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INTRODUCCIÓN
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
1
“La primera razón es que todo objeto que dura, por el simple hecho de durar, se
vuelve venerable, y que el brillo que adquiere con el paso de los años lo ennoblece”
2
INTRODUCCIÓN
3
psicoanálisis metafísica?), para aquellos espíritus absolutos que no buscaban una
salvación apresurada.
4
habíamos percatado. La primera conclusión es que no sólo los poetas tenían el “deseo de
inmortalidad”, sino todo lo seres humanos y su expresión más ordinaria es el de llamar la
atención.
Las fuentes primerísimas del presente trabajo fue precisamente las obras de
psicoanálisis, en su mayoría obras de Sigmund Freud, ya que la bibliografía sobre el tema
de la inmortalidad con grado científico es decir psicológico es prácticamente nula, se
encontró material ensayístico respecto al tema que no nos satisfizo por su tratamiento de
tema muy superficial o simbólica. Títulos como “El narcisismo”, “El poeta y los sueños
diurnos”, “Los sueños” y varios más nos sirvieron para elaborar una reducción pertinente
de tal fenómeno. La tercera resignación, la primera obra publicada por Gabriel García
Márquez nos sirvió mucho porque nos describió el deseo de inmortalidad tan claramente
que se podría decir que su lectura fue el grito de eureka de tantos sabios cuando descubre
algo, y que tal nombre de “deseo de inmortalidad” nace precisamente de ese cuento.
5
dicen los poetas y sus vidas sobre el “deseo de inmortalidad”, autores como Mario Vargas
Llosa, Bryce Echenique, el mismo García Márquez y algunos libros de memorias nos
brindarán fundamento a esta teoría.
Hay un autor que es uno de los pocos que intentan dar solución al problema, pero sólo
llega a describir; su obra El sentimiento de eternidad (Giórgos Seféris) también será
tomada en cuenta.
Pues el fin del trabajo es de dar una respuesta a todos los escritores, en un principio, y
luego a todo aquél que se pregunta por qué quiere ser filósofo, por qué quiere demostrar
que es inteligente, bueno, vivo, por qué quiere ser científico, artista de cine, futbolista, por
qué cree en dioses, etc; entonces le diremos porque se tiene un nivel de inmortalidad muy
grande, que mientras más muerto se sienta (este sentirse muerto lo explicará García
Márquez muy bien, entendiéndose como “muerte” la “relegación”) más “inmortal” querrá
ser, es decir, más querrá llamar la atención, ya no solo en su generación, sino en el
tiempo.
6
Capitulo I
Psicoanálisis y Filosofía
7
En esa época apareció el psicoanálisis con fuerza, dada la presentación de la
monumental obra de Freud La interpretación de los sueños (1900). Se diría que fue una
revolución del pensamiento humano ya que con este sistema se nos abrió un nuevo
camino en pos de la sabiduría: el conocimiento de la mente. Hasta ese momento nadie se
imaginaba de la existencia de impulsos inconscientes, del deseo como fuerza vital, ni de
todo aquello que provenía de nosotros mismos, al menos no sabíamos explicárnoslos.
Freud adjudicó su descubrimiento gracias al empleo de un “método científico”. Además de
las divergencias que sufrió después por parte de los miembros de la sociedad
psicoanalítica, de las críticas de otros pensadores encerrados todavía en el siglo pasado
(sobre todo por sus postulados sobre la sexualidad que fueron llamados inmorales), se
unieron las refutaciones de los epistemólogos que categorizaron su método como
pseudociencia, situación que condenó al psicoanálisis a una simple ideología
despectivamente llamada magia, nada más que eso.
