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Carlos I de España

Para otros monarcas con el nombre de Carlos I, véase Carlos I (desambiguación).


«Carlos V» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Carlos V (desambiguación).

Carlos I de España y V del Sacro


Imperio Romano Germánico

Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,


Rey de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, Duque
titular de Borgoña y Archiduque de Austria

Detalle del lienzo, Carlos V sentado, por Tiziano (c.


1548). Óleo sobre lienzo, 205 x 122 cm Alte
Pinakothek (Múnich).

Rey de España
(Junto a Juana I hasta 1555)

14 de marzo de 15161 – 16 de enero de 1556

Predecesor Juana I y Fernando II


Sucesor Felipe II

Emperador del Sacro Imperio Romano


Germánico

26 de octubre de 15202 – 24 de febrero de 15583 4

Predecesor Maximiliano I

Sucesor Fernando I

Otros títulos

Nacimiento 24 de febrero de 1500


Gante, Flandes

Fallecimiento 21 de septiembre de 1558


(58 años)
Cuacos de Yuste, España

Entierro Cripta Real del Monasterio


de El Escorial

Consorte Isabel de Portugal

Descendencia véase Matrimonio e hijos

Casa Real Casa de Austria

Padre Felipe I
Madre Juana I

Plus Ultra

Carlos de Austria, o Habsburgo (Gante, 24 de febrero de 1500 – Monasterio de Yuste,


21 de septiembre de 1558) fue Rey de España con el nombre de Carlos I (15161 -1556),
el primero que unió en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra, y
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V (1520-1558),
llamado César, el César Carlos o Su Majestad Cesárea.

Hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, y nieto por vía paterna de


Maximiliano I de Austria (Habsburgo) y María de Borgoña (de quienes heredó los
Países Bajos, los territorios austríacos y derecho al trono imperial) y por vía materna
de los Reyes Católicos, de quienes heredó Castilla, Nápoles, Sicilia, las Indias, Aragón
y Canarias.

Biografía

El joven príncipe
Durante la celebración de un baile en el palacio Casa del Príncipe (Prinsenhof) de
Gante, Flandes, la embarazada archiduquesa Juana comenzó a sentir fuertes dolores
en el vientre. Creyendo que se debían a una mala digestión, acudió al baño y allí, sin
ayuda de nadie, dio a luz a su segundo hijo a las 3:30 de la madrugada del martes 24
de febrero de 1500. Ella quería ponerle el nombre de Juan en recuerdo de su fallecido
hermano, pero finalmente fue bautizado como Carlos por deseo de su padre y en
recuerdo de su bisabuelo, Carlos el Temerario, quien murió en la Batalla de Nancy en
1477.5 El bautizo, celebrado el 7 de marzo, fue oficiado por el obispo de Tournai,
Pierre Quick, en la iglesia de San Bavón. A él acudieron como madrinas Margarita de
Austria, esposa del fallecido príncipe Juan, y Margarita de York, esposa de Carlos el
Temerario, y como padrinos Carlos de Croy, príncipe de Chimay, y el señor de
Vergás.6
Antes de que cumpliera un año, Felipe nombró a Carlos duque de Luxemburgo y
caballero de la orden borgoñona del Toisón de Oro. El 16 de noviembre de 1501 Felipe
y Juana partieron hacia España para ser jurados en las Cortes como sucesores de los
Reyes Católicos y dejaron a Carlos al cuidado de Margarita de York. Durante su paso
por Francia, Felipe se reunió con el rey Luis XII y acordó el matrimonio entre su hija
Claudia y Carlos, trato que se renovó con la firma del Tratado de Blois años después.7
Tras el regreso de Felipe a Flandes y debido a la avanzada edad de Margarita de York,
dejó a Carlos al cuidado de la señora de Ravenstein, Ana de Borgoña; además nombró
gentilhombre de la cámara de Carlos a su padrino, Carlos de Croy, y encomendó su
educación a maestros borgoñones que le enseñaron la historia del ducado. Fernando el
Católico, consciente de que Carlos podría ocupar algún día su trono, envió a Luis de
Vaca a Flandes para que le enseñara castellano y las costumbres españolas, aunque
cuando el príncipe llegó a España años después aún no dominaba esta lengua.6 8

Retrato de Carlos con su familia paterna, por Bernhard Strigel, Viena,


Kunsthistorisches Museum. Con los retratos aparecen inscripciones que los identifican
como miembros de la familia de Jesús. Así, Maximiliano es Cleofás, hermano carnal de
san José, y Carlos es «SIMON ZELOTES CON/SOBRINVS. DNI. NRI».

A principios de 1506 Felipe y Juana parten de nuevo hacia España para reclamar la
corona de Castilla tras la muerte de Isabel la Católica, pero su reinado duró poco, ya
que él murió de forma prematura en septiembre y ella, presa de la locura, fue
encerrada por Fernando en un convento de Tordesillas. Debido a la minoría de edad
de Carlos, su abuelo Maximiliano I asumió la regencia de los Países Bajos, aunque
poco después le cedió el puesto a su hija Margarita de Austria, junto con la tutela de
Carlos y sus hermanos. Toda la educación del joven príncipe se desarrolló en Flandes
y fue colmada de cultura flamenca. En 1509 el emperador dispuso que Guillermo de
Croy, señor de Chiévres, sustituyese a su primo Carlos de Croy como gentilhombre de
cámara del príncipe y Adriano de Utrecht, deán de la Universidad de Lovaina y futuro
papa Adriano VI, fue nombrado su maestro.6 9

El 5 de enero de 1515, después de que Guillermo de Croy consiguiera que el


emperador declarara la mayoría de edad de Carlos, los Estados Generales nombraron
a éste Señor de los Países Bajos. De esta forma finalizó la regencia de su tía
Margarita, pero el joven soberano aún no tenía voluntad propia para gobernar y el
señor de Chièvres, al ser de su total confianza, manejaba todo el poder.10 Ese mismo
año, Adriano de Utrech viajó a España para asegurarse de que Fernando el Católico
no quitara a Carlos la herencia de Castilla y Aragón en favor de su hermano
Fernando, quien se había criado junto a él y era su nieto favorito. Si bien se
comprometió a nombrar a Carlos como sucesor, los consejeros del rey tuvieron que
convencerle poco antes de su muerte para que no designara a Fernando.9

Herencia y patrimonio
Títulos
El Imperio Carolino
Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto.

