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Facultad de Humanidades

Departamento de Historia
Licenciatura en Educación en Historia y Ciencias Sociales.

“Un pueblo que desea asesinar a Dios:

La Unión soviética en el discurso de

El Mercurio (1929 -1930)”

Estudiante: Nicole Collante


Profesora: Olga Ulianova
Cátedra: Seminario de Historia Europea

Santiago, Lunes 13 de diciembre del 2010


“Un pueblo que desea asesinar a Dios: la Unión soviética en el discurso de

El Mercurio (1929 -1930)”

“La Rusia de los Soviets continua siendo el país


misterioso por la disparidad de noticias que de el
pueden leerse en periódicos y revistas, noticias que
varían según sean las fuentes partidarias o contrarias
al sistema actual de ese gobierno1”.

I. Introducción:

Mucho se ha escrito sobre la Unión Soviética y su relación con Chile durante el


periodo de la Guerra Fría, sin embargo, sin negar el atractivo que dicho tema
posee, y sobre todo si tomamos en cuenta la cita presente al inicio, es interesante
preguntarse ¿qué pasaba antes de 1945? Como es sabido la relación entre Chile
y la Unión Soviética es una historia que se remonta al siglo XIX, no obstante el
contacto durante este siglo se encuentra limitado a la llegada de algunos
marineros, y poco a poco se fue estrechando la relación. A partir de esto Hernán
Soto postula que Rusia no era un país desconocido al momento de la “Revolución
de octubre”.

Tras 1917, Estado Unidos intento aislar a la potencia soviética implementando una
especie de cerco, sin embargo debido al atractivo que poseía el gran mercado
ruso para los países latinoamericanos, muchos incurrieron en acercamientos e
intentos de negociación, Chile no fue la excepción. No obstante, fue solo hasta
después de 1924 que los diálogos entre las naciones latinoamericanas y Rusia
adquirieron un carácter formal. “Al parecer se produjeron en ese tiempo
importantes ventas de salitre chileno. En 1927, en la cámara de los comunes un
representante del Ministerio de Guerra británico declaro que el Soviet había

1
El Mercurio, Santiago, 9 de marzo de 1930
comprado 50.000 toneladas de nitrato chileno por intermedio de la firma
Gugenheim de Nueva York y otras firmas2”.

Con el fortalecimiento de la Unión Soviética como Estado, esta comenzó a


imponer condiciones para comerciar con los diversos paises, la más importante
era que todo país que quisiera establecer nexos económicos, debía ante todo
reconocer a la Unión Soviética como un Estado autónomo y soberano. En este
momento la relación con Chile se tensionó, debido a que Estados Unidos impuso
su presión para impedir dicho reconocimiento. Con la crisis de 1929 pese al giro
conservador que se aprecia en América Latina se produce un nuevo intento de
acercamiento, que finalmente terminara difuminándose en el aire.

El momento que abarcaremos en esta investigación es, precisamente entre los


años 1929 y 1930, es decir al interior del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo.
Este escenario es muy interesante, en tanto Chile se encuentra sufriendo, al igual
que el resto del mundo, una gran crisis económica, pero además a la cabeza del
gobierno chileno se encuentra un hombre de derecha, opositor acérrimo de las
ideas que sustentan la revolución en Rusia. A partir de esto, surge la siguiente
interrogante: ¿Cómo se caracteriza a la Unión Soviética desde la opinión publica
de derecha –periódico El Mercurio- entre los años 1929 y 1930?

En función de lo anterior, es que este artículo tiene como objetivo general


analizar el discurso construido desde la derecha en relación a la Unión Soviética
entre los años 1929 y 1930, utilizando como fuente principal “El Mercurio”. Para
esto, en primer lugar, se caracterizará el contexto de Chile entre dichos años. En
segundo lugar, se describirá el discurso presente en “El Mercurio” en relación la
Unión Soviética entre 1929 y 1930. Por ultimo, se comparará el discurso presente
en “El Mercurio” con la situación vivida en rusa entre esos años.

