Centro de Asesoría Laboral del Perú - CEDAL

Jr. Talara 769 • Lima 11 - Perú

Teléfonos: (551) 433-3472 / 433-3207 • Fax:433-9593
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Director Ejecutivo:
Luis Miguel Sirumbal Ramos

Responsable del Programa de Formación

Laboral y Generación de Empleo:
Pedro Córdova del Campo

Responsables del Proyecto:

Coordinadora - Educadora
Aída García Naranjo Morales
E-mail: mocha@cedal.org.pe

Promotor Educativo
Jorge Quezada Liñán

Perú, Octubre 2003

 ÍNDICE
• PRESENTACIÓN

I LA ORATORIA
1. Definición General ................................................................................................ 7
2. Oratoria y oralidad .............................................................................................. 7
3. La Oratoria: arte de la persuasión ................................................................... 8
4. La Oratoria y su finalidad social ....................................................................... 8
5. La comunicación oral es quizá la forma ............................................................ 9
más importante de relación humana ................................................................. 10
6. La Oratoria y sus formas ....................................................................................

II LA ORATORIA Y EL ORADOR U ORADORA

1. El Orador/ La Oradora ....................................................................................... 13
2. El discurso .............................................................................................................. 14
3. El discurso preparado es una guía .................................................................... 14
4. El discurso y su estructura ................................................................................ 15
5. El discurso y sus valores ..................................................................................... 15
6. Oratoria, discurso y retórica ............................................................................ 16
7. La Retórica y sus figuras .................................................................................... 17

III EL ORADOR, LA ORADORA Y SU CUERPO

1. La Voz ...................................................................................................................... 19
2. Los Resonadores ................................................................................................... 20
3. Aprender a oirse ................................................................................................... 20
4. La Dicción ............................................................................................................... 21
5. La Lectura .............................................................................................................. 22
6. La Memoria ............................................................................................................. 23
7. El Cuerpo ................................................................................................................ 24
8. Lenguaje Corporal ................................................................................................. 25

IV. EL ORADOR, LA ORADORA Y EL MEDIO

1. Conocer el lugar donde se hablará .................................................................... 27
2. Conocer el público que nos oirá ......................................................................... 27
3. Conocer el tema del cual se hablará ................................................................. 28
4. La cultura general base del buen orador ........................................................ 28
 PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
El fortalecimiento de los gobiernos locales y la
concertación de los planes de desarrollo con
lideresas y líderes de las organizaciones sociales de
base, cobra singular importancia en los actuales
momentos de la vida nacional, teniendo en cuenta la
profunda crisis global de la transición democrática
que vive el país y la necesidad, por tanto de una par-
ticipación y actuación que aborde los problemas con
una visión socio política de la realidad y un desarro-
llo de capacidades acordes a las necesidades del Perú
de hoy, fortaleciendo así la democracia participativa.
Ello requiere no solo de organizaciones, sino
además de lideresas y líderes, que sean capaces de
reconstruir y planificar su accionar tomando, en
cuenta los dinámicos cambios que en la esfera eco-
nómica, política y social, tanto en el ámbito nacional
como en el internacional, se vienen produciendo; eri-
giéndose como actores de un desarrollo democráti-
co, desde la base respetuoso de la democracia
participativa, los derechos humanos, la equidad de
genero y la justicia social.
Lideresas y líderes, son las mujeres y los
hombres que conducen la sociedad, o un sector
de la sociedad, en los gobiernos locales y regio-
nales, en los comités de coordinación local (CCL)
y en los Comités de Coordinación Regional (CCR) y
se proponen la creación de una realidad nueva en
cada localidad. Los líderes por lo tanto son
facilitadores en la creación de estas nuevas rea-
lidades, en busca de mejorar las condiciones de
vida de ciudadanas y ciudadanos.
La lideresa y el líder, son creadores de cami-
nos, sueños, visiones y utopías, y por lo tanto son
creadores de caminos colectivos y democráticos,
y de su proyección. Se puede decir, “que hacen
camino al andar”.
El presente Manual Practico de Oratoria para
lideres y Lideresas, es publicado como un instru-
mento de capacitación, de la Escuela de Forma-
ción de Liderazgos Femeninos, para la Gestión Pu-
blica Local dirigida prioritariamente a lideresas y
dirigentas locales, regidoras distritales y provin-
ciales, alcaldesas, y trabajadoras municipales.
El presente Manual de Oratoria elaborado por
CEDAL, aspira a contribuir en esa perspectiva, en la
medida en que el adecuado manejo de la metodolo-
gía dote a las organizaciones sociales de un instru-
mento de acción y trascienda lo urgente y lo even-
tual para actuar en la realidad presente con una pers-
pectiva de futuro, y en la forja de nuevos liderazgos
democráticos y en la renovación de liderazgos, un
tema hoy día muy sensible, pero sobre todo urgente
de ser priorizado. La forma didáctica y sencilla en
que esta elaborando el presente manual pretende
contribuir a ello.
 El proyecto, tiene como objetivos:
- Fortalecer el ejercicio de los derechos
ciudadanos y políticos de la mujer, garan-
tizando mayores oportunidades de acce-
so a su participación en el municipio (go-
biernos distritales y provinciales) y/o go-
bierno regional.
- Democratizar la gestión local, con la in-
corporación de la perspectiva de equidad
de genero.
la ciudadanía en la forja de un Desarrollo con
Equidad de Genero y nos hace participes de una
estrategia de cambio que tiene como lema: un
cambio sin las mujeres.
El Centro de Asesoría Laboral del Perú CEDAL
aporta con este material didáctico, en la búsque-
da del fortalecimiento de la Democracia Par-
ticipativa con un enfoque de equidad de género.
El texto original de Tarea (1984) fue actuali-
zada y modificado por CEDAL.

