Sei sulla pagina 1di 24

1

APROXIMACIONES A UNA
TEORIA DE LA IMAGEN

OBSERVACION PRELIMINAR
El texto siguiente es una compilación de autores varios, cuya
bibliografía figura al final.
No constituye una elaboración acabada, pero sí un material de
estudio de contenido seleccionado, suficientemente útil para el
proceso de aprendizaje de la asignatura.

1. Conceptualización

¿Qué se entiende por Imagen? El diccionario la define como “figura o representación de


una cosa” y por extensión como “representación mental de alguna cosa percibida por
los sentidos”1. Al ser Representación, se puede afirmar que la imagen es signo; es signo
visual, pues cumple con las condiciones para ello.

Al igual que el signo lingüístico, la imagen posee

Plano de Significante Representamen Interpretante


expresión
(lo que se percibe a
través de la vista)

Plano de Significado Objeto Interpretante


contenido (lo que
se comprende o
interpreta de lo que
se percibe)

La imagen es comunicación visual de la que se extraen informaciones, consideraciones e


inferencias y, por tanto, conocimientos.

La palabra Imagen deriva del latín imago, que significa sombra, imitación, e indica toda
representación figurada, relacionada con el objeto representado por su analogía o su
semejanza perceptiva. Ello implica que puede considerarse imagen cualquier imitación de
un objeto, y puede ser percibida tanto por la vista (imagen externa) o generada en el
pensamiento2 (imagen interna) mediante estímulos provocados por factores exógenos (que

1
Pequeño Larousse Ilustrado.
2

llegan hasta el receptor a través de los sentidos) o endógenos (causas que se originan en el
interior de la persona y que pueden ser de orden fisiológico, psicológico y psicofísico)3.

Las imágenes “interiores” están sujetas a aquello que conocemos, objetos, personas y
contextos que están archivados en nuestro universo visual. Pueden aparecer en el
pensamiento, justamente, porque los hemos visto antes o hemos sabido de ellos. Al
respecto, Charles Peirce, estudioso de los signos y a quien se denomina fundador de la
semiótica, dice que el pensamiento que no puede conocerse no existe. Todo
pensamiento debe estar necesariamente en signos.

Todo lo que podemos convertir en imagen, existe

Aun lo fantástico existe... en nuestro pensamiento, gracias a que las partes con las que
componemos – por ejemplo – un dragón (serpiente, dinosaurio, alas, fuego, etc.), un
vampiro (hombre pálido, colmillos, etc.) o un duende, son cosas existentes o que han
existido. Así, todo lo que podemos convertir en imagen, existe. Y para que podamos
conocer mejor lo que nos rodea y, en consecuencia, poder expresarnos mejor a través de lo
visual, debemos alimentar nuestro universo de conocimiento visual, observando (no
mirando simplemente) lo que nos rodea. El sentido de la visión, para un comunicador
visual, debe ser ejercitado, así como el pianista, debe ejercitar las manos y los dedos.
“Conocer las imágenes que nos rodean - dice Bruno Munari4 – equivale a ampliar las
posibilidades de contactos con la realidad”5

El libro “Conceptos Clave”, de Marta Marín, expone con claridad un concepto de imagen
interna: señala que “Imagen, en teoría literaria, figura que consiste en el uso de una
palabra o una expresión que provoque en el alocutario (el receptor), algún tipo de
representación mental. Estas imágenes pueden estar referidas a los sentimientos: en
este caso se trata de imágenes afectivas. En otras ocasiones se trata de
representaciones de objetos; entonces se habla de imágenes sensoriales, las que, según
el sentido a que apelen, son olfativas, auditivas, visuales, gustativas o táctiles”6

Por otra parte, si consideramos las imágenes externas (también denominadas “imágenes
visuales”) es decir, las que aparecen ante nuestra vista, podemos definir el concepto de
imagen como “un soporte de la comunicación visual en el que se materializa un
2
En realidad, las imágenes internas no se perciben con el sentido de la vista, sino en el pensamiento. Se
llaman “imágenes” sólo por proyección, porque las imágenes propiamente dichas son las externas. De la
misma manera, se dan las imágenes conceptuales, por ejemplo: “Tengo una buena imagen de tu persona”, en
lugar de decir, “tengo un buen concepto sobre vos”. O sea, la palabras Imagen, se utilizan en préstamo para
ciertas expresiones.
3
Estas imágenes internas, serían las figuras mentales a las que se refiere Saussure y a las que pone en
segundo lugar ante el concepto. Lo importante para Saussure es el concepto o significado, no precisamente la
“figura” que aparece en la mente.
4
Diseñador y artista italiano
5
Munari, Bruno: “Diseño y Comunicación Visual”. GG Diseño. Pag. 22
6
Marín, Marta. “Conceptos Clave”. Edit. Aique. Arg. Pp. 99, 100.
3

fragmento del universo perceptivo y que presenta la característica de prolongar su


existencia en el curso del tiempo”7.

Estas imágenes externas (bidimensionales o tridimensionales), según su capacidad


expresiva, pueden ser figurativas, icónicas y no-figurativas.

Otras definiciones de Imagen

- Es la representación de un objeto en dibujo, pintura, escultura, etc.


- Figura de un objeto, formada en un espejo, una pantalla, la retina del ojo, una placa
fotográfica, etc.
- Representación figurativa de una cosa u objeto en la mente.
- Llamamos imagen a un signo icónico que reproduce algunos elementos perceptivos de
las cosas y que permiten significarlas. Si la imagen es un signo, quiere decir que no es
la realidad misma sino su representación.
- Es un soporte de la comunicación visual que materializa un fragmento del mundo
perceptivo (entorno visual), susceptible de subsistir a través del tiempo.
- La imagen comenzó siendo figurativa en un intento del hombre de retener a través del
tiempo un aspecto visual del mundo exterior.
- La imagen puede ser bidimensional o tridimensional, así como puede generarse en la
mente, motivada por estímulos externos o internos. También puede ser reflejo de la
imaginación del hombre, pero siempre con elementos existentes en el universo de
conocimientos.

2. La imagen como signo. Paralelo con el signo lingüístico

Al ser la imagen una representación, asume el papel de signo. Es decir, una entidad de dos
aspectos: un referente o significante y un significado o concepto o, si se prefiere: poseen
un plano de expresión y un plano de contenido. En el lenguaje de Peirce, serían la
existencia de Signo Representamen y su consecuente significado: el Signo Objeto. Por
tanto, la imagen posee rasgos comunes con el signo lingüístico y también su lectura pasa
por etapas de lecturas semánticas (de denotación y de connotación) al observarla
analíticamente. Si contemplamos la imagen objetivamente, estamos haciendo una
observación o lectura semántico-denotativa; y si lo hacemos subjetivamente, el análisis es
semántico-connotativo.

