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El ser humano se diferencia de los demás seres por su capacidad racional, ésta cuenta con
dos facultades: inteligencia y voluntad. Gracias a estas facultades el ser humano es
conciente de que es conciente y es libre, es decir, no está determinado a ningún fin, ni a
ningún medio para llegar a los fines que se propone.
a. Postura materialista: señala que el ser humano está compuesto sólo por materia. El ser
humano sólo es su cuerpo.
Esta postura señala que la capacidad racional es causada por el cerebro, pero si observamos
con detenimiento las funciones que realizamos nos damos cuenta que el cerebro no puede
ser la causa exclusiva de muchas funciones que realizamos: reflexionamos, generamos
conceptos universales, somos creativos, libres, generamos sentimientos, tenemos una
concepción del tiempo diferente a la animal pues podemos voluntariamente pensar en el
pasado y planear el futuro, etcétera. Estas facultades no se explican sólo con la materia,
necesitamos que intervenga algo más, algo inmaterial, pues la materia está limitada a lo
concreto, a un espacio y a un tiempo determinado, está limitada a lo particular; en cambio,
gracias a la reflexión podemos salir de nosotros y vernos desde fuera; los conceptos
universales hacen a un lado lo particular y se quedan con lo general, con lo universal;
podemos autodominarnos, encausar los deseos y las emociones materiales hacia donde
nosotros queremos... ¿cómo generar estas funciones si el ser humano sólo fuese materia?
Yepes señala que la inteligencia es inmaterial puesto que es capaz de superar el tiempo,
pensar, querer, amar, etcétera
b. La postura inmaterialista: señala que el ser humano es sólo espíritu, que lo que pensamos
es cuerpo en realidad no lo es, sino es un elemento inmaterial.
Pero es evidente la existencia de lo corpóreo material, sin cuerpo no podemos ponernos en
contacto con el mundo, no podemos generar interioridad, ni tampoco podemos
manifestarnos.
c. La postura dual: señala que el ser humano cuenta con dos elementos, el cuerpo y el alma
racional inmaterial.
Esta postura se divide a su vez en dos: la dualista y la dual moderada.
c.1. La dualista señala que el ser humano es su alma, su cuerpo sería la cárcel. Esta
postura desprecia lo material, pero sin esta materia que nos compone, sin esta carga
genética ¿seríamos siendo nosotros?
c.2. La dual moderada señala que el ser humano es un compuesto de cuerpo y alma
racional inmaterial. Para esta postura el ser humano es un cuerpo inteligente y una
inteligencia corporeizada, para ser un ser humano en concreto se necesitan ambos
elementos.
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2. INTELIGENCIA:
El conocimiento es la posesión inmaterial de la forma de una cosa sin perder por ello la
propia forma y sin afecta la forma de lo conocido.
Conocimiento animal
Genera una interioridad y una apertura mayor que la que poseen los seres vegetales, pero
menor a la que poseen los seres racionales.
El conocimiento animal es empírico, éste se genera gracias a una sensibilidad tanto externa
como interna. El conocimiento empírico es la forma más elemental de conocimiento. Pasos
que se dan en el conocimiento empírico:
Sensación: gracias a ella el animal capta las cualidades, los accidentes de los seres.
El órgano sensorial recibe un estímulo del exterior, éste estímulo es transmitido por
el sistema nervioso central al cerebro.
Percepción: por ella el animal relaciona los sensibles, los integra en un órgano
común: el cerebro.
Imaginación: el cerebro construye una imagen (táctil, olfativa, gustativa, auditiva,
visual) del sensible percibido.
Memoria: el cerebro conserva las imágenes.
Estimativa: Permite asociar estas imágenes, valorándolas como apetecibles o
desagradables.
De esta manera el animal puede actuar condicionadamente, es decir, sólo busca lo
apetecible y huye de lo desagradable. Esto lo puede hacer gracias a las funciones apetitivas
que son las tendencias que mueven al ser vivo hacia su autorrealización.
Las tendencias sensibles se dividen en dos apetitos:
Los irascibles: son los impulsos que dirigen al animal a un fin.
Los concupiscibles: son los deseos.
Conocimiento racional:
Genera una interioridad y una apertura mayor que el animal.
Este conocimiento tiene su origen en el conocimiento empírico, pero además interviene la
capacidad racional para generar el conocimiento racional.
Etapas del conocimiento racional:
a. Conocimiento empírico: El conocimiento racional parte de lo que generó el conocimiento
sensible.
b. Abstracción y formación de conceptos: A las imágenes construidas por el cerebro, el ser
humano le abstrae lo general, lo universal, y desecha lo particular, así forma los conceptos.
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c. Memoria racional: Estos conceptos son almacenados gracias a la memoria racional.
d. Juicio: Es un acto mental por medio del cual se unen (afirmando) o separan (negando)
los conceptos.
e. Raciocinio: Es un acto mental por medio del cual se unen o separan varios juicios y se
produce un nuevo juicio. Estos raciocinios pueden ser deductivos (van de lo general a lo
particular) o inductivos (van de lo particular a lo general).
3. VOLUNTAD
La voluntad es la apetencia del bien. La voluntad está determinada al bien en general, pero
no al bien en concreto. La voluntad está abierta a cualquier bien.
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La voluntad no actúa al margen de la razón, pues la inteligencia y la voluntad son dos
facultades de la capacidad racional que no están separadas en la realidad, sino que son dos
funciones de una misma capacidad, se distinguen con el objeto de estudiarlas.
Gracias a la voluntad nos inclinamos al bien conocido intelectivamente.
