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CRISIS Y GLOBALIZACION

Los planteos de una nueva ética económica

Mayo de 2010

ROBERTO CARRO PAZ

Teoría Económica y Políticas en la Globalización

Dr. Mario Burkun

Doctorado en Ciencias Económicas - 2ª Cohorte

Escuela de Posgrado

Universidad Nacional de La Matanza


Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 1

Roberto Carro Paz

RESUMEN

Las políticas económicas han sido un tema constante de debate en los últimos
años entre los entendidos y los no entendidos por el impacto en la vida de la gente y en
especial los más desprotegidos. Hemos asistido a numerosas explicaciones de las
últimas crisis bajo modelos académicos que tratan de abarcarlas. La última, 2008, -quizá
por ser precisamente eso, por su amplia difusión mundial y el hecho de permanecer
todavía inmersos en ella-, nos replantea la cuestión de intentar comprender si responde a
una crisis cíclica recurrente predicha en las teorías de los ciclos económicos o se debe
asumir como una necesidad de cambio del paradigma o crisis sistémica.
Lo que creíamos saber era que los mercados libres y sin trabas son eficientes y
que si cometen errores, ellos mismos los corrigen. Los gobiernos no deberían interferir
en este mecanismo autorregulador ya que crearían ineficiencias que alterarían ese
retorno a la estabilidad o nuevo punto de equilibrio. Las teorías económicas del mercado
y la globalización habían prometido la prosperidad y las teorías de la gestión de riesgos
nos auguraban un fin de los ciclos económicos o al menos su moderación de crisis.
En este artículo trataremos de conocer las particularidades de las crisis históricas
y sus causas en pos de aportar ideas para un cambio conceptual del sistema que permita
evitar los daños sobre la gente cuando aumentan los niveles de pobreza y rescatando la
idea de la economía como una ciencia social. Como conclusión veremos que los
mercados no funcionan por si solos y es necesario que el gobierno desempeñe un papel
regulatorio. La economía, como otras ciencias sociales, debe tener un principio ético
que la guíe. Es indispensable para lograr fines sociales como desocupación, inequidad y
pobreza, que cualquier política que se formule evite caer en soluciones coyunturales que
puedan potenciar una nueva crisis futura; estas políticas deben estar basadas en nuevos
principios éticos que reemplacen los actuales de corte neoliberal.

PALABRAS CLAVE: ética económica, ciclos económicos, globalización, equidad,


pobreza.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 2

Roberto Carro Paz

INTRODUCCIÓN

La economía ha perdido el concepto original de su nombre –manejo del hogar


común– para instalarse en los últimos tiempos como un forense que explica ex post por
qué han sucedido ciertos hechos que, por supuesto, no ha podido anticipar. Si bien el
concepto de economía del hogar puede sonar obsoleto, a mi entender recupera una idea
fundamental ya vista por los filósofos griegos sobre la importancia de que la economía
se encuentre al servicio de la persona humana y su bienestar, tema que hoy en día nos
planteamos bajo la terminología “ética económica”.
La economía, ciencia propia de la casa que estudia la manera de usar los bienes,
es decir, los esclavos, difiere de la crematística que enseña la manera de adquirirlos. La
crematística natural es aquella que enseña la manera de adquirir bienes para “vivir
bien”, es decir, para vivir de acuerdo a los valores de la polis, con suficientes bienes
materiales y espirituales. El “vivir bien” establece los límites necesarios de la
crematística, pero hay otra crematística, innecesaria, que no conoce límites. Su finalidad
no es el “vivir bien”, sino simplemente el “vivir”; opera con el cambio y la usura. Sobre
esta crematística los juicios de Aristóteles son terminantemente condenatorios:

“La crematística tiene, como hemos dicho, dos formas: una la del comercio al por
menor y otra la de la economía doméstica, esta última necesaria y laudable, y la
de cambio justamente censurada -pues no es natural, sino a costa de otros-; y con
tanta más razón se aborrecerá la usura, porque en ella la ganancia se obtiene del
mismo dinero y no de aquello para lo que éste se inventó, pues el dinero se hizo
para el cambio, y en la usura el interés por sí sólo produce más dinero” (AP I
1258 a 39-40; 1258 b 1-5).

Estos últimos sucesos que aun nos mantienen en una de las grandes crisis
económicas de la historia del sistema económico , se ha caracterizado o al menos
distinguido de su antecesora de 1930 en dos conceptos importantes a destacar: su
alcance mundial dado, motivado en el fenómeno que hemos llamado globalización y en
que sus alcances y prolongación permiten sospechar que ésta no se limita a un tema
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 3

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financiero como el originario de la misma ni que se la puede ajustar a un


comportamiento cíclico ya predicho.
Si buscásemos una definición del término crisis podríamos decir:
…un momento de ruptura en el funcionamiento de un sistema, un cambio
cualitativo en sentido positivo o negativo (…) Cada sistema se funda en un
conjunto de relaciones más o menos estrechamente ligadas entre sus variados
componentes, de modo que un cambio en un componente del sistema genera
cambios en todos los restantes. Sin embargo, mientras que en los sistemas
mecánicos es posible valorar con cuidado el efecto y la extensión de variaciones
similares, y hasta medirlas, en el ámbito de los sistemas sociales se está todavía
lejos de esto. Para valorar, en sentido amplio, la incidencia de una crisis sobre un
sistema social, sea como fuere se requiere ante todo definir el estado de equilibrio
de este sistema 1

Se debe tener en cuenta, en este enfoque sistémico, que la fase en la cual el


sistema ha alcanzado un nuevo equilibrio, estable o inestable, marca el fin de la crisis
pero no necesariamente su solución. Desde que A. Smith le diera el gran marco teórico
al sistema capitalista, el mismo sufrió varias etapas de adecuación y crisis. Trataremos
de ver algunas de ellas y los sistemas o teorías que trataron de explicarlas. Por otra
parte, las dificultades que presenta una teoría general de la crisis y del ciclo económico
vienen derivadas de la conocida Ley de Say, (J.B. Say, 1803)2 según la cual cada oferta
crea su propia demanda. De esta manera, cualquier crisis se ve simplemente como una
perturbación temporal del ciclo productivo y no como un componente estructural de la
naturaleza histórica del sistema.
Las teorías sobre la duración y evolución de las crisis son numerosas. Los ciclos
económicos pueden verse como intervalos de desarrollo y crecimiento que producen
crisis cíclicas. Este concepto fue ya planteado por Karl Marx quien sostenía que
aproximadamente cada ocho años y medio el capitalismo registra una crisis porque la
misma está fundada en su propio desenvolvimiento. Marx en su época planteó: "Las