8
Nosotros no aceptamos el rango de pseudociencia que le ha sido designado al
psicoanálisis, pues se diría que es una falsa ciencia. Primero empecemos preguntándonos
cuál es su objeto de estudio, para verificar si acaso no pertenece a otra ciencia o si es
verdaderamente autónoma. Como Sanz nos describe, el psicoanálisis “postula que la
subconciencia conserva impulsos reprimidos por la conciencia y que pueden ser la causa
de desordenes emocionales, en cuyo tratamiento se trata de reconstruir el pasado del
paciente, sobre todo sobre sus experiencias infantiles y sueños3”, lo que no hace más que
describir la conducta humana cuyo campo es el de la psicología. Sabemos que la
psicología si toma en cuenta al psicoanálisis, aunque sólo toma algunos postulados como
por ejemplo su explicación del desarrollo humano, pero otras no por falta de comprobación
o de sentido, o por ser simple especulación. ¿Qué le queda al psicoanálisis en nuestra
época? Preguntémonos si la psicología nos dice qué es el complejo, los deseos, los
instintos, el objeto sexual, la libido, el superyó entre otras entidades mentales que son los
fundamentos más cercanos a la explicación de manifestaciones aún ignoradas por la
mayoría como el proceso de sueño, la conducta psíquica del amor, del odio, de las fobias,
de nuestras actitudes más íntimas en sí. La ciencia psicológica es muy superficial, pues
por eso el rechazo de muchos a una terapia como tal que no hace más que decirnos cómo
se es y no por qué. Es cierto que los nuevos descubrimientos psicológicos-biológicos están
acercándose cada vez más a un conocimiento mejor de la mente y el cerebro, en tanto
pasan los años y los hombres siguen en la incertidumbre de no saber por qué se sufre o se
ríe, o por qué de esta actitud ignorada o de mis depravaciones, como también del deseo
de inmortalidad que luego se pasará a describir, sin saber que hace un siglo una mente
genial como la de Freud se esforzaba por dar las respuestas, eso sí, con la ayuda de los
descubrimientos hasta ese momento de la ciencia, y teniendo una especulación propia de
un filósofo. Si queremos dar una denominación objetiva a tal teoría diremos pues que es
una presciencia o ciencia en formación o al fin y al cabo filosofía, o si no queremos
arriesgarnos, sencillamente ser sensatos y decir que “atendiéndonos a otras posiciones y a
las características institucionales que hacen asemejar la práctica psicoanalítica a la
ciencia, estimemos que en este caso lo más prudente es suspender el juicio
3
Julio Sanz Elguera, Introducción a la ciencia, Lima, Amaru Editores, 1987, pg. 46.
9
temporalmente” 4 y no estar denigrando un posible conocimiento de nuestra mente que no
es verdadero solo por su aún imposible contrastación, debido a la falta de instrumentos
tecnológicos que nos permitan conocer el cerebro y sus complicadas manifestaciones.
Capítulo II
4
Ibid. pg. 47.
5
Martín Heidegger. El final de la filosofía y la tarea del pensar. En “tiempo y ser”, Tecnos, 1964, pg. 78: “El
desarrollo de las ciencias y, al mismo tiempo, su emancipación de la filosofía forman parte del acabamiento de ésta”.
10
DE CÓMO QUEREMOS SIEMPRE LLAMAR LA ATENCIÓN
6
Sobre este punto lo volveremos a tratar en el capítulo IV cuando tomamos la opinión de Colligwood sobre el arte y nos
da la teoría de la expresión e imaginación.
11
Satisfacer la necesidad narcisista primordial (ser amado por otro) implica en última
instancia, que el otro que me ama a mi está pendiente de mis deseos para satisfacerlos.
El autoerotismo procede desde la etapa más infantil del hombre cuando todavía
no se da cuenta de la realidad, es decir, que ha venido a un nuevo espacio después de
haber salido del vientre de su madre y no reconocer ni personas ni objetos, sino que sólo
sienten que viene de su cuerpo, los placeres primarios de las necesidades llámese comer,
defecar, vivir, además de otros placeres sexuales como, por ejemplo, se vería en el infante
cuando se chupa los dedos, así, él mismo se está provocando el placer de la parte bucal.
Esto nos demuestra que el infante se cree en esa etapa un ser omnipotente, ya que no se
percata de que son los padres los que le benefician sino él mismo, no necesita de nadie
para sobrevivir; la hiperestimación de poder de sus deseos y sus actos mentales hacen
recordar, como relaciona Freud, a la conducta mágica de los hombres primitivos en que
todo lo podían8. A esta faceta de la vida se le ha llamado “narcisismo primario”.
12
sabrá que para tener que comer tendrá que llorar 10 (como el primitivo tendrá que realizar
ritos y ofrendas para los dioses).
