Actualización del Acuerdo de Hermanamiento

entre las ciudades de Loja del Ecuador y Loja

de Granada (España) como parte de una
estrategia de gestión internacional y como una
alternativa para contribuir al desarrollo del sur
del Ecuador
Documento de trabajo

Actualización del Acuerdo de Hermanamiento entre

las ciudades de Loja del Ecuador y Loja de Granada
(España) como parte de una estrategia de gestión
internacional y como una alternativa para contribuir
al desarrollo del sur del Ecuador

Antecedentes

En 1986, con motivo de la celebración del Quinto Centenario de la conquista

de Loja de Granada por los Reyes Católicos, el Alcalde de esa ciudad, don
Manuel Martín, propone al Ayuntamiento lojeño la suscripción de un
Acuerdo de Hermanamiento entre las ciudades de Loja de Granada (España)
y Loja del Ecuador, en el marco de las actividades programadas para
celebrar esa fecha. La propuesta es aceptada por la Cámara lojeña y en
consecuencia se cursan sendas invitaciones al Alcalde lojano doctor Bolívar
Guerrero, al Rector de la Universidad Nacional de Loja ingeniero Guillermo
Falconí, y a otros dignatarios de esta localidad para que asistan a las
celebraciones, en las que la firma de un Acuerdo de esta naturaleza
constituye un evento especialmente destacado.

Con las solemnidades de rigor se suscribe en España un Acuerdo de

Hermanamiento entre ambas ciudades, declarando, entre otros objetivos, la
voluntad de buscar y establecer diversas formas de colaboración
institucional, científica, técnica, cultural y económica orientadas todas ellas
a promover el conocimiento mutuo y el desarrollo de sus respectivas
poblaciones.

Entre los compromisos asumidos se incluye uno: la devolución de la visita

por el Alcalde Manuel Martín a su homólogo Bolívar Guerrero para ratificar
dicho Acuerdo en la ciudad de Loja del Ecuador y, con la presencia de una
importante comitiva integrada por funcionarios, profesionales de diversas
áreas, empresarios, entre otros ciudadanos lojeños, “aterrizar” dicho
Acuerdo en base a proyectos de cooperación ajustados a las posibilidades y
necesidades de las dos comunidades.

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Esta visita, programada para 1988, nunca llegó a concretarse debido a que
procesos electorales coincidentes en las dos localidades llevaron a la
designación de nuevos Alcaldes y a la interrupción del proceso de
hermanamiento efectivo. En el caso de Loja del Ecuador, debido quizá a la
visión predominante en esa época previa a la globalización, se hizo muy
poca o ninguna promoción del Acuerdo y no hay constancia de que las
nuevas autoridades municipales conocieran o se interesaran por concretar y
desarrollar el Acuerdo de Hermanamiento.

Justificación

Como todos sabemos, en la década de los 80 las prioridades institucionales

de los municipios en nuestro país estaban centradas en la solución de
problemas tan locales como la provisión de servicios básicos, el desarrollo
urbano, la ampliación de la infraestructura institucional y pública, además
de las contingencias políticas comarcanas, contando para ello con los
siempre limitados recursos del presupuesto nacional y alguna esporádica y
condicionada contribución financiera extraordinaria. En el caso de Loja, la
posterior administración municipal se concentró en la construcción del
nuevo mercado central, la ampliación y pavimentación de algunas calles y
avenidas, la formulación del plan maestro de agua potable y alcantarillado,
la ampliación y embellecimiento del Parque de Jipiro y, en su fase final, el
inicio de la construcción del la estación terminal terrestre.

Aunque la implantación del neoliberalismo en el Ecuador avanzaba

acelerada e inexorablemente al impulso de las oligarquías de Quito y
Guayaquil, la globalización irrumpió de la mano del Fondo Monetario
Internacional y de las empresas transnacionales −gracias entre otros
factores a las nuevas tecnologías− apenas en la última década del siglo
pasado y, en Loja, periférica y subdesarrollada, pasó como un hecho remoto
y ajeno.

La tensión fronteriza entre el Ecuador y el Perú, que desembocó en la

guerra no declarada del Cenepa en 1995 y la suscripción de los Acuerdos de
Paz en 1988, la sucesiva caída de varios gobiernos constitucionales
acusados de corrupción, al igual que la conspiración de connotados agentes
financieros que se forjó en el recinto parlamentario en 1994 para
desembocar en el colapso bancario del 2000, fueron algunos de los hechos
que, además del fútbol y la fanfarria politiquera, acapararon la atención de
los ecuatorianos, en tanto que la débil estructura productiva, agobiada por
problemas estructurales y coyunturales adversos, arribó al nuevo escenario
con declarada incapacidad y estrechez de miras. La realidad social del país
acusa el impacto devastador de la crisis con una ampliación profunda de la
brecha entre pobres y ricos, correspondiéndole a Loja la misma o peor
suerte que al resto de provincias fronterizas y periféricas del Ecuador.

