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INTRODUCCION

Por primera instancia hemos de saber el valor ínfimo de cada uno de los
personajes que relata la historia de la microbiología.

Cada uno de ellos, con graves tropiezos, pero siempre con excelentes
conclusiones, que atreves de una lucha interminable y el entusiasmo a flor de
piel por saber más allá de las explicaciones retrogradas de generaciones
pasadas lograron sacar a la humanidad de una completa ignorancia, que
consumía la esperanza de nuevos hallazgos científicos.

ANTONIO VAL LEEUWENHOEK

El primer cazador de microbios

Nuestra historia comienza en 1632 en un poblado llamado Delf la ciudad de los


molinos de viento azules en Holanda; un personaje sin igual, Antonio Van
Leeuwenhoek, descendiente de un cuna humilde, le interesaba toda clase de
cosas, pero en específico los artículos publicados por científicos de la época.

Leeuwenhoek termino la preparatoria, pero no asistió a la universidad, inicio


su vida independiente en Ámsterdam.

Después de unos años decide regresar a su natal Delf , donde es nombrado


conserje de la casa Consistorial; abrió su propio negocio una tiendo de telas,
fue en este periodo de su vida cuando una afición indescriptible se apodero de
el , podía pasar horas enteras tallando diminutas lentes, le agradaba observar
cosas pequeñas través de ellos y descubrir como aumentaba n de tamaño, fue
de este modo tan sencillo pero al mismo tiempo tan complejo como
Leeuwenhoek descubre una serie de seres diminutos habitantes de nuestro
mundo, desconocidos a simple vista pero existentes.

Con lentes enfilados observaba toda clase de cosas como sarro dental, el acaro
del queso , leche , café, en fin todo lo que tuviese enfrente; una tarde mientras
se encontraba en su laboratorio una gota de lluvia basto para que Antonio
armara un caos en su casa había encontrado en esa gota un lugar saturado de
nuevos seres los microbios a quien el nombro bichillos.

Al enterarse la real Sociedad, nombro a Leeuwenhoek parte de la misma y


pidió describiera cada uno de sus experimentos.
Nuestro buen Leeuwenhoek quien era lo suficientemente desconfiado, después
de meditarlo un tiempo decidió contestar la carta con ayuda de su buen amigo
Graaf, en esta explicaba todo lo que había descubierto atreves de los años.

Un día mientras comía una nueva incógnita surgió en su mente ¿Qué era lo que
hacía que las pimientas picaran? Serán los bichejos se respondía entre dudas,
pues bien, haci regreso a su laboratorio, tomo unas pimientas y las remojo
durante algunos días, pasado el tiempo cogió una muestra, la puso en su
microscopio y wow!!!.... hay estaban, más de los que nunca había podido
imaginar.

De inmediato escribió a la real sociedad, quien dudaba de los hechos, herido


Leeuwenhoek, decide dejar que la gente pasara a su lugar de trabajo a
observar a los bichejos, con esto escribe una nueva carta a la real sociedad
quien comisiona a Roberto Hooke de elaborar un aparato lo más parecido
posible a l de Antoni y realizar el experimento de las pimientas; deseosos de
ver concluido el experimento; se cercioran de que Leeuwenhoek tenía razón.

Leeuwenhoek sirve a la real sociedad hasta el último día de su vida. Está en el


lecho de muerte; una última carta es redactada en latín.
LAZZARO SPALLANZANI

Los microbios nacen de microbios

Leeuwenhoek a muerto, ¿Pero la lucha interminable de los cazadores de


microbios habrá quedado hasta ahí?

En Sandino Italia, nace Lazzaro Spallanzani un niño extraño, inquieto que


gustaba de operar insectos y de hacer tortas de lodo.

Destinado previamente por la voluntad de su padre a seguir la profesión de


abogacía, Lazzaro deseaba más que un fin lleno de pleitos de gentuza y
problemas tal vez mayores.

Asistió a la universidad de Reggio para emprender la carrera de ciencias


gracias a la intervención de su amigo Vallisnieri.

Fue un alumno normal poco distinguido. Después de titularse dedica su tiempo


a la iglesia donde se ganaba la vida dando misas y cátedra a algunos alumnos
de la región.

Pocas veces dedicaba tiempo a las obras hechas por sus colegas, en ese
entonces una de las teorías más escuchadas era la de Rosso y su generación
espontánea; dudando sobre esta Spallanzani por su estudio tropezó con un
libro que ponía fin para siempre a la loca teoría. El autor de este libro era Redi
un hombre que se basaba en experimentos para decir que las abejas no surgen
de cuernos de bueyes o que los ratones surgen de ropa o basura.

Redi despertó en Spallanzani una curiosidad por demostrar su experimento,


pero no con moscas si no con los animales microscopicopicos de Leeuwenhoek.

A la mañana siguiente fue a su despacho, tomo sus cosas y se dirigió a su


laboratorio , ya inmerso en este asunto, cogió unas hojas y leyó la real
sociedad a aceptado la teoría de la generación espontánea de Needham.

Spallanzani con esto toma una decisión que a valido de mucho a la humanidad
decide tomar a Needham como un rival al que hay que derribar a toda costa
por el hecho de estar equivocado.

