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Nota:
El Ministro de Finanzas y Crédito Público es actualmente el Ministro de Economía y Finanzas
(D.E. 366, R.O. 81, 19-V-2000). Sin que eso cambie la esencia de sus funciones y de las políticas
y obligaciones que debe cumplir, así como de las atribuciones y facultades que debe implementar
a favor de los trabajadores.
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CODIGO DEL TRABAJO: Art. 106.- Saldo de utilidades no distribuidas.- Si hubiere algún saldo
por concepto de utilidades no cobradas por los trabajadores, el empleador lo depositará en el
Banco Central del Ecuador a órdenes del Director General o Subdirector del Trabajo, en sus
respectivas jurisdicciones, a más tardar dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que
debió efectuarse el pago, a fin de cancelar dicho saldo a los titulares. Si transcurrido un año del
depósito, el trabajador o trabajadores no hubieren efectuado el cobro, el saldo existente
incrementará automáticamente los fondos a los que se refiere el artículo 631 de este Código.
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ex trabajadores de una empresa, el pleno de la Corte Suprema de Justicia del
Ecuador, resolvió4 que: “ Sin perjuicio de las facultades que en el orden
administrativo competen al Director General, a los subdirectores y a
los inspectores de trabajo, los jueces de la materia tienen
competencia para conocer y resolver acerca de las reclamaciones
individuales sobre el pago de utilidades que plantearen los
trabajadores..” que en virtud de la antes citada resolución, la misma
que es de cumplimiento obligatorio hasta que la legislatura diga lo
contrario, los jueces individuales de trabajo también pueden conocer
de reclamos de utilidades que planteen trabajadores en contra de una
empresa no obstante que dicha competencia recae principalmente
sobre los funcionarios del Ministerio del ramo; que esta realidad jurídica
fue confirmada por el Ministerio de Trabajo y Empleo, que ahora se denomina
“Ministerio de Relaciones Laborales”, en un caso igual al de ex trabajadores y
trabajadores de Cervecerías, y que fue iniciado por los ex trabajadores de LA
COMPAÑÍA HOLCIM a partir de una denuncia en el sentido de que la empresa
no había distribuido utilidades a sus trabajadores entre los años 1999 y 2003;
que en dicho procedimiento administrativo los denunciantes probaron, como
en el caso de Cervecería, que la empresa denunciada, es decir, Holcim,
controlaba a un grupo de compañías supuestamente tercerizadoras con las que
los trabajadores habían celebrado contratos de trabajo, y que en virtud de este
sistema Holcim no les había distribuido a los trabajadores la parte de sus
utilidades, tal como lo manda la Constitución y el Código de Trabajo; que en el
procedimiento administrativo LA EMPRESA HOLCIM esgrimió como defensa
que los funcionarios del Ministerio de Trabajo y Empleo no eran competentes
para conocer y resolver del reclamo de los ex trabajadores, pues dicha
competencia, a criterio de la empresa, la tenían únicamente los jueces de
trabajo; que el entonces Ministro del Trabajo y Empleo, Abogado Antonio
Gagliardo, solicitó un dictamen jurídico al Procurador General del Estado, el
mismo que manifestó que el Ministro de Trabajo tiene competencia para
conocer del reclamo de los ex trabajadores de HOLCIM; que el Ministro de
Trabajo con fecha 6 de julio de 2007 resolvió el reclamo ordenando a la
empresa que deposite en el Banco Central del Ecuador la suma USD $
31.670.874,28, bajo las prevenciones de imponerle una multa por el duplo en
caso de no hacerlo en el término concedido, tal como lo dispone el Código del
Trabajo; que en su resolución el Ministro de Trabajo expresamente invocó
como fundamento legal para su decisión lo dispuesto en el artículo 104, 106 y
1105 del Código del Trabajo y la resolución del pleno de la Corte Suprema de
Justicia de 1989; que la empresa Holcim había solicitado un amparo para
suspender los efectos de la resolución del Ministro, el mismo que fue negado
tanto por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo No. 2 con sede
en Guayaquil, y posteriormente por el máximo órgano de justicia
constitucional: el Tribunal Constitucional; que durante este proceso
constitucional el argumento de Holcim en el sentido de que el Ministro
Gagliardo no era competente para resolver el reclamo de los ex trabajadores
4
Ver: El Pleno de La Corte Suprema de Justicia del Ecuador, dicta un fallo en uso de la facultad
que les confería el Art. 15 de la Ley Orgánica de la Función Judicial, mediante Jurisprudencia de
19 de julio de 1989, publicada que fuera en el Registro Oficial No. 245 del 2 de agosto de 1989.-
5
CODIGO DEL TRABAJO: Art. 110.- Facultad del Ministro relativa al pago de utilidades.- El
Ministro de Trabajo y Recursos Humanos resolverá las dudas que se presentaren en la aplicación
de las disposiciones relativas al pago de utilidades.
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de Holcim fue negado en las dos instancias; que el Tribunal Constitucional, el
máximo órgano de justicia constitucional, declaró expresamente, entre otras
cosas, que el Ministro Gagliardo “procedió a disponer el pago de
utilidades dentro del ámbito de sus competencias determinadas en el
Código del Trabajo y en el Estatuto del Régimen Jurídico
Administrativo de la Función Ejecutiva, teniendo como sustento el
informe del Servicio de Rentas Internas…” ; que posteriormente al
depósito que hizo Holcim en el Banco Central del Ecuador del monto de las
utilidades que no había repartido entre sus trabajadores por los años 1999 a
2003, la empresa Holcim presentó una acción contencioso administrativa
tendiente a anular la resolución del Ministro de Trabajo en razón de que, a
criterio de la accionante, el ahora Ministro de Relaciones Laborales no era
competente para resolver el reclamo de los ex trabajadores; que en dicho
juicio contencioso administrativo el Ministerio de Relaciones Laborales viene
defendiendo la tesis de que el Ministro de Trabajo sí es competente para
ordenar el pago de utilidades, es decir, para dictar la resolución que Holcim
impugna; que igual defensa ha esgrimido la Procuraduría General del Estado;
que mediante oficio T.3979-SGJ-09-1021, del 1º de abril de 2009, el Secretario
Jurídico de la Presidencia de la República, se dirige a varios dirigentes
laborales, entre ellos, al Señor Arturo Cervantes Ronquillo, en contestación a
solicitudes que ellos le habían presentado al Presidente de la República para
que atienda sus reclamos directamente, en estos términos: “ Me refiero a
sus comunicaciones de 3 de febrero y 31 de marzo de 2009, enviadas
al señor Presidente Constitucional de la República y a esta Secretaría
General Jurídica, respectivamente, en las cuales denuncian que no se
les habría pagado las utilidades a que tendrían derecho, como ex
trabajadores de las empresas Holcim, Cervecería Nacional, Ecuador
Bottling Company y Delisoda. En este sentido, les informo que la
resolución del reclamo propuesto es competencia del señor Ministro
de Trabajo y Empleo, de conformidad con lo que disponen los artículos
107 y 110 del Código del Trabajo, por los que tiene la atribución de
imponer las multas correspondientes por el incumplimiento en el pago
de las utilidades, y de resolver las dudas respecto a la aplicación de
las disposiciones referentes a las utilidades. No obstante lo antes
expuesto, también pueden acudir a la justicia, para solicitar el pago
de las utilidades a que tendrían derecho”; que a pesar del claro sentido
del artículo 110 del Código del Trabajo, de la expresa resolución del pleno de la
Corte Suprema de Justicia de 1989, de la opinión del Procurador General del
Estado, de la resolución expedida por el Ministro de Trabajo y no obstante la
sentencia del Tribunal Constitucional que han sido mencionados, el Director
Regional del Trabajo, en el presente caso, dictó una resolución con fecha 26 de
enero de 2010, declarando que él carecía de competencia para resolver el
procedimiento administrativo; pues, a su criterio, eran los jueces del trabajo
los llamados a resolver cualquier disputa con respecto a la distribución de
utilidades; que el accionante interpuso oportunamente un recurso
administrativo de apelación para ante el Ministro de Relaciones Laborales,
máxima autoridad administrativa del Ministerio de Relaciones Laborales; que
en la etapa de apelación, Cervecería jamás cuestionó que las supuestas
empresas tercerizadoras eran empresas que en realidad estuvieron bajo su
control, es decir, que no eran realmente “terceras” empresas, como tampoco
negó que jamás repartió entre los trabajadores de tales empresas, y que en
realidad eran suyos, el 15% de las utilidades líquidas, ni cuestionó la suma de
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US $ 90,929,135 00/100 como la suma que corresponde a ese 15% de
utilidades; que el Ministro de Relaciones Laborales Ingeniero Richard
Espinosa Guzmán con fecha 7 de julio de 2010 dictó una resolución en
la que confirmó la resolución dictada por el Director Regional del
Trabajo en el sentido de que dicho funcionario no era competente
para conocer y resolver el reclamo presentado por los ex trabajadores
y trabajadores de Cervecería; que, a pesar de su decisión, el Ministro de
Relaciones Laborales no dejó de admitir que Cervecería Nacional CN S.A. actuó
fraudulentamente al haber ocultado que ella controlaba directamente a las
supuestas empresas tercerizadoras, y que había sometido a sus trabajadores
un régimen contrario a la constitución y leyes, así como atentatorio a la
dignidad humana, en definitiva, que los trabajadores de las “terceras
empresas” eran en realidad trabajadores de la misma Cervecería Nacional; que
en su demanda ante el Juzgado Duodécimo de lo Civil del Guayas, el
accionante acusa la inconstitucionalidad de la resolución del Ministro
Relaciones Laborales por violar, entre otros derechos, el principio de igualdad
constitucional; que dicho principio constitucional se quebranta cuando ante
situaciones iguales o semejantes, la ley se interpreta o aplica de manera
desigual o de forma no semejante; que en la especie no solo que la legislación
laboral, y en concreto, el Código del Trabajo, facultaba al Ministro de
Relaciones Laborales para atender el reclamo sino que el máximo órgano de
control y justicia constitucional, el Tribunal Constitucional, confirmó que
el Ministro tiene esa potestad, es decir, que los funcionarios del
Ministerio de Relaciones Laborales, antes Ministerio de Trabajo y
Empleo, tienen de competencia para conocer y resolver de reclamos
como los presentados por los trabajadores y ex trabajadores de
Cervecería Nacional CN S.A.; que no existiendo en la ley alguna
diferenciación, no cabe a los encargados de aplicarla hacerlo de manera
discriminatoria o arbitraria; es decir, aplicarla en unos casos de una manera; y,
en otros casos, de forma diferente si entre los supuestos fácticos de ambos
casos no existe diferencia relevante alguna; que consta en el expediente que
luego del sorteo previsto en la ley (fs. 41), la demanda del accionante recayó
en el Juzgado Duodécimo de lo Civil del Guayas; Que el Juez de la causa en el
auto de admisión (fs. 90) y calificación de la acción constitucional convocó
inicialmente para el día 23 de julio del 2010, a las 10H00; ulteriormente (fs.
