Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
La cruz era un instrumento de condena inventado por los persas y más tarde
utilizado por los griegos, cartaginenses y sobre todo por los romanos. En el primer siglo
los romanos utilizaban la cruz en X, en forma de T y la vertical +. Según el relato de los
Evangelios basado en el título colocado sobre su cabeza (Mt. 27:37) muchos respaldan
la idea de la cruz vertical. En ocasiones el reo cargaba el palo horizontal (patíbulo),
para prolongar su martirio hasta llegar al lugar de la ejecución. En el primer siglo la
cruz era símbolo de martirio, de maldad, de muerte y nunca el movimiento judío-
nazareno se identificó con el símbolo de la cruz. Fue más tarde que los gentiles
conversos utilizaron este emblema como símbolo de redención, a mediados del siglo
tercero, cuando Constantino lo popularizó.
Para un romano la ejecución más severa y cruel que se imponía a criminales por
traición y sedición contra el imperio era la crucifixión. Después de ser condenado, el reo
sufría 39 azotes prescritos para la flagelación en la que se usaba un látigo con muchas
cuerdas de cuero atadas al final con bolas de plomo y cantos de huesos de borrego. Los
historiadores cuentan que muchos morían antes de la crucifixión pues los azotes
desgarraban las carnes en tiras y mutilaban profundamente el cuerpo, luego cargaba el
madero hasta el lugar y era atado o clavado a la cruz (Luc. 24:39). Era común que al
crucificado se le desnudara por completo y se repartieran sus vestidos como una
tradición. Por último se dejaba a la víctima en agonía. La flagelación, cargar el palo,
los clavos y la posición incómoda del cuerpo que dificultaba la respiración, hacía de
ésta una pena muy temida por los enemigos de Roma. En el episodio de Masada antes
que los judíos fueran capturados, se suicidaron por temor a morir en la cruz. Como acto
de misericordia los judíos ofrecían al condenado una bebida narcótica para anestesiar
el dolor y aliviar el sufrimiento del reo, en el caso de Yeshúa, este la rehusó, (Mt. 27:34).
Yeshúa no fue el primer judío en morir en una cruz; durante el período inter-
testamentario murieron muchos hebreos. En la mente de los hebreos, cuando veían morir
a un hermano se identificaban con su causa y esto era símbolo de redención para ellos.
En el 76 antes de la Era Común, Alejandro Janneo crucificó a 800 fariseos frente a un
banquete público al aire libre. Y el general romano Vano, luego de aplacar una revuelta,
terminó crucificando a 2,000 cautivos. Los judíos siempre desaprobaron este método de
castigo, además está prohibido por Elohím, Deut. 21:12-23. Por ejemplo Herodes, de
descendencia judía, desaprobaba este método y nunca lo utilizó contra sus enemigos, a
Juan el Inmersor lo decapitó, y a otros de sus enemigos.
El juicio
Los relatos de los Evangelios dan tres versiones acerca de lo sucedido, la más
controversial la plantean Marcos y Mateo: narran que la noche del arresto fue llevado a
juicio ante el sumo sacerdote y el tribunal judío en pleno, el Sanhedrín. Marcos refiere
que buscaron pruebas contra Yeshúa pero que no las hallaron, pues no hubo testigos que
concordaran en sus declaraciones, como establecía la ley judía (14:55-59).
Después de otra reunión del Sanhedrín por la mañana, Yeshúa fue llevado ante
Pilato. Marcos quiso recalcar así que el hecho de que Yeshúa admitiera que él era el
Mesías fue lo que determinó su condena, pero esta tesis es cuestionada.
Todos los evangelistas concuerdan en que el juicio ante Pilato fue breve, Pilato
declaró su inocencia. Lucas relata que fue llevado a Herodes Antipas, ninguno de los
dos halló causa para la ejecución, pero Pilato ante la presión ordena la ejecución. Juan
incluye un dialogo entre Pilato, Yeshúa y los sacerdotes, más extenso que los otros
evangelistas. Más tarde decide soltar a Barrabás a petición de los gobernantes, Mt.