Es así como nuestro hombre dedicado a una rutina de misas y cátedras da


comienzo a una serie publicaciones basadas en experimentos acerca de los
errores que su colega Needham cometía. Este último orillado a dar una
revancha se une a Bufóon un escritor y dan lugar o otra teoría extraña sin
fundamentos ni con un método experimental esta era la llamada fuerza
vegetativa, que atreves de una excelente redacción no dejaba ver que en
realidad no decía nada masque negar los esfuerzos de Spallanzani.

Tiempo después Lazzaro demuestra que tal fuerza vegetativa no es más que
una excelente obra literaria de cantinfleras.

Todo ser sigue reglas marcadas por la naturaleza todo ser debe tener un
progenitor. La fama de Spallanzani se levantó como la espuma volviéndose u
ser egocéntrico y hostil.

Después de una gran variedad de ofertas de trabajo eligió la que más le


convenía y viajo a Pavía y se hizo cargo del museo de historia natural y de
algunos pupilos.

Realizo gran número de expediciones donde con el tiempo logro conseguir un


numero magnifico de objetos para el museo guardando algunos para el mismo.

Fue en este tiempo cuando le llama la atención las investigaciones de un


hombre Saussure un científico había descubierto la forma de reproducción de
los microbios la mitosis. Lamentablemente la real sociedad no acepta la teoría
experimental de Saussure, Spallanzani realiza una serie de pruebas que ponen
en claro que Saussure tenía la razón.

Al morir le es extirpada se vejiga y colocada en el museo de historia natural de


Pavía, echo bizarro pero deseado y contemplado por algunos otros.

LUIS PASTEUR

Los microbios son un peligro.

Tras la muerte de Spallanzani el avance de la microbiología se encontraba


estacionada. No fue hasta 32 años después que en Francia un niño de escasos
9 años presenciaba como a un ladro le acababan de dictar sentencia y no
precisamente un juez de la corte, sino un perro con las fauces invadidas de
espuma.

Luis Pasteur no vivió atormentado por la pregunta de qué era lo que causaba la
muerte a la gente cuando un lobo enfermo de rabia las mordía; pasados loa
años Luis era un joven poco talentoso para la artes pero siempre caracterizado
por su mejor disposición, fue a la universidad donde estudio para químico, y
siendo fiel admirador egoísta de su maestro Dumas quien gozaba de fama y
fortuna debido a sus hallazgos.

Mientras tanto lineo catalogaba a los microbios como simple teoría del caos y
Ehrenberg decía q tal vez eran plantas en vez de animales, Pasteur está
ocupado con sus teorías acerca del ácido tartárico lo que más tarde le valió
como un gran logro en el mundo de la química. Louis Pasteur fue decano de la
Universidad de Lille en 1854; en esta época estudió los problemas de la
irregularidad de la fermentación alcohólica donde sufrió fuertes críticas y la
falta de apoyo de los vinicultores. Aun así cuando descubrió que era lo que
causaba la mala fermentación enseño a los productores como evitar la
contaminación en sus cubas. Que es lo que hoy en día conocemos como
pasterización.

Los trabajos de este hombre lo llevaron a que su maestro Dumas acudiera a él


para resolver el enigma acerca de la una enfermedad que atacaba a los
gusanos de seda, que dejaba a los productores en una situación muy precaria y
que de no haber contado con la ayuda de Pasteur hubiesen terminado por
quebrar.

Después de todo el precio que Pasteur pago por salvar a los diversos
productores fue más alto de lo que cualquiera esperaría la pérdida de su hijo
en la guerra una parálisis y un odio inmenso a Alemania.

ROBERTO KOCH

La lucha contra la muerte

Roberto Koch un personaje singular lleno de cosas cómicas como admirables,


el era de origen alemán con sueños audaces de recorrer el mundo ayudando a
gente que lo necesitara, todas estas aventuras las cambio por conquistar al
amor de su vida Emma Frantz, una mujer un tanto posesiva que solo deseaba
una vida tranquila en poblados lejanos.
Roberto, acepta esta condición y decide ejercer la profesión de medica en
Prusia condenado temporalmente a una vida monótona trasladándose de un
lugar aburrido a otro, sacando muelas a granjeros y atendiendo a niños
chillones por una exagerada ingesta de alimentos y aun así con un gran vacío
El deseo y la impotencia de poder ayudar a aquellas familias contaminadas por
difteria.

Su esposa a quien no le gustaba que su marido se interesara en otra cosa más


que en sus hijos en ella y en sus pacientes al ver en la rutina que había caído
su buen Roberto decide regalarle un microscopio. Que error tan grande de esta
mujer gracias a este objeto Robert se la pasaba observando cual Leeuwenhoek
todo lo que tuviera en frente, después de un tiempo interese por una
enfermedad que aquejaba a los productores de borregos y de vacas el
carbunco; tomaba muestras de la sangre de vacas muertas por dicho
padecimiento. Pudo contemplar a los bacilos de los que había escuchado y los
asocio como los causantes directos de la enfermedad, se volvió un obsesiono
de este padecimiento, experimentaba con ratones docenas de ellos con el
único fin de poder descubrir como reaccionaba y si había alguna forma de
hacer que esta masacre provocada por el carbunco cesara poniendo en riesgo
su propia salud, examinaba vaso tras vaso de cada ratón que se las ingenió
para infectar.

