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PLANTEL

EDUCEM CAMPUS MAZATLÁN

PROGRAMA EDUCATIVO

LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA

ALUMNO

ABRAHAM FELIPE GRANDE BELLO

PROFESOR

JUAREZ RAMIREZ GREGORIO ISRAEL

MATERIA

VICTIMOLOGÍA

MATRÍCULA

X000000056

FECHA DE ENTREGA: 02/07/2021


LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS Y SU RELACIÓN CON EL VICTIMARIO

Iter victimae
Hemos bautizado iter victimae a el camino que sigue un individuo para convertirse en
víctima. El fenómeno victimal es dinámico, la participación de la víctima es fundamental
para llegar a la victimización y deben tomarse en cuenta todos los factores
predisponentes, preparantes y desencadenantes.
Nuestro concepto del crimen es diferente al del expuesto en la teoría del iter criminis,
pues se trata no de un camino, sino de dos, el del victimario y el de la víctima, que en
un momento inexorable se cruzan. La importancia criminológica de la víctima ha sido
resaltada por Nuvolone, quien plantea que en primer lugar estarían los crímenes
caracterizados por la preexistencia de relaciones ilícitas, tanto de enfoque jurídico
como la éticosocial.
Paralelamente están los sujetos que, sin tener alguna relación ilícita precedente,
pertenecen ambos a un medio social subcultivado. Analogía se puede encontrar con
los crímenes recíprocos donde los dos sujetos se ponen sobre el mismo plano, cada
uno acepta a priori la violencia del otro, violencia que puede llegar a la eliminación del
adversario. En los casos anteriores se encuentra un elemento común que es la
aceptación implícita o explícita de riesgo por la víctima, se puede hablar de una
alternativa potencial o efectiva entre el sujeto activo o pasivo en el acto delictuoso.
Otro caso es cuando el móvil debe ser buscado en la conducta antecedente del sujeto
pasivo. Es la hipótesis de la provocación: la víctima ha cometido una acción injusta
contra el sujeto activo del crimen y esta provocación ha sido la fuente de la resolución
criminal. En todos estos casos la constante es una liga entre el sujeto activo y el sujeto
pasivo. La motivación del juicio criminal puede surgir también en relaciones
culturalmente lícitas y socialmente admisibles entre los dos sujetos.
El sujeto pasivo del crimen puede también situarse en la motivación del acto bajo otros
aspectos, por lo que es, por lo que representa su comportamiento a los ojos del autor o
por lo que posee o pudiera poseer. En tanto que el criminal ataque al sujeto pasivo con
el deseo de canalización de un interés personal, nos encontramos frente a un tipo de
delincuencia y un peligro social muy circunscriptos.
Pero cuando la víctima es escogida en cuestión de sus ideas políticas, de su religión,
de su raza, el peligro criminal llega a su máximo punto. El grado máximo de peligro se
identifica con la criminalidad política con víctima indiscriminada, lo que se denomina
ordinariamente como terrorismo.
Análisis sobre la “Declaración sobre los principios de justicia” (Declaración de la
Organización de las Naciones Unidas)
En el plano internacional, es relativamente reciente el movimiento que se ha venido
dando en favor de las víctimas del delito, recordemos que es hasta 1973 cuando se
efectúa el primer simposio internacional de victimología en la ciudad de Jerusalén,
posteriormente en 1984 se realizó una encuesta mundial acerca de las necesidades de
las víctimas, llevada a cabo por las ONU la cual sirvió de base para que posteriormente
se reconocieran los derechos de estas personas.
Así en el VII congreso de prevención del delito y tratamiento del delincuente, se discutió
la multicitada declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las
víctimas de delitos y del abuso de poder, misma que fue aprobada por la asamblea
general de las naciones unidas, y emitió la resolución en la que se establece, entre
otras cosas un exhorto a los Estados para que realicen lo necesario a fin de que en su
territorio se cumpla con lo establecido en la mencionada declaración.
En esta declaración se menciona que se afirma la necesidad de que se adopten
medidas nacionales e internacionales a fin de garantizar el reconocimiento y el respeto
universales y efectivos de los derechos de las víctimas de delitos y del abuso de poder.
Aprueba la declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas
de delitos y del abuso de poder, incluida como anexo de la resolución, que tiene por
objeto ayudar a los gobiernos y a la comunidad internacional en sus esfuerzos por
garantizar la justicia y la asistencia a las víctimas de delitos y a las víctimas del abuso
de poder.
La declaración insta a los Estados miembros a que tomen las medidas necesarias para
poner en vigor las disposiciones contenidas en la declaración y a fin de reducir la
victimización hace referencia a esforzase por aplicar políticas sociales, sanitarias,
incluida la salud mental educativas, económicos y políticas dirigidas específicamente a
la prevención del delito con objeto de reducir la victimización y alentar la asistencia a
las víctimas que la necesiten.
Promueve los esfuerzos de la comunidad y la participación de la población en la
