Sei sulla pagina 1di 29

Pregúntate qué “problema” tienes ahora mismo, no el año próximo, mañana o dentro de

cinco minutos. ¿Qué está mal en este momento?

Por ejemplo, mucha gente espera que le llegue la prosperidad, pero ésta no puede llegar
en el futuro. Cuando honras, reconoces y aceptas plenamente tu realidad presente (dónde
estás, quién eres y lo que estás haciendo ahora mismo), cuando aceptas plenamente
aquello de lo que dispones, entonces agradeces lo que tienes, agradeces lo que es,
agradeces Ser. La verdadera prosperidad es sentirse agradecido por el momento
presente y por la plenitud de la vida ahora mismo. No puede llegar en el futuro. Más
adelante, con el tiempo, esa prosperidad se manifestará de diversas formas.

de “Practicando el poder del ahora

También el amor hacia nosotros mismos es una consecuencia natural de experimentar


plenamente el momento presente. Comprendiendo que en este brevísimo instante no hay
carencias ni fracasos, como señala Tolle, entonces no hay razones para reclamarnos
nada a nosotros mismos, ni para señalarnos errores ni hacernos reproches. De esta
manera se nos hace fácil aceptarnos tal como somos, ya no podemos sentirnos
defraudados por ser quienes somos o por hacer lo que hacemos. Entonces podemos
experimentar de manera espontánea el amor incondicional hacia nosotros mismos. Y
amarnos a nosotros mismos es imprescindible para poder amar a los demás.

Además, la experiencia de separación (de Dios, de los demás, de la Naturaleza) es


consecuencia de vivir “desconectados” del momento presente. El continuo discurso de
nuestros pensamientos (la esencia misma del ego), acapara nuestra atención y nos
distrae de la única experiencia real a nuestro alcance: vivir plenamente el momento
presente. Dice Eckhart Tolle:

La razón por la cual vivimos en la ilusión de la separación es el pensamiento compulsivo.


Es cuando permanecemos atrapados en el torrente incesante de pensamientos
compulsivos que el Universo realmente se aparta de nosotros y perdemos la capacidad
de sentir la conexión entre todo lo que existe.

de “Una nueva tierra

Casi toda nuestra programación, tanto negativa como positiva, es algo que aceptamos en
la época en que teníamos tres años. A partir de entonces, nuestras experiencias se basan
en lo que en aquel momento aceptábamos y creíamos de nosotros mismos y de la vida.
La forma en que nos trataban cuando éramos muy pequeños es habitualmente la forma
en que ahora nos tratamos. La persona a quien usted está riñendo es un niño de tres
años que lleva dentro.

Si es usted una de esas personas que se encolerizan consigo mismas porque son
temerosas y pusilánimes, piense que tiene tres años. Si tuviera delante a un niño de tres
años que tuviera miedo, ¿qué haría? ¿Se enfadaría con él, o le tendería los brazos y lo
consolaría hasta que se sintiera cómodo y seguro? Quizá los adultos que lo rodeaban
cuando usted era pequeño no hayan sabido cómo consolarlo entonces. Ahora usted es el
adulto en su vida, y si no sabe consolar a la criatura que lleva dentro, realmente es algo
muy triste.
Lo que se hizo en el pasado está hecho; lo pasado, pasado. Pero este momento es el
presente, y ahora usted tiene la oportunidad de tratarse como desea que lo traten. Un
niño asustado necesita que lo consuelen, no que lo reprendan. Si usted se reprende, se
asustará más, y no encontrará a quién volverse. Cuando el niño de dentro se siente
inseguro, crea muchísimos problemas.

¿Recuerda cómo se sentía cuando lo humillaban de pequeño? Pues de la misma manera


se siente ahora ese niño que lleva dentro.

Sea bondadoso consigo mismo. Empiece a amarse y a demostrarse aprobación. Es todo


lo que necesita para expresar al máximo sus potencialidades.

de “Usted puede sanar su vida”

El momento presente a veces es inaceptable, desagradable u horrible.


Es como es. Observe cómo la mente lo etiqueta y cómo este proceso de etiquetado, este
continuo
permanecer en el juicio, crea dolor e infelicidad. Al observar la mecánica de la mente,
usted sale de sus
patrones de resistencia y puede entonces permitir ser al momento presente. Esto le
permitirá probar el estado
de libertad interior de las condiciones externas, el estado de la verdadera paz interior.
Entonces vea qué ocurre
y actúe si es necesario o posible. Acepte, después actúe. Cualquier cosa que contenga el
momento presente,
acéptelo como si usted lo hubiera escogido. Trabaje siempre con él, no contra él.
Conviértalo en su amigo, en
su aliado, no en su enemigo. Esto transformará su vida milagrosamente.

EL ORIGEN DEL MIEDO


Usted mencionó el miedo como parte de nuestro dolor emocional subyacente básico.
¿Cómo surge el
miedo y por qué hay tanto en la vida de las personas? ¿Cierta cantidad de miedo podría
ser simplemente
autoprotección saludable? Si yo no temiera al fuego, podría poner la mano en él y
quemarme.
La razón por la que usted no pone la mano en el fuego no es por miedo, es porque sabe
que se quemará. No
necesita al miedo para evitar el peligro innecesario, sólo un mínimo de inteligencia y de
sentido común. Para
estos asuntos prácticos es útil aplicar las lecciones aprendidas en el pasado. Ahora bien,
si alguien lo amenazara
con fuego o con violencia física, podría experimentar algo parecido al miedo. Se trata de
un retirarse
instintivo del peligro, pero no es la condición psicológica del miedo de la que estamos
hablando aquí. La
condición psicológica del miedo está divorciada de cualquier peligro inmediato concreto y
verdadero. Se
presenta de muchas formas: incomodidad, preocupación, ansiedad, nerviosismo, tensión,
temor, fobia,
etcétera. Este tipo de miedo psicológico se refiere siempre a algo que podría pasar, no a
algo que está
ocurriendo ahora. Usted está en el aquí y ahora mientras que su mente está en el futuro.
Esto crea una brecha
de ansiedad. Y si usted está identificado con su mente y ha perdido el contacto con el
poder y la simplicidad
del Ahora, esta brecha de ansiedad será su compañera constante. Usted puede siempre
hacer frente al
momento presente, pero no puede manejar algo que es sólo una proyección de la mente,
usted no puede
hacerle frente al futuro.
Por otra parte, mientras esté identificado con su mente, el ego gobernará su vida, como
he señalado antes.
Por su naturaleza fantasmal, y a pesar de los elaborados mecanismos de defensa, el ego
es muy vulnerable e
inseguro, y se ve a sí mismo constantemente amenazado. Ese, a propósito, es el caso
incluso si el ego
exteriormente aparece muy seguro de sí mismo. Ahora bien, recuerde que una emoción
es la reacción del
cuerpo a su mente. ¿Qué mensaje del ego está recibiendo el cuerpo continuamente, el
falso ser elaborado por
la mente? Peligro, estoy amenazado. ¿Y cuál es la emoción que genera este mensaje
continuo? Miedo, por
supuesto.
El miedo parece tener muchas causas. Miedo a una pérdida, miedo al fracaso, miedo a
ser herido, etcétera,
pero en últimas el miedo es el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la
muerte está siempre
a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la
muerte afecta todos los
aspectos de su vida. Por ejemplo, incluso algo aparentemente tan trivial y "normal" como
la necesidad
compulsiva de tener razón en una discusión y hacer ver que el otro está equivocado -
defendiendo la posición
mental con la que usted se ha identificado - se debe al miedo a la muerte. Si usted se
identifica con una
posición mental, en el caso de estar equivocado, su sentido de sí mismo basado en la
mente se siente
seriamente amenazado con la aniquilación. Así que usted, como el ego, no puede estar
equivocado. Estar
equivocado es morir. Se han hecho guerras por esto e innumerables relaciones se han
roto.
Una vez que usted ha dejado de identificarse con su mente, que tenga o no tenga razón
no influye en su
sentido de usted mismo para nada, así que la necesidad forzosamente compulsiva y
profundamente
2

La sanación de tu mundo comienza en ti:


Hace unos años, escuché hablar de un terapeuta en Hawaii que curó un pabellón
completo de pacientes criminales con serias patologías (locos) sin siquiera ver a ninguno
de ellos. El psicólogo estudiaba la ficha del recluso y luego miraba dentro de si mismo
para ver cómo él (el psicólogo) había creado la enfermedad de esa persona. En la medida
en que él mejoraba, el paciente mejoraba también.