1
Cfr. Pasquino, G. En Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. “Diccionario de Política”. 11.ma
edición en español. Siglo XXI Editores. México, 1998. p. 391.
2 "Traité d'économie politique, ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent, et se
composent les richesses" (1803) traducido al ingles como: "A Treatise on Political Economy, or the
production, distribution and consumption of wealth" (1803).
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crisis son siempre soluciones violentas puramente momentáneas de las contradicciones


existentes, erupciones violentas que restablecen pasajeramente el equilibrio roto"3. Estas
crisis llevan a cabo una función indispensable en relación al proceso de producción
capitalista. Al destruir los valores menos rentables (por ejemplo, despidiendo personal,
depresión etc.), las crisis posibilitan la restauración de un umbral de rentabilidad
suficiente para el capital (pues los salarios caen). En la medida en que esto ocurre, las
crisis ayudan de forma efectiva a la reanudación del ritmo de acumulación. Es decir,
desde esta óptica, las crisis desempeñarían una cierta función, aunque no con carácter
automático, de saneamiento para el capital (con gran influencia en su proceso de
centralización).
Según la teoría marxista de la crisis, a medida que crece la competencia entre los
capitales, crece también la inversión en Capital Constante (parte de capital inicial
destinada a la compra de medios de producción) que reduce la inversión en capital
variable (parte del capital inicial destinado a la reproducción de la fuerza de trabajo). De
este modo, aumenta la composición orgánica del capital, aumento en capital constante y
una reducción en la inversión en capital variable, por tanto no hay inversión en la
reproducción de la Fuerza de Trabajo, única mercancía productora de valor.
Es así que este movimiento ocasiona la caída tendencial de la tasa de Ganancia
del capital en su conjunto. La tasa de ganancia es definida como proporción entre la
plusvalía y la suma del capital constante y el capital variable. Por tanto, se genera la
caída de la masa de ganancia por la superproducción de capital.
Al bajar la ganancia se reducen las inversiones y por esta vía el empleo y el
consumo de maquinarias, materias primas y artículos de subsistencia, multiplicándose el
efecto depresivo y expandiéndose a otras ramas de la industria La baja de la tasa de
ganancia se contrarresta mediante la destrucción de capitales, bien sea física, por la
guerra, o meramente económica, por la competencia. Las empresas se arruinan, aumenta
el desempleo y la precarización del trabajo, desvalorizándose la fuerza de trabajo. La
acumulación de capital renace pues para los competidores que ganan, los cuales han
absorbido a las empresas quebradas o a su porción del mercado.

3
Marx, Karl. El Capital. T.III. pp. 271
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Llegamos así a que se fortalezca la tendencia a la concentración y centralización


del capital, por lo que el aumento de la ganancia vuelve a ser más rápido que el
incremento de la inversión.
La periodicidad decenal también había sido intuida por Clement Juglar (1819-
1905)4 el estadístico francés que indicó en 1860 que era posible establecer ciclos
económicos con un periodo de aproximadamente 7 a 12 años. La mayor parte de los
autores coincidían en que la presencia de las crisis, fácilmente detectables, a lo largo del
siglo XIX, poseían fechas muy precisas: 1816, 1825, 1836-37, 1847, 1857, 1866, 1873,
1893, 1896. Tal nivel de precisión en la medición y cálculo de la presencia de tales
crisis se debía a una mejor comprensión de los factores productivos involucrados que
eran responsables de las mismas.
El problema de los precios, de los salarios, de los costos del capital y del dinero,
de los índices de transferencia tecnológica y otros, eran componentes que debían ser
individualizados, medidos y luego cuantificados para establecer su impacto sobre
mercados y capacidad productiva en algunas sociedades industriales; particularmente en
aquellas donde la Revolución Industrial había traído consigo la incertidumbre de la
crisis pero no los ingredientes para su comprensión y superación. Por eso el trabajo de
Juglar fue importante, porque la historia de las crisis se puede pensar como en dos
periodos, antes y después de la fijación teórica del ciclo. Antes, la crisis era entendida
como algo imprevisto. Después, la crisis empezaría a ser estudiada como parte de la
naturaleza cíclica del sistema.
Para Joseph Schumpeter (1883-1950), el ciclo es la forma específica del
desarrollo económico del sistema capitalista. En este, él distinguía cuatro grupos de
factores de enorme importancia para poder establecer los distintos niveles de
inestabilidad del sistema económico, así como las distintas vías hacia el equilibrio. El
primer grupo estaba compuesto por factores externos, como la demanda de los
gobiernos por nuevos equipos militares; el segundo grupo lo componían las
modificaciones permanentes de la población; el tercero estaba integrado por el ahorro y
la acumulación, y el último estaba compuesto por la capacidad innovadora del sistema.

