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4 Preguntas que Pueden Liberarte del Estrés


© Sandra Iozzelli, 2010
4 PREGUNTAS QUE PUEDEN
LIBERARTE DEL ESTRÉS

Introducción
Gracias por solicitar este reporte gratuito 4 Preguntas que
Pueden Liberarte del Estrés. Para comenzar te invito a
que te hagas estas preguntas ¿Es posible encontrar paz y
felicidad en medio de este mundo de aparente caos? ¿O es-
tamos condenados a vivir nuestra vida, esperando que sea
diferente para poder ser felices? ¿Hay alguna manera en que
te puedas sentir bien, independientemente de lo que esté
sucediendo en tu vida? La respuesta es sí.

¿Alguna vez te has preguntado de donde salen todas esas


sensaciones perturbadoras como el estrés, la ansiedad, la
rabia y el miedo? ¿Alguna vez te has preguntado cómo pueden controlar tu vida?

Este reporte te mostrará cómo estas emociones trabajan dentro de nosotros. Vas a
descubrir la raíz del problema, y ver por ti mismo cuál es la causa real de tu sufri-
miento. Este paso es clave si deseas dejar de vivir con el estrés y sufrimiento que
sientes ahora, porque sólo hasta que veas claramente qué es lo que te está afec-
tando y cómo funciona, podrás ser libre de él.

Al terminar de leer este reporte habrás conocido paso a paso un simple método
que te ayudará a recuperar la paz y reducir el estrés en tu vida por ti mismo.

Vayamos a ello.

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¿Qué causa tu estrés y sufrimiento?
Para empezar, veamos qué es lo que realmente hace que sientas estrés y
tensión en tu vida. Así que echemos una mirada a lo que causa todo el malestar
e infelicidad que experimentas, para que puedas identificarlo en tu propia vida y
empezar a liberarte de sus efectos negativos.

De momento te invito a hacer este pequeño ejercicio. Simplemente escribe a conti-


nuación 5 situaciones que te generan estrés y ansiedad.

1. ………………………………………………………………………………………

2. ………………………………………………………………………………………

3. ………………………………………………………………………………………

4. ………………………………………………………………………………………

5. ………………………………………………………………………………………

¿Cómo te afecta el miedo y el estrés?


¿Qué sucede en tu vida cuando sientes miedo y estrés?

Tómate unos segundos y observa qué sucede en tu vida, cómo reaccionas, cómo
tratas a los demás, cómo te sientes cuando piensas en estas situaciones estresan-
tes.

El estrés, el miedo y la ansiedad te paralizan, te obstaculizan, te impiden


actuar como te gustaría, no te permiten pensar claramente.

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Cuando era adolescente, y me gustaba un chico, y este chico me invitaba a salir,
me llenaba de inseguridad y ansiedad. Lo que más quería era ser simpática, intere-
sante, conversadora, pero sentía tanta presión por gustar que simplemente me
bloqueaba. En mi tan esperada cita, no me salían las palabras por más que pensa-
ra, sentía el cuerpo tenso, un nudo en el estómago, mi mente se quedaba en blan-
co… No te sorprenderá saber que después de estas primeras salidas, difícilmente
había una segunda ☺. Pero lo interesante aquí es que cuando estaba con mis ami-
gas con las que me sentía en confianza, y relajada, ¡no paraba de hablar y divertir-
me! En esas épocas, no me daba cuenta de lo que sucedía, pero ahora puedo ver
con claridad, cómo el estrés y la ansiedad que sentía me paralizaba.

Este es un ejemplo de las consecuencias del estrés a nivel emocional.

Si has hecho el ejercicio anterior, habrás podido percibir también cómo te afecta a
nivel físico. Fíjate como te sientes físicamente cuando sientes estrés, puede ser
que se te tensen los hombros, se te encoja el estómago, se te haga un nudo en la
garganta, no puedas dormir, te duela el estómago… Presta atención a las sensacio-
nes físicas cuando sientes estrés o miedo.