- Fortalecer la gestión publica de las muje-
res en el gobierno local y la administra-
ción municipal.
- Promover una gobernabilidad democráti-
ca que apueste por la equidad de genero.
Esta apuesta por formar liderazgos alterna-
tivos, no es una tarea sencilla y requiere de la
voluntad de mujeres y varones para comprender
la importancia que tiene la plena participación de
Con conocimiento y autorización del autor para
el dictado de clases de oratoria.
Agradecemos la confianza depositada para
la publicación a este esfuerzo, al Instituto de la
Mujer de España, Ministerio de Trabajo y Asun-
tos Sociales; a la Fundación Paz y Solidaridad Se-
rafín Aliaga, Comisiones Obreras (CCOO) de Es-
paña, que viene apoyando nuestro trabajo en di-
ferentes etapas y de manera solidaria y compro-
metida.

Aída García Naranjo Morales

PROGRAMA DE PROMOCIÓN DE LA MUJER
Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL DESARROLLO
Centro de Asesoría Laboral del Perú
CEDAL / 2003 /2004
 I LA ORATORIA
ORATORIA
1. Definición General
Arte de hablar en público
Arte de la elocuencia: el fin de la
oratoria es convencer.
Arte que enseña a ser orador.
Parte de la retórica.
La Oratoria es generalmente entendida como
el arte de hablar en público.
Al ser entendida como un arte se nos revela
como una facultad que no todos lo seres humanos
poseen; sin embargo, cabe puntualizar que todos los
seres humanos, salvo excepciones, poseen el don
de la palabra y en consecuencia se pueden comu-
nicar oralmente.
2. Oratoria y oralidad
Entonces, nos preguntamos, es la oratoria dis-
tinta de la oralidad que todos poseemos.
Para nosotros, la capacidad que las personas
tienen de hablar es la base fundamental de la ora-
toria.
La diferencia estriba en que la oratoria es la
oralidad elocuente, que se expresa frente a un
público determinado con la intención de
deleitar, convencer, enseñar, informar,
etc. al auditorio; en cambio la
oralidad que todos poseemos, se
reduce simplemente al hecho de
hablar, sin que sea necesaria la
preeminencia o intención del
estilo, la belleza, etc., es decir,
equivale a un diálogo común entre
dos o más personas.
3. La Oratoria: arte de la persuasión 4. La Oratoria y su finalidad social
La oratoria es entonces tradicionalmente un La comunicación es un fenómeno por el cual se
arte y a la vez un mecanismo de persuasión, en busca emitir mensajes orientados a modelar un cier-
que el orador ejerce a partir de un tema, sobre un to tipo de orden social.
conjunto de personas que lo escuchan: definir a la
oratoria como el arte de hablar en público sería re- La sociedad se concretiza en la relación
ducir su importancia solo a lo anecdótico. interactuante de seres humanos, es decir, así como
en la sociedad nos hace de determinada manera, no-
Cuando hablamos de la persuasión, integramos sotros hacemos, en acción recíproca, a la sociedad
a la definición, las posibilidades amplias de la comu- de tal o cual manera, claro que no siempre es como
nicación oral y su repercusión en lo social. es más, nosotros quisiéramos que fuese, dado que hay mul-
hay una evolución histórica de la oratoria, desde los tiplicidad de factores que escapan al control de nues-
griegos y los discursos épicos, hasta los tiempos tra propia voluntad.
modernos en que, a la presencia de facultades ora-
torias, se agregan medios de comunicación como la
T.V., la radio, etc. que condicionan la evolución de la
oratoria. Por ejemplo, según M. Kaplum en su libro
“Producción de Programas de Radio” afirma que,
existe una puntuación gramatical propia del lengua-
je escrito y otra fonética o prosódica propia del
hablar.