La metodología a utilizar, a grandes rasgos, responde a un enfoque cualitativo,


específicamente análisis de discurso, a partir de una fuente primaria, que en este

2
Soto, Hernán. “Las relaciones entre Chile y la Unión Soviética. 1917-1947”. Instituto de Ciencias
Alejandro Lipschutz, julio, 1991. Pág. 11
caso es el periodo “El Mercurio” de Santiago. Además, constantemente se hará un
trabajo hermenéutico en base a bibliografía.

Ahora bien, antes de dar paso al inicio del desarrollo, es necesario aclarar que se
entenderá por discurso, en tanto el concepto ocupa un lugar estructurante en la
investigación. Una definición no pormenorizada de discurso sería considerarlo una
secuencia coherente de actos de habla que están entrelazados unos con otros.
Sin embargo esta definición es demasiado banal en el sentido de que no logra
reflejar la complejidad existente en el concepto. En este sentido, se planteará que
el discurso tiene, a lo menos, cuatro características constituyentes.

En primer lugar, siguiendo los postulados de Teun A. van Dijk, se sostendrá la


tesis de que los individuos construyen su discurso como miembros de categorías
sociales, grupos, partidos políticos, profesiones, organizaciones, comunidades,
sociedades o culturas; de esta forma “al producir el discurso en situaciones
sociales, los usuarios del lenguaje al mismo tiempo construyen y exhiben
activamente esos roles e identidades”3.

En segundo lugar, se sostendrá que el discurso manifiesta y expresa las


propiedades del contexto4 en el cual es producido; es decir, la situación histórico,
social y cultural en la que está inserto su productor o emisor, como también, sus
propias características personales. Asimismo, la relación entre contexto y
discurso es dialéctica: “las estructuras del discurso varían en función de las
estructuras del contexto y pueden, al mismo tiempo, explicarse en términos de
estas últimas estructuras. En el mismo sentido, los contextos pueden estar
determinados y ser modificados en función de las estructuras del discurso”5

En tercer, se sostendrá que el discurso es una forma de acción; una actividad que
los humanos realizan de forma controlada, intencionada y con un propósito
específico.
3
Van Dijk, Teun A. “El discurso como interacción en la sociedad” en… Pág. 28.
4
Van Dijk precisa que el contexto es “la estructura de aquellas propiedades sociales de la situación
social que son sistemáticamente (es decir, no casualmente) relevantes para el discurso”. Op cit.
Pág. 33.
5
Op cit. Pág. 33.
Por ultimo, se afirmará que existe una relación directa entre ideología y discurso;
ya que la ideología es quien supervisa cómo los sujetos construyen discursos en
tanto miembros de grupos u organizaciones; debido a que estas sirven “para que
los grupos desarrollen representaciones compartidas, generales y mutuamente
coherentes en dominios grandes o problemas importantes de la vida social y
cultural”6. Asimismo, el discurso es necesario para la preproducción de las
ideologías.

II. Chile entre 1929 y 1930: Dictadura y crisis económica.

En cuanto a lo económico, Chile hasta antes del colapso de 1929 se encontraba


experimentando un auge económico importante, debido al aumento del precio del
salitre y el crecimiento de la minería de Cobre. Este auge económico, ayudo a que
la opinión pública, en general, tuviera una disposición positiva hacia el presidente
del momento, Carlos Ibáñez del Campo, electo en 1927. Durante su gobierno se
impulsaron grandes obras públicas y un aumento del fomento estatal a la
producción. No obstante, ante la crisis mundial no hubo mayores alternativas y el
país se vio sumido en uno de los momentos más trágicos de su historia.