La búsqueda de la felicidad
Todos buscamos de una manera u otra, ser felices. Queremos ser felices estemos
solos o con otras personas; queremos llevarnos bien con los demás; queremos que
los demás nos aprecien; queremos estar bien informados y educados; queremos
un buen trabajo y una buena paga; y queremos disfrutar nuestro tiempo de ocio.

Por supuesto que la vida no siempre nos permite tener lo que queremos; nuestro
objetivo de ser felices es muchas veces frustrado por los acontecimientos de nues-
tra vida. Y cuando esto sucede y nuestros objetivos se obstaculizan, nos molesta-
mos, sufrimos, nos estresamos.

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¿Y qué ha venido haciendo la gente para lidiar con el estrés?

• Intentar controlar el mundo que los rodea, para conseguir todas aquellas co-
sas que supuestamente los harán felices. Tratar de controlar el mundo para
sentirse mejor.

• Evadir el estrés y malestar con distracciones, comida, bebida, televisión, pero


a las finales no funciona, porque cuando no estás con estas “distracciones”
generalmente vuelven a sentir la ansiedad y muchas veces acompañados de
sentimiento de culpa.

• O simplemente han asumido que el estrés es algo inevitable en la vida, no sa-


ben qué hacer con él y se resignan a vivir con él.

Pero estos esfuerzos por eliminar el estrés no resultan porque están enfo-
cados en la dirección incorrecta. El problema está en que están tratando de re-
solver algo que no tiene que ver con su estrés…

Solo cuando trabajamos en la verdadera causa y origen de nuestro estrés es que


podemos empezar a remediarlos y sentirnos libres.

No saber cuál es el verdadero origen del estrés es el verdadero problema…


Recién cuando sabemos qué es realmente lo que nos afecta
es que podemos resolverlo…

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Entonces,
¿cuál es la verdadera causa del estrés?
Estaba en el autobús, era una noche hermosa, estaba disfrutando de un viaje de
una hora que recién empezaba, cuando de pronto sentí que algo pasó corriendo
por entre mis pies… No sabía lo que era pero de manera automática vino a mi
mente la imagen de un ratón. Le tengo miedo a los ratones e inmediatamente sentí
un gran sofoco, un calor que recorrió todo mi cuerpo de manera instantánea, se
me encogió el estómago, y sentí una rigidez y tensión en todo mi cuerpo, levanté
los pies para evitar al ratón y me puse a mirar donde estaba. De pronto veo que
pasa rodando una naranja… sí, ¡era una naranja que rodaba por el autobús y no un
ratón! Poco a poco, me empezó a volver el alma al cuerpo, mi cuerpo se empezó a
relajar, mi estomago a suavizar y el calor a enfriar… En ese momento pude ver de
una manera muy clara y nítida, que no había sido un “ratón real” lo que me había
generado tanto estrés y miedo, sino mi pensamiento de que era un ratón y de
lo que significaba para mí un ratón. Me quedé pensando asombrada como un
pensamiento, una creencia que no era real podía haber generado en mí un miedo y
un estrés tan real… Si fuese verdad que son las cosas externas las que nos gene-
ran miedo y estrés, cómo es posible que hubiese sentido tanto miedo y estrés
cuando no “había nada”?

Así que el gran cambio de paradigma que te invito compruebes por ti mismo es
que, aunque pueda parecer que sí, no son las situaciones que has experimentado
las que te quitan la paz. No son las personas en tu vida o las cosas que haces, las
que te hacen sentir estresado en lugar de en paz. Las personas y las situacio-
nes en tu vida no son nunca el problema. Son solo tus historias sobre ellas las
que determinan que sientas paz… o estrés.

Y esta es una muy buena noticia, porque:

1. Sólo cuando puedes ver claramente cuál es el verdadero origen de tu estrés


puedes hacer algo al respecto.

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2. Y cuando reconoces que la causa de tus problemas no son las circunstancias
externas sobre las que no tienes ningún control sino que son tus pensamien-
tos y mundo interior, lo único de lo que realmente tienes control, tienes en-
tonces la capacidad de hacer algo y encontrar la paz.

