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María A.

Casanueva Royo

El psicoanálisis como tratamiento


de los trastornos de alimentación

Lo viejo y lo nuevo, la palabra y el silen­ utiliza para dar nombre al sujeto; aparece
cio, la fantasía y la realidad, lo interno y lo escrito en el cuerpo, aquello que no puede
externo, la presencia y la ausencia. Este es «decirse» (5). A continuación voy a referir­
el camino del analista. En esta ocasión, la me al tratamiento psicoanalftico como una
Anorexia y la Bulimia. alternativa terapéutica para la Anorexia
Kestemberg (1) subraya el hecho del Nerviosa y la Bulimia y a las vicisitudes
abordaje paradójico a que nos obligan estas del proceso de la cura.
enfermedades: «al comienzo atraen por la
claridad de su sintomatología, pero después
1. Tratamiento psicoanalítico como
cuanto más se estudian más se niegan a
alternativa terapéutica
dejarse aprehender... esto es lo que ha suce­
dido de hecho, a todas las disciplinas que se ¿Son analizables las anoréxicas y las
interesan por ellas, comprendiendo al psi­ bulímicas? Esta pregunta nos remite al con­
coanálisis». Las «indomables», como las cepto de analizabilidad y por tanto a Paz
denomina Raimbault (2) que nos presenta a (6), quien nos dice: «las posiciones más
cuatro mujeres que se han vuelto mitos: extremas en materia de analizabilidad, tales
Sissi emperatriz de Austria, la Antígona de como la escuela estadounidense, afín a la
Sófocles, Simone Weil la filósofa y Santa Psicología del Yo y la escuela KIeiniana,
Catalina de Siena, todas ella anoréxicas. coinciden en el momento actual en condi­
No sólo atraen sino que fascinan. ¿Pero qué cionar la accesibilidad al proceso analítico,
es lo que atrae?, ¿qué es lo que nos fascina? a la existencia de una parte de la personali­
Considero que nos atraen y nos fascinan dad más sana que el resto de la misma».
porque se nos escapan, se nos escapan a Meltzer la llamaría «parte adulta», KIein
todos desde 1689, cuando Morton describe «parte no regresiva» y Zeztel y Greeson
la «Consunción Nerviosa». «parte sana o intacta de la personalidad». Es
Por eso creo que estos trastornos nos han con esta parte adulta, no regresiva o sana,
hecho olvidar nuestras diferencias, aunan­ con la que se trata de mantener un vínculo
do esfuerzos terapéuticos, abordando estas terapéutico durante el proceso analítico.
enfermedades cada uno desde su disciplina Zeltze (7) caracteriza esta «parte sana»
pero juntos en el esfuerzo. Mientras tanto la por los siguientes elementos: a) motivación
prevalencia aumenta, afectando entre el 1 Y para algo más que un alivio sintomático; b)
4 % de las adolescentes y mujeres jóvenes (3). capacidad para tolerar frustraciones; c)
Como aperitivo, para «abrir boca», qui­ capacidad para tolerar ansiedad y no ser
siera recomendarles la novela Hambre de invadido por ella; d) habilidad para mante­
Knut Hamsun (4), novelista noruego y ner una regresión estable; e) habilidad para
Premio Nobel de Literatura en 1920, por­ sostener el pensamiento del proceso secun­
que él nos cuenta, de forma desgarrada y dario.
patética, lo que nuestras pacientes anoréxi­ Pero tenemos que considerar que los
cas silencian. En la anorexia, el síntoma se Trastornos de la Alimentación se detectan

Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., vol. XVI, n.º 57,1996, pp. 39-46.
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en poblaciones psiquiátricas que padecen Mahller señala que si no se ha alcanzado el