93) se convocó para el 7 de octubre de 2010 a la respectiva audiencia y que a
ella comparecieron, según el acta de la audiencia (fs. 123 hasta 127 y vuelta)
la parte actora, el Ministro de Relaciones Laborales y el Director Regional de la
Procuraduría General del Estado, a través de delegados debidamente
autorizados, audiencia que luego de haber sido suspendida, se reanudó por
disposición del Señor Juez el 22 de octubre de 2010, a las 10h00, y en la cual
el titular de la judicatura Abogado Pedro Iriarte Suarez declaró ante los
concurrentes a la audiencia que había resuelto declarar fundada la acción de
protección constitucional; es decir, “ACEPTABA LA DEMANDA” (fs. 137) luego
de lo cual el delegado del Procurador General del Estado manifestó que desde
ya apelaba de la misma; que consta también en el proceso que con fecha 26
de octubre de 2010, a las 09h34, el Juez Duodécimo de lo Civil del Guayas
expidió su sentencia constitucional (fs. 139 hasta la fs. 144) en la que luego de
largas consideraciones resolvió que el Ministro de Relaciones Laborales,
Ingeniero Richard Espinosa Guzmán violó los artículos 3.1., 11.2., 66.4., 76.7.,
literal L) y 82 de la Constitución; que el juez a quo declaró que quedaba
sin efecto la resolución que dicho Ministro dictó el 7 de julio de 2010,
10
a las 10h45, dentro del recurso de apelación NO. 41-DTJAJ-2010; que
ordenó que el Ministro de Relaciones Laborales, o quien lo subrogue
en el cargo, restituya el derecho de los afectados dictando, dentro del
mismo procedimiento, la resolución que ordene el pago de las
utilidades, tal como lo hizo el mismo Ministerio en el caso Holcim; que
con fecha 29 de octubre de 2010, el Ministro de Relaciones Laborales (fs.
147 a 148 y vuelta) y la parte actora solicitaron (fs. 153 a 156) la aclaración y
ampliación de la sentencia; que el mismo día 29 de octubre de 2010
Cervecería Nacional CN S.A., (fs. 158 a fs. 162) en ejercicio de su derecho de
la defensa, solicitó que se la considere en el proceso como tercero
coadyuvante; que con fecha 10 de noviembre de 2010 al solicitarle al juez a
quo que explique “por qué ha procedido de la forma que usted lo ha hecho” se
adhirió a los recursos horizontales interpuestos por el Ministro y por el
delegado de la Procuraduría; que luego de correr traslado a cada parte (fs. 168
) con copia de los recursos interpuestos por la otra y habiéndoles concedido un
término para que cada una se pronuncie sobre ellos, con fecha 22 de
noviembre de 2010, a las 15H33, el juez de la causa dictó (fs. 180 a 181 y
vuelta) una providencia en la que aclaró los argumentos constitucionales de su
sentencia estableciendo que si hay algo que parece ser un incuestionable
principio de justicia –si no el principio de justicia- es que “hay que tratar de
igual manera los casos iguales”, y la amplió imponiéndole al Ministro un
término perentorio de cinco días para que dicte la resolución en los términos
que constaba en su demanda, es decir, que le ordene a Cervecerías que
deposite en el Banco Central del Ecuador el monto que los trabajadores vienen
reclamando por utilidades no distribuidas entre los años 1990 a 2005. Que con
fecha 29 de octubre de 2010 Cervecería Nacional CN S.A., en ejercicio de su
legítimo derecho a la defensa, interpuso recurso de apelación (fs. 157 a fs. 162
), recurso que también lo interpuso por la parte actora (fs. 195 ), aunque por
razones diferentes; que con fecha 24 de noviembre de 2010, (fs. 183, 184 y
185 y vta.) el Juzgado Duodécimo de lo Civil del Guayas recibió copia de una
resolución dictada el 22 de noviembre de 2010 por el Juez Adjunto de Tránsito
de Pichincha, Dr. César Fabara Benálcazar, en la que acepta un pedido de
Cervecería respecto de medidas cautelares solicitadas en contra la decisión del
Juez Iriarte de Guayaquil, [en el sentido de que el Ministro Richard Espinosa
dicte una resolución en el caso de los ex trabajadores y trabajadores de
Cervecerías en sustitución de la que dictó el 7 de julio de 2010, y por la cual se
ordene a Cervecerías a depositar en el Banco Central del Ecuador las utilidades
no distribuidas entre sus trabajadores por el período 1990 a 2005, hasta que la
Corte Provincial del Guayas resuelva el recurso de apelación que Cervecería
Nacional CN S.A. interpuso]; a sabiendas de que el artículo 27 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece
claramente que no procederán medidas cautelares cuando se trate de
ejecución de órdenes judiciales, es decir, para impedir o eludir el cumplimiento
de una orden judicial. Radicada la competencia en esta Sala mediante
sorteo electrónico y estando la causa, en ésta segunda y última
instancia, en estado de dictar sentencia se considera: PRIMERO:
VALIDEZ.- El proceso es válido, pues no se observa vicios de procedimiento
que puedan afectar de nulidad este proceso constitucional, por lo que se
declara su validez SEGUNDO: COMPETENCIA: El Juez Décimo Segundo de lo
Civil fue el competente por sorteo de ley, para conocer la Acción de protección
Constitucional, según lo establecido en los Arts. 86 No. 2 y 88 de la
Constitución, en vigencia publicada en el Registro Oficial No. 449 de lunes 20
11
de Octubre del 2008; en concordancia con los Arts. 7 y 31 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, publicado en el Registro
Oficial No. 52 de jueves 22 de Octubre del 2009; y, cuya competencia en
alzada recayó, en virtud del sorteo de ley, en la Tercera Sala de lo Penal y de
Tránsito de la Provincia del Guayas. - TERCERO: LA CUESTIÓN DE LOS
TERCERISTAS: Habiendo: 1.- Cervecería Nacional CN S.A. impugnado la
sentencia de instancia por no haberse contado con ella como tercero
interesado, esta Sala cree necesario detenerse en este asunto como paso
previo a otras consideraciones. En efecto, Cervecería alega que el juez a quo
violó su derecho a la defensa al no haber ordenado que sea citada en legal y
debida forma. Al respecto hay que hacer las siguientes puntualizaciones: A) La
demanda presentada por Eduardo Arturo Cervantes Ronquillo tiene por objeto
que se declare la nulidad, por violatorio de sus derechos constitucionales, de
un acto administrativo que dictó el Ministro de Relaciones Laborales, en otras
palabras, la pretensión constitucional del actor es que se deje sin efecto el
contenido de ese acto de poder público. Ello significa que es solamente con el
órgano emisor del acto impugnado con quien debió principalmente trabarse la
relación jurídico procesal. En efecto, si la autoridad demandada fue el Ministro
de Relaciones Laborales, era con esta autoridad con la que la relación jurídico-
procesal debió establecerse, como en efecto así sucedió. B) Ahora bien, ¿es
requisito indispensable que el juez a quo cuente en el proceso con la
participación del tercero interesado? La Sala no encuentra sustento, en este
caso, para afirmar que tal requisito es obligatorio o indispensable6, como
tampoco lo hace Cervecería en su escrito de apelación en el que se limita
hacer afirmaciones genéricas al respecto. Debe recordarse que el tercero es
aquella persona que sin ser demandante ni él directamente
demandado, acude voluntariamente, en forma provocada o necesaria,
a defender una pretensión o la oposición a una pretensión con
carácter ya autónomo, ya subordinado a la actuación de una de las
partes originarias, por hallarse vinculada a ésta mediante una relación
de conexidad o afinidad. Como enseña la doctrina procesal7, la intervención
de los terceros puede ser voluntaria, provocada o necesaria. La intervención es
voluntaria cuando se produce por la voluntad del propio tercero. Provocada,
cuando se debe a la voluntad de una de las partes originarias. Y es necesaria
cuando la requiere un mandato de la ley procesal. C) Ahora bien, debe tenerse
en cuenta que en el proceso constitucional ecuatoriano la intervención del
tercero es excepcional y facultativa. El artículo 12 de la LGJyCC establece que
“podrán intervenir en el proceso, en cualquier estado de la causa,
6
Cosa muy distinta es que los terceros que tengan interés en alguna causa principal que afecte
sus derechos, comparezcan ellos, presentando un escrito de “amicus curiae” pidiendo ser
escuchados antes de la sentencia. Más en detalle ver el Art. 12 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional. Sin embargo, de comparecer, debe de atenderse su
comparecencia.
7
9
CONSTITUCION DEL ECUADOR, de 1978, codificada, publicada en el Registro Oficial No. 763,
de martes 12 de junio de 1984; Ver también la Codificación de la Constitución del Ecuador de
1978 (con los tres bloques de reformas constitucionales) publicada en el Registro Oficial No. 969
de 18 de junio de 1996.
10
Codificación de la Constitución del Ecuador de 1978 (con los tres bloques de reformas
constitucionales) publicada en el Registro Oficial No. 969 de 18 de junio de 1996. En donde en el
Art. 49 literal k) se leía: “Sin perjuicio de la responsabilidad principal del obligado directo y
dejando a salvo el derecho de repetición, la persona en cuyo provecho se realice la obra o se
preste el servicio es responsable solidaria del cumplimiento de las leyes sociales, aunque el
contrato de trabajo se realice por intermediario.”. Ibídem: La Constitución de 1998, publicado en el
Registro Oficial No. 1 de 11 de aqosto de 1998, en el Art. 35 numeral 11 se leía: “Sin perjuicio de
la responsabilidad principal del obligado directo, y dejando a salvo el derecho de repetición, la
persona en cuyo provecho se realice la obra o se preste el servicio es responsable solidaria del
cumplimiento de las leyes laborales, aunque el contrato de trabajo se efectúe por intermediario.”
11
Puede verse el DE No. 2166 del 14 de octubre del 2004, del presidente Lucio Gutiérrez.. Al
respecto puede consultárselos comentarios contenidos en el libro del Director del Instituto del
15
personas12 pero con dos advertencias, la primera, que la persona en
provecho de la cual se prestaban los servicios de trabajo era “responsable
solidaria del cumplimiento de las leyes sociales, aunque el contrato de trabajo
se efectúe por intermediarios”; la segunda, que el sistema de intermediación
y tercerización laboral sólo era admitido en la hipótesis de que la empresa
suministradora del servicio era un empresa independiente, es decir, un
auténtico tercero, no vinculado ni controlado por la empresa que se beneficia
de la prestación del servicio (Constitución 1979, Art. 31, lit. j; Constitución
1998, Art. 35, numeral 11). Mientras que desde la Asamblea Nacional13 poco
antes del nacimiento de la Constitución de Montecristi; y con mayor fuerza a
partir del 2008 tal posibilidad de trabajo a través de intermediarios quedó
prohibida (Constitución 2008, Art. 32714). D) La naturaleza tuitiva, protectora y
Ver MANDATO CONSTITUYENTE No. 8, publicado en el Suplemento del Registro Oficial No 330
de martes 6 de mayo del 2008,.en su artículo 1 dice: “Se elimina y prohíbe la tercerización e
intermediación laboral y cualquier forma de precarización de las relaciones de trabajo en las
actividades a las que se dedique la empresa o empleador. La relación laboral será directa entre
trabajador y empleador.”
