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(2) CULTURA ANDINA

CPPe (Colegio de Profesores del Perú. Diplomado en Educación Intercultural, 2008)

1. PLURILINGÜÍSMO Y MULTICULTURALISMO EN EL PERÚ


El Perú se caracteriza por ser una sociedad pluriétnica, multicultural y plurilingüe, con una
población aproximada a 28 millones. De ese total, poco más de 8 millones se autodenominan “indígenas”,
la mayoría de ellos son miembros de las comunidades quechua y aimara y que habitan en la región
andina. En la amazonia peruana (62% del territorio nacional) existen, además, 42 grupos etnolingüísticos
que hacen parte de 17 familias lingüísticas, estos grupos presentan características culturales, económicas
y políticas diferentes de otros sectores de la población nacional.
Las lenguas oficiales en el Perú son: el español, el quechua, el aimara y las lenguas amazónicas
en los lugares en que predominan. De acuerdo al censo nacional peruano de 1993, el quechua es
hablado por 4 millones de personas, el aimara por cerca de 350 mil personas, y por ese mismo censo, la
población de la amazonia peruana fue de 239,674 personas (INEI, 1993). Pese a tal imprecisión
estadística, lo importante es saber que diferentes culturas coexisten en el país, las que constituyen una
riqueza y oportunidad para invertir en un nuevo proyecto de desarrollo nacional que pueda superar el
problema de la exclusión y discriminación. Dicho proyecto tendría que contemplar la garantía de los
derechos lingüísticos de los pueblos indígenas del país, los cuales, como valores culturales y de
identidad, hacen parte de los derechos humanos.

Los derechos lingüísticos son parte integral de los derechos humanos fundamentales, tanto
individuales como colectivos. Tales derechos se refieren a aquellas prerrogativas que parecen
atributos naturales y evidentes para todos los miembros de las mayorías lingüísticas dominantes: el
derecho de usar su propia lengua en cualquier contexto cotidiano y oficial, particularmente en la
educación, como también, que las opciones lingüísticas del sujeto sean respetadas y que este no
sufra alguna discriminación por la lengua que habla. En este sentido, en el mundo actual, sólo los
hablantes de, tal vez, 400 o 500 lenguas gozan de estos privilegios.
(HAMEL, 1995: 3).

2. CULTURA ANDINA:
2.1. Antecedentes:
La cordillera Andina representa aproximadamente 30% del territorio peruano, recorre el país de
Sur a Norte desde Bolivia a Ecuador, esta cruzada por cientos de Valles interandinos. La diferencia
altitudinal entre los altos picos de más de 6000 msnm y los profundos valles genera diversos climas y una
rica variedad de especies animales y de plantas. De todas las especies andinas las más resaltantes por lo
fáciles de ver son los camélidos americanos representados por 4 especies: llama, alpaca, Guanaco, y
vicuña. Las dos últimas son especies amenazadas, por lo que el estado ha creado parques y reservas
con el fin de protegerlas. La vicuña posee la fibra animal más fina conocida, los tejidos a partir de ella
tienen buen valor en el mercado internacional. Los lagos y ríos están habitados por dos especies
foráneas: la trucha y el pejerrey, los cuales han desplazado a las especies nativas.
El pico más alto es el Huascarán con 6740 mts y hay al menos otros 20 que sobrepasan los
6000 mts. La cordillera está dividida en tres ramales orientados de sur a norte.
La Cordillera Occidental o de la costa.
La Cordillera Central.
La cordillera Oriental o amazónica.
De ellas, la cordillera Oriental por estar pegada al llano amazónico, es la que alberga la mayor
biodiversidad del país y una de las más altas del planeta.
2.2. La población andina
En los Andes, por más de 20000 años, la población estableció un modelo de vida basado en una
agricultura y ganadería sustentables. Esta población constituyó una sociedad en armonía con el medio
ambiente y con altos valores de complementariedad y reciprocidad.
El día de hoy, casi la totalidad de las poblaciones indígenas en los Andes comparten un conjunto
similar de problemas con relación a su situación social, política y económica como poblaciones
colonizadas y marginadas.
Es significativo que la autoidentificación o identidad como derecho ciudadano tiene una historia
muy reciente en la normatividad nacional.
La Constitución de 1993, al reconocer la pluralidad étnica y cultural de la Nación y el derecho de
toda persona a su identidad étnica y cultural, establece un importante horizonte de respeto a la
autoidentificación individual y colectiva. De esta manera se llega a reconocer algo que los propios
indígenas han estado insistiendo por mucho tiempo.