En radio, dice Kaplum, hay que usar ambas, eli-

minando, en algunos casos reglas que la gramática
no admite, tales como la coma antes de la conjun-
ción.

8
5. La comunicación oral es quizá la forma
más importante de relación humana
La oratoria se ubica socialmente y persigue la
cristalización metódica y sistemática de la comuni-
cación oral en concordancia con el modelo de socie-
dad al que aspiramos.
Ello supone una base de práctica social, de cuyo
ejercicio devienen especialidades oratorias, que son
en última instancia producto de la división social de
trabajo, entre ellas podemos mencionar, por ejem-
plo:
• La oratoria política,
• La oratoria social,
• La oratoria cultural,
• La oratoria comercial, etc.
Así pues, tendremos desde oradores políticos
especializados en temas de: visión estratégica, tác-
9
tica, programática, expertos en asuntos de género,
sindicales, agrarios, barriales; hasta comerciantes
(charlatanes), que venden aceites de culebras que
curan todo.
En todos los casos, existen desarrollados o no,
dentro del contexto del discurso empleado,
• Un lenguaje adecuado al tema,
• Una expresión corporal que refuerza lo
fundamental del mensaje,
• Una estructura discursiva,
• Así como elementos de una pedagogía
orientada al convencimiento.
La oratoria está pues ligada al ejercicio de la
comunicación y socialmente respalda puntos de vis-
ta diversos, sea de grupos o personas, las cuales
lógicamente muchas veces son contrapuestas.
6. La Oratoria y sus formas
Muchos piensan erróneamente que la oratoria
es exclusivamente el ejercicio de la comunicación
oral en actos políticos (mítines, congresos, confe-
rencias, etc., etc.).
Para nosotros esa es sólo una forma de orato-
ria, en la que el discurso político es su característi-
ca especializada. En este tipo de oratoria, en la ma-
yoría de casos se registra un fenómeno comuni-
cacional unidireccional.
Este tipo de oratoria se registra también en
los medios de comunicación masiva, en manos de sec-
tores dominantes de nuestra sociedad, tales como
la prensa escrita, la radio y la tv, etc.
10
Por otro lado existe la oratoria cuya base de
comunicación es más democrática, en el sentido de
la exposición de opiniones.
A ésta se le conoce como la oratoria del deba-
te o de la polémica frente a un auditorio, en donde
el fenómeno comunicacional combina los elementos
unidireccionales con los multidireccionales.
Estas pueden ser:
• Las mesas redondas
• Los seminarios
• Los debates abiertos, etc.
 Gráficamente el esquema sería el siguiente:

En algunos de estos eventos se produce la res- Por último, existe la oratoria horizontal, en la
puesta oratoria de los receptores, contrariamente que la posibilidad del diálogo es abierta.
al ejemplo anterior, en el que el receptor no tiene la
posibilidad de respuesta. Veámoslo gráficamente:

EMISOR MENSAJE RECEPTOR

EMISOR’ MENSAJE’ RECEPTOR’

EMISOR” MENSAJE” RECEPTOR” , etc.

11
La reunión en la que el esquema de comunicación sería más o menos el siguiente:

12
 II LA ORATORIA Y EL ORADOR U ORADORA
ORATORIA

1. El Orador/ LLa
a Oradora
Persona que ejerce la oratoria o que
pronuncia un discurso en público.
Cicerón fue el primer orador de Roma;
hombre elocuente, predicador.
Sinónimos: Conferenciante, declama-
dor, disertador, predicador, retor,
tribuno.
• El uso de su educación, modales e inte-
ligencia;
• El uso de un estilo imaginativo y
creativo;
• El uso o puesta en práctica de los re-
cursos de su memoria.
• El uso de mecanismos que afectan la
sensibilidad y emotividad de su audito-
rio; y,
• El uso de técnicas de autocontrol físi-
co y emocional.

Es la persona que por medio del lenguaje

articulado se expresa ante una o varias personas,
lo hace poniendo de por medio el uso de un lenguaje
adecuado y elementos pedagógicos para ejercer su
capacidad de convencimiento, la expresión corpo-
ral, una estructura discursiva, etc.