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Los tibios procesos de descentralización amparados por la Constitución
Política de 1998, nacen enfermos por causa de su carácter demagógico y
discrecional, así como por la táctica gubernamental de transferir facultades
pero no recursos del deficitario y centralizado presupuesto estatal. La
doctrina de la dolarización propugna la obtención de divisas mediante el
incremento de las exportaciones, tradicionales y no tradicionales, bajo la
premisa de una competitividad en abstracto que para los sectores
productivos principales de la provincia de Loja, así como de la región sur del
Ecuador, mayoritariamente orientados a la obtención de productos
primarios para el mercado interno, constituye un sarcasmo particularmente
cruel. Los Acuerdos de Paz proclaman la búsqueda de recursos externos
para promover el desarrollo económico y social de la región fronteriza
binacional, pero en la realidad su precaria implementación se encuentra
amenazada por la politización y la indiferencia interna y externa, que a la
luz de acontecimientos recientes podría reproducir el mismo fracaso de la
Subcomisión Ecuatoriana PREDESUR (1970), nacida en otro contexto
histórico parecido: el acuerdo binacional para el desarrollo de las cuencas
de los ríos Catamayo – Chira y Puyango – Tumbes.

Algunas fortalezas evidentes en la región, como los abundantes recursos

minerales metálicos (Zamora Chinchipe y la parte alta de El Oro) y no
metálicos (Loja), la aptitud del suelo para implementar una industria
forestal en gran escala, la vocación climática y del suelo en varios pisos
ecológicos de estas provincias para el cultivo de café de montaña de alta
calidad, la amplísima variedad escénica y ecológica en el mismo territorio,
que, conjuntamente con la riqueza cultural y humana, constituyen
ingredientes de privilegio para implementar una industria turística
diversificada con énfasis en el turismo rural (al que nos referiremos más
adelante), así como las ventajas inherentes a la existencia de dos
prestigiosas universidades y numerosos establecimientos educativos de
calidad, deberían ser referentes obligados en un plan de desarrollo
provincial y regional que desde hace décadas bosteza en los espacios
burocráticos institucionales y en los discursos de ocasión.

La trágica realidad es que el mapa de recursos minerales de la región se

distribuye y festina en Quito al libre albedrío de las empresas
transnacionales y de los especuladores de concesiones, cuando no se
explotan, como ocurre con los enormes yacimientos de minerales no
metálicos de Loja, para producir manufacturas, empleo y valor agregado en
Guayaquil, Cuenca y otras ciudades “desarrolladas” del Ecuador, sin
generar, en la más estrecha de las expectativas, al menos tributos
provinciales o municipales.

Los productores de café, cuya disminución es dramática por la dependencia

de un cultivo casi espontáneo, la falta de asistencia financiera y técnica, y
una comercialización anclada en la especulación de los grandes

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acaparadores del país e incluso de Colombia, no cuentan con alternativas
para industrializar su producto y obtener mejores opciones en el
demandante mercado internacional, salvándose de esta calamidad unos
cuantos microempresarios que obtienen beneficios y crean empleo mediante
la producción y exportación nacional e internacional de café molido.
Respecto de la posibilidad de contar con programas gubernamentales o de
las administraciones locales para mejorar los cultivos y los procesos de
secado e industrialización, de obtener recursos financieros o menos aun
subsidios para recuperar el sector, o una acción sostenida para crear una
marca o una denominación de origen conforme a las exigencias básicas de
los mercados internacionales, no hay el menor indicio de que esto haga
parte de ninguna agenda pública o privada.

