El Proceso actual que vive el país demanda una educación a la altura y
dignidad de los bolivianos y bolivianas que irrumpieron con una historia homogeneizante y excluyente, esta educación debe constituirse como el mecanismo de implementación del Estado Plurinacional y generar una revolución cultural, social y económica para constituir ciudadanos e instituciones que sustenten y sostengan la consolidación de este proceso histórico.
La educación es un derecho humano por lo tanto es una obligación la
constitución de una educación coherente con la vivencia del país. Es un derecho de bolivianos y bolivianas a ser sujetos constructores de la Bolivia única y diversa, incluyente y dignificante, ecológica y cosmológica, local y global.
La educación boliviana, hoy en día, esta desafiada a constituir el Estado
Plurinacional y en este sentido se debe pensar y actuar desde políticas y estrategias de una Educación Plurinacional, es decir una praxis educativa que acompañe el ritmo, diversidad y pluralismo del cambio cultural, social y económico. Esta educación plurinacional implica superar los imaginarios y prácticas de la educación boliviana tradicional donde la educación solo es rol del docente, es proceso de enseñanza – aprendizaje, la escuela sinónimo de educación, o que la educación es únicamente tarea del Ministerio de Educación. Pero también existe otro extremo, el pensar y actuar desde una concepción de la educación como tarea de todos y actuar desde el marco de un slogan traduciendo a una educación desformalizada carente de procesos serios y metas de incidencia histórica, este extremo dilataría la exigencia histórica de estos tiempos y como consecuencia se minimizaría y dispersaría la acción educativa.
La educación plurinacional en su marco estratégico de acción y configuración
del Estado Plurinacional, debe fortalecer su visión transformadora y profundizar procesos de incidencia cultural, social y económica. En éste contexto de desafíos se plantea la propuesta del Modelo de Educación Productiva Comunitaria que se centra en la resolución de un problema histórico de la educación boliviana y una deuda social reiteradamente postergada, como es la relación entre economía y sociedad. Una de las formas de responder a este desafío fueron los modelos de educación – producción, que en la práctica fue más educación que producción desde argumentos teóricos de la producción y sistemas escolarizados, ajenos a las dinámicas económicas y productivas de los contextos de los “estudiantes”, en su mayoría diversidad de sujetos vinculados a modos de producción.
La educación productiva comunitaria teje entramados, entendiendo que la
educación no solo es concreción de la dinámica social en relación con la economía, sino la praxis contextualizada de lo productivo desde el ámbito sociocultural y económico fundamentalmente.
La educación productiva comunitaria se constituye desde cuatro pilares que
implican la construcción del Estado Plurinacional, se concreta a través de procesos productivo educativos pertinentes, construyendo Comunidades Productivas que incidan en la transformación sociocultural económica de los espacios locales, gobernacionales y plurinacional, vinculando región, territorio y territorialidad.