La voluntad es diferente al deseo animal porque éste solo valora en tanto apetecible o
desagradable. En cambio la voluntad valora racionalmente las opciones que le presenta la
inteligencia.
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objetivamente todos los seres humanos tenemos la misma dignidad. ¿Cómo
conciliar mi bien con el del otro? Eligiendo los bienes superiores. El bien superior
es el bien común, el bien inferior es el egoísmo.
El bien común es el bien de todos y cada uno de los seres humanos tomando en
cuenta las generaciones futuras. Engloba y supera los bienes particulares. Respeta la
dignidad de cada ser humano y está encaminado al desarrollo de cada ser humano, a
la felicidad de cada ser humano. El bien común no está sobre los bienes particulares,
porque generaría totalitarismos. El bien común no es inferior a los bienes
particulares, porque generaría anarquía, individualismo, egoísmo.
El bien moral consiste en elegir un bien particular que no atente contra uno mismo
ni contra otro ser humano, es decir, que no destruya, dañe o impida el desarrollo de
cualquier ser humano; y que además, colabore al desarrollo integral de uno mismo y
de los demás. Para actuar bien es necesario: respetar al otro (reconocer al otro como
ser humano, como fin en sí mismo), sentir empatía (reconocer el sentimiento del
otro), sentir compasión (sentir con el otro), y amarlo (buscar voluntaria y
desinteresadamente el bien del otro como si fuese propio).
El mal moral consiste en elegir un bien particular que destruya, dañe o impida el
desarrollo de cualquier ser humano.
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4. AFECTIVIDAD
Los seres humanos podemos generar sentimientos cuando, gracias a la libertad, encausamos
nuestros deseos (apetito concupiscible) y emociones (apetito irascible) hacia donde nos
indica nuestra razón. Es indispensable vivir con pasión, pero no dominados por ella. Las
pasiones no son fines en sí mismas, tienen que ser encausadas por la razón.
La virtud se da cuando el ser humano se guía por su razón, no cuando se deja llevar por
ellas (sentimental), ni cuando las suprime (cerebral, fío, apático), sino cuando las encausa.
En los sentimientos se unen la parte corporal y la espiritual del ser humano, genera las
conductas del hombre, se manifiesta a través del lenguaje: de los gestos, del arte...
5. VIDA LOGRADA
Para lograr la armonía que conducirá al ser humano a la felicidad, es decir, para llegar a la
vida lograda, a la plenitud del desarrollo de todas las dimensiones humanas, el ser humano
necesita: conocer la realidad, ejercitar su voluntad y ayudarse del sentimiento. Esto exige
una armonía del cuerpo y del alma. La mejor manera de lograr esta armonía es encargar a la
razón el mando sobre el resto de las dimensiones humanas puesto que la inteligencia es la
facultad superior y distintiva del ser humano.
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Hay muchos tipos de amor: a Dios (sólo amamos a Dios si amamos a nuestro prójimo como
a nosotros mismos), a nuestros padres, hermanos, hijos, amigos, pareja, incluso a nuestros
enemigos... El amor es la máxima comunicación porque buscamos el bien del otro como si
fuese el propio, gracias al amor logramos la unión perfecta.
No es una pasión involuntaria, sino que depende del conocimiento y del ejercicio de la
voluntad, amar es una decisión, aunque debemos amar con pasión.
Para amar hay que saber ser agradecido ( reconocer el bien que se nos da y devolverlo con
otro bien cuando más se necesite) y perdonar ( el verdadero perdón consiste en desear y
buscar el bien del que nos hizo un daño).
Al amar trascendemos. Trascender significa ir más allá, salir de uno mismo, salir de nuestro
egoísmo.
UNIDAD CUATRO
La definición de Boecio nos dice que una Persona es una “sustancia individual de
naturaleza racional”. Se refiere a las sustancias racionales, dueñas de sus actos, libres.
Esto significa que el ser humano es persona. Es persona todo su ser (sustancia), no alguna
de sus partes, es persona cada ser humano (individual), es persona porque su diferencia
específica (naturaleza) consiste en poseer la capacidad racional (racional).
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El significado originario de persona proviene del griego prosopa, esta palabra hace
referencia a las máscaras que se usaban en las comedias y tragedias para los seres dotados
de una dignidad especial.
Se aplicó el término persona a los seres racionales porque es de gran dignidad subsistir en
la naturaleza racional.
A todo individuo con esta naturaleza se le llama persona.
Una persona es tal por el sólo hecho de tener la capacidad de ejercer la racionalidad,
aunque no la ejerza en acto. Yepes señala: “El hecho de no ejercer, o de no haber ejercido
aún las capacidades propias de la persona, no conlleva que ésta no lo sea o deje de serlo,
puesto que quien no es persona nunca podrá actuar como tal, y quien sí lo es puede llegar
en el futuro a actuar como tal si tiene esa capacidad pues ya es persona”.
2. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
La persona posee una dignidad derivada de su capacidad racional. Esta dignidad significa
que merece ser respetada como lo que es, como persona. Es decir, a las personas se les trata
como fines en sí mismas, se debe respetar su búsqueda de conocimiento, y su capacidad de
elección, por tanto, una persona no puede ser manipulada.
La dignidad del ser humano procede en última instancia de Dios, porque Él nos creo a su
imagen u semejanza, sin embargo, podemos justificar la existencia de esta dignidad porque
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los seres humanos poseen la capacidad racional, y gracias a ella los seres humanos pueden
ser concientes de sí mismos y ser libres.