Y si hay algo que me gustaría que te quede claro de este reporte y que confirmes
por ti mismo si quieres aliviar tu sufrimiento es este: los eventos, sean los que
sean, no causan las reacciones que experimentas. ¡Tú lo haces! Menos del
1% de la gente en el mundo entiende este punto esencial. ¿Quién ocasiona que
sientas de la manera que sientes? ¡Tú lo haces! Nadie tiene el poder de determinar
tus emociones y reacciones excepto tú.

Ahora te invito a que revises la lista que escribiste al inicio de las 5 situaciones que
te generan estrés y miedo y comprueba si se referían a situaciones externas a ti…

Entonces, ¿son las situaciones que vives las responsables de la manera en que te
sientes? Investiguemos un poco más.

Alguien pierde su trabajo y piensa que es un grave problema, sufre por ello y se
imagina los peores escenarios. Otra persona pierde su trabajo y piensa que es una
buena oportunidad para hacer lo que en realidad le gusta, para descansar e incluso
para cambiar de rumbo. Las dos personas están viviendo exactamente la misma
situación, han perdido el trabajo, una la ve como un problema, la otra como una
oportunidad…

¿Otra vez, cómo puede ser que perder el trabajo sea el problema “real”? Si lo fue-
ra, todas las personas que pierden el trabajo deberían de sentirse igual de estresa-
das y no es así. En realidad el único problema está en tu mente, en todas esas his-
torias de horror que te cuentas, de lo que perder el trabajo significa. Estas histo-
rias no son reales y te impiden pensar claramente y ver las posibilidades que se
presentan delante de ti.

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Empieza por notar cómo los diferentes pensamientos te hacen sentir cuan-
do aparecen en tu vida. Obsérvalos en profundidad para ver si son verdaderos.
He notado que mi mente me cuenta cosas que no son verdad todo el tiempo y
cuando me creo lo que me cuenta, sufro, cuando no, estoy en paz… Mientras más
puedas ver que tus pensamientos estresantes, no son verdaderos ni reales y que
son sólo pensamientos, más libre te sentirás. Cuando puedes ver con claridad que
la manera en que piensas es lo que causa todo el sufrimiento, empezarás a experi-
mentar una libertad y dicha en la vida como nunca antes.

Haz este simple ejercicio.

Trae a tu mente imágenes de situaciones que crees que te estresan (alguna discu-
sión que hayas tenido, algo que te de miedo...) y situaciones que crees que te
hacen sentir feliz (estando en una playa, disfrutando con amigos...) y observa
cómo esos pensamientos e imágenes te hacen sentir, observa cómo en algunos ca-
sos te llena de tensión, se te cierra el estómago, o sientes mariposas en el estóma-
go, o calor y en otras sientes alegría, relajación, se te destensa el cuerpo. Simple-
mente tómate unos minutos para observar y notar cómo estos pensamientos te
afectan de manera ya sea positiva o negativa.

Ahora hazte la siguiente pregunta. ¿Cómo puede ser qué aquellas situaciones sean
la causa “real” de mi bienestar o malestar, si nada de eso ha sucedido en estos
últimos minutos más que en “mi mente” y aún así he sentido estrés o alegría?
¿Cómo es posible que hayas sentido tantas emociones y sensaciones durante esos
minutos, cuando nada “real” ha sucedido y todo ha sido producto de tu mente?.

Para entender esto un poco más, veamos lo que nos dice la Terapia de Conducta
Racional-Emotiva (REBT) desarrollada por el Doctor Albert Ellis.

Albert Ellis postula que nuestra respuesta a tener nuestras metas bloqueadas, (o
incluso la posibilidad de que puedan estar bloqueadas) está determinada por nues-
tras creencias. Para ilustrar esto, desarrolló un formato ABC simple para enseñar a
la gente cómo sus creencias causan sus respuestas emocionales y conductuales:

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El modelo ABC

Nos dice que cuando un evento acontece aparecen las diferentes acciones:
A = Está el evento
B = Seguido por una interpretación del evento, creencia al respecto.
C = Consecuencias—la manera en que te sientes y actúas cuando tienes
esa creencia. Y estas consecuencias pueden dividirse en dos partes:
C1 = Una respuesta emocional a la interpretación del evento
(qué emociones sientes cuando tienes esta creencia)
C2 = Una conducta basada en nuestra respuesta emocional (cómo
actúas cuando tienes esta creencia).