Doña Joana su madre y el mesmo Don Carlos por la mesma gracia Reyes de Castilla,
de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Ierusalen, de Navarra, de Granada, de
Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de
Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de
Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Oceano,

Condes de Barcelona,

señores de Vizcaya e de Molina,

Duques de Atenas e de Neopatria,

Condes de Ruysellon e de Cerdenia,

Marques de Oristan e de Gorciano,

Archiduques de Austria,

Duques de Borgoña de Bravante.


Pragmática o Edicto del Emperador contra los Comuneros dada en Worms (Febrero de
1521).

Rey de España
Escudo de Felipe I, usado por Carlos I antes de convertirse en emperador.

Firma del Rey Carlos I.

El 22 de enero de 1516, su abuelo Fernando II de Aragón redactaba su último


testamento. En él, nombraba a Carlos Gobernador y Administrador de los Reinos de
Castilla y León, en nombre de la reina Juana I, incapacitada por su enfermedad. En lo
concerniente a la Corona de Aragón, el rey Fernando dejaba todos sus estados a su
hija Juana, nombrando, también en este caso, Gobernador General a Carlos en
nombre de su madre. Hasta que Carlos llegara, en Castilla gobernaría el cardenal
Cisneros y en Aragón el arzobispo Alonso de Aragón.

El 23 de enero moría el rey Fernando en Madrigalejo (actual provincia de Cáceres). A


partir de entonces, Carlos comenzó a pensar en tomar el título de "Rey", aconsejado
por sus consejeros flamencos. Esta decisión no era bien vista en la Península. El
Consejo de Castilla le envió una carta el 4 de marzo en la que le pedía que respetase
los títulos de su madre, ya que «aquello sería quitar el hijo al padre en vida el honor».
Pero, diez días después las honras fúnebres por el rey Fernando terminaron con gritos
de:

Vivan los católicos reyes doña Juana y don Carlos su hijo. Vivo es el rey, vivo
es el rey, vivo es el rey.
El 21 de marzo Carlos envió una carta a Castilla en el que informaba de su decisión de
titularse Rey. Tras largas deliberaciones del Consejo, el 3 de abril el cardenal Cisneros
informó al Reino de la decisión de Carlos. El 13 del mismo mes se informó de la nueva
intitulación real:

Doña Juana y don Carlos su hijo, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón,
de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de
Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de
Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las
islas de Canaria, de las Islas, Indias y Tierra Firme del mar Océano, condes de
Barcelona, señores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y Neopatria,
condes de Ruisellón y de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Gociano,
archiduques de Austria, duques de Borgoña y de Bravante, condes de Flandes,
de Tirol, etc.

En mayo, los tres estamentos del Reino de Navarra, reunidos a petición del virrey
Antonio Manrique de Lara, juraron fidelidad a Carlos como su rey y señor natural.

Mientras tanto, en la Corona de Aragón la situación era caótica. El Justicia de Aragón


impidió gobernar al arzobispo Alonso de Aragón alegando que, según las leyes
aragonesas, el cargo de gobernador sólo podía ser ejercido por el heredero al Trono.
La Audiencia Real de Aragón dio la razón al Justicia, pero sentenció que el arzobispo
podía gobernar en calidad de curador de la reina Juana. Pero el Justicia tampoco lo
permitió entonces, alegando que Juana ya no era la heredera, ya que cuando se la juró
como tal, se incluyó que si el rey tenía un hijo varón, éste pasaría a convertirse en el
heredero. Y, por tanto, como en 1509 Fernando había tenido un hijo con Germana de
Foix, el juramento de Juana quedaba anulado (a pesar de que el niño había muerto a
las pocas horas). El 13 de mayo Carlos reconoció los poderes del arzobispo, como
curador de la reina Juana, pero, aun así, se rechazó prestarle juramento. Por otro
lado, la Diputación del Reino de Aragón reconoció a Juana como heredera de la
Corona, pero como por su enfermedad no podía reinar, debía ser apartada del
gobierno para que reinara su hijo. A todo ello se añadía el que ninguna institución de
la Corona de Aragón le reconocía a Carlos el título de Rey hasta que no jurara los
fueros y libertades de los Reinos.

Entre el verano de 1516 y principios de 1517, Carlos aseguró su posición gracias a la


firma de una serie de acuerdos diplomáticos, como el Tratado de Noyón con Francia.
Además, los Estados Generales acordaron concederle 800.000 coronas para los gastos
del viaje. Tras los preparativos para la travesía, el 8 de septiembre de 1517 Carlos
embarcó hacia España. Aunque estaba previsto que desembarcara en Santander, la
armada llegó a Tazones, en Asturias, por el mal tiempo, lo que retrasó aún más el
viaje.

El 9 de febrero de 1518 las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, juraron como


Rey a Carlos.11 También le concedieron 600.000 ducados. Además, las Cortes hicieron
una serie de peticiones al rey, entre ellas:

• Aprender a hablar castellano.


• El cese de nombramientos a extranjeros.
• La prohibición de la salida de metales preciosos y caballos de Castilla.
• Trato más respetuoso a su madre Juana, recluida en Tordesillas.

En Aragón la situación seguía siendo complicada. Carlos llegó a Zaragoza el 9 de


mayo. Las sesiones de las Cortes de Aragón comenzaron el 20 de mayo y tras largas
discusiones, el 29 de julio Carlos era jurado como Rey de Aragón. Juana era
reconocida como Reina, pero por su incapacidad para gobernar, sus títulos quedaban
sólo como "nominales". Además le fueron entregadas 200.000 libras.

El 15 de febrero de 1519 Carlos entraba en Barcelona, convocando a las Cortes el día


siguiente. Tras un discurso muy parecido al que dio en Aragón, y las correspondientes
deliberaciones, Carlos fue jurado junto a Juana el 16 de abril. La cuestión del dinero
que debían aportar las Cortes se alargó hasta principios de enero de 1520, cuando
finalmente le otorgaron 300.000 libras.

