Sei sulla pagina 1di 6

3

Botulismo
Itziar Pocheville

Concepto viosas de terminaciones colinérgicas, blo-


queando la liberación de acetilcolina en las
El botulismo es un trastorno neuroparalítico sinapsis parasimpáticas y uniones neuromus-
caracterizado por la aparición de una parálisis culares. Como consecuencia se bloquea la
fláccida desdendente, producido por la toxina transmisión nerviosa, produciéndose una dis-
del Clostridium botulinum. función tanto a nivel del sistema nervioso
autónomo como a nivel muscular.
Etiología
El agente causal de esta enfermedad es un Epidemiología
bacilo grampositivo anaerobio que sobrevive
en suelos y sedimentos marinos por medio de El botulismo se clasifica en tres formas clíni-
la formación de esporas (formas vegetativas). cas según el mecanismo patogénico:
Las esporas del Clostridium botulinum germi- a) Botulismo por intoxicación alimentaria.
nan favorecidas por ciertas condiciones
b) Botulismo de heridas.
ambientales.
c) Botulismo infantil.
El bacilo, durante su crecimiento y autólisis,
libera una potente neurotoxina, responsable
de la sintomatología de la enfermedad. Botulismo por intoxicación alimentaria
Existen 7 tipos de toxina designadas con
Originado por la ingestión de toxina botulíni-
letras A-G. En humanos la enfermedad está
ca preformada. Esta situación se produce
causada por las toxinas A, B E y F. En niños,
cuando un alimento contaminado con espo-
la mayoría de los casos están ocasionados por
ras de Clostridium botulinum está almacenado
las toxinas A y B. Las toxinas botulínicas, en
en condiciones anaerobias que permiten su
función de su peso molecular, son los venenos
germinación, multiplicación y producción de
más potentes que se conocen. Son proteínas
toxina. La mayoría de los casos descritos se
constituidas por dos cadenas polipeptídicas
producen por la ingesta de alimentos de ela-
termolábiles (se destruyen en 10 minutos a
boración casera, sobre todo vegetales, pesca-
100 ºC).
dos y frutas.
Patogenia
Botulismo de heridas
La toxina es absorbida desde el tracto intesti-
nal y pasa a circulación sistémica hasta alcan- Es la forma menos frecuente. Se produce
zar las terminaciones neuromusculares. A ese cuando, en una herida abscesificada y conta-
nivel se une a los receptores de las células ner- minada por esporas de C. botulinum, las espo-

23
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

ras germinan, favorecidas por la condición de cual impide el desarrollo bacteriano. Además,
anaerobiosis, dando lugar a la elaboración de la lactancia materna contiene factores inmu-
toxina. Se han descrito casos en adictos a dro- nológicos protectores que contribuirían a que
gas por vía intravenosa. la expresión clínica de la enfermedad fuera
más atenuada.
Botulismo infantil
Se produce por la ingesta de esporas de C.
Formas clínicas
botulinum, que a nivel del tracto digestivo Las manifestaciones clínicas son similares en
(intestino grueso), en condiciones de anaero- todas las formas de botulismo, con ciertas
biosis, son capaces de germinar, multiplicarse características típicas sobre todo en el botulis-
y producir toxina. Esta forma afecta casi mo infantil.
exclusivamente a niños menores de 1 año. El
mayor número de casos se produce entre 6 Botulismo alimentario. El período de incuba-
meses y 1 año de vida (90 % de casos), e ción oscila entre 6 horas y 8 días, aunque
incluso se han descrito casos en el período generalmente los síntomas aparecen de 18 a
neonatal. Se han descrito casos de botulismo 36 horas tras la ingesta de la toxina. El sín-
infantil en adultos que presentan alteraciones drome clínico está dominado por los síntomas
funcionales del tracto gastrointestinal. Esto neurológicos que varían desde la debilidad
indica que la microflora intestinal parece muscular o parálisis de los nervios craneales,
determinar la susceptibilidad para la coloniza- hasta la parada cardiorrespiratoria.
ción y crecimiento de esporas.
Los primeros síntomas suelen ser generales
La miel es la única fuente alimentaria clara- (debilidad, laxitud) y digestivos: náuseas,
mente implicada como fuente de esporas, vómitos, dolor abdominal, estreñimiento o
aunque en la mayoría de los casos no se logra diarrea. Los síntomas derivados de la inte-
establecer la fuente infectante (85 % de rrupción de la transmisión colinérgica a nivel
casos) y tan sólo en un 20 % de los casos se parasimpático son: menor salivación con
demuestra su relación con el consumo de sequedad de boca, lengua y faringe.
miel. Se consideran factores de riesgo para el
Los síntomas neurológicos pueden aparecer
botulismo infantil el hábitat en zonas rurales
simultáneamente o días más tarde. Predomina
o cercanas a lugares de construcción, ya que
la afectación de pares craneales: visión borro-
en estas circunstancias ambientales aumenta-
sa, diplopía, fotofobia, disfagia, disartria y
ría el riesgo de ingesta de esporas. Se han
debilidad muscular en las extremidades. El
investigado factores que podrían influir en la
enfermo, sin embargo, está alerta y afebril.
vulnerabilidad del intestino infantil a la
infección por C. botulinum. Los niños que La recuperación clínica se produce al cabo de
reciben lactancia materna podrían tener semanas o meses. En la actualidad la mortali-
mayor riesgo de ser colonizados a partir de los dad ocurre en el 5-10 % de los casos de botu-
2 meses de vida, en relación con los que reci- lismo alimentario.
ben lactancia artificial. Sin embargo, la gra-
vedad de la expresión clínica sería menor. Botulimo de heridas. Las manifestaciones
Esto podría estar en relación con una mayor clínicas son semejantes a las del botulismo
acidez intestinal en los lactados al pecho, lo alimentario, excepto en que los síntomas