2.3. Cosmovisión Andina


Cada cultura tiene una concepción de su realidad y de acuerdo a ella vive, “viendo” y dejando de
“ver” determinados aspectos. La concepción que del mundo tienen, se ha desarrollado a través de un
prolongado proceso de interacciones entre las etnias y el medio natural que les sirve de sustento para su
persistencia y reproducción. Como cada etnia y el medio natural que habitan tienen características que
las diferencian de otras; el resultado de sus interacciones también es diferente, estas diferencias son las
que tipifican a cada cultura.
A nivel mundial, los pueblos más antiguos que llegaron a ser “Centros de Cultura Original” se
desarrollaron en los Andes, Centroamérica, India, China, Medio Oriente y en las costas del Mediterráneo.
Las etnias que habitan estas regiones, tienen singulares maneras de ver y vivir en interacción con los
elementos de su medio natural. Las plantas, tanto las silvestres como las cultivadas, son parte de este
medio natural y por lo tanto son también consideradas de manera diferente por cada cultura.
Para los andinos el mundo es una totalidad viva. No se comprende a las partes separadas del
todo, cualquier evento se entiende inmerso dentro de los demás y donde cada parte refleja el todo.
Este mundo íntegro y vivo es conceptuado como si fuera un animal, semejante a un puma capaz
de reaccionar con inusitada fiereza cuando se le agrede. La totalidad es la colectividad natural o Pacha;
comprende al conjunto de comunidades vivas, diversas y variables, cada una de las cuales a su vez
representa al Todo.
Esta totalidad está confirmada por la comunidad natural pluriecológica constituida por el suelo,
clima, agua, animales, plantas y todo el paisaje en general, por la comunidad humana multiétnica que
comprende a los, diferentes pueblos que viven en los Andes y por la comunidad de deidades telúricas y
celestes, a quienes se les reconoce el carácter de Huaca, de sagrado, en el sentido de tenerles mayor
respeto, por haber vivido y visto mucho más y por haber acompañado a nuestros ancestros, porque nos
acompaña y acompañará a los hijos de nuestros hijos.
Estas comunidades se encuentran relacionadas a través de un continuo y activo diálogo,
reciprocidad y efectiva redistribución.
Cada comunidad es equivalente a cualquier otra; todas tienen el mismo valor, ninguna vale más
y por lo tanto todas son importantes, merecen respeto y consideración, en la concepción andina esto se
expresa cuando se reconoce que todo es sagrado, es sagrada la tierra (Pachamama: madre tierra,
aunque etimológicamente seria tal vez más exacto “Señora del tiempo y el Espacio), los cerros, (Apus,
Achachilas, Huamanís, Auquis), las estrellas, el sol, la luna, el rayo, las piedras, nuestros muertos, los
ríos, puquiales, lagunas, los seres humanos vivos, los animales y las plantas, no sólo las cultivadas sino
también las silvestres.
Los miembros de todas estas comunidades forman un Ayllu que ocupa un Pacha local, es decir
todos son parientes pertenecientes a una misma familia. No sólo son parientes los runas sino también los
ríos, los cerros, las piedras, las estrellas, los animales y las plantas que se encuentran en el Pacha local
acompañándose los unos a los otros todos son personas equivalentes.
El Ayllu, se trata del grupo de parentesco. Pero resulta que, bien mirada la cosa, el grupo
parental no se reduce al linaje humano como hasta ahora se había afirmado, sino que el parentesco, y
con ello el Ayllu, abarca a cada uno de los miembros del Pacha (microcosmos) local. La familia humana
no se diferencia de la gran familia que es el Ayllu sino que está inmersa en él. El Ayllu es la unión de la
comunidad humana, de la comunidad de la Sallga y de la comunidad de huacas que viven en el Pacha
local. La unidad parental así constituida es muy íntima y entrañable. Cuando traemos a la chacra una
semilla de otro piso ecológico que ha atraído nuestro afecto y le ofrecemos el mejor de nuestros suelos
en el huerto inmediato a nuestra vivienda y la cuidamos con cariño y esmero, ella es ya un miembro de
nuestra familia: es nuestra nuera. Se evidencia así que los cultivos vegetales de nuestra chacra son hijos
de la familia humana que los cría. Las llamas y alpacas son también hijas de la familia que las pastorea y
las cuida.
El mismo hecho de reconocer equivalencia entre todos, hace que cada comunidad y en especial
la humana sientan su insuficiencia para mantener ella sola, la integridad de las funciones de la
colectividad natural de la cual turnia parte, copio un integrante más y no el más importante.
Diálogo y reciprocidad entre comunidades que sienten, que tienen igual valor y, que reconocen
su insuficiencia, posibilita lograr una armonía con bienestar para todas las comunidades de la naturaleza.
En los Andes no existe el mundo como totalidad íntegra diferente y diferenciada de sus componentes.
Aquí no existen «todos» ni «partes», que tan sólo son abstracciones. Aquí hay simbiosis que es lo
inmediato a la vida. La simbiosis se vive en los Andes en forma de crianza mutua. En los Andes toda la
vida gira alrededor de la crianza de la chacra, por eso la cultura andina es agrocéntrica.