Mientras, el emperador Maximiliano I moría el 12 de enero de 1519. El 28 de junio


Carlos era elegido como nuevo Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en
Fráncfort, y por ello decidió suspender el viaje hacia Valencia para ir a Alemania,
convocando previamente Cortes castellanas en Santiago de Compostela para el 20 de
marzo de 1520. De esta manera, Carlos envió a Adriano de Utrecht para que a través
de él le juraran como rey y pudiera convocar Cortes en Valencia,12 pese a la ilegalidad,
lo que provocó malestar entre los estamentos privilegiados; sin embargo debido a la
querellas entre el brazo nobiliario (militar) y eclesiástico contra las Germanías, las
Cortes no llegaron a celebrarse, y ante los disturbios, el rey envió un documento el 30
de abril de 1520 ofreciéndose guardar sus fueros y privilegios.13 Finalmente, el rey
cumplió la legalidad foral y antes de ir a las Cortes Generales de Monzón, convocadas
el 1 de junio de 1528, pasó por Valencia y juró sus fueros el 16 de mayo de dicho año.

Tras este largo proceso que duró cuatro años (sin contar la jura en Valencia), Carlos
se convertía en el primer monarca en ostentar las Coronas de Castilla, Aragón y
Navarra.

Conflictos en Castilla: las Comunidades (1520–21)


Artículo principal: Guerra de las Comunidades de Castilla

La llegada de Carlos a Castilla supuso la llegada de un joven inexperto que desconocía


las costumbres e idioma de su reino, dado lo cual depositó su confianza en sus
colaboradores borgoñones que le habían acompañado desde los Países Bajos, a los
que le procuró altas dignidades y acceso a rentas y riquezas. Esto molestó a los
castellanos y así se lo hicieron saber en las Cortes de Valladolid de 1518, lo cual fue
ignorado por el rey. Inmediatamente pasó el rey a Aragón, y a la larga, esto molestó a
los castellanos ya que en Castilla había permanecido bastante menos tiempo, así que
cuando conoció en Barcelona que había sido electo Rey de Romanos convocó Cortes
en Santiago de Compostela para conseguir subsidios para sufragar sus gastos en el
extranjero, las ciudades se opusieron puesto que no entendían la preferencia de los
intereses en Alemania frente a los castellanos y requerían su presencia en el reino.
Finalmente el servicio se aceptó y Carlos embarcó para Alemania, nombrando como
regente al cardenal Adriano de Utrecht. El malestar se fue extendiendo por Castilla, y
el incendio de Medina del Campo extendió el foco de la rebelión comunera por
Castilla. Las revueltas antiseñoriales provocaron que la nobleza apoyara al
emperador, y el movimiento fue perdiendo aceptación en las ciudades. Finalmente los
comuneros, al mando de Juan de Padilla, fueron vencidos en la batalla de Villalar
(Valladolid), y la vuelta del rey realizó cambios organizativos en el reino que se
manifiestan sobre todo tras las Cortes de Valladolid de 1523.

Conflictos en Aragón: las Germanías (1519–23)


Artículo principal: Germanías

En los territorios de Levante se produjo el movimiento de las Germanías. Los artesanos


de Valencia poseían el privilegio del reinado de Fernando el Católico para formar
unas milicias en caso de necesidad de lucha contra las flotas berberiscas. En 1519
Carlos V permitió la formación de esas milicias y se pusieron al mando de Joan
Llorenç.

En 1520 cuando se produjo una epidemia de peste en Valencia y los nobles


abandonaron la zona, la milicias se hicieron con el poder y desobedecieron la orden de
Adriano de Utrecht de su inmediata disolución. En pocos días el movimiento llegó a las
islas Baleares en donde duró hasta 1523.

Después de la derrota de los comuneros, el ejército acabó con el conflicto de las


Germanías.

La organización de la Monarquía hispánica: el sistema


polisinodial

Retrato por Tiziano, 1532–1533.


Con el regreso del rey a Castilla en septiembre de 1522, se emprendieron una serie de
reformas para integrar a las élites sociales en el gobierno y administración de la
Monarquía,14 que serían completadas por su hijo el rey Felipe II constituyendo el
sistema polisinodial de Consejos. La estructura del régimen polisinodial de los
Consejos puede hallarse en el Curia Regis que en 1385 se constituyó en el Consejo
Real, o Consejo de Castilla,15 con los cometidos de asesoramiento al rey, tramitación
de asuntos administrativos ordinarios y ejercicio de justicia. Debido al incremento y
diversidad de asuntos a tratar, en tiempos de los Reyes Católicos se había dividido el
Consejo en secciones que se convertirían en Consejos independientes,16 en 1494 se
instituyó el Consejo de Aragón, en 1483 el Consejo de la Inquisición, en 1498 el
Consejo de Órdenes, y en 1509 el Consejo de Cruzada, pero sería Carlos I quien dio el
impulso al sistema de Consejos.17

Una vez sometido el levantamiento armado de los comuneros y asegurado la


supremacía del poder real, el Gran Canciller Gattinara propuso a Carlos I un Consejo
Secreto de Estado que tendría la supremacía sobre los demás Consejos y sería el eje
regulador y supervisor de la política global, en el que él mismo sería el presidente;18
para tal objetivo emprendió en 1522 la racionalización de la administración española
con la reforma de los Consejos existentes y la creación del Consejo de Hacienda en
1523, pero el rey no quiso depender de un solo ministro y tal proyecto de centralizar en
un solo Consejo fue desestimado,19 por lo que la influencia del Gran Canciller, que a
fin de cuentas era un cargo de origen borgoñón,20 se fue eclipsando frente a Francisco
de los Cobos, y en consecuencia se mostró crítico por la planificación administrativa
colegiada y fraccionada21 que fue llevada a cabo en esos años de 1523-1529. En 1524
se constituyó el Consejo de Indias y en 1526, el Consejo de Estado, no como lo había
ideado Gattinara sino como un consejo privado del monarca, de ahí que no tuviera
presidente ni residencia fija en época de Carlos. Los demás consejos se establecieron
en Valladolid, que se convirtió en la capital administrativa hasta 1561.22