Pese a las múltiples ventajas, apenas esbozadas, que tienen Loja y la región
sur del país, la triste realidad es que más allá de la ciudad de Loja, del valle
de Catamayo y de una Vilcabamba invadida por especuladores foráneos, el
resto de cantones y ciudades carecen de una mínima infraestructura de
acogimiento y otros servicios turísticos de calidad, por lo que se aplaza, o se
pierde, una fuente bien reputada de generación de riqueza y empleo. El
propio Ministerio de Turismo reconoce su ignorancia respecto al turismo
rural como herramienta sostenible de desarrollo horizontal en el país. Salvo
algunas comunidades indígenas y rurales que participan en programas de
asistencia de la cooperación europea, el sector público y privado patentiza
su desconocimiento del tema, por lo que todos los esfuerzos se concentran
en la “promoción” turística tradicional de algunas regiones sobre explotadas
del país, enriqueciendo a contadas agencias de marketing a más de
favorecer a un selecto grupo de empresarios turísticos con más o menos
cultura empresarial, mucho capital y ventajosos nexos políticos.

El turismo rural, en esencia, responde a las características de un mundo

altamente urbanizado, que genera una demanda masiva de escenarios
rurales simples y confortables. Esto no compite con otros filones de aptitud
turística como el turismo de naturaleza, de aventura, cultural,
gastronómico, arqueológico, etc. Lo subsume y lo complementa. Lo
socialmente útil de esta alternativa es que sin negar espacio a la gran
industria, que puede construir hoteles de muchas estrellas en el entorno
rural, permite que previa la organización, capacitación y apoyo a la
promoción basada en las nuevas tecnologías, especialmente en el Internet,
cualquier habitante del sector rural pueda convertirse en un micro
empresario turístico, compartiendo la recepción de turistas nacionales y
extranjeros en ambientes simples dotados de infraestructura sanitaria
básica, sin abandonar sus actividades productivas tradicionales. Esta no es
una idea iluminada. Es la realidad de muchos países europeos que han
logrado avances espectaculares en su implementación, precisamente en
regiones de menor desarrollo relativo.

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Las posibilidades de implementar ejes productivos no tradicionales en la
región, como la producción forestal, han sido confirmadas por los estudios
para la caracterización de los suelos de la cuenca Catamayo – Chira,
recientemente presentados por el Plan Binacional. En ellos se confirma lo
que numerosos estudios institucionales y académicos realizados desde hace
décadas habían anticipado: que la mayoría de los suelos de la provincia de
Loja son de aptitud forestal. Solo es necesario echar un rápido vistazo a
otros países del subcontinente, como Chile, para apreciar la importancia
económica y social que tiene la producción forestal y su aprovechamiento
racional en la generación de riqueza y su redistribución, con más de un
centenar de actividades productivas directas o indirectas. Sobra decir que
una de las demandas más estables y en crecimiento del mercado mundial
está relacionada con la industria forestal y su diversificación.

A todo esto, pretendemos exponer una breve sinopsis del proceso

experimentado por nuestra ciudad homónima: Loja de Granada, con la que
hemos guardado una distancia absoluta a través de más de cuatro siglos de
historia paralela.

Cabe enfatizar que ningún registro histórico, tanto en una como en otra
ciudad, alude ni siquiera fugazmente a alguna relación entre las dos. Desde
que se fundara en 1546 por un lojeño, el capitán Alonso de Mercadillo,
probablemente acompañado por un importante grupo de lojeños emigrantes
que nos legaron muchas de sus costumbres y el común roscón, rosco o
rosca de viento exclusivo de esa localidad española, ninguna crónica o
relato habla de que se hubieran producido, peor mantenido vínculos entre
los fundadores y sus parientes españoles. Las dificultades en las
comunicaciones, el enorme aislamiento natural de Loja, las posibles
filiaciones hebreas −y por tanto perseguidas por la Santa Inquisición de
Torquemada y la obediente y oportunista Isabel la Católica− de la población
colonizadora, el encanto de las nuevas y pródigas tierras, la fiebre del oro
de Nambija y Cangaza, en fin, muchas razones válidas explicarían este
desarraigo absoluto de los lojeños que nos legaron su impronta genética y
cultural.

Pero las Lojas de España y Ecuador comparten sin saberlo una común
historia de momentos de esplendor y largos períodos de abatimiento. Loja
de Granada tuvo una brillante posición en la época musulmana de
Andalucía, como fortaleza avanzada del reino nazarí para proteger los
enclaves esenciales de Córdoba y Granada en la cuenca baja del este. Pero
tras su conquista por los Reyes Católicos en 1486, que implicó la
destrucción masiva de sus impresionantes monumentos militares (a
excepción de la Alcazaba que se yergue en la roca que da origen al nombre
de la ciudad: loza, piedra y, posteriormente Loxa y Loja), esta ciudad cae
en una serie de períodos de importancia política y de ostracismo. Varios
personajes, como el General Narváez −que ha sido el español que en más

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oportunidades ha sido Primer Ministro de este país−, nacieron en esta
ciudad. Pero el siglo XX encontró a Loja de Granada sumida en un cuadro
muy visible de pobreza y subdesarrollo. Para los lojanos que por curiosidad
visitaron esta ciudad hasta la década de los 80, Loja era un pueblito
minúsculo y deprimido, cuya única actividad visible, además de los
inmensos cultivos de olivares y los abundantes ríos y riachuelos que le
dieron el apelativo de ciudad de las aguas, era la venta de roscones y café a
los viajeros que pasaban por su margen, camioneros y turistas de destinos
famosos como las ya mentadas Córdoba, Granada, o bien Málaga y Sevilla.

