La alpaca, como la llama y la vicuña, es un mamífero netamente
sudamericano que crece en los andes de Perú, Bolivia y del norte de Argentina, donde sus pobladores han logrado domesticarla y aprovecharla sin tener que sacarla de su hábitat natural, pues es el ganadero quien asciende hasta los 4 mil y 5 mil metros sobre el nivel del mar para hacerla pastar en rebaños. Sin embargo cada año se incrementan las ventas ilegales de estos ejemplares a un ritmo acelerado.
El gobierno de Perú ha iniciado una campaña de instalación de
"microchips" para combatir el tráfico ilegal de alpacas.
La crianza de alpacas, llamas y vicuñas es la única actividad económica
que realizan los pobladores que viven entre los 4.000 y 5.000 metros de altura.
A cuatro mil metros no existe otra posibilidad de desarrollo, ya que no
existe la agricultura salvo plantas de forraje que sirve de alimento para los animales.
Además de combatir el contrabando, el gobierno busca incentivar la
exportación directa de las alpacas a través de los pastores, fomentar la difusión de empresas de carne de alpaca y realizar una intensa campaña para elevar su nivel genético.
De acuerdo al especialista, las alpacas se compran en Perú a 200 soles
(cerca de 68 dólares) y salen a través de Chile donde se venden entre 12.000 y 20.000 dólares. Desde 1995 a la fecha, Perú ha perdido cerca de 400 millones de dólares, debido al tráfico ilícito de la alpaca.
En Nuñoa, una zona deslumbrante por la belleza de las montañas y el cielo
azul, el pastor Juan Francisco Huamán, de 55 años, señaló que cría 60 alpacas y sólo recibe 5 o 6 soles (unos 1,5 dólares) por cada libra de fibra de la lana de alpaca que vende.
Huamán dijo que si alguien le ofrece 200 soles (cerca de 68 dólares) por una alpaca "yo la vendería, porque tengo cuatro hijos que alimentar".
La crianza de camélidos, y particularmente de alpacas, es un "boom" en
países europeos como Suiza, Holanda y Bélgica, así como en Estados Unidos y Canadá, donde se busca tener una alpaca como mascota porque es un animal dócil, fácil de educar y que "se lleva bien" con los niños.
El iniciador de esa moda, según los especialistas peruanos consultados por
EFE, es el cantante estadounidense Michael Jackson, quien hace unos años compró en 140.000 dólares una llama que tiene como mascota en su zoológico particular.
Además, la alpaca peruana es reconocida a nivel mundial por ser la más
fina, ya que su lana es tres veces más fuerte que la de la oveja y da siete veces más calor, aunque un abrigo largo hecho con ella se cotiza en Perú entre los 400 y 500 dólares.
Hace poco se ha iniciado, también, la promoción de los beneficios de la
carne de alpaca como un producto que es bajísimo en grasa y "ecológico", porque viene de animales que solo consumen pastos naturales y beben las aguas que proceden de los deshielos ubicados a 4.000 metros de altura, donde son criadas.