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-Franelas especiales que están impregnadas de un químico especial que les da brillo.
-Líquidos que contienen una cantidad pequeña de ácido y son muy efectivos, después se
enjuagan con agua limpia.
-Cremas o pastas especiales para pulir plata. Las venden incluso en el super.
Es normal que la plata se oscurezca, porque reacciona con sustancias que puede haber
en el mismo ambiente, aunque también se dice que ciertas personas manchan la plata
porque tienen mucho ácido úrico en la piel. Si guardas una pieza mucho tiempo puede
ser que se oscurezca. Pero si en realidad es plata, puedes limpiarla con cualquiera de los
métodos descritos y volverá a quedar limpia y brillante. Por lo mismo, no deseches tus
piezas si se oscurecen. En todo caso puedes fundir tus piezas si ya no te gustan y
mandar hacer otra.
El brillo de la plata se pierde con el uso normal, pues la pieza se empieza a rayar,
aunque esté limpia, puede que pierda el brillo. Para que vuelva a brillar se tiene que
mandar pulir con máquina.
Para la joyería de plata con materiales como las perlas, corales y madreperla, así como
con tratamientos como el pavonado, sólo puedes usar franelas o cremas. El ácido de las
soluciones para limpiar puede dañar estos materiales pues son orgánicos, los decolora y
hace que pierdan su brillo.
Un consejo para distinguir la plata: un imán. No es para todos los casos, sobre todo si
tienen baños de rodio o de otro material, pero si el imán la jala notoriamente, no es
plata. Aunque esté quintado. Pero no lo pongas en los broches, porque tienen piezas que
sí son atraídas por el imán. El color de la plata (sin bañar) es blanco-amarillento, si
tiende mucho al gris oscuro o al verde, desconfía. Las piezas de cobre y alpaca manchan
la piel de verde.
Por desgracia hay muchos vendedores que venden piezas que son difíciles de distinguir
de la plata verdadera, puesto que tienen hasta el quintado, pero en realidad son de cobre
bañado en plata. No te voy a decir que no compres en la calle, la mayoría son honestos,
más bien es mejor hacerte cliente de un vendedor que te recomienden, o que sea fácil de
localizar en caso de reclamación y que te ofrezca garantía, sobre todo si la pieza es cara.
Un último consejo para distinguir el ámbar: No importa lo que digan, el ámbar es una
resina, por lo que SI se quema, despide un olor como de copal o pino. Si no se quema y
se llena de hollín es vidrio. Si lo quemas con una aguja al rojo y huele a plástico, será
obvio que es falso. Si tiene insectos dentro desconfía, pues que yo sepa, encontrarlos es
muy raro -aunque no imposible- en el ámbar natural, y en todo caso sería mucho más
caro que el ámbar verdadero sin esta clase de inclusiones.
Qué más te puedo decir. La joyería de plata es sumamente versátil, puedes encontrar
toda clase de diseños distintos, desde lo más sencillo a lo más sofisticado, pues es un
material muy noble y no es excesivamente caro, además si cuidas tus piezas pueden
durar toda la vida.