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En la tradición clásica (Grecia y Roma) el trabajo par los plebeyos era tortura,
sufrimiento, desgracia. Este significado prevaleció en el cristianismo medieval
como pena divina. Cambió con el luteranismo y calvinismo, con la Revolución
industrial como ideología de la clase media

El concepto de trabajo fue central en las ciencias sociales


Con las transformaciones laborales en los años 70, el concepto de trabajo fue
cuestionado:
1) la centralidad del trabajo entre los mundos de vida de los trabajadores
(Offe)
2) su importancia en la constitución de subjetividades, identidades y acciones
colectivas (Liotard)
Se asocia con la fragmentación de la sociedad post moderna, la decadencia del
trabajo industrial por crecimiento de los servicios, trabajadores de cuello
blanco, empleo femenino, y el trabajo desregulado .

Significado del trabajo:


1) La hermenéutica: el trabajo es la transformación de la naturaleza por el
hombre para satisfacer necesidades humanas. Es construido culturalmente
y de acuerdo con relaciones de poder (Berger, 1958). No tiene un carácter
objetivo
Desde el siglo XIX se impuso el sentido occidental del trabajo. En otras
sociedades se vincula con la religión .
Problema: ¿Cuándo una actividad es considerada socialmente como
trabajo?
2) La objetivista: El trabajo es la actividad que transforma de manera
consciente a la naturaleza y al hombre mismo, independiente de su
valoración social, como medio de creación de riqueza material o inmaterial y
de su circulación.

El trabajo tiene componentes objetivos (creador de r iqueza, energía) con


valoraciones sociales distintas. Considera también la distinción entre trabajo y
no trabajo aunque produzcan riqueza. Es objetivo por los instrumentos y
medios utilizados. Incluye componentes subjetivos.

Marx: El trabajo existe dos veces: idealmente y como actividad concreta que
comprende lo objetivo y subjetivo. La cuestión reside en el peso que ocupan
ambos componentes.
Los límites y contenido del trabajo están vinculados a formas dominantes de
interpretar el mundo, mucho más en el c apitalismo.
En torno al trabajo se produce lucha de clases.

Períodos sobre el concepto de trabajo en el capitalismo:

1) De la revolución industrial a la segunda mitad del siglo XX. De la teoría


económica clásica al marginalismo
2) De finales del siglo XIX a la crisis de 1929. Dominio de la teoría neoclásica
en economía y ruptura de esta con otras ciencias sociales. Nacimiento de la
sociología y psicología industriales.
3) De la crisis de 1929 a los años de 1960. Dominio del keynesianismo en
economía y acercamiento de esta con otras ciencias sociales a través del
institucionalismo. Surgimiento de las relaciones industriales como disciplina.
Fortalecimiento de la sociología y psicología industriales y del trabajo.
4) Ascenso del neoliberalismo desde los años 70 hasta la actualidad. Disputa
con el nuevo institucionalismo. Surgimiento de la posmodernidad.
Comunicación entre neoinstitucionalismo y la Sociología del Trabajo.

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Hasta la segunda mitad del siglo XX dominio de la economía política. El trabajo


fue central, como creador de valor (D. Ricardo, 1962) . La economía fue definida
como el estudio de la creación de riqueza, en función del trabajo incorporado
en las mercancías.
La producción social fue lo central, no la circulación o el consumo. Lo
determinante en la generación de valor fue el costo de producción en función
de la cantidad de trabajo contenida en la mercancía. El concepto de hombre
económico no está aun sistematizado. Aparece implícito el concepto de clase
social.
Marx reconoce al trabajo como el único origen del valor y sobretodo sostiene
que ³la ganancia capitalista proviene del trabajo no pagado al obrero (1974).
Para esto, fundamental la distinción entre fuerza de trabajo y trabajo. Pa ra
Marx, esta distinción es la base del conflicto entre trabajo y capital.
Para Marx, el capitalismo dividió la vida del trabajo de la reproducción, donde el
trabajo sino el producto del mismo se vuelven contra el obrero, por estar
alienados al capital. Por medio de la revolución, el proletariado podrá
desencantar el fetichismo mercantil y construir una sociedad de productores
libres asociados.
La atención central reside en el trabajo industrial. Las otras formas de trabajo
no son importantes por no ser productivos (servicios, banca, actividad en el
hogar). El trabajo productivo es el creador de plusvalía.
Esta forma de concebir el trabajo (productivo) enfrentará críticas,
permaneciendo hasta la década de los años 60. En los años 70 por la
importancia de los servicios y la emergencia del feminismo, esta perspectiva se
debilitará.

