Describa sucintamente los rasgos característicos de cada una de las siguientes
etapas del método dogmático:
1. Positivismo Jurídico o Formalismo: El positivismo que triunfó hacia el año
1870 supuso no solo el estudio del derecho positivo, sino que negó la licitud de introducir juicios de valor o referencias a la realidad metajurídica en la tarea dogmática. Esto diferencia el método positivista del empleado por la ciencia alemana desde Feuerbach hasta Binding, caracterizado por la apelación a criterios extrapositivos en la elabolación del derecho positivo. El positivismo jurídico debe abstenerse de emplear valoraciones éticas y de tener en cuenta implicaciones de la realidad social. Acaba entonces por convertirse en formalismo normativista; busca sólo la ligazón lógico-formal entre los conceptos jurídico-positivos, sobre cuya base, por inducción, quiere llegar al sistema conceptual, a la “construcción jurídica”. El dictado del primer Código Penal Alemán unificado en 1871 contribuye a explicar el auge del positivismo jurídico de la siguiente manera: si este Código encarnaba las convicciones penales de la filosofía liberal, nada más acorde con ésta que limitar al estudio de aquél Código el cometido de la dogmática, con exclusión de valoraciones u otros datos empíricos de la ley. Principal Exponente: Karl BINDING (1841- 1920). En su labor juridica, aparecen con claridad los caracteres y el significado político del método positivista-normativista: la exclusión de todo elemento extraño a la lay preside su obra, y basa ésta en la perspectiva liberal. La elaboración de la ley positiva tiene lugar con el exclusivo concurso de la lógica aplicada a los conceptos juridicos. Binding concibe a la norma como “entiad puramente jurídica, ubicada en el derecho público” y no como normas sociales de cultura. El ius puniendi es entendido también desde una perspectiva formalista, constituye éste uno de los polos subjetivos de la relación juridica creada por la norma. La pena, entendida como pura retribución, carece para Bindgin de todo fin trascendente a su sola ejecución, porque este es el unico fin que se desprende de la ley. Las cuestiones materiales quedan al margen de la consideracion de este autor, que rechazó la direccion de la politica criminal y de todo acercamiento a la realidad empirica del delito y de la penam, aun cuando se hicieron evidentes los problemas sociales que determinaron el paso al estado social intervencionista.
2. Neokantismo: El derecho penal abandonó ya el positivismo aproximadamente
a principios de 1920. El neokantismo sustituye el método puramente jurídico formal del positivismo, introduciendo consideraciones axiológicas y materiales. Según los autores que sostuvieron esta posición, el método determina la configuración del objeto. Es decir, el cambio no trajo consigo un cambio en lo relativo al objeto de la ciencia dogmática del derecho penal. En efecto, dicho método ya no es puramente formlista, sino que tiene como objetivo esencial la comprensión del contenido de los fenómenos y categorías jurídicas, más allá de su mera definición formal o explicación causal. EL objeto de la filosofía se halla, según los neokantianos, en tres planos diferentes: el de la realidad sensible, el de los valores y el de las significaciones o los sentidos. A este último plano pertenecen los ‘bienes’, u objetos en que se plasman los valores y más en general, la cultura como valor de lo real. Ahora bien, por un lado, la dimensión de valor de una realidad (lo cultural) surge en el seno del conocimiento, es decir, no está presente a priori en esa realidad. Por otro lado, los procesos de conocimiento se muestran directamente condicionados por circunstancias históricas y particulares de cada sociedad, no pudiendo acojerse la idea kantiana de una ‘conciencia en gral’. Al producirse la atribución de sentido desde valores establecidos subjetivamente, la cuestión de cuál haya de ser la dimensión valorativa de los fenímenos se convierte en una cuestion absolutamente subjetiva, sobre la que cabe un control del método empleado, pero no del producto del proceso de conocimiento. La síntesis del método y objeto de la filosofia en general, aplicada a lo jurídico penal, da como resultado los dos principios rectores del neokantismo: subjetivismo epistemológico y relativismo axiológico. En efecto, mediante la referencia axiológica, es el sujeto quien aporta a la realidad del derecho positivo una concreta dimension de sentido. Tal dimensión de sentido no constituye un ‘a priori’ respecto al proceso de conocimiento, sino que mas bien es un producto del mismo y no puede concebirse separada de él. El mérito de esta corriente fue mostrar las ineludibles referencias valoraticas de la construccion conceptual en derecho penal, y la caracterizacion de estos valores como factores no inherentes al objeto, no absolutos, universaales e inmutables, sino condicionados subjetiva y culturalmente.