Los Consejos estaban compuestos por personas escogidas personalmente por el Rey
(cumpliéndose una serie de reglas no escritas a la hora de escogerlos) que, bajo la
presidencia del mismo Rey o de algún representante suyo (la mayoría de las veces)
discutían sobre algún tema. El Rey siempre tenía la última palabra, pero no es
imposible comprender el poder que acumulaban: primero, porque el Consejo era el
lugar donde el Rey pulsaba las posiciones de diversas facciones nobiliarias,
eclesiásticas o cortesanas. Segundo, porque en épocas en las que el monarca no estaba
capacitado (enfermedad, guerra, etc.), ellos eran los verdaderos gobernantes en su
área de acción. Tercero, porque, en aquella época, el poder legislativo, ejecutivo o
judicial no estaban estrictamente separados, por lo que los Consejos se convirtieron en
una especie de Tribunales de Apelación; cuarto, porque, ciertos Consejos tenían unidas
tareas mundanales y espirituales, por lo que solían tener las llaves del prestigio social
(Consejo de Órdenes, por nombrar el caso más claro), de importantes ingresos
económicos (Consejo de Cruzadas) o de clave política (Consejo de la Inquisición).

En este orden destaca la importante labor de los secretarios. Al margen de la


Cancillería, que desapareció con el fallecimiento de Gattinara en 1530, el rey
despachaba con sus secretarios, que de ordinario ocupaban las secretarías en los
Consejos, puesto que al fin y al cabo, los secretarios eran los encargados de trasladar
al Rey las deliberaciones de los Consejos y de trasladar a los miembros del Consejo las
decisiones y resoluciones del Rey, lo que evitó una parálisis en el gobierno permitiendo
que funcionara el sistema.23 No obstante, su poder iba más allá de esto, pues se
convirtieron en los verdaderos gestores de la voluntad Real: de sus transcripciones
dependía la exactitud con que el monarca percibía las declaraciones de los miembros
de los Consejos, aceleraban o retrasaban la entrega de las deliberaciones al Monarca,
controlaban la correspondencia ordinaria y tomaban las decisiones preparando los
documentos para la firma y traficaban con la información privilegiada que tenían y con
su capacidad de acceso al monarca.24

Su reinado en América
Artículos principales: Conquista de México, Conquista del Perú, Conquista de
Colombia, Conquista de Yucatán y Conquista de El Salvador

Durante su reinado, Hernán Cortés conquistó Nueva España (México), Francisco


Pizarro conquistó el Imperio Incaico formando el Virreinato del Perú y Gonzalo
Jiménez de Quesada conquistó el pueblo de los Chibcha, en la actual Colombia. Juan
Sebastián Elcano dio la primera vuelta al mundo (1522), terminando el viaje que
comenzó Fernando de Magallanes y sentando las primeras bases de la soberanía
española en Filipinas y las Marianas.

Pedro de Mendoza, por su parte, concretó la primera fundación de Buenos Aires en la


margen derecha del Río de la Plata. Poco tiempo después Juan de Salazar y Gonzalo
de Mendoza fundaban Asunción que se convertiría en el centro motor de la conquista
de la cuenca rioplatense y Pedro de Valdivia fundaba Santiago. Todo esto contribuiría
a sentar el primer imperio global de la Historia bajo el reinado de su sucesor, Felipe
II, donde se decía que «no se ponía el sol».

La guerra de Navarra
Artículo principal: Conquista de Navarra

Escudo de Carlos I de España (muralla de Viana) con las armas españolas de la


Monarquía y las de Navarra en lugar preferente
Aprovechando la Guerra de las Comunidades de Castilla con una parcial
desmilitarización del Reino de Navarra se produjo la tercera contraofensiva de los
navarros para recuperar el reino en 1521. En esta ocasión, Enrique II de Navarra con
apoyo del rey francés Francisco I, y con una sublevación casi unánime de los
habitantes de Navarra, que consiguió la recuperación en poco tiempo. Posteriormente
los errores estratégicos del general francés André de Foix y la recomposición rápida
del ejército español llevó a que tras una cruenta Batalla de Noáin fuera controlado de
nuevo por parte de las tropas de Carlos I. Aun así se mantuvieron focos de resistencia
en la zona del Baztán-Bidasoa produciéndose históricos enfrentamientos y asedios
como en el Castillo de Maya, en la batalla del monte Aldabe o en el Asedio de la
fortaleza de Fuenterrabía. Finalmente la vía diplomática, concediendo una amplia
amnistía, y la renuncia de la Baja Navarra, que no llegó a controlar militarmente, llevó
a conseguir el control de la Alta Navarra por el Emperador.

Control sobre la Iglesia


Entre 1508 y 1523 los Papas debieron conceder prerrogativas a los reyes de España o
de la Monarquía Hispánica; pero ya en 1516 se habían concedido privilegios
semejantes al rey de Francia (por el Papa León X) y antes aún al rey de Portugal (por
la bula Dudum cupientes del Papa Julio II, en 1506). Ahora bien, estas prerrogativas
«se extendían solo a obispados y beneficios consistoriales».25

Más tarde, los monarcas lograron el ejercicio de todas o la mayoría de facultades


atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles, convirtiéndose, de hecho y de
derecho, en la máxima autoridad eclesiástica en los territorios bajo su dominio (lo que
se denominaba Patronato regio strictu sensu).

Las disposiciones emanadas del Papa, de la Nunciatura apostólica y de los Concilios


debían obtener el Pase Regio (regium exequator) antes de ser publicados en España y
sus dominios. Si eran perjudiciales para el Estado se aplicaba el derecho de retención
y se impedía su difusión.

Posteriormente Carlos V sumó a lo anterior el cargo de Patriarca de Indias,


obteniendo el control de toda la labor evangelizadora26

Emperador

Elección como Rey de Romanos


Véase también: idea imperial de Carlos V

Tras el fallecimiento de su abuelo el emperador Maximiliano I en enero de 1519,


reunió en su persona los territorios procedentes de la cuádruple herencia de sus
abuelos: habsburguesa (Maximiliano I), borgoñona (María de Borgoña), aragonesa
(Fernando el Católico) y castellana (Isabel la Católica), aunque pocos años después
renunció en su hermano Fernando los territorios de Austria.