Muy relacionado con lo anterior, “el proyecto político durante el gobierno de Ibáñez
fue revestido de un peculiar carácter que le dio una connotación especial a su
cumplimiento. Quienes lo apoyaron lo consideraron una labor patriótica, que
salvaría al país de los problemas que lo aquejaban (…) Toda oposición era vista
como contraria a la obra de reconstrucción nacional del gobierno, y solo pretendía
la subversión del orden público7”. En este sentido es apropiado destacar que
durante el periodo en que Ibáñez se encontró a la cabeza del Estado existió un
sistema organizado de represión en contra de grupos tales como anarquistas y
comunistas. Especial importancia posee la lucha de Ibáñez en contra de los
comunistas, debido al acercamiento que estos estaban teniendo con la Unión
Soviética. Durante, este periodo, “por una parte el PC vivió su primer periodo de
6
Op cit. Pág. 53.
7
Rojas, Jorge. “Dictadura de Ibáñez”. Editorial Universitaria, 1993. Pág. 23
represión y clandestinidad que continuaría y fortalecería respecto al partido, la
época fundacional de sacrificio y martirio propia del movimiento obrero desde que
sus primeras acciones costaran la libertad e incluso la vida a cientos de sus
integrantes. Por otra parte, un conjunto de factores condujeron a la transformación
de este actor político chileno con profundo arraigo en los sectores mineros y
obreros, pero con débil vinculación orgánica e ideológica con las estructuras
Kominternianas, en una disciplinada sección de la internacional Comunista8”.

En un comienzo el Partido Comunista se encontraba confuso ante la imagen de


este militar que poseía un discurso anti oligárquico, sin embargo cuando Ibáñez
comenzó a mostrar su faceta de represor sindical, el PC se constituyó en una
verdadera oposición al gobierno.

Los años que abarca esta investigación, 1929 y 1930, son centrales en el proceso
de “bolchevización” del Partido Comunista chileno, lo cual se expreso
concretamente en el viaje que realiza el delegado de la SSA a Chile. “La
bolchevización del PC chileno realizada en esos años significo mucho más que la
sustitución de la estructura asambleísta del partido por una de células [y que un
apoyo económico] .Implico la intervención directa del Secretariado Sudamérica en
la definición de la línea política del partido y en la conformación de sus órganos
directivos9. Esto claramente se presento como un problema para el gobierno de
Ibáñez, debido –como mencionábamos anteriormente- a la presión que Estados
Unidos se encontraba ejerciendo para alejar a la URSS de América Latina.

III. Un pueblo que desea asesinar a Dios

Al interior del contexto descrito previamente y en total correspondencia con él, se


va construyendo lentamente una imagen de la Unión Soviética, principalmente

8
Ulianova, Olga. “Chile en los archivos soviéticos 1922-1991”.Tomo I. Centro de investigaciones
Diego Barras Arana. LOM ediciones, 2005. Pág. 215
9
Op. Cit. Pág. 258
desde la derecha conservadora, totalmente negativa. Esto de cierta forma se
explica por la necesidad de deslegitimar a dicha potencia, en función de restarle
apoyo al Partido Comunista en Chile.

Al analizar el discurso presente en el diario “El Mercurio”, con respecto a la Unión


soviética, podemos advertir que se destacan tres ejes estructurantes: la cuestión
socio-política, la cuestión militar y la cuestión religiosa.

En relación a la cuestión socio-política, se han agrupado los temas referidos a los


campesinos, la colectivización y la represión al interior de la URSS. En primer
lugar, con respecto a los campesinos, es posible encontrar varios titulares como
“El gobierno de los Soviets y los campesinos” e incluso unos más sugerentes
como “La lucha de los campesinos en Rusia”. En dichas noticias los rasgos que
más se destacan es que la colectivización de tierras ha traído grandes problemas
al interior de la URSS, desatando una guerra social entre campesinos y
funcionarios estatales. En relación a esto, El Mercurio del día 30 de noviembre de
1929 postula:

“Las informaciones recibidas de diversas regiones del soviet dicen que


otros dos funcionarios del soviet han sido asesinados y que 5 personas
han sido condenadas a muerte como resultado de la lucha
desesperada de los campesinos más ricos y de los negociantes
particulares contra la política del gobierno sobre socialización
intensiva”.