La cultura andina, que es la cultura de un mundo vivo y vivificante, late al ritmo de los ciclos cósmicos
y de los ciclos telúricos que es el ritmo de la vida: su «tiempo», por tanto, es cíclico. Sin embargo, las
ceremonias del calendario ritual andino son momentos de conversación íntima con tales ciclos en los
que no se repite un «arquetipo» sino que se sintoniza la situación peculiar. En los Andes, el clima, que
es la manera de mostrarse de los ciclos cósmicos y telúricos, es sumamente variable e irregular. Esto
condiciona una diferencia importante con el mito del eterno retorno de los griegos de la Edad Clásica y
con el modelo del tiempo circular.
(5) ACULTURACIÓN
Graciela Malgesini y Carlos Giménez, 2000.

I. GÉNESIS DEL CONCEPTO


Aculturación es uno de los conceptos más conocidos y difundidos de la antropología social. Se
ha utilizado y se utiliza en el estudio de los procesos de acomodación, influencias, interacción y cambio
en el marco del contacto cultural. El concepto de' aculturación se generó en la antropología cultural
norteamericana, concretamente en la Escuela de Cultura y Personalidad y en los primeros estudios de
comunidades campesinas. Parece ser que fue Franz Boas el primero en usar este término en su estudio
de la mitología de los indios del noroeste de Estados Unidos (1896). Fue en la década de los treinta del
presente siglo cuando el concepto tomó cuerpo definitivo, aplicándose profusamente en relación con el
estudio de los cambios sociales y culturales y de las cuestiones de desorientación social y decadencia
cultural.
Una obra clásica sobre aculturación es la obra de Margaret Mead, The Changing- Culture of an
Indian Tribe (1932). Del interés que despertó aquella noción de aculturación da idea el hecho de que en
1936 apareciera en la revista American Anthropologist un "Memorándum sobre el estudio de la
aculturación", redactado por Redfield, Iinton y Herskowitz, tres de los más influyentes teóricos de la
antropología cultural norteamericana.

