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Educativa como
Medio de
Construcción
Social
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Jonnatan González - 1ro. Ciencias Naturales
Ana Coelho - 1ro. Lengua y Literatura
Índice:
Introducción Pág. 3
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Introducción
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nos sugería que el mundo que nos rodea es aquel que creamos, y seduce
nuestros ideales juveniles de cambiar el mundo.
El gran reto en esta monografía no es solo vincular estos temas
entre sí, o con nuestra futura profesión, sino ser capaces de al mismo
tiempo expresar nuestras propias ideas al respecto, tanto las que ya
traíamos con nosotros como aquellas que construimos en este proceso.
En estas páginas, muy lejos estarán de encontrar una verdad
universal, verán sí, un punto de vista, una perspectiva, una explicación de
porqué creemos que la Narración Educativa es un Medio de Construcción
Social.
Capítulo I: La Narrativa y sus Principios.
a) La Narrativa y su historia.
En el transcurso de la historia los seres humanos sintieron la
necesidad de contar sus propias vivencias o inventarlas y agregarle un
toque subjetivo de comicidad o tragedia. La narrativa oral fue siempre
predecesora de su contraparte escrita. Los juglares componían poemas
sobre hazañas o vivencias de personajes históricos que el auditorio conocía
ya que estaban insertos en su cultura popular. Lo interesante era el toque
lírico que el juglar le otorgaba a su cantar para entretener.
Por ejemplo en las narraciones históricas del Antiguo Testamento,
las obras son más bien populares, puesto que los autores de este,
debieron recordar la tradición oral para realizar las escrituras.
b) La Narrativa y su teoría.
Decimos que la narrativa, desde un punto lingüístico, es un “tipo de
enunciado con el propósito de relatar hechos”1. Entonces aquí nos
extenderemos en su significado, puesto que describimos y enumeramos
las partes que la componen.
• Enunciado: aquí nos referimos a la “unidad mínima de sentido”2 que
refleja el acto de comunicación de pensamientos a través del habla y
la escritura. Para este acto comunicativo es necesario un emisor, un
mensaje codificado, y un receptor.
1
Microsoft Encarta, 2003.
2
Alarcos, Emilio, Enunciado y oración, Cap XIX, “Gramática de la Lengua Española”, 2002.
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Hechos: en primer lugar, estos incluyen necesariamente uno o más
personajes. Tienen una ubicación temporal, una época de referencia y
también una ubicación espacial que puede ser real o ficticia. Es por
esto que los hechos pueden ser verdaderos, pero si no lo son, tienen
que tener algo de verosímiles.
• Propósito: Podríamos decir que es el carácter predominante del
hecho. Está intencionado en su totalidad por el emisor. Y nos
permite tener una perspectiva como narrador. Si el narrador es
omnisciente, seguramente el enunciado y el hecho serán ficticios,
porque nosotros en realidad no somos omniscientes, solo cuando
contamos algo ficticio. El narrador puede ser testigo o personaje.
Como ejemplo de esto, podemos tomar el caso del Antiguo
Testamento, el propósito de las narraciones es religioso porque se
pretende demostrar como participó Dios en acontecimientos
humanos.
3
Kant, Immanuel, “Crítica de la razón práctica”, Losada, Buenos Aires, 1990.
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Como Mc Ewan y Egen4 dicen con respecto a los relatos
educacionales, “nunca están ausentes los sentimientos, la subjetividad”.
Para ellos, la narrativa puede ser dividida en dos grupos:
• General: Aquí la narrativa implica una situación educativa común
para la historia de la humanidad; puesto que los relatos son
generales. Sirven de modelo, como grandes narrativas, del progreso
y tienen un fin que contribuye al conocimiento general.
• Individual: Son los relatos personales, los más cotidianos, los que
influyeron en nuestra vida desde la primera educación que hemos
recibido. Estos relatos poseen un gran contenido moral, de acuerdo a
la personalidad del individuo que lo narra y de si este lo considera o
no un relato educativo moral. Aunque muchos de estos aprendizajes
relatados individualmente, están contribuyendo a la cultura popular.
Los relatos individuales pueden contribuir a la creación de relatos
generales.
4
Mc Ewan – Egen, “La Narrativa en la Enseñanza del Aprendizaje y la Investigación, Amorrortu, 1998.
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Capítulo II: La Narración Educativa
5
Jackson, Philip, “La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación”, Bs As, 1998.
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historia en lugar de analizarla? Esto es un reflejo de en que medida las
clases de Literatura están orientadas hacia el relato.
“El hombre es siempre un narrador de historias” nos dice Jean Paul
Sartre (Sartre, 1965, pág. 65), y así, materias como la Historia denotan
esta fuerte necesidad del hombre de contar lo que le ha sucedido, por
tanto, un profesor de Historia es en esencia un buen narrador de relatos,
el contenido histórico no es muchas veces más que la descripción de
hechos que sucedieron en un determinado momento. La Historia como
disciplina, se limita a crear un gran relato lo más verídico posible de lo que
le ha sucedido al hombre desde su inicio.