Pero varios factores transformaron esta realidad de forma radical. La

incorporación de España a la Comunidad Europea y las políticas de la UE
para fomentar un nivel compartido de desarrollo en los países del
Mediterráneo, además de la estabilidad política generada por un gobierno
socialista de la comunidad andaluza y de la mayoría de sus ayuntamientos
que se sostiene por cerca de dos décadas, han hecho de Andalucía una de
las comunidades españolas más prósperas y desarrolladas y de Loja de
Granada un ayuntamiento modélico con grandes avances económicos,
políticos y sociales. A pesar de su pequeño territorio en comparación con el
área de nuestra provincia y una población no mayor a los 25.000
habitantes, Loja se ha transformado en una región perteneciente a la
provincia de Granada que ostenta un alto nivel de desarrollo y bienestar,
con empresas medianas y grandes que extienden sus actividades por toda
Andalucía, varios polos de desarrollo industrial y valiosas experiencias en
turismo rural, producción agroindustrial, municipalismo, descentralización,
etc. Por eso no es accidental que su Alcalde Don Miguel Castellano Gámez
ostente la Presidencia de la Asociación de Ayuntamientos Rurales de
Andalucía y de otras entidades de similar importancia de la Autonomía
andaluza.

A la luz de estos hechos, el interés demostrado por lo lojeños en honrar y

concretar el episódico acuerdo de hermanamiento de 1986, la visión
propositiva y solidaria de sus gobernantes y en particular de su Alcalde,
representan una oportunidad extraordinaria y un desafío para el Ilustre
Municipio de Loja.

No puede dejar de dibujarse a mano alzada un escenario próximo,

inmediato, para Loja del Ecuador, cantón y provincia, e incluso para la
región sur del Ecuador a partir de la apertura de unas relaciones fraternas
de cooperación entre las ciudades hermanas. La disponibilidad de una
puerta “propia” de comunicación e intercambio comercial, cultural e incluso
tecnológico con España y la Unión Europea, la posibilidad de intercambiar
conocimientos y recursos profesionales en una escala abierta, representa
una oportunidad de ruptura revolucionaria de las actuales condiciones
adversas que hemos comentado someramente. Solo la oportunidad de
industrializar y colocar el café lojano, orense y chinchipense en una región

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que cuenta con empresas especializadas en la distribución de esta bebida
en toda Andalucía, nos permite ver que los beneficios no alcanzarían
únicamente al cantón Loja, es más, nos obligan a pensar en clave provincial
y regional. Loja de Granada (España) ha logrado espectaculares avances en
la acuacultura de altura, que es un renglón destacado de su economía, así
como en el cultivo del olivo y el proceso agroindustrial de sus derivados 1.
Por eso la actualización del hermanamiento, con toda la relevancia legal y
simbólica que representa, debería estar aparejado de la participación del
Honorable Consejo Provincial, de la Asociación de Municipios de la Provincia
de Loja y otras instituciones y sectores económicos y sociales,
correspondiéndole al Ilustre Municipio de Loja la función promotora,
representativa, coordinadora, de liderazgo y acompañamiento para
construir un proceso participativo y solidario de largo aliento, superando
esa suerte de “centralismo” provincial con respecto a los demás cantones
que ha creado barreras y distancias, muchas de ellas justificadas.