La articulación de este conjunto de elementos

tiene que ver con el uso consciente de determina-
das cualidades por parte del orador u oradora, como
son:

13
2. El Discurso
Facultad de discurrir.
Serie de palabras, convenientemente
enlazadas, que sirven para expresar el
pensamiento.
Perder el hilo del discurso.
Razonamiento de alguna extensión, dirigido
por una persona a otra u otras, generalmente
con el fin de persuadir: los Discursos de
Cicerón son la obra maestra de la elocuencia
latina.
Sinónimos: Arenga, conferencia, charla,
oración, alocución, perorata, brindis.
Neologismos. Speech. Pop.
Palabrería. V. tb. sermón.
Escrito o tratado: el
“discurso sobre el estilo”
de Bufón.
Oración: las partes del discurso.
Espacio de tiempo, transcurso:
el discurso de los años.
Como ya lo dijimos líneas arri-
ba, el discurso del orador debe
obligar a éste a prepararlo con an-
ticipación, rompiendo con el crite-
rio autosuficiente de “conozco el
tema”, “la cosa será papaya”.
14
3. El discurso preparado es una guía
El orador que piensa que basta con preparar el
discurso para que el problema esté resuelto, se equi-
voca, dado que siempre aparecen imponderables en
el momento de la alocución.
Sobre estos dos elementos citados, afirmamos
que hay que elaborar un discurso:
• Coherente,
• Lógico y
• Estructurado,
Pero, lo suficientemente flexible como para
responder a cualquier hecho circunstancial que se
nos presente en el momento de la exposición.
Para ello debemos tener en cuenta lo siguien-
te:
• Delimitar el tema y si no se conoce mucho
sobre él estudiarlo;
• Conocer el tipo de acto en el que daremos
el discurso; es decir, se es un mitin, una
mesa redonda, un encuentro, una fiesta,
etc.;
• Conocer el motivo del acto; presentación
de un libro, inauguración de un local, una
conmemoración, etc.;
• Conocer el auditorio, es decir, ante que
tipo de personas hablaremos y las carac-
terísticas físicas del lugar (cerrado, abier-
to con amplificador o sin ella, etc.).
4. El discurso y su estructura
Generalmente los discursos se estructuran de
la siguiente manera:
• Presentación del orador y del tema
• En esta etapa se vierten niveles de infor-
mación básica que nos permiten abordar
el tema central.
• Análisis de problemas que configuran la
problemática que trataremos.
• Alternativas y soluciones a los problemas
planteados.
• Posiciones diferentes frente al tema.
Esta estructura propuesta es sólo una guía, el
orador debe investigar y encontrar otras proposi-
ciones, otros puntos de vista
Determinada la estructura, opcionalmente se
puede preparar aspectos de replica, por si hubiera
posibilidad de abrir un debate, sea con el público o
con otros expositores(as)
15
5. El discurso y sus valores
Para que el discurso tenga los efectos desea-
dos debe ir acompañado de valores universales re-
conocidos socialmente.
En general el discurso debe sustentarse en el
sentido común y en el saber popular, elementos con
los cuales nos será más fácil acceder a los objetivos
que nos proponemos.
Por ello el discurso debe contener entre otros
los siguientes criterios de valor:
• Debe contener criterios de verdad, en
este sentido debe ser pulcro y concordan-
te con la práctica social del orador y su
auditorio.
• Debe ser conciso y preciso al abordar el
tema, no hay que olvidar que el discurso
gaseoso y florido aburre al auditorio.
• Debe ser expresado con claridad para que
el público lo entienda.
• Debe ser variado en su forma y en la
manera de decirlo, el discurso plano, sin
inflexiones, provoca aburrimiento y sue-
ño en el auditorio.
6. Oratoria, discurso y retórica

Arte que enseña las reglas del bien de-

cir.

Libro que enseña dicho arte: la retórica

de Aristóteles P1. Sofisterías o razo-
nes que n o son del caso.

Figura de retórica, giro que cambia la

expresión del pensamiento para hacerlo
más claro o más fácil de comprender.

Se distinguen las figuras que cambian el

sentido de las palabras (elipsis, silepsis,
inversión, pleonasmo, metáfora, alego-
ría, catacresis, sinécdoque, metonimia,
eufemismo, antonomasia, antífrasis,
etc.) y las que modifican sólo el sentido
de la frase (antítesis, exclamación,
epifonema, interrogación, gradación, re-
ticencia, interrupción, perífrasis, hipér-
bole, lítote, preterición, prosopopeya,
hipotiposis, etc.).