Dos días antes, es decir el 28 de noviembre de 1929, se presentaba en el diario


una noticia muy ligada a lo anterior, con la cual se intenta dar una imagen de caos
al interior de la URSS:

“Ha sido dictado un decreto, por el cual se dispone que las victimas de
los campesinos ricos sean consideradas como veteranos militares.
Esto indica la gravedad de las luchas que ocurren en miles de aldeas
entre los campesinos pobres y los ricos, pues estos últimos se oponen
desesperadamente a los esfuerzos que se hacen para comunizarlos”.

Tras presentar un escenario tan trágico, en marzo de 1930 publican una noticia en
que se comenta sobre Stalin y los actos de violencia cometidos por los
funcionarios de los Soviets.

“José Stalin, haciendo un llamamiento para poner atajo a los actos de


violencia y otros excesos cometidos por funcionarios comunistas
demasiado celosos de sus deberes, en algunas regiones agrícolas,
declara que denuncia el empleo de la fuerza contra los campesinos que
no desean adherir a las colectivas y advirtió que es inútil tratar de
organizar la labranza de la tierra sobre bases comunistas allí donde los
campesinos aun no están preparados para ello.

Stalin señala con orgullo que la mitad del elemento campesino forma
parte ya del colectivismo pero deplora que se hayan empleado algunos
métodos para alcanzar los fines que se persiguen”10.

En relación a esta cuestión socio-política, como mencionamos anteriormente, no


solo encontramos el conflicto de los campesinos y la colectivización, sino que
también algunos de los elementos más “ocultos” para la época sobre la URSS: los
campos de trabajo y las condiciones en que se vivía en ellos. Con respecto a esto,
el 4 de noviembre de 1929 se presenta la siguiente noticia: “Presos rusos
escapados de Solovetsk”

“Trece presos rusos de un total de 60 que se fugaron del campamento


de concentración de Solovetsk hace 15 llegaron a la frontera
finlandesa.

Los fugitivos dan cuenta de la horrible situación de los presos en


Solovetsk.

10
El Mercurio, Santiago, 4 de marzo de 1930
Uno de ellos dice que en febrero ultimo un centenar de miembros de
una secta religiosa sospechosos de incitar a la revuelta, fueron
obligados a cavar sus propias tumbas y a permanecer tendidos en ellas
hasta que murieron helados.

Los fugitivos dicen que escaparon mientras trabajan en un bosque a


unas 75 millas de las fronteras; dieron muerte a los guardias y se
apoderaron de cierta cantidad de provisiones, pero en los últimos
cuatro días solo se alimentaron de hierbas”.

Esta cita deja en evidencia el sufrimiento y desesperación que estaban viviendo


los rusos al interior de los campos de trabajos, y al no presentarse sin más
información y sin ninguna explicación o contexto, solo tiene como finalidad apelar
a la sensibilidad de los lectores y potenciar un sentimiento de desprecio hacia la
Unión Soviética.

Un segundo eje presente en el discurso de El Mercurio es la cuestión militar,


centrada principalmente en el desarme mundial y en mostrar el amenazante poder
que poseía el Ejercito Rojo.

La discusión en torno al desarme mundial surge, debido a que en el Tratado de


Versalles (1919) se estipula que se debe crear una política de desarme a nivel
mundial. En función de esto se crea una comisión encargada de generar dicha
política. No obstante, el conflicto se desata debido a que la Unión Soviética lleva
ante esta comisión una propuesta de desarme, la cual –como era de esperarse- es
rechazada. Como justificación la comisión postula que:

“una prueba evidente del menosprecio con que mira a los demás
países la URSS, se encuentra en el proyecto de desarme, presentado
por su delegados al secretario general de la Liga de las Naciones11”.