No desarrollaremos, por no abundar, el análisis de las posibles ventajas

financieras públicas y privadas sobrevivientes de una oportuna y eficaz
iniciativa del señor Alcalde y el Consejo Cantonal de Loja para analizar y, de
juzgarlo conveniente, concretar inmediatamente esta oportunidad. Basta
mencionar algunos tópicos:

El Alcalde lojeño Don Miguel Castellano Gámez intentó, en 2003,

motivar al Alcalde de nuestro cantón para que presentara proyectos
pequeños a financiarse con el 0.7% del presupuesto del
Ayuntamiento de Loja de Granada (España) destinado a la
cooperación externa. Esta oferta amigable fue desestimada, así
como la promesa implícita de mediar ante la Junta de Andalucía para
lograr el financiamiento de proyectos de más envergadura. Por
nuestra sugerencia, la Red de Mujeres de Loja gestionó y alcanzó un
pequeño aporte financiero para sus proyectos de género en 2004,
que fueron entregados como una muestra fehaciente de buena
voluntad.
Debido a su alto nivel de desarrollo en renglones productivos
replicables en nuestro cantón y provincia como la agroindustria, el
turismo rural, la acuacultura de altura, etc., Loja de Granada
(España) representa una fuente calificada de capacitación e incluso
de inversión.

1
Reconocidos científicos y profesionales lojanos han encontrado que en amplias
áreas de la provincia existen condiciones muy favorables para introducir el cultivo
en gran escala de olivares. De igual forma, la acuacultura de altura –en especial la
cría comercial de trucha y otras especies− se ha recomendado como una actividad
productiva viable en nuestro cantón.

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 La producción de las dos ciudades y regiones es complementaria, no
competitiva, por lo que el intercambio comercial puede resultar
ventajoso para el sector privado. Esta lista podría ser más abundante.

Pero también queremos señalar los riesgos provenientes de la postergación

de este proyecto, así como de su imperfecta aplicación:

El primero y más importante es que, ante la falta de respuesta de la

Administración anterior −a la que ya le expusimos sin éxito la buena
voluntad de nuestros hermanos lojeños en 2004− Loja de Granada ha
decidido realizar sendos hermanamientos con una ciudad francesa y
otra africana en los próximos meses. El habernos atrevido a remover
este tema a partir de la elección democrática de un Alcalde socialista,
el ingeniero Jorge Bailón Abad, y de una Cámara Cantonal madura,
equilibrada y responsable, ha dado como resultado que el Alcalde de
Loja de Granada (España) nos haya “encargado” con entusiasmo la
gestión de esta iniciativa, tarea que asumimos con la responsabilidad
que demanda nuestra vocación de televisora pública, útil al desarrollo
sostenible de nuestra provincia y región. Pero el factor oportunidad es
clave y nos desafía a todos. Nos empuja un poco contra el límite. En
vista de la agenda establecida por las Autoridades lojeñas para
concretar los hermanamientos antes indicados, el 14 de abril de 2005
se producirá el hermanamiento de Loja de Granada con una ciudad
francesa, luego y, si así lo resuelve el I. Municipio de Loja del
Ecuador, nos correspondería el 16 de mayo de este mismo año para
que los Alcaldes de las Lojas hermanas ratifiquen el Acuerdo suscrito
en 1986. Posteriormente, el 14 de junio, se producirá el
hermanamiento de Loja de Granada con su fraterna ciudad de
Marruecos.

Otro tema crucial es la capacidad cívica, la madurez política, la visión

histórica, entre otros valores que se requieren para gestionar este
proceso en forma sostenible. Sería impensable que los lojanos de la
ciudad y provincia careciéramos de la capacidad de actuar en forma
organizada y responsable, tanto colectiva como individualmente, para
garantizar la seriedad de nuestras acciones, honrar nuestros
compromisos y vigilar el correcto cumplimiento de los acuerdos
institucionales y privados sobrevinientes de este hermanamiento. El
conjunto de posibilidades y desafíos que ahora mencionamos
seguramente inaugurará senderos y generará experiencias para toda
la sociedad. En esto, la credibilidad que generan el Alcalde de Loja y
el Cabildo es promesa de liderazgo, transparencia y capacidad de
gestión.

Objetivo

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 1. Actualizar y/o ratificar el Acuerdo de Hermanamiento de las ciudades
de Loja del Ecuador y Loja de Granada (España), como instrumento
para establecer una relación fraterna, sostenida y de mutuo interés
en beneficio de sus respectivas poblaciones.

Metas
1. Organizar una Comitiva presidida por el Alcalde de Loja ingeniero
Jorge Bailón Abad e integrada por las Autoridades de elección popular
y representantes de los sectores productivos que a invitación del
Alcalde de nuestra ciudad quieran sumarse a esta iniciativa, para
atender a la invitación del Alcalde de Loja de Granada (España) al
Acto de Ratificación del Acuerdo de Hermanamiento entre las dos
ciudades suscrito en 1986.
2. Tras evaluar los resultados de esta actividad y, en base a los
acuerdos verbales y escritos sobrevinientes del Encuentro en Loja de
Granada (España), elaborar un plan estratégico local, provincial y
regional para aprovechar socialmente sus beneficios científicos,
técnicos, culturales y económicos en base a la elaboración de los
correspondientes programas y proyectos.
3. Constituir un Comité Permanente para la Ejecución de un Plan de
Cooperación entre las ciudades de Loja de España y del Ecuador,
presidido por el Alcalde de Loja.