Después de experimentar cientos de veces de asesinar a montones de


roedores y sin intención de publicar ningún descubrimiento logro reproducir
una cepa de bacilos de carbunco en un medio de cultivo poco usual el humor
vítreo del ojo de un buey y manteniendo el cultivo a una temperatura
equiparable a la de un ratón y después injertando una gota del cultivo en un
ratón sano y después de esto ver como moría.

Expuso su descubrimiento sin dar mayor explicación que lo que los ojos de los
espectadores observaban, fue entonces cuando el profesor Cohn dio un gran
impulso a este hombre alemán sacándolo de su rutina, con esto Koch realizo
experimentos y llegando a la conclusión de que el cólera solo puede ser
contraído por el humano cuando suele beber agua muy contaminada por
mucha comas, y que la tuberculosis es contraído al respirar el esputo de gente
previamente infectada de la enfermedad.
LUIS PASTEUR

El perro rabioso

Pasteur dedico lo que restaba de su vida a la investigación de las causas de


diferentes enfermedades como le septicemia, cólera, difteria, el cólera de las
gallinas, la tuberculosis y la viruela.

A tan solo 10 años de la muerte de Pasteur logro lo que se considera la


salvación para millones de personas en la actualidad.

Atreves de una serie de análisis de la saliva y carne de los perros enfermos de


rabia logro deducir correctamente que la enfermedad se asentaba en el centro
nervioso esto lo logro al inyectar extracto de medula de perros infec- tados con
el virus letal. Pasteur logro desarrollar una forma atenuada del virus repitiendo
montones de veces el mismo experimento

En 1885 llego al laboratorio Joseph Meister acompañado de su madre, el niño


de tan solo 9 años había recibido cerca de 12 mordeduras en brazos y piernas.

La madre suplicante pidió a Pasteur ocupara su método para salvar a su hijo, el


tratamiento que solo había sido probado en conejos resulto exitoso después de
2 semanas de inyectar el más letal de los virus de la rabia extraído de un
conejo muerto poco antes.

Pasteur temía todos los días que duro el tratamiento que el pequeño muriera.

En los últimos días Pasteur inoculo en el niño el virus de rabia más resistente
que había encontrado la razón era la experiencia que había tenido con 50
perros rabiosos. Una vez que se ha adquirido la inmunidad, hasta el peor virus
se puede inyectar sin efectos dañinos.’

En los siguientes 2 años logro salvar a 2500 personas a acepción de 10.


Después de esto fue fundado el instituto Pasteur que era dirigido por el mismo
a pesar de la apoplejía que padecía, la muerte alcanzo a este magnífico
investigador el 28 de septiembre de 1895 recibiendo una sepultura digna de
un rey su cuerpo fue depositado en el instituto en el que paso la mayor parte
de su vida, Pasteur despojo a su familia amigos y cualquier cosa que no
estuviese relacionada a los microbios sin duda uno de los más grandes héroes
de la microbiología y marco el inicio de la historia de la inmunología.

ROUX Y BEHRING

Contra la difteria

Cosa curiosa sucedió en 1888 después de la muerte de nuestro buen Pasteur,


su auxiliar y colega el señor Emile Roux se hizo cargo del instituto de Francia,
continuando la búsqueda de la cura de la difteria, deducía que las gargantas de
los niños infectados producían un veneno que con tan solo un gramo era
suficiente para matar a 2500 perros, pero no era el único interesado en dicho
padecimiento, después del fracaso de Roberto Koch un romántico de la
microbiología y ayudante de Roberto Emilo Behring descubrió el veneno de la
difteria en la sangre de las personas infectadas.

Sin embargo el crédito no solo se comparte entre dos; Loeffler un hombre que
inmerso en las penas de un hospital repleto de pacientes diftéricos, niños que
perdían la esperanza de vivir, familias desconsoladas y médicos impotentes
ante una de las terribles enfermedades de la época que dejaba una mortalidad
de más del 50%. Loeffler que trabajaba en el microscopio a lado de Koch,
mientras su discípulo, examina cadáver tras cadáver de pequeños niños
víctimas de la difteria examinaba las membranas adheridas a las gargantas de
los infectados y el microscopio siempre mostraba el mismo resultado unos
bacilos en forma de masa pero como era posible que estos animalejos sin
infestar otra parte más que la garganta fueran capaces de asesinar a tan alta
velocidad a sus víctimas. Lo más seguro era que dichos bacilos produjeran una
toxina o un veneno pero imposible de ver Loeffler agotado solo dijo “el hombre
que descubra este veneno encontrara lo que yo no he podido probar”.

Es así como Loeffler deja el sendero trazado para sus colegas yersi y Roux
comienzan sus experimentos matando a cantidades enormes de conejos que
después eran examinados y que después del día los laboratorios quedaban con
la apariencia similar a la de una batalla limpia donde los villanos eran los
bacilos.
En el laboratorio de Koch lleno de pupilos con grandes aptitudes estaba otro
Emilio, Emilio Behring tenía conclusiones muy acertadas tales como que la
sangre es una savia extraordinariamente misteriosa. Y que debían existir
productos químicos capaces de destruir en hombres y animales los microbios
invasores sin causar daño a aquellos.