Por ejemplo:
A: Evento: Tu cliente no cierra el contrato y se va con la competencia
B: Creencia: “No podré pagar mis cuentas. Esto es terrible.”
C1: Emoción: Sientes miedo
C2: Acción: No puedes dormir

Si tuvieras una creencia diferente, tu respuesta habría sido diferente:


A: Evento: Tu cliente no cierra el contrato y se va con la competencia
B: Creencia: “Este cliente me ha traicionado, me ha mentido, después de
tantos meses de seguimiento se fue con la competencia”
C1: Emoción: Sientes rabia y frustración
C2: Acción: Tratas con recelo y resentimiento al resto de tus clientes

Si tuvieras una creencia diferente, tu respuesta habría sido otra vez diferente, vea-
mos:
A: Evento: Tu cliente no cierra el contrato y se va con la competencia
B: Creencia: “Seguramente hay algo que puedo aprender de esta experien-
cia que me permitirá hacerlo mejor con otros clientes”
C1: Emoción: Sientes optimismo
C2: Acción: Evalúas lo que has hecho y cómo puedes mejorar

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Este modelo ABC muestra que A (el evento) no causa C (tu respuesta). Es B (tu
creencia) lo que causa C (tu respuesta).

En el primer ejemplo, no es el hecho de que tu cliente no cierra el contrato y se va


con la competencia lo que te genera miedo y te impide dormir, es tu creencia de
que esto te impedirá pagar tus deudas y que será terrible.

En el segundo ejemplo, no es el hecho de que tu cliente no cierra el contrato y se


va con la competencia lo que te genera miedo, es tu creencia de que te ha traicio-
nado, te ha mentido y que no debería haberlo hecho lo que te hace sentir rabia y
frustración y tratar con recelo a tus otros clientes.

En el tercer ejemplo, no es el hecho de que tu cliente no cierra el contrato y se va


con la competencia lo que te genera optimismo, es tu creencia de que puedes
aprender algo de esto y hacerlo mejor la próxima vez lo que te hace sentir optimis-
ta y evaluar la situación de manera positiva.

Otro ejemplo:

Situación Uno
A – María camina por la calle, y su amiga Ana pasa por su lado sin saludarla
B – María piensa, “qué descortés Ana ”
C – María se resiente y la próxima vez ignora a Ana cuando la ve
Situación dos
A – María camina por la calle, y su amiga Ana pasa por su lado sin saludarla
B – María piensa, “qué distraída está Ana”
C – María se ríe y le pasa la voz, Ana se disculpa por el despiste y ¡se van por
un café!

Entonces la pregunta clave aquí es ¿Cómo un mismo evento puede causar


emociones y reacciones de conducta tan radicalmente diferentes? No pue-
de. Es tu mente la que interpreta el evento y te dice cómo tienes que sentirte.

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Las premisas clave hasta aquí son:

• La manera en que te comportas está directamente influenciada por cómo


sientes
• La manera en que sientes está siempre y únicamente creada, controlada y
mantenida por las interpretaciones hechas por tu mente.
• La manera en que sientes y te comportas nunca está causada por la manera
en que otros te tratan o por los eventos que te suceden.

Una de los grandes “avances” psicológicos de nuestro tiempo es el descubrimiento


que: Nosotros creamos nuestra realidad por el modo el que percibimos el
mundo que nos rodea. Aunque ésta es una idea muy antigua que ha sido promo-
vida por los grandes maestros. La idea de que nuestras creencias son las que
nos trastornan fue articulada por primera vez por Epicteto unos 2,000
años atrás: “Los hombres son perturbados no por los acontecimientos, pe-
ro por la percepción que ellos tienen de estos”

Hay una gran historia que ha sido contada durante siglos sobre el Príncipe Sid-
dartha (Buda), quien se hizo conocido en la tierra por su paz interior y su capaci-
dad de recibir el odio con el amor.

