E MP L E O
(Bendición por el empleo actual).
“El lugar en que tú estás, tierra
sagrada es”.
Éxodo 3:5.
Estoy trabajando en el sitio que Dios ha escogido para
mí. Este sitio está saturado de alegría, entusiasmo, armonía,
orden y progreso.
Yo glorifico a Dios en mi trabajo. En él estoy
expresando a Dios y esa es mi contribución para el progreso
de la humanidad.
Me dirijo a mi trabajo en la misma actitud que si fuera
para un templo; con una oración de acción de gracias en mis
labios y con el deseo de servir, por el amor al servicio
mismo.
Mi trabajo es la Ley de Dios en acción. Al hacerlo con
amor, estoy sirviendo a Dios y a mis semejantes y hago de
mi empleo una misión, de mi trabajo una carrera, y de mi
deber una devoción.
En el desempeño de mi trabajo camino siempre “la milla
Extra”, y esto me trae recompensas infinitas.
Yo no considero a mi trabajo como una esclavitud diaria,
sino como la libre expresión del Espíritu en su deseo de
crear cosas bellas y útiles para la humanidad, y ara el
progreso del mundo.
Yo bendigo a mis jefes y a mis compañeros de trabajo. A
pesar de las apariencias humanas, ellos me ayudan a
saborear “la sal de la vida”.
Mi mayor placer en la vida es sentir la satisfacción del
“deber cumplido”. Cuando trabajo en esta forma y con esta
actitud, los aumentos de salarios y las promociones me
llegan “por añadidura”, porque esa es la Ley.
Dios bendice el servicio que mi empresa rinde a la
comunidad, y este servicio cada día va en aumento, y mayor
susbtancia fluye hacia ella para el bienestar de todos.
Gracias, Padre, porque cuando yo esté listo para
desempeñar un puesto superior Tú me abrirás los caminos; y
yo me mantengo abierto y receptivo a Tu inspiración y a Tu
guía.
AMEN
E MP L E O
(Para conseguir un trabajo).
“En los negocios de mi Padre me
conviene estar”.
Lucas 2:49
Gracias, Padre Amado porque ya Tú tienes para mí el
Empleo Perfecto. Ahora mismo Tu me guías hacia el.
Nada ni nadie puede evitar que yo sea guiado hacia el,
porque Tu Divina Inspiración me dirige hacia mi mayor
bien. Gracias, Padre porque en Tu gran agencia de empleos,
mi solicitud es atendida y nunca puesta en los archivos del
olvido. El mundo esta lleno de empleos para terminarse y
otros para ser empezados.
Ellos necesitan de mis talentos y habilidades que ahora
ofrezco con amor.
Dios no conoce de favoritismos ni de "Padrinos
Políticos", por lo tanto El me proporciona el puesto que en
justa Ley y equidad me corresponde, por mi preparación y el
deseo de servir. Yo doy gracias a Dios ahora mismo por mi
sitio de empleo perfecto.
Escucho la voz del Señor que me dice: "Tus puertas
estarán abiertas; no se cerraran ni de día, ni de noche".
La inteligencia Divina me guía a mi empleo perfecto en
el momento propicio por los senderos. La sustancia eterna
del Espíritu es mi aprobación cotidiana y todas mis
necesidades son cubiertas, ahora y siempre.
Padre, Tu pones en mi boca las palabras adecuadas
durante mi entrevista para el empleo en el día de hoy. Me
dirijo a esta entrevista confiado y en perfecto balance, ya
que voy a ofrecer mis servicios, no a solicitar un favor.
Tengo fe en mi preparación, en mis talentos y en mis
habilidades, no solo para aprobar cualquier examen que
tenga que tomar, sino para desempeñar el puesto que Tu Oh
Padre, tienes en proyecto para mí.
"...Y antes que exclamen, responderé yo". Nos promete el
Señor.
 ORACION MATUTINA
Señor, en la quietud de esta hora matinal,
Vengo a Ti en busca de paz, sabiduría y poder
Para ver el mundo con ojos compasivos;
Para ser paciente, comprensivo, bondadoso, sabio;
Y ver más allá de las apariencias a Tus hijos
Como Tú los ves, y así
Sólo lo bueno encontraré en ellos;
Haz mi oído sordo a la murmuración y la mentira;
Mi lengua muda a la maledicencia;
Llena mi mente de pensamientos que bendigan sólo;
Hazme tan bondadoso, tan lleno de alegría,
Que todo el que a mí se acerque sienta de Tu presencia la
armonía.
Envuélveme en Tu manto de belleza; esto Te pido.
De manera que revele Tu presencia
A través de mi alma, Señor,
Todo este día.
AMÉ N.
ESTO ES AMISTAD
Te amo, no sólo por lo que eres, sino por lo que yo soy
cuando estoy contigo.
Te amo, no sólo por lo que has hecho de ti, sino por lo
que estás haciendo de mí.
Te amo por aquello en mí que tú me haces traer a
expresión.
Te amo porque al tú poner la mano en mí rebosante
corazón, pasas por alto todas mis frivolidades y debilidades,
que no puedes dejar de ver; mientras me haces sacar a
relucir las virtudes que ninguna otra persona ha buscado lo
suficiente para encontrar.
Te amo porque ignora las posibilidades del tonto en mí,
mientras te afirmas en las potencialidades de lo bueno que
hay en mí.
Te amo porque cierras los ojos a lo inarmónico en mí, y
acrecientas lo melodioso en mí con tu escuchar reverente.
Te amo porque me estás ayudando a construir de las
“caobas de mi vida”, no una taberna, sino un templo; y de
las palabras de mis días, no un reproche, sino una canción.
Te amo porque has hecho mucho más que cualquier
credo para hacerme feliz.
Y has hecho todo sin ningún gesto, sin ninguna palabra,
sin ningún alarde.
Has logrado todo esto, siendo lo que eres.
Después de todo, esto es lo que se llama ser un amigo.
Que tus problemas sean menos, tus Bendiciones más y que
sólo la Felicidad entre por tu puerta.

Arcángel San Miguel a mi derecha,

Arcángel San Gabriel a mi izquierda,

Arcángel San Rafael a mis espaldas,

para que con sus alas me cubran de

todo mal y Arcángel Uriel al frente

de mi para abrirme los caminos y sobre mi

la Gloria del Señor. Amén

ÁNGEL DE LA GUARDA –

San Miguel, San Gabriel, San Rafael y San Uriel:

Mi dulce compañía, no me desamparen ni de noche ni de

día, hasta que me pongan en presencia de Dios y la Virgen
María. Amén.

Dulce Madre no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven

conmigo a todas partes y nunca solo me dejes, ya que me
proteges como buena Madre haz que nos Bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

ÁNGEL DE LA GUARDA –

San Miguel, San Gabriel, San Rafael y San Uriel:

Mi dulce compañía no me desampare ni de noche ni de

día, hasta que me pongan en Paz y Alegría con todos los
Santos Jesús, José y María. Amén.