La primera vez que escuché hablar de esta historia, pensé que era una leyenda urbana.
¿Cómo podía cualquiera curar a otro tratando de curarse a si mismo? Y, ¿cómo podía,
aunque fuera un verdadero maestro, con un gran poder de autocuración, sanar a
criminales insanos? No tenía ningún sentido, no era lógico. De modo que descarté esta
historia.

Sin embargo, la escuche nuevamente un año después. El terapeuta había usado un


proceso de sanación hawaiano llamado “Ho´oponopono”. Nunca había oído hablar de
esta técnica, sin embargo no podía dejar de pensar en esa historia. Si era totalmente
cierta, yo tenía que saber más.

Siempre había entendido que “total responsabilidad” significaba que soy el responsable
de lo que pienso y hago. Pero lo que esté mas allá, está fuera de mis manos. Creo que la
mayor parte de la gente piensa lo mismo acerca de la responsabilidad: somos
responsables de lo que hacemos, no de lo que los otros hacen. Pero eso no es así.

El terapeuta Hawaiano que sanó a esas personas mentalmente enfermas, el Dr.


Ihaleakalá Hew Len, me enseñaría una nueva perspectiva acerca de lo que es la total
responsabilidad. Probablemente hayamos hablado una hora en nuestra primera
conversación telefónica. Le pedí que me contara la historia completa de su trabajo como
terapeuta.

Me explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawaii durante cuatro años. El
pabellón donde encerraban a los enfermos criminales era peligroso. Por regla general los
psicólogos renunciaban al mes de trabajar allí. La mayor parte de los miembros del
personal se enfermaban al poco tiempo o simplemente renunciaban. La gente que
atravesaba el pabellón caminaba con sus espaldas contra la pared, temerosos de ser
atacados por los pacientes. No era un lugar placentero para vivir, ni para trabajar ni para
visitar.

El Dr. Len me dijo que el nunca vio a los pacientes. Acordó tener una oficina y estudiar los
legajos. Mientras miraba esos legajos, trabajaba sobre si mismo. Y mientras lo hacía, los
pacientes mejoraban.
“Luego de unos pocos meses, a los que debían permanecer encadenados se les podía
permitir que caminaran libremente” me dijo. “A otros, a quienes tenían que mantener
permanentemente medicados, se les podía reducir las dosis. Y algunos, que no hubieran
tenido jamás la posibilidad de ser liberados, fueron dados de alta”. Yo estaba asombrado.
“No solamente eso”, continuó, “sino que el personal comenzó a disfrutar de su trabajo.”

“El ausentismo y los cambios de personal disminuyeron drásticamente. Terminamos con


más personal del que necesitábamos porque los pacientes eran liberados, pero todo el
personal venía a trabajar. Hoy ese pabellón está cerrado.”

Aquí es, lógicamente, donde le hice la pregunta del millón de dólares: “¿Qué estuvo
haciendo usted consigo mismo que provocó el cambio en esas personas?”

“Simplemente estaba sanando la parte de mí que había creado sus enfermedades”, dijo
él. No entendí. El Dr. Len me explicó que la total responsabilidad se extiende a todo lo
que está presente en tu vida, simplemente porque está en tu vida. Es tu responsabilidad
en un sentido literal. Todo el mundo es tu creación.

¡Uau! Esto es muy difícil de aceptar. Ser responsable por lo que yo hago o digo es una
cosa. Pero ser responsable por lo que cualquiera que esté en mi vida haga o diga, es otra
muy distinta. Si asumes completa responsabilidad por tu vida, entonces todo lo que ves,
escuchas, saboreas, tocas o experimentas, de cualquier forma, es tu responsabilidad.
Esto significa que la actividad terrorista, el presidente de tu país, la economía o cualquier
cosa que experimentas y no te gusta, están allí para que tu las sanes. No existen, por
decirlo así, excepto como proyecciones que salen de tu interior. El problema no está ahí
afuera, está en ti, y para resolverlo, tú debes cambiar.

Sé que esto es difícil de aceptar, mucho menos de vivirlo realmente. Echarle a otro la
culpa es mucho más fácil que asumir la total responsabilidad. Pero mientras hablaba con
el Dr. Len, comencé a comprender que esta sanación tan particular, el Ho’oponopono,
significa amarse plenamente a uno mismo.

Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si deseas curar a cualquiera, aún a un
criminal mentalmente enfermo, lo haces curándote a tí mismo.

Le pregunté al Dr. Len cómo se curaba a si mismo, qué era lo que hacía exactamente
cuando miraba los legajos de los pacientes.
“Simplemente decía ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez” explicó él: “Lo siento… Te amo”

“¿Sólo eso?”

“Sólo eso.”

“Resulta que amarte a ti mismo es la mejor forma de mejorarte a ti mismo. Y mientras te


mejoras a ti mismo, mejoras tu mundo.”

Permíteme darte un rápido ejemplo de como funciona esto: en una oportunidad recibí un
e-mail muy agresivo, que me desequilibró. Normalmente hubiera intentado manejar la
situación trabajando sobre mis aspectos emocionales más negativos o tratando de
razonar con la persona que envió el mensaje. Esa vez decidí probar el método el Dr. Len.
Me puse a pronunciar silenciosamente “lo siento” y “te amo”. No lo decía a nadie en
particular. Simplemente estaba invocando el espíritu del amor para sanar, dentro de mí, lo
que estaba creando esa circunstancia externa.

En el término de una hora recibí otro e-mail de la misma persona. Se disculpaba por el
mensaje anterior. Ten presente que no realicé ninguna acción externa que provocara la
disculpa. Ni siquiera contesté el mensaje. Sin embargo, sólo diciendo “te amo”, de algún
modo sané dentro de mí lo que estaba creando en él.

Más tarde asistí a un taller de Ho’oponopono dirigido por el Dr. Len, que tiene ahora más
de 70 años y es un chaman venerable y solitario.

Alabó mi libro, “El Factor Atractivo”. Me dijo que mientras yo me mejore a mí mismo, la
“vibración” de mi libro aumentará y todos lo sentirán cuando lo lean. En resumen: a
medida que yo me mejore, mis lectores mejorarán.

“¿Y qué pasará con los libros que ya he vendido y han salido de mí?” pregunté.

“No han salido realmente”, explicó una vez más soplando en mi mente su sabiduría
mística. “Aún están dentro de ti”. En resumen: no hay afuera. Me llevaría un libro entero
intentar explicar esta técnica con la profundidad necesaria, para transmitir algo así como
que cuando desees mejorar cualquier aspecto o situación en tu vida, hay sólo un lugar
donde intentarlo: dentro de ti. Y cuando mires allí, hazlo con amor”.

Dr. Joe Vitale

Algunos ejercicios fáciles para amarse a si mismo

La práctica del amor a uno mismo empieza por la mente.