16
7. La Retórica y sus figuras
Es muy importante que la trilogía oratoria, dis-
curso, orador se amalgame de tal modo que se pro-
duzca la iluminación del discurso.
Un elemento para alcanzar este objetivo es el
uso adecuado de la retórica y sus figuras, algunas
de las cuales señalamos a continuación:
• Anáfora o Repetición.- Hay puntos de un
discurso que es necesario recalcar una o
dos veces, para que quede en la memoria
de los oyentes.
• Admiración.- Son llamadas de atención que
se hacen sobre algunos hechos o elemen-
tos del discurso que sirven para ponde-
rarlas o para denotar énfasis.
• Alegoría.- Consiste en expresar de mane-
ra intencional una cosa distinta de la que
se quiere verdaderamente decir, se lo hace
generalmente para despertar la imagina-
ción del auditorio. Por ejemplo: A la seño-
ra Luzmila pronto la visitará la cigüeña.
17
• Imagen.- Recurso que utilizaremos para
lograr la representación viva y eficaz de
una cosa, de una intuición o visión por me-
dio del lenguaje. Por ejemplo: Entré a ese
lugar y lo primero que me impresionó fue
un hermoso afiche de fondo amarillo, so-
bre el cual había un gran toro negro des-
garrado y sangrante, a cuyo lomo había un
gigantesco cóndor alado..”.
• Interrogación.- Figura que se utiliza no
para manifestar duda o pedir respuesta,
sino para expresar indirectamente la afir-
mación, o dar más vigor y eficacia a lo que
se dice, por ejemplo: “Es increíble la ma-
nera como han subido últimamente las co-
sas, ¿digan Uds. si es o no cierto lo que
digo, pues bien, qué haremos ante esta si-
tuación...?.
• Hipérbole.- Figura que consiste en aumen-
tar o disminuir excesivamente la verdad
de aquello de que se habla. Por ejemplo:
 “En estos últimos meses hubo una gigan-
tesca ola de calor, que envolvió a millones
de habitantes...”.
• Parábola.- Descripción de un suceso del
que se deduce por comparación o seme-
janza una verdad importante.
• Paradoja.- Consiste en envolver frases
contradictorias entre sí, como si fueran
concordantes. Por ejemplo. “Cuando un
hombre de valor muere, en realidad nunca
muere”.
18
• Símil.- Cuando en el discurso estamos ha-
blando de una cosa y para resaltar sus bon-
dades o desventajas la comparamos con
una similar.
• Prosopopeya.- Atribuir a las cosas inani-
madas, incorpóreas o abstractas, accio-
nes y cualidades propias de un ser anima-
do o a la inversa. Por ejemplo: “El hombre
ante la sorpresa quedó estático como una
gran roca”.
 III EL ORADOR
ORADOR,, LA ORADORA Y SU CUERPO

1. La Voz
Voz
La primera pregunta es: ¿Conoces tu voz?.

La gran mayoría de personas no conocen su voz.

Este aspecto es clave para el ejercicio de la orato-
ria, podríamos decir que la voz es a la oratoria, lo
que el fusil al soldado. Si el orador u oradora no
conoce su voz no podrá jamás corregir errores como:

• La voz tenue
• La voz afónica
• La voz gangosa
• La voz nasal
• La voz acelerada
• La voz seseadora, etc.
Todos estos problemas tienen solución; median-
te el uso adecuado del aparato vocal, es decir, la
coordinación adecuada entre lo que se está dicien-
do (acción bucal) y la respiración.
Una expulsión del aire graduada, dosificada, vo-
luntaria, nos dará una buena alocución.
¿Cómo se produce la voz?
El mecanismo para la reproducción de la voz,
lacónicamente dicho, se produce cuando el aire ex-
pulsado de los pulmones toca las cuerdas vocales,
las cuales se tienden, registrándose acercamientos
y alejamientos vibratorios y continuos entre ellas.
Este aire transformado en sonido es recogido por
los resonadores y lanzado al exterior.
Antes de pasar al punto de los resonadores di-
remos que el orador debe cuidar la voz, como el fut-
bolista sus piernas, en consecuencia debe evitar los
excesos al fumar, el beber, al ingerir comidas pi-
cantes, así como debidas no alcohólicas muy frías o
muy calientes.

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2. Los Resonadores
Se podría decir que todo el esqueleto humano
toma parte en la resonancia, sin embargo, los
resonadores más importantes son los que se encuen-
tran en la cabeza (parietales, frontal y occipital),
los del tórax (esternón, costillas de clavículas). En
las notas graves, los huesos del pecho aportan una
gran riqueza a la resonancia.
3. Aprender a Oírse
Es muy importante que el orador aprenda a es-
cuchar su propia voz. Si lo hace descubrirá impor-
tantes e increíbles cosas. Son muy pocas las perso-
nas que ponen en funcionamientos su oído interno
cuando hablan, esto se debe a que hablamos en for-
ma mecánica. Pero, sin aprendemos a escucharnos
en el mismo momento en que hablamos, seremos cons-
cientes de nuestra voz, de sus sonidos agudos y gra-
ves, de las inflexiones que hacemos, de las pautas,
los tonos, etc.
A continuación damos algunos ejercicios que nos
permitirán oírnos a nosotros mismos.
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a) En la casa:
• Escucha a todos los ruidos que se produ-
cen en el entorno.
• Trata de separar las conversaciones, las
pisadas y todos lo que puedas percibir.
• Escucha qué ritmo tiene cada uno, qué vo-
lumen, cuál es grave y cual agudo, etc.
• Luego trata de imitarlos tratando de es-
cucharte a ti mismo sin el auxilio de la gra-
badora, y por último con el auxilio de ella.
b) Leer en voz alta al mismo tiempo que te
escuchas y te grabas, observa las comas,
los puntos, las admiraciones, etc., y trata
de interpretarla.
• Luego escucha lo que has grabado y com-
prueba la bondad del ejercicio.
• Repítelo cuántas veces sea necesario.
c) Compara la voz de los locutores de radio y
TV. Ya sea en un partido de fútbol, en una
entrega de premios o en un concurso, etc.
• Identifica las variaciones de la voz en esas
situaciones.
d) Compara y distingue la alocución de dis-
tintos oradores públicos.
4. La Dicción
Ya sabemos cómo se produce la voz, ahora to-
caremos uno de los problemas fundamentales que
enfrentan aquellas personas que practican o desean
practicar la oratoria, nos referimos a la mala pro-
nunciación.