24
Infectología

abdominales están ausentes y que el período Toda la sintomatología tiene un pico a los
de incubación es más prolongado (4-14 días). 2 o 3 meses para resolverse posteriormente.
La mortalidad es aproximadamente de un (tabla 1).
15 %.
Diagnóstico diferencial
Botulismo infantil. Su espectro de gravedad
clínica puede ir desde síntomas poco promi- El botulismo infantil plantea problemas diag-
nentes, hasta un proceso fulminante con evo- nósticos ya que su presentación es similar a
lución fatal. El período de incubación es de otros procesos tales como sepsis, síndrome
3 a 30 días desde la ingesta de esporas hasta el viral, deshidratación, meningoencefalitis,
inicio de las manifestaciones clínicas. El pro- miastenia gravis, síndrome de Reye, síndrome
nóstico es bueno si el inicio de la enfermedad de Guillain-Barré, hipotiroidismo, accidente
es lo suficientemente gradual para permitir su cerebrovascular, encefalopatía metabólica,
ingreso hospitalario. El inicio de los síntomas intoxicación por organofosforados y monóxi-
puede ser abrupto, en horas, o gradual a lo do de carbono, o muerte súbita del lactante.
largo de varios días. El síntoma más relevante
y precoz es el estreñimiento, que puede prece- Diagnóstico
der al resto de síntomas en semanas. Las
manifestaciones neurológicas son prominen- La confirmación de botulismo se basa en la
tes y consisten en una parálisis fláccida simé- detección de toxina o del C. botulinum en el
trica y descendente. Comienza por la afecta- paciente o en el alimento sospechoso.
ción de los músculos inervados por pares cra- Se debe sospechar en todo niño menor de
neales y progresa de forma descendente al 1 año que presente estreñimiento, debilidad
tronco (debilidad de músculos respiratorios y muscular, llanto débil y dificultad en la deglu-
diafragma) y finalmente a las extremidades. ción. El diagnóstico definitivo se establece
por la detección de: 1) toxina en suero; 2)
toxina y/o C. botulinum en heces, y 3) toxina
Examen físico y/o C. botulinum en alimento sospechoso.
Los niños están afebriles, hipotónicos, con En el botulismo infantil la toxina en suero es
dificultad para el sostén cefálico, succión y raramente detectada (1% de casos), aunque
llanto débiles, escasos movimientos espontá- en el caso del botulismo alimentario o de
neos, sequedad de mucosas y progresivamente herida se detecta más facilmente. Las mues-
debilidad descendente. tras de suero obtenidas a partir de 3 días tras
Los síntomas neurológicos incluyen: ptosis la ingestión de la toxina son generalmente
palpebral y dilatación pupilar sin respuesta a negativas, en cuyo caso, su detección en
la luz. Se produce una pérdida del control de heces o alimento constituye la base del diag-
esfínteres y un aumento del esfuerzo respira- nóstico.
torio llegando a producirse apnea. La detección de toxina en heces o el cultivo
Los reflejos tendinosos está disminuidos o de C. botulinum pueden ser positivos hasta
ausentes. Las alteraciones del sistema nervio- 100 o 150 días tras la resolución de los sínto-
so autónomo se manifiestan por sequedad de mas. Las heces de los niños enfermos contie-
mucosas, estreñimento y retención urinaria. nen grandes cantidades de toxina y su detec-