Actividades

1. Poner a consideración del Cabildo el presente Proyecto con el carácter

de urgente, para su conocimiento y aprobación.
2. Constituir una Comisión de Gestión del Acuerdo de Hermanamiento
de las ciudades de Loja de España y del Ecuador, presidida por el
señor Alcalde de Loja o su Delegado, con las siguientes funciones:
2.1. Analizar el texto del Acuerdo de Hermanamiento suscrito en
1986 por los Alcaldes de las dos ciudades, y, en caso de ser
necesario, sugerir en forma inmediata las reformas que se estime
ajustadas a la realidad actual. Dicho texto reformado tendría que ser
oportunamente diligenciado a efecto de que se conozca y apruebe en
el Concejo Cantonal de Loja y en el Ayuntamiento de Loja de
Granada (España), antes de su ratificación formal en mayo de 2005.
2.2. Diseñar una propuesta de agenda para la visita de la Comitiva
lojana que acudiría a la ratificación de este Acuerdo, misma que

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 sería enviada en forma inmediata al Alcalde de Loja de Granada
(España) para su análisis, confirmación o rectificación.
2.3. En base al diálogo directo entre los señores Alcaldes de las
respectivas ciudades, elaborar una propuesta de listado para la
Comitiva lojana que asistiría a la actualización y ratificación del
Acuerdo de Hermanamiento de Loja del Ecuador y Loja de Granada
(España), integrada en lo posible por otras Autoridades de elección
popular y por representantes de Instituciones públicas y privadas,
escogidos por el señor Alcalde de Loja del Ecuador y que hayan
expresado su voluntad de asistir al evento.
2.3.1. La lista de personas que integrarían la Comitiva debe ser
enviada con mucha oportunidad para que el Ayuntamiento de
Loja de Granada (España) emita las invitaciones que permitan la
tramitación conjunta de las visas ante el Consulado de España en
el Ecuador.
2.3.2. Los proponentes del proyecto sugerimos que, para los
dignatarios y funcionarios del sector público que no hubieran sido
designados oficialmente por las respectivas Instituciones para
integrar la Comitiva, pero que obtengan la licencia para asistir en
comisión de servicios sin sueldo u otra modalidad que no
implique erogación de recursos públicos, así como para los
empresarios y representantes de los sectores productivos
relacionados, se facilite la gestión colectiva de pasajes aéreos y
de alojamiento y transporte interno por parte de la Comisión, a
fin de racionalizar el desenvolvimiento y obtener reducciones de
costo.
2.3.3. De las conversaciones entre los Alcaldes de las dos ciudades
debería establecerse el número de dignatarios cuya permanencia
en España sería financiada por el Ayuntamiento lojeño. En
nuestro criterio y conforme al protocolo usual en estos casos,
debería circunscribirse a los Ejecutivos de las instituciones
públicas participantes y sus esposas −con más razón si se
encuentran al frente de programas o proyectos de interés
social−, así como a quienes invite personalmente el Alcalde de
Loja de Granada (España). Esto no debería ser un obstáculo para
que la delegación sea tan numerosa como lo determine el interés
de los diferentes sectores convocados, dejándose en claro desde
un principio que sufragarían los costos de su viaje y
permanencia.
3. Con posterioridad al Encuentro y Ratificación del Acuerdo de
Hermanamiento entre las ciudades de Loja de Ecuador y España,
organizar la agenda para la visita del Alcalde de esta última,
conjuntamente con la delegación lojeña que le acompañará, en una

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fecha comprendida en el decurso del presente año 2005. Es previsible
que esa comitiva será muy numerosa y, en su momento, podría
aplicarse la misma política de recepción sugerida anteriormente, en la
seguridad de que la mayoría concurrirá a sus propias expensas. Cabe
mencionar la información de que para la visita prevista en 1988, que
nunca llegó a concretarse, por parte de los hermanos lojeños, se habrían
inscrito alrededor de 250 personas entre empresarios, profesionales y
turistas de esa localidad, quienes incluso llegaron a contratar un vuelo
charter para ese propósito lamentablemente fallido.

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