2. CONTENIDOS Y CAMPOS DE ESTUDIO


La aculturación se refiere al cambio cultural devenido en los contactos intensos y de primera
mano entre dos o más grupos previamente autónomos. Al observar en conjunto las definiciones al uso de
este concepto, llama la atención el que se ponga énfasis, tanto en el cambio de uno de los dos polos
sociales en contacto como en ambos. Ejemplo de la primera tendencia es la definición dada por Duncan
Mitchell, quien parte de que la aculturación es el "proceso por el que un individuo o grupo adquiere las
características culturales de otro individuo o grupo mediante el contacto directo y la interacción" (1983,
15; énfasis añadido) .
Como ejemplo de la segunda línea, veamos la noción dada precisamente por Redfield, Linton y
Herskowitz. Distinguiendo asimilacionismo y aculturación, entienden ésta como el "conjunto de
fenómenos resultantes de continuos contactos de primera mano entre grupos de individuos de diferentes
culturas con los subsiguientes cambios en las primitivas pautas culturales de uno o de los dos grupos"
(Álvarez, 1987, 59; énfasis añadido). Otra definición -más reciente- que también enfoca el cambio de uno
o de los dos grupos en contacto es la de Jary y Jary, para quienes aculturación es el proceso por el cual
el contacto entre grupos culturales diferentes lleva a la adquisición de nuevos patrones culturales por
parte de uno, o los dos grupos, con la adopción de parte o toda la cultura del otro grupo (1991,3). A pesar
de este énfasis en que ambos grupos o sociedades pueden cambiar, lo cierto es que la práctica totalidad
de los estudios de aculturación dan fe exclusivamente del cambio de un polo y además del polo
dominado.
Al identificar los procesos de aculturación, algunos autores diferencian el plano individual y el
social (véase, por ejemplo, Duncan Mitchell, 1986,14). Otra distinción semejante, pero planteada en otros
términos, es la realizada entre aculturación intragrupal (equivalente a lo que se denomina endoculturación
y socialización) y la aculturación intergrupal, que es la que aquí tratamos (véase, por ejemplo, Álvarez,
1985,59-60)
Es interesante ver cómo conciben algunos autores la relación entre aculturación y asimilación.
Abercrombie, Hill y Turner indican que el término aculturación se refiere, tanto al proceso de contacto
entre diferentes culturas (por ejemplo a través de los medios de comunicación) como al resultado de tal
contacto. En este último sentido la aculturación se refiere a la asimilación por un grupo de la cultura de
otro, con lo que se modifica la cultura existente y cambia la identidad del grupo (1992" 1). Por su parte,
Seymour- Smith -sin dejar de reconocer que aculturación es un término muy cuestionado por la
antropología moderna- se refieren a cómo la asimilación es considerada como uno de los resultados de la
aculturación, en el cual el grupo minoritario o subordinado es absorbido por otro mayor (1992,18).
Algunos de los principales puntos de interés en los estudios de aculturación son los siguientes:
1) tratar de comprender los mecanismos del cambio, contando, en este sentido, con una abundante
bibliografía sobre la supuesta resistencia al cambio de "primitivos" y campesinos; 2) el estudio de la
naturaleza, manifestaciones y causas del conflicto cultural y de las modificaciones de las identidades; 3)
la elaboración de tipologías sobre los resultados del cambio: asimilación (con pérdida de la cultura
propia), reinterpretación, fusión, sincretismo y mestizaje, movimientos de revitalización (que llevan
consigo un intento de reconversión o involución en el proceso aculturativo), etcétera.

3. RESULTADOS DEL CAMBIO CULTURAL POR CONTACTO:


FACTORES EXPLICATIVOS
Una de las contribuciones de los estudios de aculturación radica en la luz que ofrecen sobre los
factores que intervienen en los resultados de los contactos culturales. La naturaleza y rasgos del cambio
cultural resultante del proceso de contacto y aculturación dependen de numerosas variables, las cuales
han sido clasificadas en cuatro grandes grupos por Plogy Bates (1980,396-399): 1) los tipos de individuos
que entran en contacto y el tipo de contacto que tienen entre sí, 2) las conductas que son modificadas, 3)
las características de las sociedades en contacto y 4) la correlación de fuerza política y militar. Veamos
los ejemplos etnográficos seleccionados por estos autores. Los pueblos indígenas del sureste asiático
han ido teniendo contacto con soldados y administradores hindúes, con monjes y maestros budistas, con
mercaderes chinos, con soldados y negociantes europeos y con comunidades musulmanas. Es preciso
anotar que salvo estos últimos colectivos islámicos, todas los demás categorías no eran grupos
ampliamente representativos de sus sociedades de origen. Pues bien, los efectos de cada grupo sobre la
sociedad nativa fueron bastante diferentes.
El caso etnográfico traído a colación por Plog y Bates para mostrar la diversidad del proceso,
según cuáles sean conductas realmente modificadas, se sitúa en Centroamérica, concretamente en
Guatemala. Recogiendo los primeros estudios de antropólogos norteamericanos, se centraron en mostrar
cómo los contactos establecidos entre colectivos de origen hispano-europeo o ladinos y la población
indígena maya, habían supuesto, entre otros cambios, el abandono del traje tradicional por buena parte
de los indios y su manejo del español, además del quiché, del cakchiquel u otra de las lenguas y dialectos
mayas.
Podríamos añadir, por nuestra parte, algunos otros cambios como, por ejemplo, la coexistencia
de las normas jurídicas nacionales basadas en el derecho occidental romano con el derecho
consuetudinario maya. Como algunos de los investigadores han mostrado, ese conjunto de cambios no
quiere decir en absoluto que haya habido ladinización en otras áreas de conducta, pues muchas
comunidades mantienen el ancestral modo de vida agrícola, pocos viven en casas de estilo ladino, hay
una persistencia y reacomodación de los sistemas de autoridad, etcétera.
Las características de las sociedades o grupos en contacto, y particularmente la flexibilidad y
apertura de sus fronteras y estructuras internas, afectan también decisivamente el tipo de cambio
aculturativo, por ejemplo en todo lo referente a la mezcla y mestizaje y a la formación o no de
matrimonios mixtos. Aquí el ejemplo expuesto por estos autores se ubica nuevamente en la colonización
americana y se refiere a la diferente interacción con las poblaciones nativas por parte de españoles y
británicos, pues mientras los primeros se mezclaron los segundos no, resultando de ello sociedades muy
diferenciadas.
Finalmente, los resultados del contacto serán diferentes si uno de los grupos es mucho más
fuerte que el otro en lo político y en lo militar, o si ambos disponen aproximadamente del mismo poder. La
historia y el presente nos brindan numerosos ejemplos de cómo una minoría alóctona dominante
influencia enormemente a la mayoría autóctona dominada, al tiempo que ella mantiene todo o casi todo
de su cultura. Uno de los muchos casos es el de los colonizadores militares chinos en tiempos imperiales.