Debes aprender a controlar tus pensamientos. Esto requiere ser muy consciente del
presente cuando te comportas de una forma destructiva.
Si logras pescarte haciéndolo, podrás empezar a enfrentarte de una manera positiva con
el pensamiento que inspira semejante conducta.
Descubres que has dicho algo como: "En realidad no soy tan listo; fue cuestión de suerte
el que me sacara una nota tan alta en el examen". Entonces debería sonar una campana
de alarma en tu cabeza.
"Acabo de hacerlo otra vez. Me comporté de una manera autodespreciativa, como si me
odiara a mí mismo.Pero ahora estoy consciente de ello y la próxima vez evitaré decir esas
cosas que he estado diciendo toda mi vida.
Tu estrategia es corregirte en voz alta, diciendo: "Dije que tuve suerte pero en realidad la
suerte no tuvo nada que ver en ese asunto; me saqué esas notas porque las merecía".
Esto representa un pequeño paso hacia la autoestima, este paso consiste en reconocer tu
comportamiento autodestructivo en el momento presente y en decidir actuar de una
manera diferente.
Antes tenías una costumbre; ahora eres consciente de que quieres ser diferente y que
has elegido lograrlo.
Es como aprender a conducir un auto. Con el tiempo habrás adquirido un nuevo hábito
que no necesitará que estés constantemente alerta ni consciente al respecto.
Muy pronto y con toda naturalidad empezarás a actuar con respeto y amor a ti mismo.
Con tu mente actuando ahora a favor tuyo en vez de en contra tuya, se vislumbran en el
horizonte una serie fascinantes actividades de autoestima.
He aquí una breve lista de esta clase de comportamiento que luego podrás ampliar
cuando consigas un sentido de autoestima basada en tu propia valía.

- Escoge una serie de reacciones nuevas ante las tentativas de los demás de llegar a ti
con amor y aceptación.
- En vez de dudar inmediatamente de la sinceridad de cualquier gesto afectivo, acéptalo
con un "Muchas gracias" o "Cuánto me alegro que pienses así".
- Si hay alguien por quien sientes verdadero amor, díselo de frente: "Te amo" y mientras
observas su reacción puedes darte una palmadita en la espalda por haberte atrevido a
correr ese riesgo.
- En un restaurante, pide algo que realmente te guste sin preocuparte por lo que pueda
costar. Date un verdadero gusto porque lo mereces. Empieza a elegir las cosas que más
te gusten en todas las situaciones, incluso en los mercados y negocios de comestibles.
Date el lujo de adquirir tu producto favorito, sea lo que sea, porque lo mereces. Abomina y
destierra toda conducta abnegada en la que te niegues a ti mismo a menos que sea
absolutamente necesario. Y rara vez lo es.
- Al cabo de un día agobiante y después de haber comido mucho, toma una siesta o da un
paseo por el parque, incluso si tienes mucho que hacer. Te ayudará a sentirte cien por
cien mejor.
-Inscríbite en alguna organización o anótate para tomar parte de alguna actividad que te
gusta. Quizás has estado postergando hacerlo porque tienes tantas responsabilidades
que simplemente no tienes tiempo para ello. Al escoger amarte a ti mismo y coger las
tajadas de la vida que te apetecen, los demás, a los que tú sirves, aprenderán también a
tener confianza en sí mismos. Y descubrirás que no sientes resentimiento hacia ellos.
Los servirás porque eliges hacerlo y no porque tienes la obligación de hacerlo.
- Elimina la envidia reconociéndola como una manera de rebajarte a ti mismo. Al
compararte con otra persona e imaginarte que eres menos querida que ella, haces que
otros sean más importantes que tú. Mide tus propios méritos comparándolos con los de
los demás.

Recuérdate a ti mismo que:


1) un tercero puede preferir a otra persona sin que ello sea un reflejo negativo de tu
persona o....
2) si eres o no elegido, por cualquier persona significativa, no quiere decir nada, pues no
es así como evalúas tu propio mérito. Si haces así, estás condenado a dudar de ti mismo
eternamente, porque siempre estarás pendiente de cómo sentirá alguna otra persona en
cualquier momento de cualquier día. Si él o ella escogen a otra persona, la elección es un
reflejo de su personalidad y no de la tuya. Con la práctica y la costumbre de amarte a ti
mismo, cualquier circunstancia que antes te daba celos o envidia funcionará de manera
inversa. Creerás tanto en ti mismo que no necesitarás ni la aceptación ni el amor de los
demás para sentir que vales.
-Tu actividad basada en el amor a ti mismo puede incluir nuevas formas de tratar a tu
cuerpo, tal como elegir comida buena y nutritiva; eliminar el exceso de peso (lo que puede
ser un riesgo para la salud a la vez que una buena indicación de autorrechazo); hacer
pases en bicicleta o caminatas regularmente; hacer muchos ejercicios saludables; salir a
disfrutar de la naturaleza y al aire puro porque es agradable y uno se siente bien; y en
general cuidando tu cuerpo para que sea atractivo y goce de buena salud. Siempre que tú
quieras ser sano. ¿Por que? Porque eres importante y te vas a tratar como si lo fueras.
Un día entero pasado encerrado o llevando a cabo actividades aburridas es un voto de
hostilidad hacia tu propia persona. A menos que te guste estar encerrado, en cuyo caso tú
habrás elegido esa situación que entonces será válida.

Estas y muchas acciones similares son típicas de la gente que se ama a sí misma. Puede
que ha menudo pongan en entredicho las lecciones que has aprendido en tu vida. En un
momento dado, fuiste la negación del amor a uno mismo. Cuando niño sabías
instintivamente que valías mucho.
Ahora repasa estas preguntas:

¿Puedes aceptarte a ti mismo sin protestar?

Amarase a si mismo

El pilar de una vida exitosa

Por Walter Javier Velásquez

Basado en la revelación de Babaji, la Madre María, y en el libro: “Los Seis Pilares de la


Autoestima” de Nathaniel Branden. Editorial PAIDOS.

Nota: si comprendes, interiorizas y practicas los principios y ejercicios resumidos aquí, te


aseguro que tu vida cambiará de manera dramática. Estas líneas son el resumen de la
conferencia sobre amor propio que se dio durante el retiro de la Misión Shangra-la
Suramérica, dada del 20 al 22 de julio en Popayán, cauca, Colombia.

…………………………………..

El amor propio o autoestima, es la capacidad de aceptar el amor incondicional que Dios


tiene por nosotros. Es la actitud de reverenciar la Llama Divina que somos y aceptarnos a
pesar de los errores o fracasos.

Ello conlleva naturalmente a confiar en nuestra capacidad de pensar y de enfrentarnos a


los desafíos básicos de la vida. Tener autoestima es creer que tenemos derecho a triunfar
y ser felices; es sentirnos dignos y respetables. Es tener derecho a afirmar nuestras
necesidades y carencias, alcanzar nuestros principios morales y gozar el fruto de nuestros
esfuerzos.

La autoestima es una actitud positiva hacia la vida. Nos mueve a buscar metas más
elevadas y exigentes. Cuando una persona no cree en si misma, no intentará arriesgarse
para alcanzar sus metas, se limita a la seguridad de lo conocido. Si se arriesga, se rendirá
ante el primer obstáculo, convenciéndose a si mimo de que no merece el triunfo. Un gran
número de empresarios exitosos han tenido más de dos quiebras importantes en el
pasado.

Una autoestima alta me asegura una mejor calidad de vida, tanto espiritual como
materialmente.

El espejo cósmico

Si me respeto y exijo que los demás me traten con respeto, las personas reaccionaran
respetándonos, reforzando nuestra actitud. Cuando no me respeto y acepto el abuso por
parte de los demás, ellos reaccionaran irrespetándome y abusándome, reforzando mi
actitud.