Fue elegido Rey de Romanos en octubre de ese año, en competencia con el rey de
Francia Francisco I, lo que supuso un gasto enorme al que hizo frente buscando dinero
en Castilla y en banqueros alemanes, como Jacobo Fugger. Fue Alemania para ser
coronado estando ausente de España hasta 1522. El 23 de octubre de 1520 fue
coronado rey de Romanos en Aquisgrán y tres días después fue reconocido emperador
electo.2

El ideal del Emperador fue el ideal humanista de la Universitas Christiana, la


supremacía de la autoridad imperial sobre todos los reyes de la Cristiandad, y la
defensa de la cristiandad. Esta concepción imperial fue obra de mentes españolas como
Pedro Ruiz de la Mota, Hugo de Moncada o Alfonso de Valdés.27 Frente a estos ideales
universalistas mostraron su desacuerdo el rey francés Francisco I y el Papa. De ahí
que estuviera constantemente en lucha con ambos durante su imperio.

Contra los turcos otomanos

Retrato de Solimán el Magnífico, sultán del Imperio otomano.

En 1516, el príncipe Selim de Argel pidió ayuda al corsario Baba Aruj, más conocido
como Barbarroja, para deshacerse del sometimiento de Castilla. Aruj acudió en
calidad de amigo, pero tras atacar Argel y expulsar a los españoles de la ciudad, mató
a Selim y se autonombró rey.28 El cardenal Cisneros, regente de Castilla hasta la
llegada de Carlos al reino, envió a una tropa de 8.000 hombres al mando de Diego de
Vera para reconquistar la ciudad, pero su falta de instrucción militar provocó que
fueran derrotados.29

En 1517 Aruj se apoderó de Tremecén, ciudad tributaria del gobernador español de


Orán, el marqués de Comares Diego Fernández de Córdoba. Al año siguiente, éste
derrotó y mató al corsario y su hermano Jeireddín se proclamó rey de Argel. Tras
enterarse de la noticia, Carlos decidió reconquistar inmediatamente la ciudad,
enviando a Hugo de Moncada al mando de una expedición formada por 7.500
soldados. El consejo de guerra celebrado el 17 de agosto decidió esperar la ayuda
ofrecida por el rey de Tremecén, pero una fuerte tempestad asoló la flota española siete
días después y Hugo de Moncada se vio obligado a retirarse.30

De esta manera, con la ayuda de los príncipes alemanes protestantes y de buena parte
de la nobleza castellana, Carlos acudió en 1532 en ayuda de su hermano Fernando de
Habsburgo para defender Viena del ataque de Solimán, pero Francisco I de Francia,
quien temía que el emperador derrotara a los turcos y así se centrara en la guerra
contra él, aconsejó al sultán que no atacara al ejército imperial y éste acabó retirando
sin ofrecer apenas batalla.31

Ese mismo año Jeireddín Barbarroja logró expulsar a los españoles del Peñón de Argel
y en 1533 se alió con Solimán, quien le nombró almirante de flota. Al año siguiente el
corsario tomó Túnez y, ante esta situación, Carlos organizó dos operaciones de
diferente fortuna. La primera fue la conocida como la Jornada de Túnez, en 1535, por
la que se le arrebató Túnez a Barbarroja y la segunda, la Jornada de Argel, en 1541,
que fracasó debido al mal tiempo.

Las guerras con Francia


Artículo principal: Guerras italianas (1494-1559)

Sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona
imperial, y al que Carlos exigía la devolución de Borgoña.

• En la primera guerra (1521–1526), Francia, se apoderó del Milanesado y


ayudó a Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512.
Sin embargo el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al
monarca navarro, en la batalla de Pavía. Francisco fue llevado a Madrid en
donde firmó el Tratado de Madrid (1526), por el cual no volvería a ocupar ni el
Milanesado ni apoyaría al rey de Navarra (pacto que renunció meses después
por firmarlo bajo coacción) y entregaría Borgoña a Carlos, además de
renunciar a Flandes e Italia.
• En la segunda guerra (1526–1529) las tropas imperiales asaltaron y saquearon
Roma (Saco de Roma), obligando al papa Clemente VII, aliado de Francisco I
—tras la Liga de Cognac—, a refugiarse en el castillo de Sant´Angelo.
Mediante la Paz de Cambrai, España renunció a Borgoña a cambio de que
Francisco I renunciara a Italia, Flandes y el Artois, además de entregar la
ciudad de Tournay. Coronado por el papa como emperador del Sacro Imperio
Romano (1530), Carlos I continuó sus luchas contra Francia.
• La tercera (1535–1538) se produjo por la invasión francesa del ducado de
Saboya, aliado de España, con la intención de continuar hacia Milán. Acabó
con la firma de la tregua de Niza debido al agotamiento de ambos
contendientes.
• La cuarta (1542–1544) concluyó debido a la reanudación del conflicto con los
protestantes en Alemania. Agotados, los dos monarcas firmaron la Paz de
Crépy, mediante la cual España perdió territorios del norte de Francia —como
Verdún, etc.— y próximos a Flandes; una vez más Francia renunciaba a Italia y
Países Bajos, entrando Milán en la política matrimonial mediante un previsible
enlace hispano-francés.

La aparición del Protestantismo


Carlos V a caballo en Mühlberg por Tiziano.

Como Soberano, después de la imposición de la Corona Imperial por mano del


pontífice (1530), Carlos se sentía obligado a dedicarse completamente a la solución de
los problemas que el luteranismo había creado en Europa y en Alemania en particular,
con el fin de salvaguardar la unidad de la fe cristiana contra el embate de los turcos.
Antes, en 1523 había cedido las islas de Malta y Gozo, así como Trípoli a la Orden de
Malta.

En el mismo año 1530 convocó la Dieta de Augsburgo, en la cual se enfrentaron


luteranos y católicos sobre las llamadas Confesiones de Augsburgo. Carlos confirmó el
Edicto de Worms de 1521, es decir la excomunión para los luteranos, amenazando la
reconstitución de la propiedad eclesiástica. Como respuesta, los luteranos,
representados por las llamadas «órdenes reformadas», actuaron dando vida a la Liga
de Esmalcalda (1531). Tal coalición, dotada de un ejército y de una caja común, fue
llamada también la «liga de los protestantes».