trastornos psicopatológicos muy variados: proceso de individuación y separación, el
Depresiones Mayores, Distimias, Trastorno yo puede permanecer «irreparablemente
Obsesivo-Compulsivo, Trastornos de la torcido, narcisísticamente vulnerable e
Personalidad, etc. (3). inestructurado» imposibilitando en muchos
Se distinguen básicamente dos grupos casos el abordaje analítico. En contraposi­
de pacientes (8, 9, 10, 11 Y 12): la denomi­ ción Fischer sugiere que utilizando la pers­
nada Anorexia Verdadera, Psicosis Mono­ pectiva del desarrollo del proceso de sepa­
sintomática, forma especial de esquizofre­ ración-individualización de Mahler, proce­
nia, anorexia grave, tipo autista o simbióti­ so alterado en estos pacientes, se pueden
co; y la llamada Anorexia Secundaria, reac­ reconstruir las capacidades yoicas y hacer
tiva, pseudoanorexia, anorexia menos grave un trabajo elaborativo, lo que permite pos­
o transitoria. teriormente acceder a otros conflictos más
La Anorexia Secundaria se relaciona con evolucionados (edípicos). Por su parte,
la patología histérica. La Anorexia Verda­ Boris indica que, aun con todas sus limita­
dera se relaciona con la patología borderli­ ciones, sólo el tratamiento psicoanalítico
ne y la psicosis, destacando las siguientes puede aportarle a la paciente aquello que le
alteraciones: deficiencias yoicas estructura­ permite continuar su proceso evolutivo.
les, vinculadas al esfuerzo fallido por Son muchos los autores que enfatizan la
lograr la separación y la individuación y necesidad de un equipo multidisciplinar
trastornos de la capacidad simbólica rela­ para el abordaje terapéutico, especialmente
cionada con la carencia de espacio transi­ en las pacientes anoréxicas (3, 16 Y 17).
cional, concepto formulado por Winnicott. Estudios recientes (18) señalan que en el
Baravelle (5) nos recuerda las palabras de tratamiento de pacientes con anorexia ner­
Freud «tomar cada caso como un caso viosa y bulimia dos tercios mejoran con
nuevo» y recomienda no sacar conclusio­ intervenciones psicocoterapéuticas breves,
nes apresuradas, ya que la orientación del mientras que un tercio de ellas requieren
tratamiento dependerá de la estructura de tratamientos más prolongados de tipo
que se trate. psicoanalítico. Lo justifica el hecho de
Podemos concluir que serán analizables objetivar severos trastornos de personali­
aquellas pacientes que, tras una evaluación dad en estos pacientes (3 y 19). No hay
individualizada, cumplan los criterios de acuerdo respecto al momento de establecer
analizabilidad antes mencionados, hacien­ la indicación de análisis; aunque la mayoría
do la salvedad de que aunque existan coin­ (3 y 20) afirma que la indicación debe
cidencias entre las distintas escuelas psico­ hacerse en un segundo tiempo del trata­
analíticas, también existen divergencias y miento, una vez restablecido el peso corpo­
por tanto estos criterios no serán aplicados ral, otros refieren (13) que es precisamente
de forma unívoca. el tratamiento psicoanalítico lo que favore­
Estas divergencias se ponen de manifies­ ce tal restitución. Pero en muchos casos el
to entre autores como Risen (13), Mahler analista no puede trabajar solo con la
(11), Fischer (14) y Boris (15). Risen sos­ paciente, porque no puede negar, como la
tiene que si no predominan los conflictos anoréxica lo hace, la enfermedad; estas
neuróticos, no se puede aplicar el análisis. pacientes niegan la enfermedad y su peli­
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gro vital, se viven como inmortales, e in­ tinencia. La resultante no es algo nuevo
tentan inducir al terapeuta a negarla tam­ sino una reedición de situaciones infantiles,
bién. Esto nos lleva en ocasiones a renun­ reproduciendo las relaciones precoces
ciar a la cura clásica, adaptando el trata­ madre-hijo.
miento a cada caso particular, sin olvidar El resultado final de la terapia analítica
que la mortalidad se sitúa entre en 5 y el es permitir que toda la organización mental
10% (3, 9 Y 12). de la paciente, detenida en un estadio infan­
Por tanto el tratamiento se llevará a til del desarrollo, continúe su progresión
cabo: a) si la paciente lo acepta; b) si con­ hacia la condición normal del adulto. En
sideramos que puede beneficiarse de un 1909 (21), en «Análisis de la fobia de un
tratamiento analítico (si es analizable); c) niño de cinco años» (caso Juanito), Freud
especificando que si fuera necesario instau­ se plantea si el análisis ha perjudicado a
rar tratamiento psicofarmacológico o inter­ Juanito, por haberle hecho conscientes sus
namiento será remitida al equipo terapéu­ deseos edípicos. Nos dice: «sin duda se les
tico; d) en algunos casos, sobre todo en ado­ ocurrirán tales temores a muchos doctores
lescentes, se incluirán entrevistas familiares. que entienden mal la esencia del psicoaná­
A pesar de todo, cuando un analista tra­ lisis y opinan que al hacer conscientes los
baja con su paciente está solo. Cuando reci­ malos instintos, éstos se fortifican... por el
bimos a la paciente ya ha sido tratada con contrario, las únicas consecuencias del aná­
anterioridad o incluso hospitalizada. Esta lisis, fueron que Juanito se recuperó... el