27:21(en Juan sacerdotes y ministros, 19:6), Marcos y Lucas no identifican al grupo.
Algunos investigadores dudan de la veracidad de este relato, pues no se ha encontrado
otra fuente histórica, ni en Josefo, ni en Filón, tampoco en las actas romanas. Barrabás
significa hijo del Padre, se considera un nombre apócrifo o copiado de un hecho
histórico donde se ajustició a un tal Karrabás, el escriba cambió la letra "k" por una
"b", esta es la opinión de Wendland. En ciertos manuscritos Mateo lo llama Yeshúa
Barrabás, aparentemente el escriba en la redacción unió ambos nombres por error, (Mt
27:17). Algunos dudan de que Pilato liberara a tan importante guerrillero, el Evangelio
usa la palabra lester que significa insurrecto o revolucionario, bandido.
Análisis
Afirmar que todos los judíos son responsables por la muerte en la cruz de Yeshúa
es un argumento históricamente falso y lleno de prejuicios, lo cual discutiremos en este
estudio. En esta investigación he utilizado análisis de eruditos como del Dr. David
Flusser, Joseph Klaussner y Dwight Pryor. En esta ocasión utilizaremos la crítica
literaria o estudio de secuencias entre los Evangelios y la crítica histórica del relato del
arresto y la crucifixión. En los cuatro Evangelios el relato de su arresto, condena y
ejecución difiere de escritor a escritor. Mateo relata que sólo los principales sacerdotes
y ancianos (Mat. 27:1); Marcos, los principales sacerdotes, ancianos, escribas y todo el
Sanhedrín (Mr. 15:1); Lucas relata que en la asamblea de ancianos, jefes, escribas, lo
condujeron al Sanhedrín (Luc. 23:1); Juan no relata este dato. Ninguno de los relatos
sitúa a los fariseos en el juicio de Yeshúa. Para conocimiento general, Yeshúa era un
fariseo y el consejo de ancianos estaba compuesto de saduceos que velaban por los
intereses de Roma. El Sanhedrín era el supremo tribunal judío y consistía de setenta y un
miembros, solo se necesitaban 23 para dictar sentencia. En el arresto de Yeshúa, es
probable que Anás no pudiera reunir el consenso de miembros necesarios y buscó entre
sus amigos saduceos. En el ño 62 e.c. cuando condenaron a Jacobo (Santiago), el
hermano de Yeshúa, la misma situación se repitió: una supuesta sección arbitraria e
incompleta del Sanhedrín para ajusticiar al reo.
Primero, según el relato de Marcos (14:54) y Mateo (26:57), el Sanhedrín
sesionó durante esa noche, lo cual era ilegal, puesto que los casos de pena capital sólo
podían juzgarse durante el día, pero como estaba compuesto de saduceos no reconocían
ninguna regla de este tipo.
Segundo, es muy probable que el consejo no tuviera la mayoría de miembros,
para dilucidar este caso.
Tercero, no hubo un juicio formal.
Cuarto, la Mishná establece que los casos capitales no pueden juzgarse en
víspera de Shabbat ni en víspera de Pascua.
Así que por estas razones los relatos de Marcos y Mateo no son fáciles de
aceptar, mientras que el relato de Lucas, el más exacto de los Evangelios, establece que
se celebró durante el día, (Luc. 22:54). Durante la noche Yeshúa sólo fue encerrado en
el pretorio y por la mañana se reunieron en víspera de Pascua para discutir las
acusaciones sobre Yeshúa. Para Joseph Klausnner "el tribunal saduceo no prestó una
atención escrupulosa al hecho de que el Nazareno no era blasfemo, ni falso profeta, ni
idólatra en el sentido bíblico." Para el Dr. Flusser se debe aceptar que hubo una
reunión incompleta del Sanhedrín según el relato de Lucas o la versión de Marcos en la
que sólo estaban presentes escribas (secretarios del templo), senadores
(administradores del templo) y sacerdotes (servidores del templo) y no una sesión
completa del Sanhedrín.
