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I CHING: EL LIBRO DE LAS MUTACIONES Por Francisco J.

Rodríguez

El I Ching es uno de los libros más importantes de la literatura universal. Se remonta


aproximadamente a la China de hace 3.000 años, momento en que vio la luz por primera vez
para luego continuar su resurgimiento y progresiva evolución a lo largo de miles de años de
observación, investigación y estudios analíticos. Absolutamente toda la cultura china, desde las
ciencias naturales hasta la política, pasando por todo un conglomerado de ramas, personas y
situaciones creadas por el ser humano, confían su destino al conocimiento encerrado en este
gran libro. Investigan sus influencias y los posibles cambios a los que cualquier ser se tiene que
enfrentar a lo largo de su vida. No es raro ver en alguna que otra esquina de China algún adivino
que se prepara para realizar una lectura al escrito de Lao Tse. Incluso los políticos actuales, no
son capaces de menospreciar los consejos de éste.
Sin embargo, como en todas las cosas que van llegando y sobre las que no investigamos o
queremos profundizar, se van creando nubes que sin lugar a dudas densifican su entorno,
comprensión y asimilación, así como entendimiento. Por lo tanto, comentaré brevemente que es
realmente el Libro de las Mutaciones o I Ching.

Al principio fue simplemente una colección de signos destinados a fines oraculares. Los más
primitivos se limitaban a obtener respuestas como si y no. De hecho el origen de este libro es el
mismo. El sí se señalaba con un trazo continuo, y el no con un trazo discontinuo o quebrado.
Pronto surgió la necesidad de profundizar más en las respuestas, por lo que aparecieron
combinaciones de estos dos trazos simples, surgiendo las cuatro combinaciones posibles.
Posteriormente, a estas se añadía luego un tercer elemento lineal, formándose los llamados
"OCHO SIGNOS (TRIGRAMAS)". Estos, eran la imagen de lo que ocurría en el cielo y sobre la
tierra. Se dieron cuenta que los sucesos que reflejaban cada signo, eran la continuación de uno
anterior, llegando a obtener una secuencia que provocaba la transición o "mutación" de uno a
otro. Los ocho signos son por lo tanto símbolos pertenecientes a estados de transición, de
energías que van mutando, cambiando. Posteriormente se asignó una serie de características a
cada uno de los signos que lo hacían particular ante el resto. Estas a grosso modo las vemos en
la siguiente tabla:

Nombre Cualidad Imagen Familia


lo creativo Fuerte Cielo Padre
lo receptivo Abnegado Tierra Madre
lo suscitativo Movilizante Trueno Hijo 1
lo abismal Peligroso Agua Hijo 2
lo aquietamiento Quieto Montaña Hijo 3
lo suave Penetrante Viento Madera Hija 1
lo adherente Luminoso Fuego Hija 2
lo sereno Regocijante Lago Hija 3

Posteriormente, pensaron que aún debían conocer con mayor detalle las posibles respuestas a
las situaciones de los seres humanos y sus devenires. Se combinaron entonces, estas ocho
imágenes entre sí, para obtener todas las posibles combinaciones de 8 por 8, es decir, 64. Dado
que está formado por la combinación de seis trazos (que pueden ser sí o no -continuos o
quebrados), se les llamo hexagramas. Todos estos trazos son susceptibles de mutación,
convirtiéndose un hexagrama en otra imagen distinta cuando el cambio se ha realizado. A estos
cambios, pronto se agregó otro factor más; el modo de actuar correcto en función de la imagen
obtenida. Estaba claro, que cada una podía dar dos posibles formas de actuación. Si esta era la
correcta, llegaba la felicidad a la persona. En caso contrario, no. Esta claro entonces, que el I
Ching rompe con la tónica de ser considerado únicamente como un libro adivinatorio o predictivo,
para pasar a ser un libro donde se almacena sabiduría y consejo.

Siempre hay que tener en cuenta que la idea fundamental de toda la composición del libro es la
de la mutación. Se cuenta que el maestro Kung Tse, se detuvo en una ocasión a orillas de un río
y dijo: "Así todo va fluyendo como este río, sin parar, día y noche". Esta ley es el TAO, el
CAMINO de Lao Tse. Para que se pueda convertir en realidad dicho cambio, se requiere una
decisión inicial como el gran comienzo de todo lo que es (Tai Ch'i o viga principal).
Posteriormente se consideró en la representación del Yin Yang, la viga que separa a ambas
fuerzas, dando como origen por lo tanto a la posible aparición de ambas, dependiendo del TAO o
camino elegido.