Un joven se acercó al príncipe y para poner su reputación a prueba comenzó a in-


sultarlo con las palabras más viles que tenía en su vocabulario. El príncipe, imper-
turbable, lo miró y le respondió diciendo “Si alguien te ofrece un regalo y tú rehú-
sas aceptarlo, a quien pertenece el regalo?” Al instante el joven comprendió su
error y se alejó con vergüenza. Cuando alguien te ofrece la crítica, cólera o cual-
quiera de aquellas cosas que te trastornan, ¿tú elijes aceptarlo o rechazas la ofer-
ta? Es importante entender que no puedes controlar lo que hacen los demás o lo
que pasa en tu vida pero sí cómo reaccionas a ellos. Darte cuenta de esto es la cla-
ve para cambiar tu realidad.

En la siguiente parte te mostraré cómo lograr esto con pasos muy sencillos para
seguir.

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4 preguntas que pueden liberarte del
estrés
Byron Katie, autora del best seller “Amar lo Que Es” nos presenta 4 preguntas que
puedes empezar a utilizar de manera inmediata para cuestionar cualquier concepto
estresante en tu vida. Es un proceso muy simple llamado “El Trabajo” que ha veni-
do ayudando a gente en todo el mundo a encontrar libertad de los pensamientos
que los mantienen estresados, bloqueados o heridos.

Así es como funciona…

Primero, identifica el pensamiento estresante, ese pensamiento que está discutien-


do con la realidad. Luego explora este pensamiento a través de 4 preguntas.

1. ¿Es eso verdad?

2. ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?

3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

4. ¿Quién serías sin el pensamiento?

Estas son preguntas muy simples que te llevarán a respuestas profundas y que te
ayudarán a poder vivir en paz nuevamente.

Después de responder a las preguntas, es hora de las “inversiones”. (Veremos esto


un poco más adelante).

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Ahora ubica el pensamiento que más te está estresando en estos momentos y res-
ponde a estas preguntas como si de una meditación se tratara, tómate tu tiempo,
deja que las respuestas surjan del corazón.

A modo de ejemplo utilizaremos el pensamiento:

“Él no me presta atención”.

1. ¿Es eso verdad?

Pregúntate: “¿Es verdad que él no me presta atención?” Permanece en calma. Per-


mite que la mente haga la pregunta y que la respuesta emerja. La respuesta ha de
ser un simple sí o no. Si la respuesta es no, pasa a la pregunta 3 directamente.

2.¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?

Considera estas preguntas: “¿Tengo la absoluta certeza que es verdad que él no


me presta atención? ¿Hay algo que hace, que me muestra que me ha estado pres-
tando atención? ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad que no te
presta atención porque no lo demuestra?. Nuevamente, la respuesta, a de ser sim-
plemente si o no.

3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

¿Cómo reaccionas cuando piensas que él no te presta atención? ¿Cómo lo tratas a


él cuando piensas que no te presta atención? Haz una lista: por ejemplo, “le res-
pondo mal cuando me habla, lo trato con indiferencia, lo castigo no prestándole
atención, me alejo de él, lo crítico por cualquier cosa…” A medida que profundizas
en tu interior observa cómo te tratas a ti misma y cómo te sientes. “Me siento mo-
lesta, me aíslo, no hablo, me la paso viendo televisión, me siento triste…” Nota to-
dos los efectos que causa el pensamiento “Él no me presta atención”.

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4. ¿Quién serías sin el pensamiento?

Ahora considera cómo te sentirías y cómo actuarías si no pudieras creer el pensa-


miento “Él no me presta atención”. Cierra los ojos e imagínatelo a él pero sin el
pensamiento “Él no me presta atención” ni siquiera el pensamiento de que el
“debería prestarme atención”. Tómate tu tiempo y observa qué ves, qué sientes.
¿En qué ha cambiado la situación?, ¿cómo podría cambiar tu manera de tratar a
esa persona? ¿Te hace sentir eso más amable y bondadosa en tu interior?

Profundizando con las inversiones


La siguiente parte del proceso es invertir los pensamientos. En esta parte del pro-
ceso tomamos el pensamiento estresante original (“Él no me presta atención”) y lo
invertimos para ver otras opciones que podrían ser “tan verdaderas” o “más verda-
deras” que el pensamiento original. Esta parte nos ayuda a abrir nuestra mente, a
ver aspectos que antes no veíamos y a profundizar en nosotros.

