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Les recomendamos un sitio interesante sobre HISTORIAS DE VIDA, de

Carlos Sánchez Gómez, quién con un equipo de investigadores


venezolanos estan utilizando INTERNET, para realizar investigación
cualitativa. Su presentación nos dice:

La historia de vida es el eco del pasado y la ventana del futuro. Es


posible armar nuestra historia como un puzzle: desde la infancia, la
adolescencia, la entrada a la adultez, con los procesos de trabajo y
estudios vinculados a estos períodos; una historia de
vida, además, trata sobre las vicisitudes que te han tocado vivir, es
decir, todo aquello relevante que consideres vital en el recuento de tu
vida. Hurga en tus recuerdos, anécdotas, busca en las fotografías
familiares y personales las circunstancias en las que esas fotos se
tomaron y su significado con el paso del tiempo, busca en la prensa de
la época -de tu infancia o de tu juventud- las noticias del entorno
sociocultural de tu trayecto vital.
Para hacer una historia de vida no existe un método único; te puedes
apoyar en las autobiografías, biografías y relatos de otras personas
conocidas o importantes. Es fundamental tener presente que en cada
individuo hay una voz propia, única, original … como su historia misma.
Por ello proponemos una guía general basada en el tránsito evolutivo de
cada persona, que lleva un camino desde que nace hasta el momento en
que escribe su relato porque ha decidido que su vida se puede contar …

Esta es su GUIA de Historias de Vida:

Historia de Vida:

Una historia de vida se puede realizar con las metodologías usadas en


diversas disciplinas humanísticas, que han hecho de este género una
herramienta útil para sus trabajos; en consecuencia, existen
definiciones y métodos particulares según cada disciplina. Tal es el caso,
en el área de las ciencias sociales, de la sociología, la antropología,
psicología y la etnografía, en las que se considera la historia de vida
como un método idóneo para la recolección de datos. En literatura, se
ha ganado un puesto en las biografías, autobiografías y relatos y en el
periodismo se conformó un género denominado historia de vida
periodística.
Nuestra propuesta busca que las historias de vida expresen el proceso
que vive cada ser humano, desde su nacimiento hasta el momento
actual en el que se pone a organizar sus ideas, lo que es lo mismo, haga
referencia a la familia, a los hechos y acontecimientos más importante y
a la par de esta remembranza, reconstruir los acontecimientos
históricos, sociales, políticos y culturales en la localidad, el país o el
mundo.
Para la recolección y elaboración de las historias de vida proponemos
una guía que facilita recoger la información de forma ordenada y por
área temática de interés. Nuestra propuesta contiene recursos sencillos
para que cada persona recoja y escriba su historia de vida.

Etapa inicial:

Definir claramente que queremos resaltar de nuestra vida, para ello


hacemos un plan de trabajo, es posible que un hombre famoso llene
páginas y páginas de su vida, sin embargo nosotros pretendemos ser
modestos en principio y debemos fijarnos que es lo más importante en
el desarrollo de nuestra vida.
Hacernos con papel y lápiz.
Un grabador nos sería de mucha ayud
Buscar documentos personales, diarios, cartas y epistolarios,
fotografías y todos aquellos que sean importantes para recoger la
información.
Identificar personas claves que suministren datos sobre la historia.

Desarrollo:

La “historia” o “relato” de vida puede comenzar en un momento


importante en la vida del protagonista, un momento o suceso que el
protagonista toma como punto de partida.
Nuestra propuesta establece el inicio de la narración desde nuestro
nacimiento y de manera secuencial ir recordando los pasos andados, sin
embargo, el protagonista decide el momento cronológico; a partir de
este comienzo (que tendrá la duración que el protagonista decida), el
desarrollo temático estará en “sus manos”.
Se puede comenzar una historia de vida pidiéndole al protagonista que
hable de momentos y sucesos importantes en las etapas de vida:
infancia, juventud, adultez y vejez (de acuerdo con la edad).
I. Hablar de la infancia. Se pueden tomar como

puntos clave:
Fecha de nacimiento
Lugar de nacimiento
Descripción de los padres
Mención de hermanos y hermanas
Circunstancias del nacimiento: familiares y externas
Juegos, tradiciones familiares, espacio físico.

II. Hablar de la infancia-adolescencia. Se pueden tomar

como puntos clave:


Cambios en el paso de una etapa a otra: cambios físicos, afectivos,
cambios externos al protagonista (mudanza, cambio de colegio, cambios
en la ciudad o país).
Juegos, gustos, amistades, amores.
Relación con los adultos: padres, familia, profesores.
Anécdotas.