prevención del delito. Así como revisar periódicamente su legislación y prácticas
vigentes con objeto de adaptarlas a las circunstancias cambiantes y promulgar y hacer
cumplir leyes por las cuales se proscriban los actos que infrinjan normas
internacionalmente reconocidas relativas
Aunque la mencionada declaración no es un instrumento vinculante que obligue a los
estados miembros, cuenta con una carga moral y representa además un precedente
digno de tomarse en cuenta en el desarrollo de esta materia.
Análisis de la fracción I y párrafo último 20 constitucional
La esencia del nuevo proceso mexicano está definida por el texto reformado del
artículo 20 constitucional, que de esta forma se convierte en el núcleo del nuevo
modelo. En el proemio de éste precepto se establecen las bases del Sistema de
Justicia Penal. El apartado A se refiere a los principios generales del proceso penal
mexicano; el apartado B contiene los derechos de las personas a quienes se les imputa
la comisión de un delito y el apartado C se refiere a los derechos de las víctimas u
ofendidos.
El presente comentario se concentra en el análisis del párrafo primero del artículo 20 y
en su apartado A. Para tal efecto, en primer lugar, se presenta un desarrollo de los
alcances de los principios ahí contenidos. La secuencia que sigue tiene como objetivo
mostrar los alcances del cambio que plantea dicho artículo en relación con el proceso
penal mixto tradicional mexicano. De esta manera se hace especial énfasis en la
construcción procesal que implica la declaración de la existencia de un proceso penal
acusatorio y oral sustentado en los principios como la publicidad, contradicción,
continuidad e inmediación.
Como se ha afirmado, el proemio del artículo 20 constituye la columna vertebral del
muevo modelo del Sistema Penal mexicano. Establece como características esenciales
que el proceso acusatorio y oral. De igual forma, resulta de especial importancia que se
hayan señalado cinco principios procesales como los que darán sustento al modelo
mexicano: los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e
inmediación.
Cuando se habla del proceso acusatorio se hace referencia al modelo construido en
contraposición al proceso penal inquisitivo, cuyo elemento esencial es el de la
separación de las funciones procesales. Es decir, la estricta separación entre las
funciones de acusar, defender y juzgar entre sujetos procesales independientes entre
sí. De hecho, se considera que es el choque entre las distintas versiones de lo ocurrido,
el contraste entre los argumentos que sostienen por un lado la acusación y por otra la
defensa, lo que permite al juez, a través de la valoración de los méritos de cada
posición, acercarse, lo más humanamente posible, a la verdad y poder estar en
condiciones de juzgar.
El modelo penal acusatorio se caracteriza por: separación de las tres funciones
fundamentales en el proceso; acusar, defender y juzgar. Igualdad procesal de las
partes. La valoración de las pruebas no es tasada sino basado en los criterios de la
libre valoración y de la sana crítica. Exclusión de la prueba ilícita. Iniciativa procesal y,
en especial, probatoria de las partes que se traduce en una actitud generalmente
pasiva del juez. Límites en la aplicación de las medidas cautelares, en especial de la
prisión preventiva. Límites a la posibilidad de recurrir la sentencia. Contradicción.
Publicidad. Forma oral.
Ley de auxilio a víctimas de delito y la Ley de Justicia para las víctimas de Delito en el
Distrito Federal
Como sabemos, no basta que exista un marco jurídico de referencia tanto en el ámbito
internacional como nacional en materia de víctimas u ofendidos del delito si no se crean
los espacios adecuados en los que se les brinden los servicios especializados que
requieren.
En nuestro país, la instauración de estos espacios se ha dado de manera muy lenta y
acotada, principalmente por insuficiente presupuesto, a los delitos sexuales y a la
violencia familiar. Sobre el particular siete estados de la república continúan con el
esquema de agencias especializadas del Ministerio Público en delitos sexuales,
violencia familiar e instancias administrativas de apoyo cuando se trata de este tipo de
violencia, veintitrés de ellos se han creado principalmente dentro de la estructura de
sus respectivas procuradurías de justicia, espacios especializados en el auxilio a las
víctimas y ofendidos del delito.
Cabe señalar, que los espacios que funcionan dentro de las procuradurías de justicia,
los cuales van desde una coordinación o dirección de área hasta una dirección general
o subprocuraduría, fueron instituidos, respectivamente, por acuerdo del procurador;
reforma a la Ley Orgánica de la Procuraduría o al Código de Procedimientos Penales,
decreto del ejecutivo local y expedición de leyes especiales en materia de víctimas del
delito, siendo éste el caso de los estados de Chiapas, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa
y Sonora. Dicho sea de paso, esta última opción sería, quizás, la más adecuada ya que