El objetivo de niño es lograr que lo amen para que estas personas elegidas para
amarlo quieran satisfacerle sus necesidades y otros placeres que ya está empezando a
reconocer como las caricias, los besos, el cariño venido de afuera, todo eso, a pesar de
sentirse dependiente, le harán creer que debe ser así, él debe ser el centro de los
cuidados porque eso le hace feliz su yo empieza a darle estimación y la realidad
mayormente no le contradice, los padres están obligados a cuidar de él, los familiares a
besarle, a tenerle cargado de un lado a otro y cuando llore a satisfacerle en todo12.
Buscará siempre eso, ser feliz, y para cumplirlo es necesario que los demás intervengan;
el infante se creerá el dueño de lo que sucede a su alrededor, “la enfermedad, la muerte,
la renuncia al placer y la limitación de la propia voluntad han de desaparecer para él, y las
leyes de la naturaleza, así como las de la sociedad, deberán detenerse ante su persona”
13
, desde entonces se hará evidente su sentido egoísta, todo lo quiere es para él y nadie
debe impedírselo. Es la constitución del “yo”. Porque necesita de otros para ser feliz, hará
10
Esta forma de decir lo hacemos con el fin de hacernos entender más claramente posible, lo puesto que si
describimos literalmente las formulas psicoanalíticas tal vez el trabajo se dilate en explicaciones complicadas que
requiere una cierta base en el tema por parte del lector.
11
Sigmund Freud, ob, cit., p. 2156; “Las pulsiones sexuales, en sis tempranos comienzos no se hallan aún
orientadas hacía ningún objeto exterior. Cada uno de los componentes pulsionales de la sexualidad trabaja por su
cuenta en busca del placer, sin preocuparse de los demás y halla su satisfacción en el cuerpo de individuo, esta es
la fase del autoerotismo a la cual sucede la de lección de objeto”.
12
Ibid. P. 2031; “ya hemos indicado que el ser amado constituye el fin y la satisfacción en la elección narcisista de
objeto”.
13
Ibid, p. 2027
13
cualquier cosa para llamar la atención. Llorará por ejemplo, sonreirán, y todos celebrarán
sus primeras poses con el fin que se convertirá en el sentido de toda su vida; no pasar
inadvertido. El día que pase inadvertido será infeliz, su yo dejará de ser centro y tendrá
que descargar la libido (en ese proceso de trasladar la libido hacia el exterior, el narcisismo
secundario, se formará el “ello”, es decir se diferenciará la libido del yo con la del objeto
externo) más de lo normal en detrimento de él14.
El narcisismo se acrecentará en tanto el yo reciba más amor de los otros, mientras que
disminuirá en tanto se da más amor de lo que recibe.
Quedando claro que es a partir del narcisismo en que nuestro yo siempre quiere
estar al centro de todo, mientras va teniendo la idea de familia y sociedad, podemos
continuar en derrotero de ese egocentrismo difícil de combatir, y combatir decimos, puesto
que le narcisismo es una de las causas primordiales por la cal el ser se hace muy
individualista.
14
Ibid. P. 2023-2024. “De momento quisiera limitar a indicar que el displacer es la expresión de un instrumento
de la tensión, siendo, por tanto, una cantidad del suceder material la que aquí, como en otros lados, se transforma
en la cualidad psíquica del displacer. El desarrollo de displacer no dependerá, sin embargo, de la magnitud
absoluta. Desde este punto, podemos ya aproximarnos a la cuestión de por qué la vida anímica se ve forzada a
traspasar las fronteras del narcisismo e investigar de libido objetos exteriores. La respuesta deducida de la ruta
mental que venimos siguiendo sería la que dicha necesidad surge cuando la carga libidinosa de yo sobrepasa de
cierta medida. Un intenso egoísmo protege contra la enfermedad; pero, al fin y al cabo, hemos de comenzar a
amar para no enfermar y enfermarnos en cuanto una frustración nos impide amar.
14
para satisfacer las necesidades todo debe hacerse en conjunto, si queremos acaparar las
atenciones y placeres se sufrirá luego porque la vida en conjunto demanda equidad, y si
no se cumple se incrementará por lo tanto las tensiones.
¿Quiénes entonces sufren más el paso del narcisismo a la vida social? Está
claro que serán aquellos que hayan recibido más amor y cuidado en su infancia, le dolerá
cuando, a su paso a la vida social, deje de ser centro de todo eso, las demás personas no
tiene ninguna necesidad de cuidarlo y amarlo, esto será la lucha que tendrá aquel que
tanto amor recibió. Mientras que aquellos con menos amor no estarán tan acostumbrados
a tenerlo todo y su paso a la comunidad les será más fácil, aunque no tan bien porque
persistirá en la vida narcisista.