4
Des Crises commerciales et leur retour périodique en France, en Angleterre, et aux États-Unis 1862
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 6

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Para Schumpeter el último ingrediente era vital en el desenvolvimiento del


sistema hacia el equilibrio, pues el peso de la innovación descansa sobre las espaldas de
hombres imaginativos, visionarios para quienes la toma de decisiones viene medida por
su osadía para correr riesgos en épocas de inestabilidad.
La teoría del riesgo en Schumpeter es colateral a sus pensamientos sobre el
ciclo. Una vez establecidos los conjuntos de factores mencionados se procede a medir la
duración posible en que podrían operar articulados o no, dependiendo de los niveles de
riesgo. Y se encuentra que, a lo largo del último siglo y medio, podrían establecerse tres
tipos de ciclos: 1-ondas largas de alrededor de 50 años (ciclos Kondratiev); 2-ciclos
intermedios con una duración de 7 a 12 años (ciclos Juglar); y 3-ciclos cortos de unos
48 meses (ciclos Kitchin)5.
A pesar de las serias objeciones que se le han hecho al ciclo Kondratiev, debido
al gran énfasis puesto sobre el material estadístico, en virtud de que en los ciclos largos
entran a jugar factores subjetivos de enorme importancia, autores como Schumpeter lo
tomaron muy en cuenta para sus propios cálculos y valoraciones sobre el ciclo
productivo en el sistema económico capitalista. Según Kondratiev, a partir de finales del
siglo XVIII, se podía verificar la presencia de dos ondas largas y una media en el
trayecto de los precios y de la producción capitalista, cada una de ellas con una duración
de 50-60 años. La primera habría iniciado alrededor de 1780-1790, con un punto
culminante en 1810-1817, y un punto más aterrizado en los años 1844-1851. La
segunda onda se habría extendido entre los años 1844-1851 y 1890-1896, con un punto
pico en los años 1870-1875. La onda media, por su lado, se habría extendido entre los
años 1890-1896 y un punto de inflexión entre 1914-1920.

5
http://www.economia48.com/spa/d/ciclo-kitchin/ciclo-kitchin.htm
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 7

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Ciclos de Kondratiev.Fuente: Las crisis en la era senil del capitalismo, Jorge Beinstein, “El Viejo Topo”.
Barcelona, n°253, Febrero 2009

Según el autor ruso, se puede establecer algún tipo de relación entre los hechos
sociales y el comportamiento del ciclo. Sostiene que durante el período de expansión y
crecimiento de las fuerzas económicas más decisivas se producen las grandes guerras y
revoluciones. Agrega, además, que en los largos períodos de inflexión o recesión de los
ciclos largos, se produce un gran número de descubrimientos importantes y de
invenciones en las técnicas, las cuales se aplican en masa durante la etapa de ascenso
del ciclo siguiente. Estas ideas le facilitaron a Schumpeter la ampliación de su
argumento sobre la importancia de la innovación que mencionamos antes.
El comportamiento de los ciclos largos viene medido por el ritmo de las
innovaciones; de esta manera el ciclo 1783-1842, abarca la totalidad dinámica de la
Primera Revolución Industrial; el ciclo 1842-1897, comprende a los años del vapor y
del acero, pero sobre todo a la época de la expansión ferroviaria en el mundo occidental
y sus prolongaciones coloniales. Finalmente, la media onda larga que detona hacia
1897, es la onda de la electricidad, la química y el automóvil6.
Ahora bien, desde la perspectiva del método, para la economía y la historia
económica de inspiración marxista, son fundamentales los procesos de acumulación y
de producción capitalista, antes que los problemas relacionados con los precios y el
comportamiento monetario de la economía, más propios de los estudios realizados por
analistas de formación liberal. Hacemos esta distinción porque en el estudio de las
ondas largas del sistema económico son decisivas las estadísticas sobre la expansión y
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contracción del mercado capitalista a escala mundial en lo que compete a sus


ingredientes más estructurales, es decir, la acumulación y la producción de mercancías.
Por otro lado, hay ingredientes externos e internos en la interrelación que podría
establecerse entre diferentes ondas largas del sistema económico, como hemos
mencionado, al hablar de que no todos los componentes de una crisis o de una
condición depresiva pueden medirse estadísticamente. Ello facilita que se puedan
establecer paralelismos entre la hegemonía de Inglaterra en el mercado mundial en el
período 1848-1873, seguido de una depresión para los años 1873-1896; la hegemonía
nuevamente del imperialismo inglés en el período 1893-1914, prolongado por una caída
precipitada entre los años 1914-1940, y la fuerte hegemonía norteamericana durante los
años 1948-1966, continuado por un deslizamiento irreversible desde entonces. Por eso
esta teoría toma en cuenta que es de las interrupciones del ciclo económico de donde el
sistema capitalismo toma sus impulsos para expandirse a nivel mundial, más que de las
disfunciones de los mercados.
Lester Thurow, sostiene que si se analizan las crisis financieras la cuestión no es:
¿por qué los mercados quiebran? sino ¿cómo los precios del mercado han alcanzado
esos niveles insostenibles? Básicamente, ¿cómo no pueden advertir los seres humanos
inteligentes que los activos están sobrevaluados? La respuesta para Thurow está en la
codicia humana; la gente sabe lo que va ocurrir pero no puede resistirse.
La anterior crisis sistémica fue la que inició a principios de la década de 1970
con la crisis del dólar y la consiguiente ruptura unilateral por parte de Estados Unidos
del patrón oro-dólar que era el arreglo de posguerra de Bretton Woods6. Esta crisis
internacional dio paso al modelo neoliberal y su modalidad de globalización como
estrategias para tratar de superar los graves problemas del sistema, pero que en lugar de
ello se han recrudecido por la propia naturaleza de dichas estrategias.
Al término de la Segunda Guerra Mundial varios factores confluyeron para que
tuviera lugar la llamada “expansión de posguerra”, etapa que se extendió de 1947 a
1973 y que también fue conocida como los “30 años dorados” del capitalismo. Entre
estos factores destacan los siguientes:

6
The Bretton Woods Agreements. http://www.teamlaw.org/BWAgreements.pdf
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El nuevo marco institucional diseñado y convenido en Bretton Woods, en 1944,


y que regiría las relaciones, dinámica y operaciones del sistema capitalista
internacional: ONU, FMI, BIRF (Banco Mundial), BID (Banco Interamericano
de Desarrollo) y GATT (ahora OMC).
La reconstrucción de Europa mediante el Plan Marshall y del Japón con un plan
específico.
La introducción a los procesos productivos que generaron nuevas ramas
económicas de las primeras innovaciones que caracterizarían a la Tercera
Revolución Científico-Técnica, la cual se ha desplegado plenamente a partir de
los años ochenta: microelectrónica, cibernética, informática, aeroespacial,
energía nuclear, robótica, comunicación satelital, biotecnología e ingeniería
genética. Esta introducción promovió un proceso de recuperación y
profundización de los procesos de acumulación de capital en los países
industrializados, preponderantemente en Estados Unidos, que lo llevaron a
convertirse en la primera potencia económica, tecnológica y militar del mundo.
La aplicación generalizada de políticas keynesianas que promovieron la
configuración de la “economía mixta” y el Estado de Bienestar, mediante el
intervencionismo económico estatal, políticas monetarias expansionistas y
políticas fiscales deficitarias.
La industrialización de numerosos países de lo que se denominó en esos años el
“Tercer Mundo”, por la vía de las inversiones externas de las empresas
multinacionales y mediante el modelo de sustitución de importaciones (modelo
preferentemente adoptado por varios países de América Latina). Estos factores
ampliaron y fortalecieron los mercados internos de los países del “Tercer
Mundo”, redundaron en desarrollos importantes de su infraestructura básica, su
modernización y la elevación de los estándares de vida de los sectores populares
y las clases medias, además de ampliar, fortalecer y acelerar sus procesos de
acumulación de capital.
En este periodo de más de dos décadas, las tasas de crecimiento económico de
los países industrializados fueron de entre 3 y 5%, sobresaliendo el “milagro japonés”
con una tasa promedio de 7%. En numerosos países de América Latina el crecimiento
tuvo tasas de entre 3, 4 y hasta 5%, destacando México con una tasa ligeramente
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superior a 6% anual. Durante la mayoría de todos estos años, y salvo breves períodos, la
inflación no fue muy alta; pero hacia finales de los años sesenta y principios de los
setenta comenzó a representar un factor de incertidumbre y desaceleración de la
acumulación de capital.
Esquema de las crisis financieras internacionales 1929-2001:
1929 1931-33 1950-60 1974-75 1982-87 1995-2001

Año

Países EEUU Europa Escala Mundial EEUU y el América Latina Países


mundo Emergentes

Fin expansión Interrupción Convertibilidad Colapso del Proyectos de Expansión de


Relación con: desde ayuda de EEUU sin coordinación sistema B.W., desarrollo en mercados
II G.M. en préstamos de políticas aumento medio a financieros y
macro- de precios del estanflación capitales
económicas petróleo especulativos
Acciones en No aplicable Cambio en las Acciones Commodities Derivados
Especulación bolsa principales obligaciones (petróleo), financieros, letras
anterior: 1928-29 monedas financieras, in- mercados del tesoro en
mobiliarias bancarios dólares
privados

Expansión Préstamos de No aplicable Mercados de Reciclaje de Varios tipos de


monetaria a EEUU Eurodólares petrodólares y liquidez
partir de: eurodólares Dólar y eurodólar
Pico
especulativo Sept. 1929 1930-31 1958-73 1969 1979-82 1995-97
Austria, Francia, 1958. 1974-75 1982, México. México, 1994.
Crisis Oct. 1929 Alemania, Gran Canadá, 1962. Crisis del Insolvencia de Asia, 1997.
Bretaña y Italia, 1963. petróleo Brasil, defaults Rusia, 1998.
Japón, 1931. Gran Bretaña, generaliza-dos Brasil, 1998-99.
EEUU, 1933. 1964. Turquía y
Francia, 1968. Argentina, 2001.
EEUU,1973.
Prestamista de Operaciones en Red de ayuda Red del BIRD, Paquetes de ayuda de bancos FMI, G-7, Bancos
última instancia la Bolsa de NY mutua del FMI privados multilaterales, BM
BIRD Esquemas oficiales Brady, Baker
(préstamos FMI.
entre B.C.)

Fuente: Klindleberger, C. “Manias, Panics and crashes”, p. 259. Dos últimas columnas, De Almeida, P. R., “O
Brasil e as crises financieras internacionais, 1929-2001”. CENA Internacional, Año 3, Nro. 2, Dic. 2001.
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Las crisis a nivel global. La Globalización y la crisis sistémica

Fuente: Las crisis en la era senil del capitalismo, Jorge Beinstein, “El Viejo Topo”, Barcelona, n°253, Febrero 2009

Llegando a nuestros días podemos decir:


Presenciamos un circulo vicioso; la crisis crónica de sobreproducción iniciada
hace cuatro décadas comprimió el crecimiento económico desviando excedentes
financieros hacia la especulación cuyo ascenso operó como un mega aspirador de
fondos restados a la inversión productiva. Hoy la masa financiera mundial estaría
llegando a los mil millones de millones de dólares (solo las operaciones con
productos financieros derivados registrados por el Banco de Basilea superan los
600 millones de millones de dólares) (Beinstein, Jorge, 2009. El neoliberalismo y
la globalización).

La globalización, ha contribuido a difundir una visión fundamentalista del


sistema económico neoliberal. Es decir, la imagen de un mundo sin fronteras,
gobernado por fuerzas fuera del control de los estados y de los actores sociales. Nunca
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 12