situación crea unas condiciones prelimina­ análisis sustituye el proceso de la represión,
res que sólo pueden reforzar en las pacien­ que es automático y excesivo, por el control
tes el cansancio, la desconfianza y la resig­ mesurado e intencionado por parte de las
nación. Mientras tanto, el analista se más elevadas facultades psíquicas». A tra­
esfuerza en ver más allá de esa piel pegada vés del análisis, nuestro objetivo es éste:
a los huesos, intentando mirarla como que la paciente se recupere y tome concien­
«algo nuevo», dejando que la paciente nos cia de sus conflictos, para poder expresar­
sorprenda. Esta actitud analítica no resulta los de una forma adecuada, sin dañarse.
fácil de mantener, porque estas enfermas Rodríguez (22) destaca: «el psicoanalis­
nos «entran por los ojos». Por otra parte, ta debe saber y sentir que él, en tanto que
esta patología exige al analista una especial analista es un objeto real bueno para su
consideración de la realidad externa, el paciente... puede cuestionarse la calidad de
peligro para la vida, la muerte. su trabajo pero no su función... en este sen­
tido la realidad psíquica podría poco a poco
ser modificada por la experiencia de con­
tacto con la realidad exterior, el análisis, el
2. Objetivos y resultados de la cura
analista». El mayor problema en el trabajo
con la paciente anoréxica es que para ésta
La situación analítica resulta del estable­ su anorexia es una solución, no un proble­
cimiento de condiciones susceptibles de ma, «anorexia is a full-time job» (15).
favorecer la aparición de un cierto número Quisiera destacar dos aspectos que
de fenómenos psíquicos y su investigación. deben abordarse especialmente en el trata­
El analista mantiene la neutralidad y la abs­ miento:
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a) Esquema corporal: son pacientes con quica hacia la neurotización que promueve
severos trastornos de su esquema corporal, el desarrollo hacia la genitalidad. Dar sen­
aislados dentro de un mundo narcisista. Se tido y organización al caótico mundo inter­
describe el esquema corporal como una no de la paciente, hacer del desorden orden,
representación del cuerpo en la mente, que dar significado al caos, reproduciendo lo
se organiza a lo largo de la evolución, que los padres hacen con los hijos en el
situándose la relación del niño con sus proceso normal de crecimiento. Para ser
padres, especialmente con la madre, como autónomo hay que aceptar ser dependiente
lugar de origen del esquema corporal (23). y recibir. Esa es la paradoja.
Esquema corporal, identidad y diferencia­
ción self-objeto están relacionados, y a su
vez éstos con la relación madre-hijo. El 3. Constantes en el curso del
análisis promueve la creación de un víncu­ tratamiento
lo transferencial y la diferenciación self­
objeto, favoreciendo la representación ade­
cuada del cuerpo en la mente (24). En este A) Constantes generales: resumo a con­
sentido las pacientes anoréxicas nos pre­ tinuación una serie de constantes en el
sentan su cuerpo, negándonos la palabra. El curso del análisis de estas pacientes (1, 14,
trabajo analítico transformaría su «psicoso­ 15, 26, 27 Y28):
matosis» en una «psiconeurosis», decible, - El desconcierto y la sorpresa predo­
analizable (25) minan en el inicio del tratamiento, en el pri­
b) Separación-individuación: estas pa­ mer contacto. Estas pacientes se sienten
cientes presentan deficiencias estructurales desorientadas frente a la neutralidad y la
vinculadas al esfuerzo fallido por lograr abstinencia del analista. Un analista que no
este paso evolutivo (9, 10). En el análisis quiere nada más que comprender y ayudar­
predomina inicialmente una relación de la a comprender, mientras la paciente se
fusión con el analista, fusión relacionada afana en reproducir esa imagen de hija per­
con la carencia de espacio transicional (15, fecta, obediente y sometida.
26). En este sentido hay autores que sostie­ - Apariencia colaboradora.
nen que, en un primer tiempo, el trabajo - Dificultad asociativa permanente con
analítico con estas pacientes es diferente al una evocación del pasado fragmentaria y
que se hace con el paciente neurótico, poco caracterizada.
donde la actividad interpretativa se centra - Lenguaje repetitivo, vago y empobre­
más en hacer consciente lo inconsciente, cido, manteniendo siempre la racionaliza­
interpretación que reintegra un significado ción.
perdido. Son las intervenciones reconstruc­ - Negación de la enfermedad.
tivas e interpretativas, basadas en el enten­ - Fantasías arcaicas de tipo megaloma­
dimiento del proceso de separación e indi­ níaco.
viduación, las que resultan ser más terapéu­ - El uso de la proyección es muy fre­
ticas y permiten la continuación del proceso cuente. La anoréxica se defiende del deseo
y el crecimiento de la paciente anoréxica. y de la necesidad, ocupándose «de lo que
La cura permite anudar una relación quiere el analista».
objetal diferente, una reorganización psí- - Las posibilidades de introyección son
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pobres y esta dificultad sirve de fundamen­ alimento que lo representa... lo precario de