25
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

inoculada al ratón, a partir de su inactivación


TABLA I. Síntomas clínicos
y signos físicos en el botulismo biológica por medio de la administración de
antitoxina botulínica específica. Esta prueba
Síntomas gastrointestinales se realiza en centros de referencia específicos.
Náuseas
Cultivo de c. botulinum. Se puede cultivar a
Diarrea (precoz)
Estreñimiento (tardío)
partir de heces, heridas o alimentos sospecho-
Dolor abdominal sos en medios de cultivo para gérmenes anae-
Vómitos robios, con técnicas de enriquecimiento espe-
cíficas.
Síntomas neurológicos
Visión borrosa Electrodiagnóstico
Disfagia
Sequedad de boca El electromiograma presenta un patrón de
Diplopía respuesta típico, muy útil en el diagnóstico.
Disartria Los potenciales de acción motora están dis-
Debilidad de extremidades minuidos en amplitud y esta alteración se
Disnea aprecia característicamente si se realizan esti-
mulaciones repetitivas a baja amplitud (1-5
Síntomas generales ciclos /segundo). Esta alteración puede apare-
Astenia cer en otros trastornos neuromusculares; sin
Dolor de garganta embargo, en el botulismo se produce una res-
Debilidad
puesta incremental típica tras estimulación
Hallazgos físicos
repetitiva a frecuencias rápidas (20-50
Ptosis ciclos/segundo) en un 92 % de los casos. No
Debilidad muscular extraocular obstante, un electromiograma inicialmente
Disfunción de nervios faciales normal no excluye el diagnóstico (tabla II).
Hiporreflexia
Debilidad de la lengua Tratamiento
Pupilas fijas o dilatadas
Debilidad de extremidades Medidas de soporte. La base del tratamiento
Simétrica del botulismo grave lo constituyen las medi-
Proximal o distal das de soporte respiratorio (ventilación mecá-
Patrón descendente nica) y nutricional. Debido al elevado riesgo
Nistagmo de parada cardiorrespiratoria, se deben ingre-
sar estos pacientes en Unidades de Cuidados
ción confirma el diagnóstico. En el caso del Intensivos e instaurar ventilación mecánica
botulismo alimentario, se investigará la pre- ante los primeros datos de insuficiencia respi-
sencia de toxina en el alimento sospechoso. ratoria.
Detección de toxina. Se investiga su presen- Antibióticos. No se deben utilizar en el botu-
cia en suero, heces, contenido gástrico o exu- lismo infantil ya que la lisis de las bacterias a
dado de heridas. Se utiliza el test de inocula- nivel intraluminal podría aumentar los nive-
ción al ratón (test de bioensayo en el ratón). les de toxina en sangre. El uso de aminoglu-
La presencia de toxina se determina, una vez cósidos está contraindicado ya que incremen-

26
Infectología

TABLA II. Test útiles en el diagnóstico de botulismo

Test Resultado favorable a diagnóstico de botulismo

Test iniciales
TAC o RMN Normal
Punción lumbar Normal
Electromiografía Disminución de amplitud de potenciales de acción

Electromiografía
(estimulación rápida: 20-50c/seg) Aumento de amplitud de los potenciales de acción
Test edrofonio Negativo

Tests confirmatorios
Inoculación al ratón Positivo
(suero, heces, alimento)
Cultivo C. botulinum en heces Positivo

tan el bloqueo neuromuscular presináptico y podría producir reacciones anafilácticas gra-


su uso se ha relacionado con el empeoramien- ves en el niño.
to de lo síntomas.
Está bajo investigación la utilización de una
En el caso del botulismo de herida, están indi- antitoxina botulínica humana (inmunoglo-
cos el desbridamiento y limpieza quirúrgica de bulina antibotulínica) que administrada pre-
la herida y la utilización de penicilina. cozmente podría ser beneficiosa en el niño.
Antitoxina botulínica. La administración de En EEUU, está aprobado su uso para el trata-
este producto es el único tratamiento especí- miento del botulismo infantil bajo protocolo
fico para el botulismo. La antitoxina es un de investigación.
producto de origen equino con anticuerpos
antitoxina A, B y E. Su administración por
vía intravenosa puede neutralizar la toxina Bibliografía
libre, no unida a las terminaciones nerviosas.
1. Midura TF. Update: Infant Botulism. Clinic
Se recomienda descartar la hipersensibilidad
Microbiol Rev 1996, 9:119-125.
a este producto previamente a su administra-
ción, ya que un 20 % de personas presenta 2. Lizarraga MA, López Y, Pilar J. Botulismo infan-
cierto grado de intolerancia al mismo. til: A propósito de un caso. An Esp Pediatr
1996, 44:399-401.
Administrada precozmente (1 vial intraveno-
so y 1 vial intramuscular) en el curso de la 3. Jagoda A. Infant Botulism: Case Report and
enfermedad, es eficaz para prevenir su progre- Clinical Update. Am J Em Med 1990, 8:318-
sión, acortando la duración de la insuficiencia 320.
respiratoria en los casos de botulismo grave. 4. Schreiner MS, Field E, Ruddy R. Infant
No está recomendada en el botulismo infantil Botulism: A review of 12 years experience at
debido a que no se ha demostrado su benefi- The Children’s Hospital of Philadelphia.
cio y, por otra parte, al ser de origen equino, Pediatrics 1991, 87:159-165.

27
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

5. Hurst D, Marsh W. Early severe infantile 8. Castell J, Nieto A. Botulismo infantil. An Esp
botulism. J Pediatr 1993, 122:909-911. Pediatr 1999, 1:572-573.
6. Torres P, Martínez E, Rodríguez J. Botulismo del 9. Arnon SS. Infant Botulism. In: Feigen RD,
lactante: Presentación de un caso. An Esp Cherry JD (eds). Textbook of pediatric
Pediatr 1985, 24:193-196. infectious diseases. 3rd. ed. Philadelphia:W. B.
Saunders, 1992, pp. 1095-1102.
7. Shapiro RL, Hateway C, Swerdlow DL.
Botulism in the United States: A Clinical and
Epidemiologic Re-view. Ann Intern Med 1998;
129:221-228.

NOTAS

28

Potrebbero piacerti anche