Los trabajadores intermediados que hayan sido despedidos a partir del primero de marzo del
2008, con motivo de la tramitación del primero de marzo del 2008, con motivo de la tramitación del
presente Mandato. Serán reintegrados a sus puestos de trabajo. El desacato a esta disposición
será sancionado con el máximo de la multa establecida en el Art. 7 de este Mandato, por cada
trabajador que no sea reintegrado y cuyo monto será entregado a éste, sin perjuicio de las
indemnizaciones de las indemnizaciones contempladas en los artículos 185 y 188 del Código del
Trabajo…”
14
CONSTITUCION DEL ECUADOR (2008), Art. 327, dice: .-La relación laboral entre personas
trabajadoras y empleadoras será bilateral y directa.
Lo que implica un mandato constitucional para los suscritos jueces, al momento presente de
interpretar la ley y administrar justicia. Y que, cualquier injerencia interna o externa en contrario,
implicaría un atentado contra la independencia de la función judicial y bordearía peligrosamente la
comisión de un delito contra la administración de justicia.
16
Lo que implicaba para las Autoridades del Ministerio de Relaciones Laborales, el resolver, bajo el
principio pro labori; más aun, habiendo un `precedente en similar situación que las autoridades
del trabajo resolvieron positivamente a favor de los trabajadores de HOLCIM.
17
CODIGO CIVIL del Ecuador, Art. 2398.- (Sustituido por el Art. 1 de la Ley 111, R.O. 397, 27-XII-
82).- La primera clase de créditos comprende los que nacen de las causas que a continuación se
enumeran:… 5) Todo lo que deba por Ley el empleador al trabajador por razón del trabajo,
que constituye crédito privilegiado de primera clase, con preferencia aun a los
hipotecarios;…”
17
Trabajo es el 15% de las utilidades líquidas – se lo debe establecer a partir de
las declaraciones o liquidaciones del impuesto a la renta de cada empresa.
Ahora bien, el mismo artículo añade a continuación que “El Servicio de
Rentas Internas, a petición del Director Regional del Trabajo o de las
organizaciones de trabajadores de las respectivas empresas podrá
disponer las investigaciones y fiscalizaciones que estimare
convenientes para la apreciación de las utilidades efectivas” de las
empresas. En otras palabras, el Servicio de Rentas Internas puede realizar
investigaciones y fiscalizaciones ya sea porque se lo pidan directamente las
organizaciones de trabajadores o porque se lo solicita el Director Regional del
Trabajo. Como puede apreciarse, el Director Regional del Trabajo puede
legítimamente iniciar e impulsar el procedimiento de investigación de oficio. Y
estando dicho funcionario sujeto al Estatuto del Régimen Jurídico
Administrativo de la Función Ejecutiva (ERJAFE), el inicio de ese procedimiento
puede iniciarse también en base a una petición del o los interesados. (ERJAFE,
Art. 135.) En concordancia con el artículo 104, el artículo 110 del Código del
Trabajo establece que el será sancionada con una multa de diez a veinte
salarios mínimos vitales, según su capacidad económica, “la empresa en la
que se comprobare, previa fiscalización del Servicio de Rentas
Internas, la falsedad imputable a dolo en los datos respecto a las
utilidades, el empleo de procedimientos irregulares para eludir la
entrega del porcentaje o para disminuir la cuantía del mismo”. Como
puede apreciarse la finalidad del procedimiento que se inicia en el artículo 104
es evitar las dos infracciones tipificadas en el artículo 110: 1) Que “mediante
procedimientos irregulares” la empresa haya eludido en su totalidad la
entrega del 15% de sus utilidades líquidas a sus trabajadores, o, 2) Que
habiendo entregado ese porcentaje lo haya disminuido artificialmente para
reducir la cuantía. Según el mismo artículo el producto de la multa “se
acumulará al quince por ciento de utilidades, en la forma en que ordena el Art.
97 de éste Código” El artículo 105 establece el plazo dentro del cual debe
cumplirse la obligación de pagarse las utilidades a los trabajadores, 15 días
contados desde la liquidación de las utilidades que deberá hacerse hasta el 31
de marzo de cada año, para lo cual la empresa deberá remitir a la Dirección
Regional la constancia de que se ha cumplido con esa obligación dineraria.
Dice, además, el artículo que si “requerido el empleador por la Dirección
Regional del Trabajo para que justifique el cumplimiento de tal obligación, no
remitiere los documentos comprobatorios, será sancionado con una multa
impuesta de conformidad con el artículo 628 de este Código, según la
capacidad de la empresa, a juicio de la Dirección Regional del Trabajo”. Dicho
artículo 628 regula, de forma general, la potestad sancionadora de los
funcionarios de trabajo. Finalmente, el Art. 106 regula el caso en que
debiéndose distribuir utilidades entre los trabajadores éstos, por alguna razón,
no las hayan retirado. Dice la norma que en este caso, ese fondo no
distribuido, “el empleador lo depositará en el Banco Central del Ecuador a
órdenes del Director Regional del Trabajo, de su respectiva jurisdicción, a más
tardar dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que debió efectuarse
el pago, a fin de cancelar dicho saldo a los titulares.” Y a continuación dice: “Si
transcurrido un año del depósito, el trabajador o trabajadores no hubieren
efectuado el cobro, el saldo existente incrementará automáticamente los
fondos a los que se refiere el artículo 633 de éste Código.” El mencionado Art.
633 estipula que, salvo que haya una disposición en contrario, las Direcciones
Regionales del Trabajo invertirán el producto de las multas que impongan las
18
autoridades del trabajo en mejorar los servicios que ellas prestan a la
ciudadanía. Por otra parte, la demora en realizar el depósito en el Banco
Central del Ecuador de las utilidades que no fueron cobradas constituye una
infracción administrativa que se sanciona “con el duplo de la cantidad no
depositada”. G) De este conjunto de disposiciones legales fluye sin mucho
esfuerzo que la ley ha atribuido al Ministerio de Relaciones Laborales una
competencia administrativa18 que tiene por objeto controlar que las empresas
cumplan con la obligación de distribuir entre sus trabajadores el 15% de sus
utilidades líquidas. Es un régimen administrativo que, como en muchas otras
áreas (salud, medio ambiente, educación, etc.) establece en un funcionario la
potestad de iniciar un expediente de investigación y fiscalización, se
contemplan plazos, se tipifican infracciones y se imponen sanciones. El
objetivo está claramente delineado en el citado Art. 107: evitar que con
“procedimientos irregulares” la empresa o no pague a sus
trabajadores ninguna suma a título de utilidades o pague una cifra
incompleta. Debe tenerse en cuenta que esta potestad de control, la ejercen
los órganos administrativos para el cumplimiento de una obligación que viene
impuesta por la ley, no por la voluntad de las partes. Esto explica, por qué de
existir algún saldo no cobrado por los trabajadores, dicho saldo no regresa a la
empresa sino que queda como patrimonio fiscal. Igual consideración puede
hacerse con respecto a la potestad sancionadora, a las multas, que es la
sanción administrativa por antonomasia. En otras palabras, la obligación que
tienen todas las empresas de pagar puntual e íntegramente el 15% de las
utilidades trasciende el interés individual de los trabajadores individualmente
considerados para convertirse en una obligación social. H) Tan cierto es que el
Ministerio de Relaciones Laborales tiene competencia para controlar que las
empresas paguen a sus trabajadores las utilidades que, como lo señala el
demandante, en 1989 el pleno de la Corte Suprema ante ciertas dudas sobre si
los jueces tenían o no competencia para ordenar el pago de utilidades dentro
de los juicios individuales de trabajo que ellos llegasen a conocer resolvió que
“sin perjuicio de las facultades que en el orden administrativo competen al
Director General, a los subdirectores y a los inspectores de trabajo, los jueces
de la materia tienen competencia para conocer y resolver acerca de las
reclamaciones individuales sobre el pago de utilidades que plantearen los
trabajadores..” (Registro Oficial No. 245 del 2 de agosto de 1989). Obsérvese
que la Corte no sólo que deja intactas las competencia de control de los
funcionarios del Ministerio del ramo sino que deja en claro que tales
funcionarios son los principales encargados de vigilar este cumplimiento, pues,
los jueces que ejercen su competencia lo hacen “sin perjuicio de las
facultades” de aquellos funcionarios administrativos. Además, la competencia
de los jueces del trabajo es una competencia limitada a las reclamaciones
individuales, es decir, no abarca reclamaciones que se plantean de forma
colectiva19 o en nombre de una colectividad. QUINTO. La potestad que el
18
Artículo 84.- La competencia administrativa es la medida de la potestad que
corresponde a cada órgano administrativo. La competencia es irrenunciable y se
ejercerá por los órganos que la tenga atribuida como propia…”.
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siguientes: es una facultad irrenunciable y se ejercerá precisamente por los
órganos que la tengan atribuida como propia”. Para el profesor argentino JUAN
CARLOS CASSAGNE23: “La competencia configura jurídicamente un deber-
facultad, no existiendo realmente un derecho subjetivo a su ejercicio cuando
ella es desarrollada por órganos… es irrenunciable, perteneciendo al órgano y
no a la persona física que lo integra”). En palabras del profesor italiano
RENATO ALESSI24 “Toda competencia establecida en el terreno administrativo
se ha fijado en interés público y como tal es inderogable tanto por acuerdo de
particulares entre sí, como por acuerdo entre éstos y la Administración…”.-
Como se dijo antes, sobre este mismo asunto la normativa ecuatoriana es
incontrovertible. El Art. 84 del ERJAFE señala que la “(…) La competencia
administrativa es irrenunciable y se ejercerá por los órganos que la tengan
atribuida, como propia, salvo los casos de delegación o avocación, cuando se
ejerzan en la forma prevista en este Estatuto”. Como hemos dicho antes
fundándonos en el texto Constitucional, las normas del Código del Trabajo 25, y
de la resolución de la Corte Constitucional citada (fs. 112 a 117), es evidente
que el Ministerio de Relaciones Laborales tiene competencia (ineludible) para
investigar y controlar el cumplimiento de la obligación de las empresas de
distribuir el 15% de sus utilidades líquidas entre sus trabajadores, y de ordenar
dicho pago e imponer sanciones. Dicha competencia en nada afecta o limita o
excluye aquella que tienen los jueces del trabajo para que en las
reclamaciones judiciales individuales, puedan también velar por dicho
cumplimiento en cuanto a los conflictos individuales de trabajo que son cosa
distinta del conflicto colectivo constitucional . Estándole vedado a los unos y a
los otros el renunciar el ejercicio de esas distintas competencias específicas,
privativas o exclusivas. SÉPTIMO.- Toca ahora a la Sala examinar la conducta
del Ministro Espinosa Guzmán con respecto al reclamo presentando por el
demandante y a la luz de las consideraciones que se han hecho hasta ahora.
