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DERECHO CIVIL V
DERECHO DE FAMILIA
GENERALIDADES.
Concepto de Familia.- Etimológicamente familia procede de la voz familia,
por derivación de familias, que a su vez deriva del osco famel, que significa
siervo, y más remotamente al sánscrito vama, hogar o habitación, significando
por consiguiente el conjunto de personas y esclavos que moraban con el señor
de la casa. Por eso es que en sentido vulgar todavía se habla de familia para
referirse a las personas que moran bajo un mismo techo, sometidos a la
dirección y recursos del jefe de la casa. Sin embargo, esa acepción, que
recogían las antiguas leyes de Las Partidas, no tiene hoy día ninguna
trascendencia jurídica. No obstante, y casi como una curiosidad, podemos
señalar que en el art. 8151 del Código Civil, al tratar del uso y la habitación, se
da una definición de familia que se acerca a ese concepto vulgar.
En sentido ya jurídico, ha sido definida la familia como un conjunto de personas
entre las que median relaciones de matrimonio o de parentesco
(consanguinidad, afinidad o adopción) a las que la ley atribuye algún efecto
jurídico; por ejemplo, impedimento matrimonial relativo al parentesco,
llamamiento a la sucesión abintestato, designación para la tutela, etc.
En términos parecidos, la define Somarriva: "Conjunto de personas unidas por
el vinculo de matrimonio, del parentesco o de la adopción"
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Art. 815. “El uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o del habitador.
En las necesidades personales del usuario o del habitador se comprenden las de su familia.
La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al momento de la constitución, como los que sobrevienen después, y esto
aun cuando el usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido hijo alguno a la fecha de la constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia.
Comprende, además, las personas que a la misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa de éstos; y las personas a quienes éstos
deben alimentos.”
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Sin embargo, simplemente habría que decir que el Derecho Civil Moderno se
estructura sobre la base de la persona individual y no de la familia. No se le
atribuyen a ella derechos y obligaciones, sino a sus miembros y particularmente
al jefe de familia.
No obstante lo que se acaba de señalar, no puede desconocerse que la familia
es algo más que un conjunto de relaciones individuales entre los miembros que
la constituyen, y por ello no puede ser regida por criterios de interés individual
ni de autonomía de la voluntad. Lo que se viene diciendo es importante, porque
de ello derivan una serie de características propias del Derecho de Familia a
que luego nos referimos.
DERECHO DE FAMILIA.
Como toda rama del Derecho, puede ser definido en sentido subjetivo u
objetivo. En sentido subjetivo, se habla de los "derechos de familia'' para
referirse a las facultades o poderes que nacen de aquellas relaciones que
dentro del grupo familiar mantiene cada uno de los miembros con los demás
para el cumplimiento de los fines superiores de la entidad familiar. Y en sentido
objetivo es "el conjunto de normas y preceptos que regulan esas mismas
relaciones que mantienen entre sí los miembros de la familia". Más completa,
porque extiende su ámbito a las relaciones con terceros, nos parece la
definición de Ferrara, para quien sería "el complejo de las normas jurídicas que
regulan las relaciones personales y patrimoniales de los pertenecientes a la
familia entre sí y respecto de terceros".
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Art. 222 “Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres.
La preocupación fundamental de los padres es el interés superior del hijo, para lo cual procurarán su mayor realización espiritual y material
posible, y lo guiarán en el ejercicio de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme a la evolución de sus
facultades.”
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Art. 133 “Ambos cónyuges tienen el derecho y el deber de vivir en el hogar común, salvo que a alguno de ellos le asista razones graves para
no hacerlo.”
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3.- En el Derecho de Familia hay un claro predominio del interés social sobre el
individual; Este es sustituido por el interés superior, que es el de la familia. Ese
es el que se aspira a tutelar.
a).- Las normas reguladoras del Derecho de Familia son de orden público, y
como tales imperativas, inderogables. Es la ley únicamente, y no la voluntad de
las partes, la que regula el contenido, la extensión y eficacia de las relaciones
familiares. Cierto es que la voluntad de los individuos juega, pero sólo en el
inicio, pues posteriormente es la ley la que regula íntegramente esos actos. El
mejor ejemplo es el matrimonio. Si las partes no consienten, no hay
matrimonio. Pero lo que de allí se deriva lo establece la ley, no las partes. Y en
cualquier otro acto de familia ocurre lo mismo. Piénsese en el reconocimiento
de un hijo, en la adopción, etc.
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Art. 149 “Es nula cualquiera estipulación que contravenga las disposiciones de este párrafo.”
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d).- Exceptuados los derechos de potestad a que nos referíamos recién, los
demás derechos familiares son recíprocos, v. gr., la obligación de los cónyuges
de guardarse fe, de socorrerse y de ayudarse mutuamente en todas las
circunstancias de la vida, de respetarse y protegerse (art. 131 5). Así también en
los derechos de alimento y sucesorio.
h).- Otra característica típica del Derecho de Familia es que la mayor parte de
sus actos son solemnes, al revés de lo que ocurre en derecho patrimonial, en
que la tendencia es al consensualismo. Ejemplos de lo que decimos los
encontramos en el matrimonio (art. 102); en el reconocimiento de un hijo (art.
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Art. 131. “Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El
marido y la mujer se deben respeto y protección recíprocos.”
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Art. 334. “El derecho de pedir alimentos no puede transmitirse por causa de muerte, ni venderse o cederse de modo alguno, ni renunciarse.”
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Art. 102. “El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con
el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente.”
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Art. 189. “No surtirá efectos el reconocimiento de un hijo que tenga legalmente determinada una filiación distinta, sin perjuicio del derecho a
ejercer las acciones a que se refiere el artículo 208.
El reconocimiento es irrevocable, aunque se contenga en un testamento revocado por otro acto testamentario posterior, y no susceptible de
modalidades.
El reconocimiento no perjudicará los derechos de terceros de buena fe que hayan sido adquiridos con anterioridad a la subinscripción de éste
al margen de la inscripción de nacimiento del hijo.”
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Art. 1723. “Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de sociedad de bienes por el de participación
en los gananciales o por el de separación total. También podrán substituir la separación total por el régimen de participación en los
gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes
ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción
sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste
no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez celebrado, no
podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los gananciales, según sea el caso, podrán los
cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a determinar el crédito de participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa;
pero todo ello no producirá efecto alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el inciso
anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su
inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que corresponda el certificado
de matrimonio debidamente legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el inciso 2° del artículo 1715, no son susceptibles de condición, plazo o modo alguno.”
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187); en el pacto del art. 1723; en las capitulaciones matrimoniales (art. 1716),
etc.
Eran, por lo demás, las ideas dominantes a la época de la dictación del Código y
todas miraban al fortalecimiento del vínculo familiar
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Art. 1447. “Son absolutamente incapaces los dementes,
los impúberes y los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente.
Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución.
Son también incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallen bajo interdicción de administrar lo suyo. Pero la incapacidad de las
personas a que se refiere este inciso no es absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos,
determinados por las leyes.
Además de estas incapacidades hay otras particulares que consisten en la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar
ciertos actos.”
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El parentesco
El parentesco se define como la relación de familia que existe entre dos
personas y puede ser de dos clases, a saber: parentesco por consanguinidad, y
parentesco por afinidad.
El primero, llamado también natural, se funda en la relación de sangre que
existe entre dos personas, cuando una desciende de la otra o ambas de un
tronco o antepasado común. En esos términos está definido el art. 28 "Es aquel
que existe entre dos personas que descienden una de la otra o de un mismo
progenitor, en cualquiera de sus grados".
El parentesco por afinidad, o parentesco legal, es el que existe entre una
persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer
(art. 31, inc. I° 12).
Somarriva desprende de esta disposición dos reglas importantes:
1.- Que los cónyuges no son parientes entre sí, lo que se ve confirmado por
varias disposiciones del Código (arts. 1513 y 35314) en que se habla "del cónyuge
o parientes" demostrándose de esa manera que aquél no está incluido en éstos,
y
2.- Que el parentesco por afinidad subsiste aún después de la muerte de uno de
los cónyuges, pues el art. 3115 al referirse a este parentesco habla de una
persona que "está o ha estado casada".
No hay duda que el parentesco más importante es el por consanguinidad. El
parentesco por afinidad no confiere derechos y la ley lo considera para
establecer un impedimento para contraer matrimonio (art. 6a de la Ley de
Matrimonio Civil) y como inhabilidad en ciertos casos, como ocurre en los arts.
41216 y 106117. "
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Art. 31. “Parentesco por afinidad es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o
mujer.”
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Art. 15. “A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles, permanecerán sujetos los chilenos, no obstante su residencia o
domicilio en país extranjero.
1º En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que hayan de tener efecto en Chile;
2º En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo respecto de sus cónyuges y parientes chilenos.”
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Art. 353. “Las tutelas o curadurías pueden ser testamentarias, legítimas o dativas.
Son testamentarias las que se constituyen por acto testamentario.
Legítimas, las que se confieren por la ley a los parientes o cónyuge del pupilo.
Dativas, las que confiere el magistrado.
Sigue las reglas de la guarda testamentaria la que se confiere por acto entre vivos, según el artículo 360.”
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Art. 31.”Parentesco por afinidad es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o
mujer.”
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Art. 412. “Por regla general, ningún acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés el tutor o curador, o su cónyuge, o
cualquiera de sus ascendientes o descendientes, o de sus hermanos, o de sus consanguíneos o afines hasta el cuarto grado inclusive, o
alguno de sus socios de comercio, podrá ejecutarse o celebrarse sino con autorización de los otros tutores o curadores generales, que no
estén implicados de la misma manera, o por el juez en subsidio.
Pero ni aun de este modo podrá el tutor o curador comprar bienes raíces del pupilo, o tomarlos en arriendo; y se extiende esta prohibición a su
cónyuge, y a sus ascendientes o descendientes.”
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Art. 1061. “No vale disposición alguna testamentaria en favor del escribano que autorizare el testamento, o del funcionario que haga las
veces de tal, o del cónyuge de dicho escribano o funcionario, o de cualquiera de los ascendientes, descendientes, hermanos, cuñados,
empleados o asalariados del mismo.
No vale tampoco disposición alguna testamentaria en favor de cualquiera de los testigos, o de su cónyuge, ascendientes, descendientes,
hermanos o cuñados.”
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DEL MATRIMONIO
Definición. El art. 102 del Código Civil lo define como "un contrato solemne
por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por
toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente".
Un análisis de la definición nos indica sus elementos:
1.- Es un contrato;
2.- Es un contrato solemne;
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a) el matrimonio es un contrato;
b) El matrimonio es un acto del Estado, y
c) El matrimonio es una institución.
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alguna de sus cualidades personales que atendida la naturaleza de los fines del
matrimonio, ha de ser estimada como determinante para otorgar el
consentimiento".
Respecto de este último tipo de error debe tenerse presente que para que vicie
el consentimiento debe recaer no en cualquiera cualidad personal, sino en una
que atendida la naturaleza o los fines del matrimonio, sea estimada como
determinante para otorgar el consentimiento. Sería el caso, por ej., de quien se
casa ignorando que la persona con la que contrae nupcias es impotente o
estéril.
Impedimentos Dirimentes.
Pueden ser de dos clases: absolutos, si obstan al matrimonio con cualquier
persona, ej., la demencia, el vínculo matrimonial no disuelto; y relativos, si sólo
impiden el matrimonio con determinadas personas, ej., vínculo de parentesco.
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Art. 1456. “La fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio,
tomando en cuenta su edad, sexo y condición. Se mira como una fuerza de este género todo acto que infunde a una persona un justo temor
de verse expuesta ella, su consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y grave.
El temor reverencial, esto es, el solo temor de desagradar a las personas a quienes se debe sumisión y respeto, no basta para viciar el
consentimiento.”
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Art. 1457. “Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza aquel que es beneficiado por ella; basta que se haya
empleado la fuerza por cualquiera persona con el objeto de obtener el consentimiento.”
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vínculo matrimonial no disuelto; 2o. Los menores de dieciséis años; 3o. Los que
se hallaren privados del uso de razón; y los que por un trastorno o anomalía
psíquica, fehacientemente diagnosticada, sean incapaces de modo absoluto
para formar la comunidad de vida que implica el matrimonio; 4o. Los que
carecieren de suficiente juicio o discernimiento para comprender y
comprometerse con los derechos y deberes esenciales del matrimonio, y 5 o. Los
que no pudieren expresar claramente su voluntad por cualquier medio, ya sea
en forma oral, escrita o por medio de lenguaje de señas".
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Art. 382. “El que contrajere matrimonio estando casado válidamente, será castigado con reclusión menor en su grado máximo.”
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Art. 107. “Los que no hubieren cumplido dieciocho años no podrán casarse sin el consentimiento expreso de sus padres; si faltare uno de
ellos, el del otro padre o madre; o a falta de ambos, el del ascendiente o de los ascendientes de grado más próximo.
En igualdad de votos contrarios preferirá el favorable al matrimonio.”
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Art. 110. “Se entenderá faltar asimismo el padre o madre que estén privados de la patria potestad por sentencia judicial o que, por su mala
conducta, se hallen inhabilitados para intervenir en la educación de sus hijos.”
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Finalmente, cabe señalar que las sanciones penales a que se arriesga el Oficial
de Registro Civil que autoriza un matrimonio sin exigir la autorización, las
contempla el art. 38830 del Código Penal.
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Art. 112. Inc. 1° “Si la persona que debe prestar este consentimiento lo negare, aunque sea sin expresar causa alguna, no podrá
procederse al matrimonio de los menores de dieciocho años.”
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Art. 112. Inc. 2° “El curador y el oficial del Registro Civil que nieguen su consentimiento estarán siempre obligados a expresar la causa, y,
en tal caso, el menor tendrá derecho a pedir que el disenso sea calificado por el juzgado competente.”
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Art. 113. “Las razones que justifican el disenso no podrán ser otras que éstas: 1ª La existencia de cualquier impedimento legal, incluso el
señalado en el artículo; 2ª El no haberse practicado alguna de las diligencias prescritas en el título De las segundas nupcias, en su caso; 3ª
Grave peligro para la salud del menor a quien se niega la licencia, o de la prole; 4ª Vida licenciosa, pasión inmoderada al juego, embriaguez
habitual, de la persona con quien el menor desea casarse; 5ª Haber sido condenada esa persona por delito que merezca pena aflictiva; 6ª No
tener ninguno de los esposos medios actuales para el competente desempeño de las obligaciones del matrimonio.”
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Art. 114. “El que no habiendo cumplido dieciocho años se casare sin el consentimiento de un ascendiente, estando obligado a obtenerlo,
podrá ser desheredado, no sólo por aquel o aquellos cuyo consentimiento le fue necesario, sino por todos los otros ascendientes. Si alguno de
éstos muriere sin hacer testamento, no tendrá el descendiente más que la mitad de la porción de bienes que le hubiera correspondido en la
sucesión del difunto.”
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Art. 1208 N° 4 “Por haberse casado sin el consentimiento de un ascendiente, estando obligado a obtenerlo”
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Art. 115. “El ascendiente sin cuyo necesario consentimiento se hubiere casado el descendiente, podrá revocar por esta causa las
donaciones que antes del matrimonio le haya hecho.”
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Artículo 388.- “El oficial civil que autorice o inscriba un matrimonio prohibido por la ley o en que no se hayan cumplido las formalidades que
ella exige para su celebración o inscripción, sufrirá las penas de relegación menor en su grado medio y multa de seis a diez unidades
tributarias mensuales. Igual multa se aplicará al ministro de culto que autorice un matrimonio prohibido por la ley. El ministro de culto que, con
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perjuicio de tercero, cometiere falsedad en el acta o en el certificado de matrimonio religioso destinados a producir efectos civiles, sufrirá las
penas de presidio menor en cualquiera de sus grados.”
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Art. 116, inc. Final “No habrá lugar a las disposiciones de este artículo, si el matrimonio es autorizado por el ascendiente o ascendientes
cuyo consentimiento fuere necesario para contraerlo.”
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Art. 338. “El empleado que habiendo transmitido órdenes encaminadas a la persecución o aprehensión de delincuentes o para que se
practiquen diligencias dirigidas a una averiguación judicial o gubernativa, transmitiere avisos o prevenciones que hagan ilusorias dichas
órdenes, incurrirá en la pena de reclusión menor en su grado medio. Igual pena se aplicará cuando maliciosamente frustrare las medidas de la
autoridad en tales casos, con una transmisión o traducción infiel.”
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Art. 125. “Habrá lugar al nombramiento de curador aunque los hijos no tengan bienes propios de ninguna clase en poder del padre o
madre. Cuando así fuere, deberá el curador especial testificarlo.”
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Art. 124. “El que teniendo hijos de precedente matrimonio bajo su patria potestad, o bajo su tutela o curaduría, quisiere volver a casarse,
deberá proceder al inventario solemne de los bienes que esté administrando y les pertenezcan como herederos de su cónyuge difunto o con
cualquiera otro título. Para la confección de este inventario se dará a dichos hijos un curador especial.”
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Art. 126. “El Oficial del Registro Civil correspondiente no permitirá el matrimonio del que trata de volver a casarse, sin que se le presente
certificado auténtico del nombramiento de curador especial para los objetos antedichos, o sin que preceda información sumaria de que no
tiene hijos de precedente matrimonio, que estén bajo su patria potestad o bajo su tutela o curaduría.”
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"Pero se podrán rebajar de este plazo todos los días que hayan precedido
inmediatamente a dicha disolución o declaración, y en los cuales haya sido
absolutamente imposible el acceso del marido a la mujer".
El art. 129 establece que "El oficial del Registro Civil correspondiente no
permitirá el matrimonio de la mujer sin que por parte de ésta se justifique no
estar comprendida en el impedimento del artículo precedente".
El fundamento de este impedimento es evitar la confusión de
paternidades.
Cuando el art. 128 habla de "matrimonio disuelto o declarado nulo", incurre en
una incorrección, pues el matrimonio nulo también esta disuelto, de acuerdo
con el art. 42 de la Ley sobre Matrimonio Civil. Habría bastado con que se
hubiera dicho matrimonio disuelto.