“Inyectaba bacilos de la difteria, toxina diftérica y tricloruro de yodo a conejos,


ovejas y perros, con el propósito de obtener el suero antitoxina que serviría
como preventivo de la difteria.”

Pero el efecto de la antitoxina no era duradero es por eso que se aplican varios
refuerzos para lograr la inmunidad.

ELIAS METCHNIKOFF

Los diligentes fagocitos

El Dios no existe: Un hombre de origen judío que vivía en Rusia: quien iba a
imaginar que semejante persona sin un gramo de amor propio, que necesitaba
del respeto de la sociedad para poder sobrellevar su miserable existencia, con
tendencias suicidas y contrariadamente con un temor a la muerte que lo
persiguió hasta el último día de su vida sería el padre de la inmunología, una
serie de chuscas y desgraciadas aventuras lo llevaron a ser quien diera nombre
a una de las ciencias de más importancia en la vida del hombre.

“Soy apasionado y tengo capacidad y talento natural. Ni ambición es llegar a


ser un investigador notable “decía Elías Metchnikoff a tan solo veinte años de
edad, siempre trato de superarse a si mismo, pero se deprimía al ver que no
era valorado lo suficiente como él quería.

Se casó a los 23 años con Ludmilla Feodorovitch una joven tuberculosa que el
día de su boda tuvo que ser llevada en silla de ruedas, Metchnikoff sufría al
par de su fiel esposa las desdichas de la enfermedad después de un par de
años Ludmilla falleció dejándole a su marido una terrible adicción a la morfina,
Elías vagabundeo buscando su muerte hasta llegar a España donde quería
provocarse una pulmonía incurable pero en vez de esto solo logro un resfriado
que se curó en pocos días, tomo una dosis letal de morfina, lo que le causo un
grave dolor de cabeza pero no la muerte.
Entre sus intentos fallidos de querer morir conoció a una adolescente Olga con
la que contrajo nupcias tiempo después, su vida parecía tomar un rombo más
tranquilo, establecido en un poblado en Sicilia donde comenzó a estudiar a las
estrellas de mar y esponjas y en lo que creyó que era la digestión en un
principio descubrió células errantes que viajaban de un lado a otro devorando a
otros seres. Eran aquellos seres quienes devoraban a los microbios patógenos.

Publico sus estudios en un revista científica las críticas fueron buenas por los
científicos del instituto de Pasteur y pidió ir a trabajar en uno de sus
laboratorios, el más grande de los cazadores de microbios sabiendo el interés
del mundo en los nuevos descubrimientos así que acepto la propuesta de
Metchnikoff llevando así a 20 años de defender su teoría acerca de los
fagocitos que era ineludible por la experimentación con pulgas de agua y por
cientos de animales entre ellos un ajolote mexicano.

Su teoría práctica fue aceptada al decir que los fagocitos con la cooperación
de las vacunas ayudan a la inmunidad de los seres vivos. Dicho esto, se
dispuso a buscar la razón por la que las arterias se endurecen, tomando como
base trabajos anteriores y aceptando la teoría de que la sífilis era una de las
causas primordiales de este hecho. Junto con Roux se pusieron a trabajar en
ese hecho, experimentaron con gran cantidad de simios infectándolos con
sífilis y que al paso del tiempo logro ser un esfuerzo fructuoso pues pudo
encontrar la cura de dicha enfermedad venérea.

Creando religiones acerca de la ciencia y de una vida llena de salud saca a la


luz una teoría loca que hablaba acerca de la autointoxicación provocada por la
descomposición de los alimentos en el organismo, argumentaba que si no
tuviéramos intestino grueso viviríamos más y mejor, esta teoría despertó las
burlas de la gente, mas sin en embargo, buscando una vida más sana no se
desalentó y basado en el hecho de que en un poblado donde la gente era más
longeva debido a su alimentación estricta en yogurt; nuestro buen y loco Elías
comenzó a tomar litros enteros de esta leche agria, sin perder de vista todos
los cuidados como no fumar no tomar entro otros para poder vivir más años a
pesar de estos esfuerzo la muerte no lo respeto y a los 71 años falleció.

TEOBALDO SMIT

Las garrapatas y la fiebre de Texas

Hacia 1890 hizo su aparición Teobaldo Smith, que dio la explicación de por qué
el ganado vacuno del norte, cuando es trasladado al sur enferma y muere de
fiebre de Texas, y de por qué el ganado vacuno, aun estando sano, acarrea al
ir al norte una muerte misteriosa para sus congéneres de esta región.

Durante mucho tiempo unos enemigos silenciosos causaban la muerte de


cantidades enormes de ganado que viajaba del norte hacia el sur y viceversa,
algunos ganaderos argumentaban que el causante de la enfermedad eran unos
insectos, las garrapatas

Smith interesado en aquel misterio ordeno que enviaran las vacas muertas a
su laboratorio teniendo así para su estudio los vasos de 4 reses, se sorprendió
al darse cuenta de que no había ningún paracito dentro, al analizar la sangre al
microscopio noto como los glóbulos rojos estaban desechos.

El 27 de junio de 1889 llegaron para trabajar 7 vacas flacas perfectamente


sanas, procedentes de los ranchos de Carolina del Norte, estaban plagadas de
garrapatas de todos tamaños.