III. Hablar del comienzo de la adultez:

Trabajo: relaciones laborales, lugar del primer trabajo, trabajo más


importante, problemas, y aciertos
Relaciones amorosas: pareja, matrimonio, hijos.
La sociedad: época, cambios políticos, cambios sociales, cambios físicos
de las ciudades más importantes para el protagonista

IV. Hablar de la vida en general:

Acontecimientos más importantes de la vida personal.


Grandes y pequeños logros significativos en nuestra vida.
Éxitos y fracasos, perdidas de seres queridos.
El día de hoy.

Historias de Vida
Mtro. Alejandro Vera Ramírez

La historia de vida, de acuerdo a Maritza Montero (citada por Rojas Soriano, 2000) es una
técnica cualitativa que “busca recuperar el desarrollo de lo cotidiano individual, inserto en
lo histórico social y cultural.”, por ello se reconstruye “la dialéctica individuo-ambiente
desde la perspectiva de la persona, con todas las peculiaridades e interpretaciones que
ella puede asumir para el objeto...” por ello, “lo que esta técnica rescata es la existencia
real y objetiva de la subjetividad, ... al reconocer lo subjetivo otorga un verdadero carácter
objetivo a sus datos” (Rojas,2000:265-266).
La historia de vida permite un conocimiento detallado de ciertos
acontecimientos y situaciones ocurridas en la vida de uno o varios
sujetos y se analiza “en su relación con el proceso social donde se
desenvuelve”. Como técnica implica la entrevista de interacción, donde
tanto entrevistador, como entrevistado son activos en la construcción
del conocimiento. “el primero proporciona un conocimiento
procedimental, unos objetivos y un análisis, y el segundo, un
conocimiento vivencial” (M. Montero en Rojas,2000:264).
Como testimonio, nos precisa eventos importantes vividos por el entrevistado o
que conoció de cerca. Permite una dimensión histórica más amplia, pues puede abarcar
la vida completa de un individuo. El desplazamiento temporal en la narración no ocurre de
forma lineal, pues la memoria y relevancia de los temas que son abordados en cada
entrevista puede llevar un orden de significados y no uno cronológico. Es pertinente
recordar aquí, lo que Jerome Bruner 1[1] (citado por Ruiz, s.f.) caracteriza del pensamiento
narrativo.
El pensamiento narrativo es un pensamiento de imágenes que no sigue
una lógica lineal, si no que es analógico, funciona por analogía, por
semejanzas. Las imágenes se juntan unas con la otra y se ponen en
secuencias por semejanzas de contenido, por similitud de tonalidades
emotivas.
Por ello, las entrevistas pueden durar varios días, semanas o incluso meses. Otra
forma de la historia de vida es la narración autobiográfica. Rojas Soriano (2000) pone de
ejemplo de historia de vida, el libro del maestro Fernando Jiménez Mier y Terán: Un
maestro singular. Respecto a la autobiografía, destaca la de Carlos Darwin, así como el
diario del Che Guevara: Diario del Che en Bolivia y, en el terreno educativo las obras de
Paulo Freire: Pedagogía de la esperanza y sus Cartas a Cristina: reflexiones sobre mi
vida y mi trabajo.

1
Respecto a la forma de documentar la historia oral, un autor como Alessandro
Portelli2[2] plantea la necesidad de audiograbar y conservar las cintas, pues estas son “el
documento efectivo” al que ninguna transcripción podrá sustituir en su riqueza. Aún la
traducción literal es una reducción y manipulación del evento original. La fuente oral
puede brindar información de los iletrados. Las características paralingüísticas (tono de
voz, inflexiones, ritmos, etcétera), tienen una importancia que ha sido soslayada a favor
de la escritura, perdiendo con ello parte de lo que da significado al discurso y reducimos el
contenido emocional del habla. Se reconoce que hay una delgada capa entre la “verdad”
personal y la imaginación colectiva, que se construye y reconstruye en la trama narrativa.
Las modalidades de pensamiento que Bruner distingue son el modo
de pensamiento paradigmático y el modo narrativo. La modalidad
paradigmática o lógico-científica cono la define Bruner intenta ser un
sistema matemático, formal de descripción y explicación. (...) El
pensamiento narrativo consiste en contarse historias de uno a uno
mismo y a los otros, al narrar estas historias vamos construyendo un
significado con el cual nuestras experiencias adquieren sentido. La
construcción del significado surge de la narración, del continuo
actualizar nuestra historia, de nuestra trama narrativa. Es una
actividad humana fundamental. Todos lo hacemos.” (Ruiz, s.f.).