Y además agregan:

11
El Mercurio, Santiago, 3 de noviembre de 1929
“Es indudable que el Soviet necesita un periodo de paz internacional,
durante el cual se haga una propaganda conveniente y las
ramificaciones comunistas del Komintern dispongan del tiempo
necesario para introducirse en los organismos sociales y
administrativos de las naciones destinas a caer bajo el dominio
bolchevista”12.

Ante esta noticia, unos meses después, en un reportaje muy extenso, llamado “La
Rusia misteriosa y trágica de los Soviets. El poder militar de la URSS”, El Mercurio
postula:

“Tenemos de este modo a Rusia como el país más fuertemente armado


en Europa, o mejor dicho aun, en el mundo. Este hecho y la constante
propaganda comunista mundial con fines sediciosos, son las principales
razones que señalan a la Rusia soviética como mayor obstáculo para
el desarme mundial, especialmente europeo”13.

Sin embargo, este posicionamiento ante la URSS, no es algo nuevo al


interior del discurso de El Mercurio, meses atrás ya se había presentado una
pequeña noticia que comentaba las declaraciones que había realizado Mr.
Roy Howard, presidente del Directorio del Sindicato periodístico Scribba-
Howard:

“Creo firmemente que el fervor casi religioso con que los rusos
consideran los dogmas del comunismo hace que sea decididamente
imprudente que las demás naciones de desarmen hasta el punto de no
poder defenderse, mientras no haya una nueva confirmación de la
enunciada intención del gobierno de los soviets su interés en hacer
propaganda comunista por otros medios que no sean educacionales”14.

Por ultimo, la cuestión religiosa es el eje que más preponderancia tiene al interior
del discurso construido por El Mercurio. De hecho cada dos días
12
Ibid.
13
El Mercurio, Santiago, 9 de marzo de 1930
14
El Mercurio, Santiago, 28 de noviembre de 1929
aproximadamente aparecen noticias haciendo alusión al tema, aunque sean
informaciones de dos líneas. Así es posible encontrar titulares tales como: “La
persecución religiosa en Rusia” o “El pueblo que desea asesinar a Dios”.

Uno de los reportajes más extensos presentes al interior del diario se centra,
justamente, en la cuestión religiosa y tiene por titulo “La barbarie anti religiosa en
Rusia”. En este reportaje se pone énfasis en diversos casos de profanación a
Iglesias, ya que:

“ahora, según viene anunciando el telégrafo, la campaña anti cristiana


se ha identificado en Rusia no ya con una nueva persecución contra
las personas, que es ha asistido siempre, sino contra las iglesias.

“Veamos el caso del templo Sviatogorsk, objeto de la veneración del


pueblo, el cual penetraron sesenta soldados del ejército rojo y después
de haber saqueado las celdas de los monjes, hicieron irrupción en la
iglesia, impidieron los servicios religiosos, tras de profanar los iconos,
obligando a los monjes a beber y bailar con ellos, no sin haberles
cortado antes la barba y el cabello…

En otro convento no muy lejano la soldadesca, arrancándoles las


vestiduras a los sacerdotes, se las puso, comenzando a hacer una
parodia de los actos religioso y siguiendo, luego, en una francachela
que duro dos días. Por fin todo lo que se escondió en el templo y en
las celdas, fue colocado en 30 camiones y llevado, bajo la custodia
de las tropas del soviet15”.

Además de presentar una lista bastante extensa de casos similares a las citados
más arriba, el reportaje realiza el siguiente cuestionamiento:

“Pero ¿como admirarse mucho de estas profanaciones cuando, desde


hace tiempo ha hecho gala el pueblo y la soldadesca en profanar lo
que, en todos los países, es objeto de veneración y respeto? El propio

15
Ibid.
Soviet ordeno hace algún tiempo la apertura de las tumbas, en que se
custodian las reliquias veneradas de santos, patriarcas, zares, grandes
duques, boyeros, hombres ilustres, siendo todas motivo de burlas
soeces16”

Tras esto continúa enunciando profanaciones que el Ejército Rojo y el gobierno de


los Soviets han perpetrado, no solo a la religión, sino también a la tradición de
Rusia

“Bastara con citar el caso del Kremlin. Verdadero museo del arte y
verdadero asilo de la fe tradicional del pueblo y historia de los rusos.
Pues bien, poca cosa queda de él en la actualidad, porque ha sido
enteramente devastado”17.