La imagen, pues, posee características que son propias del signo lingüístico, como la
biplanidad y la arbitrariedad. Pero la linealidad del significante linguistico no tiene
equivalente en el signo visual, porque éste llega al receptor-perceptor de manera casi
inmediata, aunque existan casos discutibles, como el del cine, en que se nos narra una
historia de manera visual y secuencialmente.

7
Zunzunegui, Santos: “Pensar la Imagen”, página 22
4

La imagen como signo es así vista desde la óptica de la teoría lingüística de Ferdinand de
Saussure8; pero también podemos observar la imagen desde la perspectiva de Charles
Peirce9, que concibe el signo como la articulación de tres instancias: el Signo
Representamen, (lo que se percibe por los sentidos); el Signo Objeto (aquello a lo cual se
refiere el Representamen) y toda una sucesión de interpretaciones que devienen del mismo
“choque” representamen/objeto, del universo de conocimientos del receptor-perceptor, de
sus afectos, intereses, emociones, visiones subjetivos, etc., etc.. Esta concepción
semiológica es perfectamente aplicada a la imagen.

Saussure Peirce

Significante (lo que percibe el sentido del Signo (lo que percibe cualquiera de los
oido), la imagen acústica sentidos), el soporte del mensaje.

Significado (lo que se interpreta o Objeto (aquello a lo cual se refiere el signo y


comprende del significante), el concepto. es interpretado por el receptor / perceptor.

Interpretante (sucesión de interpretaciones


que deriva de la relación
representamen/objeto)

Saussure, al referirse al signo lingüístico, lo concibe integrado por dos partes indisolubles,
inseparables: significante y significado. El primero es el soporte acústico (el efecto sonoro
de la voz humana), que se trae montado al significado o contenido del mensaje. Es el
concepto de las palabras que escuchamos. Solamente con la presencia de significante y
significado – dice Saussure – nos encontramos ante el signo lingüístico.

Mientras Saussure basa sus teorías en estructuras binarias (significado/ significante;


Lengua/habla ), Charles Peirce utiliza estructuras ternarias, incorporando la presencia de la
cadena de interpretaciones del signo.

A diferencia de Saussure que denomina Signo a la unión de significante/significado, Peirce


llama signo a todo lo que se percibe por los sentidos. Desde el momento mismo en que
nuestros sentidos se encuentran con el Representamen ya estamos en presencia del signo,
que se extiende luego a un objeto, que también se constituye en signo, pues de él surgen
otros significados y de estos otros y así sucesivamente hasta el infinito. A este proceso
Peirce denomina Semiosis. En el ejemplo de abajo, se presenta un caso de signo visual:

8
Ferdinand de Saussure: (1857-1913). Filólogo suizo. Es un clásico de la lingüística moderna.
9
Charles Sanders Peirce: 1839-1814). Matemático, físico, lógico y filósofo estadounidense. Es uno de los
fundadores de la semiología o semiótica por su teoría general de los signos.
5

Signo que se percibe visualmente (comienza el


 proceso de Semiosis) en un cartel callejero y que
Representamen conduce a ...

... imagen interna de un sitio cercano de comida ...


Objeto, o sea, aquello a lo cual se refiere el
Representamen

En el pensamiento del receptor-perceptor se sucede


una cadena de ideas, deducciones, relaciones,
recuerdos, deseos, etc. que se constituyen en signos
representamen de otros signos objetos. A esta
sucesión infinita, Peirce llama Interpretante.

Atención: no confundir Intérprete (el receptor-


perceptor) con Interpretante.

Como se ve, lo que Saussure llama significante, Peirce denomina Signo y lo que para el
primero es significado, para el segundo es interpretación de un hecho u objeto. Luego,
Peirce incorpora al intérprete, es decir, a quien comprende el signo.

Para Saussure, el significado ya implica interpretación y el signo se cumple como tal


cuando un significante (signo, para Peirce) conduce a un significado (hecho u objeto e
interpretación, para Peirce).

Clasificación del signo de la imagen según su capacidad expresiva

Es corriente que cuando escuchamos las palabras “imagen”, la asociemos de inmediato con
una fotografía o un cuadro en que vemos un paisaje, por ejemplo. Sin embargo, existen
varios tipos de imagen, según su capacidad expresiva. Así, se puede hablar de:

Imagen figurativa: es aquella que se define por su nivel de representación. Es decir, en


cuanto se constituye en representación inequívoca de un objeto de la realidad, aun cuando
para ello no necesite más que los mínimos elementos visuales. Por ejemplo, si trazamos
unas líneas podríamos ir conformando una figura de algo conocido y, en pocos minutos, el
6

mensaje se habrá concretado. El dibujo de abajo no es complicado, es – en cambio – muy


elemental y el mensaje es preciso: Navidad.

Por supuesto, el receptor-perceptor tuvo que haber tenido antes experiencia visual con el
objeto y tuvo que haber archivado en su universo de conocimientos tanto lo visual como lo
conceptual del objeto. Esto, pues, representa la navidad, o sea, posee un nivel básico de
representación como para que reconozcamos el pesebre de navidad.

Imagen icónica: Pero si vamos sumándole a este simple dibujo más elementos que lo
aproximen analógicamente con los objetos a los que representa, tendremos que ir
desplegando un proceso sintáctico que traiga a la imagen los aspectos más reales de lo
representado, hasta que éste irá cobrando características cada vez más icónicas, es decir,
más parecidas con el objeto. Se define, pues, una imagen icónica por el grado de realismo o
analogía entre el significante o representamen y el objeto al que representa.

Toda imagen figurativa es potencialmente icónica; y toda imagen icónica encierra niveles
de figuratividad.
Una caricatura de un famoso personaje, por ejemplo, representará a éste, pero con un nivel
bajo de iconicidad.
7

El autor Gonzalo Peltzer, en su libro sobre periodismo iconográfico dice que los símbolos
“son generalmente no figurativos, producto de una convención, mientras que los íconos son
analógicos.

En la medida en que la iconicidad crece, disminuye la simbología y la abstracción, de modo


que a mayor abstracción de la realidad habrá menor iconicidad y mayor simbolismo”10. En
este caso, hay que mirar la realidad del objeto o el contexto al que se refiere el autor: se
trata de signos para la información periodística gráfica, en que lo concreto se expresa con
los íconos. Contrariamente, en la concepción del autor, lo abstracto (o no figurativo) sirve
para expresar lo simbólico.

