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3. VALLE-INCLÁN: SU OBRA.

3.1 EVOLUCIÓN

Etapa modernista (1898-1910).

Empieza publicando libros de relatos breves: Femeninas, Jardín umbrío, Flor de


Santidad... que son obras refinadas con influencias francesas y del italiano D'Annunzio.
En ellas aparece la Galicia primitiva, con la mezcla de lo patriarcal y de lo popular, lo
legendario y lo realista. La producción cumbre de esta etapa son las Sonatas, cuatro
novelas publicadas por este orden: Sonata de Otoño (1902), Sonata de Estío (1903),
Sonata de Primavera (1904) y Sonata de Invierno (1905). Son las supuestas memorias
del Marqués de Bradomín, un "don Juan feo, católico y sentimental". Se trata de la
exaltación de un mundo decadente, con una de las más bellas prosas modernistas.

Etapa de transición (1910-1920).

Las Comedias bárbaras. Águila de blasón (1907), Romance de lobos (1908), a las que
añadirá mucho más tarde Cara de Plata (1922). En estas obras se recrea el ambiente
rural gallego, insistiendo ahora en su miseria, lleno de personajes extraños, violentos o
tarados, con pasiones de fuerza alucinante. El personaje que preside estas obras es
don Juan de Montenegro, un hidalgo tiránico y arrebatado, que habita un mundo
heroico en descomposición. Con estas obras inicia Valle su "teatro en libertad": teatro
casi irrepresentable que parece novela dialogada. La evolución estilística se acentúa
con la trilogía de novelas La guerra carlista (1908-1909), de lenguaje desgarrado y
bronco que contrasta con ecos modernistas. De tonos similares serían las farsas y
dramas escritos entre 1909 y 1920: La cabeza del dragón, Cuento de abril, Voces de
gesta... Estos mismos cambios se observan en su obra poética: de la modernista
Aromas de leyenda (1907) pasa a La pipa de Kiff (1919) que presenta temas
suburbiales y tabernarios con tonos vecinos al “esperpento”.

Etapa esperpéntica (1920-1936).

La época de los esperpentos. En 1920 publica cuatro obras dramáticas decisivas: Farsa
italiana de la enamorada del rey -fábula sentimental y caricatura punzante con
personajes que son marionetas grotescas-. Farsa y licencia de la Reina Castiza -
deformación despiadada de la corte de Isabel II-, Divinas palabras -violento drama que
representa un mundo sórdido, en el que las deformidades morales y sociales se
corresponde con un lenguaje desgarrado y con frecuencia brutal- y Luces de Bohemia.
La deformación "esperpéntica" está ya presente en las tres primeras, pero es en Luces
de Bohemia, la primera que Valle denomina 'esperpento". Con esta palabra -"persona
o cosa extravagante, desatinada o absurda"- designa el autor a esas obras suyas en las
que lo trágico y lo burlesco se mezclan, con una estética que quiere ser “una
superación del dolor y de la risa*. (Definición en escena XII de LDB). Su literatura
esperpéntica culmina con la trilogía Martes de Carnaval Los cuernos de Don Friolera,
(1921); Las galas del difunto, (1926) y La hija del capitán, (1927). Estos esperpentos
muestran su visión acida y violentamente disconforme con la realidad. Es el Valle más
"iconoclasta". A esta época pertenecen novelas que siguen la estética del esperpento:
Tirano Banderas (1926) y la trilogía El ruedo ibérico (1927-1932): Jerifaltes de antaño.
Viva mi dueño y Baza de espadas, feroz sátira política de los tiempos de Isabel II.

3.2 LA ESTÉTICA DEL ESPERPENTO

El esperpento está vigente en la producción poética, dramática y novelística de Valle.


Las bases de esta estética quedan expuestas en Luces de Bohemia - los espejos
cóncavos del "Callejón del gato"-. No se trata de una nueva corriente artística: el
esperpento está presente en b obra de Soya -Los sueños de la Razón - y en la obra
literaria de Quevedo.

El objetivo de Valle es comunicar el sentido trágico de la vida española a través de una


estética deformada. Esta deformación pretende convertir en absurdas las normas
clásicas y las imágenes más bellas.

El autor se sirve de un narrador demiúrgico que, convertido en una especie de dios,


observa los personajes desde arriba convirtiéndoles en peleles, en fantoches que
plasman la incongruencia del hombre. Son caricaturas de las cuales el autor se separa
para analizarlas desde un punto de vista crítico.

El esperpento impera en Europa en esta época. El cubismo, la pintura expresionista


son también deformaciones de la realidad. Con la estética del esperpento Valle-Inclón
enlaza directamente con:

• La tradición española de los siglos XVII y XVIII.

• La Comedia dell' Arte italiana del siglo XVII.

• El arte de vanguardia de la época.

En Valle se funden, por tanto, tradición y vanguardia.

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