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antes en la historia habían tenido lugar procesos de alcance mundial como los actuales.
Las principales transacciones reales y financieras hoy en el mundo tienen lugar en la
llamada aldea global. En este entorno, el poder de decisión se ha trasladado de los
estados a los operadores financieros y las grandes corporaciones transnacionales. De
este modo, los ámbitos nacionales estarían disueltos en el orden global y los estados
carecerían de capacidad de decisión significativa sobre la asignación de recursos y la
estrategia de desarrollo de sus respectivos países.
Esta visión lleva a unificar la política económica posible. Cualquier intento de
seguir estrategias distintas concluiría en el desorden y la marginación de la economía
mundial. (Ferrer, Aldo)7 La integración de los mercados financieros parece haberse
convertido en el aspecto principal de la globalización. Dicha integración, formalizada a
raíz de la liberalización del mercado de capitales el cual permitió el flujo de dinero
volátil que entra y sale de los países, ha configurado nuevos parámetros a tener en
cuenta al analizar las crisis económicas del mundo.
La austeridad fiscal, la privatizaciones de empresas públicas y la liberalización
de los mercados financieros constituyeron la característica económica de la
globalización sostenida por políticas de los grandes organismos globales como el FMI,
el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio; en el caso latinoamericano
fueron impuestas por el mencionado Consenso de Washington, que trasformó ciertos
mecanismos de ajuste en fines en sí mismos olvidando las consecuencias que estos
trajeron ya en etapas similares.
La década de los ochenta fue para los países capitalistas desarrollados un
periodo de crecimiento bajo e irregular. El único país desarrollado que mostró un
crecimiento elevado y de largo plazo en esos años fue Japón, pero entró en una crisis
histórica de su “modelo de economía abierta” que hasta la fecha no ha concluido. Pero
para los países atrasados y dependientes, los años ochenta fueron lo que se ha dado en
llamar una “década perdida”.
En aparente contraste, la década de los noventa fue de recuperación de la
economía mundial que registró una tasa promedio anual de entre 3 y 3.5%, en donde la
economía de Estados Unidos jugó el papel de locomotora con un crecimiento promedio

7
Aldo Ferrer. La Globalización, la crisis financiera y América Latina
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 13

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de entre 3.5 y 4%. Paralelamente, algunas naciones de Europa occidental como


Inglaterra, Alemania y Francia, tuvieron un periodo de crecimiento de entre 2 y 3%. Por
su parte, en Japón el crecimiento fue nulo teniendo inclusive algunos años con
crecimiento negativo. No obstante esta situación, para muchos de los países periféricos
el crecimiento fue variable e inestable con una marcada tendencia a la recesión, que
prácticamente convirtió a esa década de los noventa en otra década perdida. En esta
situación se encontraron a lo largo de los noventa la mayoría de los países de
Latinoamérica y el Caribe, África y varios países de Asia.
En el marco de esta aparente recuperación de la economía mundial de los años
noventa, y como expresión de la nueva crisis sistémica que hemos señalado, tuvieron
lugar las crisis financieras de Grecia y Turquía en 1992, de México en 1994-1995, de
los “Tigres Asiáticos” y otras economías del Sudeste Asiático en 1997-1998, de Rusia y
Brasil en 1998-1999, y la crisis de Argentina de 2001-2002.
En el año 2000 Estados Unidos entró en recesión, reventó la burbuja financiera
especulativa asociada a las ramas de alta tecnología (las empresas llamadas puntocom)
que llevó a la quiebra de varias grandes corporaciones transnacionales de ese país y que
finalmente se tradujo en un proceso recesivo que se extendió por la mayor parte del
sistema capitalista mundial. Sin embargo, en los años recientes, se ha puesto en
evidencia la combinación de las crisis cíclica y sistémica que tiene al mundo en el
estancamiento económico sin visos de solución en el corto plazo. La economía de
Estados Unidos, que fue la “locomotora” del crecimiento, a partir del 2000 entró en
recesión. Sus tasas de crecimiento han sido: en 2001, 0.3%; en 2002, 2.4%; y 3% en
2003, pero sin que esta cifra fuera acompañada de inversiones productivas ni generación
de empleos. En la Unión Europea, Alemania ha registrado bajas tasas de crecimiento: en
2001, 0.8%; en 2002, 0.2%; y en 2003, 1%. En Francia las tasas fueron de 2.1% en
2001, 1.2% en 2002 y 0.5 en 2003. Gran Bretaña tuvo estas tasas: 2.1% en 2001, 1.9%
en 2002 y 1.7% en 2003.
Debido a lo anterior, el desempleo se ha vuelto crónico en la Unión Europea,
con una tasa promedio de entre 10 y 12% en los últimos años. Por su parte, Japón
presentó este desempeño: 0.4% en 2001, 0.2% en 2002 y 1,1% en 2003.
La situación de los países periféricos se ha visto gravemente afectada y las políticas
neoliberales han acrecentado sus problemas. Por mencionar sólo algunos ejemplos en la
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 14

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región latinoamericana y caribeña, Argentina registró estas cifras: -4.4% en 2001, -


10.9% en 2002, y 6.2% en 2003; Brasil: 1.4%, 1.5% y 2%, respectivamente; Chile:
3.1%, 2.1% y 3.2%, respectivamente; México: -0.2%, 0.7% y 1.3%, respectivamente;
República Dominicana: 3.2%, 4.1% y –3%, respectivamente; y Guatemala: 2.3%, 2.2%
y 2.4%, respectivamente. A este panorama hay que agregar que la región de América
Latina y el Caribe es la que muestra la peor distribución del ingreso en el mundo: un
puñado de multimillonarios frente a 250 millones de pobres (el 50% de la población
total).

Remesas a países en desarrollo

La mayoría de las economías de Asia tienen una participación marginal en la


economía mundial. Sus altas tasas promedio de crecimiento obedecen principalmente al
comportamiento de las economías de China (7.5% en 2001, 8% en 2002 y 9.1% en
2003), Vietnam (5%, 5.8% y 6%, respectivamente), India (4.2%, 4.7% y 5.6%,
respectivamente), Corea del Sur (3.1%, 6.2% y 2.5%, respectivamente), y Pakistán
(2.7%, 4.4% y 5.4%, respectivamente).
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 15

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El Informe mundial sobre salarios: Actualización de 20098 dice que “es probable
que la situación salarial empeore en 2009”, a pesar de otros indicadores económicos que
sugieren el comienzo de una recuperación económica. El informe señala que en la mitad
de los 35 países para los cuales se cuenta con información, el salario real mensual se
redujo en el primer trimestre de 2009 comparado con el promedio de 2008. Esto, por lo
general, se debió a una disminución en la cantidad de horas trabajadas.
El 2008 fue otro año difícil en cuestión salarial. En una muestra de 53 países sobre los
que existe información, el crecimiento del salario real promedio en la mediana de países
bajó del 4,3 por ciento en 2007 al 1,4 por ciento en 2008. Entre los diez países del G20
sobre los que se cuenta con información, el crecimiento del salario real promedio en la
mediana de países bajó del 1,0 por ciento en 2007 al -0,2 por ciento en 2008.