La trama narrativa psicológicamente sustenta la constante construcción de la


identidad. Nos narramos a los otros y nosotros mismos. Como sistemas autoreferenciales,
nos construimos un sistema unitario en lo que narramos y nos concebimos a partir de esta
construcción constante de identidad. El terapeuta italiano Vittorio Guidano parte de esta
idea para postular una terapia postracionalista, así tenemos que
Para Guidano la construcción de la identidad personal significa la tarea
de individualizarse y de diferenciarse respecto a un mundo, lo que
siempre implica una manera de ver el mundo y lo que es más
importante una manera de sentirse en él. Guidano señala que desde el
primer momento cada acto de identidad, cada acto de individualizarse
respecto a lo otro implica siempre la elaboración y construcción de un
significado personal (Ibíd.).
Construimos el significado personal, desde nuestra incursión al mundo
humano y se corresponde a la “secuencialización de eventos significativos, es
decir, juntar secuencias de conjuntos de eventos prototípicos que son
significativos desde el punto de vista de la activación emotiva del sujeto.” Es decir,
ponemos en una secuencia los eventos que vivimos para darnos una sensación
de unidad, “una configuración unitaria” a través de la cual habitamos un mundo y
nos sentimos parte de él y en él. Esta construcción no es un asunto sólo cognitivo
o intelectual, ya que tiene un fundamento profundamente emocional. Es así que “el
reverberar de eventos prototípicos corresponde al reverberar de modulaciones
emotivas específicas”. Es esta configuración o totalidad de “lo vivido” la que

2
soporta una historia personal, mi historia personal. “Secuencializar los eventos es
interpretarlos. Secuencializar los eventos en imágenes y escenas significa
interpretarlos, significa darles nuevos términos, darles una trama narrativa". Esto
es, el evento mismo de narrar mi historia, es construir y reconstruir la dimensión
interpretativa de la misma. Se abre entonces la dimensión hermenéutica de la
historia de vida y la congruencia de su pertinencia en la investigación cualitativa en
las ciencias humanas (a la que, reiteramos pertenece tanto la pedagogía como la
psicología).
Mantener la coherencia y la continuidad de la propia historia de vida sostiene
“el sentido de uno mismo”, sentido que “coincide con la coherencia interna de esta
historia de vida única de la cual uno es el personaje principal y que uno interpreta
y vive cada día.” (Ibíd.).
En el campo de la Historia, hay otras consideraciones interesantes a tomar
en cuenta, en tanto el contexto cultural toma relevancia en las entrevistas
realizadas con este propósito. Es así que
... la conclusión más importante que señalan los expertos en cuanto
a la historia oral es lo que se refiere al contexto cultural de la entrevista.
Es ese contexto cultural y no otra cosa lo que nos distingue como
historiadores orales de otros científicos sociales que también usan la
entrevista; me refiero al antropólogo, al sociólogo, al psicólogo, al
folklorista. Como historiadores orales tenemos que entender y analizar
los variados y diferentes pensamientos históricos y contextos culturales
que permean la entrevista y, por tanto, la contextualización que hace el
historiador es una parte sustancial de la entrevista de historia oral.
(Garay, 1999).3[3]

Ronald Grele (citado por Garay,1999) define la entrevista de historia oral


como una "narrativa conversacional". Como resultado de la actividad conjunta de
entrevistador-entrevistado, difiere de la autobiografía y las memorias. La entrevista
de historia oral tiene tres aspectos fundamentales:
1. Aspecto interno referido a los signos y a sus interrelaciones. Es la
estructura lingüística, gramatical y literaria de la entrevista.
2. La relación entrevistado-entrevistador. Esta interrelación implica una forma
estructurada que revela qué forma de comunicación se está dando en
la entrevista y qué tipo de comunicación se está transmitiendo. Esto
nos remite a las circunstancias y contextos en que se está dando la
entrevista. No podemos separar el contexto en el que se produce la
entrevista como un espacio en el que se confrontan “cara a cara un
emisor y un receptor y un público para el que ambas partes elaboran
esa historia desde sus muy particulares perspectivas y horizontes
culturales” (Ibíd.).