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gananciales. Lo primero está autorizado por el art. 187 №136, parte final del
C.C., y por el art. 37 de la Ley 4808
Respecto a la posibilidad de pactar separación de bienes o participación en los
gananciales, el art. 38 inc. 2o de la Ley 4808, lo permite expresamente,
agregando en el art. 3o que, si advertidos los contrayentes que pueden
establecer estos regímenes matrimoniales, no lo hacen o nada dicen, se
entenderán casados en régimen de sociedad conyugal.
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Art. 187. “El reconocimiento del hijo tendrá lugar mediante una declaración formulada con ese determinado objeto por el padre, la madre o
ambos, según los casos: 1.º Ante el Oficial del Registro Civil, al momento de inscribirse el nacimiento del hijo o en el acto del matrimonio de los
padres;”
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Art. 17. “La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará
según las reglas establecidas en el Código de Enjuiciamiento.
La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho de haber sido realmente otorgados y autorizados por las personas
y de la manera que en los tales instrumentos se exprese.”
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Art. 81 N° 8º “Se reputará perdida toda nave o aeronave que no apareciere a los seis meses de la fecha de las últimas noticias que de ella
se tuvieron. Expirado este plazo, cualquiera que tenga interés en ello podrá provocar la declaración de presunción de muerte de los que se
encontraban en la nave o aeronave. El juez fijará el día presuntivo de la muerte en conformidad al número que precede, y concederá
inmediatamente la posesión definitiva de los bienes de los desaparecidos.
Si se encontrare la nave o aeronave náufraga o perdida, o sus restos, se aplicarán las mismas normas del inciso anterior, siempre que no
pudieren ubicarse los cuerpos de todos o algunos de sus ocupantes, o identificarse los restos de los que fueren hallados.
Si durante la navegación o aeronavegación cayere al mar o a tierra un tripulante o viajero y desapareciere sin encontrarse sus restos, el juez
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Art. 81 N° 9º “Después de un año de ocurrido un sismo o catástrofe que provoque o haya podido provocar la muerte de numerosas
personas en determinadas
poblaciones o regiones, cualquiera que tenga interés en ello podrá pedir la declaración de muerte presunta de los desaparecidos que
habitaban en esas poblaciones o regiones.
En este caso, la citación de los desaparecidos se hará mediante un aviso publicado por una vez en el Diario Oficial correspondiente a los días
primero o quince, o al día siguiente hábil, si no se ha publicado en las fechas indicadas, y por dos veces en un diario de la comuna o de la
capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere, corriendo no menos de quince días entre estas dos
publicaciones. El juez podrá ordenar que por un mismo aviso se cite a dos o más desaparecidos. El juez fijará, como día presuntivo de la
muerte el del sismo, catástrofe o fenómeno natural y concederá inmediatamente la posesión definitiva de los bienes de los desaparecidos,
pero será de rigor oír al Defensor de Ausentes.”
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Art. 1687. “La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada, da a las partes derecho para ser restituidas al mismo
estado en que se hallarían si no hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de este pronunciamiento, será cada cual responsable de la
pérdida de las especies o de su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o voluptuarias, tomándose en
consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.”
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d).- No puede alegar la nulidad del acto o contrato el que lo celebró sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba (art. 168343). En materia de nulidad de
matrimonio, no rige esta regla, si bien ha habido sentencias que han dicho lo
contrario argumentado que nadie se puede aprovechar de su propio dolo.
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Art. 1683. “La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o
contrato; puede alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede asimismo pedirse su declaración por el ministerio público en el interés de la moral o de la ley;
y no puede sanearse por la ratificación de las partes, ni por un lapso de tiempo que no pase de diez años.”
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momento de casarse. Ello por aplicación del art. 1687 del C.C. Ello significa lo
siguiente:
1.- Que si» con posterioridad a la celebración del matrimonio que se anulo, uno
de ellos contrajo un nuevo matrimonio, tal matrimonio es válido, pues no existe
impedimento de vínculo matrimonial no disuelto. Por la misma razón tampoco
se ha incurrido en el delito de bigamia.
2.- No se ha producido parentesco por afinidad entre cada cónyuge y los
consanguíneos del otro.
3.- No ha habido derechos hereditarios entre los cónyuges.
4.- Las capitulaciones matrimoniales que pudieren haber celebrado caducan.
5.- No ha habido sociedad conyugal, habiéndose formado únicamente entre los
cónyuges una comunidad que debe ser liquidada de acuerdo a las reglas
generales. Si los cónyuges se habían casado en régimen de partición en los
gananciales, como se debe volver al estado anterior al matrimonio, no debería
haber reparto de gananciales.
6.- La mujer no ha tenido el privilegio de 4a clase que le otorga el art. 2481
№344 del C. C.
7.- La filiación de los hijos concebidos dentro del matrimonio anulado sería
extramatrimonial.
Fácil es entender la gravedad que toda esta situación supone. Por ello, y
pensando especialmente en la filiación de los hijos, ha nacido la institución del
matrimonio putativo, que pretende justamente evitar que se produzcan los
efectos propios de la declaración de nulidad.
Matrimonio Putativo. -
Declarada la nulidad de un matrimonio, deberían las partes volver al mismo
estado en que se hallarían si no se hubieren casado, lo que significa, entre otras
cosas, aceptar que habrían convivido en concubinato, y que los hijos que en ese
estado hubieren concebido tendrían filiación no matrimonial. Como se advirtió,
esta situación es de tal gravedad que desde antiguo ha preocupado a los
juristas y los ha llevado a elaborar la institución del matrimonio putativo.
El Código dio cabida a esta institución en el artículo 122, que fue suprimido por
la Ley 19.947, que lo reemplazó por los arts. 51 y 52. El inc. I o del art. 51
prescribe que "el matrimonio nulo, que ha sido celebrado o ratificado ante el
oficial del Registro Civil produce los mismos efectos civiles que el válido
respecto del cónyuge que, de buena fe y con justa causa de error, lo contrajo;
pero dejará de producir efectos civiles desde que falte la buena fe por parte de
ambos cónyuges".
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Art. 2481. “La cuarta clase de créditos comprende: 3.º Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que administra el
marido, sobre los bienes de éste o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges por gananciales;”
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2.- Debe celebrarse ante oficial del Registro Civil. El art. 51 contempla
expresamente esta exigencia.
a).- Efectos en relación con los hijos. La institución del matrimonio putativo
fue creada con el objeto de evitar la ilegitimidad de los hijos en los casos en que
el matrimonio se anulaba. Por ello resulta lógico que el hijo concebido durante
el matrimonio putativo de los padres mantenga la filiación matrimonial.
Este efecto se produce sea que el matrimonio haya sido putativo para ambos
padres, sea que lo haya sido sólo para uno de ellos, puesto que siendo el estado
civil indivisible, no podrían los hijos tener filiación matrimonial respecto de uno
de sus padres y no tenerla respecto del otro.
Los efectos que produce el matrimonio putativo respecto de los hijos son
permanentes, se mantienen aún cuando desaparezca la putatividad. Ello es
consecuencia de ser el estado civil una calidad "permanente" de toda persona.
b).- Efectos en relación a los cónyuges. La regla general del art. 51
establece que el matrimonio putativo produce los mismos efectos civiles que el
válido mientras se mantenga la buena fe a lo menos en uno de los cónyuges.
Desaparecida la buena fe en ambos, cesan los efectos del matrimonio putativo.
¿Cuándo cesa la buena fe? Respecto del cónyuge que demanda la nulidad del
matrimonio, debe entenderse que el sólo hecho de presentar la demanda
constituye prueba de que la buena fe ha desaparecido para él, en ese
momento. Para el demandado, Somarriva, aplicando por analogía la regla dada
por el art. 907 al hablar de las prestaciones mutuas, sostiene que la buena fe
desaparece con la contestación de la demanda. De acuerdo a lo que se viene
diciendo, el matrimonio nulo produce los mismos efectos civiles que el válido
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Causales de divorcio.
Como es sabido, respecto a las causales de divorcio, la doctrina y la legislación
comparada se mueven entre dos polos: "divorcio sanción" y "divorcio remedio".
El primero está concebido como una pena para el cónyuge culpable de una
conducta que lesiona gravemente la vida familiar.
El segundo, en cambio, se acepta como solución a la ruptura definitiva de la
armonía conyugal, cuando la convivencia de la pareja se torna imposible.
Sin embargo, en definitiva, en ninguna parte se adoptan posiciones extremas,
sino que se buscan fórmulas intermedias, en lo que pudiera llamarse un sistema
mixto. Es lo que ocurre con nuestra ley. En efecto, el art. 54 contempla causales
propias del divorcio sanción, y el art. siguiente establece el divorcio como
remedio para una convivencia que ya no existe o que está gravemente
deteriorada.
A.- Causales de divorcio sanción. El art. 54 establece "el divorcio deberá ser
demandado por uno de los cónyuges, por falta imputable al otro, siempre que
constituya una violación grave de los deberes y obligaciones que le impone el
matrimonio, o de los deberes y obligaciones para con los hijos, que torne
intolerable la vida en común". Luego los requisitos son:
a) falta imputable de uno de los cónyuges;
b) esta falta debe constituir una violación grave de los deberes y obligaciones
que impone el matrimonio o de los deberes y obligaciones para con los hijos; y,
c) el cumplimientos de estos deberes u obligaciones debe hacer intolerable la
vida en común. La norma agrega, que se incurre en esta causal, entre otros
casos, cuando ocurre cualquiera de los siguientes hechos:
"Io. Atentado contra la vida o malos tratamientos graves contra la integridad
física o psíquica del cónyuge o de algunos de los hijos";
"2 o Transgresión grave y reiterada de los deberes de convivencia, socorro y
fidelidad propios del matrimonio. El abandono continuo o reiterado del hogar
común es una forma de transgresión grave de los deberes del matrimonio".
"3o Condena ejecutoriada por la comisión de alguno de los crímenes o simple
delitos contra el orden de las familias y contra la moralidad pública, o contra las
personas, previstos en el Libro II, Títulos VII y VIII, del Código Penal, que
involucre una grave ruptura de la armonía conyugal". Dentro de estos títulos
están los delitos de aborto, abandono de niños, o personas desvalidas, delitos
contra el estado civil de las personas, rapto, violación, estupro y otros delitos
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2.- Acordar, cuando proceda, "Las medidas que regularán lo concerniente a los
alimentos entre los cónyuges e hijos, su cuidado personal, la relación directa y
regular que mantendrá con ellos el padre o la madre que no los tengan a su
cuidado, y el ejercicio de la patria potestad.
Definición.
Se define el régimen matrimonial como el estatuto jurídico que regla las
relaciones pecuniarias de los cónyuges entre sí y respecto a terceros.
46
Art. 131. “Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El
marido y la mujer se deben respeto y protección recíprocos.”
47
Art. 133. “Ambos cónyuges tienen el derecho y el deber de vivir en el hogar común, salvo que a alguno de ellos le asista razones graves
para no hacerlo.”
48
Art. 134. “El marido y la mujer deben proveer a las necesidades de la familia común, atendiendo a sus facultades económicas y al régimen
de bienes que entre ellos medie.
El juez, si fuere necesario, reglará la contribución.”
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DE LA SOCIEDAD CONYUGAL.
Se acostumbra definir la sociedad conyugal como la sociedad de bienes que se
forma entre los cónyuges por el hecho del matrimonio, definición que se
obtiene del art. 135, inc. Io49 del Código Civil.
En esta materia Bello siguió a la legislación española y muy en especial a los
comentarios de los autores de esa legislación.
La sociedad conyugal comienza con el matrimonio y cualquier estipulación en
contrario es nula (art. 135, inc. I o y art. 172150, inciso final). Sobre este punto es
bueno explicar que al modificarse el Código Civil por la Ley № 18.802, en cierto
sentido se estableció un caso en que la sociedad conyugal no comienza con el
matrimonio, sino con posterioridad. Ello ocurre con las personas que se han
casado en el extranjero, los que según el art. 135 inc. 2o51 se mirarán en Chile
como separados de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro
de la Primera Sección de la Comuna de Santiago, y pacten en ese acto sociedad
conyugal. Resulta obvio que en este caso esa sociedad conyugal comienza con
posterioridad al matrimonio.
49
Art. 135. Inc. 1° “Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los cónyuges, y toma el marido la administración de los
de la mujer, según las reglas que se expondrán en el título De la sociedad conyugal.”
50
Art. 1721. Inc. Final “No se podrá pactar que la sociedad conyugal tenga principio antes o después de contraerse el matrimonio; toda
estipulación en contrario es nula.”
51
Art. 135. Inc. 2° “Los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como separados de bienes, a menos que inscriban su
matrimonio en el Registro de la Primera Sección de la Comuna de Santiago, y pacten en ese acto sociedad conyugal o régimen de
participación en los gananciales, dejándose constancia de ello en dicha inscripción.”
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También hay buenas razones para estimar que la sociedad conyugal es una
institución muy distinta a la comunidad. En primer lugar, mientras dura la
sociedad conyugal la mujer no tiene ningún derecho sobre los bienes sociales.
El art. 175053 señala que el marido es, respecto de terceros, dueño de los
bienes sociales, como si ellos y sus bienes propios formaran un solo patrimonio.
El art. 175254 es todavía más enfático: "La mujer por sí sola no tiene derecho
alguno sobre los bienes sociales durante la sociedad, salvo en los casos del art.
145" (si bien esta norma no ha sido modificada, debemos entender hecha la
referencia al art. 138 y no al 145, pues la Ley № 19.335 cambió la numeración).
Hay además un interesante antecedente de historia fidedigna. Bello en una
anotación hecha en el Proyecto de 1853, textualmente decía: "Se ha descartado
el dominio de la mujer sobre los bienes sociales durante la sociedad; ese
dominio es una ficción que a nada conduce". Otra razón para descartar la idea
de comunidad es que la comunidad nace precisamente al momento en que la
sociedad conyugal se disuelve. En esta comunidad que nace, lo repetimos, a la
disolución de la sociedad conyugal, los comuneros serán los cónyuges o el
cónyuge sobreviviente con los herederos del cónyuge fallecido, según sea el
52
Art. 1764. “La sociedad conyugal se disuelve: 1.º Por la disolución del matrimonio; 2.º Por la presunción de muerte de uno de los cónyuges,
según lo prevenido en el título Del principio y fin de las personas; 3.º Por la sentencia de separación judicial o de separación total de bienes: si
la separación es parcial, continuará la sociedad sobre los bienes no comprendidos en ella; 4.º Por la declaración de nulidad del matrimonio; 5.º
Por el pacto de participación en los gananciales o de separación total de bienes, según el Título XXII-A del Libro Cuarto y el artículo 1723.”
53
Art. 1750. “El marido es, respecto de terceros, dueño de los bienes sociales, como si ellos y sus bienes propios formasen un solo
patrimonio, de manera que durante la sociedad los acreedores del marido podrán perseguir tanto los bienes de éste como los bienes sociales;
sin perjuicio de los abonos o compensaciones que a consecuencia de ello deba el marido a la sociedad o la sociedad al marido.
Podrán, con todo, los acreedores perseguir sus derechos sobre los bienes de la mujer, en virtud de un contrato celebrado por ellos con el
marido, en cuanto se probare haber cedido el contrato en utilidad personal de la mujer, como en el pago de sus deudas anteriores al
matrimonio.”
54
Art. 1752. “La mujer por sí sola no tiene derecho alguno sobre los bienes sociales durante la sociedad, salvo en los casos del artículo 145.”
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Tampoco puede afirmarse que la sociedad conyugal sea una persona jurídica,
puesto que frente a los terceros, según ya se dicho, sólo existe el marido. No se
puede demandar a la sociedad conyugal, sin perjuicio de que sea esta la que en
definitiva soporte la deuda. Se demanda al marido no en representación de la
sociedad conyugal, se le demanda directamente.
Capitulaciones Matrimoniales.
Las capitulaciones matrimoniales están definidas en el art. 1715 inc. Io "Se
conocen con el nombre de capitulaciones matrimoniales las convenciones de
carácter patrimonial que celebran los esposos antes de contraer matrimonio o
en el acto de su celebración". De manera que caracteriza a la capitulación
matrimonial, el que sea un pacto celebrado antes o al momento del matrimonio.
Por esa razón no constituyen capitulaciones matrimoniales los pactos que en
conformidad al art. 172355 del C. C. puedan acordar los cónyuges, pues se
celebran durante la vigencia del matrimonio.
Puede observarse también que el código las define como una "convención". No
dice que sean un contrato. Y el Código emplea bien el lenguaje, porque las
capitulaciones matrimoniales no serán contrato si no crean derechos y
obligaciones para las partes. De manera que una capitulación matrimonial
puede ser contrato si realmente crea derechos y obligaciones para los esposos;
no lo será en caso contrario. Así, por ej., si sólo tiene por objeto estipular el
régimen de separación de bienes, no es un contrato, sino una simple
convención. En cambio, será contrato si el esposo, en conformidad al art. 1720,
inc. 2o56, se obliga a dar a la esposa una determinada pensión periódica.
55
Art. 1723. “Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de sociedad de bienes por el de participación
en los gananciales o por el de separación total. También podrán substituir la separación total por el régimen de participación en los
gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes
ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción
sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste
no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez celebrado, no
podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los gananciales, según sea el caso, podrán los
cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a determinar el crédito de participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa;
pero todo ello no producirá efecto alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el inciso
anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su
inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que
corresponda el certificado de matrimonio debidamente legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el y el inciso 2° del artículo 1715, no son susceptibles de condición, plazo o modo alguno.”
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56
Art. 1720. Inc. 2° “También se podrá estipular que la mujer dispondrá libremente de una determinada suma de dinero, o de una
determinada pensión periódica, y este pacto surtirá los efectos que señala el artículo 167.”
57
Art. 1716. Inc. Final “Celebrado el matrimonio, las capitulaciones no podrán alterarse, aun con el consentimiento de todas las personas que
intervinieron en ellas, sino en el caso establecido en el inciso 1º del artículo 1723.”
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58
Art. 1715. Inc. 2° “En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio, sólo podrá pactarse separación total de
bienes o régimen de participación en los gananciales.”
59
Art. 1722. “Las escrituras que alteren o adicionen las capitulaciones matrimoniales, otorgadas antes del matrimonio, no valdrán si no
cumplen con las solemnidades prescritas en este título para las capitulaciones mismas.”
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Las capitulaciones que se celebran en el acto del matrimonio sólo pueden tener
por objeto pactar la separación total de bienes o el régimen de partición en los
gananciales, (art. 1715, inc. 2o).
