PROYECTO DE LEY

Artículo 1º.- Institúyese el Día del Civismo el 27 de febrero de cada año.

Artículo 2º.- Con motivo de la conmemoración de este día, el Poder Ejecutivo

coordinará diversas actividades a desarrollarse en la Ciudad de Buenos Aires a los fines
de concientizar a la sociedad en general sobre la importancia de fomentar conductas de
convivencia que tiendan a una construcción ciudadana colectiva e integradora, alentando
la participación cívica y disfrutando de los bienes públicos.

Artículo 3º.- Comuníquese.

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 FUNDAMENTOS

Sr. Vicepresidente 1ro,

Las fechas cívicas suelen revestir gran importancia en la vida de una sociedad, ya
que son recuerdos de momentos que han tenido un gran impacto y conservan un
significado profundo en su historia. Recordar fechas suele relacionarse con la
construcción de la identidad de una sociedad y con la búsqueda de modelos de conductas
que se quieren adoptar.

El concepto civismo hace referencia a las pautas mínimas de comportamiento

que nos permiten convivir en sociedad. Se basa en el respeto hacia el otro humano (las
personas) y no humano (la naturaleza, los objetos públicos).

El Día del Civismo es una efeméride que se celebra todos los 27 de Febrero en
conmemoración a la primera vez que se enarboló la bandera argentina. Este hecho se
produjo el 27 de Febrero de 1812 a orillas del Río Paraná, en Rosario, Provincia de
Santa Fe, por orden del General Manuel Belgrano al mando del Ejército del Norte. Los
colores elegidos para este emblema nacional fueron los que ya presentaba la escarapela,
y con este hecho se sustituyen definitivamente los colores que utilizaba el Ejército hasta
ese momento, por los colores patrios.

En la Ciudad de Buenos Aires, la bandera nacional fue izada por primera vez el
23 de Agosto de 1812 en la Iglesia San Nicolás de Bari, emplazada en ese momento en
el sitio donde hoy se erige el Obelisco.

En 1816, a días de declararse nuestra independencia, el Congreso de Tucumán

oficializa esta bandera por decreto, adoptándola como símbolo patrio.

La celebración del Día del Civismo, el cual conmemora al primer izamiento de

nuestra Bandera Nacional, contribuye a fomentar el espíritu patriótico y acercar a la
sociedad a los valores intrínsecos que permitan a los ciudadanos la construcción de la
identidad social basada en el respeto hacia nuestra patria y sus habitantes.

El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de la Secretaría

de Inclusión y Derechos Humanos, celebra desde 2010 el Día de Civismo, con acciones
tendientes a fomentar un cambio cultural en los vecinos y visitantes de la Ciudad de
Buenos Aires, en pos de la toma de conciencia de los ciudadanos para promover una
participación responsable, respetuosa, equitativa, justa, inclusiva y solidaria, en un
ambiente sano, que permita un desarrollo armonioso y pleno, de individuos y
comunidades. En 2010 y 2011, las actividades se centraron en impulsar la lectura de la
Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, con la
distribución de ejemplares en distintos puntos de la ciudad y la participación de
funcionarios y organizaciones de la sociedad civil.

La celebración del Día del Civismo es una herramienta más para la construcción
de ciudadanía como condición política y social que confiere derechos, obligaciones,
responsabilidades y virtudes. La formación del ciudadano es una de las metas más
importantes y prioritarias de las agendas político-educativas contemporáneas. Tanto en
democracias incipientes como en democracias consolidadas, la construcción de una
ciudadanía crítica y participativa es una de las clave para zanjar la diversidad de
conflictos emergentes y la distancia, cada vez mayor, entre los intereses generales de la

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ciudadanía y los intereses sectoriales, propias de la complejidad que suponen las
sociedades modernas.

La calidad de nuestra democracia y nuestras instituciones, y las condiciones de

gobernabilidad y legitimidad, dependen de la formación de ciudadanos racionales y
responsables.

Finalmente, es preciso que el Estado promueva y se den a conocer conductas

tendientes a mejorar la convivencia entre los vecinos y visitantes y que, a su vez, inste a
coordinar estrategias de acción entre diferentes actores públicos y privados a los fines de
trabajar en una ciudad más respetuosa, equitativa, justa, inclusiva y solidaria, en un
ambiente sano, que permita un desarrollo armonioso y pleno, de individuos y
comunidades.

Por lo anteriormente expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto de

ley.

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