Imagen no-figurativa: Si realizáramos el proceso inverso a la construcción de la imagen


hacia un mayor y mejor parecido con el objeto, o sea, si fuéramos quitándole elementos
regresaríamos a lo mero figurativo. Y si fuéramos quitándole aún más elementos, llegará un
momento en que la imagen, tal cual era comprendida un momento antes, dejará de
significar, por ejemplo, un canguro, para convertirse en algo sin un significado específico:
podrá significar muchas cosas (aquí se da el caso de la arbitrariedad); ya no estará
representando ostensiblemente a un solo objeto. En este punto, la imagen adquiere
polisemia (muchos significados) y se convierte en no-figurativa.
Lo no-figurativo es lo que comúnmente se conoce como abstracto; sin embargo, hay que
aclarar que toda imagen es abstracción de lo real, sólo que el uso de la comunidad de
hablantes, tiende a darle el nombre de abstracto únicamente a lo no-figurativo. Es más
propio, pues, denominar no-figurativa a una imagen polisémicas.

Imagen figurativa

10
Peltzer, Gonzalo. “Periodismo iconográfico”. Ed. Rialp. Pag. 143.
8

¿Qué significa esto?... pues, si nos observamos detenidamente podríamos hallar varios
significados, de acuerdo a nuestro universo de conocimientos. Una vez que nos
encontramos visualmente con este representamen, echa a andar el proceso de Semiosis
desencadenando el caudal interpretante, el cual reúne una infinita cadena de percepciones
de signo tras signo, o sea, una dinámica polisémicas que no posee límite conocido. Se
podría decir que el límite de lo polisémico – como en este caso, está en receptor-perceptor.

A propósito de esta clasificación, es oportuno que recordemos a Peirce:

Icono - Indicio - Símbolo

Charles Peirce establece también tipos de signos, utilizando el modo triádico. Así, expone
la clasificación que contempla los elementos: Icono, Indice y Símbolo.

Signo Icónico: Es aquel que tiende a la reproducción analógica del objeto al que
representa, de la manera más cercana posible, repitiendo sus cualidades visuales. Un
retrato pintado, por ejemplo, será icónico en la medida en que las cualidades de la
9

representación sean similares a las del sujeto representado. La imagen icónica se define
por el nivel de realismo con relación al objeto al que representa.

Pueden ser mencionados como ejemplo de signos icónicos: las fotografías, las pinturas
y esculturas figurativas, los dibujos animados, las caricaturas. A medida que las
imágenes vayan bajando de iconicidad, es decir, vayan dejando de parecerse al objeto
representado, irá pasando a lo meramente figurativo.

Signo indexical o Indicio: Son signos que tienen conexión física real con el referente,
es decir, con el objeto al que remiten; la conexión puede consistir en la proximidad, la
relación causa-efecto o en cualquier tipo o conexión. Son índices los signos que señalan
un objeto presente o la dirección en que se encuentran (una flecha indicativa, un dedo
señalando algo); una figura masculina sobre una puerta, es índice de sanitario para
caballeros, mientras que una femenina indica que el de mujeres.
Asimismo, el complejo señalético de una terminal de ómnibus, por ejemplo, constituye
una red indexical, que orienta al usuario.
Por otra parte, cuando este tipo de signo se define por la relación causa-efecto, estamos
ante indicios. Por ejemplo
para caballeros). Los signos que rotulan a los objetos (el título escrito bajo un cuadro,
un pie de foto en los periódicos, una superficie escrita que señala el nombre y el cargo
de quien ocupa un escritorio. Estos no son indicios icónicos sino escritos).

También son indicios los signos naturales, como las nubes negras, que indican lluvia o
el viento del sur, que es indicio de las estaciones de otoño o invierno, yéndonos ya más
allá de lo visual. Son igualmente indicios unas huellas dejadas en la arena de la playa, el
humo, que es indicio de fuego, la palidez de una persona, indicio de enfermedad, etc.
Todo indicio es una señal.

La flecha en índice direccional y también es indicio de que “por ahí está lo que buscamos” o “por ahí es
que hay que ir para un determinado fin. La Flecha, como signo indexical, se denomina también Señal.


Signo simbólico o Símbolo: Son signos arbitrarios11 cuya relación con el objeto se basa
exclusivamente en una convención (acuerdo). La noción de símbolo de Peirce, sugiere
la concepción de la relación arbitraria entre significante y significado en Saussure,
porque la relación de un símbolo con su objeto es de carácter imputado.
Lo arbitrario del símbolo acentúa también el carácter de ocultamiento del signo con su
objeto. Un signo, cuanto mayor grado de arbitrariedad posea, más misterioso será, por
eso las religiones, los mitos y las creencias populares, están llenos de símbolos.
11
El término “arbitrario” es utilizado en semiología como indicador de no correspondencia natural, no como
sinónimo de autoritarismo, como es corriente. El sonido de la “A”, por ejemplo, se puede representar con
símbolos diferentes, según las diversas lenguas e idiomas.
10

Adrián Frutiger12 dice al respecto que “Lo simbólico de una representación es un valor
no expreso, un intermedio entre la realidad reconocible y el reino místico e invisible de
la religión, de la filosofía y de la magia; media por consiguiente entre lo que es
conscientemente comprensible y lo inconsciente”13

♀ Símbolo de lo femenino

♂ Símbolo de lo masculino

Contrariamente, Umberto Eco14 dice que el signo icónico (y por extensión el símbolo
icónico) está siempre codificado por la cultura, lo cual hace que no sea totalmente
arbitrario.

Más allá de la clasificación de Peirce, debemos considerar una figura de representación


que deviene del símbolo: la Alegoría.

Es ésta una representación caracterizada por tomar formas figurativas, generalmente


humanas, con un nivel de abstracción de lo representado y que encuentra
correspondencia en elementos y figuras (muchos corresponden a la mitología greco-
romana), como la libertad y la victoria (figuras femeninas aladas, en actitudes
triunfales); la justicia (figura femenina con los ojos vendados, conjunto que halla
significación en la objetividad, la balanza en una mano (la ecuanimidad ) y la espada en
la otra (la sanción); la muerte (un esqueleto vestido de negro con una guadaña, que
representa el corte de la vida) y muchos otros.