4. CUESTIONAMIENTO Y CRÍTICA
Los estudios de aculturación, y el propio concepto, se pusieron en cuestión desde el momento en
que se centraron básicamente en los contactos de las sociedades occidentales (dominantes) y las
culturas "primitivas" (dominadas), concibiéndose el proceso de cambio cultural unilateralmente, al
señalarse únicamente las influencias de las sociedades industriales sobre las tecnológicamente menos
avanzadas. Tanto el tipo de contacto escogido como la dirección unidireccional de la influencia,
debilitaron y empobrecieron la interpretación derivada de aquellos estudios.
Como han planteado Barnard y Spencer, al tratar los cambios provocados por el colonialismo, “el
funcionalismo antropológico tendió a ignorar las formas en que las sociedades estudiadas habían sido
alteradas e influenciadas por procesos coloniales, excepto a través de conceptos inadecuados como
aculturación o cambio cultural" (1996).
Como modelo alternativo para el análisis del cambio cultural, éste comenzó a estudiarse más en
términos de las estructuras de dominio sociales, económicas y políticas o en términos de la interacción
étnica (Seymour-Smith, 1986, 1). Para el ámbito de las migraciones, revisten particular interés las
perspectivas que parten del uso estratégico de los elementos culturales en situaciones de contacto. En
sus estudios sobre inmigrantes, Ballard, por ejemplo, utiliza el término de "capital cultural" para referirse a
"los conjuntos variados de capacidades, asunciones e interpretaciones que los migrantes trajeron con
ellos". A partir de ese capital cultural "ellos y su hijos han generado nuevas, y en su mayoría altamente
efectivas, estrategias de supervivencia como un medio para enfrentarse con un medio ambiente extraño y
ampliamente hostil" (1987, 21).

5. CONSULTAR TAMBIÉN
.Asimilación.
.Cultura.
.Fusión cultural.
.Mestizaje.
.Pluralismo cultural.
.Sincretismo.
6. BIBLIOGRAFÍA
ABERCOMBRIE, HILL y TURNER (1992): Diccionario de Sociología. Cátedra. Madrid.
ÁLVAREZ. A. (1987) “Aculturación". en Diccionario Unesco de Ciencias Sociales. tomo 1, págs. 58-60.
BALIARD. R. (1987): The political economy of migration: Pakistan Britain and the Middle East. en
Migrants. workers and the social order. J. Eades (comp.) .Tavistock Publications. London, New York.
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.DUNCAN MITCHELL, G. (ed.) (1986): Diccionario de Sociología. Grijalbo.
HERSKOWITZ, M. J. (1968): El hombre y sus obras. Fondo de Cultura Económica, México. DF (lª edición
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REDFIELD. R.; LINTON ,. R. y HERSKOWITZ, M. (1936): Memorandum on the Study of Acculturation” ,
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SEYMOUR-SMITH, Ch. (1992): Dictionary of Anthropology, The Macmillan Press, Ltd, London y
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WADDELL, J. O. y WATSON. O. M. (eds.) (1971): The American Indian in urban society, Little Brow,
Boston.
Fuente: “Aculturación” en Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad, Gabriela
Malgesini y Carlos Giménez, Catarata-Comunidad de Madrid, 2000, págs. 29-33.

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