Smith observó cuidadosamente su ciclo de reproducción el que constaba de 20


días, después de experimentas con los diferentes tipos de garrapata, y de
contaminar a las vacas sanas con estos paracitos, vio como el ganado con
garrapatas nueva comenzaban a demostrar la sintomatologia características
de la patología, mientras que las que ya las tenían conservaban la salud.

Smith llego a la conclusión de que las causantes de que los glóbulos rojos
terminaran reventados y causara la muerte del ganado eran las garrapatas
jóvenes.

Enseño a los ganaderos a mantener libres de estos paracitos a sus animales


para que conservaran la salud.

Smith fue un cazador de microbios poco conocido, hasta la fecha ni si quiera en


su país se recuerda su Azaña, más que por algunos estudiosos de la
microbiología o la zootecnia.

DAVID BRUCE

La pista de la mosca tsé-tsé


En 1890 David Bruce cuya apariencia revelaba un espíritu aventurero, intrigado
por la cantidad inmensa de virus que en la actualidad hacen de África un
continente no solo misterioso sino también extremadamente peligroso, al salir
de la escuela de medicina de Edimburgo entro al servicio médico inglés, no
tenía la intención de luchar o de salvar la vida de soldados heridos ni con el
afán de entrar en un mundo lleno de microbios, aunque me atrevo a decir que
lo llevo justo a eso.

Lo que el inglés David Bruce quería era casarse, lamentablemente ni él ni su


futura esposa contaban con el dinero para poder iniciar una vida juntos, pues
bien con este hecho Bruce se convirtió en médico militar con un sueldo
modesto, fue enviado a Malta, donde una misteriosa enfermedad aquejaba a
los soldados, despertó algunas riñas por su forma de ser puesto que carecía de
instrucción militar era desobediente y desordenado.

Bruce no se interesaba en ir a ver a los enfermos, se limitaba a encerrarse en


su laboratorio.

En 1894, el médico cirujano David Bruce y su mujer se encontraban en Natal,


viajando rumbo a Ubombo, donde los enjambres de moscas tse-tse eran
abundantes. Eran los dos primeros mandados por la Comisión Británica para el
Estudio de la Nagana, en Zululandia.

El nagana era una enfermedad que presentaban los caballos y todo el ganado
vacuno, que actuaba pelándoles la piel y destruyéndoles la grasa mientras en
el vientre se les forman bolsas acuosas; una película lechosa les cubría los ojos
dejándolos ciegos, de la nariz les escurría una delgada secreción, la cabeza les
colgaba lastimosamente y al fin, morían.

David intrigado observo la sangre de los animales que tenían la enfermedad,


entre una inmensidad de glóbulos rojos vislumbro un microbio aplanado, roma
y con un flageló sumamente delgado era un tripanosoma. Aquellos microbios
los encontraron en la sangre, en la secreción de los parpados inflamados y en
la extraña gelatina que sustituía la grasa peritoneal. En perros, vacas y
caballos sanos no encontraron ni uno solo de estos bichejos; pero en las vacas
a medida que agravaban su número aumentaba.

Sus investigaciones en cuanto al nagana tuvieron que esperar pues fue


comisionado junto con Castellani, a África ecuatorial a las orillas del lago
Victoria Nyanza, donde la muerte de los hombres era como un dulce sueño del
que no había esperanza ni amanecer para ninguno que se dejará seducir por
Morfeo, aunque no era a bien el dios del sueño el culpable de estas muertes,
tras examinar el líquido cefalorraquídeo de montones de personas que
padecían la enfermedad, descubrió una relación extraordinaria con lo que
hacer algunos años contemplo en la sangre de animales infectados por
nagana.

Resultaba misterioso que la enfermedad del sueño apareciera en una parte


nada más, siempre junto al agua, nunca tierra adentro. Esto no podía significar
sino que algún insecto que vivía cerca del agua únicamente, era el portador de
la enfermedad. Tal vez se trata de una variedad de la mosca tsé-tsé, pero los
pobladores le decían que ahí no había, únicamente había una chupadora
llamada Kivi. Pero Bruce y su esposa descubrieron moscas tsé-tsé.

Bruce recomendó abandonaran la zona dejando nuevamente el área como un


lugar inhóspito una jungla no habitable.

Un día Bruce encontró, en la sangre de una vaca, en la isla de Kome, los


microbios de la enfermedad del sueño, a esta no le causaban el menor daño,
pero estaban dispuestos a ser chupados por la mosca tsé-tsé y ser inyectados
en el primer humano que encontraran.

Nyassanlandia fue el último campo donde Bruce dio la batalla a la enfermedad


del sueño, y aquel en que estuvo más desesperado, porque allí fue donde
encontró que la Glossina morsitans no solo vivía a las orillas de los lagos y de
los ríos si no en cualquier lado no había forma de escapar de ella.

Nuestro científico abatido al final dijo “No es posible en el momento actual


encontrar la cura pues para desentrañar el misterio del nagana y enfermedad
del sueño es necesario inyectar tripanosomas, no en uno, ni en cien humanos,
sino en miles de ellos.”

Había dicho esto con la esperanza de que en algún momento, sería posible
encontrar todo un ejército de hombres dispuestos a morir en aras de la
verdad..

ROSS CONTRA GRASSI

El paludismo.