En el procedimiento que se inició a instancia de los ex trabajadores y
trabajadores de Cervecería ante el Director Regional del Trabajo es evidente
que el Ministro Espinosa Guzmán encontró que la empresa había, recurrido a
“procedimientos irregulares” --para usar las palabras del Código del Trabajo—
con el propósito de dejar de distribuir las utilidades entre sus trabajadores tal
como lo mandaba y lo manda la legislación laboral. Esta determinación que
hace el Ministro (fs. 42 a 49) es sumamente importante para esta Sala, pues,
para hacerlo el Ministro acepta como un hecho probado que las llamadas
“empresas tercerizadoras” no eran tales, es decir, no eran realmente
“terceras” empresas o empresas intermediarias, sino que eran empresas bajo
el control de Cervecería y que, gracias a la “fórmula cero trabajadores”,
Ver: La denominada LEY TROLE II que modificó el contenido del Código del Trabajo, publicada
en el Registro Oficial No. 144 de viernes 18 de agosto del 2000, reformó el sistema del pago de
utilidades y sobre todo la responsabilidad patronal que fuere asumida por otro empleador, éste
estará obligado a cumplir los contratos de trabajo del antecesor…” (ver texto que obra a fs. 78 y
vuelta, como anexo 3)
22
Cervecería incumplió, en franca violación de la normas constitucionales y
legales aplicables, cumplir con la mencionada obligación social. En efecto, el
Ministro Espinosa dice en su resolución del 7 de julio de 2010 lo siguiente:
“Como obra del mismo expediente, a partir del año 2002, la accionada
[Cervecerías], contrató la provisión de personal con otras dos compañías
PERCANEL Cía. Ltda. Y SOLTRADE Cía. Ltda., tratando de cumplir con la
normativa vigente, pero incurriendo en otra práctica abusiva; cómo es posible
concebir que haya podido existir un régimen que permita a compañías en
general, ejecutar su objeto social, y en consecuencia generar riqueza, sin
contar con fuerza de trabajo contratada directamente; menoscabando así, los
derechos de los trabajadores. Evidenciándose una vez más la desigualdad en
la distribución de la riqueza, y la violación de las conquistas laborales de los
trabajadores como es la participación en utilidades de las empresas. Resulta
incomprensible, como del trabajo y esfuerzo diario de los trabajadores, los
únicos beneficiados son siempre los dueños del capital de trabajo de las
grandes empresas. Aún a pesar de las conquistas laborales los grupos
económicamente poderosos, han quebrantado los derechos de los
trabajadores, ahondando la vulnerabilidad de estos.” Continúa el mismo
Ministro: “A fojas 4.751 a 4786 [del expediente administrativo] consta la
composición accionarial, designación de mandatarios y demás directivos de las
compañías del Grupo Corporación Cervecería Nacional, entre las cuales
constan SUDEPER S.A., MASFESA y CASCADE, compañías con las cuales
Compañías de Cervezas Nacionales, suscribió contratos de prestación de
servicios, para la provisión de empleados, técnicos y obreros para la ejecución
de su objeto social, desde 1990 hasta el 2002. Estas tres compañías hacían
rotar cada noventa días, conforme se evidencia del carnet de afiliación al IESS
de un trabajador que consta a fojas 4,793 a 4,801 del expediente
administrativo. Práctica totalmente ingeniosa y abusiva en contra de los
trabajadores, quienes por no perder su fuente de empleo aparentemente se
vieron obligados a aceptar. Es decir que se los contrataba siempre por un
periodo de prueba de 90 días al vencimiento de este, se los volvía a contratar
por otra tercerizadora del mismo grupo empresarial, produciendo una
inestabilidad laboral y precarización de la relación de trabajo. Dejando
desamparados a los trabajadores y marginándolos de la Seguridad Social,
puesto, que tenían acceso limitado a las prestaciones que ofrece el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social, siendo así utilizados como fuerza de trabajo
sin considerar que son seres humanos con necesidades y sobre todo con
derechos.” Es decir, en ejercicio de la competencia que goza el Ministerio de
Relaciones Laborales y en vista de las pruebas producidas durante el
respectivo procedimiento administrativo, el Ministro aceptó como un hecho
probado que las tales empresas tercerizadoras no eran tales; que, en
consecuencia, los trabajadores de esas empresas fueron en realidad
trabajadores de Cervecería; que gracias a esta simulación fraudulenta
Cervecería había dejado de cumplir su obligación social de distribuir entre esos
trabajadores el 15% de sus utilidades líquidas; que este régimen funcionó a
partir de 1990; y que funcionó en base a una práctica que él la encuentra
“abusiva e ingeniosa”, y que la Sala sin dejar de compartirlo cree que queda
corto para describir lo que en realidad fue no solo una inmoralidad sino un
quebrantamiento burdo de ley. Hubo, pues, para el Ministro una clara intención
de causar un perjuicio a los trabajadores, como en efecto sucedió. Como lo
explicaremos a continuación, la antedicha declaración nunca fue impugnada
por Cervecería Nacional CN S.A. a través de los recursos administrativos o
23
judiciales que establece el ordenamiento jurídico, por lo que el
pronunciamiento del Ministro antes citado debe reputarse como un acto firme y
consentido. OCTAVO. Esta determinación del Ministro es también importante
porque ella ha sido aceptada por Cervecería. En efecto, no consta del
expediente que Cervecería haya solicitado siquiera la aclaración, y menos la
revocación parcial de la resolución del Ministro Espinosa del 7 de julio de 2010
(fs. 42 a 49) en la parte que acabamos de transcribir. Todo lo contrario, la
empresa no solo que se ha sentido satisfecha con la resolución del Ministro
sino que además la viene defendiendo con toda intensidad, al punto que en
escrito presentado el juez a quo el 29 de octubre de 2010 su Vice-Presidente
Ejecutivo, Hernando Segura Bolaños, y su abogado, Doctor Santiago Velásquez
Coello, solicitan (fs. 158 a 162) que se los considere como parte coadyuvante
del Ministerio de Relaciones laborales “por tener interés directo en el
mantenimiento del acto que motivó la presente acción constitucional (sic)”.
Téngase en cuenta que la determinación que hace el actual Ministro Relaciones
Laborales (fs. 42 a 49) sobre la vinculación de las supuestas empresas
tercerizadora que en realidad eran controladas por Cervecería, de la conducta
fraudulenta de empresa, de la apariencia “ingeniosa” que tuvo la llamada
“fórmula cetro trabajadores”; y sobre todo, de la violación que sufrieron los
derechos de los trabajadores es de suma gravedad por las consecuencias que
tiene en contra de la empresa. Y el que la empresa no la haya impugnado es
altamente revelador. Como destacamos antes, hasta el punto que ella misma
declarar que tiene interés en que se mantenga. NOVENO.- Si el Ministro
Espinosa hizo la determinación que hemos antes señalado fue porque, como
hemos visto arriba, el Código del Trabajo ha atribuido al Ministerio de
Relaciones Laborales esa potestad. De no haberse previamente establecido
esta competencia en la ley, al Ministro Espinosa le habría sido imposible, desde
el punto de vista jurídico, hacer el tipo de determinación que hizo. Obsérvese
que no es un simple comentario el que hace el Ministro, una especie de
afirmación sin importancia hecha al paso. No. El Ministro ha declarado a
Cervecería de ser responsable del incumplimiento de una obligación
constitucional, y de haberlo hecho de manera dolosa o fraudulenta. Una
determinación de este calibre no la hace un funcionario del rango que tiene el
Ministro Espinosa sino tiene el debido respaldo en la ley. Ahora bien, si el
Ministro tenía competencia para investigar y fiscalizar a Cervecería, tanto que
llega a la conclusión que había recurrido a procedimientos irregulares o
fraudulentos para dejar de cumplir con una obligación constitucional, resulta
sorprendente para esta Sala que el Ministro haya resuelto no ordenarle a
Cervecería que cumpla con la ley, depositando las utilidades no distribuidas a
sus trabajadores en el Banco Central del Ecuador, y no imponerle una multa
por la conducta dolosa de la empresa. La competencia administrativa no solo
que es irrenunciable sino que no puede ser ejercida parcialmente, es decir, el
Ministro no podía por un lado, hacer la determinación que hizo, es decir, que
Cervecería había violado la Constitución y la ley al evadir el cumplimiento de
su obligación social – determinación que la hizo en ejercicio de su potestad de
investigar y controlar – y al mismo tiempo dejar de ejercer la potestad de
ordenarle a la empresa que cumpla, aunque sea tardíamente con su
obligación, e imponerle una multa, aduciendo que no era competente para esto
último. Este desdoblamiento de ser competente para una cosa pero no para la
otra no tiene asidero ni en la Constitución ni en la ley. Más aún cuando la
propia empresa infractora ha reconocido su infracción. DECIMO.- En su
resolución (fs. 42 a 49), y en los escritos ( fs. 147 a 148 y vta.) presentados
24
ante el Juez de instancia, el Ministro de Relaciones Laborales ha pretendido
justificar su renuncia a ejercer la potestad de control sobre Cervecerías con el
argumento que los derechos de los trabajadores a percibir sus utilidades son
derechos que deben determinarse judicialmente, de manera individual, y que
no existiendo dicha determinación, menos la puede él hacer. El error que ha
cometido el Ministro es sumamente grave; pues, en ninguna parte de la
legislación laboral o constitucional hay fundamento para tamaña afirmación.