En cambio, en las que se celebran antes del matrimonio el objeto puede ser
muy variado, así por ej., se podrá acordar la separación total o parcial de bienes
(art. 1720, inc. Io); estipular que la mujer dispondrá libremente de una
determinada suma de dinero, o de una determinada pensión periódica (art.
1720, inc. 2°); hacerse los esposos donaciones por causa de matrimonio (art.
140660), eximir de la sociedad conyugal cualquier parte de los bienes muebles
(art. 1725, №4, inc. 2o61); la mujer podrá renunciar a los gananciales (arts.
171962 y 1721), etc.
De manera que las capitulaciones matrimoniales celebradas antes del
matrimonio puede ser muy variado. No existen más límites que los que indica el
art. 171763, es decir "no contendrán estipulaciones contrarias a las buenas
costumbres ni a las leyes" ni serán "en detrimento de los derechos y
obligaciones que las leyes señalan a cada cónyuge respecto del otro o de los
descendientes comunes" (art. 1717). Así, a modo de ejemplo, no se podrá
convenir en las capitulaciones que la sociedad conyugal será administrada por
la mujer, que la mujer no podrá tener un patrimonio reservado, etc. Hay que
agregar todavía que el propio Código prohibe expresamente algunas
estipulaciones, así, por ejemplo, el art. 153 señala que "la mujer no podrá
renunciar en las capitulaciones matrimoniales la facultad de pedir la separación
de bienes que le dan derecho las leyes"; el art. 1721, inciso final establece que
"no se podrá pactar que la sociedad conyugal tenga principio antes o después
de contraerse el matrimonio; toda estipulación en contrario es nula"; no podría
prohibirse que se demandara la declaración de un bien como "bien familiar
"(art. 149).
61
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: N° 4, inc. 2°: Pero podrán los cónyuges eximir de la comunión cualquiera parte
de sus especies muebles, designándolas en las capitulaciones matrimoniales;”
62
Art. 1719. “La mujer, no obstante la sociedad conyugal, podrá renunciar su derecho a los gananciales que resulten de la administración del
marido, con tal que haga esta renuncia antes del matrimonio o después de la disolución de la sociedad.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de los efectos legales de la participación en los gananciales, de letra a) la separación de bienes y del
divorcio. Tratándose del régimen de participación en los gananciales debe estarse a lo preceptuado en el Título letra b)”
63
Art. 1717. “Las capitulaciones matrimoniales no contendrán estipulaciones contrarias a las buenas costumbres ni a las leyes. No serán,
pues, en detrimento de los derechos y obligaciones que las leyes señalan a cada cónyuge respecto del otro o de los descendientes comunes.”
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64
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 5º De todos los bienes que cualquiera de los cónyuges adquiera durante el
matrimonio a título oneroso.”
65
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 1º De los salarios y emolumentos de todo género de empleos y oficios,
devengados durante el matrimonio; 2º De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquiera naturaleza, que provengan, sea
de los bienes sociales, sea de los bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen durante el matrimonio;”
66
Art. 1730. “Las minas denunciadas por uno de los cónyuges o por ambos se agregarán al haber social.”
67
Art. 1731. “La parte del tesoro, que según la ley pertenece al que lo encuentra, se agregará al haber de la sociedad, la que deberá al
cónyuge que lo encuentre la correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que según la ley pertenece al dueño del terreno en que se
encuentra, se agregará al haber de la sociedad, la que deberá recompensa al cónyuge que fuere dueño del terreno.”
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4.- Casos de las Arts. 172868 y 172969. La norma del art. 1728, establece en
su primera parte, que cuando se adquiere durante la vigencia de la sociedad
conyugal a título oneroso (ese es el alcance de la expresión "que lo haga
comunicable"), un inmueble contiguo al inmueble propio de uno de los
cónyuges, el bien que se adquiere ingresa al haber de la sociedad conyugal.
Hasta aquí la norma es la confirmación del art. 1725, №5, pero agrega
enseguida una situación excepcional: En efecto, la segunda parte de la
disposición plantea la hipótesis que el predio antiguo y el nuevo se han
confundido de tal modo que han llegado a perder su individualidad. En este
caso, la norma estima conveniente, por una razón de tipo económico,
considerarlos como un todo, que pasa a ser común del cónyuge dueño y la
sociedad a prorrata de los respectivos valores al tiempo de la incorporación.
La norma del art. 1729 trata el caso de un cónyuge comunero con terceros de
un bien propio, y de que, vigente la sociedad conyugal, adquiere, a título
oneroso, las cuotas que le faltan. En ese caso, se mantiene la indivisión, ahora
entre el cónyuge dueño de la cuota primitiva y la sociedad conyugal, a prorrata
del valor de la cuota que pertenecía al primero, y de lo que haya costado la
adquisición del resto. Ej. Si el marido y A son condueños de un fundo por mitad,
que cuando aquel adquirió su cuota valía $200 y que durante la sociedad
compre la de A en $260: ese fundo no pertenecerá al marido y a la sociedad por
mitad sino en la proporción de $200 para el primero y de $260 para la sociedad;
es decir el fundo se estima en $460 y en él corresponderá al marido un valor
equivalente a $200 y a la sociedad, otro equivalente a $260.
5.- Las minas denunciadas por uno o por ambos cónyuges, durante la
vigencia de la sociedad conyugal. Art. 730. Esta norma es concordante con
lo que establece el Código de Minería en su art. 25. Según esta disposición, los
derechos adquiridos en virtud de un pedimento o de una manifestación mineros
por las mujeres casadas en régimen de sociedad conyugal ingresarán al haber
social.
6.- La parte del tesoro que corresponde al dueño del sitio en que se
encuentra, cuando el tesoro es hallado en un terreno social. Art. 1731.
Esta situación se analizará cuando se estudie el haber relativo de la sociedad
conyugal.
68
Art. 1728. “El terreno contiguo a una finca propia de uno de los cónyuges, y adquirido por él durante el matrimonio a cualquier título que lo
haga comunicable según el artículo 1725, se entenderá pertenecer a la
sociedad; a menos que con él y la antigua finca se haya formado una heredad o edificio de que el terreno últimamente adquirido no pueda
desmembrarse sin daño; pues entonces la sociedad y el dicho cónyuge serán condueños del todo, a prorrata de los respectivos valores al
tiempo de la incorporación.”
69
Art. 1729. “La propiedad de las cosas que uno de los cónyuges poseía con otras personas proindiviso, y de que durante el matrimonio se
hiciere dueño por cualquier título oneroso, pertenecerá proindiviso a dicho cónyuge y a la sociedad, a prorrata del valor de la cuota que
pertenecía al primero, y de lo que haya costado la adquisición del resto.”
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Ya se ha explicado que el haber relativo está formado por aquellos bienes que
ingresan a la sociedad conyugal, pero que otorgan un crédito o recompensa al
cónyuge o aportante o adquirente, que se hace efectivo a la disolución de la
sociedad. Ingresan al haber relativos siguientes bienes:
1)- Los dineros que los cónyuges aportaren al matrimonio o que durante la
sociedad conyugal adquieren a título gratuito (art. 1725, №3);
2 ) - Los bienes muebles que los cónyuges aportaren al matrimonio o que
durante la sociedad conyugal adquieren a título gratuito (art. 1725, №4);
3)- La parte del tesoro que se encuentre durante la vigencia de la sociedad
conyugal (art. 1731);
4)- Donaciones remuneratorias muebles, cuando el servicio prestado no da
acción en contra de la persona servida (art. 1738, inc. 2o), y
5)- Bienes muebles adquiridos a título oneroso durante la sociedad, cuando la
causa o título de la adquisición ha precedido a ella (art. 1736, inc. final).
70
Art. 574. “Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra calificación, se comprenderá en ella todo lo que se
entiende por cosas muebles, según el artículo 567.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y papeles, las colecciones científicas o artísticas, los libros o sus
estantes, las medallas, las armas, los instrumentos de artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama, los carruajes o caballerías o sus
arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general otras cosas que las que forman el ajuar de una casa.”
71
Art. 567. “Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso
se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por su destino, según el artículo 570.”
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3.- Tesoro.- La situación del tesoro queda regulado por el art. 1731 que
establece que "la parte del tesoro, que según la Ley pertenece al que lo
encuentra, se agregará al haber de la sociedad la deberá al cónyuge que lo
encuentre la correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que según la
Ley pertenece al dueño del terreno en que se encuentra, se agregará al haber
de la sociedad, la que deberá recompensa al cónyuge que fuere dueño del
terreno".
Para la acabada comprensión de esta situación, habrá de relacionarse esta
norma con los arts. 62572 y 62673 del C. C.
Si se relaciona el artículo 626 con el 1731, se tienen las siguientes
conclusiones: a) la parte del tesoro que corresponde al descubridor (50%)
ingresa al haber relativo, quedando obligada la sociedad al pago de la
correspondiente recompensa a dicho cónyuge descubridor;
b) la parte del tesoro que corresponde al dueño del terreno (50%) seguirá la
siguiente suerte: # si el tesoro es descubierto en el terreno de uno de los
cónyuges, la parte del dueño del terreno ingresará al activo relativo de la
sociedad conyugal, y
# si el tesoro es encontrado en un terreno social, la parte del dueño del terreno
ingresará al activo absoluto de la sociedad.
72
Art. 625. “El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo.
Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado largo tiempo sepultados o escondidos
sin que haya memoria ni indicio de su dueño.”
73
Art. 626. “El tesoro encontrado en terreno ajeno se dividirá por partes iguales entre el dueño del terreno y la persona que haya hecho el
descubrimiento. Pero esta última no tendrá derecho a su porción,
Sino cuando el descubrimiento sea fortuito o cuando se haya buscado el tesoro con permiso del dueño del terreno. En los demás casos, o
cuando sean una misma persona el dueño del terreno y el descubridor, pertenecerá todo el tesoro al dueño del terreno.”
74
Art. 1738, inc. 2° “Si la donación remuneratoria es de cosas muebles aumentará el haber de la sociedad, la que deberá recompensa al
cónyuge donatario si los servicios no daban acción contra la persona servida o si los servicios se prestaron antes de la sociedad.
75
Art. 1736. “La especie adquirida durante la sociedad, no pertenece a ella aunque se haya adquirido a título oneroso, cuando la causa o
título de la adquisición ha precedido a ella.”
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Art. 1726. “Las adquisiciones de bienes raíces hechas por cualquiera de los cónyuges a título de donación, herencia o legado, se
agregarán a los bienes del cónyuge donatario, heredero o legatario; y las adquisiciones de bienes raíces hechas por ambos cónyuges
simultáneamente, a cualquiera de estos títulos, no aumentarán el haber social, sino el de cada cónyuge.
Si el bien adquirido es mueble, aumentará el haber de la sociedad, la que deberá al cónyuge o cónyuges adquirentes la correspondiente
recompensa.”
77
Art. 1727. “No obstante lo dispuesto en el artículo 1725 no entrarán a componer el haber social: 1.º El inmueble que fuere debidamente
subrogado a otro inmueble propio de alguno de los cónyuges; 2.º Las cosas compradas con valores propios de uno de los cónyuges,
destinados a ello en las capitulaciones matrimoniales o en una donación por causa de matrimonio; 3.º Todos los aumentos materiales que
acrecen a cualquiera especie de uno de los cónyuges formando un mismo cuerpo con ella, por aluvión, edificación, plantación o cualquiera
otra causa.”
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Art. 1746. “Se la debe asimismo recompensa por las expensas de toda clase que se hayan hecho en los bienes de cualquiera de los
cónyuges, en cuanto dichas expensas hayan aumentado el valor de los bienes, y en cuanto subsistiere este valor a la fecha de la disolución de
la sociedad; a menos que este aumento del valor exceda al de las expensas, pues en tal caso se deberá sólo el importe de éstas.”
80
Art. 1733. “Para que un inmueble se entienda subrogado a otro inmueble de uno de los cónyuges, es necesario que el segundo se haya
permutado por el primero, o que, vendido el segundo durante el matrimonio, se haya comprado con su precio el primero; y que en la escritura
de permuta o en las escrituras de venta y de compra se exprese el ánimo de subrogar.”
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Art. 1733. Inc. 6° “Pero no se entenderá haber subrogación, cuando el saldo en favor o en contra de la sociedad excediere a la mitad del
precio de la finca que se recibe, la cual pertenecerá entonces al haber social, quedando la sociedad obligada a recompensar al cónyuge por el
precio de la finca enajenada, o por los valores invertidos, y conservando éste el derecho de llevar a efecto la subrogación, comprando otra
finca.”
82
Art. 1733. Inc. 3°, 4° y 5° “Si se subroga una finca a otra y el precio de venta de la antigua finca excediere al precio de compra de la nueva,
la sociedad deberá recompensa por este exceso al cónyuge subrogante; y si por el contrario el precio de compra de la nueva finca excediere al
precio de venta de la antigua, el cónyuge subrogante deberá recompensa por este exceso a la sociedad.
Si permutándose dos fincas, se recibe un saldo en dinero, la sociedad deberá recompensa por este saldo al cónyuge subrogante, y si por el
contrario se pagare un saldo, la recompensa la deberá dicho cónyuge a la
sociedad.
La misma regla se aplicará al caso de subrogarse un inmueble a valores.”
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Pasivo Absoluto.
Ya hemos dicho que lo integran todas las deudas que son sociales tanto desde
el punto de vista de la obligación como de la contribución a la deuda. Es decir,
la sociedad conyugal está obligada a pagar y a soportar el pago. Paga sin
derecho a recompensa.
Integran este pasivo absoluto las siguientes deudas:
1). Pensiones e interese que corran, sea contra de la sociedad, sea contra
cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la sociedad" (1740,
№183). 2) Las deudas y obligaciones contraídas durante el matrimonio por el
marido, o la mujer con la autorización del marido, o de la justicia en subsidio y
que no fueren personales de aquél o ésta..." (1740, №2, inc. Io84).
3) Pago de las obligaciones generadas por contratos accesorios cuando las
obligaciones garantizadas por ellos no fueren personales de uno de los
cónyuges (art. 1740,№2, inc. 2o85).
4) "Todas las cargas y reparaciones usufructuarías de los bienes sociales o de
cada cónyuge" (art. 1740, №486).
5) Gastos de mantenimiento de los cónyuges; de mantenimiento,
educación y establecimiento de los descendientes comunes; y de toda otra
carga de familia (art. 1740, №587).
6). Dineros pagados a la mujer en virtud de haberes, consignados en las
capitulaciones matrimoniales tal obligación, a menos que se haya establecido
que el pago sería de cargo del marido (art. 1740, inc. final88).
Análisis de cada uno de estos ítems. 1.- (art. 1740, №1) Esta norma es la
contrapartida de la establecida en el art. 1725 №2 89. Así por ej. las rentas de
arrendamiento que produce un inmueble propio o social, ingresan al activo
absoluto. Recíprocamente, la renta de arrendamiento que se tiene que pagar
debe soportarla la sociedad conyugal.
De acuerdo con esta norma, si uno de los cónyuges celebró de soltero un
contrato de mutuo, y los pagos los hace durante la vigencia de la sociedad, los
intereses serán de cargo de ésta. Y es justo, porque si a la inversa él hubiere
83
Art. 1740. “La sociedad es obligada al pago: 1.º De todas las pensiones e intereses que corran sea contra la sociedad, sea contra
cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la sociedad;”
84
Art. 1740 N° 2. Inc. 1 “De las deudas y obligaciones contraídas durante el matrimonio por el marido, o la mujer con autorización del marido,
o de la justicia en subsidio, y que no fueren personales de aquél o ésta, como lo serían las que se contrajesen para el establecimiento de los
hijos de un matrimonio anterior.”
85
Art. 1740 N° 2. Inc. 2 “La sociedad, por consiguiente, es obligada, con la misma limitación, al lasto de toda fianza, hipoteca o prenda
constituida por el marido;”
86
Art. 1740 N° 4º “De todas las cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes sociales o de cada cónyuge.”
87
Art. 1740 N° 5º “Del mantenimiento de los cónyuges; del mantenimiento, educación y establecimiento de los descendientes comunes; y de
toda otra carga de familia.
Se mirarán como carga de familia los alimentos que uno de los cónyuges esté por ley obligado a dar a sus descendientes o ascendientes,
aunque no lo sean de ambos cónyuges; pero podrá el juez moderar este gasto si le pareciere excesivo, imputando el exceso al haber del
cónyuge.”
88
Art. 1740 inc. Final “Si la mujer se reserva en las capitulaciones matrimoniales el derecho de que se le entregue por una vez o
periódicamente una cantidad de dinero de que pueda disponer a su arbitrio, será de cargo de la sociedad este pago, siempre que en las
capitulaciones matrimoniales no se haya impuesto expresamente al marido.”
89
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 2º De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquiera
naturaleza, que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen durante
el matrimonio;”
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prestado dinero a interés, y los pagos se los hicieron cuando ya está casado en
régimen de sociedad conyugal, tales intereses ingresarían al haber absoluto de
la sociedad.
2.- (art. 1740, №2, inc. Io). La expresión lasto se refiere "al recibo o carta de
pago que se da al que lasta o paga por otro", para que pueda cobrarse de él.
Como se puede observar, la norma distingue diversas situaciones; a saber:
a) deuda contraída por el marido. Sin duda, será ésta la situación normal,
desde que el marido es quien administra la sociedad conyugal;
b) deuda contraída por la mujer con autorización del marido. Después de la
modificación de la ley 18.802, no tiene sentido la norma a menos de entender
que ella importa un mandato; y,
c) deuda contraída por la mujer, con autorización judicial. Esta situación
tenemos que vincularla con el art. 138, inc. 2°90
Con todo, deberíamos agregar:
d) deuda contraída por la mujer con mandato del marido. Esta situación está
tratada en el art. 1751, inc. Io, Ia parte91 (concordar con el art. 144892);
e) deudas que se obliguen conjunta, solidaria o subsidiariamente marido y
mujer. Este caso está tratado en el art. 1751, inc. final 93, en relación con el art.
1750, inc. 2o94); y,
f) deudas provenientes de compras al fiado que haya realizado la mujer de
bienes muebles, destinado al consumo ordinario de la familia (art. 137, inc.
2o95). Esta norma fue agregada por la ley 18.802 y tiene un carácter
excepcional, para que opere, es menester que concurran copulativamente los
siguientes requisitos, a saber: * compra al fiado; * que sean bienes muebles; y,
* que esos bienes estén destinados naturalmente al consumo ordinario de la
familia.