A finales del siglo XIX fue difícil para los diferentes paracitos como las
garrapatas, insectos como las moscas, pero glorioso para los cazadores de
microbios.
En 1899 dos investigadores poco serios, habían demostrado que una especie
determinada de mosquito era el asesino responsable del misterio del
paludismo.

Uno de ellos era Ronald Ross, era un oficial afecto al Servicio Médico de la
India, y el otro, Battista Grassi, era un italiano muy competente en cuestión de
gusanos, hormigas y águilas.

Ross nacio en la india a las orillas del Himalaya, a los 10 años fue enviado a
Londres donde estudio medicina pero nunca demostró grades aptitudes.

Tiempo despues por presión de su padre entro al servicio militar de la india.

En 1888, regreso a Londres donde conoció a su esposa miss Rosa Bloxam,


despues regreso a la india, fue entonces cuando empezó a tomar en serio su
trabajo, Se dedicó a examinar al microscopio, la sangre de los indios atacados
de paludismo, intento descubrir por métodos propios el germen que provocaba
el paludismo pero solo fracaso.

Ross regresó a Londres en 1894, con la idea de abandonar la Medicina y la


ciencia. Pero se encontró con Patrick Manson, un médico inglés eminente que
se había destacado en la esfera de la Medicina por haber descubierto que los
mosquitos chupan gusanos de la sangre de los chinos, comprobando además, y
esto era lo más notable, que esos mismos gusanos se desarrollan en el
estómago de los mosquitos.

Con la ayuda de Manson Ross pudo estudia el microbio del paludismo antes
descubierto por Laveran. Pudo ver como los seres del paludismo se convertían
en una perla dentro del mismo eritrocito y de un momento a otro volvía a su
estado natural.

Apoyo la teoría de Mason que decía que el paludismo era transmitido por tomar
agua contaminada o por aspirar el air con esporas.

Ross se dedicó a estudiar cantidad de mosquitos, con poco timpo puesto que el
gobierno de la india no estaba de acuerdo con que pasara destripando insectos
para ver comitas, tiempo después viajo a Calcuta aquella ciudad era un
verdadero foco de paludismo, realizo sus experimentos en pájaros.
Ross hizo su parte diciendo que el paludismo se transite por medio de el
piquete de los mosquitos.

Grassi investigador del paludismo que apareció tiempo después solo recorrio la
última recta contra la lucha del paludismo, observando las teoria de Ross, que
considero como tontas, cultivo el insecto zanzarones, los portadores de la
patología en cuestión, y el junto con sus amigos se dejaron picar, demostró asi
lo que Ross ya abia hecho los moscos deben de picar a un paludico para poder
transmitir el veneno letal.

WALTER REED

El interés de la ciencia y la humanidad

El hombre del que hablaremos en este capítulo, nos muestra la lucha


incansable donde “hay que sacrificar hombres para poder salvarlos”, una frase
pronunciada letra por letra por su boca cuando corrían los primeros años del
siglo XX, La fiebre amarilla una de los peores males que aquejaban a naciones
enteras y que dejaba estragos tan profundos como la misma peste bubónica.

Cuando en alguna ciudad de E.U sus habitantes comenzaban a ponerse


pálidos, a tener hipo y a vomitar un líquido negro, los signos y síntomas
presagiaban la muerte como tiempo atrás lo hacían los estornudos o la tos.
Los ciudadanos temiendo por sus vidas salían de aquel lugar al que poco antes
llamaban hogar. Es necesario decir que Walter Reed no fue el primero ni el solo
quien resolviera el enigma sobre dicha patología; entre los hombres que la
habían estudiado se encontraba el gran maestro Louis Pasteur, y un medico
loco de la habana que de loco me atrevo a decir no tenía ni una pisca, Carlos
Finlay gritaba con la vos tan alta como podía su teoría “¡¡los causantes de la
fiebre amarilla son los mosquitos!!”.

Mal andaban las cosas en San Cristóbal de la Habana donde los soldados
americanos combatían a los españoles, y la mayoría no caía muerto por balas
sino más bien la mayoría de los muertos salían del Hospital Animas.

Reed fue enviado a Quemados donde se encontraba aquel hospital lleno de un


olor extraño. Fue comisionado junto con 4 personas más, Jesse Lazear un
bacteriólogo de 34 años de origen europeo con una esposa y cuatro hijo, James
Carroll médico, soldado e investigador, y Arístides Agramontés un cubano que
había de realizar las necropsias a cientos de víctimas.

Como buena comisión y gran equipo comenzaron a trabajar, tomaron


muestras de sangré de 18 víctimas sin encontrar ni un solo parásito o bacilo al
que achacarle las víctimas. Se llegó el mes de Julio el per o tiempo, la fiebre
estaría en su máximo apogeo, Como su primer experimento fracaso, se dedicó
a escuchar algunas teoría sobre el origen de la enfermedad, llegando con el
chiflado de Carlos Finlay que expuso s teoría a la cuadrilla de médicos que
querían sacar de su guarida a l culpable de la fiebre amarilla, Finlay termino
diciendo que la fiebre era transmitida un mosquito y puso en las manos de
estos investigadores unas pequeñas matas de color gris, eran los huevecillos
del insecto portador de la muerte.