Es claro que los seguidores de la doctrina de Lutero asumieron la denominación


«protestantes» en cuanto ellos, reunidos en «órdenes reformadas», en el curso de la
segunda Dieta de Espira de 1529, protestaron contra la decisión del Emperador de
restablecer el Edicto de Worms: edicto que había sido suspendido en la precedente
Dieta de Espira (1526).

Reconociendo que era necesaria una reforma y para intentar resolver el problema, el
pontífice Pablo III convocó un Concilio ecuménico en la ciudad de Trento, cuyos
trabajos comenzaron oficialmente el 5 de diciembre de 1545. Concilio del que ni el Rey
ni el emperador vieron la conclusión, así como tampoco el papa que lo había
convocado.

Tras la negativa de los protestantes a reconocer el Concilio de Trento, el emperador


comenzó la guerra en el mes de junio de 1546, con un ejército armado por el pontífice,
al mando de Octavio Farnesio, otro austríaco mandado por Fernando de Austria y otro
de los soldados de los Países Bajos al mando del Conde de Buren. También apoyaba al
Emperador, Mauricio de Sajonia que había sido hábilmente apartado de la Liga de
Esmalcalda. Carlos V consiguió una contundente victoria en la batalla de Mühlberg en
el 1547, poco después los príncipes alemanes se retiraron y se subordinaron al
Emperador.

A pesar de su victoria no logró el anhelado deseo de unificar política y socialmente el


luteranismo con el catolicismo, por lo que tan sólo ocho años después, en 1555, se vio
obligado a suscribir la «Paz de Augsburgo» por medio del cual se reconocía el
inalienable derecho de los alemanes de adherirse a la confesión católica o al
luteranismo. Dando fin, aunque sea de manera temporal, al largo conflicto surgido por
la Reforma.

Abdicación y herencia de Carlos V


Después de tantas guerras y conflictos, Carlos V entró en una fase de reflexión: sobre
sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa. La vida
terrenal de Carlos estaba llegando a su conclusión.

«D. Carlos, por la divina providencia emperador semper augusto». Retrato de


Christoph Amberger, 1532.

Los grandes protagonistas que junto con él habían trazado la escena europea en la
primera mitad del siglo XVI habían fallecido: Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I
de Francia en 1547, Martín Lutero en 1546, Erasmo de Rotterdam diez años antes y el
papa Pablo III en 1549.

El balance de su vida y de aquello que había completado no era del todo positivo,
sobre todo en relación con los objetivos que se había fijado. Su sueño de un Imperio
universal bajo los Habsburgo había fracasado; así como su objetivo de reconquistar
Borgoña. Él mismo, aunque autonombrándose el primer y más ferviente defensor de la
Iglesia Romana, no había conseguido impedir el asentamiento de la doctrina luterana.
Sus posesiones de ultramar se habían acrecentado enormemente pero sin que sus
gobernadores hubiesen podido implantar estructuras administrativas estables. Pero
tenía consolidado el dominio español sobre Italia, que se aseguraría después de su
muerte con la Paz de Cateau-Cambrésis en 1559 y duraría ciento cincuenta años.

Carlos V comenzaba a tener conciencia de que Europa se encaminaba a ser gobernada


por nuevos príncipes, los cuales, en nombre del mantenimiento de los propios Estados,
no intentaban mínimamente alterar el equilibrio político-religioso al interior de cada
uno de ellos. Su concepción del Imperio había pasado y se consolidaba España como
potencia hegemónica.

En las abdicaciones de Bruselas (1555–1556), Carlos I deja el gobierno imperial a su


hermano, el rey de romanos Fernando (aunque los electores no aceptaron su renuncia
formalmente hasta el 24 de febrero de 15583 4 ) y la de España y las Indias a su hijo
Felipe. Regresó a España en una travesía en barco desde Flandes hasta Laredo, con el
propósito de curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían
hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de
La Vera. Tardó 1 mes y 3 semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se
hospedó gracias a la hospitalidad de los Condes de Oropesa que cedieron su castillo en
dicha villa al Rey Carlos I. Allí esperó desde noviembre de 1556 hasta el día 3 de
febrero de 1557, a la espera de que finalizaran las obras de la casa palacio que mandó
construir junto al Monasterio de Yuste. En este plácido lugar permaneció un año y
medio en retiro, alejado de las ciudades y de la vida política, y acompañado por la
orden de los Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos
días. Finalmente, un 21 de septiembre de 1558 falleció de paludismo tras un mes de
agonía y fiebres, causado por la picadura de un mosquito proveniente de las aguas
estancadas de uno de los estanques construidos por el experto en relojes e ingeniero
hidrográfico Torriani.

En su testamento reconoció a Juan de Austria como hijo suyo nacido de la relación


extramatrimonial que tuvo con Bárbara Blomberg en 1545. Lo conoció por primera vez
en una de las habitaciones de la casa palacio del Monasterio de Yuste.

Semblanza del César


El embajador veneciano Gaspar Contarini hacía la siguiente descripción del
Emperador a los 25 años de edad:

Es de estatura mediana, mas no muy grande, ni pequeño, blanco, de color más bien
pálido que rubicundo; del cuerpo, bien proporcionado, bellísima pierna, buen brazo, la
nariz un poco aguileña, pero poco; los ojos ávidos, el aspecto grave, pero no cruel ni
severo; ni en él otra parte del cuerpo se puede inculpar, excepto el mentón y también
toda su faz interior, la cual es tan ancha y tan larga, que no parece natural de aquel
cuerpo; pero parece postiza, donde ocurre que no puede, cerrando la boca, unir los
dientes inferiores con los superiores; pero los separa un espacio del grosor de un
diente, donde en el hablar, máxime en el acabar de la cláusula, balbucea alguna
palabra, la cual por eso no se entiende muy bien.