3.- (art. 1740, №2, inc. 2o). Esta norma plantea diversas situaciones; a saber:
90
Art. 138. Inc. 2° “Si el impedimento no fuere de larga o indefinida duración, la mujer podrá actuar respecto de los bienes del marido, de los
de la sociedad conyugal y de los suyos que administre el marido, con autorización del juez, con conocimiento de causa, cuando de la demora
se siguiere perjuicio.”
91
Art. 1751. Inc. 1° “Toda deuda contraída por la mujer con mandato general o especial del marido, es, respecto de terceros, deuda del
marido y por consiguiente de la sociedad; y el acreedor no podrá perseguir el pago de esta deuda sobre los bienes propios de la mujer, sino
sólo sobre los bienes de la sociedad y sobre los bienes propios del marido; sin perjuicio de lo prevenido en el inciso 2.º del artículo
precedente.”
92
Art. 1448. “Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o por la ley para representarla, produce respecto del
representado iguales efectos que si hubiese contratado él mismo.”
93
Art. 1751, Inc. final “Los contratos celebrados por el marido y la mujer de consuno o en que la mujer se obligue solidaria o subsidiariamente
con el marido, no valdrán contra los bienes propios de la mujer, salvo en los casos y términos del sobredicho inciso 2.º, y sin perjuicio de lo
dispuesto en el inciso 1.º del artículo 137.”
94
Art. 1750, inc. 2o “Podrán, con todo, los acreedores perseguir sus derechos sobre los bienes de la mujer, en virtud de un contrato celebrado
por ellos con el marido, en cuanto se probare haber cedido el contrato en utilidad personal de la mujer, como en el pago de sus deudas
anteriores al matrimonio.
95
Art. 137, inc. 2o “Con todo, las compras que haga al fiado de objetos muebles naturalmente destinados al consumo ordinario de la familia,
obligan al marido en sus bienes y en los de la sociedad conyugal; y obligan además los bienes propios de la mujer, hasta concurrencia del
beneficio particular que ella reportare del acto, comprendiendo en este beneficio el de la familia común en la parte en que de derecho haya ella
debido proveer a las necesidades de ésta.”
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a) Que el marido haya garantizado con prenda, hipoteca o fianza una obligación
de la sociedad: En este caso la sociedad está obligada al pago de esta deuda
que también la soporta.
b) Que el marido garantice con prenda, fianza o hipoteca una obligación ajena.
Para que el marido pueda constituir esta garantía requiere de la autorización de
la mujer, y si no la obtiene, sólo obliga sus bienes propios (artículo 1749 incisos
3o, 4o y 5o96); y,
c) Que el marido garantice con prenda, fianza o hipoteca una obligación
personal de uno de los cónyuges. En este caso, y en virtud del principio de lo
accesorio, la sociedad está obligada al pago, pero con derecho de recompensa.
Es decir, se trata de una deuda que está en el pasivo relativo de la sociedad.
4.- (art. 1740, №4).- La Ley no ha indicado lo que entiende por cargas y
reparaciones usufructuarías. Por ello parece atendible aplicar en esta materia
las normas que establece el Código Civil al tratar del derecho de usufructo. Allí
en el art. 79597 se dice que "corresponden al usufructuario todas las expensas
ordinarias de conservación y cultivo". Y en seguida en el art. 796 98 se agrega
que "serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las
cargas periódicas con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y
que durante el usufructo se devenguen..." (Inc. 1°); y que "corresponde
asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos fiscales y
municipales, que la graven durante el usufructo, en cualquier tiempo que se
haya establecido" (inc. 2o). Estas reparaciones usufructuarías se contraponen a
las obras o reparaciones mayores, que en el decir, del art. 798 99, son las que
ocurren por una vez o a intervalos largos de tiempo, y conciernen a la
conservación y permanente utilidad de la cosa fructuaria. Tratemos de colocar
algunos ejemplos. El pago de contribuciones de bienes raíces es una carga
usufructuaría. Por ello, la sociedad conyugal está obligada, a su pago, sea que
correspondan al bien propio de un cónyuge, sea que el bien sea social, sin
derecho a recompensa. En cambio, si se trata de cambiar el techo de la casa, es
una reparación mayor y por ello, si el bien es social, lo hace la sociedad
conyugal sin cargo de recompensa (pasivo absoluto), pero si el bien es propio
96
Art. 1749 Inc. 3o, 4o y 5o “El marido no podrá enajenar o gravar voluntariamente ni prometer enajenar o gravar los bienes raíces sociales ni
los derechos hereditarios de la mujer, sin autorización de ésta.
No podrá tampoco, sin dicha autorización, disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales, salvo el caso del artículo 1735, ni dar en
arriendo o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales urbanos por más de cinco años, ni los rústicos por más de ocho, incluidas las
prórrogas que hubiere pactado el marido.
Si el marido se constituye aval, codeudor solidario, fiador u otorga cualquiera otra caución respecto de obligaciones contraídas por terceros,
sólo obligará sus bienes propios.”
97
Art. 795. “Corresponden al usufructuario todas las expensas ordinarias de conservación y cultivo.”
98
Art. 796. “Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las cargas periódicas con que de antemano haya sido
gravada la cosa fructuaria y que durante el usufructo se devenguen. No es lícito al nudo propietario imponer nuevas cargas sobre ella en
perjuicio del usufructo.
Corresponde asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos fiscales y municipales, que la graven durante el usufructo, en
cualquier tiempo que se haya establecido.
Si por no hacer el usufructuario estos pagos los hiciere el propietario, o se enajenare o embargare la cosa fructuaria, deberá el primero
indemnizar de todo perjuicio al segundo.”
99
Art. 798. “Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la
conservación y permanente utilidad de la cosa fructuaria.”
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6- (art. 1740, inc. final).- De acuerdo al art. 1720 inc. 2o, en las
capitulaciones matrimoniales "se podrá estipular que la mujer dispondrá
libremente de una determinada suma de dinero, o de una determinada pensión
periódica, y este pacto surtirá los efectos que señala el art. 167". Ahora bien, en
este caso, estas sumas de dinero que se entregan a la mujer, de una vez o
periódicamente, serán de cargo de la sociedad (pasivo absoluto), a menos de
100
Art. 1746. “Se la debe asimismo recompensa por las expensas de toda clase que se hayan hecho en los bienes de cualquiera de los
cónyuges, en cuanto dichas expensas hayan aumentado el valor de los bienes, y en cuanto subsistiere este valor a la fecha de la disolución de
la sociedad; a menos que este aumento del valor exceda al de las expensas, pues en tal caso se deberá sólo el importe de éstas.”
101
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 1º De los salarios y emolumentos de todo género de empleos y oficios,
devengados durante el matrimonio;”
102
Art. 230. “Los gastos de educación, crianza y establecimiento de los hijos son de cargo de la sociedad conyugal, según las reglas que
tratando de ella se dirán. Si no la hubiere, los padres contribuirán en proporción a sus respectivas facultades económicas.
En caso de fallecimiento del padre o madre, dichos gastos corresponden al sobreviviente.”
103
Art. 224. “Toca de consuno a los padres, o al padre o madre sobreviviente, el cuidado personal de la crianza y educación de sus hijos.
El cuidado personal del hijo no concebido ni nacido durante el matrimonio, reconocido por uno de los padres, corresponde al padre o madre
que lo haya reconocido. Si no ha sido reconocido por ninguno de sus padres, la persona que tendrá su cuidado será determinada por el juez.”
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104
Art. 137, inc. 2° “Con todo, las compras que haga al fiado de objetos muebles naturalmente destinados al consumo ordinario de la familia,
obligan al marido en sus bienes y en los de la sociedad conyugal; y obligan además los bienes propios de la mujer, hasta concurrencia del
beneficio particular que ella reportare del acto, comprendiendo en este beneficio el de la familia común en la parte en que de derecho haya ella
debido proveer a las necesidades de ésta.”
105
Art. 138, inc. 3o “La mujer, en el caso a que se refiere el inciso anterior, obliga al marido en sus bienes y en los sociales de la misma
manera que si el acto fuera del marido; y obliga además sus bienes propios, hasta concurrencia del beneficio particular que reportare del acto.”
106
Art. 1748. “Cada cónyuge deberá asimismo recompensa a la sociedad por los perjuicios que le hubiere causado con dolo o culpa grave, y
por el pago que ella hiciere de las multas y reparaciones pecuniarias a que fuere condenado por algún delito o cuasidelito.”
107
art. 1745, inciso final “El cónyuge que adquiere bienes a título de herencia debe recompensa a la sociedad por todas las deudas y cargas
hereditarias o testamentarias que él cubra, y por todos los costos de la adquisición; salvo en cuanto pruebe haberlos cubierto con los mismos
bienes hereditarios o con lo suyo.”
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1.- Porque la sociedad conyugal pagó una deuda personal suya (art. 1740,
№3°108); 2.- Porque durante la sociedad adquirió un bien raíz subrogándolo a
valores o a otro inmueble propio, y el valor del bien adquirido es superior al que
subrogó (art. 1733, inc. №3°109);
3.- Porque durante la sociedad se hicieron mejoras no usufructuarías en un bien
propio, que aumentó el valor de la cosa, como por ejemplo, en un sitio propio se
construyó una casa. En este caso, el monto de la recompensa está regulado por
el art. 1746: "Se le debe asimismo recompensa por las expensas de toda clase
que hayan hecho en los bienes de cualquiera de los cónyuges, en cuanto dichas
expensas hayan aumentado el valor de los bienes; y en cuanto subsistiere este
valor a la fecha de la disolución de la sociedad; a menos que este aumento del
valor exceda al de las expensas, pues en tal caso se deberá sólo el importe de
éstas";
4.- Porque adquirió una herencia y la sociedad pagó las deudas hereditarias o
testamentarias (art. 1745110);
5.- Porque hizo una erogación gratuita y cuantiosa a favor de un tercero que no
sea descendiente común (arts. 1735111, 1742112, 1747113);
6.- Porque la sociedad pagó una multa o indemnización generada por un delito
o cuasidelito suyo (art. 1748114);
7.- Porque, con dolo o culpa grave, causó perjuicios a la sociedad (art. 1748);
8.- Por los precios, saldos, costas judiciales y expensas de toda clase que se
hicieron en la adquisición o cobro de los bienes, derechos o créditos que
pertenezcan al cónyuge (art. 1745);
9.- Porque disuelta la sociedad conyugal y antes de su liquidación, se adquirió
un bien a título oneroso, caso en que se adeuda recompensa a la sociedad por
108
Art. 1740. “La sociedad es obligada al pago: 3.º De las deudas personales de cada uno de los cónyuges, quedando el deudor obligado a
compensar a la sociedad lo que ésta invierta en ello;”
109
Art. 1733, inc. 3° “Si se subroga una finca a otra y el precio de venta de la antigua finca excediere al precio de compra de la nueva, la
sociedad deberá recompensa por este exceso al cónyuge subrogante; y si por el
contrario el precio de compra de la nueva finca excediere al precio de venta de la antigua, el cónyuge subrogante deberá recompensa por este
exceso a la sociedad.”
110
Art. 1745. “En general, los precios, saldos, costas judiciales y expensas de toda clase que se hicieren en la adquisición o cobro de los
bienes, derechos o créditos que pertenezcan a cualquiera de los cónyuges, se presumirán erogados por la sociedad, a menos de prueba
contraria, y se le deberán abonar.
Por consiguiente:
El cónyuge que adquiere bienes a título de herencia debe recompensa a la sociedad por todas las deudas y cargas hereditarias o
testamentarias que él cubra, y por todos los costos de la adquisición; salvo en cuanto pruebe haberlos cubierto con los mismos bienes
hereditarios o con lo suyo.”
111
Art. 1735. “El cónyuge que administre la sociedad podrá hacer donaciones de bienes sociales si fueren de poca monta, atendidas las
fuerzas del haber social.”
112
Art. 1742. “El marido o la mujer deberá a la sociedad recompensa por el valor de toda donación que hiciere de cualquiera parte del haber
social; a menos que sea de poca monta, atendidas las fuerzas del haber social,
o que se haga para un objeto de eminente piedad o beneficencia, y sin causar un grave menoscabo a dicho haber.”
113
Art. 1747. “En general, se debe recompensa a la sociedad por toda erogación gratuita y cuantiosa a favor de un tercero que no sea
descendiente común.”
114
Art. 1748. “Cada cónyuge deberá asimismo recompensa a la sociedad por los perjuicios que le hubiere causado con dolo o culpa grave, y
por el pago que ella hiciere de las multas y reparaciones pecuniarias a que fuere
condenado por algún delito o cuasidelito.”
56
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el precio de adquisición del bien, a menos que se pruebe que fue adquirido con
bienes propios o provenientes de la sola actividad personal (art. 1739, inc.
final115).
115
Art. 1739, inc. final “Se presume que todo bien adquirido a título oneroso por cualquiera de los cónyuges después de disuelta la sociedad
conyugal y antes de su liquidación, se ha adquirido con bienes sociales. El cónyuge deberá por consiguiente, recompensa a la sociedad, a
menos que pruebe haberlo adquirido con bienes propios o provenientes de su sola actividad personal.”
116
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 3º Del dinero que cualquiera de los cónyuges aportare al matrimonio, o durante
él adquiriere; obligándose la sociedad a pagar la correspondiente recompensa;
4º De las cosas fungibles y especies muebles que cualquiera de los cónyuges aportare al matrimonio, o durante él adquiriere; quedando
obligada la sociedad a pagar la correspondiente recompensa.
Pero podrán los cónyuges eximir de la comunión cualquiera parte de sus especies muebles, designándolas en las capitulaciones
matrimoniales;”
117
Art. 1744. Inc. 1° “Las expensas ordinarias y extraordinarias de educación de un descendiente común, y las que se hicieren para
establecerle o casarle, se imputarán a los gananciales, siempre que no constare de un modo auténtico que el marido, o la mujer o ambos de
consuno han querido que se sacasen estas expensas de sus bienes propios. Aun cuando inmediatamente se saquen ellas de los bienes
propios de cualquiera de los cónyuges, se entenderá que se hacen a cargo de la sociedad, a menos de declaración contraria.”
118
Art. 1771. “Las pérdidas o deterioros ocurridos en dichas especies o cuerpos ciertos deberá sufrirlos el dueño, salvo que se deban a dolo
o culpa grave del otro cónyuge, en cuyo caso deberá éste resarcirlos.
Por el aumento que provenga de causas naturales e independientes de la industria humana, nada se deberá a la sociedad.”
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119
Art. 1734. “Todas las recompensas se pagarán en dinero, de manera que la suma pagada tenga, en lo posible, el mismo valor adquisitivo
que la suma invertida al originarse la recompensa.
El partidor aplicará esta norma de acuerdo a la equidad natural.”
58
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Primero que todo en esta materia hay que distinguir; a saber entre:
I.- Administración ordinaria; II.- Administración extraordinaria.
Y la primera puede referirse: a) a los bienes sociales, o b) a los bienes propios
de la mujer.
120
Art. 1749. “El marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los bienes sociales y los de su mujer; sujeto, empero, a las
obligaciones y limitaciones que por el presente Título se le imponen y a las que haya contraído por las capitulaciones matrimoniales.
Como administrador de la sociedad conyugal, el marido ejercerá los derechos de la mujer que siendo socia de una sociedad civil o comercial
se casare, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 150.
El marido no podrá enajenar o gravar voluntariamente ni prometer enajenar o gravar los bienes raíces sociales ni los derechos hereditarios de
la mujer, sin autorización de ésta.
No podrá tampoco, sin dicha autorización, disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales, salvo el caso del artículo 1735, ni dar en
arriendo o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales urbanos por más de cinco años, ni los rústicos por más de ocho, incluidas las
prórrogas que hubiere pactado el marido.
Si el marido se constituye aval, codeudor solidario, fiador u otorga cualquiera otra caución respecto de obligaciones contraídas por terceros,
sólo obligará sus bienes propios.
En los casos a que se refiere el inciso anterior para obligar los bienes sociales necesitará la autorización de la mujer.
La autorización de la mujer deberá ser específica y otorgada por escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esta solemnidad, o
interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo caso por medio de mandato especial que
conste por escrito o por escritura pública según el caso.
La autorización a que se refiere el presente artículo podrá ser suplida por el juez, previa audiencia a la que será citada la mujer, si ésta la
negare sin justo motivo. Podrá asimismo ser suplida por el juez en caso de algún impedimento de la mujer, como el de menor edad, demencia,
ausencia real o aparente u otro, y de la demora se siguiere perjuicio. Pero no podrá suplirse dicha autorización si la mujer se opusiere a la
donación de los bienes sociales.”
121
Art. 1752.” La mujer por sí sola no tiene derecho alguno sobre los bienes sociales durante la sociedad, salvo en los casos del artículo
145.”
122
1754 inciso final “La mujer, por su parte, no podrá enajenar o gravar ni dar en arrendamiento o ceder la tenencia de los bienes de su
propiedad que administre el marido, sino en los casos de los artículos 138 y 138 bis.”
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123
1720 inc. 2o “También se podrá estipular que la mujer dispondrá libremente de una determinada suma de dinero, o de una determinada
pensión periódica, y este pacto surtirá los efectos que señala el artículo 167.”
124
Art. 1717. “Las capitulaciones matrimoniales no contendrán estipulaciones contrarias a las buenas costumbres ni a las leyes. No serán,
pues, en detrimento de los derechos y obligaciones que las leyes señalan a cada cónyuge respecto del otro o de los descendientes comunes.”
125
Art. 1682. “La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en
consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o contrato.”
126
Art. 1466. “Hay asimismo objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es prohibida por
autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas, y
de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.”
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marido, de tal suerte de que si la mujer se opone tiene que ser por razones
valederas. En caso contrario estaría haciendo un mal uso de esta facultad
legal, habría un abuso del derecho.
e).- La autorización debe ser previa.- Don Arturo Alessandri sostiene que
"la autorización de la mujer debe ser anterior al acto pretende que el marido
pretende celebrar o coetánea o simultánea con su celebración. Lo segundo
ocurre cuando esa autorización resulta de la intervención expresa o directa de
la mujer en él. En ningún caso puede ser posterior. No cabe autorizar la
realización de un acto ya celebrado. La autorización de la mujer otorgada con
posterioridad constituiría una ratificación..."
b).- La limitación dice relación únicamente con los bienes raíces sociales. Es
decir, el marido puede con absoluta libertad enajenar los bienes muebles,
cualquiera sea su valor, sin necesidad de la autorización de la mujer, por
ejemplo, vender un camión o un avión. Puede tratarse de una cosa corporal o
incorporal. La ley no hace distinciones.