IV. El mercurio y la Unión Soviética

Luego de imaginar este escenario dibujado por El Mercurio, no cabe más que
preguntarse ¿este discurso tiene alguna concordancia con la situación que
efectivamente se vivió en la URSS entre 1929 y 1930? ¿O es simplemente un
discurso ideológico que pretende deslegitimar el actuar de la Unión Soviética? La
respuesta a ambas interrogantes no puede ser un absoluto, en tanto la realidad
misma en un entramado complejo de factores que se influyen mutuamente.

La situación de la URSS entre los años mencionados, se encontraba dominada


por un proceso que tenía múltiples expresiones: la consolidación del Estado
soviético. Entre sus expresiones encontramos el establecimiento del primer Plan
Quinquenal, - el cual tiene como objetivo central levantar un desarrollo de la
industria pesada, pero debido al alto nivel agrario del país era necesario llevar a
cabo primero una colectivización de las tierras- la lucha contra la religión, entre
otros. La base que sustentaba este proceso era la destrucción total de los
elementos capitalista que habría sobrevivido a la Revolución de 1917. De esta
16
Ibid.
17
Ibid.
forma, el 7 de noviembre de 1929, Stalin escribió un artículo en el Pravda, en
donde planteaba:

“El Año de la Gran Ruptura”, donde declaraba que el plan Quinquenal


era el comienzo de la ultima gran lucha contra los elementos
capitalistas de la Unión Soviética…Lo que Stalin quería decir con Gran
Ruptura, como se lo explicara a Gorki, era la quiebra total de la vieja
sociedad, y la ferviente construcción de una nueva18”

Esta Gran Ruptura a la que se refiere Stalin, es tratada con bastante profundidad
por Orlando Figes en su libro “Los que Susurran”. Aquí el autor postula que:

La colectivización fue el gran punto de inflexión de la historia soviética.


Destruyo un estilo de vida que había evolucionado durante varios siglos
y que estaba basado en la granja familiar, las antiguas comunas
campesinas y la aldea independiente, con su mercado y su iglesia,
todas ellas organizaciones que los bolcheviques consideraban
obstáculos para la industrialización socialista19.

Para los bolcheviques, los campesinos eran elementos sociales de los cuales se
debía desconfiar, ya que se encontraban muy arraigados al sistema tradicional.
Debido a esto, y en función de los planes económicos y políticos que poseía la
URSS, era necesario eliminarlos, no obstante, esta “limpieza” no se realizaba en
contra de todos los campesinos, sino que solo de aquellos que eran más ricos, es
decir, los Kulaks. “Stalin y sus seguidores optaron por una política de
colectivización masiva que les permitiera fortalecer el control del estado sobre la
producción de alimentos y extirpar cualquier amenaza Kulak de una vez y para
siempre20”. No obstante, para la fecha (1929-1930) la existencia de verdaderos
Kulaks era una ilusión, creada por los Soviets, en función de reclutar mano de
obra para los campos de trabajo. Tal como queda reflejado en la obra de Figes, la
mayoría de los campesinos, hacia finales de la década de los 20, eran personas

18
Figes, Orlando. “Los que Susurran”. Editorial Edhasa, 2009. Pág 151
19
Op. Cit. Pág. 145
20
Op. Cit. Pág. 149
pobres. Por lo que en varias ocasiones, la selección de los kulaks pasaba por
acuerdo entre los mismos vecinos o simplemente por el azar.