El segundo pensamiento fundamental es la idea de que los ocho signos o trigramas


representan imágenes, no realmente estados de mutación. Con ello queda manifiesto que existe
una relación entre la imagen y lo material. Todo lo que ocurre en lo visible es efecto de una
"imagen", idea o algo invisible. Por lo tanto, para que exista un acontecimiento (del tipo que
sea), primero deberá haber una idea, que luego en el transcurso temporal, dará lugar a una
manifestación material. Con el Libro de las Mutaciones por lo tanto, reconocemos los orígenes
de esas ideas y por lo tanto podemos preveer la energía que se va a generar, aprendiendo
también a conocer el pasado.

Además por lo tanto de las imágenes, tendremos que tomar en cuenta también los llamados
dictámenes, estos son, los textos, las palabras que van asociadas a cada imagen y que señalan
si una acción traerá ventura o desventura.
SOBRE SU USO Y COMO HACER UNA CONSULTA

Sobre los ocho trigramas

Como ya expliqué, los hexagramas deben considerarse como la formación de dos trigramas y no
la individualidad de seis trazos. Es importante tener esto en cuenta pues los signos primarios
también deben tenerse en cuenta a la hora de interpretar de acuerdo con los distintos aspectos
de su naturaleza.

Luego deberán ser consideradas la posición de los signos en su relación.

lo creativo es fuerte, es el cielo el padre

lo receptivo es abnegado, es la tierra la Madre


es movimiento, es el trueno
lo suscitativo el hijo mayor
o la madera
lo abismal es peligro, es agua o nubes el hijo del medio
el
es detención, es la montaña el hijo menor
aquietamiento
es penetración, es el viento
lo suave la hija mayor
o la madera
es luminoso o condicionado,
lo adherente es el sol o el relámpago, es la hija del medio
el fuego
lo sereno es alegría, es el lago la hija menor
También hemos
de tener en cuenta los llamados signos nucleares (Hu Kua), formados por los cuatro trazos
centrales del hexagrama, agrupándolos estos, primero por los tres de arriba (y así obtenemos
otro trigrama) y luego los tres de abajo y así obtendremos otro nuevo trigrama. Al unirlos
nuevamente obtenemos otro hexagrama, que sin lugar a dudas y de forma obligada tenemos
que valorar.

OTROS FACTORES

Además de lo visto, hasta ahora, tenemos que tener también en cuenta factores como El
Tiempo, Los puestos, El Carácter de los Trazos, Las Relaciones de los Trazos entre sí y los
Regentes de los signos. Todos estos factores debemos estudiarlos detenidamente para realizar
un buen estudio de una pregunta hecha al Libro de las Mutaciones. No podemos únicamente
tener en cuenta la combinación del primer hexagrama que obtenemos sin más, consultando las
palabras asociadas a este, y contemplando la mutación. Únicamente indicar que aquellos trazos
que se consideran mutantes, nos indicarán la situación futura ante el cambio propuesto. Para
ello, el signo obtenido lo transformaremos en su complementario, es decir, si obtuvimos un YIN,
este pasará a ser YANG, y viceversa (esta regla es sólo válida para los trazos mutantes). Esto
formará un nuevo hexagrama, el cual tendremos que consultar.

LA TIRADA

Normalmente existen unas antiguas monedas chinas de bronce que tienen un agujero en el
medio y escritura en una de sus caras. Aún así podemos usar cualquier otra moneda actual,
siempre que tengamos muy claro cual de ellas es la cara y cual es la cruz. Tomamos tres
monedas iguales, tras agitarlas bien las tiraremos simultáneamente. En total tendremos que
YING-YANG

Procedente de la filosofía y de las ciencias antiguas, constituye un pilar fundamental de


cualquier disciplina, arte o ciencia china.

1. Definición

La teoría del Yin/Yang se deriva del Qi. Sin embargo, se trata simplemente de un criterio de
división y clasificación de los fenómenos. Marca la aparición de la noción de dualidad que sale
del carácter único de la Energía; es el sentido de la expresión del Nei Jing: "Yin/Yang es la
unidad que engendra la dualidad." Esta noción de dualidad es universal en el mundo
manifestado. La impermanencia de los fenómenos y su transformación se derivan de los
cambios perpetuos del estado del Qi.