En definitiva, para que rija la exigencia se tiene que tratar de bienes raíces
sociales. De consiguiente, la limitación no opera tratándose de bienes raíces
propios de cada cónyuge.
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Art. 1735. “El cónyuge que administre la sociedad podrá hacer donaciones de bienes sociales si fueren de poca monta, atendidas las
fuerzas del haber social.”
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cinco años, ni los rústicos por más de ocho, incluidas las prórrogas que hubiere
pactado el marido".
En relación con este caso, hay que precisar:
a).- Que se refiere e bienes inmuebles sociales.
b).- Que la limitación rige para el arrendamiento o para cualquier otro contrato
que implique ceder la tenencia de esos bienes, ej.: el comodato.
c).- Deben computarse para el cálculo de los 5 u 8 años, las prorrogas.
d).- La sanción a la falta de la autorización de la mujer no es la nulidad del
contrato de arriendo, sino la inoponibilidad por el exceso de plazo a la mujer
(art. 1757, inc. 1o128).
128
Art. 1757. Inc. 1° “Los actos ejecutados sin cumplir con los requisitos prescritos en los artículos 1749, 1754 y 1755 adolecerán de nulidad
relativa. En el caso del arrendamiento o de la cesión de la tenencia, el contrato regirá sólo por el tiempo señalado en los artículos 1749 y
1756.”
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1.- Las compras que la mujer haga al fiado de objetos muebles naturalmente
destinados al consumo ordinario de la familia, obligan a los bienes sociales.-
(art. 137, inc. 2°129) Por esta vía la mujer está interviniendo en la administración
de los bienes sociales, y los está comprometiendo.
2.- Caso de impedimento del marido, que no sea de larga o indefinida situación
(porque si fuere de larga o indefinida duración) entran a jugar las reglas de la
administración extraordinaria y de la demora se requiere perjuicio. La mujer
puede intervenir con autorización judicial que deberá darse con conocimiento
de causa (art. 138, inciso 2o130).
129
art. 137, inc. 2° „Con todo, las compras que haga al fiado de objetos muebles naturalmente destinados al consumo ordinario de la familia,
obligan al marido en sus bienes y en los de la sociedad conyugal; y obligan además los bienes propios de la mujer, hasta concurrencia del
beneficio particular que ella reportare del acto, comprendiendo en este beneficio el de la familia común en la parte en que de derecho haya ella
debido proveer a las necesidades de ésta.”
130
art. 138, inciso 2o “Si el impedimento no fuere de larga o indefinida duración, la mujer podrá actuar respecto de los bienes del marido, de
los de la sociedad conyugal y de los suyos que administre el marido, con autorización del juez, con conocimiento de causa, cuando de la
demora se siguiere perjuicio.
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3.- Caso de la mujer que actúa con mandato general o especial del marido.
La mujer mandataria puede hacerlo en representación del marido o a nombre
propio. Si lo hace en representación del marido, está obligado únicamente los
bienes sociales y del marido (lo que no hace más que confirmar la regla del art.
1448131). Sólo obligará sus propios bienes si se probare que el acto cedió en su
utilidad personal (arts. 1750132, 1751 inc. 1°133).
131
Art. 1448. “Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o por la ley para representarla, produce respecto del
representado iguales efectos que si hubiese contratado él mismo.”
132
Art. 1750. “El marido es, respecto de terceros, dueño de los bienes sociales, como si ellos y sus bienes propios formasen un solo
patrimonio, de manera que durante la sociedad los acreedores del marido podrán perseguir tanto los bienes de éste como los bienes sociales;
sin perjuicio de los abonos o compensaciones que a consecuencia de ello deba el marido a la sociedad o la sociedad al marido.
Podrán, con todo, los acreedores perseguir sus derechos sobre los bienes de la mujer, en virtud de un contrato celebrado por ellos con el
marido, en cuanto se probare haber cedido el contrato en utilidad personal de la mujer, como en el pago de sus deudas anteriores al
matrimonio.”
133
Art. 1751. Inc. 1° “Toda deuda contraída por la mujer con mandato general o especial del marido, es, respecto de terceros, deuda del
marido y por consiguiente de la sociedad; y el acreedor no podrá perseguir el pago de esta deuda sobre los bienes propios de la mujer, sino
sólo sobre los bienes de la sociedad y sobre los bienes propios del marido; sin perjuicio de lo prevenido en el inciso 2.º del artículo
precedente.”
134
Art. 1754. “No se podrán enajenar ni gravar los bienes raíces de la mujer, sino con su voluntad.
La voluntad de la mujer deberá ser específica y otorgada por escritura pública, o interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el
acto. Podrá prestarse, en todo caso, por medio de mandato especial que conste de escritura pública.
Podrá suplirse por el juez el consentimiento de la mujer cuando ésta se hallare imposibilitada de manifestar su voluntad.
La mujer, por su parte, no podrá enajenar o gravar ni dar en arrendamiento o ceder la tenencia de los bienes de su propiedad que administre el
marido, sino en los casos de los artículos 138 y 138 bis.”
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administre el marido, sino en los casos de los arts. 138 135 y 138 bis136" (inciso
final, cuyo texto actual fue dado por la Ley № 19.335). Estas dos normas dejan
perfectamente perfilada la idea de que es el marido quien administra los
bienes propios de la mujer sin que ella tenga más facultades más que autorizar
a su marido en ciertos casos.
135
Art. 138 (145). “Si por impedimento de larga o indefinida duración, como el de interdicción, el de prolongada ausencia, o
desaparecimiento, se suspende la administración del marido, se observará lo dispuesto en el párrafo 4º del título De la sociedad conyugal.
Si el impedimento no fuere de larga o indefinida duración, la mujer podrá actuar respecto de los bienes del marido, de los de la sociedad
conyugal y de los suyos que administre el marido, con autorización del juez, con conocimiento de causa, cuando de la demora se siguiere
perjuicio.
La mujer, en el caso a que se refiere el inciso anterior, obliga al marido en sus bienes y en los sociales de la misma manera que si el acto fuera
del marido; y obliga además sus bienes propios, hasta concurrencia del beneficio particular que reportare del acto.”
136
Art. 138 bis. “Si el marido se negare injustificadamente a ejecutar un acto o celebrar un contrato respecto de un bien propio de la mujer, el
juez podrá autorizarla para actuar por sí misma, previa audiencia a la que será citado el marido.
En tal caso, la mujer sólo obligará sus bienes propios y los activos de sus patrimonios reservados o especiales de los artículos 150, 166 y 167,
mas no obligará al haber social ni a los bienes propios del marido, sino hasta la concurrencia del beneficio que la sociedad o el marido
hubieren reportado del acto.
Lo mismo se aplicará para nombrar partidor, provocar la partición y para concurrir en ella en los casos en que la mujer tenga parte en la
herencia.”
137
Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone: 2º De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquiera
naturaleza, que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen durante
el matrimonio;”
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e).- Para enajenar los bienes muebles de la mujer que el marido esté o pueda
estar obligado a restituir en especie (art. 1755143) Aquí cuando la norma habla
de otros bienes, está claro que se refiere a bienes muebles. Si la mujer no
presta en este caso su consentimiento, tal enajenación adolecería de nulidad
relativa, según lo establece el art. 1757144.
f).- Para dar en arriendo o ceder la tenencia de bienes raíces más allá de 5 u 8
años, según se trate de predios urbanos o rústicos . (Art. 1756145). Con
138
Art. 1225. Inc. final “El marido requerirá el consentimiento de la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal para aceptar o
repudiar una asignación deferida a ella. Esta autorización se sujetará a lo dispuesto en los dos últimos incisos del artículo 1749.”
139
Art. 1411. Inc. final “Las reglas dadas sobre la validez de las aceptaciones y repudiaciones de herencias y legados se extienden a las
donaciones.”
140
Art. 1326. “Si alguno de los coasignatarios no tuviere la libre disposición de sus bienes, el nombramiento de partidor, que no haya sido
hecho por el juez, deberá ser aprobado por éste.
Se exceptúa de esta disposición la mujer casada cuyos bienes administra el marido; bastará en tal caso el consentimiento de la mujer, o el de
la justicia en subsidio.
El curador de bienes del ausente, nombrado en conformidad al artículo 1232, inciso final, le representará en la partición y administrará los que
en ella se le adjudiquen, según las reglas de la curaduría de bienes.”
141
Art. 1322. Inc. 2° “Pero el marido no habrá menester esta autorización para provocar la partición de los bienes en que tenga parte su
mujer: le bastará el consentimiento de su mujer, si ésta fuere mayor de edad y no estuviere imposibilitada de prestarlo, o el de la justicia en
subsidio.”
142
art. 1682, inc. final “Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o contrato.”
143
Art. 1755. “Para enajenar o gravar otros bienes de la mujer, que el marido esté o pueda estar obligado a restituir en especie, bastará el
consentimiento de la mujer, que podrá ser suplido por el juez cuando la mujer estuviere imposibilitada de manifestar su voluntad.”
144
Art. 1757. “Los actos ejecutados sin cumplir con los requisitos prescritos en los artículos 1749, 1754 y 1755 adolecerán de nulidad relativa.
En el caso del arrendamiento o de la cesión de la tenencia, el contrato regirá sólo por el tiempo señalado en los artículos
1749 y 1756.
La nulidad o inoponibilidad anteriores podrán hacerlas valer la mujer, sus herederos o cesionarios.
El cuadrienio para impetrar la nulidad se contará desde la disolución de la sociedad conyugal, o desde que cese la incapacidad de la mujer o
de sus herederos.
En ningún caso se podrá pedir la declaración de nulidad pasados diez años desde la celebración del acto o contrato.”
145
Art. 1756. Sin autorización de la mujer, el marido no podrá dar en arriendo o ceder la tenencia de los predios rústicos de ella por más
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g).- Para enajenar o gravar los bienes raíces de la mujer. (Art. 1754, inc. 1°)
Autorización supletoria de la justicia para el caso que el marido se oponga a la
enajenación de un bien propio de la mujer. La Ley № 19.335, al agregar al C. C.
un nuevo artículo, el 138 bis, dio solución al problema creado por la ley 18.802,
que consistía en que si el marido se oponía a la voluntad de la mujer de
enajenar o gravar un bien propio, ésta simplemente estaba impedida de
hacerlo, pues no había la posibilidad de obtener una autorización judicial
supletoria.
El marido es quien realiza la enajenación. No obstante tratarse de bienes
propios de la mujer, quien comparece enajenando o gravando es el marido en
su condición de administrador de los bienes de su mujer. La sanción a la falta
de autorización de la mujer, trae consigo la nulidad relativa, (art. 1757).
de ocho años, ni de los urbanos por más de cinco, incluidas las prórrogas que hubiere pactado el marido.
Es aplicable a este caso lo dispuesto en los incisos 7.º y 8.º del artículo 1749.
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146
Art. 473.” En general, habrá lugar al nombramiento de curador de los bienes de una persona ausente cuando se reúnan las circunstancias
siguientes: 1ª. Que no se sepa de su paradero, o que a lo menos haya dejado de estar en comunicación con los suyos, y de la falta de
comunicación se originen perjuicios graves al mismo ausente o a terceros; 2ª. Que no haya constituido procurador, o sólo le haya constituido
para cosas o negocios especiales.”
147
Art. 374. “Para discernir la tutela o curaduría será necesario que preceda el otorgamiento de la fianza o caución a que el tutor o curador
esté obligado. Ni se le dará la administración de los bienes, sin que preceda inventario solemne.”
148
Art. 462. “Se deferirá la curaduría del demente: 1º A su cónyuge no separado judicialmente, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
503;”
149
Art. 463. “La mujer curadora de su marido demente, tendrá la administración de la sociedad conyugal.
Si por su menor edad u otro impedimento no se le defiriere la curaduría de su marido demente, podrá a su arbitrio, luego que cese el
impedimento, pedir esta curaduría o la separación de bienes.”
150
Art. 1758. “La mujer que en el caso de interdicción del marido, o por larga ausencia de éste sin comunicación con su familia, hubiere sido
nombrada curadora del marido, o curadora de sus bienes, tendrá por el mismo hecho la administración de la sociedad conyugal.
Si por incapacidad o excusa de la mujer se encargaren estas curadurías a otra persona, dirigirá el curador la administración de la sociedad
conyugal.”
151
Art. 475. “Pueden ser nombradas para la curaduría de bienes del ausente las mismas personas que para la curaduría del demente en
conformidad al artículo 462, y se observará el mismo orden de preferencia entre ellas.
Podrá el juez, con todo, separarse de este orden, a petición de los herederos legítimos o de los acreedores, si lo estimare conveniente.
Podrá asimismo nombrar más de un curador y dividir entre ellos la administración, en el caso de bienes cuantiosos, situados en diferentes
comunas.”
152
Art. 83. “Durante los cinco años o seis meses prescritos en los números 6º, 7º y 8º del artículo 81, se mirará el desaparecimiento como
mera ausencia, y cuidarán de los intereses del desaparecido sus apoderados o representantes legales.”
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1.- Que la mujer sea mayor de edad, pues en caso contrario, no tendría
sentido pedir la separación de bienes, desde que por ser menor, necesitaría de
todas formas de un curador para que le administre sus bienes acuerdo al art.
163155. Así se desprende los arts. 463156 y 470157.
2.- El marido también tiene que ser mayor de edad, pues si es menor, el art.
139158 establece que necesita de un curador para la administración de la
sociedad conyugal, y no hay ninguna disposición legal que le otorgue a la
mujer, en este caso, el derecho a pedir separación de bienes. Y como se trata
de una excepción al derecho común, sólo puede ejercerse en virtud de la ley
expresa. Y no cabe aplicar a este caso la norma del art. 1762, "porque siendo
153
Art. 450. “Ningún cónyuge podrá ser curador del otro declarado disipador.
La mujer casada en sociedad conyugal cuyo marido disipador sea sujeto a curaduría, si es mayor de dieciocho años o después de la
interdicción los cumpliere, tendrá derecho para pedir separación de bienes.”
154
Art. 1762. “La mujer que no quisiere tomar sobre sí la administración de la sociedad conyugal, ni someterse a la dirección de un curador,
podrá pedir la separación de bienes; y en tal caso se observarán las disposiciones del Título VI, párrafo 3 del Libro I.”
155
Art. 163. “Al marido y a la mujer separados de bienes se dará curador para la administración de los suyos en todos los casos en que
siendo solteros necesitarían de curador para administrarlos.”
156
Art. 463. “La mujer curadora de su marido demente, tendrá la administración de la sociedad conyugal.
Si por su menor edad u otro impedimento no se le defiriere la curaduría de su marido demente, podrá a su arbitrio, luego que cese el
impedimento, pedir esta curaduría o la separación de bienes.”
157
Art. 470. “Los artículos 449, 457, 458 inciso 1º, 462, 463 y 464 se extienden al sordo o sordomudo que no pueda darse a entender
claramente.”
158
Art. 139 (148). “El marido menor de edad necesita de curador para la administración de la sociedad conyugal.”
72
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159
Art. 1758. “La mujer que en el caso de interdicción del marido, o por larga ausencia de éste sin comunicación con su familia, hubiere sido
nombrada curadora del marido, o curadora de sus bienes, tendrá por el mismo hecho la administración de la sociedad conyugal.
Si por incapacidad o excusa de la mujer se encargaren estas curadurías a otra persona, dirigirá el curador la administración de la sociedad
conyugal.”
160
Art. 1759. “La mujer que tenga la administración de la sociedad, administrará con iguales facultades que el marido.
No obstante, sin autorización judicial, previo conocimiento de causa, no podrá enajenar o gravar voluntariamente ni prometer enajenar o gravar
los bienes raíces sociales.
No podrá tampoco, sin dicha autorización, disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales, salvo el caso del artículo 1735.
Todo acto en contravención a este artículo será nulo relativamente. La acción corresponderá al marido, sus herederos o cesionarios y el
cuadrienio para pedir la declaración de nulidad se contará desde que cese el hecho que motivó la curaduría.
En ningún caso se podrá pedir la declaración de nulidad pasados diez años desde la celebración del acto o contrato.
Si la mujer que tiene la administración extraordinaria de la sociedad conyugal se constituye en aval, codeudora solidaria, fiadora u otorga
cualquiera otra caución respecto de terceros, sólo obligará sus bienes propios y los que administre en conformidad a los artículos 150, 166 y
167. Para obligar los bienes sociales necesitará la autorización de la justicia, dada con conocimiento de causa.
En la administración de los bienes propios del marido, se aplicarán las normas de las curadurías.”
161
Art. 1760. “Todos los actos y contratos de la mujer administradora, que no le estuvieren vedados por el artículo precedente, se mirarán
como actos y contratos del marido, y obligarán en consecuencia a la sociedad y al marido; salvo en cuanto apareciere o se probare que dichos
actos y contratos se hicieron en negocio personal de la mujer.”
162
Art. 1761. “La mujer administradora podrá dar en arriendo los inmuebles sociales o ceder su tenencia, y el marido o sus herederos
estarán obligados al cumplimiento de lo pactado por un espacio de tiempo que no pase de los límites señalados en el inciso 4º del artículo
1749.
Este arrendamiento o cesión, sin embargo, podrá durar más tiempo, si la mujer, para estipularlo así, hubiere sido especialmente autorizada por
la justicia, previa información de utilidad.”
73
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causa (art. 1759, inc. 2o). Queremos llamar la atención a que con la reforma de
la Ley № 18.802 se incorporó esta limitacion que antes no existía.
2.- Para disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales requiere la
autorización judicial, dada con conocimiento de causa (art. 1759, inc. 3o).
Nótese que la limitación se refiere a los "bienes sociales”, en general por lo
que quedan comprometidos tanto los muebles como los inmuebles. No se
requiere sin embargo, de la autorización para hacer donaciones de poca
monta, atendidas las fuerzas del haber social (art. 1759, inc. 3 o, parte final, en
relación con el art. 1735163).
