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El hombre tiende a ser más reacio para admitir que tiene depresión, por lo
tanto, el diagnóstico de depresión puede ser más difícil de hacer , y es por eso
que la tasa de suicidio en el hombre es cuatro veces más alta que en la mujer.
No obstante, los intentos de suicidio son más comunes en la mujer que en el
hombre.Por otra parte, es común que la depresión se manifieste en el sector
masculino con irritabilidad, ira y desaliento; siendo muy importante que el
hombre deprimido entienda y acepte la idea que la depresión es una
enfermedad real que requiere tratami ento.
c
Es erróneo creer que es normal que los ancianos se depriman.La depresión
en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento
innecesario para el anciano y para su familia ; cuando la persona de edad va al
médico, puede solo describir síntomas físicos. Esto pasa por que el anciano
puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente
placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso
cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo.
c
El niño deprimido puede simu lar estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, no
querer separase de los padres o tener miedo a que uno de los padres se
muera. El niño más grande puede ponerse de mal humor, meterse en
problemas en el colegio, comportarse como un niño travieso o indiscipli nado,
estar malhumorado o sentirse incomprendido. Dado que los comportamientos
normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer
si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está
verdaderamente padeciendo de depresión. Por otra parte, en la adolescencia
suele asociarse a un proceso normal de maduración, al estrés asociado con
éste, a la influencia de las hormonas sexuales y a los conflictos de
independencia con los padres.
En cualquiera de los casos, lo más importante es actuar a tiempo, estando
atento a la presencia, mientras está deprimido, de al menos dos (o más) de los
siguientes síntomas:
Baja autoestima
Apetito escaso o excesivo
Insomnio o hipersomnia
Escasa concentración o dificultad para tomar decisiones
Fatiga o poca energía
Sentimientos de pesimismo, desesperación o desesperanza
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