Familia

Ancestros
Ancestros de Carlos I de EspañaDesplegar

16. Ernesto I de Austria

8. Federico III de Habsburgo

17. Cimburgia de Masovia

4. Maximiliano I de Habsburgo

18. Eduardo I de Portugal

9. Leonor de Avis

19. Leonor de Aragón

2. Felipe I de Castilla

20. Felipe III de Borgoña

10. Carlos el Temerario

21. Isabel de Avís y Lancáster

5. Maria de Borgoña
22. Carlos I de Borbón

11. Isabel de Borbón

23. Inés de Borgoña

1. Carlos I de
España

24. Fernando I de Aragón

12. Juan II de Aragón

25. Leonor de Castilla

6. Fernando II de Aragón

26. Fadrique Enríquez

13. Juana Enríquez

27. Mariana Fernández de


Córdoba y Ayala

3. Juana I de Castilla
28. Enrique III de Castilla

14. Juan II de Castilla

29. Catalina de Lancáster

7. Isabel I de Castilla

30. Juan de Portugal

15. Isabel de Portugal

31. Isabel de Barcelos

Matrimonio e hijos
El 11 de marzo de 1526 Carlos I se casó en Sevilla con su prima Isabel de Portugal,
hermana de Juan III de Portugal (quien en 1525 se había casado con la hermana de
Carlos I, Catalina de Austria). Con ella tuvo los siguientes hijos:

•Felipe II de España (21 de mayo de 1527 – 13 de septiembre de 1598).


• María de Habsburgo (21 de junio de 1528 – 26 de febrero de 1603), quien en
1548 se casó con su primo hermano, el que sería más adelante el emperador
Maximiliano II, con el que tendría quince hijos.
• Fernando (1530).
• Juana de Austria (26 de junio de 1537 – 7 de septiembre de 1573), quien en
1552 se casó con Juan Manuel de Portugal, príncipe de Portugal.
• Juan (20 de abril de 1539 – 20 de abril de 1539).

Hijos extramatrimoniales
•Isabel de Castilla (¿1518?), cuya madre parece haber sido la reina viuda
Germana de Foix.
• Margarita de Austria o Margarita de Parma (28 de diciembre de 1522 – 18 de
enero de 1586), cuya madre fue Juana Van der Gheest.
• Juana de Austria (1522 – 1530), cuya madre fue una dama de Nassau, al
parecer de noble cuna.
• Tadea de Austria (¿1523? – ca. 1562), cuya madre fue Orsolina della Penna.32
Se casó con un tal Sinidaldo di Copeschi.
• Don Juan de Austria (24 de febrero de 1547 – 1 de octubre de 1578), cuya
madre fue Bárbara Blomberg.

Filmografía

Año Película Director Actor


2003 Lutero Eric Till Torben Liebrecht
2007 Los Tudor James Flynn Sebastián Armesto

Predecesor:
Príncipe de Asturias Sucesor:
Juana de Trastámara y
1506-1516 Felipe de Austria y Avís
Trastámara
Duque titular de Borgoña
Conde Palatino de Borgoña
Conde de Charolais
Señor de Salins
33
Duque de Brabante y
Lotaringia, Limburgo,
Predecesor: Sucesor:
Luxemburgo y Güeldres.
Felipe IV34 Felipe V34
Conde de Artois, Flandes,
Hainaut, Holanda, Namur y
Zelanda.
Señor de Malinas
Margrave del Sacro Imperio
Romano
1506-155533
Predecesor: Rey de Castilla, León y Navarra
Juana I 15161 -1556 Sucesor:
(Fernando II de Aragón (Junto a su madre Juana I: 1516- Felipe II
Gobernador del Reino) 1555)
Predecesor: Rey de Aragón, Valencia, Sucesor:
Fernando II Mallorca, Nápoles, Sicilia y Felipe I
Cerdeña
Conde de Barcelona
15161 -1556
(Junto a su madre Juana I: 1516-
1555)
Rey de Nápoles
Predecesor: 15161 -1554 Sucesor:
Fernando III (Junto a su madre Juana I: 1516- Felipe I
1555)
Archiduque de Austria
Duque de Estiria, Carniola y
Carintia
Landgrave de Alsacia
Príncipe de Suabia
Predecesor: Sucesor:
Conde del Tirol, Habsburgo,
Maximiliano I Fernando I
Gorizia, Ferrete y Kyburgo
Margrave de Burgau
Señor de la Marca Eslovena y
Pordenone
1519-1521
Predecesor: Rey de Romanos Sucesor:
Maximiliano I 1519-1520 Fernando I

Predecesor: Sucesor:
Maximiliano I Emperador del Sacro Imperio Fernando I
Romano Germánico
1520-1558
Predecesor:
Jorge el Barbudo de
Señor de Frisia Sucesor:
Sajonia-Meissen
1515/152435 -155533 Felipe V34
Guerra friso-holandesa:
Pier Gerlofs Donia
Predecesor: Señor de las ciudades, pueblos y
Sucesor:
Obispo Enrique II de tierras de Utrech y Overijssel
Felipe V34
Baviera36 1528-155533
Predecesor: Señor de Groninga (con Drente) Sucesor:
Carlos de Egmont 1536-155533 Felipe V34
Duque de Güeldres y Conde de
Predecesor: Sucesor:
Zutphen
Guillermo de Clèves Felipe V34
1543-155533