Generalmente la mala pronunciación se debe

a defectos adquiridos en muy temprana edad. Es
muy común por ejemplo, oír los mimos de los padres
a los hijos mediante el uso de la voz: “papachito”,
“qué pasho”, “qué quele mi amol” Etc., algunos de los
cuales se mantienen y son asumidos por el sujeto
como cosas normales.

O de lo contrario, también se dan errores de

construcción como: “Se me es muy difícil”, y otros
que son bastante comunes, sobre todo en el colegio,
o en algunas localidades errores tales como decir:
“estábanos”, “sabíamos”, “veníanos”, “haiga”, etc.,
etc., si no se producen las rectificaciones y quedan
ya como parte del lenguaje cotidiano.
A continuación damos algunas recomendacio-
nes para superar estos problemas:
• Leer en voz alta poniéndose un lápiz entre
los dientes.

En este punto nos ocuparemos de los proble-
mas de dicción (pronunciación), para lo cual debe-
mos observar la función que cumplen: la lengua los
labios y los maxilares, como componentes físicos con
sustanciales de la dicción.
Algunos de estos defectos físicos son:
• La lengua dura por falta de agilidad y ejer-
cicio.
• Los labios flácidos sin fortaleza.
• El labio superior sin movimiento.
• Los maxilares, sobre todo el interior, pe-
rezoso, etc.
Hay que tratar que se entienda lo que decimos.
• Leer en voz alta mordiendo un corcho con
los dientes incisivos, luego ir trasladando
el corcho hacia los caninos, primero de un
lado y luego del otro. Igualmente tratar
de que se entienda correctamente lo que
decimos.
• Leer en voz alta exagerando los gestos
faciales de tal modo que se ponga en fun-
cionamiento el conjunto de músculos de la
cara, en particular los maxilares.
• Dirigir la lengua en distintas direcciones
manteniendo la boca cerrada.

21
 • Dirigir la lengua hacia arriba, hacia abajo
y a los costados manteniendo la boca abier-
ta. Estirándola al máximo.
• Hacer un caracol con la lengua mantenien-
do la boca cerrada.
Hacer lo mismo luego con la boca abierta, aden-
tro y afuera alternadamente.
o en cualquier sitio donde tengamos oportunidad, aun
sea unos minutos.
Tratemos de leer a nuestros poetas, novelis-
tas, dramaturgos y científicos en todos los campos
del saber, con ellos estaremos elevando no solamen-
te nuestra cultura personal, sino también la cultura
de quienes más tarde nos oirán.

• Hacer vibrar la punta de la lengua hacién-
dola repiquetear contra el paladar, de tal
modo que el sonido que se produzca sea
equivalente a una erre prolongada.
• Practicar todo tipo de trabalenguas.
Ah, cuando descubramos una palabra que no co-
nozcamos, no la demos por sabida, hay que consul-
tar el diccionario.
Señalamos algunos ejercicios de lectura:

• Leer en voz alta, sílaba por sílaba.

5. La LLectura
ectura • Leer de corrido dando diferentes ento-
naciones.
Una cosa que quisiéramos decir es que el ora- • Leer controlando la respiración, recordan-
dor por lo general tiene que ser un sujeto que: do que en los puntos y en las comas debe-
• Lee, mos tomar aire, el cual iremos expulsando
• Que se informa, a medida que avanzamos en la lectura.
• Que tiene un bagaje cultural más o menos
amplio,
• Que intercambia opiniones.

Dado que su práctica se orienta a la formación

e información de sus semejantes, cosa que no podrá
cumplir sin haberlo hecho previamente consigo mis-
mo.

