Sei sulla pagina 1di 3

c 

En cualquiera de sus modalidades es uno de los problemas que afectan


a la humanidad en el área de salud pública, es un trastorno que se caracteriza
por sentimientos persistentes de tristeza y desánimo, que no respeta edad ni
condición socioeconómica, provocando un serio deterioro en la calidad de vida
de las personas afectadas, de sus familias y su entorno. Hipócrates (IV ac)
asociaba este trastorno, que llamaba Vesania, a las bilis negra, en su teoría de
los humores; sin embargo, por mucho tiempo la superstición la relacionaba con
influencias de espíritus malignos y otras prácticas que nada tenían que ver con
los verdaderas causas de la depresión.
Esta se puede ver de tres maneras: cuando hace alusión a un síntoma,
la tristeza o el estado de ánimo deprimido ; cuando hace referencia a un
síndrome, es decir, a un conjunto de síntomas relacionados que aparecen y
desaparecen conjuntamente y que suele estar formado por los síntomas de
tristeza, irritabilidad, pérdida de interés, fatiga, sentimientos de inutilidad y
culpabilidad, enlentecimiento psicomotor, insomnio, ideas de suicidio, falta de
apetito, pérdida de peso, y dificultad para concentrarse. Un síndrome que en
muchos casos encontramos en los niños, especialmente acompañando a otros
trastornos mentales (p. ej., trastornos obsesivos-compulsivos, de ansiedad por
separación) y a muchas enfermedades médicas (p. ej., cáncer).
Y finalmente, alude también a un trastorno, es decir a un síndrome
depresivo para el cual se han especificado ciertos parámetros de duración (p.
ej., los síntomas aparecen la mayor parte del día, casi a diario, durante un
período mínimo de 2 semanas), gravedad (p. ej., el síndrome incluye al menos
cinco síntomas y éstos provocan un malestar clínicamente significativo), curso
o historia natural (p. ej., los síntomas representan un cambio respecto a la
actividad previa) y disfuncionalidad (p. ej., los síntomas provocan de terioro
social, escolar), y, además, se han descartado algunas posibles causas (p. ej.,
enfermedades médicas, ingestión de medicamentos o drogas, duelo,
esquizofrenia).
Quien padece de dicho trastorno no puede decir, ya basta, me voy a
poner bien; sin tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses e
incluso años. Pese a esto, la mayoría de las personas que la padecen pueden
mejorar con un tratamiento adecuado.

c
   
  
se da en la mujer con una frecuencia casi el doble de la del hombre.
Pueden darse por los cambios del ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, el
periodo de posparto, la premenopausia y la menopausia. Muchas mujeres
tienen más estrés por las responsabilidades del cuidado de niños, el
mantenimiento del hogar y un empleo, otras tienen una mayor carga de
responsabilidad por ser madres solteras o por asumir el cuidado de padres
ancianos.

     
El hombre tiende a ser más reacio para admitir que tiene depresión, por lo
tanto, el diagnóstico de depresión puede ser más difícil de hacer , y es por eso
que la tasa de suicidio en el hombre es cuatro veces más alta que en la mujer.
No obstante, los intentos de suicidio son más comunes en la mujer que en el
hombre.Por otra parte, es común que la depresión se manifieste en el sector
masculino con irritabilidad, ira y desaliento; siendo muy importante que el
hombre deprimido entienda y acepte la idea que la depresión es una
enfermedad real que requiere tratami ento.

c
   
   
Es erróneo creer que es normal que los ancianos se depriman.La depresión
en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento
innecesario para el anciano y para su familia ; cuando la persona de edad va al
médico, puede solo describir síntomas físicos. Esto pasa por que el anciano
puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente
placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso
cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo.

c
   
  

  

El niño deprimido puede simu lar estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, no
querer separase de los padres o tener miedo a que uno de los padres se
muera. El niño más grande puede ponerse de mal humor, meterse en
problemas en el colegio, comportarse como un niño travieso o indiscipli nado,
estar malhumorado o sentirse incomprendido. Dado que los comportamientos
normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer
si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está
verdaderamente padeciendo de depresión. Por otra parte, en la adolescencia
suele asociarse a un proceso normal de maduración, al estrés asociado con
éste, a la influencia de las hormonas sexuales y a los conflictos de
independencia con los padres.
En cualquiera de los casos, lo más importante es actuar a tiempo, estando
atento a la presencia, mientras está deprimido, de al menos dos (o más) de los
siguientes síntomas:
Baja autoestima
Apetito escaso o excesivo
Insomnio o hipersomnia
Escasa concentración o dificultad para tomar decisiones
Fatiga o poca energía
Sentimientos de pesimismo, desesperación o desesperanza
'  


Potrebbero piacerti anche