facilita la intervención de los congresos locales, los cuales constituyen la instancia en la
que puede analizarse y discutirse con mayor profundidad y pluralismo este tema y,
como consecuencia de ello, responder de mejor manera a las expectativas de este
grupo de personas.
Especial mención a los estados de Colima, Durango, Jalisco y San Luis Potosí,
entidades que han dispuesto la creación de espacios de auxilio autónomos y
especializados, cuya naturaleza jurídica es los organismos públicos descentralizados
con personalidad jurídica y patrimonio propio; sin embargo, éstos espacios aún no han
empezado a operar por falta de recursos económicos y el trabajo en este campo
continúan realizando con muchas limitaciones sus respectivas procuradurías de
justicia.
En el ámbito federal, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos creó y puso en
operación, en febrero de 2000, un programa de trabajo en materia de víctimas del
delito. Dicho programa es ejecutado por una Dirección General, adscrita a la cuarta
visitaduría de la comisión. La dirección general del programa de atención a víctimas del
delito, tiene competencia para conocer los siguientes delitos: robo, lesiones, daño en
propiedad ajena y homicidio, tortura, violencia familiar, privación ilegal de la libertad.
Los derechos de las víctimas
Se ha decidido que para efecto de sistematización y también de desarrollo de los
derechos de las víctimas de los delitos utilizar tres criterios que permitan identificarlos,
diferenciarlos y comprenderlos de mejor manera, a saber: A) por su origen o fuente, B)
por su naturaleza y C) por su especializad. Ello no excluye que una infinidad más de
criterios pudieran identificar de mejor manera a estos derechos, ni que todos o la
mayoría de estos criterios impacten en todos o en la mayoría de los derechos a
relacionar. Se debe considerar también que los derechos humanos son
interdependientes principio que recién se ha incorporado en la Constitución, lo que
significa que existe una conectividad entre el cúmulo de derechos reconocidos
universalmente, por lo que no se trata de derechos autónomos, sino de un sistema y,
por tanto, unos son fundamento de otros y la violación de alguno supone generalmente
la transgresión de al menos otro.
Los derechos humanos reconocidos en los sistemas jurídicos se complementan y por lo
tanto los reconocidos para las víctimas no son la excepción. Así, por ejemplo, el
derecho a la justicia se consagrará de mejor manera si se resguarda debidamente la
identidad de la víctima y el derecho de impugnar las omisiones del Ministerio Público se
ejercerá oportunamente si se satisface el derecho a la asesoría jurídica que informe
sobre aquel derecho, sobre las obligaciones del Ministerio Público en la representación
de sus intereses y sobre los pormenores de la investigación y los procedimientos.
Habrá de considerarse finalmente que los derechos reconocidos expresamente para
las víctimas se complementan con otros que no lo son, pero las incluye en tanto
personas que son; algunos por su importancia merecen mención aparte, pues al
tratarse de víctimas de los delitos exigen un matiz especial, como el derecho a la
justicia y al trato digno.
Otros complementan al resto, pero no se les dará una mención individual, por ejemplo,
el derecho a la igualdad presente en el ejercicio del resto de los derecho, como el caso
del acceso igual y eficaz a la justicia; o el derecho a la información que cuando de
víctimas se trata resulta indispensable la mejor consecución de derechos tales como el
poder impugnar las omisiones del Ministerio Público, ejercitar la acción penal
directamente y sostener la acusación, exigir la reparación del daño, proteger su
dignidad, etc.
Por su origen o fuente, los derechos de las víctimas pueden contenerse en los
instrumentos internacionales, en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos o en la legislación secundaria, entendiéndose por esta última: códigos
penales y procesales, leyes orgánicas, reglamentarias, etc.
En materia especializada de víctimas no existe un tratado internacional en cuanto tal,
que obligue, no así en instrumentos que por su naturaleza no son vinculantes, entre los
que destacan: la Declaración de los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de los Delitos y del Abuso de Poder y los Principios y Directrices Básicos
sobre el Derecho de las Víctimas de Violaciones Manifiestas de las Normas
Internacionales de Derechos Humanos y de Violaciones Graves del Derecho
Internacional Humanitario a Interponer Recursos y Obtener Reparaciones, así como
una vasta jurisprudencia derivada de las sentencias de los tribunales internacionales en
la materia.

Referencias
III. Los derechos de las víctimas o de los ofendidos por el delito. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/10/4797/5.pdf

Víctimas del delito en México: marco jurídico y sistema de auxilio. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4163/2.pdf

El artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: primer


párrafo y apartado A. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3568/27.pdf

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