Aquí es donde el trabajo empieza a tener más sentido. Es también en las inversio-
nes donde consigues la receta perfecta para encontrar una paz que parece tan es-
quiva.

El proceso es el siguiente:

• Inviértelo a lo opuesto: “Él sí me presta atención”.

Quédate quieta y nota todos los sentimientos que aparecen al respecto. La sola
idea de confrontar esto y mirarlo directamente muchas veces requiere de valor,
pero los resultados valen la pena. ¿Quizás siempre te compra ese dulce que tanto
te gusta? o ¿quizás te ayuda con ciertos asuntos que te resultan difíciles a ti? o
¿piensas que no te estaba prestando atención y más tarde te hace comentarios so-
bre lo que hablabas? Cuando la mente se abre, empiezas a encontrar ejemplos
donde el sí te presta atención, te permite ver a los demás con otros ojos, a recono-

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cer cosas que a veces no vemos. Es abrirnos a la posibilidad de que las cosas no
son como las veníamos pensando.

• Inviértelo hacia el otro: “Yo no le presto atención a él”.

Encuentra ejemplos donde tú no le prestas atención a él. ¿Es posible que lo casti-
gues no prestándole atención o ignorándolo? ¿Es posible que no estés prestando
atención a cómo el se siente y no ver que no está de ánimo para hablar porque ha
tenido un problema en el trabajo? Fíjate cómo generalmente eso que queremos
que los demás hagan, no lo hacemos nosotros tampoco. Y ver esto te ayudará a
ser más comprensiva y tolerante con los otros.

• Inviértelo hacia ti mismo: “Yo no me presto atención”.

Y ésta es quizás la inversión más profunda de todas, la que te ayudará a ver cómo
no te has estado prestando atención a ti misma en muchos aspectos de tu vida.
¿Puedes ver cómo no te prestas atención a ti cuando estás en los asuntos de él,
pensando cómo debería de comportarse?, ¿hay algo que tu corazón te pide hacer
pero que no le quieres prestar atención?. Cuando encuentras las maneras en cómo
no te estás prestando atención a ti misma puedes ver que es muy difícil esperar
que él te preste atención, si tú misma no lo haces. Y ver esto, te llevará a ser
consciente y empezar a darte la atención que te mereces.

Las inversiones son tu receta para la salud, la paz, y la felicidad. Finalmente aque-
llo que te molestaba en la otra persona te lleva a descubrir cosas sobre ti que de
otra manera no hubieras visto. La otra persona se convierte en tu espejo y en un
gran regalo.

“Los demás son tu imagen reflejada en un espejo:


tu propio pensamiento volviendo a ti”
Byron Katie

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Ahora es tu turno
Aquí tienes los pasos que puedes dar cuando estés listo para conocer la verdad y
encontrar paz donde antes experimentabas estrés:

1. Observa los videos que he traducido para ti de Byron Katie, ayudando a


otras personas a cuestionar sus pensamientos estresantes en diferentes te-
mas. Esto te permitirá ver más claramente cómo se aplican estas preguntas.
Puedes acceder a ellos en http://www.liberatuestres.com/videos-de-las-4-
preguntas.html

Allí podrás encontrar videos como:


• Odio mi cuerpo
• Prisión de la mente
• Necesito un novio
• Miedo al futuro
• Necesito que mi pareja abra su corazón
• Necesito que el cáncer deje de avanzar
• Él debería ser más comprensivo
• Necesito más dinero

2. Lee los artículos que he escrito y que podrán ayudarte a profundizar en


principios y tips para reducir el estrés en tu vida.