4. Comunicación visual y codificación15

Los mensajes visuales vienen y van ante nosotros. Todo lo que vemos nos dice algo.
Algunos mensajes son interpretados por unas personas y otros por otras. La naturaleza nos
presenta mensajes porque la naturaleza también se expresa a través de signos: el trueno es
signo (indicio) de tormenta; una nube puede decirnos algo a través de lo que dibuja en el
cielo; los árboles secos nos indican falta de lluvia y los frondosos lo contrario. Son éstos,
signos de la naturaleza. La naturaleza no tiene – por supuesto – la intención de comunicar,
es el hombre quien utiliza su capacidad perceptiva para interpretar.
12
Adrian Frutiger: (1928- ). Diseñador gráfico
13
Frutiger, Adrian. “Signos, símbolos, marcas, señales”. GG Diseño. Pag. 177.
14
Umberto Eco: (1932- ), semiólogo y escritor italiano. Tiene varios estudios publicados sobre semiótica y
novelas famosas como “El nombre de la rosa”, que fue llevada al cine.
15
4. La escritura es también una forma de comunicación visual, por eso para hablar de la comunicación a
través de imágenes nos referimos como comunicación visual icónica.
11

Y también están los signos visuales elaborados con la intención explícita de desatar
procesos de comunicación, como los íconos, los carteles publicitarios y afiches, las
ilustraciones de libros y revistas, las marcas y señales, los símbolos visuales, las alegorías,
los graffiti y muchísimas formas de expresión visual.

En la comunicación visual elaborada, el emisor y el receptor/perceptor deben manejarse


sobre códigos. Un código se define como sistema convencional de signos, o sea un sistema
de acuerdos que me indica que determinadas formas visuales (icónicas o no figurativas),
tendrán un determinado significado.

 En señal de tránsito, significa prohibición. Una E dentro del círculo, por


ejemplo, cruzada por la oblicua que se ve en el círculo, indica No Estacionar.

Símbolo alegórico de la Muerte

Esta figura, convencionalmente, representa a la muerte. Es un signo simbólico o alegórico


que reúne en sí elementos que indican destrucción, corte, final, misterio, miedo, etc.

Los rasgos de esta imagen muy elemental nos indican un diálogo hombre/mujer. Y
podemos saber que hablan de amor por un simple signo indexical: el corazón que,
convencionalmente, significa amor.
12

Las imágenes vistas integran sistemas convencionales de signos, es decir, se desarrollan


sobre código y, de esta manera, podemos comprenderlas. Por supuesto, los códigos sirven
para una comunidad o sociedad y para otra no. Es así como, por ejemplo, el negro está
codificado como luto en unos países y en otros, lo es el blanco.

Una de las características del código – figurativo e icónico - es su objetividad.

Bruno Munari, en su libro “Diseño y Comunicación Visual”, expresa: “Los diseños de los
arquitectos, los esquemas de las instalaciones eléctricas y otras cosas por el estilo, no son
otra cosa que comunicaciones visuales objetivas, perfectamente legibles por el que las
recibe...”16.

El mismo autor expresa a continuación: “... la comunicación visual es en algunos casos un


medio imprescindible para pasar informaciones de un emisor a un receptor, pero la
condición esencial para su funcionamiento es la exactitud de las informaciones, la
objetividad de las señales, la codificación unitaria, la ausencia de falsas interpretaciones”17

5. Imágenes externas e imágenes internas

Según existan fuera o dentro del observador, las imágenes pueden ser:

a) Externas: Se trata de toda aquella representación (bidimensional o tridimensional), que


existe plasmada en la materia, fuera de la mente del observador, como un fotografía, una
pintura, una escultura, una película, etc. Un objeto, una persona, un edificio pueden ser
también imagen de algo o de alguien.

Las imágenes externas pueden ser bidimensionales (una pintura, una fotografía, un boceto,
un dibujo) y tridimensionales (una escultura, un objeto, un edificio). Y, por otro lado, estas
imágenes pueden clasificarse en Figurativas (definidas por su nivel de representación, el
boceto de un paisaje, por ejemplo, que nos remite al objeto real, bastando unos trazos
básicos. Otro ejemplo: basta la combinación adecuada de unas líneas rectas, para tener la
representación de una mesa).
Luego están las imágenes Icónicas, que se definen por su nivel de realismo ante el objeto al
que representan. Por ejemplo, una pintura al óleo o una fotografía, tienen un gran parecido
con el objeto real. Estas imágenes se ubican dentro de una clase monosémica, es decir, los
significados están claros. No hay dudas de que unas frutas sobre una mesa, representan a
eso. Son signos visuales objetivos.

En cambio, no ocurre lo mismo con las imágenes No-figurativas, que se definen por su
alto grado de polisemia, o sea, los significados pueden ser varios y no precisos. Una macha
roja, por ejemplo, sobre un fondo amarillo, me puede remitir a sangre, pasión, peligro,
guerra, etc., todo depende de la percepción subjetiva del espectador.

16
Munari, Bruno. “Diseño y Comunicación Visual”. GG Diseño. Pgs. 72,73
17
Ib. Pag. 73
13

b) Internas: Son las imágenes que se encuentran en la mente humana, producto del universo
visual que va alimentándose a medida que se tiene contacto visual con las cosas, el entorno,
la realidad. En estado conciente, las imágenes están permanentemente en el pensamiento y
tienen formas figurativas, es decir, son así como las vemos en la realidad o cómo es el
referente inicial que generó la imagen mental. En los sueños, se interpreta la imagen en su
aspecto simbólico y muchas veces supersticioso.

Las imágenes internas son siempre provocadas por factores o estímulos. Nunca una imagen
interna surge espontáneamente o voluntariamente en el pensamiento; siempre existe un
estímulos que la provoca. El sueño, por ejemplo, aparecen inconscientemente como
resultado de experiencias ocurridas en estado de vigilia. Siempre tiene que ver con la
realidad psíquica de quien sueña.

A partir del origen de estos estímulos, se puede clasificar la imagen interna en:

- Exógenas: Las que se generan por factores externos a nosotros, como una bocina de
automóvil o una película que vemos. Estos factores hacen que surjan en el pensamiento
determinadas imágenes. Si alguien pronuncia el nombre de una persona conocida por
mí, aparecerá en mi mente la imagen de esa persona; si en la oscuridad palpo un oso de
peluche, veré en el pensamiento el juguete, mediante las señales que me llegaron a
través del tacto. Es así que las imágenes internas exógenas, pueden ser de orden visual,
auditivo, gustativo, táctil y olfativo; así como también afectivo.