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Las teorías de Marx se fortalecieron con la importancia del movimiento obrero,


pese a no ser reconocido como clase por el Est ado y excluido
institucionalmente.
En este contexto surge el marginalismo en la teoría económica. Relega el
trabajo como concepto central y niega la lucha de clases. Divide a las ciencias
sociales: 1) la teoría económica con su concepto de actor económico racional y
2) la sociología, psicología y antropología como nuevas ciencias que valoran
los aspectos morales en la acción y la sociedad (Elster, 1990).
El marginalismo pone la atención en la utilidad de la mercancía. La relación de
utilidad marginal y pre cio autonomiza el valor de las condiciones productivas y
lo hace dependiente del mercado.
1) El precio marginal, del trabajo y del capital dependen en última instancia de
la oferta y demanda.
2) Aislamiento de la economía de las nuevas ciencias sociales a través del
individualismo metodológico (concepto de hombre racional como conocedor del
mercado y otras condiciones ligadas a medios y fines).

Walras definió en este marco a la economía como ciencia libre de valores, no


experimental, aplicada, parecida a l as matemáticas (tipos ideales). Estudiaría la
riqueza no como valor trabajo, sino como utilidad , generada con recursos
escasos ya a fin de optimizar la relación entre riqueza creada y recursos
utilizados. El trabajo es la disposición de las facultades de l a persona, regulado
por el mercado de trabajo que fija la cantidad de trabajo. No reconoce la
explotación laboral.

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1) racionalidad de los agentes


2) uso del ceteris paribus que construye modelos mas normativos que
explicativos.
3) no cuentan las instituciones extraeconómicas
4) el mercado está en competencia perfecta y tiende al equilibrio donde todos
(y los obreros) maximizan sus utilidades (Giltlow, 1957) y sus necesidades .
Esta inspirada en la teoría del mundo de Newton (individuos como átomos
independientes).

Frente a esta teoría, las otras ciencias sociales se ocupaban de los efectos del
capitalismo. En este marco, el trabajo interesa como interacción entre los
hombres y las consecuencias en el orden social.

Durkheim definía a la división social del trabajo como base para el paso de la
solidaridad mecánica a la anomia (pérdida de sentido de convivencia social), a
fin de tener como alternativa la solidaridad orgánica (s ociedades complejas).

Weber propone el concepto de racionalización definiéndola como formal y


sustantiva (cálculo económico de otro conforme a valores), resultado de una
³cadena de circunstancias´, no como ley dura.

Freud plantea que el trabajo y el amor son los fundamentos de la vida en


comunidad, donde el primero no es placentero y está dominado por el principio
de la realidad y no del placer.
En este período surge la Sociología industrial de Elton Mayo. A partir de la
crítica a Taylor, contrapone al hombre económico de los clásicos, el papel de
los sentimientos en el trabajo, los liderazgos naturales y los grupos de
referencia como centrales para el buen desempeño en la producción. En su
libro ³Los problemas sociales de la civilización industrial´, afir ma que la
industrialización generó conflictos de clase y personas infelices.
Para Mayo es importante considerar las emociones en las relaciones de trabajo
y el sentido de pertenencia a un grupo. No asume el concepto del hombre
racional.
En este contexto, las primeras sociología y psicología industriales están más
cerca de los objetivos del Management que busca la cooperación de los
obreros y encontrar una ciencia total del trabajo.
Síntesis: En este período se niega la centralidad del trabajo por el mercad o. Se
niega la lucha de clases. El trabajo industrial es la referencia principal que tiene
a la naciente administración científica del trabajo , el taylorismo como su
fundamento.