Luego del arresto, Juan relata que fue entregado a Caifás (Jn. 18:28), los otros
Evangelios dicen que fue llevado a Pilato. En el diálogo entre los acusadores y Pilato,
ninguno de los Evangelios puede identificar quiénes eran, si saduceos, escribas,
sacerdotes, público general etc., de los cargos de blasfemia y pretensión de mesianismo,
sólo Pilato, que no conocía la cultura judía, era incapaz de juzgar al reo. Sólo Juan
añade que Yeshúa era considerado un malhechor (Jn 18:29-28), Lucas, sólo que se
proclamó Rey e impedía el tributo a Roma (Lc. 23:2-5), Mateo y Marcos no añaden nada
al relato. Pilato, sobre la base de ley romana, no encontró cargos contra Yeshúa, para
aplicar pena de muerte, sólo traición, rebeldía y cargos de espionaje contra el estado.
Hasta Lucas 23:5 los sinópticos relatan lo mismo, excepto Juan que añade
sustancialmente al relato. La postura de Yeshúa de mantener silencio, para muchos
investigadores ha sido una incógnita. Él, conociendo la Ley hebrea para su defensa, no
la utilizó; cuando le preguntaron: "¿Tú eres el rey de los judíos? sólo respondió: “Tú lo
dices.”
Pilato envía al reo a Herodes por ser de Galilea, (Lc. 23:8). Este relato es único
de Lucas. Herodes interroga al reo, no sabemos el dialogo, pues Herodes le formuló
muchas preguntas Lc. 23:9 y Yeshúa mantuvo silencio, luego lo devolvió a Pilato,
desconocemos las razones. Los soldados lo vistieron de púrpura y se mofaron de él, (Lc.
23:11). Era costumbre romana ridiculizar al reo. En una ejecución en Alejandrina el 35
e.c., al reo Karrabás, le pusieron una corana de espinas, vestimentas púrpuras, le dieron
un cetro y le llamaron "el rey sirio."
Pilato recibió al reo y no encontró causa contra él, tampoco Herodes. En la
fortaleza de Antonia fue conducido Yeshúa, donde había tres presos zelotes. Eran
guerrilleros contra Roma, el más importante era Barrabás, un asesino de romanos. Para
Pilato la ejecución de un líder tan importante como éste era un riesgo social pues podía
provocar una revuelta y muchos desearían vengar su muerte. En la Pascua, el
gobernador romano libertaba a un preso judío, esta amnistía se logró después de
muchos esfuerzos por parte de los judíos. Según Flusser esta era la ocasión de Pilato
liberarse de la responsabilidad de ejecutar a Yeshúa y liberar al zelote. Pero Pilato
insistió en la inocencia de Yeshúa, (Luc 23:15) y quería libertarlo.
Cuando Pilato se dirige al pueblo, tenemos que señalar que en el patio interior
solamente cabrían unas 2,000 personas y esto no representa todo Israel, que clamaba
“crucifícale, crucifícale,” (Luc. 23:21). El Dr. Flusser dice que en Jn. 19:6 este grito
proviene de los sacerdotes y sus seguidores. De todos modos, este grito estaba demás,
pues si Pilato soltaba a Barrabás tenía que matar a Yeshúa. Esta actitud tan pasiva y
humana de Pilato que relatan los Evangelios contrasta grandemente con lo que Josefo
cuenta de él: que era cruel, hombre de sangre, tirano; y para Filón era de naturaleza
inflexible, obstinado y duro, para quien la ejecución de un simple galileo no
significaba más que matar una mosca.
Joseph Klausner dice "la verdad es que todas las historias de la oposición de
Pilato a la crucifixión de Yeshúa son completamente no-históricas y provienen de fines
del primer siglo, cuando gran parte de los gentiles habían abrazado el cristianismo". El
mismo escritor añade, "solo unos pocos miembros de la casta sacerdotal condenaron a
muerte a Yeshúa y lo entregaron a Pilato, fundamentalmente por su miedo a Pilato, y
por la purificación del templo, por la profecía de la destrucción y por retar su liderato".