“Lo similar atrae lo similar”. Cuando tenemos una autoestima baja atraemos empleos
mediocres, parejas manipuladoras, creamos hijos inseguros y controladores.

La autoestima –alta o baja- tiende a generar profecías que se cumplen a si mismas.

Cuando actuamos motivados por el miedo, tarde o temprano precipitamos la calamidad


que tememos. Si tememos que nos critiquen, nos comportaremos de una manera que a la
larga obtendremos la desaprobación. Si tememos la cólera, al final obtendremos que la
gente se encolerice. Si tememos que le pueda pasar algo a un hijo, al final se hace
realidad.

Como se refleja la baja autoestima en el Amor

El mayor obstáculo en una relación romántica es el miedo a no sentirse merecedor del


amor y pensar que estamos destinados a sufrir.

Una persona que no se ama es incapaz de recibir amor. Muchas veces esconden su
inseguridad con un mascaras de persona “maravillosa”. Buscan a una persona que les
ofrezca aprobación incondicional, que no les cuestione la débil imagen que tienen de si
mismos. O, por el contrario buscaran a personas que abusen de ellos y los maltraten para
reforzar la idea de que no valen nada. Elijen personas con las que la felicidad pudiera ser
imposible.

Esto sucede porque en algún momento la persona se cree culpable por una tragedia
familiar o personal y al no creerse merecedora atrae personas que le confirman su
creencia.

Es necesario estar conciente de cualquier intento de auto-sabotaje en cualquier aspecto


de la vida.
Las personas con autoestima pobre sabotean sus relaciones:

• Solicitando muestras de una seguridad excesiva.


• Manifestando un sentido posesivo irracional.
• Considerando cualquier fricción pequeña como una catástrofe.
• Encuentran maneras de rechazar a la pareja antes que la pareja
supuestamente los rechace.

Como se refleja la baja autoestima en la vida

Una persona con baja autoestima puede sabotear inconcientemente su empleo para
demostrar lo incapaz que cree que es.

Todo esto es causado por el temor a la felicidad; el temor al éxito, el terror y la


desorientación que experimentan las personas con una autoestima muy baja cuando les
va bien en la vida de tal manera que choca con la opinión recóndita que tiene de si
mismos y con lo que es o no apropiado para ellos.

Una autoestima poco saludable se ve reflejada en:

• Una mala elección de la pareja


• En un matrimonio que solo presenta frustraciones
• En una profesión que no te lleva a ninguna parte
• En aspiraciones que, de alguna forma, son sabotajes a uno mismo.
• En las ideas prometedoras que mueren nada más al nacer
• En una misteriosa incapacidad para disfrutar del éxito
• En el comer y el vivir destructivamente
• En los sueños que nunca se cumplen
• En la ansiedad o depresión crónicas
• En tener de forma habitual una tendencia a enfermarse
• En depender de los medicamentos de forma exagerada
• En un hambre insaciable de amor y de obtener la aprobación de los demás
• Cuando tenemos hijos que no aprenden nada sobre el respeto de si
mismos o sobre la alegría de vivir.

En resumen, una vida similar a una larga lista de fracasos, en la que el único consuelo es
el tonto mantra: “En definitiva: ¿Quién es feliz?”.

La falsa autoestima

Mucha gente confunde una autoestima saludable con ser jactancioso, fanfarrón o
arrogante; tales rasgos solo reflejan una autoestima muy pobre. Una mascara de “persona
fuerte” para esconder sus miedos mas profundos. Las personas con autoestima alta no se
comportan de una forma superior a los demás; no demuestran su valía comparándose o
compitiendo con los demás. Su alegría se debe a ser quienes son, no a ser mejores que
otros.

Una persona con una autoestima pobre, en ocasiones es capaz de alcanzar altas metas.
Lo que diferencia a estas personas es la motivación que los lleva a alcanzar nuevas
metas. Un ejemplo es aquella persona adicta al trabajo y muy productiva que está
dispuesta a demostrar su merito, por ejemplo, a un padre que predijo que seria siempre
un perdedor. Una persona que actúa motivada por el miedo o el deseo de demostrar que
es mejor que otros se reconoce porque nunca puede disfrutar de lo que tiene. Nunca nada
es suficiente y siempre querrá más.

Cuando tenemos una buena autoestima lo que nos motiva a triunfar es la alegría, no el
miedo. Lo que buscamos es la expresión de nuestra Llama Divina. No nos motivamos a
“probar” lo que valemos sino a expresar lo que sabemos que por derecho propio nos
pertenece.

Muchas personas que disfrutan de un éxito mundano, de fama y de estimación de la


gente aparentan tener una alta autoestima. En el fondo son personas profundamente
insatisfechas, ansiosas o deprimidas.

Mucha gente esconde sus temores bajo una mascara de autoestima. Pueden proyectar
una imagen de serenidad y seguridad que engañe a todo el mundo y secretamente
temblar con un sentimiento de incapacidad.

Una persona con falsa autoestima trata de buscar la autoestima por medios superfluos:

• Por medio de la popularidad, adquisiciones materiales o proezas sexuales.


• Busca pertenecer al club adecuado, la iglesia adecuada y el partido político
adecuado.
• Busca aparentar ser una buena persona haciendo buenas obras, pero no
es honesto consigo mismo.
• Persiguen el poder para manipular y controlar a otros.

La verdadera autoestima es una experiencia íntima basada en lo que yo creo de mi


mismo y no en lo que los demás creen de mí. Una persona puede logar que todas las
personas lo adoren, pero mientras no se ame a si mismo estará lejos de alcanzar la
autoestima.

Quien tiene una falsa autoestima siempre espera algo para sentirse en paz consigo
mismo: la esposa adecuada, el ascenso en el trabajo, crear la compañía adecuada, ganar
un premio. Una persona con autoestima verdadera cree y está en paz consigo mismo
desde antes de adquirir estas cosas. Eso le permite alcanzar sus metas y aun más.

La autoestima y el éxito personal

Si nos enfrentamos a los problemas básicos de la vida con una actitud de: “¿Quién soy yo
para saberlo? ¿Quién soy yo para juzgarlo? ¿Quién soy yo para decidir?, Estamos en una
condición de inferioridad desde el principio. No se puede ganar lo que se considera un
fracaso desde el principio.

Una imagen negativa de uno mismo es muy peligrosa. Si nos definimos a nosotros
mismos como mediocres o débiles o cobardes o poco efectivos nuestra actuación reflejara
esa creencia.

El Yo Consiente adopta la forma que nosotros proyectamos en el cuerpo de la identidad.

“Somos lo que pensamos”

El respeto a uno mismo

La consecuencia natural de la autoestima es un respeto y una valía de si mismo.

Si nos respetamos, tendemos a actuar de forma que se confirme y refuerce este respeto,
por ejemplo exigiendo a los demás que nos traten debidamente.

Si no nos respetamos, tendemos a actuar de maneras que rebajan nuestro sentido de


valor propio, e incluso, aceptando o aprobando un comportamiento ajeno que es
inapropiado, por tanto confirmando y reforzando nuestra negatividad.

Para la realización optima de nuestras posibilidades, necesitamos confiar en nosotros


mismo y necesitamos admirarnos, y la confianza y la admiración necesitan estar
asentadas en la realidad y no ser producto de la fantasía y la desilusión personal.

¿Cómo es una persona con autoestima?

La autoestima se manifiesta en nosotros y en los demás de una manera sencilla y directa.