Entonces hay grados de narcisismo que por una parte es buena si tomamos en
cuenta que el ser humano vivirá mayormente sin complejos y su intelección será favorable,
pero será contradictoria en el sentido de que será muy individualista y romperá la vida en
sociedad; según los acontecimientos en el resto de su vida se verá si su aporte será
positivo a los demás, si toma el buen camino o el malo.
Preguntémonos por eso cuando queremos llamar la atención, con esa fórmula
chabacana de querer ser orinales, ¿de dónde proviene esto? Diremos, pues, porque de
15
En el capítulo IV demostraremos que los poetas tienen este modo de vida egocentrística muy marcada.
15
niño fuimos así y se nos hace difícil de cambiar de actitud, y si acaso se puede trascender
a tal narcisismo.
16
trascendieron la existencia única no pudieron salir de aquel cerco narcisista en que ellos
bailaban como unos niños y todos los aplaudían17.
Capítulo III
17
Ibid. P. 2027. “El punto más espinoso del sistema narcisista, la inmortalidad de yo, tan duramente negada por la
realidad, conquista su afirmación refugiándose en el niño.
17
“LA TERCERA RESIGNACIÓN” DE HABRIEL GARCÍA
MÁRQUEZ Y EL NOMBRE DE INMORTALIDAD
18
(amor exagerado a uno mismo) o nuestro buen paso al mundo social. Pues la “primera
muerte” sería, precisamente, el mal paso al mundo social, el rechazo casi mortal que nos
dan nuestros semejantes al cual, tal vez nos acostumbremos. El personaje no se resiste a
esa muerte, intenta mostrar a los demás que no está muerto, pero en el momento que se
acostumbre, cuando acepta la soledad como ideal se resignará a esa muerte social: la
primera resignación.
19
esperemos recibir algo mejor, será una irrealidad ese pensamiento, mientras mi paso por
el mundo será inadvertido, ¿pero qué se puede hacer, si yo sé que estoy vivo, si mi
narcisismo me ha hecho una persona en que todos están pendientes? Por eso deberé
dejar algo para que nadie me olvide y esté en los recuerdos de todos siempre vivo. Deberá
dejar algo a la posteridad y en bien de todos para no morir en la memoria, aunque sea, de
los demás, que es mi “tercera muerte”, inventaré algo, descubriré ideas fabulosas, haré
arte. Será un gran ideólogo, qué puedo hacer para que al menos no muera en esa “tercera
muerte” que es la definitiva, tan triste situación esa de desaparecer de e recuerdo de
todos. ¿Pero si no lo hago, si no llego a pertenecer al parnaso?, sí que en verdad habré
sido un muerto esa será mi tercera resignación.
Se arranca de los pelos al pensar que después de que mueran nadie se haya
dado cuenta de su paso por este mundo. Esos seres inmortales tienen a su favor el hecho
de que podrán más empeño en lo que hacen, mientras que otros se dedican a ser felices,
a “vivir”, en conjunto, no les importa dejar nada, ellos, querrán vivir como los demás, sin
saber que a su muerte desaparecerán para siempre de la memoria de los que quedan,
situación que inmortal combatirá antes de que la resignación de los años le alcance.
20
Capítulo IV
LA INMORTALIDAD EN LA LITERATURA
21
Como la inmortalidad se forma en la soledad como consecuencia de la
relegación individual, en los escritores mayormente esta soledad es una característica
esencial, puesto que es requisito indispensable para su abstracción del mundo real al cual
evaden. La imaginación da sus mejores resultados en un ambiente tranquilo y apartado,
pudiéndose conserva lo primordial de cada actividad que realizan sin contaminarse en lo
pueril. Así no los demuestra García Márquez, y sólo por poner un ejemplo, cuando nos
dice:
“En realidad, uno no escribe sino un libro. Lo difícil es saber cuál es e libro que uno está
escribiendo. En mi caso, si es el libro que yo estoy escribiendo no es e libro de Macondo
sino el libro de la soledad”18.