4.- Para dar en arriendo o ceder la tenencia de bienes raíces sociales, por más
de cinco u ocho años según se trate de predios urbanos o rústicos,
respectivamente, la mujer requiere de autorización judicial, con
conocimiento de causa, previa información de utilidad (art. 1761).
163
Art. 1735. “El cónyuge que administre la sociedad podrá hacer donaciones de bienes sociales si fueren de poca monta, atendidas las
fuerzas del haber social.”
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conformidad a los arts. 150164, 166165 y 167166. No obliga los bienes sociales
(art. 1759, inc. 6o).
Finalmente, en el caso de contratos de arriendo o que impliquen la cesión de la
tenencia de un bien inmueble por plazos superiores a los indicados, sin
autorización judicial, la sanción es la inoponibilidad al marido o sus herederos
de estos contratos más allá de los plazos indicados (art. 1761, inc. 1°, parte
final).
164
Art. 150. “La mujer casada de cualquiera edad podrá dedicarse libremente al ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria.
La mujer casada, que desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de los de su marido, se considerará
separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio,
profesión o industria y de lo que en ellos obtenga, no obstante cualquiera estipulación en contrario; pero si fuere menor de dieciocho años,
necesitará autorización judicial, con conocimiento de causa, para gravar y enajenar los bienes raíces.
Incumbe a la mujer acreditar, tanto respecto del marido como de terceros, el origen y dominio de los bienes adquiridos en conformidad a este
artículo. Para este efecto podrá servirse de todos los medios de
prueba establecidos por la ley.
Los terceros que contraten con la mujer quedarán a cubierto de toda reclamación que pudieren interponer ella o el marido, sus herederos o
cesionarios, fundada en la circunstancia de haber obrado la mujer fuera de los términos del presente artículo, siempre que, no tratándose de
bienes comprendidos en los artículos 1754 y 1755, se haya acreditado por la mujer, mediante instrumentos públicos o privados, a los que se
hará
referencia en el instrumento que se otorgue al efecto, que ejerce o ha ejercido un empleo, oficio, profesión o industria separados de los de su
marido.
Los actos o contratos celebrados por la mujer en esta administración separada, obligarán los bienes comprendidos en ella y los que administre
con arreglo a las disposiciones de los artículos 166 y 167, y no obligarán los del marido sino con arreglo al artículo 161.
Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud de este artículo, a menos que probaren que el
contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de
la familia común.
Disuelta la sociedad conyugal, los bienes a que este artículo se refiere entrarán en la partición de los gananciales; a menos que la mujer o sus
herederos renunciaren a estos últimos, en cuyo caso el marido no responderá por las obligaciones contraídas por la mujer en su
administración separada.
Si la mujer o sus herederos aceptaren los gananciales, el marido responderá a esas obligaciones hasta concurrencia del valor de la mitad de
esos bienes que existan al disolverse la sociedad. Mas, para gozar
de este beneficio, deberá probar el exceso de la contribución que se le exige con arreglo al artículo 1777.”
165
Art. 166. “Si a la mujer casada se hiciere una donación, o se dejare una herencia o legado, con la condición precisa de que en las cosas
donadas, heredadas o legadas no tenga la administración el marido, y si dicha donación, herencia o legado fuere aceptado por la mujer, se
observarán las reglas siguientes: 1º Con respecto a las cosas donadas, heredadas o legadas, se aplicarán las disposiciones de los artículos
159, 160, 161, 162 y 163, pero disuelta la sociedad conyugal las obligaciones contraídas por la mujer en su administración separada podrán
perseguirse sobre todos
sus bienes. 2º Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud de este artículo, a menos que
probaren que el contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia común.3º Pertenecerán a la mujer los frutos de las cosas
que administra y todo lo que con ellos adquiera, pero disuelta la sociedad conyugal se aplicarán a dichos frutos y adquisiciones las reglas del
artículo 150.”
166
Art. 167. “Si en las capitulaciones matrimoniales se hubiere estipulado que la mujer administre separadamente alguna parte de sus
bienes, se aplicarán a esta separación parcial las reglas del artículo precedente.”
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167
Art. 393. “No será lícito al tutor o curador, sin previo decreto judicial, enajenar los bienes raíces del pupilo, ni gravarlos con hipoteca,
censo o servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles preciosos o que tengan valor de afección; ni podrá el juez autorizar esos actos, sino
por causa de utilidad o necesidad manifiesta.”
168
Art. 394. ”La venta de cualquiera parte de los bienes del pupilo enumerados en los artículos anteriores, se hará en pública subasta.”
169
Art. 415. “El tutor o curador es obligado a llevar cuenta fiel, exacta y en cuanto fuere dable, documentada, de todos sus actos
administrativos, día por día; a exhibirla luego que termine su administración; a restituir los bienes a quien por derecho corresponda; y a pagar
el saldo que resulte en su contra.
Comprende esta obligación a todo tutor o curador, incluso el testamentario, sin embargo de que el testador le haya exonerado de rendir cuenta
alguna, o le haya condonado anticipadamente el saldo; y aunque el pupilo no tenga otros bienes que los de la sucesión del testador, y aunque
se le dejen bajo la condición precisa de no exigir la cuenta o el saldo. Semejante condición se mirará como no escrita.”
170
Art. 1763. “Cesando la causa de la administración extraordinaria de que hablan los artículos precedentes, recobrará el marido sus
facultades administrativas, previo decreto judicial.”
171
Art. 1764. “La sociedad conyugal se disuelve: 1.º Por la disolución del matrimonio; 2.º Por la presunción de muerte de uno de los
cónyuges, según lo prevenido en el título Del principio y fin de las personas; 3.º Por la sentencia de separación judicial o de separación total de
bienes: si la separación es parcial, continuará la sociedad sobre los bienes no comprendidos en ella; 4.º Por la declaración de nulidad del
matrimonio; 5.º Por el pacto de participación en los gananciales o de separación total de bienes, según el Título XXII-A del Libro Cuarto y el
artículo 1723.”
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172
Art. 1723. “Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de sociedad de bienes por el de
participación en los gananciales o por el de separación total. También podrán substituir la separación total por el régimen de participación en
los gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes
ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al
margen de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la
escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente
adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez celebrado, no podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los
cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los gananciales, según sea el caso, podrán los
cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a determinar el
crédito de participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa; pero todo ello no producirá efecto alguno entre las partes ni respecto
de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el inciso anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su
inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que corresponda el certificado
de matrimonio debidamente legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el y el inciso 2° del artículo 1715, no son susceptibles de condición, plazo o modo alguno.”
77
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174
Art. 178. “A la separación judicial, se aplicará lo dispuesto en los artículos 160 y 165.”
175
Art. 160. “En el estado de separación, ambos cónyuges deben proveer a las necesidades de la familia común a proporción de sus
facultades. El juez en caso necesario reglará la contribución.”
176
Art. 165. “La separación efectuada en virtud de decreto judicial o por disposición de la ley es irrevocable y no podrá quedar sin efecto por
acuerdo de los cónyuges ni por resolución judicial.
Tratándose de separación convencional, y además en el caso del artículo 40 de la Ley de Matrimonio Civil, los cónyuges podrán pactar por
una sola vez el régimen de participación en los gananciales, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 1723.”
177
Art. 1687. “La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada, da a las partes derecho para ser restituidas al
mismo estado en que se hallarían si no hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o causa
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lo que viene a resultar que como no hubo matrimonio, con hubo tampoco
sociedad conyugal, y por ello mal podría disolverse.
Objeto del pacto del art. 1723 del Código Civil.- Con la dictación de la Ley
N° 19.335, de 1994, el objeto del pacto de que trata el art. 1723 ha sido
ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de este pronunciamiento, será cada cual responsable de la
pérdida de las especies o de su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o voluptuarias, tomándose en
consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.”
178
Art. 1792-1. “En las capitulaciones matrimoniales que celebren en conformidad con el párrafo primero del Título XXII del Libro Cuarto del
Código Civil los esposos podrán pactar el régimen de participación
en los gananciales.
Los cónyuges podrán, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 1723 de ese mismo Código, sustituir el régimen de sociedad conyugal o el de
separación por el régimen de participación que este Título contempla. Del
mismo modo, podrán sustituir el régimen de participación en los gananciales, por el de separación total de bienes.”
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Sólo pueden celebrar el pacto del art. 1723 los cónyuges mayores de
edad.- Con anterioridad a la Ley N° 10.271, de 6 de abril de 1952, se había
discutido si los cónyuges menores de edad podían convenirlo. El problema lo
resolvió en forma expresa la Ley N° 10.271, al agregar al inc. 1° del art. 1723,
la expresión “mayores de edad”. Quedó así claro que la mayoría de edad es un
requisito del pacto, de tal suerte que si alguno de los cónyuges es menor, no
puede celebrarlo ni aún con la aprobación o autorización de las personas
mencionadas en el art. 1721. Con ello “se ha querido evitar la influencia que el
marido podría ejercer sobre la mujer menor de edad”.
Si un cónyuge menor de edad lo acordare, la sanción sería la nulidad absoluta
por objeto ilícito, pues se habría celebrado un acto prohibido por la Ley (art.
1723 en relación con los arts. 1466179 y 1682180)
179
Art. 1466. “Hay asimismo objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es prohibida por
autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.”
180
Art. 1682. “La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas
que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o contrato.”
80
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Un fallo ha precisado que los terceros a que se refiere el art. 1723 son los
acreedores de uno u otro cónyuge, agregando que “solo estos – los acreedores
de los cónyuges – tienen derechos adquiridos en contra de ellos. Tener
derechos adquiridos es sinónimo de acreedor, vale decir, de tener un derecho
personal o crédito vigente respecto de cualquiera de los cónyuges”.
Se ha fallado también que los terceros a que se refiere esta norma son los que
tiene esa calidad a la época en que los cónyuges celebran el pacto del art.
1723.
Esta característica es la que ha presentado mayores problemas, pues no está
claro que significa exactamente la frase “no perjudicará en caso alguno los
derechos válidamente adquiridos por terceros”.
Si bien el problema ha sido analizado cuando el objetivo único del pacto era
establecer la separación total de bienes, lo dicho es aplicable hoy día también
a la nueva realidad creada por la Ley N° 19.335.
“Para el Decano Alessandri, la frase bien pudo no haberse puesto por la Ley,
porque con ella lo único que se quiere significar es que la situación de los
acreedores, una vez pactada la separación total de bienes, es la misma que
tendrían en el evento de haberse disuelto la sociedad conyugal por otros
modos.
Para Manuel Somarriva, consagra una forma de inoponibilidad, de tal forma
que los acreedores sociales o del marido pueden dirigirse sobre los bienes
adjudicados del mismo modo que lo habrían hecho si no se hubiere producido
la separación.
En el mismo sentido de Somarriva, Luis Claro Solar: “Si los cónyuges se
hallaban casados bajo el régimen de sociedad conyugal y pactan la separación
total de bienes, los bienes que correspondan a la mujer y que formaban parte
del haber social podrán ser perseguidos por los acreedores como si la
separación de bienes no se hubiere pactado; y la mujer no podrá oponerles el
nuevo pacto e invocar el nuevo régimen de bienes en el pactado para liberarse
de la responsabilidad que afectaba a esos bienes, ni para desconocer los
derechos reales que sobre ellos se hubieran constituido por el marido a favor
de terceros”.
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sentido de la Maza y Larraín. En todo caso, para dejar las cosas definitivamente
claras, la Ley N° 10.271, introdujo la modificación que veíamos comentando.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su
inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que corresponda el certificado
de matrimonio debidamente legalizado. En estos casos, el plazo a que se refiere el inciso anterior se contará desde la fecha de la
inscripción del matrimonio en Chile.
Celebrado el matrimonio, las capitulaciones no podrán alterarse, aun con el consentimiento de todas las personas que intervinieron en ellas,
sino en el caso establecido en el inciso 1.º del artículo 1723.”
82
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182
Art. 166. “Si a la mujer casada se hiciere una donación, o se dejare una herencia o legado, con la condición precisa de que en las cosas
donadas, heredadas o legadas no tenga la administración el marido, y si dicha donación, herencia o legado fuere aceptado por la mujer, se
observarán las reglas siguientes: 1º Con respecto a las cosas donadas, heredadas o legadas, se aplicarán las disposiciones de los artículos
Art. 159, 160, 161, 162 y 163, pero disuelta la sociedad conyugal las obligaciones contraídas por la mujer en su administración separada
podrán perseguirse sobre todos sus bienes. 2º Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud
de este artículo, a menos que probaren que el contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia común. 3º Pertenecerán a
la mujer los frutos de las cosas que administra y todo lo que con ellos adquiera, pero disuelta la sociedad conyugal se aplicarán a dichos frutos
y adquisiciones las reglas del artículo 150.”
183
Art. 167. “Si en las capitulaciones matrimoniales se hubiere estipulado que la mujer administre separadamente alguna parte de sus
bienes, se aplicarán a esta separación parcial las reglas del artículo precedente.”
184
art. 150, inc. 7° “Disuelta la sociedad conyugal, los bienes a que este artículo se refiere entrarán en la partición de los gananciales; a
menos que la mujer o sus herederos renunciaren a estos últimos, en cuyo caso el marido no responderá por las obligaciones contraídas por la
mujer en su administración separada.”
185
Art. 2305. “El derecho de cada uno de los comuneros sobre la cosa común es el mismo que el de los socios en el haber social.”
186
Art. 2081. “No habiéndose conferido la administración a uno o más de los socios, se entenderá que cada uno de ellos ha recibido de los
otros el poder de administrar con las facultades expresadas en los artículos precedentes y sin perjuicio de las reglas que siguen: 1.ª Cualquier
socio tendrá el derecho de oponerse a los actos administrativos de otro, mientras esté pendiente su ejecución o no hayan producido efectos
legales. 2.ª Cada socio podrá servirse para su uso personal de las cosas pertenecientes al haber social, con tal que las emplee según su
destino ordinario, y sin perjuicio de la sociedad y del justo uso de los otros. 3.ª Cada socio tendrá el derecho de obligar a los otros a que hagan
con él las expensas necesarias para la conservación de las cosas sociales. 4.ª Ninguno de los socios podrá hacer innovaciones en los
inmuebles que dependan de la sociedad sin el consentimiento de los otros.”
83
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189
Art. 781. “El usufructuario de una cosa inmueble tiene el derecho de percibir todos los frutos naturales, inclusos los pendientes al tiempo
de deferirse el usufructo.
Recíprocamente, los frutos que aún estén pendientes a la terminación del usufructo, pertenecerán al propietario.”
84
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indivisión todo el tiempo que se desee, sin perjuicio del derecho que asiste a
cada comunero para pedir la partición en cualquier tiempo (art. 1317190). Sin
embargo, lo recomendable es liquidar en el menor tiempo posible, con el
objeto de evitar confusiones de carácter patrimonial. Recuérdese el art. 1739
inc. 6° - que los bienes adquiridos por cualquiera de los cónyuges después de
la disolución y antes de la liquidación, han sido adquiridos con bienes sociales,
lo que hace recomendable liquidar a la mayor brevedad.
Plazo para practicar el inventario. El art. 1765 no fija un plazo para proceder a
la confección del inventario. Sin embargo, la expresión “se procederá
inmediatamente a la confección de un inventario” está demostrando que la
intención del legislador es que se haga en el menor tiempo posible.
Bienes que deben inventariarse. El art. 1765 establece que el inventario debe
comprender “todos los bienes que usufructuaba o de que era responsable (la
sociedad)”. Ello significa que deben inventariarse los bienes sociales, los
bienes propios de cada cónyuge (porque la sociedad usufructuaba de ellos), los
190
Art. 1317. “Ninguno de los coasignatarios de una cosa universal o singular será obligado a permanecer en la indivisión; la partición del
objeto asignado podrá siempre pedirse con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo contrario.
No puede estipularse proindivisión por más de cinco años, pero cumplido este término podrá renovarse el pacto.
Las disposiciones precedentes no se extienden a los lagos de dominio privado, ni a los derechos de servidumbre, ni a las cosas que la ley
manda mantener indivisas, como la propiedad fiduciaria.”
191
Art. 1765. “Disuelta la sociedad, se procederá inmediatamente a la confección de un inventario y tasación de todos los bienes que
usufructuaba o de que era responsable, en el término y forma prescritos para la sucesión por causa de muerte.”
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192
Art. 1253. “En la confección del inventario se observará lo prevenido para el de los tutores y curadores en los artículos 382 y siguientes, y
lo que en el Código de Enjuiciamiento se prescribe para los inventarios solemnes.”
193
Art. 382. “El inventario hará relación de todos los bienes raíces y muebles de la persona cuya hacienda se inventaría, particularizándolos
uno a uno, o señalando colectivamente los que consisten en número, peso o medida, con expresión de la cantidad y calidad; sin perjuicio de
hacer las explicaciones necesarias para poner a cubierto la responsabilidad del guardador.
Comprenderá asimismo los títulos de propiedad, las escrituras públicas y privadas, los créditos y deudas del pupilo de que hubiere
comprobante o sólo noticia, los libros de comercio o de cuentas, y en general todos los
objetos presentes, exceptuados los que fueren conocidamente de ningún valor o utilidad, o que sea necesario destruir con algún fin moral.”
194
Art. 1766. “El inventario y tasación, que se hubieren hecho sin solemnidad judicial, no tendrán valor en juicio, sino contra el cónyuge, los
herederos o los acreedores que los hubieren debidamente aprobado y firmado.
Si entre los partícipes de los gananciales hubiere menores, dementes u otras personas inhábiles para la administración de sus bienes, serán
de necesidad el inventario y tasación solemnes; y si se omitiere hacerlos, aquel a quien fuere imputable esta omisión, responderá de los
perjuicios; y se procederá lo más pronto posible a legalizar dicho inventario y tasación en la forma debida.”
195
Art. 1284. “Toca a el albacea velar sobre la seguridad de los bienes; hacer que se guarde bajo llave y sello el dinero, muebles y papeles,
mientras no haya inventario solemne, y cuidar de que se proceda a este inventario, con citación de los herederos y de los demás interesados
en la sucesión; salvo que siendo todos los herederos capaces de administrar sus bienes, determinen unánimemente que no se haga inventario
solemne.”
196
Art. 1768. “Aquel de los cónyuges o sus herederos que dolosamente hubiere ocultado o distraído alguna cosa de la sociedad, perderá su
porción en la misma cosa y se verá obligado a restituirla doblada.”