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El período donde la fuerza de la clase obrera trata de ser regulada a través de


ciertas instituciones controladoras del conflicto interclasista y de la economía.
Ya no se busca declarar ilegal a la clase obrera y a sus organizaciones, sino de
comprender que el capitalismo genera conflictos de clase pero controlables
para beneficio mutuo por instituciones reguladoras.

Es la época del Estado social, del Estado benefactor e interventor de la


economía, de sistemas de relaciones industriales basadas en la negociac ión
colectiva y la seguridad social.

Época de los pactos corporativos entre sindicatos, Estado y empresarios.


Ganan terreno en economía los keynesianos y los institucionalistas. El
keynesianismo, a diferencia de los clásicos, no niega a los sindicatos, si no los
define como organizaciones con las que se tiene que convivir.

Los primeros institucionalistas (Weblen) planteaban que los precios no son


explicables de acuerdo con actores racionales, sino en un marco de
distribución desigual de los recursos, instituciones y valores sociales. El
conflicto capital ± trabajo no es erradicable, pero si necesario de controlar,
canalizando el conflicto.

El trabajo es la clase obrera , como organización que puede imponer soluciones


más allá del mercado. Esta perspectiva fue dominante en EE.UU.
Bases del institucionalismo: El desequilibrio como algo normal, las soluciones
particulares antes que las universales, varios mercados de trabajo no uno solo,
la relación de lo individual y lo colectivo, de los moral y racional (Elster, 1991).
En el período nace la disciplina de las relaciones industriales.

La sociología con Watson y Parsons no partieron del actor racional. Parsons


criticó los postulados del individualismo metodológico.
Hasta los años 60, predominaron las ideas holistas (la sociedad se impone al
individuo) y el predominio del sistema cultural sobre los otros sistemas
(Parsons). La búsqueda de la correspondencia entre los objetivos de los
hombres en el trabajo y las normas organizacionales.
La sociología se desarrolla con mayor fuerza. Son varios los estudios que
vinculan el trabajo, con procesos de trabajo, valores, relaciones industriales.
Todos adoptan una actitud optimista en cuanto a los efectos esperados de la
automatización en tanto liberadora y enriquecedora del trabajo . Crítica al
taylorismo, pero sin perder el optimismo por el futuro del trabajo.
Parecía que las fuerzas de la revolución proletaria se habrían domado por la
institucionalización de los sindicatos, la negociación colectiva y la seguridad
social.

El marxismo predominante fue el estructuralista a tono con otras ciencias


sociales. Se corresponde con la conformación de instituciones, negociaciones
que convierten al movimiento obrero en institución. Incluso la conflictividad
social se hace predecible.
El trabajo ya no era sujeto social, sino institución, regla y organización
integrados al funcionamiento capitalista .
La forma de trabajo típica era el formalizado y analizado científicamente,
taylorizado.

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Años 70: reanimación del conflicto obrero patronal, más en los países
industrializados. En la mesa de debate nuevamente los proceso s de trabajo
que coincidió con lo que algunos investigadores consideraron haber llegado a
los límites de la política keynesiana y del estado de bienestar que buscaron
conjugar acumulación de capital y legitimidad, utilizando el gasto público.

Esto condujo a rupturas con la propuesta keynesiana y al ascenso del


neoliberalismo como nueva política económica (teoría neoclásica) como
reestructuración productiva, sentido común individualista y antiesta tista y como
forma de Estado

Se postula al trabajo ilegítimo como sujeto y se declara una vez más al


mercado como el gran asignador del trabajo. Para esto el concepto central es
el de flexibilización laboral (salarios, contratos, seguridad social y pactos
corporativos).

Se desarrollan nuevas corrientes institucionalistas frente al neoliberalismo


(Edwards y Gordon, Kochan, Aglieta, Las y Urry, Piore y Sabel). Destacan las
corrientes de ³nuevas relaciones industriales, el segmentacionismo y el
posfordismo en sus tres vertientes: neoschumpetarianismo, regulacionismo y
especialización flexible.