Al decir Freud que los artistas son insatisfechos nos da la idea de que aquellos
personajes son unas personas enfermas y que no deberíamos ya creer o tener fe en sus
obras pues, como vemos son productos del enfermismo. Pero estamos convencidos de
que no solo eso es el arte, en todo caso todas las personas serían artistas por su
constante inestabilidad, y vemos que no es así. Existe una elaboración que “mitiga lo
repulsivo de tales deseos”20. Y esto es lo que diferencia del artista de los demás, una
aptitud y una actitud originales que le hacen expresarse como ningún otro al contrario del
18
Peter Earle, García Márquez. Madrid, Taurus Ediciones, 1982, p. 247.
19
Ibid., pp. 1864-1865.
20
Ibid., p. 1865
22
que sufre también el deseo insatisfecho que se manifiesta en acciones criminales, en odios
y rencores, rompiendo la libertad de otro, lo enajenan. El artista toma el camino positivo y
brinda esa especie de catarsis (que primero funciona en él) a otros ávidos de arte que
aprecian su labor ya sea como pintura, música, literatura, etcétera. Freud lo explica así:
“los límites existentes entre cada yo y los demás yos, consiste realmente el arte poético” 21.
Es decir, que en la intersección de deseos insatisfechos nace la posible noción de arte.
Gombrich al decir que “no existe, realmente, el Arte. Tan sólo hay artistas”22,
está aceptando que para entender el arte lo único que nos queda es fijarnos en los
artistas. Cómo analizar el arte sino sabemos qué es, y no lo sabemos porque el arte no es
una cosa como tal, que existe por si sola, sino como relación de dos entes, en este caso,
de dos personas. Es como querer dar una existencia a la órbita, ¿acaso lo vemos?; el
movimiento, ¿qué es el movimiento se no es relación de dos, espacios y tiempo? ¿El amor
qué es sino hay dos personas? Por eso la “palabra arte puede significar muchas cosas” 23 .
Para llegar a una conclusión sobre los artistas diremos que para el psicoanálisis
los artistas son personas muy especiales, dotados de una sensibilidad superior y que por
lo tanto perciben el sufrimiento mucho más, pero por situaciones específicas en su vida
llegan a formarse como únicos para la explicación de su sufrimiento, dando una salida a
otras personas que sufren de los mismos deseos, y logran la felicidad imaginaria. Es decir,
los requisitos para ser un artista es saber expresar y saber fantasear de una manera
estética. La fantasía es aquí tomada como correctiva “de la realidad que no da
satisfacción”. Es una ficción que brinda placer.
Freud, pues, no pudo concluir una verdadera concepción de arte y llegó a pisar
la trampa en que caen muchos grandes hombres cuando descubren algo y tratan de dar
una concepción del mundo en base a su gran descubrimiento, como siguen sus
paradigmas los voluntaristas con su “voluntad de poder”, los marxistas con su lucha social,
Freud con su inconsciente y su neurosis. No critiquemos a Freud, pues aceptemos que
21
Sigmund Freud, Ensayos de psicoanálisis aplicada, Santiago, Editorial Cultural, 1934, p. 127
22
Ernst Gombrich, historia de arte, Barcelona, Argos, 1951, p. 3.
23
Ibid, p. 3.
23
hasta donde llegó no erró, sino que le faltó, podría decirse por el tiempo, y esto lo acepta é
mismo cuando deja a la posteridad muchas incógnitas a resolver en diferentes campos,
uno de ellos es el de la estética.
“Pero la confusión entre arte y diversión se ha visto reflejada y reforzada por una
confusión entre imaginación y ficción, que culmina en el intento de los psicoanalistas a
subordinar la creación artística a su teoría (una verdadera teoría científica) de las fantasías
como satisfacción ficticias del deseo. Este intento tiene éxito admirable mientras se hace
el arte, falsamente llamado así, de la vela o la película ordinarias; pero no podría de
ninguna manera aplicarse al arte propiamente dicho “24
24
Collingwood,, Los principios del arte. México, Fondo de la Cultura Económica, 1938, p. 133-
25
Ibid, p. 132
26
Ibid., p. 133
24
situaciones que lo mantienen en constante pena, escribirá sus problemas y sus sueños
con una pasión propia de personas hipersensibles y estará en una interminable búsqueda
del saber. Aquellas luces que obtienen de su reflexión en la soledad, problemas para él
vitales, las manifestará abstrusamente, como los mitos, en su obra.