to a sus problemas de identificación. dicho mecanismo de negación exige que
- Ideal del yo hipertrofiado y Super-yo sea permanentemente renovado en cada
cruel. acto alimenticio».
- Represión masiva de la agresividad, - La bulimia constituye una evidente
contrastando con la autoagresión perma­ regresión a la sexualidad oral. El objeto a
nente, expresada en el síntoma. reencontrar no es el objeto perdido, la
- La oralidad es prevalente. En lo refe­ madre, sino un sustituto por desplazamien­
rente a la analidad, destaca el placer del to, la comida. A nivel oral, la única forma
control y del dominio de sí mismo y de los de asegurarse definitivamente el objeto
otros. La organización genital es pobre. amado es incorporarlo. Es apropiación,
Erotización muy marcada del funciona­ pero a la vez destrucción del objeto (fase
miento motor. oral canibalística descrita por Abraham).
- En los afectos, predominio de la tris­ Es la avidez, la voracidad. Esta es una
teza y la culpa. característica de la transferencia; se resis­
ten contra ella precisamente por la voraci­
dad, para no sufrir la ausencia como «des­
B) Algunas consideraciones sobre la garrante» y al mismo tiempo para preservar
Bulimia: la bulimia aparece ligada con el al analista de su voracidad.
núcleo anoréxico en una relación de inver­ - Se refieren (29) frecuentes episodios
sión o de alternancia. Como la manía y la abandónicos o experiencias de pérdida
depresión. Pero no es necesario ser anoré­ durante la infancia de estas pacientes.
xica ni haberlo sido para ser bulímica. La - Lo que las caracteriza es la ruptura del
bulimia, relacionada con la anorexia, la tratamiento analítico. Evitan toda situación
obesidad y la depresión, ha adquirido final­ que pueda desvelar su dependencia.
mente autonomía (29). A pesar de esta - En la transferencia se pone de mani­
autonomía son muchos psicoanalistas los fiesto: la sumisión, el deseo de sumisión
que llevan a referirlas a los mismos con­ con el analista y la oralidad primaria con su
flictos psicopatológicos. porción de destructividad (31).
Quisiera señalar algunos aspectos más Se considera (32) que las pacientes más
específicos en el tratamiento de estas difíciles y refractarias al tratamiento analí­
pacientes: tico son aquellas que padecen Anorexia y
- Destaca una confusión, un proble­ Bulimia.
ma de reconocimiento de las señales del
cuerpo, vinculado a una relación con una
madre que «confunde». Madres patológi­
4. La transferencia
cas.
- El comer compulsivo es una nega­
ción. Grimberg (30) nos dice: «una de las La transferencia es un fenómeno que
funciones contenidas en la compulsión a designa los sentimientos del paciente hacia
comer consiste en la negación implícita de su analista. Representa la traducción de la
la pérdida del objeto mediante el acto de compulsión a la repetición descrita por
incorporar repetida y continuadamente el Freud y reproduce con el analista el tipo de
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vínculo con las figuras parentales de la manifiesto la resistencia a tratar pacientes


