Sei sulla pagina 1di 20
éPor qué considerar a Max Weber un “clasico”? por Gustavo de la Vega* Intraduecian “Max Weber 1864-1920, abogado de profesion y sociéloao nor vocacién. Realiz6 una tipologia sobre la legitimidad que figura en cual- 4quier trabajo tedrico vinculado al concepto del poder. Fue el autor de ta ttica protestante y el espmntu del capitalism. Le debemos os tipos ideales y la edicién -pdstuma- de Economia y Sociedad’. Con esta definicién podemos der por cubicrte lo que podria I “vulyate weberiana’. Pero si leemos con atencién su obra veremos que encietra infinidad de temas y tratamientos que atin hay dia ciguen ciendn ppolémicos y estimulantes. Tanto es asi que a pesar de la dspersién de su Obra, Sus escritos no son indiferentes a distintas corrientes de pen- samiento que lo incorporan, lo cuestionan, critican y ensalzan. Asi Parsons, en lo que fue el desernbarco de Max Weber en EEUU hnacia tus anos 30, recorstiuyo un Weber affh a SU Leora Tunconslista'. Gerth y Mills cuestionaron esa versién y ofrecieron un nuevo modelo fle Weher can trae prenciipacianes? Tampoco fue indiferente para la izquierda: en definitiva era un autor burgués, que reivindicabs la autonomia de la supesctructura (especificamente de las ideas religio- sas}. Asila Escuela de Frankfurt considerd su obra como un hito final del iluminismo y un jalén en la pérdida del sentido del hombre? y Marcuse caltfico a Economia y Sociedag como una acumulacion orgidstica de definiciones'. Siguiendo con los autores de izquierda, mientras algunes como Zcitling lo colocen ci una pusiviin de wil frontacién y lucha permanente con el fantasma de Marx, otros tra- tan de lograr una sintesis neamarxista que incluya 1a tematica vweberianat. Finalmente también Habermas da un amplio tratamiento « incorpora grandes preocupaciones weberianas en su Teoria de fac cién comunicative. Por supuesto, este recorido tematico no tiene més interés que se- Coveccion avo wi n° 9 233 CITUK UE CONSIDERA A MIAN WEEK UN CLASICOS falar que otros autores han destinado esfuerzos para discutir con fy cobra de Weber, peto Zqué nos ha legado Weber? En primer lugar, nos ha legado canceptos, no porque los haya creado, sino porque ha hecho wo pode mos ha- bilar de ellos sin soslayar el tratamiento de Weber. El vocabulario del cientifico social estd entonces ligado a una serie de conceptos que se- conocen en este autor una referencia practicamente obligada. Veamos tun catélogo: Poder, leaitimidad. clases sociales, Estado. dominacin, tica y politica, tipos ideales, neutralidad valorativa, capitalismo, na cionalidad, ciencia politica y politica, vocacién politica y vocacién cien- tifica, burocracia 0 liderazgo carismatico, son términos que poseen esta «aracteristica. Pocos autores tienen un impacto tan grande, duradero y ampli en las cieuciay suniales que ly Cunviertan er un hity Ubllgado, EI propio Bobbio lo considera el ultimo clasico de la filosoffa politic’, Oinds el otra depacitarin de ta tituln an fa ciencia saciat moderna sea €l propio Marx, 1o que explica esa confrontacién que algunos intentan construit. Este cardcter nos leva al origen de nuestra preocupacién v «sla de por qué es Max Weber un clésico. Una pista nos la da el parra- fo anterior: existen temas centrales de las ciencias sociales que hacen Ineluaiole 1a consulta de este autor. Hero, Zalcanza con esto’ Vesde fa literatura, Calvino® nos da pauitas de lo que puede ser considerado como tun clisieo. Pido al lector el cafucreo de trator de oplicar estos propucs- tas al Ambito de la ciencia social: a) “Un clasico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir”; b] “Toda relectura de un clé- sico es una lectura de descubrimiento como la primera"; c) “Los clsi- 0s son libros que cuanto mas cree uno conacerlos de ofdas, tanto més ‘nuevos, inesperados, inéditos resultan al lerlos de verdad”; d) "Un clé- sico es una obra que suscita un incesante pohvillo de discursos critcos, pero que lo obra 3c sacude continuamente de cuca", yf) Un aésivn 5 un Tibro que estd antes que otros clésicos; pero quien haya lefdo 2 aqui, reconoce en seguida «u lugar en un latarnien(g (al de Iuy migimos que, pricticamene, primeen las atens y dasps Ia geneatogia” No busco con esto dar una acabada definicion de lo que debe y no debe ser considerado un clisico (tarea harto dificil si consideramos el ultimo de os criteros) sino marcar un sendero por e! que poder cami- nar, Ubviamente, en literatura es tal vez mas facil ya que un titulo pue- de ser, en si mismo, un clésico. En ciencias sociales, tema es algo més diffe. Obras dispersas hacen trabajos clisicos dispersos. No todo 234 Coucccion aio we NOD lo producido por un autor pertenece a la categoria de cisco: sin duda I principe de Mequiavcto cs un clésice para la soctolugie pulitiva, yew Gefinitivamente su texto sobre el arte dela guerra tiene poco para en sefiar para la estrategia actual: su valor mis alta es, qnizis si autor pero no su contenido’. Cualquier trabajo sobre metafisica hace de Aistoteles un clasico pero poco han legado a la posteridad sus traba- {jos sobre ciencias naturales Y esta altima afirmacién nos lleva a otra cuestion: el lugar de los Clasicos en fas crencras socrates. Una postcion positsta tuerte, nega ria la posiilidad de existencia de clisicos en las ciencias: cualquier lo- gro en esta moter, yo Fue incorporado al corpus de conocimicnto y por ende, se considera que la ciencia avanz6 un peldaiio mas en su brisqueda de exnlicaciones. Si dehemos leery eleer mn austor. pata tea tar de comprender un tema actual (a pesar de que ese autor murid hace mas de 2000 afios) esto es considerado como un indicador del status juvenil de la ciencia social 0, en el peor de los casos, de su caracter acientifico, Obviamente, una posicién asi est encerrada en una con- ‘eepclon deo clenucy ulsemplnsta y deja Ue tauo UUras aeepciones, de la ciencia social en general y de las ciencias politicas, en particular. No es mi intencidn resefar Ine diztintas acepeioner del wocablo cienci ni una discusin sobre la legitimidad de adherir a una posicidn w otra, sino simplemente serialar el tratamiento diferente que se le otoraa por distintas corrientes de la ciencia social a un mismo problema, Para adentrarmos en este tema de lieno y cumplir con la intenci6n ‘de este trabajo, vamos a sumar @ fos enters de Calvino una detimicion de los clsicos provenientes de un autor de la ciencta social: “Los clisi- 603 20m productos de la inveatigacién @ loa que 3¢ lea concede un ran {90 privilegiado frente a las indagaciones contemporsneas del mismo ‘campo. El concepto de rando privilegiado sianifica aue los cientficos contempordneos dedicados a esa disciplina creen que entendiendo di- chas obras anteriores pueden aprender de su campo de investigacién tanto como puedan aprender de la obra de sus propios contemporé- neos. La atribucién de semejante rango privlegiado implica, ademas, que en el trabajo cotidiano del cientfico medio esta distincion se con= cede sin demostracién previa; se da por supuesto que, en calidad de

Potrebbero piacerti anche