3
3. A quién se dirige el entrevistado. El que cuenta su historia habla para sí
mismo, para el que pregunta y, “a través del entrevistador, para una
comunidad más amplia a la que le explica su propia visión de la
historia.
Además, tomemos en cuenta que como “acto de reciprocidad” (MacMahan
citada por Garay,1999) es una conversación hermenéutica que puede permitirnos
incluso modificar “los horizontes de experiencia cultural” de ambos (entrevistador-
entrevistado). Lo que mencionábamos como sus “tramas narrativas”. Graciela de
Garay concluye:
La entrevista de historia oral implica, desde luego, el grabar una historia que cuenta
una persona mediante la conversación o el monólogo asistido que conduce un
historiador interesado en explorar las contradicciones entre los mitos, las ideologías,
las visiones de la historia, las motivaciones inconscientes, los scripts individuales y
familiares, las memorias pública y privada, lo personal y lo político.
La entrevista tiene aspectos lingüísticos, gramaticales, literarios por lo que toca a los
signos-palabras y sus relaciones; cuenta con aspectos psicológicos y sociales
condicionados por la relación entrevistado entrevistador y el contexto de la entrevista,
y tiene otro aspecto más difícil de desentrañar, me refiero al ideológico, a ese aspecto
que el individuo deja ver cuando quiere contar su historia a una audiencia más amplia,
a su comunidad. Es esa matriz ideológica que orienta al entrevistado en su praxis y
acción en el mundo. (Ibíd.)
Ahora bien, en la investigación educacional, lo biográfico-narrativo es ya una
perspectiva o enfoque específico de investigación. Esta la postura de Antonio
Bolívar Botía4[4]
Entendemos como narrativa la cualidad estructurada de la experiencia entendida y
vista como un relato; por otro (como enfoque de investigación), las pautas y formas
de construir sentido, a partir de acciones temporales personales, por medio de la
descripción y análisis de los datos biográficos. Es una particular reconstrucción de la
experiencia, por la que, mediante un proceso reflexivo, se da significado a lo
sucedido o vivido (Ricoeur, 1995). Trama argumental, secuencia temporal,
personajes, situación, son constitutivos de la configuración narrativa (Clandinin y
Connelly, 2000). Narrativizar la vida en un autorrelato es -como dicen Bruner o
Ricoeur- un medio de inventar el propio yo, de darle una identidad (narrativa). En su
expresión superior (autobiografía) es también elaborar el proyecto ético de lo que ha
sido y será la vida (Bolívar, 1999).
Bolívar en su trabajo nos presenta dos tipos de investigación narrativa en
educación, ambas legítimas e incluso complementarias, pero claramente
diferenciadas, por lo que “cada una tiene formas distintivas de generar
conocimiento y criterios específicos de validación y fiabilidad, por lo que los
informes de investigación según un modo no pueden ser verificados según el
otro.” (Ibíd.). Presento A continuación, un resumen textual de los mismos:
a) Análisis paradigmático de datos narrativos: estudios basados en
narrativas, historia oral o de vida. El análisis "cualitativo" procede por
tipologías paradigmáticas, taxonomías o categorías (patrones generales y
comunes), para llegar a determinadas generalizaciones del grupo estudiado
... Desde un punto de vista temporal, los datos pueden ser clarificados de
una manera diacrónica o sincrónica. En la forma diacrónica, los datos