- Las imágenes internas provocadas pueden ser también Endógenas, o sea, cuando las
imágenes se generan a partir de un factor interno de la persona. A su vez, las imágenes
internas endógenas pueden ser fisiológicas, psicológicas y psicofísicas. Las fisiológicas
son las imágenes que se generan a partir de una sensación física (un dolor en la mano,
hace que vea el martillo con el que me golpeé accidentalmente); las psicológicas, desde
una situación psíquica (una gran alegría, genera en nosotros pensamientos alegres,
luminosos, coloridos, en cambio una tristeza produce todo lo contrario). Finalmente, las
imágenes pueden ser resultado de hechos combinados: psico-físicos.

6. Funciones de la imagen

La imagen como medio de comunicación cumple con varias funciones, algunas de ellas
son:

- Función de traducción: Cuando logra decir gráficamente o con imágenes lo que figura
inicialmente en textos. El concepto de alegría, por ejemplo, puede explicarse sintética y
claramente a través de una foto.

- Función de provocar sentimientos y actitudes: Con la imagen se puede hacer que las
personas se sensibilicen ante un hecho o que repudien otro. Se puede despertar
compasión ante la fotografía de un niño con mirada triste y vestido pobremente o miedo
ante una figura siniestra.
14

- Función de hacer visibles procesos no perceptibles con la visión simple: A través de


la fotografía, por ejemplo, se puede saber qué posiciones adquiere un objeto articulado
que se precipita en el vacío o, a través de una filmación pasada en cámara lenta, qué
movimientos adoptan las patas de un caballo de carrera. Ello no sería posible percibir
visualmente sin la ayuda de la imagen.

- Función de comparación: Conocemos las diferencias entre un buque y una canoa; un


árbol y un arbusto, mediante las imágenes.

- Función de simplificación: La reproducción en imágenes de sólo una parte del objeto


que nos interesa, también es posible. Así, podemos obtener un mapa solamente con sus
carreteras pavimentadas o una estructura humana sólo con su red nerviosa o su sistema
circulatorio.

- Función de exposición del pasado: Sabemos de cómo se vestía la gente en 1920,


mediante dibujos y fotografías; podemos conocer cómo eran las armas de la Edad
Media, también mediante referencias gráficas.

- Función de exposición de lo extraterrestre: La superficie de la luna, los anillos de


Saturno, la Vía Láctea y todo lo que pueda verse en el espacio conocido, llega a
nosotros a través de la imagen.

- Función de exposición de lo invisible: Es decir, aquello no percibido con la vista por


su naturaleza microscópica, puede hacerse visible mediante fotos, dibujos, grabados.

- La función de la imagen ante el texto.


En educación, información o simple distracción, la imagen junto al texto forman un
binomio armónico. Según lo que se desee expresar, sirve más la imagen o el texto
escrito. En este sentido, el recurso icónico es importante en el momento de brindar
precisión a lo que expresa el texto, que no necesitará ser redundante.

El texto dependerá de la imagen cuando ésta sea la que indique qué debe expresarse,
es decir, cuando el texto se encarga de reproducir exactamente lo que señala la imagen.
En cambio, la imagen dependerá del texto cuando cuándo éste otorgue detalles que no
figuran en la imagen, o sea es el caso en que el texto completa lo que no se ve en la
imagen.

7. Elementos formales o constitutivos del lenguaje visual

Llamamos así a aquellos factores que suman en la composición de las imágenes y en su


significación. También se los puede definir como recursos de reproducción de la realidad
del objeto representado, dispuestos de forma adecuada para sostener o determinar el núcleo
o conjunto semántico de la imagen. Son ellos:

Planos: Se definen por el nivel de aproximación del objeto con respecto al observador,
y se clasifican en Primerísimo Primer Plano (PPP), Plano de Detalle (PD), Primer
15

Plano (PP), Plano Medio (PM), Plano Medio Americano (PMA), Plano Total o
Entero (PT o PE), Plano General (PG), Plano General Lejano (PGL), Plano de
Conjunto (PC) y combinaciones, como Plano General de Conjunto, por ejemplo.
Esta nomenclatura corresponde al lenguaje fotográfico, adoptado por el cine. Los
planos hacen a lo estético como a lo semántico, en una composición.

- Angulos: Se definen por la posición del observador con respecto al objeto, y pueden
ser: Angulo Alto o Picado (cuando el observador contempla el objeto desde arriba),
Angulo Medio o Normal (cuando se halla el objeto en el mismo nivel que el
observador) y Angulo Bajo o Contrapicado (cuando el objeto es visto desde abajo).

- El Color: Es un importante elemento y cumple con varias funciones en una imagen. Su


carencia nos dice algo, nos expresa algo; así como su presencia profusa o lánguida.
Mediante colores “fríos” o “calientes” podemos expresar sentimientos y emociones que,
quizás, con el simple trazo no podrían ser expresados suficientemente. Sirven, con
mucho peso, para fijar la atención en un conjunto visual. En esencia, el color es una
impresión que produce en la retina del ojo la luz reflejada por los cuerpos.

El núcleo o conjunto semántico

Los elementos formales conducen a un objetivo: crear las condiciones visuales para que
pueda identificarse el núcleo semántico, es decir: el segmento o parte de la imagen a
partir de donde comenzamos a leer y comprender el conjunto. Es el centro del
significado total. Por ejemplo, si interpreto en una imagen “Mujer de los años veinte”, es
porque pude ver en la figura femenina atuendos o prendas de esa época. Pues, bien, estos
atuendos constituyen el núcleo semántico que ha dado lugar a la lectura mencionada.

El núcleo semántico (o conjunto semántico, en el caso de que los elementos de


significación estén distribuidos en varias partes del conjunto de la imagen y no focalizados
en un punto) puede leerse desde una perspectiva denotativa (cuando se interpreta lo
elemental de una imagen, por ejemplo, si vemos una figura masculina, interpretamos:
hombre o varón); y también desde una perspectiva connotativa, cuando profundizamos en
la interpretación a partir de nuestro particular universo de conocimientos, experiencias
personales o subjetividad. Es aquí donde entra a jugar la instancia Interpretante de la que
habla Peirce.

Análisis de la imagen

Al igual que en el caso del texto escrito (y cualquier tipo de signo, en general), podemos
analizar la imagen tomando como referencia las ramas semióticas de Charles Morris:
Sintáctica, Semántica y Pragmática. En todos los casos, si bien pueden ser enfatizadas unas
de estas ramas en el análisis, ellas se cruzan e interrelacionan, en mayor o menor medida.