8
Oficina Internacional del Trabajo . OIT .Ginebra. http://www.ilo.org
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 16

Roberto Carro Paz

Tendencias recientes del PIB per cápita y el promedio salarial (en términos reales, los
cambios en %) (OIT Informe anual sobre salarios 2009)

La crisis actual. Orígenes y evolución

Sin embargo, si hay algo que diferencia radicalmente esta crisis de las
precedentes es que, más allá de encontrarnos ante una crisis coyuntural, nos hallamos
ante una crisis de carácter estructural que marca el declive de la potencia que ha
ejercido su hegemonía sobre el modelo de acumulación capitalista generado tras la
Segunda Guerra Mundial: los Estados Unidos de América. Esto nos plantea, al menos,
un nuevo escenario de multipolarización hacia el futuro. La crisis asiática de 1997 y el
“efecto tequila”, procedente de México en 1995, así lo hacían notar.
Lo que se quiere decir es que hoy, más que nunca, una crisis en el centro
capitalista tiene efectos directos en las otras economías principales y periféricas del
sistema. La llamada “burbuja inmobiliaria” será también uno de los detonantes de la
crisis en Japón y México. Para construir se requerían grandes masas de crédito, y para
que éste estuviera disponible se necesitaban ciertos patrones de consumo y rentabilidad.
Ésta, a su vez, estaba en relación directa, supuestamente, con la capacidad productiva de
la economía que la hacía posible. Pero si el grueso del dinero en los bancos y
financieras norteamericanos es capital-dinero procedente de inversionistas asiáticos y
europeos, o de corporaciones multinacionales con sede en los Estados Unidos, para
hacerlo circular hay que pagarle elevadas tasas de interés al verdadero propietario de
tales capitales, con lo cual el sistema bancario norteamericano se convierte en uno de
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 17

Roberto Carro Paz

los más endeudados del planeta y su población asume igual condición de


endeudamiento.
En algún punto de la cadena crediticia, esta situación hará crisis puesto que la
capacidad productiva de la sociedad, sus patrones de acumulación, quedarán por debajo
de las demandas y expectativas del capital financiero, de tal forma que la brecha se
superará de forma ficticia acudiendo al sobre consumo y los prestamos.
Los procesos de globalización han globalizado, más que nunca, los mecanismos
de acumulación a escala mundial, y las economías están hoy, como jamás lo estuvieron
en el pasado, perfectamente sincronizadas. De tal forma la teoría del “desacople” carece
de sustancia si pensamos en que los Estados Unidos continúan siendo, aunque
precariamente, la locomotora de la demanda a escala internacional, y cualquier
catástrofe en los patrones de consumo de la sociedad norteamericana, debería
entenderse como un derrumbe en los otros componentes de la acumulación a escala
internacional.
La situación con China es igualmente aleccionadora. Este gigantesco taller de
manufacturas es el principal abastecedor comercial de Europa y los Estados Unidos,
tanto así que ciudades enteras han surgido en menos de veinte años en su totalidad
estructuradas para alojar principalmente a trabajadores extranjeros, procedentes de
Hong Kong e Indochina. La producción y transferencia del excedente agrícola para
impulsar el desarrollo industrial, postulado clave del régimen de planificación central y
todavía vigente en la mayor parte de los países que se declaran a sí mismos como países
socialistas, colapsaron en razón de los atajos burocráticos que tomaba el mencionado
excedente. Era así, como entre otros recursos, que se servía el socialismo burocrático de
inspiración soviética para escamotear las crisis, según ocurriera en los años treinta y
setenta del siglo pasado.
Ahora resulta que la mayor parte de los países del viejo socialismo real se han
convertido en los principales clientes del crédito generado en Europa Occidental,
Estados Unidos y Asia, con lo cual todos los mecanismos de la acumulación socialista
se han transferido a una “nueva acumulación primitiva” que tiende a fortalecer los
sectores secundario y terciario, pero dejando intactos los lazos y relaciones de la vieja y
corrupta burocracia del socialismo fracasado.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 18

Roberto Carro Paz

Balance para América Latina.


La gran depresión de 1930 fue un fenómeno importado que afectó a la América
Latina, al menos en cuatro aspectos esenciales:
a) Restricciones financieras como resultado de las estrictas medidas monetaristas
adoptadas por el gobierno de los Estados Unidos en julio de 1928, las cuales
provocaron la fuga de capitales y la pérdida de las reservas obligando a los
latinoamericanos a desprenderse del patrón oro.
b) Contracción del comercio internacional que dio como resultado la introducción
de medidas proteccionistas en la mayor parte de los países latinoamericanos.
c) Deterioro de los términos de intercambio y un debilitamiento de los precios de
las materias primas y de los alimentos.
d) Una deflación generalizada incrementó el peso de la deuda externa.

Esta secuencia de eventos obligó a los técnicos, expertos y estrategas políticos, a


tomar consciencia de la profunda dependencia de nuestros países con relación a la
economía norteamericana. Pero a lo largo del siglo XX, América Latina se haría célebre
por la serie de problemas económicos, financieros, políticos y sociales que
caracterizaron su desarrollo al inicio de los años ochenta, la economía mundial se
encontró con una combinación de factores, entre los que estaban los altos precios del
petróleo, un crecimiento lento, inflación, tasas de interés crecientes, y también una caída
de los precios de las materias primas. Esta combinación contribuyó para que la crisis de
la deuda se disparase e hiciera que los procesos de recuperación fuesen sumamente
difíciles para América Latina.
De esta manera, la región se vio lanzada a un desesperado intento para ajustar la
situación. Algunos gobiernos tomaron medidas para reducir fuertemente las
importaciones, el gasto público y la demanda interna, medidas con las cuales pensaban
impulsar las exportaciones y reducir la brecha del endeudamiento y así cumplir los
acuerdos firmados. Esto tuvo un impacto inversamente proporcional en el flujo de
dinero, pues el ingreso neto de capital promedió entre 1976 y 1981 fue de
aproximadamente $12 billones de dólares, y los egresos netos promediaron unos $ 26.4
billones durante los cinco años siguientes.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 19