3. Finalismo: Esta dogmática implica un cabmio desicivo respecto del
positivismo formalista y del relativismo axiológico neokantiano. La dogmática ha de ser sistemática, pero además debe tenr como objeto básico lo permanente, lo supranacional, lo suprapositivo de la materia juridica. El principal autor de esta corriente fue Hans WELZEL. Pretende volver a las raíces iusnaturalistas. Propone que el objeto de estudio de la dogmática son las estructoras lógico-objetivas. Estas estructuras integran la naturaleza permanente de las cosas, vinculan al legislador y a la ciencia del derecho. Oponiéndose a los neokantianos, Welzel afirma que “…el método no tiene una funcion configuradora de la materia, de manera que no se trata de determinar al objeto a través del método, sino a la inversa…”. Agraga además que “…dada la preconstitucion del objeto, las diferentes ciencias que se proyecten sobre él no pueden llegar a conclusiones contrapuestas…”. Esto significa que no se trata de incorporar la valoracion en el proceso de construccion categorial, más bien se trata de advertir la dimension de sentido inherente a larealidad, su estructura lógico-objetiva y a partir de ahí, conlcluir cual es la regulacion juridica que debe darse a los distintos problemas penales. El método seguido -una vez sentadas las premisas ontológicas- será de natualeza deductivo-abstracta. Las estructuras lógico-objetivas fundamentales para el derecho penal son basicamente la “estructura final de la accion” y la “estructura de la culpabilidad como <poder actuar de otro modo>”. Welzel se opone también a los neokantianos desde la perspectiva epistemológica: le da a esta un carácter más bien objetivo al aclarar que las categorias a priori no son subjetivas, en el sentido de que puedan variar para cada hombre, sino que son las mismas para toda mente inteligente. EN este aspecto, el objeto del conocimiento propio de cada ciencia es siempre el mismo, y no varia según la clase de formalizacion operada por el metodo respectivo, lo que ocurre es que cada ciencia considera aspectos particulares de un mismo objeto con estructuras lógico-objetivas permanentes e inherentes al sujeto que conoce. “En ningún caso nos es dado algo ‘amorfo’ que requiera ser configurado (como sostenían los neokantianos), sino que es nuestro saber del objeto lo que primero es ‘amorfo’ y paulatinamente se ‘configura’.
4. Funcionalismo: la novedad de esta escuela se halla en la voluntad de
nacionalizar la intervencion de aspectos teleológicos y axiológicos en la construccion de un sistema abierto, analizando ademas cuales son los valores de referencia de cada categoria, que inalidades incide en la atribucion de contenido a cada concepto, que valores resuelven las colisiones de fines, etc. Podemos distinguir dentro de esta corriente dos tendencias: funcionalismo moderado y radical. Expositor fundamental de la primera es el alemán Claus ROXIN, en la base de su tesis está la necesidad de superar la contraposición entre lo dogmáticamente correcto y lo político-criiminalmente satisfactorio. La dogmática tradicional (la finalista en concreto) se había caracterizado por obtener las diferentes teorías en vitrud de operaciones lógico-abstractas y prescindiendo en general de sus repercusiones sobre la realidad de aplicación del derecho penal. La orientaacion de Roxin es más bien práctica, pretende superar las barreras entre derecho penal y política criminal, y la foma de superarla no es más que la “orientacion del sistema de derecho penal a las valoraciones de la política criminal, es decir, al complejo de fines del derecho penal en general y de cada uno de los niveles del sistema en particular”. La política criminal es una disciplina que se nutro, a su ve de otras disciplinas empíricas. La tarea de ésta es contemplar el rendimiento del derecho penla en la socioedad. Roxin propone que las categorias del sistema de imputacion deben dejarse penetrar por el flujo de la política criminal, que funciona como puente entre la criminologia y la dogmática urñidico-penal. Representante de la tendencia radical es el contemporáneo y también de nacionalidad alemana, Günther JAKOBS. El interés de este autor es fundamentalmente metodolçogico. Parte de la “Teoría de los sistemas de Neumann”. EN una sociendad compleja como la actual, la interaccion de los ciudadano ses posible teniendo en cuenta el rol de cada uno de ellos. La sociedad es en fin consecuencia de un orden normativo que distribuye roles. La norma juridico pena es entonces un modo de orientacion social, es una expectativa de conducta juridicamente garantizada. Estas expectativas son garantizadas por e derecho penal a traves de normas prohibitivas de determinados comportamientos. La pena aparece para que la expectativa se manteng, aún cuando un individuo ha sido víctima de un delito. El derecho penal esta al servicio del sistema social. Para Jakobs, el sistema dogmático orienta exclusivamente a la idea de prevencion-ntegracion. Lo desicivo en la distinción entre funcionalismo radical y moderado aparece constitucido por la conceptcion acerca de la mision del derecho penal: Para Roxin, las finalidades del derecho penal deben orientarse a las finalidades de la política criminal. Para Jakobs, por el contrario, la finalidad del derecho penal es la proteccion de las expectativas de que determinados bienes juridicos no sean estropeados por otras personas, e objetivo de la pena es a su vez, reestablecer la vigencia d ela norma penal.