Ejemplo de un análisis sintáctico (relación entre signos): Una pintura del siglo XVII,
puede ser analizada a partir de los signos que se combinan dentro de un macro conjunto
plástico: la mirada angustiosa de un pastor hacia el ocaso, devuelve al observador un
16

significado otorgado por la combinación mirada / ocaso. Por supuesto, los elementos
cromáticos y morfológicos, también deben estar adecuadamente utilizados para conseguir
un efecto determinado.

Ejemplo para un análisis semántico (relación signo-significado): Ante la misma pintura,


¿qué comprendemos?: La mirada angustiosa del pastor, puede revelar tristeza, dolor; y los
colores del ocaso aumentan estos sentimientos. Esto es lo que captamos o entendemos de
manera directa. Es lo que nos dice el cuadro denotativamente. Concluimos, pues, que el
pastor está profundamente triste. Hemos realizado un análisis semántico denotativo, pues
no hay que ir muy profundo para comprender lo expresado. Permanecemos en un nivel
primario de interpretación.

Pero si entramos a especular sobre las posibles causas de la tristeza del pastor, debemos
buscar otros elementos (indicios) en los signos (o significantes) expuestos en el cuadro o
acudir a nuestro universo de conocimientos. Estaríamos, entonces, ante el desarrollo de un
análisis semántico connotativo de la imagen. Es decir, el la búsqueda de significaciones
de nivel profundo.

Ejemplo para un análisis pragmático (relación signo-interpretante): En este caso, el


análisis enfoca sobre la actitud, reacción, sentimiento o respuesta del observador ante el
cuadro. Diversos pueden ser los efectos, desde la indiferencias hasta la fascinación. Todo
dependerá de la intensidad con que el drama se ha plasmado en el cuadro y las
características receptivas del interpretante, dentro de las que se pueden contemplar: su
sensibilidad artística, su relación con el contenido que presenta el cuadro, su universo
afectivo, etc.

En nuestro caso tomaremos como punto de partida el análisis semántico connotativo, es


decir, trataremos de ir al nivel profundo de interpretación, exponiendo, por supuesto,
aquellos elementos significantes que justifican mi lectura. Estos elementos pasan a ser
denominados Núcleo Semántico (o Conjunto Semántico, si los puntos de significación se
encuentran esparcidos en el conjunto de la imagen).

La identificación del Núcleo Semántico (o sea, aquello que le da el significado a la


imagen), debe ser complementada con lo que el observador extrae de su universo de
conocimientos, si se diera el caso. Con todo ello, se busca sostener con la mayor firmeza
posible lo que se supone o connota del signo visual. El núcleo semántico constituye la
justificación de la lectura semántica.
17

Lectura semántico-connotativa Núcleo Semántico


1. Si bien la mujer parece guardar 1. El gesto de la mujer (ceño fruncido),
cariño hacia el perro, la realidad es revela fastidio, enojo, impaciencia.
todo lo contrario. Fuera de la escena Igualmente, el peinado y la ropa de la
que se observa, lo maltrata y no lo mujer corresponden a la imagen
quiere. típica de una persona amargada,
estructurada, rígida (esto lo
recogemos del universo de
conocimientos, pues el cine, los
cómics, los teleteatros, han jugado
mucho con esta imagen para
caracterizar a una persona mala).

8. Tipos de imagen según su capacidad de significación

Sabemos que toda imagen es una representación de algo, que puede ser objetos de la
realidad, sentimientos, conceptos o lo imaginario. Así, la fotografía de Juan no es Juan, es
su imagen.

En el libro “Pensar la imagen”, de Santos Zunzunegui, se expresa que “hablar de imagen es


hacerlo de un soporte de la comunicación visual en el que se materializa un fragmento del
universo perceptivo y que presente la característica de prolongar su existencia en el curso
del tiempo”.

A partir de esta caracterización de lo que es imagen, podemos clasificarla según su


capacidad semántica en:

1. Imagen figurativa: es aquella que está definida por el nivel o grado de


representación que posee, en cuanto al objeto al que representa. Basta con que tenga
unos pocos detalles para que refiera claramente el objeto al cual representa. Así, con
unas líneas rectas adecuadamente dispuestas puedo representar una silla, o con unos
breves trazos una figura humana.
18

El perfeccionamiento del dibujo figurativo de esa silla, podrá ir aumentando conforme


le sean agregados detalles que aproximan a la realidad. Cuando más parecido a una silla
real sea el dibujo, irá convirtiéndose en:

2. Imagen icónica18: que resulta aquella que se define por el nivel o grado de realismo,
en cuanto al objeto que representa. Una fotografía, por ejemplo, posee un alto nivel de
iconicidad (nivel de máxima iconicidad) porque va más allá de la simple representación
que ofrece un dibujo sencillo. Asimismo, una acuarela hiperrealista puede ser icónica
ante un óleo básicamente representativo. Toda imagen icónica guarda en sí varios
niveles de figuratividad y una imagen figurativa es potencialmente icónica.

Abraham Moles define la iconicidad como el grado de similitud entre una imagen y el
objeto que ella representa o, si se quiere, el grado de realismo.

A medida que se agregan elementos de la realidad a la imagen, más nivel de iconicidad


se alcanza. Contrariamente, si descendemos de los niveles de iconicidad a los niveles de
figuratividad, vamos eliminando elementos de representación, hasta encontrarnos con
la:

3. Imagen no-figurativa: que es definida por su nivel o grado de polisemia, es decir sus
muchos significados. Si la imagen deja de referir a algo concreto, puede conducir a
varios referentes. Es aquí donde la subjetividad juega un papel protagónico, pues cada
uno interpretará lo que ve según su capacidad perceptiva, su universo de conocimientos,
su estado de ánimo, su capacidad imaginativa, etc. Se habla, entonces, de no-
figuratividad o abstracción.

Generalmente, se denomina figura, pintura o arte abstracto a aquello que no se


comprende de manera unívoca, pero que conlleva significados envueltos con la
subjetividad del observador. Por eso, es directa la proporción entre polisemia y
connotación: a medida que aumenta el nivel de polisemia, mayores son las
posibilidades connotativas de una imagen; se vuelve amplio el campo de
representación, o sea, una pintura o un dibujo puede estar representando varias cosas a
la vez. En cambio, en una imagen figurativa o icónica, las posibilidades de connotación
se reducen o se circunscriben a determinados aspectos.

En cuanto al término abstracción, corresponde en realidad a toda imagen que, al ser


representación, es abstracción de la realidad o, al menos, de otro objeto que no es la
imagen.