Estas corrientes coinciden en mantener el conflicto estructural (lucha de


clases), aunque como señala Perlman, no significaría cuestionar al capitalismo,
sino la lucha por mejores condiciones de trabajo y salarios con la negociación
colectiva. De esta manera, el conflicto podría canalizarse institucionalmente.

Así se alude a desarrollos económicos multilineales, el papel de la


incertidumbre frente al mercado y los strategic choice.
Para el segmentacionismo, el mercado es económico y social, el trabajo
multidisciplinario, los precios no lo es todo y el mercado de trabajo como algo
diferenciado.

El nuevo institucionalismo el trabajo debe buscar el acuerdo productivo entre


capital y trabajo en un nivel descentralizado, con mayor flexibilidad en la
negociación en la fábrica buscando el consenso y la intervención de
componentes morales y acuerdos grupales más allá del actor racional.

En las relaciones industriales, lo principal es la flexibilidad con consenso

En el regulacionismo, lo esencial es encontrar instituciones reguladoras


grandes que articulen producción y consumo en las nuevas condiciones del
mercado y la crisis del keynesianismo (Boyer, 1988).

Para los neoschumpeterianos, la solución es el trabajo con nuevas tecnología


pese a los problemas que presente con la mano de obra.

Para la especialización flexible, son los pequeños empresarios en distritos


industriales, las redes de empresas solidarias y las instituciones locales que
comparten el poder con los trabajadores, los llamados frente a los grandes
consorcios (Piore).

En todas estas corrientes, es relegado en diferentes grados el concepto de


trabajo considerando el contexto de cambios económicos y la de rrota del
movimiento obrero, aunque no pierde importancia vital.

En el otro frente están los post modernistas y los que postulan el fin de la
sociedad del trabajo al ver en perspectiva el no trabajo como condición general
ante los avances de la tecnología y la llamada sociedad de la información. Offe
por ejemplo, considera que en el siglo XX la vida del trabajo y los espacios de
reproducción se convirtieron en espacios desclasados del ocio y el consumo de
los trabajadores. Por tanto el mundo del trabajo, d ejaría de ser un espacio de
generación de subjetividades e identidades. Se estaría dando una pérdida de la
centralidad de trabajo por la gran diversificación laboral en los actuales
mercados de trabajo, la segmentación de los mismos, la producción no
capitalista de pequeños empresarios, la tercerización y la mayor importancia de
los mundos no laborales por la segmentación de los mundos del trabajo.

Otros cambiaron de sujeto transformador: de la clase obrera a los movimientos


sociales. Es el caso de Negri que relega el concepto de proceso de trabajo y
espacio de trabajo por territorio a través de su ³obrero social´, por el que toda la
población se convierte en creadora de plusvalía. Otros no reconocen la relación
estructural de los sujetos.

Con la crisis de las teorías estructuralistas, coincidió el resurgimiento de la


hermenéutica, el posestructuralismo y la posmodernidad. Todas estas
corrientes coinciden en términos generales con el posmodernismo que
considera a la sociedad como el reinado de la fragmentac ión donde la sociedad
no tiene capacidad hegemónica y donde la vivencia resise en lo sincrónico, en
el simulacro y la no existencia de proyectos globales.

Frente a la posmodernidad se impuso en los 90, la neomodernidad expresada


en el neoliberalismo que p retende doblegar el concepto de trabajo al de
mercado a través de la flexibilización del mercado de trabajo y de la reducción
de las instituciones reguladoras.

El nuevo institucionalismo a su vez, plantea la necesidad de una nueva ética


del trabajo para h acerlo mas funcional al mercado

Continua la versión posmoderna por el desprecio del trabajo, buscando como


en la antigüedad la sociedad del máximo gozo.

En el contexto general, no puede negarse la existencia de una mayoría


asalariada sin negar el trabajo desregulado y por cuenta propia. La mayoría
trabaja mas ahora para subsistir. La sociedad del no trabajo es la del
desempleo y subempleo.

Se fragmentan los mundos de vida pero no en la dimensión de su dispersión.


Las subjetividades cambian pero niegan la existencia de clases y del conflicto
estructural.

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