Para comenzar, el derecho de los trabajadores a recibir el 15% de las utilidades
líquidas de la empresa para la que trabajan no requiere de ninguna
determinación judicial o administrativa individual. Ese es un derecho que nace
la Constitución y la ley. Esto, sin perjuicio, de que es el propio Ministro
Espinosa quien en su resolución admite que los trabajadores contratados por
las empresas tercerizadoras eran realmente trabajadores de Cervecería, pues,
tales empresas fueron controladas por la propia Cervecería. Pero, además, la
potestad de control sobre el cumplimiento o no de las empresas de distribuir
entre sus trabajadores el 15% de sus utilidades líquidas es una potestad de
control que no requiere como condición para su ejercicio el que haya una
determinación judicial previa sobre el derecho de tal o cuál trabajador para
percibir ese 15%. El auto ampliatorio del juez a quo (fs. 180 y ss.) es muy
clarísimo en este punto: “En el presente caso, el Ministro Richard Espinosa se
negó a cumplir con ordenarlo, a pesar no solo de las disposiciones legales
vigentes sino también a pesar que el Ministerio de Trabajo y Empleo (hoy de
Relaciones Laborales) había ordenado a la empresa Holcim Ecuador hacer ese
depósito una vez que constató dicho ocultamiento. La determinación de
quienes son los titulares del derecho a recibir utilidades en la especie no es
asunto que compete a este juez. Esa determinación le corresponderá hacer al
funcionario administrativo competente, cuando se trate de un procedimiento
administrativo, tal como sucedió en el caso Holcim, procedimiento que el
Tribunal Constitucional lo encontró apegado a Derecho. La pregunta que debe
responder el Ministro de Relaciones Laborales y Empleo es si Cervecería
distribuyó o no entre sus trabajadores el 15% de las utilidades que declaró
desde 1990 hasta 2005. Si no distribuyó dichas utilidades porque las ocultó
utilizando un sistema que hasta para el mismo Ministro era violatorio de la
Constitución y la Ley. Ergo: Entonces debió ordenar el depósito de ese monto
en el Banco Central y punto. Que los jueces laborales son los únicos
competentes parar conocer los reglamos por falta de pago del 15% de
utilidades es simplemente desconocer el texto claro del Código de Trabajo, la
Resolución de la Corte Suprema de Justicia y el precedente administrativo y
constitucional de lo resuelto en el caso Holcim”26. Tan cierto es esto que el
procedimiento administrativo para verificar si una o más empresas han o no
cumplido con su obligación de pagar utilidades a sus trabajadores puede
iniciarse no solo a petición de los interesados, es decir, de los trabajadores sino
que también puede hacerse de oficio. (Algo que, dicho sea de paso, no pueden
hacerlo los jueces de trabajo). ¿Cómo puede el Ministro afirmar que él carece
26
Tal aseveración del Ministro de Relaciones Laborales, estrictamente legalista, contradice un
sentencia de jurisprudencia vinculante de la Corte Constitucional, : SENTENCIA No. 001-10-PJO-
CC, CASO INDULAC, No. 0999-09-JP, publicada en la GACETA CONSTITUCIONAL No. 1,
publicada a su vez en el Registro Oficial No. 351 de miércoles 29 de diciembre del 2010, en su
numeral III, No. 26, en que dice: “Esta situación cambió en la Constitución de la República
del 2008 y se reconoció que el concepto de fuente no es exclusivo de la ley en sentido
formal, puesto que existen otras tantas manifestaciones que no provienen necesariamente
del Parlamento, ni del Estado en general, pero que reúnen las condiciones para la
generación de derecho objetivo.”
25
de competencia para ordenarle a Cervecería que deposite en el Banco Central
del Ecuador el monto de las utilidades no distribuidas a sus trabajadores con el
argumento legalista de que para hacerlo requiere previamente
(exclusivamente) una determinación judicial individual de los derechos de los
trabajadores, si dicha orden la puede emitir el Ministro sin que haya mediado
ninguna denuncia o pedido por parte de los propios trabajadores sino en base a
un procedimiento de investigación que de oficio puede iniciarlo el Director
Regional27 respectivo? Como bien señala el Juez de instancia todo lo que el
Ministerio de Relaciones Laborales debe indagar es si una empresa – en este
caso Cervecerías…-- ha cumplido o no ha cumplido con su obligación de
distribuir utilidades entre sus trabajadores, si la conclusión es que no lo ha
hecho su deber como órgano del poder público es ordenarle que deposite tales
fondos en el Banco Central del Ecuador. Y con ello tanto el Ministerio del ramo,
como la empresa morosa habrán cumplido con un mandato legal. Que luego
esos fondos sean distribuidos entre quienes prueben tener derecho a él ante el
Director Regional es un asunto en el que la empresa no tiene ningún papel que
jugar, pues, su obligación – distribuir el 15% de sus utilidades entre sus
trabajadores – quedó cumplida – aunque de forma tardía -- con el depósito que
hizo en el Banco Central. El error del Ministro se evidencia más aún cuando se
observa, como ya lo hicimos antes, que el propio Código del Trabajo contempla
la posibilidad de que hecho el depósito en el Banco Central por la suma no
distribuida haya un remanente que no haya podido ser cobrado. En ese caso,
esa suma lejos de regresar al patrimonio de la empresa queda en el patrimonio
fiscal del Estado. Lo Sala no puede menos de dejar registrada su sorpresa por
la manera tan ligera como el Ministro Espinosa ha pretendido justificar su
negativa a ejercer su potestad de control en contra de Cervecerías. ¿Qué
sentido tendría esa potestad si su ejercicio estaría supeditado a una decisión
judicial individual cuando los jueces gozan ya de la suficiente autoridad para
hacer cumplir con sus decisiones?. ¿Qué sentido tiene reclamar un derecho
individual de trabajo, que para los trabajadores antiguos de CERVECERIA,
dentro de la legalidad laboral habría prescrito? ¿Para qué investir al Ministerio
de Relaciones Laborales de una potestad de control si esa potestad de control
está condicionada a que otra autoridad inferior ejerza la misma potestad,
empero disminuida a lo individual? Nada de esto explica el Ministro de
Relaciones Laborales en su resolución, lo que hace poner en evidencia una vez
más la falta de motivación, ya declarada por el juez a quo, y la arbitrariedad de
con la que actuó. Y sin entender el Ministro de Relaciones Laborales, que la
presente demanda-reclamación no es sobre la legalidad laboral, ni
sobre la legalidad administrativa; sino sobre un derecho colectivo o
difuso de naturaleza constitucional. UNDECIMO.- La conducta del Ministro
Espinosa resulta más incomprensible todavía cuando el Ministerio que él dirige,
en otro caso prácticamente igual (Precedente) al de Cervecería – el de la
empresa Holcim – (fs. 100 a 111), resolvió ordenarle a la empresa denunciada
que deposite en el Banco Central del Ecuador el monto que esa empresa había
dejado de distribuir entre sus trabajadores gracias a la misma práctica
27
Hay abundante jurisprudencia, aun desde el propio derecho laboral, que (antes el Subdirector del
Trabajo del Litoral), ahora el Director Regional del Trabajo, tiene competencia para conocer y
resolver sobre el reclamo de utilidades por los trabajadores, sin que sea menester reclamo previo
en vía judicial como puede verse en la obra titulada: “DICCIONARIO DE JURISPRUDENCIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA”, del Dr. GALO ESPINOZA M., ver: Tomo IV, p. 669;
Tomo IV, p. 670; Tomo VI, p.459; tomo VI, p. 459; Tomo VIII, p. 590.
26
“abusiva e ingeniosa” que implantó Cervecería con sus trabajadores. No hay
en la resolución una explicación de las razones por las que el Ministerio del
ramo, en un caso aceptó que tenía competencia para ejercer plenamente su
potestad de control, mientras que en el otro, renunció a ese ejercicio pleno. El
juez a quo también ahondó (fs. 180 y ss.) sobre esta contradicción: “Ahora
bien, dice el accionante que durante el procedimiento administrativo alegaron
la existencia del precedente Holcim y que le dijeron al Ministro que aplique el
mismo criterio. Que el Ministro de Relaciones Laborales jamás tomó en
consideración este argumento y no emitió un pronunciamiento expreso sobre
aquél. Que no tienen idea de las razones que lo llevaron a descartar este
argumento… El deber de motivar las resoluciones constituye una garantía
contra la arbitrariedad, pues le suministra a las partes la constancia de que sus
pretensiones u oposiciones han sido examinadas racional y razonablemente, y
sirve también para que el público en su conjunto vigile si los funcionarios
administrativos y jueces utilizan en forma abusiva o arbitraria el poder que les
ha sido confiado. El Ministro de Relaciones Laborales violó este derecho
cuando omitió o evadió el pronunciamiento que debía emitir sobre un
argumentos sumamente relevante, como lo es el caso Holcim, máxime si se
refería a un precedente emitido por el mismo órgano que ocupa y que lo
vincula en virtud del principio o derecho a la igualdad”. Y la contradicción del
Ministro llega a un extremo realmente increíble cuando en el juicio contencioso
administrativo que inició la empresa Holcim para anular la resolución de su
antecesor, esto es, del Ministro de Trabajo y Empleo, Ab. Antonio Gagliardo, el
Ministerio de Relaciones Laborales defiende la legitimidad de esa resolución
argumentando que el titular del Ministerio sí tenía competencia para dictarla;
es decir, el argumento diametralmente opuesto al que esgrime en el caso de
los ex - trabajadores y trabajadores de Cervecería Nacional CN S.A.. La Sala
comparte la extrañeza del juez de instancia de que el Ministro sostenga una
tesis ante la justicia constitucional – que no tiene competencia – que es
opuesta a la que el Ex Ministro del Trabajo defiende ante la justicia
contencioso administrativa – que sí tiene competencia. A todo lo anterior debe
sumarse existe una jurisprudencia constitucional que no rechaza la tesis del
Ministro Espinosa y que no es extraña para él. Por un lado, en el mismo caso
Holcim, el Tribunal Constitucional confirmó, sentando precedente,28 en
sentencia del 28 de mayo de 2008, una resolución proferida por el
28
Ver CESAR LANDA ARROYO, ex presidente y ex magistrado peruano del Tribunal
Constitucional del Perú, en su libro: “LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES EN LA
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL” Palestra-Editores, Lima, 2010,
página 91, en donde en referencia a lo que debe entenderse como PRECEDENTE
CONSTITUCIONAL, cita la Sentencia del Tribunal Constitucional (STC No. 0024-2003-P1/TC),
en los términos siguiente: “El precedente constitucional en nuestro sistema tiene efectos más
generales. La forma como se ha consolidado la tradición de los tribunales constitucionales en el
sistema del derecho continental ha establecido, desde muy temprano, el efecto sobre todos los
poderes públicos de las sentencias del Tribunal Constitucional. Esto significa que el precedente
vinculante emitido por el Tribunal Constitucional con éstas características tiene, prima facie, los
mismos efectos de una ley. Es decir, que la regla que el Tribunal externaliza como precedente a
partir de una caso concreto es una regla para todos y frente a todos los poderes públicos;
cualquier ciudadano puede invocarla ante cualquiera autoridad o funcionario sin tener que recurrir
previamente ante los tribunales, puesto que las sentencias del Tribunal Constitucional, en
cualquier proceso, tiene efectos vinculantes frente a todos los poderes públicos y también frente a
los particulares. Si no fuese así, la propia Constitución estaría desprotegida, puesto que cualquier
entidad, funcionario o persona podría resistirse a cumplir una decisión de la máxima instancia
jurisdiccional.”
27
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil en un
recurso de amparo el mismo que dicha empresa había incoado en
contra de la resolución que hemos señalado. El Tribunal expresamente
reconoció que el ex titular del Ministerio, el Ab. Antonio Gagliardo, no era
incompetente – como alegaba Holcim – para ordenarle a esa empresa a
depositar en el Banco Central del Ecuador el saldo de las utilidades que no
había distribuido entre sus trabajadores. Una decisión similar a la anterior
se encuentra en la sentencia No. 003-09-SAN-CC de 16 de abril de
2009 de la Corte Constitucional de la República del Ecuador. En ella la
Corte Constitucional nuevamente aceptó y confirmó que el Ministro de
Relaciones Laborales sí es competente para ejercer control sobre la obligación
de pagar el 15% de las utilidades a los trabajadores, contrariando lo que el Ing.