2. Correspondencias

Es imposible proponer una lista exhaustiva de los objetos de aplicación de la teoría del Yin/Yang,
puesto que esta dialéctica es universal. Sólo se mencionarán los elementos generales que
permiten comprender mejor la naturaleza de esta dualidad y las atribuciones particulares del
Yin/Yang.

3. Principios elementales de la teoría del Yin/Yang

a) Dualidad Yin/Yang

Todas las cosas y todos los fenómenos tienen dos aspectos: un aspecto Yin y un
aspecto Yang. Esto se halla directamente unido a la impermanencia del mundo
manifestado, a la alternancia de los contrarios, y representa el fundamento mismo del
movimiento perpetuo del universo. Ningún fenómeno persiste eternamente en su
naturaleza particular. Los criterios de la vida se definen en comparación con la muerte. El
alivio sólo se percibe en relación con el dolor, la felicidad en relación con la infelicidad, el
día en relación con la noche. El movimiento sólo es perceptible en referencia a la
inmovilidad. Así pues, el espacio, el tiempo, la naturaleza, la condición humana y todos
los fenómenos perceptibles ya sean abordados por la ciencia, la filosofía, el arte o
cualquier dialéctica fundada en la dualidad pueden expresarse en términos de Yin/Yang.
Esto explica que la teoría del Yin/Yang sea omnipresente en la cultura tradicional china:
medicina, astronomía, agricultura, política, caligrafía, pintura, música, arquitectura,
cocina, artes marciales, ajedrez...

b) Divisibilidad infinita del Yin/Yang

No sólo todo puede ser divido en Yin y en Yang, sino que en cada categoría puede
observarse una nueva división hasta el infinito. Por ejemplo, el invierno es Yin y el
verano es Yang. El día, en invierno, es Yang en el Yin; la noche, en invierno, es Yin en el
Yin. El día, en verano, es Yang en el Yang. Ia noche, en verano, es Yin en el Yang. El
crepúsculo de un día de invierno es Yin de Yang de Yin, etc. Incluso dentro del día
(Yang), la mañana es Yang y la tarde es Yin.

4. Los cuatro modos de relación del Yin/Yang

a) Oposición del Yin y del Yang (Yin Yang Dui Li)


Dado que representan dos aspectos totalmente complementarios de las cosas y los fenómenos,
el Yin y el Yang se oponen punto por punto. Sin embargo, por el hecho de su antagonismo, el Yin
y el Yang se complementan mutuamente. Su enfrentamiento produce un fenómeno de limitación
mutua (la presencia del Yin se opone al desarrollo excesivo del Yang, y viceversa). Su unidad se
expresa en un estado de equilibrio, y cada aspecto crece en detrimento del otro. A la inversa, el
declive de uno favorece la ascensión del otro.

b) Interdependencia del Yin/Yang (Yin Yang Hu Gen)

Cuando se dice que el Yin y el Yang son interdependientes, significa que la condición previa a la
existencia del uno es la existencia del otro, y que son recíprocamente útiles. La disociación
completa del Yin y del Yang marca el agotamiento, el término de la vida.

c) Reducción y crecimiento del Yin/Yang (Yin Yang Xiao Zhang)

El equilibrio dinámico del Yin/Yang deriva de la alternancia de fases de crecimiento y de


disminución de cada uno de los dos aspectos, sabiendo que el aumento del uno hace simultánea
y proporcionalmente disminuir al otro. Este mecanismo se observa claramente en la sucesión de
las estaciones.

d) Transformación del Yin y del Yang (Yin Yang Zhuan Hua)

En ciertas condiciones extremas, el Yin y el Yang no se conforman con oponerse y compensarse.


Puede producirse una transformación total de un aspecto en su contrario. Entonces se dice: El
Yin excesivo se transforma en Yang, el Yang excesivo se transforma en Yinª (Su Wen, 5); o
también: El Frío en su extremo produce Calor, el Calor en su extremo produce el Frío.ª
Reducción y crecimiento tienen que ver con el aspecto cuantitativo de cada aspecto.

Estos artículos son una contribución de Francisco J. Rodríguez

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