4
contienen una información temporal acerca de las relaciones secuenciales
entre los acontecimientos, describen cuándo ocurrió un suceso y los efectos
que tuvo sobre los siguientes. Así, en la ordenación autobiográfica, se
incluyen referencias a cuándo y por qué determinadas acciones tuvieron
tales o cuales resultados o impactos. En la ordenación sincrónica son
enmarcados como respuestas categóricas a las cuestiones del
investigador... [se buscan] temas comunes o agrupaciones conceptuales
en un conjunto de narraciones recogidas como datos de base o de campo.
Suelen realizarse dos tipos de análisis paradigmático:
1) Los conceptos se derivan de la teoría previa, y se aplican para
determinar cómo cada una de las instancias particulares se
agrupan bajo la parrilla de categorías.
2) Otro, donde, en lugar de que el investigador imponga a los datos
conceptos derivados teóricamente, las categorías se derivan
inductivamente de los datos, que ha sido el más extendido en la
llamada investigación cualitativa. (...)
b) Análisis narrativo, propiamente dicho: estudios basados en casos
particulares (acciones y sucesos), pero cuyo análisis (narrativo, en sentido
estricto) produce la narración de una trama o argumento, mediante un relato
narrativo que torne significativos los datos. Aquí no buscamos elementos
comunes, sino elementos singulares que configuran la historia.
En contraste con el anterior modo paradigmático, el resultado de un
análisis de narrativas es, a la vez, una narración particular, sin aspirar a la
generalización; por ejemplo, un informe histórico, un estudio de caso, una
historia de vida, un episodio narrado de la vida de una persona particular.
La tarea del investigador, en este tipo de análisis, es configurar los
elementos de los datos en una historia que unifica y da significado a los
datos, con el fin de expresar de modo auténtico la vida individual, sin
manipular la voz de los participantes. El análisis requiere que el investigador
desarrolle una trama o argumento que le permita unir temporal o
temáticamente los elementos, dando una respuesta comprensiva de por
qué sucedió algo. Los datos pueden proceder de muy diversas fuentes,
pero el asunto es que sean integrados e interpretados en una intriga
narrativa. El objetivo último es, en este caso, a diferencia del modo
paradigmático, revelar el carácter único de un caso individual y proporcionar
una comprensión de su particular complejidad o idiosincrasia. (...)
A continuación, aún en materia prima para la reflexión, algunos
problemas epistemológicos y dificultades metodológicas planteadas en el
análisis narrativo y la metodología del informe científico de las narrativas de
acuerdo al mismo texto de Bolívar:
la investigación narrativa, cuyo resultado es un informe narrativo, tiene la ventaja
de no violar ni expropiar las voces de los sujetos investigados, al no imponer análisis
categoriales muy alejados de sus palabras. El problema generado es que, si respeta en
exceso el discurso emic de los profesores, la interpretación queda presa dentro de los
horizontes de los interpretados (...) imposibilitando toda explicación comparativa,
generalizable o teórica; lo que torna superflua cualquier tarea de análisis.
(...)
Un análisis formalista o fuertemente categorial fragmenta en elementos codificables el
discurso, descontextualizándolo. Pero una "fidelidad" extrema al propio discurso limitaría el
análisis al proporcionar otra narrativa de la información recogida, sólo que ahora el discurso
se encuentra enhebrado. Las relaciones entre quien informa y analiza la información,
creemos, no pueden limitarse a "tomar nota". La tarea es, por una parte, descifrar
significativamente los componentes y dimensiones relevantes de las vidas de los sujetos y,
por otra, situar los relatos narrativos en un contexto que contribuya a proveer una estructura
en que tome un sentido más amplio. Para que los relatos sean relevantes a los propósitos de
la investigación, deben ser reconstruidos de acuerdo con determinados modos
paradigmáticos aceptados para analizar la información.
(...)
Hemos dado cuenta de la tendencia en ciencias sociales que "recorta" las voces registradas
de los actores, según el gusto del investigador, manipulando el discurso originario.
Actualmente, el asunto estriba en lograr un equilibrio entre una interpretación que no se
limite, desde dentro, a los discursos de los entrevistados, ni tampoco una interpretación,
desde fuera, que prescinda de los matices y modulaciones del discurso narrado. Superar el
mero "collage" de fragmentos de textos mezclados ad hoc implica que el investigador debe
penetrar en el complejo conjunto de símbolos que la gente usa para conferir significado a su
mundo y vida, logrando una descripción lo suficientemente rica donde obtengan sentido.
(...)
Recurriendo a la metáfora del paisaje, Bruner (1988) decía: "el relato debe construir dos
paisajes simultáneamente": el paisaje exterior de la acción y el paisaje interior del
pensamiento y las intenciones. Nos encontraríamos, entonces, en que hay un doble discurso:
enunciado de hechos o acontecimientos, y lo que piensa y siente ante ellos. Se evoca el
pasado junto a un juicio sobre su vida y presente, lo que suscita la anticipación de futuros
posibles. En relación con el primer paisaje, a lo largo de las entrevistas o narraciones
