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1. ¡No, es no!
Por cuestiones morales, religiosas y/o higiénicas muchas personas no aprueban el sexo
anal. Si tu pareja no está de acuerdo, respeta su opinión. Y no trates de penetrarla
analmente si es que ella te ha expresado anteriormente su negación, excusándote en un
"no fue mi intención hacerlo".
2. Si tu pareja está de acuerdo con el sexo anal, hay tres reglas importantes a seguir. La
primera: debes utilizar abundante lubricante con base de agua. En lo que se refiere al
sexo anal, nunca está de más un poco más de lubricante. El recto no está diseñado para
ser penetrado ya que, a diferencia de la vagina, éste no posee lubricación propia. Sin
lubricante o con poco lubricante la penetración será dolorosa. La segunda, es que siempre
debes utilizar condón. El recto está lleno de microorganismos que pueden causar severas
infecciones a tu pene y a tu sistema urinario. Además, a través del sexo anal uno está más
en riesgo de contraer el VIH debido a las micro-heridas que se producen. Tercero: mucha
paciencia y comunicación. El sexo anal, si se hace de forma apresurada, puede ser muy
doloroso e inclusive causarle desgarros musculares a tu pareja, y en algunos casos
lesiones a tu pene. Es recomendable iniciar el sexo anal introduciendo primero un dedo,
de esa manera el recto se va acostumbrando a la penetración. Luego, lentamente
introduce el pene, siempre preguntándole a tu pareja si siente dolor y si puedes continuar.
El sexo anal no es para todas. Algunas mujeres, experimentan mucho dolor, mientras que
otras, sienten un leve dolor al principio, pero después sienten placer.
3. No pienses que el sexo anal se puede lograr en un día. Por lo general toma varias
sesiones hasta que ambos aprenden a hacerlo. Paciencia.
4. Nunca, pero nunca después de haber penetrado el ano, penetres la vagina. Esto podría
causarle una severa infección vaginal a tu pareja. Después de haber penetrado el ano, si
deseas continuar con la relación sexual, lávate con agua y jabón el pene y la base de éste.
Solo después de eso, puedes penetrar nuevamente la vagina.
5. El sexo anal puede ser placentero y a veces ayuda a que simultáneamente, estimules
manualmente el clítoris. Asegúrate de que tu mano esté limpia, y no haya entrado en
contacto con tu pene después de haber penetrado el ano.
6. A veces el pene es demasiado ancho, y por más que uno trate, el sexo anal siempre
será doloroso. En estos casos, se puede sustituir la penetración del pene por la
penetración con un juguete sexual. Asegúrate de que sea un juguete especialmente
diseñado para el sexo anal. Estos por lo general son más pequeños que los juguetes
utilizados para la estimulación vaginal, y poseen una base ancha, que evitará que el objeto
se introduzca por completo dentro del ano.
que en el proceso también son estimuladas. Los hombres pueden gozar intensamente las
caricias en la próstata.