Ninguno de estos elemento por si solo es una garantía, pero cuando la mayoría están
presentes la autoestima parece cierta:

• La autoestima proyecta el placer que uno tiene de estar vivo a través de un


rostro, un ademan, en el modo de hablar y de moverse.
• Se expresa en la tranquilidad con la que se habla de los logros o de los
defectos de forma directa y honesta.
• Se manifiesta en el confort que la persona experimenta en dar y recibir
cumplidos, en las expresiones de afecto y amor.
• Se reconoce por la capacidad de estar abierto a la crítica y en el alivio de
reconocer los errores. La autoestima no esta ligada a la imagen de “ser perfecto”.
• Las palabras y los movimientos de alguien con autoestima se caracterizan
por la tranquilidad y espontaneidad, que reflejan el hecho de que la persona no
está en guerra consigo misma.
• Se expresa en la armonía existente entre lo que uno dice y hace y en la
forma de mostrarse, expresarse y moverse.
• Se expresa a si misma en la actitud de Mostar curiosidad y estar abierto a
las nuevas ideas, a las nuevas experiencias, a las nuevas posibilidades de la
vida.
• Se reconoce en el hecho de que los sentimientos de ansiedad o
inseguridad, si aparecen, serán más fáciles de controlar y trascender.
• Se manifiesta en la capacidad de disfrutar de los aspectos alegres de la
vida, de uno mismo, de los demás.
• Se expresa así misma en la flexibilidad personal al responder a situaciones
y a desafíos. Ya que se confía en uno mismo y no se ve la vida como una
maldición o fracaso.
• Se reconoce al Mostar un comportamiento firme (no inflexible) consigo
mismo y con los demás.
• Se expresa en la capacidad de preservar la capacidad de equilibrio y de
dignidad en situaciones de estrés.

A nivel físico se reconoce en:

o Unos ojos alerta, brillantes y llenos de vida.


o Un rostro relajado que exhibe su color natural y una piel sana y
tersa.
o Un mentón alineado con el cuerpo y que se sostiene con
naturalidad, una mandíbula relajada.
o Hombros relajados y rectos; las manos tienden a estar relajadas y
sueltas.
o Una postura carente de tensión, recta y equilibrada; el paso tiende a
ser decido (Sin ser agresivo y recargado).
o Escuchamos una voz modulada, con una intensidad apropiada a la
situación y con una clara pronunciación.
o La relajación implica que no nos escondemos de nosotros mismo y
que no estamos en guerra con nosotros mismos.

¡¡¡Una persona con alta autoestima es un Ser Crístico!!!

En términos generales una persona con un buen nivel de autoestima se reconoce por su
racionalidad y realismo (Personas de baja autoestima tienen sueños muy altos pero no
hacen nada para alcanzarlos); intuición y creatividad; independencia, flexibilidad y la
habilidad para afrontar los cambios; el deseo de admitir y corregir los errores, la
benevolencia y la cooperación.

Los Pilares de la Autoestima

Pilar número 1:

La practica de vivir conscientemente

El autoengaño se manifiesta así:


“Se que no estoy trabajando lo mejor que puedo, pero no quiero pensar sobre
ello”.

“Se que mis hijos sufren por recibir tan poco de mi, y se que les causo daño y
resentimiento, pero algún día –de algún modo- cambiaré”

“¿Qué bebo demasiado? Puedo dejar de beber cuando quiera”

Mediante las miles de elecciones que realizamos diariamente entre pensar y no pensar,
ser responsables ante la realidad o sustraernos de ella, establecemos el sentido del tipo
de persona que somos. Rara vez recordamos concientemente estas elecciones, pero
estas se acumulan en nuestra psique, y la suma es esa experiencia que llamamos
autoestima.

Vivir de manera conciente significa intentar ser concientes de todo lo que tiene que ver
con nuestras acciones, propósitos, valores y metas.

Vivir de manera concientes significa más que el hecho de ver y reconocer. Significa actuar
sobre lo que vemos. Puedo reconocer que he dañado a mi hijo y tengo que hacer
correcciones. Pero no deseo admitir que he cometido un error y me doy tiempo afirmando
que “estoy todavía pensando sobre la situación”. A esto es a lo que se llama la traición de
la conciencia.

Aspectos concretos de vivir de manera conciente:

• Una mente activa envés de pasiva.


• Una inteligencia que goza de su propio ejercicio.
• Estar “en el momento” sin desatender el contexto más amplio.
• Salir al encuentro de lo hechos importantes envés de rehuirlos.
• Preocuparse por distinguir los hechos de las interpretaciones y de las
emociones.
• Percibir y enfrentarme a mis impulsos para evitar o negar las realidades
dolorosas o amenazantes.
• Interesarse por conocer “donde estoy” en relación a mis diversas metas y
proyectos, y si estoy triunfando o fracasando.
• Interesarse por conocer si mis acciones están en sintonía con mis
propósitos.
• Buscar la retroalimentación del entorno para adaptar o corregir mi camino
cuando es necesario.
• Perseverar en el intento de comprender a pesar de las dificultades.
• Ser receptivo a los conocimientos nuevos y estar dispuesto a reexaminar
las antiguas suposiciones.
• Estar dispuesto a ver y a corregir los errores.
• Tener el compromiso siempre de aprender y mejorar como un modo de
vida.
• Interesarse por comprender el mundo que nos rodea.
• Interesarse por conocer la realidad interior: mis necesidades, sentimientos,
aspiraciones y motivos de manera que no sea un extraño o un misterio para
mismismo.
• Ser conciente de los valores que me mueven y guían, así como de su raíz,
de forma que no esté gobernado por valores que he adoptado de manera
irracional o he aceptado acríticamente de los demás.

La práctica de vivir concientemente no se trata de concentrarse obsesivamente en uno


mismo. Se trata simplemente del arte de percibir. Percibir como me siento cuando hablo
con alguien, percibir mis sentimientos, percibir las pautas de mi conducta que pueden no
servirme, percibir si mi voz interior es realmente mía o pertenece a alguien más –quizás a
mi madre-.

• Ejercicio # 1

Viviendo concientemente – ejercicios de completar frases

Completar frases es una poderosa técnica usada para descubrir los pensamientos y
sentimientos que permanecen en el inconsciente. Consisten en tomar una frase
incompleta y empezar a escribir diferentes finales, hay que hacerlo sin detenernos a
pensar o a elaborar las frases, simplemente deja que fluyan de manera instintiva y
automática. Al final podrás encontrar creencias inconscientes y reconocerlas para trabajar
en ellas. Para explotar la verdadera eficacia de estos ejercicios debes hacerlos por lo
menos durante dos semanas de manera continua, ¡Te sorprenderás de los resultados!

Ejercicios de la mañana, hágalos antes de iniciar sus actividades cotidianas.

Vivir de manera conciente significa para mí:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Si aporto un 5% más de conciencia a mis actividades de hoy:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Si presto más atención hoy a mi manera de relacionarme con las personas:


…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Si aporto un 5% más de conciencia a aquello en lo que enfoco mi atención, reflejado en


mi manera de pensar y sentir:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Si aporto un 5% más de conciencia a mi manera de de hablar y de reaccionar ante las


circunstancias:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Al final de la tarde, después de haber terminado sus actividades, complete las siguientes
frases:

Cuando reflexiono sobre como me sentiría si viviese de manera más conciente:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Cuando reflexiono sobre lo que sucede cuando aporto un 5% más de conciencia a mis
actividades:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….
Cuando reflexiono sobre lo que sucede cuando aporto un 5% más de conciencia a mis
relaciones más importantes:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Cuando reflexiono sobre lo que sucede cuando aporto un 5% más de conciencia a aquello
en lo que enfoco mi atención, reflejado en mí manera de pensar y sentir:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Cuando reflexiono sobre lo que sucede cuando aporto un 5% más de conciencia a mi


manera de de hablar y de reaccionar ante las circunstancias:

…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………
………………………….