De ahí que el hábito de la lectura es imprescin-

dible para el orador y la oradora.

Ya lo dijimos antes, la lectura enriquece nues-

tra dicción, pero también, enriquece nuestra cultu-
ra, por ello es necesario que leamos diariamente,
sea en la casa, en voz alta, en el ómnibus, en voz baja

22
6. La Memoria
Mucha gente se queja de que no tiene memoria,
es muy común escuchar: “Yo tengo una memoria de
chorlito, en cambio fulano de tal tiene una memoria
de elefante, cómo lo envidio”.
En realidad pocos conocemos que la memoria
es una de las facultades más asombrosas y maravi-
llosas de nuestra actividad mental.
El desarrollo de la memoria depende mucho de
la actividad que le demos.
• Si está fatigado(a), tenso(a) o fasti-
diado(a) es mejor no realizar ningún ejer-
cicio de memoria.
• Trata de asociar las ideas que encuentras
en una lectura, por ejemplo, si es una no-
vela lo sucedido en el primer capítulo con
el último.
• Lee un periódico íntegramente y luego tra-
ta de recordar todas y cada una de las
noticias que has leído, etc.

No es que algunos nazcan desmemoriados, es

simplemente que no se la ejercita lo suficiente, por
ello es importante que el orador trate consciente-
mente, de almacenar datos importantes, de almace-
nar datos importantes de su vida, de lecturas, de
cosas que le cuentan, etc., si lo hace, pronto descu-
brirá la importancia del uso de esta fascinante fa-
cultad.

Pues bien, si el orador siente que todos sus in-

tentos de poner a funcionar su memoria no resul-
tan, entonces deberá recurrir al uso de elementos
auxiliares como son las fichas o tarjetas, en las cua-
les ordena los datos más importantes que utilizará
en la exposición.

Repetimos, hay que ejercitar la memoria, para

ello sugerimos algunos ejercicios:

• Evita los momentos de tensión y

calmadamente trata de memorizar datos
de una lectura plagada de información (fe-
chas, nombres, edades, etc.).

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7. El Cuerpo
La importancia que tiene el cuerpo para el
ejercicio de la oratoria es fundamental.

Cuando nos referimos al cuerpo lo hacemos de

manera integral, es decir, física y psíquicamente.

a) En primer lugar citamos al miedo que

casi siempre afecta a los oradores de diferen-
tes maneras:
• Sudor en las manos o en todo el cuerpo.
• Ganas de miccionar
• Estómago flojo
• Olvidos totales o parciales del discurso
• Ganas de llorar
• Parálisis
• Nervios
• Temblores
Bien, el miedo en el orador o la oradora y sus
diversas manifestaciones se pueden combatir, para
ello es básico una práctica diaria, pero no una prác-
tica exclusivamente de voz, sino más de conocimien-
tos y descubrimiento de nuestro cuerpo y mente.
Saber, por ejemplo, que reaccionamos de tal o cual
manera frente a determinada situación, cada vez
que ésta se nos presenta.
Sobre esto debemos detenernos a pensar para
controlar el hecho, teniendo en cuenta básicamente
las causas, no los efectos.
Es importante que el orador medite y reflexio-
nes sobre sí mismo, que se preocupe en indagar cómo
en él, cómo le sienten los demás, si la imagen que él
piensa que proyecta a los demás es la misma que
ellos perciben, etc.
Un aspecto importante es el saber, a ciencia
cierta, que manejamos el tema de nuestro discurso,
que nos tenemos confianza y que por lo demás, si no
logramos los objetivos que nos hemos propuesto,
hemos hecho todo lo posible por alcanzarlo.
b) Otro aspecto importante a mencionar es
el del autocontrol corporal, es decir, la forma en
que utilizamos el cuerpo para apoyar nuestro dis-
curso.
El orador que domina su cuerpo o voluntad y
que sabe cuales son sus posibilidades y limitaciones
no tendrá mayores problemas para enfrentar situa-
ciones difíciles. Para ello hay que hacer ejercicios
físicos que fortalezcan nuestros puntos débiles.
Sí, por ejemplo, nos tiemblan las piernas, haga-
mos ejercicios para fortalecerlas.
El orador de oficio debe prepararse físicamen-
te a conciencia.

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8. El lenguaje corporal
Este aspecto de la oratoria es también muy im-
portante, porque al lenguaje oral le damos más
fuerza interpretativa con el uso de la expresión
corporal.