Yeshúa salió del pretorio o palacio de Pilato al norte del Templo y se dirigió al
Gólgota. Durante el camino, conocido ahora como vía dolorosa, sólo Lucas relata que le
seguían mujeres y una multitud (no sabemos que cantidad) y que Yeshúa comenzó a
enseñar sobre profecías, (Lucas 23:26-32). Los investigadores dudan de este pasaje pues
Yeshúa luego de la flagelación estaba casi moribundo o inconsciente. Cuando llegaron
al Gólgota pudieron tardarse unos 20 minutos. Como era la costumbre romana,
desnudaron por completo a los reos y repartieron las vestiduras entre los soldados, (Lc
23:34). De acuerdo a hallazgos arqueológicos de otros crucificados en 1968 en una
tumba en Givat Hamivtar, la osamenta demostraba perforaciones en las muñecas y la
planta de los pies. Cuando se fijaban los brazos al patíbulo, éste era alzado para
sujetarlo al palo vertical.
La inscripción, según lee Lucas 23:38, "Este es el rey de los judíos," difiere del
contenido de los otros tres Evangelios, Mateo describe "Este es Yeshúa el rey de los
judíos", Marcos "El rey de los judíos" y Juan "Yeshúa el Nazareno, el rey de los
judíos". Juan añade que estaba escrito en hebreo, latín y griego, (19:20). Era costumbre
entre los romanos identificar al reo con un rótulo. Por el uso del rótulo se cree que la
cruz era en forma de +.
¿En que consistió esta supuesta blasfemia? Para el autor R. Pesch, esta
declaración de autoridad pneumático-divina podía justificar la blasfemia, o una
declaración de plenipotencia judicial del Todopoderoso por encima de jueces,
sacerdotes y escribas del templo. Sin embargo esta razón no satisface a otros eruditos,
que opinan que fue más bien el ambiente político de opresión y lucha de poder, donde
Yeshúa representaba para ellos una amenaza al poder del Templo. Tal vez toda la
escena del proceso contra Yeshúa no era para los sanhedritas más que un medio muy
adecuado para terminar contra su adversario. Hay la gran posibilidad de que como
galileo haya sido considerado un zelote o partidario de la liberación de Palestina. Para
los fariseos, ser gobernado por gentiles-paganos era un gran castigo de Elohím, era una
burla, ningún fariseo de su tiempo fue partidario de Roma, solamente los saduceos.
Así que, por cuanto el cristianismo ha culpado al pueblo hebreo de todos estos
hechos, han utilizado este motivo para perseguir, matar y sacrificar a sus hermanos.
Esta fue la razón principal que utilizó Hitler, también lo fue para la inquisición y para
los teólogos modernos justificar su teología anti-semita, de odio y doctrinas anti-judías.
Ellos no han reconocido que el Maestro dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo
que hacen." (Lc 23:34) ¿Es que no hay misericordia todavía para ellos?
Analicemos la expresión " Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos,"
Mt. 27:35,
Segundo, es imposible que todo el pueblo judío se hubiese reunido junto con los
sumos sacerdotes y los ancianos en presencia de Pilato. El lugar de estos hechos fue el
patio interior cerca de la torre de Antonia que mide 2,500 metros cuadrados (Juan
19:13). De acuerdo con esas dimensiones, sólo cabrían allí entre 4,000 y 4,500
personas. Según cálculos prudentes en Jerusalem habían entre 25,000 y 30,000
habitantes. A causa de la Pascua y como consecuencia de la avalancha de peregrinos
procedentes de toda la diáspora, podía haber llegado al menos a 180,000 personas. En
el relato de Mateo, se pudo haber congregado entre 2 a un 3 porciento de todos los
habitantes en ese momento en Jerusalem y aun no era un número representativo de todo
Israel. Algunos cncluyen que lo relatado en Mt. 27:24 no constituye un reportaje
histórico, sino una construcción secundaria de la tradición, cuyas tendencias eran
anti-judías.
Bibliografía :