Dentro los ejercicios que se podrían proponer para la ayuda del niño con dificultad en la
comprensión lectora podemos citar los siguientes:
Crear tarjetas con frases o con palabras relativas a las aficiones del niño, con palabras que de las cosas que le gusta hacer, comer, ver, etc. Preparar trozos de papel con palabras o frases sencillas para efectuar una lectura lenta, las palabras se irán repitiendo con frecuencia para que el niño pueda ir entendiendo según su propio criterio de lo que se trata el texto, en las palabras o frases que se tiene dificultad se puede pedir que se repita varias veces y que trate de explicar con ejemplos referente a sus experiencias. Al terminar toda la lectura se puede interrogar sobre el contenido, elegir palabras que completen frases, formular preguntas para inducir al niño a la respuesta a través de la lectura. También se puede indicar que ordene secuencias en forma oral, que busque la idea principal según sus gustos o aficiones, o realizar también esquemas de clasificación de la forma más sencilla, utilizando solo palabras claves e importantes referentes al tema pero relacionadas con las experiencias que tiene según su entendimiento. Se puede trabajar con el diccionario, haciendo que el niño busque palabras simples que él ya conoce y que las asocie con palabras nuevas, para formar una idea o un concepto. Se puede ayudar al niño presentándole frases que contengan figuras o expresiones subrayadas para que las una con la oración que da el significado, relacionar sustantivos y sus cualidades. Dentro los ejercicios para mejorar la velocidad lectora es apropiado que el niño lea en forma rápida tarjetas con palabras ya estudiadas, se puede dar un tiempo para la actividad. Fijar el tiempo apropiado para la cantidad de palabras de la lectura, estimularlo a leer un listado de palabras en un tiempo dado, además puede ubicarse una lectura en un rollo y se le pide al niño que lea en la medida que el rollo va avanzando. Al terminar toda la lectura se puede interrogar sobre el contenido, elegir palabras que completen frases, se puede formular preguntas para inducir al niño a la respuesta a través de la lectura. Dentro de las que se podrían proponer para la ayuda del niño con dificultad en la comprensión lectora podemos citar los siguientes: Para encontrar sentido a la lectura es necesario que el niño sepa y conozca los objetivos que se pretenden con su participación dentro la realización de las tareas, que piense que puede hacerlo desde el principio, que tiene los recursos necesarios y la posibilidad de pedir y recibir la ayuda precisa y que encuentre interesante lo que se le propone que haga, es decir, se debe principalmente motivar al niño para la ejecución de las tareas que se le planteen: Primero el niño podría leer frases cortas referente al tema del que se habla, ya sea en el hogar, la escuela, la iglesia, y otra. Incentivar al niño a que lea un texto más extenso pero sencillo, referente a temas de su gusto, o referente a los temas que se tratan, al finalizar se debe realizar preguntas referentes a lo leído, y tratar de que explique lo leído según sus palabras. Elaborar un esquema sobre la lectura conjuntamente con el niño, terminado esto, pedir que el niño ejecute un nuevo esquema sobre un texto sencillo anteriormente leído. Cuestionar al niño sobre el propósito principal de la lectura y pedir que explique si ha recibido alguna enseñanza de ésta. Desde el hogar, en la escuela o en la iglesia se debe mostrar una actitud positiva frente a los problemas que conllevan las dificultades de comprensión lectora; se debe buscar principalmente antes que nada motivar al niño a buscar una mejora en cuanto a sus habilidades lectoras, no dirigiéndose a él con actitudes de menosprecio, ni hacerle notar despectivamente acerca de los fallos que tiene, al contrario se debe buscar la manera de ayudarle y apoyarle; por ejemplo la familia, aprovechar cada ocasión para interiorizar al niño en la lectura, al caminar por la calle pedirle que lea letreros, pancartas, etc., en la escuela no solo darle los textos guías, también darle postales, revistas, afiches, etc. Dentro los programas a proponer, se podría incentivar a clubs de lectura dentro el aula, donde se reúnan grupos en los que los niños compartan gustos acerca de un tema especifico, hacer competencias, realizar actividades extra escolares, planificar la visita a bibliotecas, puesto que hoy en día los estudiantes no acuden a una biblioteca, lanzar concursos donde se elaboren textos propios y no copias.