Reed y sus compañeros criaron a los moscos, manteniéndolos aislados de todo


contacto con el medio ambiente, debían de probar que la fiebre amarilla se
transmitía de la misma forma que lo hacia el mosco del paludismo o las
garrapatas con la fiebre de Texas, era necesario encontrar a algunos
voluntarios que se dejaran picar por ese mosco, pues bien la enfermedad es
única del hombre, ni siquiera los parientes más cercanos como lo son los
monos eran afectados por este mal.

Con siete hombres completamente sanos, y dispuestos a encontrar la verdad


como en algún momento dijo Bruce, dejaron que el mosquito se hinchar de
sangre.

Pasaron los días y no ocurrió nada, estaba probado los moscos transmiten la
infección de un enfermo a una persona sana por medio de su sangre.

Walter viajo a Washington a dar a conocer los avances de su investigación,


dejando órdenes claras de seguir estudiando a los insectos.

, Jesse Lazear quien se mostró escéptico a la teoría de Reed, apoyo a Carroll a


probar de una forma tan arriesgada la teoría, tomaron los moscos y los llevaron
a alimentarse de las víctimas de la fiebre, pasaron unos días y el 27 de agosto
dejo que el animal que se había alimentado de 4 enfermos dos de ellos en
extrema gravedad, se posara en se piel y se hinchara con su sangre, días
después Carroll callo enfermo con los ojos llenos de sangre y el cuerpo
amarillo, “Estos días han sido los más gloriosos de mi vida ”decía al tiempo que
la enfermedad avanzaba, había realizado la historia clínica usándose a él como
a un conejillo de indias sin piedad.

Jesse Lazear quien seguía pensado que había sido una estupidez enorme,
seguía revoloteando en su mente que era lo que provocaba la enfermedad, “si
fueran bacilos, las enfermeras que atienden a los infectados ya hubieran caído
a merced de la fiebre”. Una distracción y si altanería ante los hechos lo llevo a
dejar que un mosco que rondaba en la sala de enfermos lo picara en la palma
de la mano, esto sucedía el 13 de septiembre; el 18 de septiembre, el doctor
Lazear se quejaba de cefalea y escalofríos, el día 19 se encontraba con
temperatura de 39°, pulsaciones de 106, llegando así a la muerte el día 25 de
septiembre.
Al volver Reed a Cuba fue recibido con entusiasmo por Carroll, y si bien sintió
la muerte de Lazear, se alegró mucho de los otros dos casos afortunados:
Carroll y XY.

Fue a ver al general Wood, para darle cuenta de los sensacionales


acontecimientos que habían tenido lugar; Wood le dio permiso para obrar como
quisiese y, además, dinero para construir un campamento con siete tiendas y
dos barracas, sin olvidar un mástil para la bandera: pero lo mejor de todo es
que le dio dinero para comprar hombres, que serían espléndidamente pagados
por correr el riesgo, de uno contra cinco, de no tener jamás oportunidad de
poder gastar ese dinero. Walter Reed contestó:

—Gracias, mi general.

A 11 kilómetros de Quemados se levantó siete tiendas y un mástil, en el que


izó la bandera norteamericana, nombrando a sus barracas “Campamento
Lazear”.

En la primer barraca se instaron mayas metálicas dobletadas para evitar el


paso de moscos, se dispuso de una estufa y agua para aclimatar un ambiente
inhóspito de alrededor de 31°, la barraca era u infierno, con todo esto el 30 de
noviembre de 1900 llegaron al campamento tres hombres con cajones
procedentes de el hospital de las animas, era un hecho tres voluntarios
estadounidenses el momento que Bruce hubiera deseado ver llegar para
resolver el misterio de Nagana y la enfermedad del sueño.

Entraron a la barraca y destaparon los cajones un olor insoportable procedente


de las ropas de cama donde las víctimas de la fiebre habían pasado los últimos
instantes, almohadas vomitadas con el característico color negro, ropa con
eyecciones y batidas de sangre, un hedor nauseabundo sacudió la barraca, los
tres hombres valientes, montaron sus casas de campaña con estos ropajes, se
desnudaron y se sumergieron en el foco de infección, fueron alimentados de la
mejor manera, pesados y medidos durante 20 noches seguidas, y el resultado
fue extraordinario ninguno presentaba signos ni síntomas de la fiebre amarilla.

Era un hecho el virus no se propagaba por el contacto, después de esto les


inyectaron sangre de enfermó de fiebre amarilla los soldados cayeron víctimas
de la enfermedad, pero extraordinariamente ocurrió lo mismo que con el
experimento XY y con Carroll.

La burbuja de la creencia de que la ropa puede propagar la fiebre amarilla ha


sido pinchada por el primer ensayo experimental realizado con personas.

Era necesari realizar un ultimo experimento con el mosquito «Stegomyas», que


tal era el nombre científico que acababan de dar los entomólogos a los
mosquitos presuntos causantes de la fiebre amarilla, mando construir la
barraca número 2, la cual era confortable, limpia desinfectado, y muy bien
ventilada, dividida por la milla finísima, puso a sus tres conejillos de indias
cuyos nombres eran Cooke, Folk y Jernegan hombres dispuestos a morir a
merced de un mosquito.