El uso de abstracción como sinónimo de no-figuratividad, ha hecho que se considere


como abstracto todo aquello que no posee rasgos figurativos, pero es más apropiado
usar la denominación no-figurativo o no representativo.

18
Icono: del griego eikön, que significa imagen.
19

“Una distinción importante y primordial es la que se establece entre imágenes


figurativas y abstractas. O si se prefiere, representativas y no representativas. Puede
decirse que las primeras serán aquellas que contienen información acerca de otros
objetos (situaciones, temas, etc.) distintos de su propia materialidad; por lo que puede
afirmarse que las imágenes denominadas abstractas son aquellas que proporcionan
percepción y no percepción de”19.

Ha sido gracias a los semióticos y a los trabajos de los teóricos de la información visual
que se ha restituido el vocablo icono – y por extensión la noción de iconicidad – con el
sentido original de la palabra griega eikon, con el cual se expresa la idea de una mayor o
menor correspondencia entre una imagen y su “matriz” (modelo real).

Niveles de iconicidad de las imágenes

• Máxima iconicidad: a) Hiperrealista (fotografía – en la que se incluye al cine


– hologramas, pinturas casi fotográficas, esculturas, como el David de Miguel
Angel), b) Realista: fotografía en blanco y negro, retratos, paisajes, dibujos.
• Iconicidad decreciente: a) Imágenes figurativas (dibujos, trazos, pinturas,
caricaturas), b) Esquemas.

9. Los signos básicos


Extracto del libro: “Signos, Símbolos, Marcas, Señales”, de Adrián Frutiger

Gracias a la arqueología, sabemos que el hombre alberga en sí una especie de sentido innato de la geometría.
Así, en muchas regiones de la tierra, hallamos muestras de signos primarios, de data prehistórica y morfología
idéntica. Ello permite suponer que para las razas más distintas y en los tiempos más diversos, encierran un
significado semejante.

1. El cuadrado


Es una figura geométrica que sugiere encierro o sala de estar, con suelo firme, paredes,
techo. En tiempos prehistóricos, se simbolizaba así a la tierra, en medio de los cuatro
puntos cardinales. En la concepción china del mundo, las cuatro esquinas señalaban los
cuatro puntos extremos del planeta.

Pero tan pronto como el cuadrado se convierte en rectángulo, pierde su carácter


simbólico neutral. El observador percibe enseguida la diferencia entre lo alto y lo
ancho: d

19
Zunzunegui, Santos: “Pensar la imagen”, página 24.
20

Por otra parte, con el cuadrado dispuesto sobre una de sus puntas, entramos en el
terreno de las líneas oblicuas. La imagen del cuadrado-rombo es inquietante; su
posición sobre uno de sus vértices, llama a la vista. De ahí que esta forma haya sido
estimada como fondo ideal para las señales, especialmente las de tránsito ◇

2. El Triángulo


Esta es una figura vinculada con la estabilidad y la firmeza (pirámide). También guarda
analogía con una montaña, reposada y solemne, cuya función activa es soportar la
erosión, así como la de proteger (el valle se protege de los vientos gracias a la
montaña).
También la forma nos recuerda a un tejado, sugiriendo intimidad, calor afectivo,
seguridad.
El triángulo es también un símbolo antiguo que representa el misterio y la perfección.
El número 3 guarda un carácter místico para muchas culturas y imprimen respeto y
hasta temor. Obsérvese que las imágenes religiosas de Dios, presentan la figura de un
anciano tras cuya cabeza se ve un triángulo.
También muchas órdenes secretas tienen algo de triangular en sus símbolos.
En cambio, si invertimos la forma tradicional del triángulo, es decir, si lo hacemos
sostener no sobre su base horizontal sino sobre el vértice contrario (llamada forma
especular, porque recuerda a un espejo de mano), obtendremos una sensación de gran
equilibrio, superior inclusive de la que se percibe ante el rombo. También esta posición
significa balanza (por lo del equilibrio), acción y expectativa: al observarlo se espera
una oscilación, pues nada puede sostenerse durante mucho tiempo sobre un solo pie ▽

3. El Círculo


El hombre moderno, probablemente, tiene una relación más espontánea con la línea
recta, antes que con la curva. La experiencia diaria en la calle, con las construcciones,
responde primariamente a dos principios básicos (lo horizontal y lo vertical).
Las formas redondeadas son apreciadas, más bien, por razones de sensibilidad que de
razón. No obstante, existe actualmente una tendencia de imponer, progresivamente,
formas más suaves, en gran medida por la influencia de las formas aerodinámicas de los
medios de transporte (automóviles, aviones, barcos). Los mobiliarios, por ejemplo, en
los últimos años han ido adoptando formas menos rígidas, con ciertas formas curvas
que las “humanizan” más.
21

Ante el círculo el observador se encuentra con la línea eterna que, sin principio ni fin,
gira en torno a un centro tan invisible como preciso. Es la propia idea del curso del
tiempo, que viene de la nada y jamás halla final. Esto se vincula con una significación
religiosa o mística que el círculo encierra desde tiempos muy remotos. El sol, la luna,
las estrellas, son cuerpos relacionados con las antiguas religiones y tienen formas
circular. Igualmente, el cuerpo humano guarda formas redondeadas, sin que tuviera una
sola recta absoluta.
El progreso, por otro lado, se ve representado por el círculo, a partir de la forma de la
rueda. Sin rodamientos, no es posible imaginar la vida del hombre moderno.

4. La Flecha

↓←↓
Cuando dos líneas oblicuas convergen en un ángulo < de alguna manera se crea la
impresión de movimiento o de dirección; y los ángulos orientados hacia la izquierda o
hacia la derecha, se “mueven” con más intensidad que aquellos que se orientan hacia
arriba o hacia abajo. Esto tiene que ver con el hecho de que los movimientos normales
de las personas se orientan principalmente en el plano horizontal (excepto los casos en
que se sube a través de una escalera o un ascensor).

Este signo angular se utiliza también en matemáticas para representar lo mayor


( > ) y lo menor (< ).

En su papel de indicador de dirección, el signo angular denominado flecha, suele tomar


una forma curva en el “mango” ( ↻↱↯➥ ) lo cual suaviza el carácter agresivo e
imperativo que tiene la recta. Es decir, cuando la línea de la caña o el mango no es
recta, sino que adopta una configuración torneada, la imagen “arma” se transforma
inmediatamente en señal: girar a la izquierda o la derecha, rodear el semáforo u otra
indicación de tráfico común.