En esta categoría podemos incluir también a la Filosofía, desde la
cual podemos hacer diversas conexiones. Primero que nada, todo lo que
concierne a mitología, son estrictamente relatos. Sin embargo, no es esta
relación la que más nos interesa, sino que es el uso de relatos individuales
informales que se ven intensamente propiciados al momento de la
discusión, pues las ideas expresadas están mayormente basadas en algún
tipo de experiencia que la propulsó, además de su uso natural para por
medio de ejemplos clarificar una idea.
Aún las disciplinas de lenguas, tanto de la lengua madre (idioma
español) como de lenguas extranjeras (enseñanza de francés, inglés,
etc…), basan su aprendizaje en textos narrativos como medio para
presentar el lenguaje. Por lo tanto las asignaturas nombradas tienen una
necesidad explícita y conceptual del uso de las narrativas.
6
”…en este sentido se le dice "ciencias duras" a las naturales y "blandas" a las sociales.”
Díaz, Esther, “Hacia una visión crítica de la ciencia”, Biblos, Buenos Aires, 1992.
7
Mc Ewan – Egen, “La Narrativa en la Enseñanza del Aprendizaje y la Investigación, Amorrortu, 1998.
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Más allá de cómo sea usada la narrativa, ésta no solo transmite los
contenidos conceptuales de la disciplina, sino que abarca también otro
campo, que es quizás su mayor contribución a la enseñanza.
c) El Aporte de la Narrativa.
8
“Subjetivo: Perteneciente o relativo a nuestro modo de pensar o de sentir, y no al objeto en sí mismo”
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Vigésimo Segunda Edición, 2001.
9
Berger P, Luckman T, “La construcción social de la realidad”, Buenos Aires, Amorrortu, 1997.
10
Jackson, Philip, “La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación”, Bs As, 1998.
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Esta constante exposición a las narrativas y los diferentes mensajes
subjetivos que conllevan, desembocan en la creación de una ideología, un
modo de cada alumno de ver el mundo. Dentro de la subjetividad creada
en el alumno, hemos diferenciado dos aspectos, uno individual y el otro
general o social.
La subjetividad individual del alumno surge de la interpretación que
le dé a los relatos, y a como integre lo que le es transmitido por el
profesor con aquellas ideas y valores a las que está expuesto en otros
contextos. De modo que el efecto del profesor no es el único a considerar,
puesto que cada alumno se mueve por diferentes ámbitos tales como la
familia y el grupo de pares. La manera en que las diferentes subjetividades
son integradas e interrelacionadas por el estudiante, darán como producto
la creación de una subjetividad propia.
El segundo aspecto, es la creación de una subjetividad general o
social dentro del grupo. A lo largo de su vida estudiantil, en materias tales
como Literatura o Historia, cada alumno ha sido expuesto a ciertos relatos
prescriptos por los programas. Como consecuencia de esto, veremos que
cada alumno adquirirá una serie de pautas morales generales comunes a
la cultura en que se encuentra. La interiorización de estas pautas morales
por el estudiante, hace que éstas se vean reflejadas en su conducta y sus
costumbres, y puesto que "la costumbre constituye la guía fundamental de
la vida humana"11, le permitirán al final la inserción en la sociedad, pues
son tan estándares y esenciales en la cultura como “no matar” lo es en
una sociedad Cristiana Occidental.
Esto explicaría porqué los relatos difieren de una sociedad a otra, o
aún refiriéndonos a diferentes momentos históricos de una misma
sociedad. De modo que los relatos al los que son expuestos los alumnos en
la Alemania moderna, nada tendrán que ver con aquellos de la Alemania
Nazi, donde estaba bien claro que la intromisión en la educación era el
mejor modo de hacer propaganda política y de formar una conciencia
popular que consintiera y hasta apoyara incondicionalmente el uso de la
fuerza militar. Cada sociedad en un tiempo específico, está regida por un
número de normas morales que hacen posible la convivencia y están de
acuerdo a los objetivos de ésta.
A tal extremo puede esto ser llevado, que en la actualidad, los
ataques suicidas son una realidad, y estos provienen de una sociedad
Islámica, altamente religiosa, donde la narrativa en su texto principal, el
Corán, promueve la Guerra Santa (Jihad)12, hay entonces allí una
coherencia entre los objetivos de la sociedad de librar una guerra y las
narrativas que transmiten un ensalzamiento de ésta.
11
Hume, David, “Tratado de la Naturaleza Humana”, Tecnos, Madrid, 2002.