infancia. anoréxicas y bulímicas en análisis. Otro
Las particularidades de la transferencia autor (27) describe el tratamiento como
son las siguientes (1, 15, 26 Y27): «difícil y frustrante». Estos comentarios
- Resistencia a la transferencia. La deberían hacemos reflexionar.
transferencia, tal y como estamos acostum­ ¿Qué sienten ustedes cuando tratan a
brados a trabajar con ella, simplemente no una de estas pacientes? Les diré lo que sen­
se produce. La paciente se prohibe, incons­ tía Freud (34), «deseos de curarlas». Pero
cientemente, organizar lazos libidinales me atrevería a decir que eso lo sentimos
con el analista. todos. Además sentimos otras cosas, a
- Deseo de manipular al analista, para veces inconfesables. Resumiendo: ira,
ejercer sobre él un control omnipotente. decepción, rabia, desencanto, pesimismo,
- Consideración del analista como frustración y, eso sí, deseos de curarlas.
«objeto ideal» y deseo de emularlo. Se dice (5) que la peor actitud con una
- Resistencia a aceptar las interpreta­ paciente anoréxica es querer alimentarla.
ciones. Estas pacientes tienen tanta resis­ La anorexia es el mantenimiento obstinado
tencia a incorporar el tratamiento, el analis­ de la insatisfacción. La posibilidad de trata­
ta y las interpretaciones como repugnancia miento consiste entonces en no meterle
a incorporar el alimento. Las interpretacio­ nada en la boca y dejarla hablar. Personal­
nes son comida para el pensamiento, algo mente me recuerda a los pacientes que des­
que la «engorda». Este rechazo se realiza cribe B. Joseph (35) en su artículo «Adic­
sin considerar si la interpretación es correc­ ción a un estado mortífero». Las caracteri­
ta o no; lo que se rechaza es que la inter­ za un estilo maligno de autodestructividad,
pretación confirma su necesidad, su depen­ de naturaleza adictiva, embelesadas por el
dencia. desconsuelo y lo mortífero.
- En otros momentos del análisis pre­ En el tratamiento de enfermos somáticos
domina una relación de fusión con el tera­ graves (36) se describe una contratransfe­
peuta, reproducción de la relación con la rencia que, a mi juicio, tiene elementos
madre. comunes con la que nos ocupa en el pre­
sente trabajo. La idea del daño y de la
5. Contratransferencia muerte gravita de continuo en el tratamien­
to, enfrentando al analista con el fracaso de
Utilizaré el concepto de contratransfe­ su propia omnipotencia y la realidad de su
rencia en un sentido amplio, para designar propia muerte. Estas pacientes nos enfren­
los sentimientos del analista en relación tan de igual modo a nuestra propia angustia
con la paciente. Algunos autores afirman de muerte y a la renuncia a la omnipotencia
que se contempla con renuencia y pesimis­ del «médico». Esta es la clave. Considero
mo la posibilidad de ofrecer tratamiento que son estos sentimientos, inconscientes,
analítico a la paciente anoréxica argumen­ los que nos llevan al rechazo y a la deses­
tando que estas enfermas suscitan ira y peranza.
decepción en quienes las tratan, rabia y El analista, más que nunca, deberá no
desencanto. Se destaca (14) el pesimismo sólo serlo sino también parecerlo, haciendo
de Bruch (33) y Sours (9), poniendo de un despliegue de su actitud analítica, neu­
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tral, trabajando «sin memoria ni deseo» problem», Int. J. Psycho-Anal., 1982, 63, pp.
como nos recomienda Bion (37). Al final, 303-310.
es la tolerancia del analista al desorden y a (1] ) MAHLER, M., Estudios 2. Separación­
la incertidumbre, las aproximaciones gra­ Individuación, Buenos Aires, Paidós, 1984.
(12) BORIS, H. N., «The problem of anore­
duales, el acierto y el error, lo que permite
xia nervosa, Int. J. Psycho-Anal., 1984, 65, pp.
a la paciente mostrarse tal y como real­
315-322.
mente es. Recordando a Estrada (27), «no (13) RISEN, S. E., «The Psychoanalytic tre­
hay nada más gratificante y de hecho sor­ atment of an adolescent with anorexia nervosa»,
prendente que el observar que uno de estos Psychoanal. Study Child, 1982, 37, pp. 433­
seres rígidos, aislados y atrapados en el 459.
cuerpo, condenados a morir prematura­ (14) FISCHER, N. «Anorexia nervosa and
mente, se convierta en un ser humano cáli­ unresolved rapprochement conflicts. A case
do y espontáneo, donde se advierta esa study», Int. Psycho-Anal., 1989, 70, pp. 41-54.
llama vital que sólo poseen los que son (15) BORIS, H. N., «On the treatment of
libres». Yo añadiría: ¿es eso posible? anorexia nervosa», Int. J. Psycho-Anal., 1984,
65, pp. 435-442.
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celona, Paidós, 1981. coanal. Argentina, 1969,3, pp. 67-68.

* M. A. Casanueva Royo, Psiquiatra.


Correspondencia: M. A. Casanueva, el General Ibáñez Ibero, n.!! 2, 3.!! E, 28003 Madrid.
** Fecha de recepción: 21-I11-1995.

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