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197
Art. 1335. “El valor de tasación por peritos será la base sobre que procederá el partidor para la adjudicación de las especies; salvo que los
coasignatarios hayan legítima y unánimemente convenido en otra, o en que se liciten las especies, en los casos previstos por la ley.”
198
Art. 1769. “Se acumulará imaginariamente al haber social todo aquello de que los cónyuges sean respectivamente deudores a la
sociedad, por vía de recompensa o indemnización, según las reglas arriba dadas.”
199
Art. 1770. Inc. 1° “Cada cónyuge, por sí o por sus herederos, tendrá derecho a sacar de la masa las especies o cuerpos ciertos que le
pertenezcan, y los precios, saldos y recompensas que constituyan el resto de su haber.”
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d.- Retiro de los precios, saldos y recompensas.- El art. 1770 señala que
“cada cónyuge, por sí o por sus herederos, tendrá derecho a sacar de la masa
las especies o cuerpos ciertos que le pertenezcan, y los precios, saldos y
recompensas que constituyan el resto de su haber”.
Estos retiros, al tenor de la norma antes citada se rigen por las siguientes
reglas:
1. Las hace el cónyuge en su calidad de acreedor de la sociedad conyugal;
2. Las hace efectiva, pagándose directamente con los bienes sociales,
respetándose el siguiente orden: dinero y bienes muebles, y a falta de
estos, bienes inmuebles (art. 1773204).
Este derecho de los cónyuges a cobrarse directamente en los bienes
sociales, puede ser renunciado, exigiendo se vendan los bienes sociales
para pagarse con el producido remate, según las reglas generales.
También, pueden acordar que se respete el orden de prelación que
indica la norma in comento.
3. Solo puede hacerla valer el cónyuge cuando se le adeuda un precio,
saldo o recompensa proveniente de la indivisión.
200
Art. 1771. “Las pérdidas o deterioros ocurridos en dichas especies o cuerpos ciertos deberá sufrirlos el dueño, salvo que se deban a dolo
o culpa grave del otro cónyuge, en cuyo caso deberá éste resarcirlos.
Por el aumento que provenga de causas naturales e independientes de la industria humana, nada se deberá a la sociedad.”
201
Art. 1772. Inc. 1° “Los frutos pendientes al tiempo de la restitución, y todos los percibidos desde la disolución de la sociedad, pertenecerán
al dueño de las respectivas especies.”
202
art. 1770, inc. 2° “La restitución de las especies o cuerpos ciertos deberá hacerse tan pronto como fuere posible después de la
terminación del inventario y avalúo; y el pago del resto del haber dentro de un año contado desde dicha terminación. Podrá el juez, sin
embargo, ampliar o restringir este plazo a petición de los interesados, previo conocimiento de causa.”
203
Art. 1796. “Es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente, y entre el padre o madre y el hijo sujeto a
patria potestad.”
204
Art. 1773. “La mujer hará antes que el marido las deducciones de que hablan los artículos precedentes; y las que consistan en dinero, sea
que pertenezcan a la mujer o al marido, se ejecutarán sobre el dinero y muebles de la sociedad, y subsidiariamente sobre los inmuebles de la
misma.
La mujer, no siendo suficientes los bienes de la sociedad, podrá hacer las deducciones que le correspondan, sobre los bienes propios del
marido, elegidos de común acuerdo. No acordándose, elegirá el juez.”
88
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Deducción del pasivo común. Del acervo bruto podrá deducirse también el
pasivo social, ello no es obligatorio para las partes, pudiendo, si así lo desean,
prescindir del pasivo y repartir sólo el activo (art. 1774206).
Lo conveniente es considerar el pasivo al momento de hacer la liquidación,
resolviéndose que deudas soportará cada cónyuge. Sin embargo, estos
acuerdos a que puedan llegar los cónyuges sobre el pago de las deudas son
inoponibles a los acreedores, que de todas formas podrán dirigirse en contra
de quien contrajo la deuda.
e.- Reparto de los gananciales.- Una vez que se hacen al acervo bruto las
acumulaciones y deducciones que hemos tratado, lo que resta es el acervo
líquido partible o gananciales, que se debe dividir por mitad entre los
cónyuges. Así lo establece el art. 1774.
205
Art. 2481. ”La cuarta clase de créditos comprende: 3.º Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que administra el
marido, sobre los bienes de éste o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges por gananciales;”
206
Art. 1774. “Ejecutadas las antedichas deducciones, el residuo se dividirá por mitad entre los dos cónyuges.”
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208
Art. 1777. Inc. 1° “La mujer no es responsable de las deudas de la sociedad, sino hasta concurrencia de su mitad de gananciales.”
209
Art. 1340. “Si alguno de los herederos quisiese tomar a su cargo mayor cuota de las deudas que la correspondiente a prorrata, bajo
alguna condición que los otros herederos acepten, será oído.
Los acreedores hereditarios o testamentarios no serán obligados a conformarse con este arreglo de los herederos para intentar sus
demandas.”
210
Art. 1359. “La regla del artículo anterior se aplica al caso en que, por la partición o por convenio de los herederos, se distribuyan entre
ellos las deudas de diferente modo que como se expresa en los referidos artículos.”
211
Art. 1776. “La división de los bienes sociales se sujetará a las reglas dadas para la partición de los bienes hereditarios.”
90
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214
Art. 1227. “No se puede aceptar o repudiar condicionalmente, ni hasta o desde cierto día.”
215
Art. 1782, inc. 2° “Hecha una vez la renuncia no podrá rescindirse, a menos de probarse que la mujer o sus herederos han sido inducidos
a renunciar por engaño o por un justificable error acerca del verdadero estado de los negocios sociales.”
91
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217
Art. 1753. “Aunque la mujer en las capitulaciones matrimoniales renuncie los gananciales, no por eso tendrá la facultad de percibir los
frutos de sus bienes propios, los cuales se entienden concedidos al marido para soportar las cargas del matrimonio, pero con la obligación de
conservar y restituir dichos bienes, según después se dirá.
Lo dicho deberá entenderse sin perjuicio de los derechos de la mujer divorciada o separada de bienes.”
218
Art. 150. “La mujer casada de cualquiera edad podrá dedicarse libremente al ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria.
La mujer casada, que desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de los de su marido, se considerará
separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio, profesión o industria y de lo que en ellos obtenga, no obstante cualquiera
estipulación en contrario; pero si fuere menor de dieciocho años, necesitará autorización judicial, con conocimiento de causa, para gravar y
enajenar los bienes raíces.
Incumbe a la mujer acreditar, tanto respecto del marido como de terceros, el origen y dominio de los bienes adquiridos en conformidad a este
artículo. Para este efecto podrá servirse de todos los medios de prueba establecidos por la ley.
Los terceros que contraten con la mujer quedarán a cubierto de toda reclamación que pudieren interponer ella o el marido, sus herederos o
cesionarios, fundada en la circunstancia de haber obrado la mujer fuera de los términos del presente artículo, siempre que, no tratándose de
bienes comprendidos en los artículos 1754 y 1755, se haya acreditado por la mujer, mediante instrumentos públicos o privados, a los que se
hará referencia en el instrumento que se otorgue al efecto, que ejerce o ha ejercido un empleo, oficio, profesión o industria separados de los
de su marido.
Los actos o contratos celebrados por la mujer en esta administración separada, obligarán los bienes comprendidos en ella y los que administre
con arreglo a las disposiciones de los artículos 166 y 167, y no obligarán los del marido sino con arreglo al artículo 161.
Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud de este artículo, a menos que probaren que el
contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia común.
Disuelta la sociedad conyugal, los bienes a que este artículo se refiere entrarán en la partición de los gananciales; a menos que la mujer o sus
herederos renunciaren a estos últimos, en cuyo caso el marido no responderá por las obligaciones contraídas por la mujer en su
administración separada.
Si la mujer o sus herederos aceptaren los gananciales, el marido responderá a esas obligaciones hasta concurrencia del valor de la mitad de
esos bienes que existan al disolverse la sociedad. Mas, para gozar de este beneficio, deberá probar el exceso de la contribución que se le
exige con arreglo al artículo 1777.”
219
Art. 250. “La patria potestad confiere el derecho legal de goce sobre todos los bienes del hijo, exceptuados los siguientes: 1º Los bienes
adquiridos por el hijo en el ejercicio de todo empleo, oficio, profesión o industria. Los bienes comprendidos en este número forman su peculio
profesional o industrial;”
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Requisitos de los bienes reservados. El art. 150, inc. 2°, establece que “La
mujer casada, que desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio
o industria, separada de los de su marido, se considerará separada de bienes
respecto del ejercicio de ese empleo, profesión o industria y de lo que en ellos
obtenga, no obstante cualquier estipulación en contrario…”. De aquí se
desprende que los requisitos para que nos encontremos frente a esta
institución de los bienes reservados, son los siguientes a saber:
1. Trabajo de la mujer.
2. Que el trabajo sea remunerado
3. Que se desarrolle durante la vigencia de la sociedad conyugal; y,
4. Que se trate de un trabajo separado del marido
2.- Trabajo remunerado. Este requisito es lógico, por cuanto el art. antes
citado, la considerará separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo,
oficio, profesión o industria “y de lo que en ellos obtenga”. Luego, su trabajo
separado tiene que producirle bienes, tiene que ser remunerado. Las labores
domesticas que haga en el hogar, o los servicios de beneficencia que realice,
no van a generar bienes reservados. Cualquier trabajo remunerado,
permanente, accidental, industrial, agrícola, comercial, profesional, lícito o
ilícito, público o privado, es fuente de bienes reservados.
93
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222
Art. 131. “Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El
marido y la mujer se deben respeto y protección recíprocos.”
223
Art. 1749. “El marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los bienes sociales y los de su mujer; sujeto, empero, a las
obligaciones y limitaciones que por el presente Título se le imponen y a las que haya contraído por las capitulaciones matrimoniales.
Como administrador de la sociedad conyugal, el marido ejercerá los derechos de la mujer que siendo socia de una sociedad civil o comercial
se casare, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 150.
El marido no podrá enajenar o gravar voluntariamente ni prometer enajenar o gravar los bienes raíces sociales ni los derechos hereditarios de
la mujer, sin autorización de ésta.
No podrá tampoco, sin dicha autorización, disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales, salvo el caso del artículo 1735, ni dar en
arriendo o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales urbanos por más de cinco años, ni los rústicos por más de ocho, incluidas las
prórrogas que hubiere pactado el marido.
Si el marido se constituye aval, codeudor solidario, fiador u otorga cualquiera otra caución respecto de obligaciones contraídas por terceros,
sólo obligará sus bienes propios.
En los casos a que se refiere el inciso anterior para obligar los bienes sociales necesitará la autorización de la mujer.
La autorización de la mujer deberá ser específica y otorgada por escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esta solemnidad, o
interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo caso por medio de mandato especial que
conste por escrito o por escritura pública según el caso.
La autorización a que se refiere el presente artículo podrá ser suplida por el juez, previa audiencia a la que será citada la mujer, si ésta la
negare sin justo motivo. Podrá asimismo ser suplida por el juez en caso de algún impedimento de la mujer, como el de menor edad, demencia,
ausencia real o aparente u otro, y de la demora se siguiere perjuicio. Pero no podrá suplirse dicha autorización si la mujer se opusiere a la
donación de los bienes sociales.”
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3.- Frutos del producto del trabajo o de los bienes adquiridos con ese
producto. Los frutos que obtenga la mujer de sus bienes reservados
constituyen también un bien reservado. Ej., las rentas de un bien reservado.
Pasivo de los bienes reservados. Hablar del pasivo de los bienes reservados es
lo mismo que decir que deudas se pueden hacer efectivas en este patrimonio.
Y estas son:
1. Las provenientes de los actos y contratos celebrados por la mujer dentro
de ese patrimonio (art. 150, inc. 5°).
2. Las provenientes de los actos y contratos celebrados por la mujer
aunque actúe fuera de los bienes reservados (art. 137, inc. 1°224).
3. Obligaciones provenientes de actos o contratos celebrados por la mujer
respecto de un bien propio, autorizada por la justicia por negativa del
marido (art. 138 bis, inc. 2°225).
4. Obligaciones contraídas por el marido, cuando se pruebe que el contrato
celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia común (art.
150, inc. 6°)
224
Art. 137. “Los actos y contratos de la mujer casada en sociedad conyugal, sólo la obligan en los bienes que administre en conformidad a
los artículos 150, 166 y 167.”
225
Art. 138 bis, inc. 2° “En tal caso, la mujer sólo obligará sus bienes propios y los activos de sus patrimonios reservados o especiales de los
artículos 150, 166 y 167, mas no obligará al haber social ni a los bienes propios del marido, sino hasta la concurrencia del beneficio que la
sociedad o el marido hubieren reportado del acto.”
226
Art. 254. “No se podrán enajenar ni gravar en caso alguno los bienes raíces del hijo, aun pertenecientes a su peculio profesional o
industrial, ni sus derechos hereditarios, sin autorización del juez con conocimiento de causa.”
95
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Presunción de derecho del inciso 4° del art. 150. La ley considera vital
facilitar la prueba a los terceros, pues, en caso contrario, ellos no contratarían
con la mujer o exigirían la comparecencia del marido, con lo que
desnaturalizarían la institución. Con esta finalidad estableció en su favor una
presunción de derecho.
Características de la presunción.
1. Se trata de una presunción de derecho. Así lo prueba la frase contenida
en la primera parte del inc. 4°: “…quedarán a cubierto de toda
reclamación”.
2. Es una presunción establecida a favor de los terceros. Así lo dice el
inciso 4°: “Los terceros que contraten con la mujer quedarán a cubierto
de toda reclamación…”.
227
Art. 141. “El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges que sirva de residencia principal de la familia, y los muebles que la
guarnecen, podrán ser declarados bienes familiares y se regirán por las normas de este párrafo, cualquiera sea el régimen de bienes del
matrimonio.
El juez citará a los interesados a la audiencia preparatoria. Si no se dedujese oposición, el juez resolverá en la misma audiencia. En caso
contrario, o si el juez considerase que faltan antecedentes para resolver, citará a la audiencia de juicio.
Con todo, la sola interposición de la demanda transformará provisoriamente en familiar el bien de que se trate. En su primera resolución el juez
dispondrá que se anote al margen de la inscripción respectiva la precedente circunstancia. El Conservador practicará la subscripción con el
solo mérito del decreto que, de oficio, le notificará el tribunal.
Para los efectos previstos en este artículo, los cónyuges gozarán de privilegio de pobreza.
El cónyuge que actuare fraudulentamente para obtener la declaración a que refiere este artículo, deberá indemnizar los perjuicios causados,
sin perjuicio de la sanción penal que pudiere corresponder.”
228
Art. 142. “No se podrán enajenar o gravar voluntariamente, ni prometer gravar o enajenar, los bienes familiares, sino con la autorización
del cónyuge no propietario. La misma limitación regirá para la celebración de contratos de arrendamiento, comodato o cualesquiera otros que
concedan derechos personales de uso o de goce sobre algún bien familiar.
La autorización a que se refiere este artículo deberá ser específica y otorgada por escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esta
solemnidad, o interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo caso por medio de mandato
especial que conste por escrito o por escritura pública según el caso.”
229
Art. 144. “En los casos del artículo 142, la voluntad del cónyuge no propietario de un bien familiar podrá ser suplida por el juez en caso de
imposibilidad o negativa que no se funde en el interés de la familia. El juez resolverá previa audiencia a la que será citado el cónyuge, en caso
de negativa de éste.”
230
Art. 162. “Si la mujer separada de bienes confiere al marido la administración de alguna parte de los suyos, será obligado el marido a la
mujer como simple mandatario.”
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FRANCISCO TALEP PARDO
231
Art. 1792-1. “En las capitulaciones matrimoniales que celebren en conformidad con el párrafo primero del Título XXII del Libro Cuarto del
Código Civil los esposos podrán pactar el régimen de participación
en los gananciales.
Los cónyuges podrán, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 1723 de ese mismo Código, sustituir el régimen de sociedad conyugal o el de
separación por el régimen de participación que este Título contempla. Del mismo modo, podrán sustituir el régimen de participación en los
gananciales, por el de separación total de bienes.”
232
Art. 1715, inc. 2° “En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio, sólo podrá pactarse separación total de
bienes o régimen de participación en los gananciales.”
97
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c) Durante la vigencia del matrimonio, mediante el pacto del art. 1723 (art.
1792-1, inc. 2°).
98
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234
Art. 1792-4. “Los actos ejecutados en contravención al artículo precedente adolecerán de nulidad relativa.
El cuadrienio para impetrar la nulidad se contará desde el día en que el cónyuge que la alega tuvo conocimiento del acto.
Pero en ningún caso podrá perseguirse la rescisión pasados diez años desde la celebración del acto o contrato.”
99
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c).- Patrimonio final. “Se entiende por patrimonio final, el que exista al
término de dicho régimen” (art. 1792-6, inc. 2°, parte final).
Inventario valorado de los bienes que integran el patrimonio final. El art. 1792-
16 establece que “dentro de los tres meses siguientes al término de
participación en los gananciales, cada cónyuge estará obligado a proporcionar
al otro un inventario valorado de los bienes y obligaciones que comprenda su
patrimonio final. El Juez podrá ampliar este plazo por una sola vez y hasta por
igual término”.
Este inventario será, normalmente, simple y si está firmado por el cónyuge
declarante hará prueba a favor del otro cónyuge para determinar su
patrimonio final. Sin embargo, este último “podrá objetar el inventario,
alegando que no es fidedigno”, caso en que “podrá usar todos los medios de
prueba para demostrar la composición o el valor efectivo del patrimonio del
otro cónyuge” (art. 1792-16, inc. 2°).
Finalmente, el inciso final prescribe que “cualquiera de los cónyuges podrá
solicitar la facción de inventario en conformidad con las reglas del C.P.C. y
requerir las medidas precautorias que procedan”.
Avaluación del activo y pasivo del patrimonio final. La regla en esta materia la
regula el art. 1792-17235 y se aplica, prácticamente el mismo criterio que en el
caso del patrimonio originario (art. 1792-13236).
236
Art. 1792-13. “Los bienes que componen el activo originario se valoran según su estado al momento de entrada en vigencia del régimen
de bienes o de su adquisición. Por consiguiente, su precio al momento de incorporación al patrimonio originario será prudencialmente
actualizado a la fecha de la terminación del régimen.