Una vez que haya terminado el ejercicio durante al menos dos semanas, podrá empezar a
utilizar esta técnica para despertar la conciencia en otros aspectos de su vida, usted
puede construir sus propias frases. Por ejemplo, para saber si tal vez en el inconsciente
piensa o siente cosas que no ha querido reconocer, puede decir:

Yo creo que mi esposa(o)……………

Yo creo que mi empleo es…………..

Pilar numero 2:

La aceptación de si mismo

La aceptación de si mismo es la negativa a continuar en confrontación o guerra consigo


mismo.

Jesús dijo:
“Todo reino dividido contra si mismo, es asolado;

y una casa dividida contra si misma cae”

(Lucas 11,17)

Pasos para aceptarse a si mismo:

I. Reconocer mi identidad Divina.


II. Estar de mi lado. Esta es la base de la autoestima. Hay personas que se
odian o tienen una imagen tan pobre de si mismas que son incapaz de
aceptasen, aunque sea inconcientemente.

Afirmación:

“Elijo valorarme a mi mismo, tratarme a mi mismo con respeto,

Defender mi derecho a existir.”

III. Integrar la sombra.

En este nivel debemos estar dispuestos a experimentar, a reconocer que


pensamos lo que pensamos, sentimos lo que sentimos, hemos hecho lo
que hemos hecho.

Es la disposición a confrontar y reconocer nuestras creaciones envés de


evadirlas.

Reconocer nuestras creaciones no significa ceder ante ellas. Por ejemplo


puedo ser honesto conmigo mismo y reconocer concientemente que odio
mi trabajo, eso no quiere decir que no valla a trabajar, significa que voy a
trabajar con una mente mas despejada porque no voy a iniciar el día
engañándome a mi mismo. Esto me dará claridad para conocer que es lo
que en realidad quiero en mi vida.

Cuando experimentamos concientemente los sentimientos negativos, es


más fácil prescindir de ellos. Les permitimos mostrarse y abandonar la
escena.

La aceptación de si mismo es la disposición a decir: “Esto es una


expresión de mi, no necesariamente un expresión que me guste o que
sea correcta, pero en este momento de mi vida existe como una expresión
temporal de mi ego”.

Es el respeto a la realidad aplicada a uno mismo. Si pienso en ideas que


me trastornan, acepto que las tengo para poder trabajar en ellas. Si siento
miedo, cólera, lujuria, lo estoy sintiendo. No intento ocultarlo mediante
racionalizaciones de la mente.

Aceptar es más que reconocer algo, es experimentar concientemente ese


“algo”. Experimentar nuestros sentimientos tiene un poder curativo directo.
La aceptación de si mismo es la condición previa al cambio y al
crecimiento. Así pues, si me enfrento a un error que he cometido, al
aceptar que es mi error soy libre para aprender de él y de hacer mejor las
cosas en el futuro. No puedo aprender de un error que no acepto haber
cometido.

IV. La aceptación de si mismos conlleva a la compasión, a ser amigo de


si mismo.

Supongamos que he cometido un error del que me arrepiento y


avergüenzo. La aceptación de si mismo no niega la realidad, no dice que
está correcto lo que estuvo mal, sino que indaga el contexto en que se
llevó a cabo la acción. Quiere comprender el porqué. Quiere saber por
qué algo que se considera incorrecto se consideró adecuado en ese
momento.

• Ejercicio # 2

Póngase de pie frente a un espejo de gran tamaño y obsérvese


(Preferiblemente desnudo(a)). Perciba sus sentimientos a medida que se
mira. Quiero que mire –no su maquillaje o ropa- sino a usted. Fíjese si
esto le es difícil o le hace sentirse incomodo. Quizás encontrará partes de
su cuerpo que le desagradan. Haga la siguiente afirmación:

“Sean cuales sean mis defectos e imperfecciones, me acepto


incondicionalmente”.

Hágalo por dos minutos experimentando sus palabras. Aceptarse no


quiere decir que este conforme como es, significa que reconoce que ese
es su cuerpo en ese momento. Eso lo podrá motivar a hacer los cambios
que sean posibles.

No puede haber autoestima si estamos en actitud de rechazo a nuestro


cuerpo físico. Practica este ejercicio por dos minutos, dos veces al día
durante dos semanas. Esto generará una relación más armoniosa consigo
mismo, aumentará la eficacia personal y respeto propio.

• Ejercicio # 3
Reconociendo los sentimientos

El siguiente ejercicio combina la enseñanza de los Maestros con ciertas técnicas


utilizadas en psicoterapia. Un uso conciente puede generar grandes cambios en las
personas.

1. Busca un lugar tranquilo donde puedas estar a solas y asegurarte de que nadie te
interrumpa.

2. Haz afirmaciones o decretos de protección espiritual durante algunos minutos.

3. Puedes colocar música suave que te ayude a relajarte.

4. Empieza a hacer respiraciones suaves y profundas durante varios minutos, respira al


vientre. Esta es la forma como respiran los bebes.

5. Visualiza que estas inhalando la misma luz del sol, siente las cualidades de amor, paz,
bienestar y armonía que tiene dicha luz. A medida que respiras te vas calmado más y
más, al exhalar sueltas todas las tensiones que te agobien.

6. Ahora pon tu atención en un sentimiento negativo que no has estado dispuesto a


asumir. Ejemplo: la ira, lujuria, orgullo, envidia, etc. Quiero que en este punto asumas
concientemente ese sentimiento, eso puede generar incomodidad contigo mismo en
muchos casos.

7. Ahora con cada inhalación siente como ese sentimiento se va expandiendo y como se
contrae al exhalar. Siente como seria si aceptaras plenamente ese sentimiento, si no
trataras de esconderlo cada vez que sale. Vívelo plenamente y estudia la manera como
se siente. Cuando digo “aceptar ese sentimiento”, quiero decir reconocer que existe en ti
en este momento como algo temporal. No debes confundir esto con el hecho de aceptarlo
como una condición permanente en tu vida.

8. Repítete varias veces a ti mismo:

“En este momento estoy experimentando (nombre el sentimiento) y reconozco que


vive en mi”

En este punto, el ego protestará y gritará: “¡¿Estas loco?! ¿Como puedes aceptar eso?”,
te sentirás incomodo y se generará una tensión muscular que se da cuando hay una
energía bloqueada.

9. A través de la respiración suave empieza a alcanzar de nuevo la relajación. Con cada


exhalación suelta la tensión muscular y sigue repitiendo la frase. Acepta humildemente
que tienes ese defecto, el cual es una ilusión temporal en tu vida. En este punto deja que
el sentimiento aflore, envés de tratar de reprimirlo.
10. Si te es sumamente difícil aceptar el sentimiento imperfecto, entonces concéntrate en
aceptar que eres incapaz de aceptar ese sentimiento y medita en ello por un buen rato.

11. Una vez que hayáis logrado derribar las barreras de tu propia hipocresía y reconozcas
que tienes un bloqueo en tu psicología, empieza a describir tu bloqueo, tal vez sea útil
ponerlo por escrito. Descríbelo y analiza como se manifiesta en su vida. Recuerde las
veces que estuviste enojado y no quisiste reconocerlo. Ahonda en el asunto y trata de
encontrar la causa. Esto generalmente te llevará a encontrar otros sentimientos negativos
que no habías podido ver antes.

12. En este punto es importante que te perdones a ti mismo por haberte negado a aceptar
que tenías ese sentimiento, perdónate por haber sido tan duro contigo mismo
castigándote por no ser perfecto, renuncia a la mentira del anti-cristo de que debes ser
perfecto para ser digno del Reino de Dios, suelta los condicionamientos de tu ego.
Repítete a ti mismo:

“Dios me ama como soy, yo me amo como soy”.