Referencias

1. ↑ a b c d e f g Autoproclamado (14 de marzo de 1516) y, posteriormente jurado


(junto con su madre) en las Cortes de Castilla (9 de febrero de 1518), y en las
distintas Cortes de Aragón: Aragón (29 de julio de 1518), Cataluña (16 de abril
de 1519) y Valencia (16 de mayo de 1528)
a b
2. ↑ [1] Kutz, Jens Peter, Karl V. (1500-1558) - Kaiserwahl und Kaiseridee,
Universität Hannover
a b
3. ↑ Setton, Kenneth M. Editor (1984), The Papacy and the Levant (1204-1571),
ed.DIANE Publishing, pág.716
a b
4. ↑ Dyer, Thomas Henry (1861), The history of modern Europe from the fall of
Constantinople: in 1453, to the war in the Crimea, in 1857, volumen 2, ed.J.
Murray, págs.114-115
5. ↑ Scheuber, Yolanda (2007). «Carlos, el futuro emperador». Juana la reina,
loca de amor. Ediciones Nowtilus. ISBN 84-976-3387-1.
6. ↑ a b c Vaca de Osma, José Antonio (1998). «Años de infancia y formación».
Carlos I y Felipe II, frente a frente. Ediciones Rialp. ISBN 84-321-3211-7.
7. ↑ Erlanger, Philippe (2000). «El príncipe de antepasados múltiples». Carlos V.
Ediciones Palabra. ISBN 84-823-9397-1.
8. ↑ Erlanger, Philippe (2000). «Juana la Loca». Carlos V. Ediciones Palabra.
ISBN 84-823-9397-1.
a b
9. ↑ García Herranz, Rafael. «Infancia y juventud de Carlos I». Consultado el
30 de diciembre de 2008.
10. ↑ Erlanger, Philippe (2000). «Los tutores». Carlos V. Ediciones Palabra. ISBN
84-823-9397-1.
11. ↑ Extracto del juramento que los procuradores a Cortes tomaron al emperador
Carlos V, en la Colección de documentos inéditos para la historia de España,
vol. II, págs. 334–337.
12. ↑ Libro quarto de la Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de
su reino
13. ↑ Cartas de Carlos I en www.cervantesvirtual.com
14. ↑ Floristán Samanes, Alfredo (2005), Historia moderna universal, edición 3,
editorial Ariel, pág.150
15. ↑ Alvar Ezquerra, Jaime (2001), Diccionario de historia de España, Ediciones
AKAL, págs.196-201
16. ↑ pág.142
17. ↑ Serrano Mota, María de la Almudena-García Ruipérez, Mariano (1999), El
patrimonio documental: fuentes documentales y archivos, Universidad de
Castilla La Mancha, pág.26
18. ↑ Rivero Rodríguez, Manuel (2005), Gattinara: Carlos V y el sueño del imperio,
Silex Ediciones, pág.97
19. ↑ Ibíd, pág.98
20. ↑ Edwards, John y Lynch, John (2005), Edad Moderna: Auge del Imperio,
1474-1598, Editorial Critica, pág.359
21. ↑ Rivero Rodríguez, Manuel (2005), Gattinara: Carlos V y el sueño del imperio,
Silex Ediciones, pág.206
22. ↑ [http://books.google.es/books?id=K7XGsc9ML-
QC&lpg=PA57&dq=&pg=PA57#v=onepage&q=&f=false Serrano Mota,
María de la Almudena y García Ruipérez, Mariano (1999), El patrimonio
documental: fuentes documentales y archivos, Univ de Castilla La Mancha,
pág.57
23. ↑ Edwards, John y Lynch, John (2005), Edad Moderna: Auge del Imperio,
1474-1598, Editorial Critica, pág.357
24. ↑ Idíd, pág.360
25. ↑ Q. Aldea (1947:1972).
26. ↑ La Iglesia de Indias (Artehistoria)
27. ↑ Martínez Gil, Fernando (2002), En torno a las comunidades de Castilla: actas
del Congreso Internacional Poder, Conflicto y Revuelta en la España de Carlos
I, Toledo, 16 al 20 de octubre de 2000, Universidad de Castilla La Mancha,
pág.542
28. ↑ Martínez López, Manuel (2006). «1516. Arouj Barbarroja: se constituye en
Argel el "Reino de los piratas"». Piratas y corsarios en las costas de Alicante.
Editorial Club Universitario. ISBN 84-845-4505-7.
29. ↑ «Primera expedición contra Argel (1516)». Consultado el 24 de diciembre de
2008.
30. ↑ «Segunda expedición contra Argel (1518)». Consultado el 24 de diciembre de
2008.
31. ↑ Fernández Álvarez, Manuel (2001). «El peligro turco. Solimán el Magnífico».
El imperio de Carlos V. Real Academia de la Historia. ISBN 84-895-1240-5.
32. ↑ Documentos inéditos para la historia de España, vol. LXXXVIII, págs. 515–
521.
a b c d e f
33. ↑ Con la Pragmática Sanción de 1549 los territorios de las 17
provincias de los Países Bajos y el Condado de Borgoña constituyeron una
unión política indivisible bajo el mismo soberano.[2]
34. ↑ a b c d e f El ordinal corresponde al ducado de Borgoña, cuyo titular era el
Gran Maestre y jefe soberano de la Orden del Toisón de oro, y de esta manera
era el título de mayor prestigio entre todos los territorios del ducado de
Borgoña en el siglo XV. No obstante el territorio propio del ducado había sido
incorporado a Francia en 1477.
35. ↑ En 1515, Carlos compró los derechos sobre Frisia al duque Jorge el Barbudo
de Sajonia-Meissen, y nombró estatúder a Floris de Egmont. Se inició una
guerra y Carlos fue aceptado Señor de Frisia en 1524.
36. ↑ Los territorios del obispado fueron cedidos por los tratados de Schoonhoven y
Gorinchem: Holland under Habsburg Rule, 1506–1566, James D. Tracy

Bibliografía
• Fernández Álvarez, Manuel (2003). Carlos V, el César y el Hombre. Espasa
Calpe. ISBN 84-239-9752-9.
• Belenguer, Ernest (1995). El Imperio Hispánico 1479–1665. Grijalbo
Mondadori. ISBN 84-253-2861-6.
• De Francisco Olmos, José María. Estudio documental de la moneda castellana
de Carlos I fabricada en los Países Bajos (1517). Universidad Complutense de
Madrid.
• De Casanova Todolí, Ubaldo. Las primeras Cortes Catalanas de Carlos I
(Barcelona 1519–1520). Universitat de les Illes Balears.
• Solano Camón, Enrique. Aragón en la administración de guerra de la
monarquía hispánica durante el siglo XVI. Universidad de Alicante.
• De Foronda y Aguilera, Manuel. Estancias y viajes del emperador Carlos V.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
• De Viciana, Martín. Libro quarto de la Cronica de la inclita y coronada ciudad
de Valencia y de su reino. Universidad de Valencia.
• (en inglés) Charles V of the Holy Roman Empire en la Classic Encyclopedia,
basada en la Encyclopædia Britannica (edición de 1911).
• María-José Redondo Cantera, Miguel-Ángel Zalama Rodríguez, Carlos V y las
artes. Promoción artística y familia imperial, Valladolid, 2000, ISBN 978-84-
8448-015-0, Publicaciones de la Universidad de Valladolid.
• John Lynch Carlos V y su tiempo. Editorial Crítica 2000 ISBN 84-8432-065-0.

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