La flecha de mango recto, despierta en el observador sentimientos de agresividad y


miedo, pero también vitalidad. Es quizás uno de los primeros utilizados por el hombre,
pues se encuentra en estrecha relación con la supervivencia (caza) o la vulnerabilidad
(aquello de lo que hay que protegerse). O sea, la flecha puede representar a la vida y a
la muerte al mismo tiempo.

5. La Cruz

Ê
22

Los matemáticos utilizan este signo para indicar suma o adición. Los arquitectos,
geógrafos, etnógrafos, etc., hace reiterado uso de este signo para hacer la descripción
exacta de un emplazamiento, sitio o lugar.
Ante la cruz en que la línea horizontal guarda simetría con la vertical, el observador se
encuentra ante un signo neutro (salvo la indicación de “suma” que encierra). Pero si se
prolonga uno de sus brazos, el signo deja paso a varias significaciones. Por ejemplo, si
se prolonga la línea vertical hacia abajo, aparece en escena el signo de la fe cristiana
(†).
Cuando las líneas son puestas en posición oblicua, el signo de “más” se convierte en
signo de multiplicación (×), pero puede servir también como firma o como señal de
invalidación o anulación.
Tan pronto como el ángulo formado por ambos trazos se aleja de los 45º, se crea una
nueva impresión que evoca la figura humana, con brazos y piernas en posición erguida.

10. Imagen y fascinación

¿Qué es la fascinación?. La fascinación ha sido definida por Joan Costa y Abraham Moles
como “la captura que la imaginación efectúa del ojo del espectador”. Una imagen que me
fascina es una imagen de la que no puedo apartar la mirada; una imagen que no sólo se
impone al ojo sino que retiene la mirada. Una imagen que nos fascina es aquélla de la que
no podemos desprendernos, una imagen a la que vuelve la mirada.

Recursos gráficos de la fascinación

La imagen fascinante se construye combinando elementos o creando condiciones visuales


especiales, más allá de las formas y contenidos convencionales a los que está acostumbrado
el ojo. Por ejemplo, dos colores contrastados fuertemente o el despliegue de gamas sobre un
fondo texturado, llevan a ver los colores de manera no convencional. Asimismo, el
tornasolado, formas compuestas de manera poco usual, figuras concéntricas que producen
vértigo, etc., conducen a generar fascinación en el observador. Este es el caso de la
fascinación dada por fenómenos ópticos. Sin embargo, pronto se acostumbran los sentidos
y lo que era fascinante deja de serlo. Por eso pues, un componente de la fascinación es la
fugacidad. También está el caso de la fascinación generada por imágenes anti-naturales,
insólitas, como lo son las pinturas del artista español Salvador Dalí, denominadas también
surrealistas.
Por otra parte, está la fascinación que produce la belleza. De una obra de arte se dice que es
realmente bella cuando el observador podría mantenerse mucho tiempo ante ella sin desviar
la mirada. Las pinturas y esculturas del Renacimiento poseen tal perfección que son
admiradas de manera fascinante por personas de todo el mundo. También puede darse la
combinación de belleza y fenómeno óptico para que haya fascinación.
Lo monumental es, igualmente, causa de fascinación; aquello ante lo cual uno se siente
pequeño, como los rascacielos, las grandes catedrales o un transatlántico.

EL PAPEL DEL ESPECTADOR


Del libro “La Imagen”, de Jacques Aumont.
Ediciones Paidós. Buenos Aires , 1992, pp. 90-94
23

En su libro “Arte e Ilusión”, Gombrich20 propuso la expresión de “papel o función del


espectador” para designar el conjunto de los actos perceptivos y psíquicos por los
cuales el espectador, al percibirla y comprenderla, hace existir la imagen.
La imagen “existe” en la medida en que se la observa y, aunque no lo parezca, todos
vemos de manera diferente un objeto o una imagen, en mayor o menor medida.

En este sentido, Gombrich habla de aspectos que hacen a la observación, desde una
perspectiva de lo subjetivo:

1. No existe la mirada inocente: Gombrich adopta, sobre la percepción visual una


posición de tipo contructivista. Para él la percepción visual es un proceso casi
experimental, que implica un sistema de expectativas, sistema que se ve alimentado por
el universo visual de conocimientos de cada individuo.

Es así que en nuestra percepción de imágenes, solemos establecer prejuicios


condicionados por el almacén de imágenes que poseemos. No existe, pues, la mirada
inocente, dado que lo que muchas veces cuando observamos una imagen lo hacemos
comparando con lo que esperamos de ella.

2. La regla del etc.: Haciendo intervenir sus saberes previos (almacén de conocimientos
visuales o universo visual de conocimientos) el espectador suple, pues, lo no
representado, las lagunas de la representación. Por ejemplo, ante una imagen
medianamente figurativa, en la que aparece una jirafa en blanco y negro: nuestro
pensamiento traerá a la “pantalla” mental la jirafa completa, con sus partes incompletas
en la imagen y también su color. Los saberes previos permiten completar los aspectos
ocultos del mensaje visual.

Cabe mencionar, como ejemplo, una lectura que da Freud al cuadro de Leonardo Da
Vinci, “Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús”, donde Freud creyó ver el contorno de un
ave de presa en la forma del vestido de Santa Ana, observación singularmente
proyectiva que él sitúa en relación con su teoría sobre el “caso psicológico” de
Leonardo y, en especial, con el papel que habría desempeñado un milano en la infancia
del famoso pintor.

En el fondo, el espectador puede llegar, en cierta medida, hasta a inventar, total o


parcialmente, el cuadro; Gombrich recuerda que ciertos pintores se sirvieron
deliberadamente de esta facultad proyectiva para inventar imágenes, buscándolas en
formas aleatorias como unas manchas de tinta hechas al azar. La imagen es, pues, tanto
desde el punto de vista de su autor como de su espectador, un fenómeno ligado a la
imaginación.

20
Ernst Hans Gombrich: británico, de origen austriaco, nacido en Viena en 1909. Historiador renombrado del
campo del arte.
24

3. Los esquemas perceptivos: Esta facultad de proyección del espectador descansa en la


existencia de esquemas perceptivos. Exactamente como en la percepción corriente, la
actividad del espectador ante la imagen consiste en utilizar todas las capacidades del
sistema visual y, en especial, sus capacidades de organización de la realidad, y en
confrontarlas con los datos icónicos precedentemente encontrados y almacenados en la
memoria de forma esquemática.

Dicho de otro modo, el papel de espectador, en este enfoque, es una combinación


constante de “reconocimiento” y de “rememoración”.

000

Potrebbero piacerti anche