Entiende que no necesitas ser perdonado por Dios puesto que Él jamás te ha juzgado o
criticado, perdónate a ti mismo incondicionalmente. Luego perdona a las personas que
ocasionaron que desarrollaras ese sentimiento. Por ejemplo los padres, tu ex marido, tu
religión, etc. Visualiza a esas personas frente a ti y diles que las perdonas. Inúndalas con
la Llama Violeta.

13. Luego termina con un rosario de la Madre María y arroja a la Llama Violeta tu cólera o
cualquier otro sentimiento negativo que hayas experimentado en el ejercicio. Pide a la
Madre María que te muestre las causas y que te ayude a trascenderlas. A través de los
rosarios acepta tu Verdadera Identidad como una Llama Divina, entiende que no eres ese
defecto, que eres mucho más que eso. Acepta el Reino de Dios en tu vida. Pero al mismo
tiempo reconoce que tienes ese sentimiento en tu conciencia inferior. Reconoce que
deber trascenderlo y al mismo tiempo reconoce que no tienes que ser perfecto para recibir
el Reino de tu Padre.

Fin del ejercicio. Los siguientes pasos los debéis trabajar en la vida diaria:

14. De ahora en adelante podréis reconocer el sentimiento cuando aparezca en tu vida.


Cuando eso suceda puedes preguntarle: “¿Qué quieres de mi, que pretendes que yo
haga, como quieres controlarme?” Cuando se formulan esas preguntas debes dejar que
fluyan las respuestas dentro de ti mismo. Te asombrarás con las respuestas. Ellas te
permitirán comprender mejor a ese sentimiento y este empezará a desaparecer una vez
que comprendes cual es su propósito.

15. Vive tu vida concientemente y no te castiguéis cada vez que caigas en ese
sentimiento negativo. Analiza como fue que sucedió. Observa cuales fueron las
circunstancias, las personas o las palabras que te llevaron a caer en la cólera o la lujuria.
¿Fue algo que te dijeron?, pregúntate porque ese “algo” te afecta. ¿Te duele que te
critiquen? ¿Necesitas que los demás lo aprueben? ¿Significa eso que no crees en ti
mismo? Invéntate preguntas que te lleven a comprender mejor tu psicología. No solo
entender que tienes un defecto, sino poder ver cuales son las situaciones que hacen que
ese defecto salga a la superficie, entienda las razones que te llevan alterarte.
……………………………………………

Cuando nos permitimos experimentar nuestras emociones y aceptarlas, con frecuencia


pasamos a un nivel de conciencia más profundo en el que la información importante
aparece.

Cobrar conciencia y aceptar las partes rechazadas de uno mismo forman parte de los que
los Maestros llaman “Integridad”. Es integrar – es decir no evadir- la sombra para
reconocerla y despojarnos de ella. Cuando hacemos esto recordamos que en esencia
somos seres Divinos y puros que estamos haciendo un experimento en la materia.
Durante ese experimento nos ensuciamos y ha llegado la hora de lavarnos. Para ello no
conviene fingir que no tenemos lodo, es más conveniente reconocerlo para así poder
liberarnos de él.

“Lo que miras desaparece, lo que resistes persiste”.

Las tres mentiras básicas sobre la aceptación de si mismo:

1. La primera creencia es que si aceptamos lo que somos debemos aprobar lo


que somos.
2. La otra creencia es que si aceptamos lo que somos seremos indiferentes la
cambio. “¡No deseo aceptarme a mi mismo! ¡Quiero aprender a cambiar!”.

La pregunta es: Si no podemos aceptar lo que es ¿Dónde encontraremos la


motivación para cambiar? Si niego y rechazo lo que es, ¿Cómo voy a estar
motivado para crecer?

Una paradoja:

“La aceptación de lo que es, es la condición previa al cambio. Y la negación


de lo que es, me deja pegado en ello.”

El supremo crimen contra nosotros mismos:

Podemos escapar no solo de nuestro lado oscuro, sino también de nuestro lado
brillante, de todo aquello que amenaza con hacernos sobresalir, con sacar al
héroe o al orador que llevamos dentro.

Amarse a uno mismo


Me llegó por e-mail una presentación que llamó mi atención, me llegó.

"Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el


lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto.
Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre... Auto-estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no


es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es...
Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver
que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama...
Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna
situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el
momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de
eso es... Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable...


Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, mi
razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy sé que se llama... Amor Propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes
planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo
que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es... Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré
mucho menos veces. Hoy descubrí la... Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con


el Futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo
un día a la vez. Y eso se llama... Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.


Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es.... SABER VIVIR!

No debemos tener miedo de confrontarnos... Hasta los planetas chocan y del caos nacen
las estrellas."

No puede encontrar quien es el autor... lo debo.

Me pregunto como cosas que al leerse parecen tan simples de aplicar en la realidad se
complican tanto....

Termino de escribir esto y me respondo a mi mismo...... Mente dejame tranquilo.

Maneras de amarnos

· Dejemos de criticarnos

Este es quizás el punto más importante. Si nos decimos a nosotros mismos que, pase lo
que pase, estamos bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Pero si
nos decimos que estamos mal, nos resultará enormemente difícil lograrlo. Todos
cambiamos, todos. Cada día es un nuevo día y hacemos las cosas de manera algo
diferente a como lo hicimos el día anterior. Nuestra capacidad para adaptarnos y avanzar
con el proceso de la vida es nuestro poder. En cierta manera todos nos sentimos
inseguros, porque somos humanos. Aprendemos a no pretender que somos perfectos. La
necesidad de ser perfectos sólo nos crea una enorme presión, y nos impide ver los
aspectos de nuestra vida que necesitan curación. En lugar de eso podríamos descubrir
nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad, y valorarnos por esas cualidades que
nos distinguen de los demás. Cada uno de nosotros tiene un papel único que desempeñar
en la Tierra, papel que oscurecemos al criticarnos.

· Dejemos de asustarnos

Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con
ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Cogemos un pequeño problema y lo
transformamos en un monstruo gigantesco. En una forma terrible de vivir, siempre a la
espera de que ocurra lo peor en nuestra vida. ¿Cuántos de ustedes se van a la cama por
la noche imaginándose el peor de los guiones posibles para un problema? Eso es lo
mismo que hace un niño pequeño cuando se imagina que hay monstruos debajo de la
cama y se asusta por ello. Si haces esto, no es raro entonces que no puedas dormir.
Cuando eras pequeño necesitabas que tu madre o tu padre vinieran a tranquilizarte.
Ahora que eres adulto sabes que tienes la capacidad de tranquilizarte a ti mismo. Esto
suelen hacerlo las personas enfermas. Con frecuencia se imaginaban lo peor, si es que
no están ya planeando sus funerales. Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o
pensamientos negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría
reemplazarlos. Podría ser un hermoso paisaje, una puesta de sol, flores, algún deporte, o
cualquier cosa que te guste.

Utiliza esa imagen como un "interruptor" cada vez que te des cuenta de que tienes
pensamientos de miedo. Di: "No, ya no voy a pensar en eso. Voy a pensar en puestas de
sol, en rosales, en hermosos saltos de agua", según cual sea tu imagen. Si lo haces así,
finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere mucha práctica.

Seamos amables, cariñosos y pacientes con nosotros mismos.