biográficas se hacen continuas referencias a acontecimientos externos en relación con los
cuales se va inscribiendo la vida. Además de esta función referencial (describe el estado de
cómo son las cosas), hay una función modal (lo que se piensa de ellas) e, incluso, una
función de acto (alterar el estado del oyente). Si el primer tipo de discurso, con función
referencial, puede ser categorizado; el segundo, más modal, no se deja atrapar con
categorías temáticas.
(...)
visión binocular, una "doble descripción". Por una parte, se necesita un retrato de la realidad
interna del informante; por otra, se tiene que inscribir en un contexto externo que aporte
significado y sentido a la realidad vivida por el informante. Hay que situar las experiencias
narradas en el discurso dentro de un conjunto de regularidades y pautas explicables
sociohistóricamente, pensando que el relato de vida responde a una realidad socialmente
construida, sin embargo, no se puede desdeñar que es completamente única y singular.
(...)
... como investigación educativa, debe tener conjuntamente un formato de argumentación
narrativa y apoyarse -con algún grado de sistematicidad- en datos. La forma de presentación
no determina la investigación, sino la forma en que se argumenta y justifica.
(...)
El proceso de un análisis narrativo es, entonces, sintetizar un agregado de datos en un
conjunto coherente, en lugar de separarlos por categorías. El resultado de esta integración
narrativa es una comprensión en retrospectiva de los hechos pasados, según una secuencia
temporal continua, para llegar a un determinado fin. Aquí el proceso recursivo se mueve de
los datos obtenidos a la emergencia de una determinada trama argumental. Esta trama
argumental determina qué datos deben ser incluidos, con qué orden y con qué final.
El informe es una historia que el investigador-escritor se cuenta en primer lugar a sí mismo,
a otras personas significativas y, sobre todo, al público lector. La investigación narrativa es
un proceso, complejo y reflexivo, de mutación de los textos del campo a los textos para el
lector. El investigador recrea los textos de modo que el lector pueda "experimentar" las vidas
o acontecimientos narrados. Los discursos recogidos en el campo son, entonces,
transformados en documentos públicos, de acuerdo con las pautas cambiantes que suelen
regir en la comunidad científica en cuestión.
(...)
El investigador se convierte en aquel que construye y cuenta la historia (researcher-
storyteller) por medio de un relato, donde a menudo deja oír su voz. Pero en la medida en
que la narración quiere ser realista, el investigador debe incluir evidencias y argumentos que
apoyen la plausibilidad de la narración ofrecida.
(...)
Una buena investigación narrativa no es sólo aquella que recoge bien las distintas voces
sobre el terreno, o las interpreta, sino también aquella que da lugar a una buena historia
narrativa, que es, en el fondo, el informe de investigación. Desde esta perspectiva, lo que en
la investigación convencional se llama "explicación", no sería más que la mejor forma en que
se organiza un relato para que sea comprensible y convincente.
(...)
El informe de una investigación narrativa debe ser, él mismo, narrativo.
(...)
la investigación narrativa permite representar un conjunto de dimensiones de la experiencia
que la investigación formal deja fuera, sin poder dar cuenta de aspectos relevantes
(sentimientos, propósitos, deseos, etcétera). Nuestra postura actual es que esto no debiera
significar rechazar cánones de razonamiento y justificación comúnmente admitidos. Hay que
situar las experiencias narradas en el discurso dentro de un conjunto de regularidades y
pautas explicables sociohistóricamente, pensando que el relato de vida responde a una
realidad socialmente construida, sin embargo, no se puede desdeñar que es completamente
única y singular. En fin, estamos ante el dilema ya referido de conjugar un punto de vista del
nativo (emic) y del investigador (etic). En muchas ocasiones, los papeles del cognoscente y
conocido cambian o, mejor, dejan de diferenciarse para conjuntarse, rompiendo con lo que
ha sido un principio intocable de la objetividad cognoscitiva.

BIBLIOGRAFIA
Bolívar, A. (2002). "¿De nobis ipsis silemus?": Epistemología de la
investigación biográfico-narrativa en educación. en Revista Electrónica de
Investigación Educativa, 4 (1). Consultado el 04 de 08 de 2004 en el World Wide
Web: http://redie.ens.uabc.mx/vol4no1/contenido-bolivar.html /
Garay, Graciela de (1999) La entrevista de historia oral: ¿monólogo o
conversación?. .Conferencia presentada en el “Primer Taller de Historia Oral del
Noroeste: Métodos e Investigaciones” Instituto de Investigaciones Históricas
(UABC) y la Asociación Mexicana de Historia Oral. Tijuana, Baja california,
México. En línea en : http://redie.ens.uabc.mx/vol1no1/contenido-garay.html .
2004-02-20.
Portelli , Alessandro (s.f.) Peculiaridades de la historia oral. p.35-44
Rojas Soriano (2000) Guía para realizar investigaciones sociales. UNAM.
México.
Ruiz, Alfredo (s.f) La Narrativa en la Terapia Cognitiva Post-Racionalista. INTECO. En
http://www.inteco.cl/articulos/002/texto_esp.htm . 2005-01-22

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