Esa búsqueda del saber llevará al literato a conocer su forma de pensar y de sentir
por su cualidad reflexiva, y así irá eliminando muchos deseos “tontos” y sanándose de
traumas. Por eso se dice que los poetas son muy prácticos y desprejuiciados. El saber es
un antivirus que combate la enfermedad psíquica, es un autoanálisis de nuestros
25
problemas y su respectiva solución, por lo que los deseos, como volvemos a recalcar, se
irán eliminando.
La lucha que todo poeta debe tener es la búsqueda del deseo primario que es
indudablemente el deseo madre, el deseo de inmortalidad. Este deseo es causa de otros
tantos deseos como el de tener una chica bonita para que mis amigos me vean (llamar la
atención), ser número uno en el salón para que se fijen en mi, ser poeta (para que no sólo
llamar la atención entre los míos, sino en todos los hombres de este tiempo y de los que
vendrán), esto se debe entender, que el deseo de inmortalidad (narcisismo-relegación) es
la fuerza que nos impulsó a escribir. Al hacer poesía el hombre tiene más o menos esta
idea.
“Por ser obra del hombre, a veces el arte prolonga increíblemente su fugaz
existencia. Las generaciones florecen y caen como las hojas, las naciones desaparecen de
la faz de la tierra, el arte permanece”.
Y habrá que eliminar este deseo porque el arte, propiamente dicho, no debe ser
causa de insatisfacciones. Pero al decir que el arte nace de deseo de inmortalidad no
diremos que la hace sino “que la inmortalidad es una fuerza que empuja a hacer algo”,
como nos recalca Giorgos Seféris, el deseo de inmortalidad nos puede hacer filósofos,
científicos, o todo aquello que sabemos que nos dará fama y que la sociedad no nos
olvidará. En conclusión el arte debe eliminar ese deseo de inmortalidad, hacer el arte por
simple deseo de hacer arte, se buscará sólo en la obra misma el trabajo y no el autor. El
arte es por si sólo y sólo se debe olvidar de que siempre debe estar nuestro nombre
enlazada a ese trabajo, eso viene por si mismo. Así podremos entender a aquellos que no
ponen su nombre en los libros sino el seudónimo, personajes libres de la necesidad de
llamar la atención, poetas como Neruda, Mistral, Martín Adán dan ese ejemplo. Pero aún
nos seguiremos preguntando si esto es posible, si este arte es creación de humanos,
demasiado humanos.
26
En todo caso, los únicos que pueden trazar ese límite en las obras literarias son los
propios autores, ya que nosotros como espectadores no sabremos cuál es en verdad
deseo insatisfecho u obra de arte desligada de toda frustración.
Autor peruano que nació en Arequipa el año 1936. Su infancia la paso en Bolivia en
el cuidado de su madre (abandonada por el esposo) y de sus abuelos. En esa casa tuvo la
compañía de sus primos con quién compartió momentos felices como lo es siempre en esa
etapa. Pero a diferencia de las infancias normales que conllevan un narcisismo promedio,
en la que las personas casi no tienen recuerdos, en el autor de La ciudad de los perros
sucedió algo especial que no lo pudo olvidar (ahí vemos la diferencia entre el narcisismo
elevado y lo normal, es en el recuerdo, cuando la persona añora esos momentos en que
tanto fue amado) y esto nos cuenta en sus memorias El pez en el agua.
“En aquella casa fui engreído y consentido hasta unos extremos que hicieron de mi
un pequeño monstruo. El engreimiento se debía que era el primer nieto para los abuelos y
el primer sobrino de los tíos, y también a ser el hijo de la pobre Dorita, un niño sin papá. El
no tener papá, o mejor dicho, que mi papá estuviera en el cielo, no era algo que me
atormentara; al contrario, esa condición me confería un status privilegiado, y la falta de un
papá verdadero había sido compensada con varios sustitutorios: el abuelo y los tíos Juan,
Lucho y Pedro”27.
Podemos decir que tuvo una infancia en que no le falto amor, más aún, le sobró.
