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Él interés supremo del Creador del universo, nuestro Padre, es que vivamos
una vida excelente, pero nosotros somos los responsables de lograrlo. Muy
independiente de la situación en la que se encuentre hoy, cada uno de
nosotros tiene el potencial de generar cambios, los cuales involucran un
proceso y si somos determinantes y firmes al respecto, el cambio favorable
que deseamos y esperamos, se hará evidente en su debido momento.
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Primer factor, para generar los cambios positivos que uno necesita, se
requiere inicialmente el no conformarse o adaptarse al sistema del mundo.
Nosotros, somos llamados a vivir diferente, y eso es posible, cuando
pensamos diferente. La diferencia de lo que somos, y de la manera en la que
vivimos debe sobresalir, por encima de las demás personas, puesto que
nosotros somos los representantes de Dios sobre la tierra.
Esto significa que ningún hijo de Dios se debe adaptar a lo que las
circunstancias le indican, o a lo que los golpes han procurado marcar en su
vida, lo cual es no sólo una línea de pensamiento, sino también un
comportamiento adoptado por lo que se ha experimentado. Si usted está
adaptado a un sistema de vida negativo, es una señal evidente, que requiere
efectuar un cambio en su vida y éste comienza, se origina y se desarrolla en
la mente. Es posible que las circunstancias no sean del todo favorables, pero
podemos generar cambios, si seguimos el patrón bíblico.
B). Más amplio. En su mente, debe dejar espacio para que le entre lo que
humanamente es inconcebible. Todos podrían tener un concepto limitado y
cuando existen limitaciones, se desarrollan confusiones y desviaciones.
C). Más extenso. Esto quiere decir, que no puede tener concesiones de las
experiencias personales, de los sucesos de la vida, o de las circunstancias,
basados dentro de un molde de pensamiento. Tenemos que ir más allá y para
ello se requiere la renovación de la mente, la cual permite desarrollar un
criterio amplio de las cosas, las cuales pueden producir preocupación. Es
básicamente una línea de pensamiento, que va por encima de lo que piensa
la gente común, normal u ordinaria.
Hay personas que por causa del escaso entendimiento que tienen de la
Palabra de Dios, y la abundante ignorancia que predomina en sus mentes y
corazones, le dan tanto crédito a los sucesos desagradables, de tal forma que
afirman que Cristo ya va a venir, y se encuentran en espera de la venida del
Señor. Y otros están aún peor malgastando el tiempo haciendo nada y
pidiéndole a Dios para que Cristo ya venga. Mente religiosa e ignorante.
Aquí surge por supuesto, una palabra muy importante que tiene que ver, con
procurar, la cual es más que tener un deseo. Significa literalmente, hacer
diligencias o esfuerzos para que suceda lo que se expresa, o lo que se desea.
Es proponerse a conseguir algo y lograrlo a toda costa.
Existen muchas personas que cada día renuevan sus fuerzas y despiertan con
nueva fortaleza. Ellos pueden hacer frente a cualquier situación laboral,
porque han descansado lo suficiente renovando sus fuerzas. Han dormido
bien. Incluso, les ha caído tan bien el sueño, que hasta cuando vienen a la
iglesia se duermen. Pero los que no duermen viven cansados.
Ahora bien, la renovación del águila, tiene una connotación muy interesante,
y esta registrada con una declaración sobresaliente del Rey David.
Vea como es que esto trabaja, Dios quiso desarrollar una obra de perfección
en los israelitas, y deseaba conectarlos con sus perfectos planes, para que se
manifestaran acontecimientos muy favorables. Pero ellos tuvieron mucha
dificultad para lograr esa conexión Divina. Dios les permitió el atravesar por
periodos difíciles para llamar la atención de ellos, pero le resultó difícil. Lo
que requería de aproximadamente 40 días de viaje, se convirtió en 40 años, y
aún así los que llegaron a la tierra prometida eran gente nueva, porque tenían
otra clase de mentalidad. Alguien declaró:
La gente no envejece por los años que cargan, sino por lo que en la
mente cargan. Hay quienes a los 40 se sienten viejos, y hay quienes a
los 80 se sienten jóvenes. Los cuerpos son diferentes, y las mentes
también. Cuando alguien declara que es viejo, es su mente.
Caléb, es uno de los personajes que se destaca en la Escritura por sus
hazañas, pero las efectúo, por causa de lo que había en su mente.
Josué 14:10. “Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo,
estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas
palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora,
he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años”.
Josué 14:11. “Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me
envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la
guerra, y para salir y para entrar”.
Usted da testimonio que se renueva, cuando puede decir que nada de lo que
le ha ocurrido, ni siquiera el recorrido de los años, ha generado que se fuerza
se debilite. Usted continua igual, y mantenerse con una jovialidad de 40,
cuando tiene 85 años, no es común. En realidad es un milagro, que sólo
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Josué 14:12. “Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová
aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y
que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará
conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho”.
No hay nada tan terrible como tener una mente nueva, con
pensamientos viejos. Cada experiencia desagradable, relacionada con
las pruebas, debe incitarnos a efectuar cambios en la mente, para que
eventualmente los mismos repercutan en la vida. Esos deben ser
momentos para reflexionar y para efectuar cambios.
5. El hijo de Dios necesita renovar la mente cada día, para vivir a la altura
de los ideales de Dios. Así como todos estos factores que hemos analizado,
presentan la realidad e importancia de renovarse, en la misma forma
nosotros necesitamos renovar nuestra mente cada día enriqueciendo el alma
y ejerciendo dominio y control sobre todo lo que es negativo y desagradable
delante de Dios. Esto es con el propósito de proyectarnos a vivir en el nivel
de Él, disfrutar en plenitud la vida que nos ofrece, y tener grandes victorias.
Puede que pienses que no eres nada para el mundo pero seguro que
eres un mundo para alguien. Los que en verdad sufren por causa del
rechazo, esto deprime considerablemente. El cambio esta en la mente.
Pon tu pensamiento en aquello que crees, para que se convierta en
aquello que piensas. Lo que uno cree, debe estar conectado a los
pensamientos, y esta conexión hacen posible que se manifiesten. El
pensamiento lo anticipa, y la fe lo hace realidad.
Isaías 55:9. “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que sus caminos, y mis pensamientos más que
sus pensamientos”.
Los pensamientos de Dios, son más altos que los nuestros, y están
relacionados con sus caminos. Para que no tengamos conflicto al procurar
adaptarnos a un estilo de vida agradable, necesitamos renovar la mente.