Con mucho humor Oren Arnold escribió: "Querido Dios, te ruego que me des paciencia. ¡Y
la quiero ahora mismo!". La paciencia es una herramienta muy potente. La mayoría
sufrimos de la expectativa de la gratificación inmediata. Queremos que todo suceda
enseguida. No tenemos paciencia para esperar nada. Nos irritamos si tenemos que
esperar en una cola o si estamos atascados en un embotellamiento. Queremos todas las
respuestas y todos los bienes ahora mismo, ya. Con muchísima frecuencia hacemos
desgraciadas a otras personas con nuestra impaciencia. La impaciencia es una
resistencia a aprender, deseamos tener las respuestas sin aprender la lección o sin dar
los pasos necesarios.
Piensa en tu mente como si fuera un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra.
Puede que él haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación,
rabia y preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o
que lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas
semillas de alegría y prosperidad. El sol brilla sobre tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo
cuidas amorosamente. Al principio no se ve que suceda gran cosa. Pero tú no te
detengas, continúa cuidando tu jardín. Si tienes paciencia, las plantas crecerán y se
llenarán de flores. Lo mismo sucede en tu mente: tú seleccionas los pensamientos que
vas a cuidar, y si tienes paciencia, verás cómo crecen y contribuyen a crear el jardín de
experiencias que deseas.

Aprendamos a ser cariñosos con nuestra mente

No nos odiemos por tener pensamientos negativos. Podemos considerar que estos
pensamientos nos "construyen", y no que nos "derriban". No tenemos por qué culparnos
por tener experiencias negativas. Podemos aprender de ellas. Ser cariñosos con nosotros
mismos quiere decir dejar de culparnos, dejar de sentirnos culpables, acabar con todo
castigo y con todo dolor.

Elogiémonos

Este es el paso siguiente. La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu


Poder, reconoce a tu Yo. Todos somos expresiones de la Inteligencia Infinita. Cuando te
desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Empieza por cosas pequeñas. Dite a ti
mismo que eres una persona maravillosa. Si lo haces una vez y dejas de hacerlo, no
funciona. Continúa, aunque sea un minuto cada vez. Créeme, a medida que lo vas
haciendo resulta más fácil. La próxima vez que hagas algo nuevo o diferente, o algo que
comienzas a aprender y no sabes muy bien cómo hacerlo, proporciónate aliento y apoyo.

Amarnos significa apoyarnos

Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de
fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. Son demasiadas las personas que han
aprendido a ser autosuficientes. No pueden pedir ayuda porque su ego de lo prohíje. En
lugar de intentar hacerlo todo solo y enfadarte porque no lo consigues, la próxima vez
pide ayuda.

Amémonos ya, ahora mismo

No esperes a haber arreglado las cosas para amarte. La insatisfacción contigo mismo es
una pauta habitual. Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y
aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez
que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No
podemos cambiar a otras personas, de modo que dejémoslas en paz. Gastamos
muchísima energía intentando hacer que los demás cambien. Si empleáramos la mitad de
esa energía en nosotros mismos, podríamos llegar a actuar de otra manera, y entonces
los demás reaccionarían también de modo diferente.
APRENDIENDO A QUERERSE A SÍ MISMO

(análisis literario)

INTRODUCCIÓN:

Libro nos demuestra que la negación del reconocimiento personal es una forma de
autodestrucción, mostrando que la visión que tenemos de nosotros mismos es un factor
determinante de nuestra salud mental e incluso física; además la sociedad donde vivimos
nos ha enseñado a predicar el amor hacia los demás y condena el amor propio, olvidando
que el requisito para querer a otra persona es querernos nosotros primero.

El libro nos da unas bases para comenzar a apreciarnos más de una manera sana y
realista. Además de mostrarnos el YO triunfador que hay en cada uno y la manera de
tener una vida plena y feliz.

El libro nos enseña a querernos y a cuidarnos. Desde pequeños se nos frena por
supuestas virtudes como el ahorro, la ambición, la modestia el autocastigo, la autocrítica,
el autocontrol, etc. Que si se utilizan exageradamente son contraproducentes. Este freno
si se suelta un poco sirve para vivir mejor y evitar caer en otros problemas más
psicológicos .

En cada una de sus páginas encierra grandes consejos para ir mejorando la percepción
que tenemos sobre nosotros mismos de modo tal que el libro sea de gran ayuda para las
personas que sufren de baja autoestima o que en ocasiones se menosprecian formando
un barrera ante ellos y ante los demás.

Del libro se sacan ciertas conclusiones sobre el amor que dirigimos hacia nosotros; pero
de todas formas los caminos para llegar la autoamor son innumerables.

Debemos convertirnos en autodidactas y aprender de la manera ensayo y error. No hay


verdades absolutas sino propuestas ensayadas así lo que es bueno para uno es malo
para y viceversa.

Ni la familia, ni los colegios, ni los preescolares con todo su modernismo, han considerado
la posibilidad de enseñar a quererse a sí mismo como uno de los principales objetivos de
formación.

Tomar conciencia de que existes, eres importante y tienes derecho a pensar en ti por
sobre todas las cosas, te coloca en un lugar de privilegio.

El libro te dejas ciertas dudas que te llevan a repasar tus conceptos ya sea para afirmarlos
o modificarlos.

El libro nos permite sacar una propuesta que es: desplázate en sentido contrario al que
van muchas convicciones, sin caer al otro extremo. Este es un espacio donde prospera la
autoestima, el autoconcepto, la autoimagen y la autoeficacia. .
Esta conclusión es sacada del libro: las metas muy altas e inalcanzables son malas para
tu autoconcepto, pero las metas pobres también; la tarea es encontrar tu propio punto de
equilibrio evitando caer en algo perjudicial de cada extremo.

Busca la manera de quererte cómodamente sin sobresaltos ni culpas y así :


APRENDERAS A QUERERTE A SÍ MÍSMO

BIOGRAFÍA:

Uno debe amar (respetar) a sí mismo para que otros lo amen (respeten)

Si uno no tiene amor propio (respeto propio), ¿cómo espera que otros lo respeten?

Efes. 5:28, “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a
su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”. Si el
hombre no se ama a sí mismo, ¿amará a su esposa?

Se dice que el problema matrimonial número uno es “falta de comunicación”, pero


la falta de amor propio (respeto propio), mayormente en la esposa, es enemigo aun más
grande del matrimonio.

Si el marido anda mal, la esposa debe llamarlo a cuentas (en lugar de suplicar,
rogar, llorar y dejarse llevar como un trapo para limpiar el suelo). Si ella hace así, él la
amará aun menos. Si ella se desprecia a sí misma, él la despreciará aun más.

Si la mujer no tiene amor propio (respeto propio) el matrimonio corre mucho peligro
de destruirse.

Muchas esposas son demasiado “pacientes”. Aun cuando el marido lleva mucha
“amistad” con otra mujer, la esposa dice “no veo nada de malo en eso”. (Como el granjero
que dice: “la zorra visita el gallinero para disfrutar la compañía de las gallinas”).

El caso de tales esposas bien ilustra la necesidad del amor propio. Todo cristiano
es persona importante, digna de respeto y honor. Debe estar seguro de sí mismo,
teniendo su confianza en Cristo.

No tener más alto concepto de sí que el que debe tener

Rom. 12:3, “que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura”. Algunos se exaltaban solos porque poseían ciertos dones
espirituales.

Hoy en día podemos caer en este error, por causa de la habilidad que tengamos
para predicar, enseñar, cantar, etc. o por el físico, tener dinero, educación universitaria.

Hay peligro de que los tales menosprecien a los otros. 1 Cor. 12:21, “Ni el ojo
puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo
necesidad de vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles,
son los más necesarios”.

Pero tampoco debe uno tener más bajo concepto de sí que el que debe tener

Mat. 25:18, “Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el
dinero de su señor”. Este texto bien representa al que subestime su talento, pensando
“No sirvo para nada”. Subestima lo que en verdad vale o merece.

1 Cor. 12:14, “Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si


dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y
si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el
olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo,
como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?”
Todo miembro es importante y no debe ser menospreciado por otros miembros ni
tampoco por sí mismo.

Potrebbero piacerti anche