La valoración podrá ser hecha por los cónyuges o por un tercero designado por ellos. En subsidio, por el juez.
Las reglas anteriores rigen también para la valoración del pasivo.”
100
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237
Art. 1768. “Aquel de los cónyuges o sus herederos que dolosamente hubiere ocultado o distraído alguna cosa de la sociedad, perderá su
porción en la misma cosa y se verá obligado a restituirla doblada.”
238
Art. 2332. “Las acciones que concede este título por daño o dolo, prescriben en cuatro años contados desde la perpetración del acto.”
239
Art. 1792-19. “Si el patrimonio final de un cónyuge fuere inferior al originario, sólo él soportará la pérdida.
Si sólo uno de los cónyuges ha obtenido gananciales, el otro participará de la mitad de su valor.
Si ambos cónyuges hubiesen obtenido gananciales, éstos se compensarán hasta la concurrencia de los de menor valor y aquel que hubiere
obtenido menores gananciales tendrá derecho a que el otro le pague, a título de participación, la mitad del excedente.
El crédito de participación en los gananciales será sin perjuicio de otros créditos y obligaciones entre los cónyuges.”
240
Art. 1792-20. “El crédito de participación en los gananciales se originará al término del régimen de bienes.
Se prohíbe cualquier convención o contrato respecto de ese eventual crédito, así como su renuncia, antes del término del régimen de
participación en los gananciales.”
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c).- Es puro y simple. (Art. 1792-21245, inc. 1°). Ello significa que terminado el
crédito de participación (lo que supone que se liquidaron los gananciales), el
cónyuge beneficiado puede exigir el pago de inmediato. Sin embargo se
establece una excepción en el inc. 2° del art. 1792-21: “Con todo, si lo anterior
causare grave perjuicio al cónyuge deudor o a los hijos comunes, y ello se
probare debidamente, el juez podrá conceder plazo de hasta un año para el
pago del crédito, el que se expresará en unidades tributarias mensuales. Ese
plazo nos e concederá si no se asegura, por el propio deudor o un tercero, que
el cónyuge acreedor quedará de todos modos indemne”.
243
Art. 1466. “Hay asimismo objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar, en la venta de libros cuya circulación es prohibida por
autoridad competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; y
generalmente en todo contrato prohibido por las leyes.”
244
Art. 1682. “La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas
que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas.
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces.
Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o contrato.”
245
Art. 1792-21. “El crédito de participación en los gananciales es puro y simple y se pagará en dinero.
Con todo, si lo anterior causare grave perjuicio al cónyuge deudor o a los hijos comunes, y ello se probare debidamente, el juez podrá
conceder plazo de hasta un año para el pago del crédito, el que se expresará en
unidades tributarias mensuales. Ese plazo no se concederá si no se asegura, por el propio deudor o un tercero, que el cónyuge acreedor
quedará de todos modos indemne.”
246
Art. 1792-22. “Los cónyuges, o sus herederos, podrán convenir daciones en pago para solucionar el crédito de participación en los
gananciales.
Renacerá el crédito, en los términos del inciso primero del artículo precedente, si la cosa dada en pago es evicta, a menos que el cónyuge
acreedor haya tomado sobre sí el riesgo de la evicción, especificándolo.”
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e).- Goza de una preferencia de cuarta clase. Así lo establece el art. 2481 N° 3
con la modificación que le introdujo la Ley N° 19.335: “La cuarta clase de
créditos comprende: (…) 3° “Los de las mujeres casadas, por los bienes de su
propiedad que administra el marido, sobre los bienes de éste o, en su caso – es
el caso del régimen de participación – los que tuvieren los cónyuges por
gananciales”.
247
Art. 1792-24. “El cónyuge acreedor perseguirá el pago, primeramente, en el dinero del deudor; si éste fuere insuficiente, lo hará en los
muebles y, en subsidio, en los inmuebles.
A falta o insuficiencia de todos los bienes señalados, podrá perseguir su crédito en los bienes donados entre vivos, sin su consentimiento, o
enajenados en fraude de sus derechos. Si persigue los bienes donados entre vivos, deberá proceder contra los donatarios en un orden inverso
al de las fechas de las donaciones, esto es, principiando por las más recientes.
Esta acción prescribirá en cuatro años contados desde la fecha del acto.”
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248
Art. 2468. “En cuanto a los actos ejecutados antes de la cesión de bienes o la apertura del concurso, se observarán las disposiciones
siguientes: 3.a Las acciones concedidas en este artículo a los acreedores expiran en un año contado desde la fecha del acto o contrato.”
249
Art. 1792-23. “Para determinar los créditos de participación en los gananciales, las atribuciones de derechos sobre bienes familiares,
efectuadas a uno de los cónyuges en conformidad con el artículo 147 del Código Civil, serán valoradas prudencialmente por el juez.”
250
Art. 147. “Durante el matrimonio el juez podrá constituir, prudencialmente, a favor del cónyuge no propietario, derechos de usufructo, uso
o habitación sobre los bienes familiares. En la constitución de esos derechos y en la fijación del plazo que les pone
término, el juez tomará especialmente en cuenta el interés de los hijos, cuando los haya, y las fuerzas patrimoniales de los cónyuges.
El tribunal podrá, en estos casos, fijar otras obligaciones o modalidades si así pareciere equitativo.
La declaración judicial a que se refiere el inciso anterior servirá como título para todos los efectos legales.
La constitución de los mencionados derechos sobre bienes familiares no perjudicará a los acreedores que el cónyuge propietario tenía a la
fecha de su constitución, ni aprovechará a los acreedores que el cónyuge no propietario tuviere en cualquier momento.”
251
Art. 1792-27. “El régimen de participación en los gananciales termina: 1) Por la muerte de uno de los cónyuges. 2) Por la presunción de
muerte de uno de los cónyuges, según lo prevenido en el Título II, "Del principio y fin de la existencia de las personas", del Libro Primero del
Código Civil. 3) Por la declaración de nulidad del matrimonio o sentencia de divorcio. 4) Por la separación judicial de los cónyuges. 5) Por la
sentencia que declare la separación de bienes. 6) Por el pacto de separación de bienes.”
252
Art. 1764. “La sociedad conyugal se disuelve: 1.º Por la disolución del matrimonio; 2.º Por la presunción de muerte de uno de los
cónyuges, según lo prevenido en el título Del principio y fin de las personas; 3.º Por la sentencia de separación judicial o de separación total de
bienes: si la separación es parcial, continuará la sociedad sobre los bienes no comprendidos en ella; 4.º Por la declaración de nulidad del
matrimonio; 5.º Por el pacto de participación en los gananciales o de separación total de bienes, según el Título XXII-A del Libro Cuarto y el
artículo 1723.”
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253
Art. 152. “Separación de bienes es la que se efectúa sin separación judicial, en virtud de decreto del tribunal competente, por disposición
de la ley o por convención de las partes.”
254
Art. 159. “Los cónyuges separados de bienes administran, con plena independencia el uno del otro, los bienes que tenían antes del
matrimonio y los que adquieren durante éste, a cualquier título.
Si los cónyuges se separaren de bienes durante el matrimonio, la administración separada comprende los bienes obtenidos como producto de
la liquidación de la sociedad conyugal o del régimen de participación en los gananciales que hubiere existido entre ellos.
Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 2 del Título VI del Libro Primero de este Código.”
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255
Art. 173. “Los cónyuges separados judicialmente administran sus bienes con plena independencia uno del otro, en los términos del
artículo 159.
Lo anterior se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 2 del Título VI del Libro Primero de este Código.”
256
Art. 161. “Los acreedores de la mujer separada de bienes, por actos o contratos que legítimamente han podido celebrarse por ella,
tendrán acción sobre los bienes de la mujer.
El marido no será responsable con sus bienes, sino cuando hubiere accedido como fiador, o de otro modo, a las obligaciones contraídas por la
mujer.
Será asimismo responsable, a prorrata del beneficio que hubiere reportado de las obligaciones contraídas por la mujer; comprendiendo en este
beneficio el de la familia común, en la parte en que de derecho haya él debido proveer a las necesidades de ésta.
Rigen iguales disposiciones para la mujer separada de bienes respecto de las obligaciones que contraiga el marido.”
257
Art. 162. “Si la mujer separada de bienes confiere al marido la administración de alguna parte de los suyos, será obligado el marido a la
mujer como simple mandatario.”
258
Art. 163. “Al marido y a la mujer separados de bienes se dará curador para la administración de los suyos en todos los casos en que
siendo solteros necesitarían de curador para administrarlos.”
106
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Finalmente rige el art. 163 según el cual “Al marido y a la mujer separados de
bienes se dará curador para la administración de los suyos en todos los casos
en que siendo solteros necesitarían de curador para administrarlos”.
Sólo habría que agregar que en este caso, por tratarse de una separación total,
rige el art. 503: “El marido y la mujer no podrán ser curadores del otro
cónyuge si están totalmente separados de bienes” (inc. 1°).
107
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Separación legal parcial del artículo 166. En este caso de separación dice
relación con los bienes que adquiere la mujer por haber aceptado una
donación, herencia o legado que se le hizo con la condición precisa de que no
los administre el marido. Respecto de ellos, la mujer se considera separada de
bienes, aplicándose las reglas generales.
260
Art. 166. “Si a la mujer casada se hiciere una donación, o se dejare una herencia o legado, con la condición precisa de que en las cosas
donadas, heredadas o legadas no tenga la administración el marido, y si dicha donación, herencia o legado fuere aceptado por la mujer, se
observarán las reglas siguientes: 1º Con respecto a las cosas donadas, heredadas o legadas, se aplicarán las disposiciones de los artículos
159, 160, 161, 162 y 163, pero disuelta la sociedad conyugal las obligaciones contraídas por la mujer en su administración separada podrán
perseguirse sobre todos sus bienes. 2º Los acreedores del marido no tendrán acción sobre los bienes que la mujer administre en virtud de este
artículo, a menos que probaren que el contrato celebrado por él cedió en utilidad de la mujer o de la familia común. 3º Pertenecerán a la mujer
los frutos de las cosas que administra y todo lo que con ellos adquiera, pero disuelta la sociedad conyugal se aplicarán a dichos frutos y
adquisiciones las reglas del artículo 150.”
261
Art. 165. “La separación efectuada en virtud de decreto judicial o por disposición de la ley es irrevocable y no podrá quedar sin efecto por
acuerdo de los cónyuges ni por resolución judicial.
Tratándose de separación convencional, y además en el caso del artículo 40 de la Ley de Matrimonio Civil, los cónyuges podrán pactar por
una sola vez el régimen de participación en los gananciales, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 1723.”
262
Art. 154. “Para que la mujer menor pueda pedir separación de bienes, deberá ser autorizada por un curador especial.”
108
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263
Art. 1762. “La mujer que no quisiere tomar sobre sí la administración de la sociedad conyugal, ni someterse a la dirección de un curador,
podrá pedir la separación de bienes; y en tal caso se observarán las disposiciones del Título VI, párrafo 3 del Libro I.”
264
Art. 156. “Demandada la separación de bienes, podrá el juez a petición de la mujer, tomar las providencias que estime conducentes a la
seguridad de los intereses de ésta, mientras dure el juicio.
En el caso del inciso 3º del artículo anterior, podrá el juez, en cualquier tiempo, a petición de la mujer, procediendo con conocimiento de causa,
tomar iguales providencias antes de que se demande la separación de bienes, exigiendo caución de resultas a la mujer si lo estimare
conveniente.”
265
Art. 131. “Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El
marido y la mujer se deben respeto y protección recíprocos.”
266
Art. 134. “El marido y la mujer deben proveer a las necesidades de la familia común, atendiendo a sus facultades económicas y al
régimen de bienes que entre ellos medie.
El juez, si fuere necesario, reglará la contribución.”
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267
Art. 1720. “En las capitulaciones matrimoniales se podrá estipular la separación total o parcial de bienes.
En el primer caso se seguirán las reglas dadas en los artículos 158, inciso 2.º, 159, 160, 161, 162 y 163 de este Código; y en el segundo se
estará a lo dispuesto en el artículo 167.”
268
Art. 1715, inc. 2° “En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio, sólo podrá pactarse separación total de
bienes o régimen de participación en los gananciales.”
110
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BIENES FAMILIARES
269
Art. 1723. “Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de sociedad de bienes por el de
participación en los gananciales o por el de separación total. También podrán substituir la separación total por el régimen de participación en
los gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes
ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción
sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste
no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez celebrado, no
podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los gananciales, según sea el caso, podrán los
cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a determinar el crédito de participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa;
pero todo ello no producirá efecto alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el inciso
anterior.
Tratándose de matrimonios celebrados en país extranjero y que no se hallen inscritos en Chile, será menester proceder previamente a su
inscripción en el Registro de la Primera Sección de la comuna de Santiago, para lo cual se exhibirá al oficial civil que corresponda el certificado
de matrimonio debidamente legalizado.
Los pactos a que se refiere este artículo y el y el inciso 2° del artículo 1715, no son susceptibles de condición, plazo o modo alguno.”
270
Art. 503, inc. 2° “Con todo, esta inhabilidad no regirá en el caso del artículo 135, en el de separación convencional ni en el evento de
haber entre los cónyuges régimen de participación en los gananciales, en todos los cuales podrá el juez, oyendo a los parientes, deferir la
guarda al marido o a la mujer.”
111
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271
Art. 141. “El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges que sirva de residencia principal de la familia, y los muebles que la
guarnecen, podrán ser declarados bienes familiares y se regirán por las normas de este párrafo, cualquiera sea el régimen de bienes del
matrimonio.
El juez citará a los interesados a la audiencia preparatoria. Si no se dedujese oposición, el juez resolverá en la misma audiencia. En caso
contrario, o si el juez considerase que faltan antecedentes para resolver, citará a la audiencia de juicio.
Con todo, la sola interposición de la demanda transformará provisoriamente en familiar el bien de que se trate. En su primera resolución el juez
dispondrá que se anote al margen de la inscripción respectiva la precedente circunstancia. El Conservador practicará la subscripción con el
solo mérito del decreto que, de oficio, le notificará el tribunal.
Para los efectos previstos en este artículo, los cónyuges gozarán de privilegio de pobreza.
El cónyuge que actuare fraudulentamente para obtener la declaración a que refiere este artículo, deberá indemnizar los perjuicios causados,
sin perjuicio de la sanción penal que pudiere corresponder.”
272
Art. 146. “Lo previsto en este párrafo se aplica a los derechos o acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias de un
inmueble que sea residencia principal de la familia.
Producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la voluntad de ambos cónyuges para realizar cualquier acto como
socio o accionista de la sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar.
La afectación de derechos se hará por declaración de cualquiera de los cónyuges contenida en escritura pública. En el caso de una sociedad
de personas, deberá anotarse al margen de la inscripción social respectiva, si la hubiere. Tratándose de sociedades anónimas, se inscribirá en
el registro de accionistas.”
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273
Art. 574. “Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra calificación, se comprenderá en ella todo lo que
se entiende por cosas muebles, según el artículo 567.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y papeles, las colecciones científicas o artísticas, los libros o sus
estantes, las medallas, las armas, los instrumentos de artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama, los carruajes o caballerías o sus
arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general otras cosas que las que forman el ajuar de una casa.”
113
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114
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275
Art. 143. “El cónyuge no propietario, cuya voluntad no se haya expresado en conformidad con lo previsto en el artículo anterior, podrá
pedir la rescisión del acto.
Los adquirentes de derechos sobre un inmueble que es bien familiar, estarán de mala fe a los efectos de las obligaciones restitutorias que la
declaración de nulidad origine.”
276
Art. 144. “En los casos del artículo 142, la voluntad del cónyuge no propietario de un bien familiar podrá ser suplida por el juez en caso de
imposibilidad o negativa que no se funde en el interés de la familia. El juez resolverá previa audiencia a la que será citado el cónyuge, en caso
de negativa de éste.”
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Autorización judicial subsidiaria.-El art. 144 establece que “En los casos
del art. 142, la voluntad del cónyuge no propietario de un bien familiar podrá
ser suplida por el juez en caso de imposibilidad o negativa que no se funde en
el interés de la familia. El juez procederá con conocimiento de causa, con
citación del cónyuge, en caso de negativa de éste”.
La última parte de este artículo ha sido modificada por la Ley N° 19.968, en
cuya virtud, “el juez resolverá previa audiencia a la que será citado el cónyuge,
en caso de negativa de éste”.
116
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278
Art. 147. “Durante el matrimonio el juez podrá constituir, prudencialmente, a favor del cónyuge no propietario, derechos de usufructo, uso
o habitación sobre los bienes familiares. En la constitución de esos derechos y en la fijación del plazo que les pone
término, el juez tomará especialmente en cuenta el interés de los hijos, cuando los haya, y las fuerzas patrimoniales de los cónyuges.
El tribunal podrá, en estos casos, fijar otras obligaciones o modalidades si así pareciere equitativo.
La declaración judicial a que se refiere el inciso anterior servirá como título para todos los efectos legales.
La constitución de los mencionados derechos sobre bienes familiares no perjudicará a los acreedores que el cónyuge propietario tenía a la
fecha de su constitución, ni aprovechará a los acreedores que el cónyuge no propietario tuviere en cualquier momento.”
279
Art. 804. “El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de la condición prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, durará sin
embargo el usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa edad, si hubiese vivido.”
280
Art. 812. “Los derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma manera que el usufructo.”
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disposiciones del Título XXXVI del Libro Cuarto, arts. 2357 y ss. del Código Civil
sobre fianza (art. 148, inc. 1°, del Código Civil). Y decimos que es diferente,
pues en la fianza consiste en que el fiador pueda exigir que antes de proceder
en contra de él “se persiga la deuda en los bienes del deudor principal, y en las
hipotecas y prendas prestadas por éste para la seguridad de la misma deuda”
(art. 2357281). Acá, en cambio, lo que se establece es que el cónyuge
favorecido con la declaración de bien familiar puede exigir que se persiga el
crédito en otros bienes del mismo deudor (art. 148, inc. 1°)
281
Art. 2357. “El fiador reconvenido goza del beneficio de excusión, en virtud del cual podrá exigir que antes de proceder contra él se persiga
la deuda en los bienes del deudor principal, y en las hipotecas o prendas prestadas por éste para la seguridad de la misma deuda.”
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