12
“Los infieles son para vosotros un enemigo declarado”, El Corán, Sura 4, aleya 101.
“No dejéis de perseguir a esa gente” El Corán, Sura 4, aleya 104.
“¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos!”, El Corán, Sura 5, aleya 51.
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La trascendencia del efecto educativo que tiene la narrativa se torna
así imposible de perder, teniendo este un alto rango de participación en el
producto final de la formación humana de esos futuros ciudadanos.
a) La Realidad Objetiva.
b) La Realidad Social.
13
Bruner, Jerome, “Actos de significado”, Editoral Alianza, 1993.
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La segunda porción, que es la que realmente concierne a esta
monografía, es la que llamaremos la Realidad Social por estar sujeta a
modificaciones causadas por los cambios en la conducta del hombre. Sin
embargo, la construcción social de la realidad es un proceso demasiado
complejo como para ser comprendida en su totalidad. Por lo tanto, nos
limitaremos a demostrar que este proceso existe y establecer la
participación del individuo y la educación en este proceso, sin intentar
medir su alcance, lo cual, por la naturaleza cambiante de sus variables,
nos parece imposible de lograr.
Supongamos el caso de un estudiante que tiene que rendir examen.
Si éste cree que el tiempo que tiene no es suficiente, y que no le va a dar
tiempo de estudiar todos los temas, entonces pasará más tiempo
lamentándose que estudiando. Como consecuencia de esto, efectivamente
el tiempo no le será suficiente para estudiar todo. Esto es un ejemplo de lo
establecido en el Teorema de Thomas14. Si los individuos definen las
situaciones como reales, son reales en sus consecuencias, es la profecía
que se cumple a sí misma, porque su subjetividad los guía hacia la
verificación de la idea previa. Las dimensiones de esto pueden ser
observadas si se pone como ejemplo un caso extremo; si todos en el
mundo creyeran firmemente que el Apocalipsis llegará en una fecha
determinada y que tendrá como resultado la muerte de todos los
pobladores de la Tierra, aún sin ser cierto, si la creencia es firme y
completa, es muy probable que todos se suicidaran cumpliendo así la
catastrófica profecía.
Como hemos observado, la profecía se basa en subjetividades, que
es a su vez, lo transmitido por las narrativas, por lo tanto, las narrativas
pueden condicionar así la construcción de la realidad. Si en nuestros
relatos, los representantes de aspectos o valores negativos como el robo y
la estafa fueran siempre las personas de color, eso llevaría a la
desconfianza en ellas, lo que los dejaría como víctimas del desempleo y,
eventualmente desembocaría en su incursión en actividades ilegales para
su supervivencia, lo que al final cumple la profecía expuesta en los relatos.
Un segundo elemento que condiciona la realidad es el conocimiento
social. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir que los suizos son
puntuales? Seguramente miles, y, si por negocios, necesitáramos asistir a
una reunión con un suizo, pondríamos especial cuidado en la puntualidad
porque “todos saben que los suizos son puntuales”. Sin embargo, aún no
nos hemos encontrado con ningún suizo, no tenemos experiencia ninguna
con que corroborar la información, pero aún así, actuamos en
consecuencia de ella. Y, es probable que el suizo, sabiendo lo que se
espera de él, actúe de acuerdo a las expectativas. Por lo tanto, siendo la
subjetividad objetivable a través de los actos, nuestro conocimiento social,
aquellas teorías culturales condicionarán nuestro comportamiento hacia la
14
Merton, R, “Teoría y estructuras sociales”, F.C.E., México, 1987.
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transformación de una realidad específica. O sino, ¿porqué nos cuidamos
de no ser robados si pasamos junto a alguien que está en la indigencia, y
no lo hacemos si pasamos junto a un ejecutivo de traje y corbata?, siendo
que éste último bien puede ser un estafador de primera línea y el primero
ser un hombre honrado.
Queda establecido entonces que al ser el hombre partícipe primordial
de la realidad, y, teniendo la capacidad de cambiarla con sus acciones, una
variación en la subjetividad, las ideas básicas que determinan el accionar
del hombre conlleva una alteración de la realidad.
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es esencialmente necesario, de otro modo, estaríamos transmitiendo una
subjetividad que puede no ser la deseada. Por lo tanto, la conciencia es el
primer paso hacia una verdadera formación integral del alumno, para así
poder, primero en nuestras ideas, luego en los hechos, ser artífices de la
construcción social de una mejor realidad.
Bibliografía consultada:
Página 14
• Microsoft Encarta, 2003.
• Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española,
Vigésimo Segunda Edición, 2001.
• RAE, “Esbozo de la Real Academia Española”, 1973.
• Ricoeur, Paul, “Del texto a la edición”, 2001
• Universidad de Jaen - www.ujaen.es/
• Universidad Complutense de Madrid - www.ucm.es/
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