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Es necesario tener presente que nosotros, los humanos, como todos los
seres vivos, estamos formados por células. Cada célula de nuestro cuerpo
realiza el proceso de respiración celular como forma de obtener energía.
Todos los alimentos que nosotros consumimos, se digieren en el tubo
digestivo y cuando llegan al intestino delgado, los nutrientes que estaban
contenidos en esos alimentos (o sea las proteínas, glúcidos, lípidos, etc que
los formaban), pasan desde el intestino a la sangre y mediante ésta, se
dirigen a todas las células.
Por otro lado, el aire que inspiramos pasa a través de las vías respiratorias a
los pulmones. Allí, el oxígeno del aire, va de los pulmones a la sangre y la
sangre lo transporta hacia las células a través de los vasos sanguíneos.
Es decir, en este punto, tenemos nutrientes y oxígeno en todas las células
del cuerpo. Con estos “ingredientes”, cada célula realiza la respiración
celular mediante la cual diferentes enzimas (tipos de proteínas) “rompen”
los enlaces químicos de los nutrientes para liberar la energía química que
contienen.
Como producto de esta serie de reacciones químicas que se llama
respiración celular, se obtiene (como ya se mencionó) la tan preciada energía
pero además, se obtiene agua y CO2. Este último es un desecho de la célula
y como tal, es trasladado por la sangre, que lo lleva a los pulmones y de allí, a
través de las vías respiratorias, es eliminado (obviamente todo este
mecanismo se da a una gran velocidad), mediante la exhalación.
Entonces, en todo el cuerpo menos en aquellos vasos que forman al circuito
menor (arteria y venas pulmonares), las arterias son los vasos sanguíneos
que transportan sangre con gran contenido de oxígeno (recuerden que son
los glóbulos rojos de la sangre con su hemoglobina quien lo transporta) y las
venas son los vasos sanguíneos que transportan sangre con gran contenido
de CO2 (que se transporta asociado también a la hemoglobina de los
glóbulos rojos y en el plasma).
Para explicar el funcionamiento del corazón, hay que comprender que tanto
su lado derecho como su lado izquierdo funcionan en forma casi simultánea,
pero la sangre que circula en el lado derecho tiene mayor concentración de
CO2, mientras que la sangre que circula del lado izquierdo tiene mayor
concentración de O2.
Del mismo modo, la apertura y cierre de las válvulas bi y tricuíspide es casi
simultánea. Sucede lo mismo con las semilunares quienes funcionan en forma
alternada con las aurículo-ventriculares.
Por otra parte, se mencionó que el corazón está formado por una capa
muscular que se llama miocardio. Los músculos tienen la capacidad de
contraerse y relajarse. Cuando el músculo cardíaco se contrae (sea de las
aurículas como de los ventrículos) se llama (a esa situación de contracción),
SÍSTOLE.
Cuando el músculo cardíaco se relaja o distiende, se llama DIÁSTOLE.
El corazón como todos los órganos del cuerpo, posee además, numerosos
vasos sanguíneos que lo nutren (como las arterias coronarias) y permiten su
funcionamiento. La primer rama de la aorta cuando sale del corazón, forma a
las arterias coronarias. También existen venas coronarias que transportan
el CO2 producido por las células cardíacas, a la aurícula derecha.