Al mediodía del 21 de diciembre de 1900. John J. Moran recién bañado y


vestido sólo con una camisa de dormir, penetró en esta barraca tan atractiva,
en donde cinco minutos antes Reed y Carroll habían dado rienda suelta a
quince mosquitos hembras, sedientos de sangre, ansiosos de darse un
banquete de sangre, y cada uno de esos mosquitos había picado durante
varios días consecutivos a los enfermos de cara amarilla del hospital de Las
Animas.

Comenzaron a zumbar los moscos y unos minutos después Moran tenía ya gran
cantidad de picaduras. La navidad llego y trajo a este hombre la sintomatología
de la fiebre amarilla, pero nuevamente logro salvarse.

Reed lo consiguió «El factor esencial para que un edificio esté infectado de
fiebre amarilla es la presencia en el mismo de mosquitos que hayan picado
previamente a individuos atacados de esa enfermedad».

En 1902, cinco años antes de que esto sucediera, Walter Reed, en la plenitud
de la vida, pero cansado, muy cansado, murió de apendicitis en medio del
tumultuoso aplauso que se le brindaba desde todas las partes del mundo.

—Es tan poco lo que le dejo a mi mujer y a mi hija —decía Walter Reed a su
íntimo amigo Kean algunos momentos antes de que le aplicaran la mascarilla—
tan poco... —murmuró mientras el éter lo sumía en su último sueño….

PABLO EHRLICH
La bala mágica.

En este capítulo tenemos la oportunidad e hablas acerca de un hombre


llamado Paul Ehrlich, Nació en marzo de 1854, en Alemania

1909 dio finalmente al mundo el primer medicamento. En aquel momento


existió un gran desarrollo en la medicina gracias a hombres como Roberto
Koch y Louis Pasteur, la teoría acerca de que los microbios eran los causantes
de multitud de enfermedades. La humanidad por fin había comprendido que no
está sola en este mundo, y aunque ahora lo sabían no tenían la menor idea de
cómo tratarlos. Creían que cualquier producto químico que fuera capaz de
matar al huésped seria también culpable de la muerte del reservorio.

Pablo Erich era uno de los pocos científicos que no concordaba con esta idea.
Creía que podía hacer un medicamentó, un producto químico en específico que
pudiera matar a la bacteria sin dañar a l paciente, lo llamaba Bala mágica.

Paul no desistió a pesar de las críticas de sus colegas y puso manos a la obra
con la ayuda de su fiel ayudante el japonés Shiga.

Se dedicó a estudiar el llamado mal de caderas que atacaba a los caballos.


Tratando con ratones inyectaba los tripanosomas en sus colas, muriendo cien
de cien, y entonces inyecto arsénico y colorantes, tratamiento que los alivio,
pero no logro que los ratones se mejoraran, solo cambiaban de color.

Así continúo con su experimentación dando gran cantidad de teoría errónea,


pasaron 20 años y entonces tras un momento de silencio dijo:

-Estos colorantes no se difunden lo bastante por el cuerpo del ratón. Tal vez,
querido Shiga, si los modificásemos un poco introduciendo grupos sulfúricos ,
se disolverán mas rápido en la sangre.

Comprende usted “es una cosa es-plen-di-da” y funciono Erlich soñaba en


salvar montones de humanos con sus colorantes, tiempo después un golpe de
suerte llego a su vida, una viuda le regalo fuertes sumas de dinero para la
fundación de un instituto George Speyer. Sus colorantes fracasaron aun con
esto no perdió la esperanza y se le escuchaba gritar “!! Ka-de-reit….,ci-
garros.!! Ka-de-reit….agua….. mine-ral!! ”.

Pudo manipular el Atoxil y como era de esperarse un buen día salió un


producto el numero 606 p.p- Dihidroxi-diamonoarsenobenceno el asesino de
los tripanosomas.

Escucho hablar de la spirochetta pallida, causante de la sífilis enfermedad


repugnante del hombre, y prima de los tripanosomas si su compuesto 606
(SALVARSAN) mataba a los bichos del mal de cadera podía hacer lo mismo con
los de la sífilis. Y si, así sucedió, infecto a un conejo de la enfermedad del
hombre, y cuando la sintomatología se presentó, aplico una dosis exacta al
animal, quedando después de un mes sin ninguna secuela de la enfermedad.

Fue así como Paul Ehrlich da a conocer su trabajo de la bala mágica, criticado y
odiado por los charlatanes que se aprovechaban de la fe de la gente, y a
lavado por los científicos de la época, llego a su muerte a los 61 años

CONCLUSIONES

Debo de admitir que me produce una gran emoción el haber leído cada uno de
los capítulos en los que no solo se relatan historia chuscas o trágicas acerca del
avance de la microbiología que como se pude ver es una ciencia que se
desarrolló atreves de gente in experta, alguno aficionados por taller lentes,
pintores, religiosos, químicos errados, doctores reprimidos, y por qué no
alguno que otro con mentalidad suicida.

Es de admirar el trabajo realizado a lo largo de más de doscientos años, en los


que se lograron grandes descubrimientos, hasta concluir con soluciones
efectivas que como bien dijo el maestro Pasteur con el tiempo dejan a la
humanidad libre de plagas, la lucha de los cazadores de microbios aún no ha
terminado, queda una inmensidad de misterios que resolver y que se ponen a
merced de todos aquellos hombres que deseen dejar de preocuparse por los
males que aquejan a la humanidad y comiencen a ocuparse en resolverlos.

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