A continuación damos algunas recomendacio-

nes:

1. Cuando se ingresa a un recinto en el que el

público nos está esperando, es necesario
que lo enfrentemos sin prisa.
Para lograrlo se puede dar una mirada ge-
neral a los presentes, acompañándola de
una sonrisa, este gesto bajará la tensión.
2. Jamás concentrar la mirada en un solo
punto del auditorio mientras hacemos
nuestra exposición, él hacerlo da la sen-
sación de que la charla es sólo para un sec-
tor.
3. Cuando notamos que el público se aburre
o no toma atención nos desplazaremos de
izquierda a derecha dando tres o cuatro
pasos para cada lado, esto obliga al audi- 7. Cuando el discurso contenga interrogantes
torio a seguirnos con la mirada. se podrá según el caso escoger los hom-
4. Poner un pie hacia atrás echado el cuerpo bros levantando al mismo tiempo las ce-
hacia ese lado denotará alejamiento, el mo- jas, etc., etc.
vimiento inverso acercamiento. En realidad hay muchísimos movimientos cor-
5. Usar el dedo índice cuando es necesario porales.
incidir sobre algo que contiene el discur-
No es nuestra intención hacer una mención lar-
so y que es importante remarcar.
ga y pormenorizada de los mismos en este folleto.
6. Mostrar el puño cerrado al público, nos
servirá para demostrar la fuerza o con- Lo que sí es importante es que el orador ensa-
tundencia del mensaje. ye sus movimientos, si es posible frente a un espejo.

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 Por último señalamos la importancia del vestir
en el orador, éste debe tener criterios para usar la
ropa adecuada a tal o cual circunstancia, de tal modo
que su vestir no provoque rechazo o desconfianza
de parte del auditorio.
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Debe por otro lado, cuidar el aseo corporal,
tratando de ser moderado en el perfume para el
caso de los hombres y en el maquillaje en el caso de
las mujeres.
 IV EL ORADOR
ORADOR,, LA ORADORA Y EL MEDIO

1. Conocer el lugar donde se hablará

Antes de asistir a dar una charla o exposición
es bueno y necesario conocer el lugar, saber las di-
mensiones de la sala, en donde estaremos ubicados
en un escenario o no, cómo están dispuestas las si-
llas, si hay suficiente ventilación, así como si hay
una buena iluminación, etc.

Hay que recordar que cuando una persona asis-

te a una exposición desea ver y oír al expositor, en-
tonces, es clave:
Una buena ubicación,
Iluminación y
Acústica.

Con relación a la acústica, debemos ver cuáles 2. Conocer al público que nos oirá
son las condiciones que ofrece el lugar, si son malas,
ver si existe o es posible conseguir un equipo de Así como se debe conocer el lugar, así también
amplificación. Si lo hay será necesario probarlo pre- será necesario que:
viamente, en especial los micrófonos.
Sepamos quienes no oirán,
Si no puedes visitar el lugar con uno o dos días La cantidad de personas que lo harán,
de anticipación, por lo menos trata de llegar muy Si el sentimiento es favorable o
temprano el día de la exposición. adverso al tema,
A los organizadores, etc.,
Conocer al público que nos oirá. Conocer sus
Y otros aspectos tales como:
características, sus intereses.
• El nivel cultural,
• Si el público está o no informado
en el tema. etc.

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3. Conocer el tema del cual se hablará 4. La Cultura General base
Será preciso que el orador(a) fije muy clara-
de un buen orador
mente con los organizadores o con quienes corres- Todo buen orador o quien pretenda serlo de-
ponda, el tema a tratar en su exposición. berá esforzarse por desarrollar su cultura, esto se
El tema es al discurso como la columna verte- logra leyendo mucho, asistiendo a bibliotecas públi-
bral es al cuerpo humano. cas, a charlas, a debates, a seminarios, o conferen-
cias de todo tipo, yendo al teatro, la cine, a recita-
Sobre la base de la fijación del tema pasare- les de música, exposiciones pictóricas, viajando, etc.
mos con los organizadores a señalar que es lo que
queremos obtener con nuestra participación y pre- Sin embargo es necesario remarcar que nues-
ver las diversas maneras en que es posible que reac- tra asistencia a estas actividades culturales será,
cione el auditorio. no solamente para distraernos, sino fundamental-
mente para agudizar nuestra percepción, nuestro
Hecho esto pasaremos a estructurar nuestro sentido crítico y sobre todo nuestra sensibilidad.
discurso recurriendo a todo tipo de información que
tenga relación con el tema a tratar.
Debemos prepararnos de antemano, debemos
de documentarnos, debemos de actualizarnos sobre
el tema.
Al momento de la exposición será necesario que
el orador vaya observando las reacciones y reajus-
tes o flexibilizando el ritmo, el tiempo, la claridad,
etc.
Hay que tener en cuenta que el tiempo ideal
máximo para una exposición es de 15 a 30 minutos,
si nos pasamos de este tiempo deberemos redoblar
esfuerzos para hacer nuestra intervención más ágil
y amena.

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