Espinosa Guzmán ha esgrimido en el caso Cervecería. Es decir, existen ya
precedentes constitucionales, los mismos son conocidos por el Ministro
Espinosa; pues, el Ministerio a su cargo ha sido parte procesal de ellos;
precedentes constitucionales que el Ministro no solo que los desconoció sino
que jamás explicó las razones para hacerlo. No obstante la importancia
que tienen los precedentes29 en la aplicación de una ley – asunto que
será analizado a continuación, esta Sala considera que es indispensable
dejar establecido que aún en el evento de que tales precedentes
constitucionales no hubiesen existido, la resolución del Ministro Espinosa
Guzman hubiese sido igualmente inconstitucional. El principio constitucional de
legalidad al que el Ministro Espinosa está sometido (artículo 226 de la
Constitución30) le impedía al citado funcionario a renunciar el ejercicio pleno de
su potestad de control sobre Cervecería tal como lo hizo. Pero ciertamente que
la aplicación discriminatoria que hizo el Ministerio de Relaciones Laborales al
ejercer dicha potestad en otros casos, y no hacerlo en el caso de Cervecería le
añade una gravedad mayúscula a su conducta. Más aún cuando, como fue
advertido arriba, hay precedentes constitucionales que no pueden ser
ignorados. UNDECIMO.- La demanda denuncia que el Ministro de Relaciones
Laborales violó el derecho la igualdad31, al debido procedimiento administrativo
y a la seguridad jurídica. ¿Acertó del juez a quo en declarar estos derechos
vulnerados?. Al respecto la Sala hace el siguiente análisis. A) La Constitución
del Ecuador le atribuye a la igualdad una importancia fundamental. Quizás en
29
Al respecto de los precedentes, puede verse la obra de DIEGO EDUARDO LOPEZ MEDINA;
titulada: “EL DERECHO DE LOS JUECES”,(Obligatoriedad del Precedente, análisis de
sentencias y líneas jurisprudenciales y teoría del Derecho Judicial) Edit. LEGIS, Universidad de
Los Andes, Octava reimpresión, Julio del 2009, Bogotá.
30
CONSTITUCION DEL ECUADOR (2008), se lee en su Art. 226.- “Las instituciones del Estado,
sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en
virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean
atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento
de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución.”
31
Por ello se ha dicho por GLORIA ORTIZ DELGADO y PABLO ALBERTO PARRA DUSSAN, en
su ensayo: “ANÁLISIS DE LA JURISPRUDENCIA SOBRE EL DERECHO A LA IGUALDAD”,
contenidos en el libro colectivo: “ITINERARIO DE LA JURISPRUDENCIA COLOMBIANA DE
CONTROL CONSTITUCIONAL COMO MECANISMO DE DERECHOS HUMANOS”, Editorial de
la Universidad del Rosario, Textos de Jurisprudencia, Bogotá, 2009, página 496 en que dice: “…
puede inferirse que el derecho a la igualdad confiere a las personas la facultad de exigir el
mismo trato a las autoridades cuando se encuentran en situaciones fácticas idénticas, es
decir, un tratamiento igual para los iguales y desigual para los desiguales.”
28
la historia del constitucionalismo ecuatoriano no exista ninguna Constitución
en darle tanta importancia al principio de la igualdad como ésta. Nótese que
cuando el artículo 3 declara cuáles son los deberes primordiales del Estado lo
primero que dice es “garantizar sin discriminación alguna el efectivo
goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales…”. Y que el artículo 11 de la Constitución
establece que el ejercicio de los derechos se rige por el principio de que “todas
las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos y oportunidades”.
El principio de igualdad como derecho lo reconoce el artículo 66 4º de la
Constitución del Ecuador: “Se reconoce y garantiza a las personas: el
derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación”.
Por otro lado, los tratados internacionales sobre derechos humanos declaran y
garantizan que todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin
discriminación a igual protección de la ley (Artículo 26 Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos), que todas las personas son iguales ante la ley y
tiene derecho sin discriminación a igual protección de la ley (Artículo 24
Convención Americana sobre Derechos Humanos), que todos son iguales ante
la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley (Artículo 7
Declaración Universal de Derechos Humanos). Ha señalado con acierto el juez
a quo que el derecho a la igualdad tiene dos facetas, por un lado la igualdad
ante la ley, y por otro, la igualdad en la aplicación de la ley. La igualdad en la
aplicación de la ley obliga a que ésta sea aplicada de modo igual a todos
aquellos que se encuentren en la misma situación sin que el aplicador pueda
establecer diferencia alguna en razón de las personas o de circunstancias que
no sean precisamente las presentes en la norma. La desigualdad en la
aplicación de la ley se produce cuando un órgano aplicador del Derecho, bien
un órgano de la Administración o bien un órgano judicial, interpreta la norma
pertinente en un supuesto determinado de manera distinta a como lo ha hecho
anteriormente en casos iguales32. B) Dice el juez aquo (fs. 180) “el derecho a
la igualdad tiene dos fases. La primera de ellas, la igualdad ante la
Ley, está referida a la necesidad de una aplicación igualitaria de la ley
a todos aquellos que se encuentren en una misma situación de hecho
prevista por la norma. La segunda, la igualdad en la Ley, está referida
a la imposibilidad de un órgano de modificar arbitrariamente el
sentido de sus interpretaciones en casos sustancialmente iguales…”.
En el caso sub examine, el titular del Ministerio de Relaciones Laborales (antes
Ministerio de Trabajo y Empleo) invocando las mismas disposiciones, artículos
104 y 106 del Código del Trabajo, declaró en unos casos que era competente
para controlar el pago del 15% de las utilidades de los empleados de una
compañía, y en otro se declaro que era incompetente para hacer exactamente
lo mismo. La demanda presentada por el Señor Cervantes denuncia este hecho
con claridad: “constatará cómo en un caso exactamente igual al que
describimos, y que el Ministerio del Trabajo declara que son iguales, se dictó
una resolución distinta, opuesta y contradictorio; otorgándole a un grupo de
personas protección, pero a otras desamparo e incertidumbre; declarando
32
GLORIA ORTIZ DELGADO y PABLO ALBERTO PARRA DUSSAN, en su ensayo: “ANÁLISIS
DE LA JURISPRUDENCIA SOBRE EL DERECHO A LA IGUALDAD”, contenidos en el libro
colectivo: “ITINERARIO DE LA JURISPRUDENCIA COLOMBIANA DE CONTROL
CONSTITUCIONAL COMO MECANISMO DE DERECHOS HUMANOS”, Editorial de la
Universidad del Rosario, Textos de Jurisprudencia, Bogotá, 2009, página 562 a éste respecto
dice: “La cultura del precedente jurisprudencia tiene, actualmente varios puntos de apoyo: el
derecho a la igualdad, que debe incluir la igualdad interpretativa para casos idénticos; …”
29
competencia para unos, y alegando incompetencia para otros”. La ratio
decidendi de la sentencia del juez a quo explica por qué si violó el derecho
de igualdad. Analicémosla. “En este punto es preciso establecer las
semejanzas y diferencias entre el caso de los ex trabajadores de Cervecerías y
los ex trabajadores del Holcim para analizar si estaba o no justificado el
Ministerio, como órgano de poder público sujeto a la Constitución, a dictar una
resolución distinta para ambos casos. 1) El caso Holcim se inició a instancias
de un grupo de ex trabajadores. El reclamo presentado por Eduardo Arturo
Cervantes Ronquillo agrupó a trabajadores y ex trabajadores. 2) En ambos
casos, los trabajadores demostraron que fueron contratados por tercerizadoras
vinculadas con la compañía a cuyo favor se prestaba el servicio con el
exclusivo objeto de eludir la obligación de repartir utilidades que le
corresponden a los empleados. 3) Tanto el reclamo presentado por ex
trabajadores de Holcim como el que interpusieron empleados y ex empleados
de Cervecerías se resolvieron al amparo del mismo Código de Trabajo”. C) El
criterio del juez a quo en el sentido de que los casos son sustancialmente
iguales33, es en gran parte ratificado por esta Tercera Sala de lo Penal. Tanto
en el caso Holcim como en el caso Cervecería se demostró que las
tercerizadoras para las que trabajaban los empleados no era tales, sino
empresas vinculadas con la propia compañía beneficiaria del servicio, que
utilizó este mecanismo en fraude a la ley precisamente para eludir el pago de
una obligación legal y constitucional para con la clase trabajadora. Y, sin
embargo, aún cuando en el caso Holcim el ex - Ministro se declaró competente
para exigir el cumplimiento de la ley y reparar el quebrantamiento del
ordenamiento jurídico que implica tamaña barbaridad, el mismo órgano en un
caso que es exactamente igual34 se declara incompetente para ejercer una
potestad de control sobre otra empresa que también tiene la obligación legal
de repartir utilidades a sus empleados. Ahora bien, este tipo de cambio de
criterio o giro interpretativo, por decir lo menos, debe analizarse con sospecha
a efectos de determinar si existe o no algún motivo que justifique un cambio
33
Ver al profesor peruano, MANUEL ALEXIS BERMUDEZ TAPIA, en su libro: “LA
CONSTITUCION A TRAVES DE LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL”,
(Interpretación artículo por artículo de nuestra norma fundamental realizada por el Supremo
interprete.) EDICIONES LEGALES, (EDILEGSA EIRL), Primera Edición, Lima, 2007, página 26 en
que respecto del principio de igualdad dice: “En reiterada jurisprudencia este Tribunal ha
establecido que derecho a la igualdad, consagrado en la Constitución…El derecho a la igualdad
supone tratar “igual a los que son iguales” y “desigual a los que son desiguales”, partiendo e la
premisa de que es posible constatar que en los hechos no son pocas las ocasiones en que un
determinado grupo de individuos se encuentra en el acceso, en igualdad de condiciones m, a las
mismas oportunidades.”.
34
36
Ver: PAZMIÑO FREIRE, Patricio. “Descifrando Caminos, del Activismo Social a la Justicia
Constitucional” Editorial FLACSO, Quito 2010. página169.
37
BERISTAIN, Carlos Martín. En el ensayo: “DIÁLOGOS SOBRE LA REPARACIÓN”. Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos de la República del Ecuador. Quito, 2009. Página 173 y ss. (Lo
subrayado es nuestro)
38
En el Ecuador este principio IURA NOVIT CURIA, aparece en la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional en el Art. 4 No. 13, que dice: “La Jueza o juez podrá
aplicar una norma distinta a la invocada por los participantes en un proceso constitucional”; y en
el CODIGO ORGANICO DE LA FUNCION JUDICIAL en el Art. 19 inciso segundo en donde se
lee: “…
40
Ver más en detalle en: LUIGI FERRAJOLI, en su libro: “DERECHOS Y GARANTÍAS (La Ley
del Más Débil), Introducción de Perfecto Andrés Ibáñez, Editorial TROTTA, Sexta Edición, 2009,
Madrid, página 54.