Roberto Carro Paz

Para el latinoamericano de a pie un escenario así era realmente dramático, pues


en 1986 el ingreso per cápita se acercó al 0.7% por debajo del alcanzado en 1982; para
1992, aún no había recuperado el nivel de los diez años anteriores. La inflación, un
componente crónico en la historia económica reciente de América Latina, despegó sin
precedentes, y la devaluación que la acompañó luego, incrementó el precio de las
importaciones. Los recortes presupuestarios fueron anulados por la recesión, la cual, a
su vez, redujo los ingresos por impuestos, obligando a los gobiernos a imprimir dinero
de manera impresionante.
La crisis Argentina comenzó en 1995 afectada por la crisis mexicana, la de Asia
en 1997 y la de Brasil en 1998, si bien esta se manifestó en la calle en el 2001. El
sistema vigente no la vio hasta ese momento.
La inflación promedio anual en unos 19 países de la región fue de 33% en 1970
y de 437% en 1980. Algunos de esos países experimentaron una devastadora
hiperinflación, que como sabemos actúa como una especie de impuesto contra los
pobres, pues los más ricos, si ahorran divisas, propiedades o valores, quedarán
protegidos contra cualquier inestabilidad monetaria mientras que los más desprotegidos
carecen de cualquiera de estas alternativas. A mediados de los años ochenta se lanzaron
una serie de propuestas que buscaban atacar este problema de manera estructural en
países como Brasil, Argentina y Perú, con las cuales se buscaba quebrar la espiral
inflacionaria y controlar más de cerca a los mecanismos monetarios y de precios. Se
creía que gran parte de la situación inflacionaria inédita era debida a la insuficiencia de
la demanda y a la incapacidad de los productores para innovar. A finales de la década, la
situación había empeorado. 9
Este abandono de prácticas económicas en las cuales el Estado había jugado un
papel esencial, hizo factible la promoción del famoso documento preparado por el
Consenso de Washington. Éste recogió en diez puntos las aspiraciones neoliberales
manifestadas por un conjunto de políticos, intelectuales, empresarios, economistas y
técnicos que creían en la posibilidad de superar la situación económica y social que
vivía América Latina en aquel momento, a través de tres ejes vertebrales:
La estabilidad macroeconómica

9
CEPAL .América Latina y el Caribe Series históricas de estadísticas económicas 1950-2008
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 20

Roberto Carro Paz

Desmantelar el proteccionismo y abrirse totalmente al comercio exterior, la


competencia y la inversión extranjera.
Reformar el papel del Estado y reforzar el de los mercados con el fin de hacer
más confiables su capacidad para reasignar recursos y capacidades.
Estos tres ejes serían el resultado de una estrategia compuesta por los diez
puntos mencionados que eran los siguientes:
Déficit fiscal lo menor posible para que pudiera ser financiado sin acudir a
tácticas inflacionarias.
Gasto público direccionado.
Reforma fiscal que ampliara la base impositiva y redujera sus tasas marginales.
Liberalización financiera, con la intención de que fueran los mercados los que
establecieran las tasas de interés.
Una tasa de cambio uniforme lo suficientemente competitiva como para inducir
el rápido crecimiento de las exportaciones no tradicionales.
Sustitución de las restricciones cuantitativas al comercio por tarifas, las cuales
serían progresivamente reducidas hasta lograr una tarifa uniforme con un rango
del 10% al 20%.
Eliminación total de las barreras que impidan el ingreso de la inversión
extranjera directa.
Privatización de las empresas del Estado.
Abolición de todas las restricciones para el ingreso de nuevas firmas extranjeras
que pudieran competir con firmas nacionales, incluso en el nivel laboral.
Provisión para proteger todos los derechos de propiedad, especialmente en el
sector informal.

Este ideario neoliberal produciría la crisis de la economía Argentina durante los


años noventa y serias transformaciones políticas y sociales en Brasil, Venezuela,
Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Uruguay.
Para ello se procedió a la progresiva liberalización de las relaciones económicas
tanto a nivel nacional como internacional, a la retirada del Estado de los ámbitos
productivos y redistributivos y a la privatización masiva de empresas y servicios
públicos. Al mismo tiempo, se crearon las condiciones para que el patrón de
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 21

Roberto Carro Paz

acumulación se trasladara desde la producción de bienes y servicios al ámbito de las


finanzas intensificando la preeminencia de lo financiero frente a lo productivo y dotó de
soporte ideológico a los procesos de ingeniería social, económica y cultural que
acabaron por homogeneizar un mundo en donde otras alternativas fueron consideradas
inviables.

Lo Financiero como predominante: Los derivativos.


Si bien no es el objeto de este artículo, los derivativos dispararon la última crisis del
2008:
¿Qué son? Provisoriamente, piénselos como apuestas de las grandes empresas y de la
gente muy rica. Super rica. ¿Cómo es ese mercado? Piénselo como un gigantesco casino
internacional. En la sala principal se apuesta a la ruleta de las tasas de interés. En otras
se juega a los dados con los commodities, en otras se juega al black jack con las divisas
de otros países, y en otras salas los big players juegan al póker con las acciones
(Horacio J. Garetto. Asomándonos a la ventana del mundo de los derivativos
financieros).

En la siguiente tabla se muestran las cantidades invertidas en derivativos y los que están
en riesgo de algunos de los principales bancos de los EU (tomado de TIME, 25 de
mayo):

Banco Derivativos en millones Derivativos en riesgo Porcentaje de riesgo


de dólares a fines de 1997 a fines de 1997 en relación al valor del
banco

Chase Manhattan $7,615,000 $82,000 482%


Morgan Guaranty $6,143,000 $116,300 1114%
Citibank $3,024,000 $51,000 297%
Bankers Trust $2,128,000 $38,500 642%
NationsBank $1,695,000 $10,400 58%
Bank of América $1,593,000 $21,800 116%
First N. B., Chicago $1,249,000 $12,400 275%
Republic N. B. of N.Y. $271,000 $6,000 183%
Bank of New York $205,000 $2,500 50%
BankBoston $146,000 $1,500 34%
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 22

Roberto Carro Paz

Como puede observarse, entre los dos primeros bancos,


tienen un total de activos de $698,000 millones de dólares.
Esas enormes concentraciones de capital son las que se
constituyen como fuente de problemas para el propio
sistema, ya que esa concentración de riqueza evita el
consumo del resto de la sociedad por ser dinero inactivo.
Esto no sólo contribuye a originar crisis, sino que la
amplifican a través de estos mecanismos financieros.

