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La manera de pensar de una persona es la clave para que ella alcance en la vida, el éxito
o el fracaso, plenitud o frustración. La manera de pensar esta determinada por las ideas, la
ideología, conceptos y estructuras que recibimos de nuestra propia idiosincrasia y cultura,
sea buena o mala.
La Biblia habla sobre la mente y enseña que el ser humano está constituido por lo que
piensa. Proverbios 23:7 dice “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Cada
pensamiento que viene a nuestra mente desarrolla una imagen que da lugar a una
creencia, a un sentimiento y a una acción.
Mas allá de lo que diga la ciencia esta lo que dice el Dios Todopoderoso, el cual creo al ser
humano como una unidad neumosicosomática (espiritu-mente y cuerpo) y estipuló que lo
espiritual gobierne y afecte a todo lo demás. Si la parte espiritual está enferma, todo lo
demás se resentirá.
Debido a que el ser humano vive lejos de Dios y en el pecado, su forma de pensamiento se
ha desfigurado del ideal de Dios y no puede pensar lo que Dios quiere que piense. Por eso
necesitamos como Pueblo de Dios aprender a renovar la mente bajo el poder del Espíritu
Santo y la autoridad de la Palabra del Señor para poder pensar como Dios quiere, pues si
tenemos una mente renovada tendremos bendición asegurada.
Debemos reconocer que aún nosotros los cristianos muchas veces vivimos con esas
formas de pensamientos recién mencionados. Otros viven permanentemente asediados
por estos pensamientos destructivos y viven muy por debajo de todo lo hermoso que el
Señor ha diseñado para ellos.
Todas estas formas de pensamiento por cierto son mentirosas y contrarias a lo que dice la
Palabra de Dios y en la medida que las aceptemos como válidas, destruirán nuestras vidas
y todo lo que nos rodea. La solución a todo esto no es solamente tener pensamientos
positivos o poder mental. Eso está en completo desacuerdo con las Sagradas Escrituras.
La solución verdadera la encontramos en la Palabra de Dios y ella nos dice que debemos
aprender a renovar la mente haciendo dos cosas:
La mente renovada es aquella que esta únicamente abierta a los pensamientos de Dios y
no da lugar a los pensamientos contrarios a la Palabra de Dios. ¿Cuáles son los
pensamientos de Dios? Sus gloriosas promesas, registradas en su Palabra.
A veces bajo el pensamiento equivocado de “no se puede ser perfecto en la vida y nunca
alojar algunos pensamientos contrarios a la Palabra de Dios” damos lugar al enemigo y se
crean en nuestra mente no sólo pensamientos nocivos sino tambien las fortalezas del
diablo. Existe un gran peligro por no renovar la mente con el poder del Espíritu Santo y la
autoridad de la Palabra de Dios.
Gracias a Dios todo esto puede impedirse si tomamos en cuenta lo que dice la Palabra de
Dios en 2 Corintios 10:4-5 “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia en Cristo”. Tenemos armas suficientes para impedir que alojemos en nuestra
mente pensamientos contrarios a la Palabra de Dios. Con el poder del Señor podemos
destruir las fortalezas y derribar todo argumento orgulloso que se levante intentando negar
la eficacia de las promesas de Dios registradas en la Biblia.
Es tiempo de dejar de creer las mentiras del diablo y decidir renovar nuestra manera de
pensar en el Señor, pues una mente renovada, ¡es bendición asegurada!