41
RONALD DWORKIN, en su libro: “LOS DERECHOS EN SERIO” (Taking Rights Seriously), edit
ARIEL DERECHO, 5º reimpresión de la primera edición, traducción de Marta Gustavino,
Barcelona, 2002, p. 278
42
Ediciones FONTAMARA, No. 89, México D.F., 2006. Además puede leerse: J.C. BAYON, en su
ensayo: “DERROTABILIDAD, INDETERMINACIÓN DEL DERECHO Y POSITIVISMO JURIDICO”,
en la Revista de Teoría y Filosofía del Derecho, ISONOMIA No. 13, Distribuciones Fontamara
S.A., México D.F., 2000, J. RODRIGUEZ Y G. SUCAR, EN SU ENSAYO: “LAS TRAMPAS DE
LA DERROTABILIDAD. NIVELES DE LA INDETERMINACION DEL DERECHO”, Revista DOXA
No. 21, Cuadernos de Filosofía del Derecho, Universidad de Alicante, 1998, p. 403 y ss..
45
46
CARLOS BERNAL PULIDO, en su libro: “EL DERECHO DE LOS DERECHOS”, (Escritos sobre
la Aplicación de los Derechos Fundamentales), Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
2005,p. 49,
47
Más en detalle, ver ROBERT ALEXI, en su ensayo: “LA FORMULA DEL PESO”, en el libro
colectivo: “EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD EN EL DERECHO CONTEMPORANEO”,
Colección: PALESTRA del TRIBUNAL CONSTITUCIONAL No. 8, Edit .PALESTRA, primera
edición, Lima, 2010, páginas 13 y ss. Ver: CARLOS BERNAL PULIDO, en su ensayo:
“CONSIDERACIONES ACERCA DE LA FÓRMULA DE LA PONDERACIÓN DE ROBERT ALEXI”,
compilado en el libro.”LA PONDERACION EN EL DERECHO”, U. Externado de Colombia,
Bogotá, 2008, pp. 115 y ss., En la bibligrafía ecuatoriana: se puede apreciar textos explicativos
al respecto, en el libro colectivo titulado: “EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD Y LA
INTERPRETACION CONSTITUCIONAL”, Primera Edición, editor Miguel Carbonell, Libro No. 6
editado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Quito, 2008, , en donde entre valiosos
ensayos encontramos el mismo ensayo citado supra de ROBERT ALEXI, titulado: “LA TEORÍA
DEL PESO”, (p. 13 y ss); y el ensayo de CARLOS BERNAL PULIDO, titulado: “LA
RACIONALIDAD DE LA PONDERACION”, (p. 43 y ss.).
48
49
[IP1C] Así se simboliza el grado de no satisfacción o afectación del primer principio en el caso
concreto (así: en el estudio de Robert Alexi: “Epílogo a la Teoría de los Derechos
Fundamentales”, ver p. 568 y ss, contenido después en el libro titulado: “TEORIA DE LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES, 2da edición, Centro de Estudios Políticos Constitucionales,
Madrid, 2008).
51
[GPiA]
GPiA] Así se simboliza el peso abstracto del primer principio (ídem.)
52
8 < 16 =
principio y la satisfacción del segundo en las circunstancias del caso concreto”…Pueden tener
diverso grado de certeza que puede afectar el peso relativo que se atribuya a cada principio de la
ponderación” (Carlos Bernal Pulido, en su ensayo: “Consideraciones Acerca de la Fórmula de la
Ponderación de Robert Alexi”, compilado en el libro.”LA PONDERACIONEN EL DERECHO”, U.
Externado de Colombia, Bogotá, 2008, pp. 115 y ss.,
53
[WPjC]
WPjC] Así se simboliza la importancia de la satisfacción del segundo principio –en colisión- asi:
En el estudio de Robert Alexi: “Epílogo a la Teoría de los Derechos Fundamentales”).
54
[GPjA]
GPjA] Así se simboliza el peso abstracto del segundo principio – en colisión- (ídem.)
55
[S] Ídem. Ut Supra.
37
16 8
1 < 2
2
De donde que, de este ejercicio lógico, se desprende que mayor peso tiene la
pretensión procesal de los trabajadores de la Cervecerìa Nacional Y MENOS
PESO TIENE EL ARGUMENTO DEL Ministro de Relaciones laborales. Más aun,
con la existencia de precedentes administrativos y constitucionales, antes
expuestos se fortalece la pretensión de los trabajadores. Esto nos debe hacer
tomar en cuenta lo que la doctrina denomina, en materia constitucional: EL
PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD Y PROHIBICION DE RETROCESO56, que
dice: “(el) mandato de progresividad implica que una vez alcanzado un
determinado nivel de protección, la amplia libertad de configuración del
legislador en materia de derechos sociales se ve menguada, al menos en un
aspecto: todo retroceso frente al nivel de protección alcanzado debe
presumirse en principio inconstitucional, y por ello está sometido a un control
judicial estricto57. Para que pueda ser constitucional, las Autoridades tienen
que demostrar que existen imperiosas razones que hacen necesario ese paso
regresivo en el desarrollo de un derecho social prestacional”58. DECIMO
CUARTO: Otro asunto igualmente fundamental para la Sala es dilucidar si la
acción ordinaria de protección es la vía idónea para conocer la pretensión del
actor. La demanda del Señor Cervantes solicita que en sentencia se declare
nulidad del acto impugnado por haber vulnerado el derecho de igualdad, el
debido proceso y la seguridad jurídica y que se disponga que la autoridad
pública demandada dicte un acto que sí respete estos principios y derechos. La
solicitud de la parte actora se enmarca dentro de las pretensiones de una
acción de protección. La demanda impugna un acto de poder público
(autoridad pública), exige que se declare la violación de los derechos a la
igualdad, al debido procedimiento administrativo y a la seguridad jurídica, y
solicita que se ordene la reparación integral de los mismos. La pretensión del
actor no es que se declare ni a su favor ni al de un tercero un derecho a
percibir utilidades. Que esto quede claro. La solicitud pide que se
declare la violación de los derechos constitucionales y que se ordene
la reparación integral de los mismos. Lo que el demandante solicita es
que el Ministerio no se inhiba, se abstenga o renuncie a ejercer una
potestad que ya ha ejercitado en otros casos, y que tiene del deber de
ejercer, cual es la de controlar el cumplimiento efectivo de la
obligación de distribuir el 15% de utilidades que le corresponden a los
empleados de la compañía. No existe “otra vía adecuada y eficaz” para
conocer y resolver la demanda que plantea la parte actora (Ver Art. 40 No. 3
56
Ver a JOSE GABRIEL SANTACRUZ MIRANDA; en su ensayo: “EL CONTROL
CONSTITUCIONAL DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVO”, pp 303 y ss. especialmente ver p.
329, en el libro colectivo titulado III. CONGRESO NACIONAL Y I. INTERNACIONAL DE
DERECHO CONSTITUCIONAL”: (Tensiones Contemporáneas del Constitucionalismo): Isabel
Goyes Moreno compiladora, Centro de Investigaciones y Estudios Socio-Jurídicos, Primera
Edición, Nariño, Colombia, 2008.
57
Tomado de Corte Constitucional colombiana, Sentencia C-671 de 202, MP: Eduardo Montealegre
Lynnet.
38
LOGJCC). El ordenamiento jurídico ecuatoriano no contempla otra acción para
solicitar que se declare la violación del derecho a la igualdad, que se ordene la
reparación integral del mismo, ordenando a una autoridad pública que de el
mismo tratamiento o protección que ha dado a otros que se encuentran en las
mismas circunstancias, para pedir que se proteja de la misma manera que se
ha protegido a otros, y para exigir que el Ministerio de Relaciones Laborales
actúe en coherencia con sus comportamientos y actos anteriores. No son
aplicables por lo tanto las causales de improcedencia contempladas en el
artículo 42 3º y 4º de la LOGJCC. DECIMO QUINTO.- El actor ha comparecido
a la instancia en búsqueda de protección de sus derechos constitucionales
quebrantados, según su decir, por la resolución del Ministro Espinosa quien al
renunciar el ejercicio de su potestad de control sobre Cervecerías desencadenó
una serie de violaciones a la Norma Fundamental e infligió un daño
injustificado a los trabajadores y extrabajadores de Cervecerías. En efecto, el
primer derecho que sufrió un menoscabo fue el derecho de los reclamantes a
recuperar, luego de un largo procedimiento, el 15% de las utilidades de
Cervecerías que no fue repartida entre los años 1990 y 2005. Este derecho que
tienen los trabajadores es un derecho de rango constitucional el mismo que
goza inclusive de una especial protección en vista de la posición de debilidad
que tienen los trabajadores frente a los empleadores. El menoscabo de este
derecho es evidente, pues, la vía administrativa por la que optaron los ex
trabajadores y trabajadores de Cervecerías para reclamar su derecho ofrece
indudables ventajas en término de tiempo y eficiencia que la opción preferida
por el Ministro de hacer que más de mil ex trabajadores y trabajadores inicien
sendos juicios individuales de trabajo. Esto sin perjuicio del hecho que una vez
que los interesados optaron por ejercer sus derechos en sede administrativa
las autoridades del Ministerio de Relaciones Laborales estaban obligadas a
ejercer su potestad de control sin que quepa, como sucedió en este caso, que
se evada conscientemente al ejercicio de su competencia, tal como a los
jueces tampoco les está permitido que lo hagan con la suya. El artículo 84 del
Estatuto del Régimen Jurídico Administrativo de la Función Ejecutiva lo dice de
una manera indiscutible: la competencia es irrenunciable y se ejercerá por los
órganos que la tengan atribuida como propia. DECIMO SEXTO. - Debe
tenerse en cuenta, además, que sobre la parte que les corresponde de las
utilidades líquidas de la empresa, los trabajadores tienen un derecho de
propiedad, tal como lo tienen los accionistas o socios de una empresa con
respecto a la parte de las utilidades que a ellos les corresponde. No ha hecho
la Constitución ninguna diferenciación al respecto. Tan derecho de propiedad
es el que tienen los unos como los otros. El artículo 21 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos garantiza que toda persona tiene derecho
al uso y goce de sus bienes. Sobre la palabra bienes la Corte Interamericana
sobre Derechos Humanos, en el caso Baruch/Ivcher Bronstein vs. Perú dijo:
“Los bienes pueden ser definidos como aquellas cosas materiales
apropiables, así como todo derecho que pueda formar parte del
patrimonio de una persona; dicho concepto comprende todos los
muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales y
cualquier otro objeto inmaterial susceptible de valor.” Ahora bien, la
Constitución ha otorgado al derecho de propiedad de un rango constitucional y
al hacerlo ha rodeado al mismo de las garantías para su pleno reconocimiento
y ejercicio que le son propias a todo derecho constitucional. Es por ello, que la
violación del principio constitucional de igualdad al que tenían y tienen derecho
los extrabajadores y trabajadores de Cervecerías – y que ha sido analizada con
39
bastante claridad por el Juez de instancia --- tiene un carácter instrumental,
pues, dicha violación, de por sí bastante grave, ha sido el vehículo para el
menoscabo y quebranto de otros derechos, interdependientes y conexos, de
los reclamantes, nos referimos al derecho de propiedad, y el derecho a recibir
su parte en las utilidades de Cervecerías, que es un derecho laboral y social.