Estaríamos entonces ante un caso de narcisismo elevado, y como Vargas Llosa es
inmortal veremos, o buscaremos, la relegación que cumplirá el requisito de relegación, el
paso de una felicidad incomparable hacia el complemento sufrir, lo que causó su
relegación individual en algún momento de su vida, momento mismo en que el deseo de
inmortalidad empezó a desarrollarse. Luego de Bolivia, Mario vargas Llosa fue trasladado
en su niñez a Piura por situaciones de trabajo de abuelo, parte del gobierno de entonces y
27
Mario Vargas Llosa El pez en el agua, Barcelona, Seix Barral, 1993. p. 17
27
al ir al colegio, cuando no conocía a nadie, empezó a experimentar algo nuevo a su
narcisismo.
“Yo regresaba todas las tardes a la casona de la prefectura, a darle mis quejas al tío
Lucho, espantado de las lisuras que oía y furioso de que mis compañeros se burlaran de
mi manera de hablar serrana y de mis dientes de conejo”28.
Hallamos una primera relegación, de los amigos, esta relegación llega a condenar a
algunos a la soledad para siempre, pero el futuro inmortal siempre buscará el porqué de
eso y sabrá que los demás están equivocados, gracias a su inteligencia, algunos de ellos,
podrán entrar al círculo social y serán felices, pero esto no quita que el deseo de
inmortalidad ya se formó, ya que quedó el trauma. Vargas por su personalidad es un
hombre social y no tuvo problemas para acomodarse a sus nuevos amigos de Piura y evitó
la relegación. Años más tarde fue llevado a Lima, en donde conoció a si padre y volvió a
acrecentar la inmortalidad.
28
Ibid, p, 24
29
Ibid., p. 54
28
29
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
(2) El desarrollo de infante pasa por dos etapas: el narcisismo primario y narcisismo
secundario. Entendiéndose como “narcisismo” un “amor hacia sí mismo”, característica
30
innata en el ser humano puesto que siempre se va querer evitar la muerte. Amándonos a
nosotros mismo nos aseguramos la vida. El deseo de inmortalidad empieza con esa etapa.
(4) El narcisismo es gradual, por lo tanto habrá personas con un grado mínimo de
narcisismo y otro con un máximo, dependiendo del amor y cuidado recibidos; más amor,
más narcisismo.
(7) El encuentro con la sociedad por parte del niño se dará a partir de la época de
colegio. En esa etapa si se produce en rechazo en contra de un niño que tiene un
narcisismo elevado, ese rechazo provocará un trauma denominado por nosotros; deseo de
inmortalidad.
(8) Entendemos por muerte al hecho de que socialmente se está muerto, puesto que la
sociedad no le toma importancia, este ser relegado se sentirá, por lo tanto muerto (la
sociedad le hará creer eso), y habrá una resistencia que viene desde lo más profundo del
ser (narcisismo-vida) y buscará combatir esa muerte siendo inmortales.
31
(9) Contraste entre positivo y negativo. El narcisismo es causa del exagerado amor, pero
también del individualismo, como la “relegación individual” es producto del desprecio y
causa de seres inmortales.
(10) El poeta es un ser que está empujado por el deseo de inmortalidad, y no es raro que
haya sufrido ese contraste narcisismo-relegación (amor familiar-desprecio social). Pero
mientras no se da cuenta de aquello su obra se verá empañado. Para que una obra sea,
propiamente dicha, artística debe eliminar los deseos personales en su trabajo, y el último
deseo por dominar va ser el “deseo de inmortalidad”.
(11) Ser inmortales significa dejar algo a las generaciones posteriores que des sea de
gran valor, el creador de ese objeto valorativo será recordado por siempre. Es una
búsqueda vital en la que el hombre no quiere irse de mundo sin pasar primero advertido
por todos, eso busca en el fondo llamar la atención.
(12) Pero ser inmortales no causa e el fondo mucha gracia, puesto que al morir no
gozamos da nada. En conclusión decimos que el ser que quiere ser inmortal sólo quiere
dar un agradecimiento a sus seres queridos por el gran amor que de dieron en su infancia
que lo colocó como un gran hombre. El fin práctico es que viva para siempre su nombre,
pero no precisamente él.
BIBLIORAFÍA CITADA
32
EARLE, Peter García Márquez
33
Barcelona, Seix Barral, 1993, 541 pp.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
34
GOMBRICH, Ernst. Historia del arte
.............................Arte e ilusión
35