ha pecado contra el cielo y contra Dios y que no


es ya digno de ser llamado su hijo (Lucas 15:17-21;
2 Samuel 12:13).

• Llore amargamente por el pecado (Lucas 22:61,62).


• Acérquese a Dios, limpie sus manos; purifiquer sus corazones,
aflíjase, lamente y llore; cambie su risa en llanto y su gozo en
tristeza; humíllese ante Dios (Santiago 4:8-10).

• Deje sus caminos impíos y sus malos pensamientos y vuélvase


al Señor (Isaías 55:7).

• Redima los pecados con justicia y las iniquidades haciendo


misericordia con los oprimidos (Daniel 4:27).

• Ore a Dios y confiese que usted ha pecado y hecho iniquidad,


que ha hecho impíamente y ha sido rebelde y se ha apartado de
sus mandamientos y de sus ordenanzas. Busque el favor del
Señor volviéndose de sus pecados y prestando atención a la
verdad del Señor (Daniel 9:4,5,13).

• Mejore sus caminos y sus obras y obedezca al Señor


(Jeremías 26:13).

• Confiese el nombre de Dios y conviértase del pecado (1 Reyes


8:35).

• Vuelva en usted, ore a Dios y conviértase a Dios de todo


corazón y con toda el alma (2 Crónicas 6:37,38).

• Busque la salida que Dios ha provisto para resistir firme la


tentación (1 Corintios 10:13).

• Siembre para el Espíritu para segar vida eterna; no se canse de


hacer bien; haga bien a todos mayormente a la familia de la fe
(Gálatas 6:8-10).

• Gima y clame a causa de todas las abominaciones


(Ezequiel 9:4)

• Conviértase, vuélvase de sus ídolos y aparte su rostro de todas


sus abominaciones (Ezequiel 14:6).

• Apártese de todos sus pecados que hizo y guarde todos los


estatutos de Dios, haga según el derecho y la justicia.
Considere todas las ofensas cometidas y vuélvase de ellas.
¡Arrepiéntase! Conviértase de todas sus impiedades. Apártese
de todas sus impiedades que usted ha cometido y hágase un
corazón nuevo y un espíritu nuevo
(Ezequiel 18:21,23,27,28,30,31).

• Confese sus pecados (1 Juan 1:9).

• No encubra pecados, confiéselos y apártese de ellos para hallar


misericordia (Proverbios 28:13).

• Reconozca su pecado ante Dios y no encubra su iniquidad;


confiese sus transgresiones al Señor (Salmo 32:5).

• Lávese y límpiese. Quite la iniquidad de sus obras de delante


de los ojos de Dios. Deje de hacer lo malo, aprenda a hacer el
bien, busque el juicio, restituya al agraviado, haga justicia al
huérfano, ampare a la viuda (Isaías 1:16-18).

• Arrepiéntase de las obras muertas (Hebreos 6:1).

• Produzca (buen) fruto manteniéndose en su arrepentimiento y


evite el ser cortado y echado en el fuego (Mateo 4:12-
17; Mateo 25:34-36; Lucas 3:8-14).

• Esfuércese a entrar por la puerta angosta (Lucas 13:24).

• Arrepiéntase y conviértase a Dios y haga obras dignas de


arrepentimiento. (Hechos 26:20).

• Persevere en hacer bien, busque gloria, honor e inmortalidad


para que pueda tener vida eterna (Romanos 2:7).

• No viva conforme a la carne, sino conforme al Espíritu haciendo


morir las obras de la carne y vivirá (Romanos 8:13).

• No participe en los pecados ajenos y consérvese puro


(1 Timoteo 5:22).

• Guárdese de los ídolos (1 Juan 5:21).


• Manténgase sin mancha de este mundo (Santiago 1:27).

• Medite en su cama y calle (Salmo 4:4).

• Considere sus camino y vuelva sus pies a los testimonios de


Dios (Salmo 119:59).

• Pida a Dios que examine su corazón y lo conozca, que lo pruebe


y conozca sus pensamientos para ver si hay en usted camino de
perversidad y que lo guíe por el camino eterno (Salmo
139:23,24).

• Mantenga la fe y la buena conciencia (1 Timoteo 1:19)

• Deseche toda malicia y engaño, hipocresía, envidia, y todas las


detracciones; desee la leche espiritual no adulterada (1 Pedro
2;1,2)

• Guarde su lengua del mal y sus labios de hablar engaño;


apártese del mal y haga el bien, busque la paz y sígala (1 Pedro
3:10,11)

• Procure con diligencia ser hallado por Dios sin mancha,


irreprensible y en paz (2 Pedro 3:14)

• Haga morir en usted lo terrenal, deje la ira, el enojo, la malicia, la


blasfemia, las palabras deshonestas de su boca; no mienta
(Colosenses 3:5-10)

• Deje los dioses ajenos (1 Samuel 7:3) y las ofensas cometidas:


busque un nuevo corazón y un nuevo espíritu (Ezequiel 18:31)

• Avergüéncese de sus pecados pasados (Romanos 6:20-22)

• Contrístese según Dios y tenga un ferviente deseo de limpiarse


(2 Corintios 7:10,11).

• Tenga un corazón contrito y humillado (Salmo 51:17).

• Tema a Dios y aborrezca su pecado (Salmo 36:1,2)


• Evite todos los pecados que aparecen en
1 Corintios 6:9,10; Efesios 5:5-7; Gálatas 5:19-21
y Apocalipsis 21:8)

• Restituya aquellas cosas que usted robó (Exodo 22:3-17; Lucas


19:8-10)

Un Poema sobre el Arrepentimiento


Arrepentirse es dejar el pecado

Que tanto habíamos amado,

Y demostrar que nos duele

No haciéndolo nunca más.

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