No es esta una situación única. Raras son las veces que la violación de un
derecho constitucional ocurre sin el menoscabo o vulneración de otros
derechos de igual rango jurídico. La propia Constitución59 de la República del
Ecuador señala esta realidad: “todos los principios y los derechos son
inalienables, irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual
jerarquía” (Art. 11 No. 6. CPR) Por ello es que una reparación integral,
como la que exige la Constitución y la Ley de Garantías Jurisdiccionales y
Control Social cuando se ejerce la acción de protección constitucional no puede
obtenerse sin tomar en consideración el conjunto de los derechos y principios
constitucionales por la acción u omisión de los poderes públicos. Para la Sala
no puede darse dicha reparación integral, a la que está obligada a conceder,
sin restablecer todos los derechos afectados de tal manera que la tutela
judicial de los derechos sea efectiva como lo manda el artículo 75 de la
Constitución. Es evidente que por quince años los accionistas de Cervecerías se
apropiaron indebidamente de dineros que era de propiedad de sus
trabajadores, dinero con el que los accionistas pudieron obtener ventajas
financieras como es el de los intereses, mientras que tales intereses, no se
diga el capital, no acrecentó el patrimonio de los extrabajadores y trabajadores
de Cervecería, causándoles un daño que debe ser reparado. Tan cierto es que
el propio abogado de Cervecería, Doctor Santiago Velásquez Coello, en escrito
que presentó ante el Juez de instancia pidiéndole que se abstenga de ejecutar
la sentencia que había proferido señalo que en el supuesto no consentido por
él de que Cervecerías les deba pagar a los reclamantes la parte de las
utilidades no distribuidas, la demora en el pago de esa suma es reparable a
través del pago de los respectivos intereses. Dice textualmente el abogado de
Cervecería en su escrito de 10 de noviembre de 2010 (fs. 178 a 179 ): “en el
evento no admitido de que dicho pago fuere procedente, la espera o demora
en recibir el mismo es fácilmente indemnizable, de ser el caso, con el
pago de los correspondientes intereses”. En otras palabras, la Cervecería
Nacional CN S.A. admite que la demora en pagarle a los reclamantes sus
dineros conlleva el pago de intereses, cosa que, por lo demás, es de universal
justicia y es compatible con el orden público ecuatoriano. Tan grave es el
incumplimiento de obligaciones laborales – como es el caso de pagar puntual e
íntegramente las utilidades a los trabajadores – que el artículo 41 de la ley
laboral ecuatoriana hace solidariamente responsable del cumplimiento de esa
obligación a los representantes y accionistas de la empresa deudora. Dice la
norma de la ley laboral ecuatoriana: “Artículo 41.- Cuando el trabajo se realice
para dos o más empleadores interesados en la misma empresa, como
condueños, socios o copartícipes, ellos serán solidariamente responsables de
toda obligación para con el trabajador. Igual solidaridad, acumulativa y
electiva, se imputará a los intermediarios que contraten personal para que
presten servicios en labores habituales, dentro de las instalaciones, bodegas
anexas y otros servicios del empleador. (Fuente: Código de Trabajo de la
República del Ecuador)”. DECIMO SEPTIMO.- LA REPARACIÓN INTEGRAL:
59
Ver ROBERT GUEVARA ELIZALDE, en su conferencia : “LA SUPREMACIA
CONSTITUCIONAL”, dictada en Cali, Colombia, bajo los auspicios de la Universidad
Javeriana de Cali y la Universidad Agraria de Bogotá, el jueves 29 de Julio del 2010
40
Ahora bien, siendo obligación de esta Sala ordenar una verdadera reparación
integral de los derechos vulnerados que garantice en la realidad la tutela
judicial efectiva60 que consagra la Constitución de la República es necesario
comenzar por preguntarse si la reparación integral concedida por el juez a quo
frente a la Administración es o no efectiva. Recordemos que la sentencia del
Juez Duodécimo de lo Civil y Mercantil de Guayaquil ordena que el Ministro de
Relaciones Laborales, o quien lo subrogue en el cargo, restituya el derecho de
los afectados dictando, dentro del mismo procedimiento, la resolución que
ordene y ejecute el pago de las utilidades reclamadas, tal como lo hizo el
mismo Ministerio en el Caso Holcim. En los hechos y circunstancias del caso
concreto ¿ha sido la orden del juez a quo verdaderamente efectiva? El
artículo 162 de la LOGJyCC señala de las sentencias constitucionales son de
inmediato cumplimiento, al punto que el artículo 24 de la misma LGJyCC dice
que ni siquiera el recurso de apelación suspende la ejecución de la sentencia.
Han pasado más de dos meses desde que se dictó la sentencia sin que todavía
se la cumpla. El Ministerio de Relaciones Laborales en una actitud displicente y
por demás reprochable no dice nada al respecto. No ha contestado ninguno de
los oficios que el juez a quo envió para que cumpla la ejecución inmediata de
su sentencia. No obstante que la ley dispone que una orden como la emitida
por el juez de instancia deba ser ejecutada de inmediato, el Ministro optó por
presentar un recurso de aclaración y ampliación esgrimiendo argumentos tan
banales y fútiles como aquél que por el cambio de nombre del Ministerio de
Trabajo y Empleo al de Relaciones Laborales, el Ministro tenía la facultad de
cambiar de aplicar la ley de una forma diferente y darle una protección distinta
a un grupo de personas con relación a otras. A ello se añade que cuando el
Juez de instancia aclaró y amplió su sentencia con fecha 22 de noviembre del
2010 (fs. 180 y ss.) y dispuso que el Ministro dicte la resolución dentro del
término de cinco días, éste no solo que no apeló de esa decisión -apelación que
aún cuando hubiese sido interpuesta no afectaba la orden emitida por el Juez
de instancia – sino que tampoco cumplió con esta segunda orden
constitucional. Tal es la situación creada por la conducta del Ministro que los ex
trabajadores y trabajadores de Cervecerías llevan ya más de 60 días desde
que el Juez de instancia reconoció que sus derechos constitucionales habían
sido vulnerados por la resolución del 7 de julio de 2010 (fs. 42 a 49) sin que
haya habido una reparación integral a dicha vulneración; vulneración que
realmente viene arrastrándose desde 1990 año en que Cervecerías impuso, en
fraude a la ley, su oprobioso, fraudulento e ilegítimo régimen laboral que
permitió a sus accionistas apropiarse de dineros ajenos. Este cuadro de
simulaciones e ilegalidades llegó a su extremo cuando Cervecerías
presentó y obtuvo, contra ley expresa, de un Juez Primero Adjunto de
Tránsito de Pichincha la expedición de medidas cautelares (fs. 183 a
185 y vta.) para enervar la orden del Juez de instancia, único juez que
había prevenido por medio del sorteo en el conocimiento de esta
principal acción de protección constitucional, en manifiesta violación
de la ley que prohíbe este tipo de procedimientos. El artículo 27 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional
categóricamente dispone que no proceden medidas cautelares para
eludir o evitar el cumplimiento de una orden judicial. La conducta de
ambos, la de Cervecería Nacional CN S.A. y la del Ministro de Relaciones
60
Ver ROBERT GUEVARA ELIZALDE en su conferencia : “EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
HUMANA EN LA DOCTRINA CONSTITUCIONAL COLOMBIANA Y ECUATORIANA”, dictada en la
Universidad Autónoma, en Bogotá, el dia viernes 12 de Noviembre del 2010
41
Laborales en claro detrimento de los derechos de los trabajadores lleva a esta
Sala a la conclusión de que una resolución simplemente confirmatoria de la
decisión del juez de instancia volverá a ser ignorada a través del claro abuso
de recursos procesales o mediante la burda manipulación de recursos
legítimamente establecidos, dejando nuevamente a los trabajadores en
indefensión. Esta Sala no encuentra otra fórmula para reparar de manera
expedita y efectiva – como debe ser la tutela judicial de los derechos de
quienes acuden a los órganos de la Función Judicial – los derechos vulnerados
de los trabajadores que la de ordenar directamente a Cervecería
Nacional CN S.A. el cumplimiento de la orden que debió dictar el
Ministro de Relaciones Laborales en ejecución de la orden judicial
dictada por el juez a quo. En este punto es ineludible preguntarse si
puede esta Sala de la Corte Provincial de Justicia de Guayas
sustituirse en el Ministro que no cumplió con la orden constitucional
del juez de instancia que le ordenó disponer el depósito de las
utilidades no distribuidas por Cervecería desde el año 1990. El artículo
75 de la Constitución de la República del Ecuador consagra el derecho
a la tutela judicial y dispone que por imperativo constitucional ésta
debe, y tiene que ser, realmente efectiva. La tutela judicial que
garantiza la Constitución no será nunca verdaderamente efectiva si no
se asegura en la realidad de los hechos la íntegra ejecución de la
sentencia constitucional. El artículo 21 de LGJyCC ordena a los jueces
emplear todos los medios que sean adecuados y pertinentes para que
se ejecute la sentencia. Como dice el profesor Eduardo García de Enterría61:
“Que sólo puede hablarse de jurisdicción verdadera si el vencedor de un
proceso puede imponer al vencido la ejecución forzosa de la sentencia es una
obviedad. Otra obviedad es que el proceso no puede limitarse a decisiones
puramente declarativas y retóricas, sino que ha de incluir procesos de condena
bien en vía principal o subsidiaria, esto último, al menos, para poder imponer
la ejecución de un fallo y que dicha ejecución no quede sólo remitida a la
buena voluntad de los funcionarios administrativos o entendida como un mero
deber moral, como una obligación natural (no civil), en sentido técnico, esto
es, completamente incoercible… el juez de lo contencioso administrativo – y
con mucha más razón el juez constitucional- dispone, en efecto, de ese poder
de sustitución de la Administración renuente al cumplimiento de una Sentencia
que le afecta. Más aún: ese poder de sustitución es la esencia misma de la
jurisdicción, la cual actúa justamente cuando alguien se niega a cumplir de
grado lo que la norma le obligaba previamente a hacer. No hay jurisdicción sin
poder de sustitución, rotundamente….Continúa el maestro español Eduardo
García de Enterría: Ninguna razón jurídicamente seria puede ser opuesta a la
sustitución por el juez de la condena de hacer impuesta a la Administración por
una sentencia si la propia Administración no la ejecuta por sí misma. Ni el
principio de la división de poderes, ni los argumentos técnicos de la
discrecionalidad y de la acción personalísima, de la indisponibilidad por el juez
de los medios técnicos propios de la Administración, ni el supuesto conflicto
entre intereses públicos, nada, ninguna razón mínimamente consistente puede
dejar inaplicables los dos preceptos constitucionales básicos en la material, el
artículo 24, que incluye necesariamente la ejecución entre la efectividad de la
tutela judicial cuyo derecho fundamental proclama, y el artículo 118, que
45