Por otra parte, la cuestión religiosa en Rusia fue un tema que levanto diversas
voces de protesta, sobre todo porque la mayor parte de la población campesina
era aferrada a ella. Como podemos apreciar en la siguiente cita, el “ataque a la
religión” vino de la mano con la colectivización agraria:

“En los mitin realizados por los aldeanos de Lotoshinsk, Sergeyevak y


otras comunidades cercanas a Moscú, se acordó clausurar todas las
iglesias y sacar todas las campanas. Tal acción se ha hecho cada vez
más evidente en toda la nación respecto a la colectivización de las
haciendas y la reelección de los Soviets locales.”21

La cuestión religiosa en la URSS, no es un tema que solo se vea expresado en


acciones –“profanaciones” de iglesias, expropiación de los bienes del clero, entre
otros- sino también en el ámbito de la construcción intelectual y discursiva. La
religión siempre ha sido considerada, por los bolcheviques, como un elemento que
obstaculiza la liberación de los hombres. Incluso es definida por la “Great Soviet
Encyclopedia”, como:

Every religion is nothing more than a fantastic reflection in the minds of


people of the external forces that rule over them in their every day life, a
reflection in which earthly forces take the from of unearthly ones22

La religión es el pilar fundamental que mantiene viva, al interior de la sociedad


soviética, elementos que son considerados como propios del viejo mundo zarista.
Por otra parte, tanto el “ataque” a la religión como la colectivización, son dos
puntos que provocaron mayores rechazos hacia el régimen soviético, debido a
esto, desde el Estado se intento dar una justificación a la cuestión religiosa:

21
El Mercurio, Santiago, 29 de febrero de 1930.
22
“Toda religión no es nada mas que una reflexión fantstica de las mentes de las personas, sobre
las fuerzas externas que los dictan en sus vidas, una reflexión en la cual las fuerzas terrestes
toman la forma de fuerzas sobrenaturales”. Boobbyer. Citado en “The Stalin Era” de Philip
Boobbyer. Taylor & Francis Ltd. 2000. Pág. 169.
“Hay el más amplio respeto por todas las creencias y personas, pero
que es necesaria la clausura de las iglesias”23.

Palabras finales.

Ahora bien, llegados a este momento es preciso advertir que el discurso emanado
desde El Mercurio en relación a la URSS, posee un asidero en la realidad, en
tanto comunica hechos que recurrentemente ocurrieron y que marcaron
profundamente a la sociedad soviética. No obstante, se debe tener presente que
dicha construcción no es ingenua o azarosa, sino que responde al contexto en que
se publica dicho diario y a la intencionalidad de la línea editorial
predominantemente de derecha. Hacia la década de los treinta, como se pudo
observar, existía una proliferación del movimiento obrero y de los grupos de
izquierda, sobre todo del Partido Comunista, contra quienes lucho arduamente el
entonces presidente de la republica Carlos Ibáñez del Campo. De esta forma, es
posible afirmar que el discurso presente en El Mercurio, con respecto a la Unión
Soviética, respondía a esta necesidad de legitimar la desvalidación social hacia
cualquier opción de izquierda existente. En este sentido, El Mercurio genero un
discurso, en donde maximizó una imagen negativa de la URSS, enfatizando un
punto que seguramente fomentaría el desprecio de la sociedad: la religión.

Bibliografía:

• Ulianova, Olga. “Chile en los archivos soviéticos 1922-1991”.Tomo I.


Centro de investigaciones Diego Barras Arana. LOM ediciones, 2005.

23
El Mercurio, Santiago, 27 de febrero de 1930.
• Rojas, Jorge. “Dictadura de Ibáñez”. Editorial Universitaria, 1993

• Figes, Orlando. “Los que Susurran”. Editorial Edhasa, 2009

• Van dijk. ““El discurso como interacción en la sociedad”. Editorial Gedisa


S.A, 2000

• Boobbyer, Philip. “The Stalin Era”. Taylor & Francis Ltd, 2000

• Soto, Hernán. “Las relaciones entre Chile y la Unión Soviética. 1917-1947”.


Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, 1991.

Fuentes:

• El Mercurio (Santiago, 1929-1930)

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