Accede a ellos en http://www.liberatuestres.com/articulos.html


• Vive sin miedo, a pesar de la crisis
• Si tu salud es lo que te preocupa, lee esto
• 4 Creencias que te impiden ser feliz en pareja
• ¿Frustrado con el secreto? Lee esto
• Cómo liberarte de las creencias que te limitan
• 4 preguntas que pueden reducir tu estrés

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3. Identifica los pensamientos que te estresan. Para ello imprime la hoja de
trabajo “Juzga a tu prójimo” y que podrás encontrar en http://
www.liberatuestres.com/hojas-de-trabajo.html (incluyo una muestra en la si-
guiente página) y siguiendo las instrucciones escribe sobre aquella situación o
persona que más te preocupa, irrita, entristece o frustra. Estos juicios serán
la base para tu trabajo. Para empezar y hasta que no ganes práctica con las
preguntas, te recomiendo que no escribas sobre ti, empieza por escribir sobre
otras personas.

4. Cuestiona tus pensamientos. Ahora, de los pensamientos que has escrito


en la hoja “Juzga a tu prójimo” elige aquellos que más te estresan y cuestió-
nalos uno a uno siguiendo las instrucciones que aparecen en la hoja de tra-
bajo: “Una creencia a la vez” que podrás encontrar en el mismo enlace:
http://www.liberatuestres.com/hojas-de-trabajo.html (incluyo una muestra
en las páginas 19-20).

Te recomiendo que antes de empezar a cuestionar tu pensamiento evalúes


qué tan intensa es tu creencia del 1 al 10, siendo 10 la más intensa/más ver-
dadera. Luego, al terminar de cuestionar el pensamiento vuelve a evaluar la
intensidad del 1 al 10 y nota si la intensidad ha bajado y si la creencia se
siente menos verdadera. Esto te ayudará a ver los progresos que haces. Vuel-
ve a cuestionar el pensamiento hasta que llegues a 1.

5. Más referencias: Aquí tienes otros links que te pueden ayudar a entender
mejor esta técnica y que podrás encontrar en http://www.liberatuestres.com/
hojas-de-trabajo.html:

• Instrucciones para hacer “El Trabajo”


• Un extracto del libro “Amar lo Que Es” de Byron Katie
• Visita la web “El Trabajo” en Español http://www.thework.com/espanol/
index.asp

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La práctica, vital para reducir nuestro
estrés
Ahora recuerda, solo estás iniciando tu aprendizaje. Es como ir en bicicleta, todo lo
que necesitas hacer es seguir pedaleando. Quizás pienses que no parece tener
ningún efecto por el momento, pero ya has cambiado de una manera que todavía
no eres capaz de percibir. El trabajo puede ser muy sutil y profundo.

Adquirir el conocimiento es sólo la primera parte del proceso. Ahora viene la se-
gunda parte y el elemento esencial, que es la práctica: Con cada caso de la vida
real que practiques, irás reduciendo poco a poco el estrés y la ansiedad que te ge-
neran tus pensamientos. El punto principal es que tú tienes que hacerlo, la técnica
no lo hará por ti.

Piensa en lo que sucede cuando alguien aprende a conducir. Al comienzo nos cues-
ta, parece muy difícil, hay muchas cosas que tomar en cuenta, y nos toma un
tiempo aprender lo básico para empezar a conducir. Después, cuando hemos gana-
do práctica, llegamos a casa sin siquiera recordar el trayecto, el conducir se ha
convertido en algo automático para nosotros. Y si disfrutamos mucho de conducir,
de cómo nos hace sentir, de la velocidad, puede que nos volvamos un experto y
entremos a competir en alguna carrera, porque nos da muchas satisfacciones y
alegrías.

Lo mismo pasa con la práctica de esta técnica. Como todo, al comienzo te puede
tomar un tiempo aprenderla y conectar con ella, luego conforme la usas, se te
hace cada vez más fácil indagar tus pensamientos y experimentar la paz que sien-
tes cuando ves la verdad sobre ellos, de pronto te das cuenta que el indagar tus
pensamientos se ha hecho algo natural en ti que aparece casi espontáneamente, y
quizás luego de ver la paz y los beneficios que trae a tu vida dediques mucho de tu
tiempo a su práctica para sacar lo mejor de ella.

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Esto es de lo que se trata esta técnica. Un camino directo a la paz, a través de
cuestionar lo que creemos que es verdadero sobre el mundo, la vida, y las perso-
nas en él.

¿Conoces el sabor de la lúcuma?


La lúcuma es una deliciosa fruta peruana que se utiliza sobre todo para hacer deli-
ciosos postres y helados. ¿La has probado?, ¿no? me encantaría poder explicarte
cómo es el sabor, pero no sabe parecido a nada que yo conozca y que me permita
describirte su sabor… Para poder saber cómo sabe tendrás que probarla, tendrás
que experimentarla para saber cómo es. Y si tienes la oportunidad, ¡te lo reco-
miendo!

Es Hora de Experimentar la Paz


Así como la lúcuma necesita ser experimentada para saber cómo sabe y disfrutar
de ella, lo mismo sucede con la paz.

La paz no es algo que experimentes sólo por leer acerca de ella. Se trata de vivirla,
y parte de eso es estar abierto a ella. Cuando la experimentas, no hay duda acerca
de ella. No tienes que preguntarte, “¿Es paz lo que acabo de experimentar?” Cuan-
do sientas paz, lo sabrás. Así que si estás estancado en el estrés, te invito a que
experimentes la paz cuestionándote tus pensamientos estresantes y creencias limi-
tadoras.

Para cerrar…

Después de haber visto en este reporte que la mayoría de personas intentan redu-
cir su estrés, miedo y preocupación tratando las causas equivocadas no es de sor-
prender que haya tanta gente sufriendo estrés, miedo, ansiedad, depresión entre
otras cosas y que sus intentos por remediarlo no les funcione.

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Esto es una pena porque por experiencia personal sé lo que es sentir miedo,
estrés, preocupación y no saber manejarlo y también lo que significa tener una
herramienta que puedas utilizar en cualquier momento de estrés o ansiedad para
recuperar la paz. Puedo decirte que esta técnica me ha permitido pasar de estados
de ansiedad y miedo a estados de paz e incluso risa después de unos momentos.
Una bendición que deseo compartir contigo.

Y en caso te preguntes quien soy yo para hablarte sobre cómo manejar tu estrés,
te cuento un poco de mi. Mi objetivo es ayudar a la gente a vivir una vida sin mie-
do, estrés, ni ansiedad. Los últimos 5 años han sido de un trabajo personal y pro-
fesional muy intensivo en búsqueda del bienestar personal y manejo del estrés.

En el 2005 dejé una ascendente carrera de 15 años en marketing al descubrir esta


nueva pasión, la ayudarme a mí y a otras personas a sentirnos mejor con nosotros
mismos y con la vida. Este radical cambio de dirección, lleno de curiosidad, me
llevó a buscar y experimentar con muchas vías, métodos y técnicas de desarrollo y
crecimiento personal. Prácticamente todas las que se presentaron en mi camino, y
fueron muchas. Esto me ha permitido probar muchas vías, muchas técnicas, des-
cartar lo que no me funcionaba y atesorar lo que sí. Y esto me permite ofrecerte lo
que desde mi experiencia considero las herramientas que más beneficios y ayuda
en la reducción del estrés y la conexión con la paz interior te pueden ofrecer.

Soy facilitadora de “El Trabajo” de Byron Katie graduada de la Escuela de The


Work. Facilitadora de Biosinergia. Así mismo he asistido a talleres y retiros a nivel
internacional de técnicas como el Método Sedona, Release Technique, The Journey
en diversas ciudades como California, Mallorca, Barcelona, Glasgow, Londres,
Bournemouth.

Con esto cierro tu reporte de 4 Preguntas Que Pueden Liberarte del Estrés.

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4 Preguntas que Pueden Liberarte del Estrés
© Sandra Iozzelli, 2010
Simplemente aplicando los conocimientos que has aprendido hoy y utilizando la
técnica expuesta podrás empezar a reducir ya el estrés en tu vida por ti mismo. En
las próximas semanas te estaré enviando más tips y consejos para reducir el
estrés, el miedo y la ansiedad en tu vida.

Por una vida sin estrés…

Sandra Iozzelli
contacto@liberatuestres.com
www.liberatuestres.com

Pd: si tienes algún amigo que creas que se pueda beneficiar de este reporte por
favor indícale que solicite el suyo en www.liberatuestres.com

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4 Preguntas que Pueden Liberarte del Estrés
© Sandra Iozzelli, 2010

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