Desaceleración económica y expansión financiera

En las crisis de los 90 el capital bancario se ubica como ganador por su


acumulación de activos y por la creación de formas ficticias de capital monetario. Este
peso, además de esas actividades bancarias, aceleró el proceso de globalización para
orientar el capital financiero.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 23

Roberto Carro Paz

Teorías Acerca de las Crisis


K. Marx creyó que tales perturbaciones podrían conducir al derrumbe histórico
del sistema capitalista como una totalidad, es decir, no sólo en sus niveles económicos y
financieros, sino también sociales, políticos y culturales. Los analistas que lo siguieron
siguen sosteniendo que las políticas económicas, coyunturales o estructurales, y la
propia modificación interna del sistema, pueden atenuar algunas manifestaciones del
ciclo pero no pueden eliminarlo de raíz, ya que forma parte del carácter intrínsecamente
contradictorio del sistema.
La crisis que sacude al mundo capitalista en los años setenta es sistémica:
política, ideológica y económica. En consecuencia, la única teoría susceptible de
explicarla será aquella que integre esos diferentes niveles de la realidad social dentro de
una perspectiva que entienda el desarrollo histórico como un proceso contradictorio.
Otras elaboraciones interpretativas se han preparado también desde los
neoclásicos y los keynesianos, para quienes la teoría del ciclo aporta muy poco a la
comprensión de por qué los instrumentos de política económica fallan en un
determinado momento. De aquí que se fijen tanto en las dificultades de la oferta y de la
demanda para atender el consumo, en la relación precio-salario cuando las
organizaciones sindicales no ejercen ninguna presión real sobre los mecanismos de la
acumulación, o cuando insisten obsesivamente en que la teoría del ciclo no explica los
desajustes monetarios en una economía industrializada y progresista.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 24

Roberto Carro Paz

La gran depresión de 1929-1933 sigue siendo el laboratorio de relevancia para


hacerse una idea sobre qué se puede prever, analizar e instrumentar cuando la crisis
hace su aparición. Pero siguen evaluando el ciclo como una anomalía y no como un
componente estructural del sistema económico.
Para el ciclo 1972-1978, nos encontramos con una recesión (1974-1975) que
vendrá definida, de nuevo, por la superproducción de mercancías, capitales y valores, de
acuerdo con el ritmo seguido desde 181614. Fue una recesión que resumió muy bien el
retroceso experimentado por las economías capitalistas centrales, en la onda larga de
expansión que las había caracterizado, desde 1940, en los Estados Unidos, y desde
1948, en Europa y Japón. La nueva onda larga sería definida, en el mediano y largo
plazo, por una tasa de crecimiento hasta un 50% menor a la de los años cincuenta y
sesenta15. Este deterioro de la acumulación haría que los gobiernos de Ronald Reagan
en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Inglaterra se convirtieran en los puntales de
las políticas neoliberales.
En el ciclo económico, sea éste Kondratiev, Juglar, Kitchin, Mandel, o
Schumpeter, habrá siempre una etapa de despegue, otra de auge, y una de descenso que,
a veces, abre el camino a la crisis, seguida con frecuencia de un colapso o de una
parálisis general de la actividad productiva.
La fórmula de intervención estatal fue propuesta por John Maynard Keynes en
su “Teoría general de la ocupación. El interés y el dinero”. Las medidas keynesianas
establecían la corrección del sistema capitalista mediante la intervención del Estado
para incrementar el consumo y la inversión; además, propugnaban la ayuda a empresas
expansivas, el fomento de obras públicas por el Estado y el proteccionismo.
Durante el siglo XIX fue la economía británica la que jugó este papel. El ciclo
en 1977, 1989, 1997, y la última en 2009 en cada una de estas interrupciones críticas de
la acumulación, con el consabido descenso de la tasa de beneficio, ha tenido su
expresión ineludible en un crecimiento desmedido de la tasa de desempleo. La relación
directa que establece Schumpeter entre índices de innovación tecnológica y crecimiento
de la productividad, está condicionada, a lo largo del ciclo, por la capacidad de
acumulación y de reproducción del sistema. Pero dicha relación directa puede ser
desviada y distorsionada por la intermediación financiera de un grupo de personas que
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 25

Roberto Carro Paz

no produce nada, pero que se aprovechan habilidosamente de las crecidas tasas de


acumulación que aquella relación genera.
¿Equilibrio? Desde el siglo XVIII se dice que en la medida en que cada
individuo busque y satisfaga sus propios intereses la sociedad toda se verá beneficiada.
Es la famosa “mano invisible” según la cual el sistema económico estaría equilibrado en
tanto y cuanto cada persona se deje guiar por sus propios intereses. Pero esta tesis más
bien ha provocado grandes injusticias y sobre todo un tremendo desorden económico,
social, político, ideológico y jurídico. Resulta que con la “mano invisible” hemos
olvidado que el sistema capitalista reposa esencialmente sobre una tremenda avaricia.
El edificio neoclásico es sólido y bien construido, tanto por la lógica de sus
razonamientos, como por el aparato matemático y gráfico utilizado. Otra cuestión es si
sus puntos de partida, sus desarrollos y sus conclusiones sirven para entender
adecuadamente el funcionamiento real de las economías modernas. Como señala muy
bien Pasinetti10, para los marginalistas es el rigor lo que cuenta, no la relevancia. Es aquí
en donde se establece el debate.
No se pretende hacer aquí una caracterización precisa del modelo neoliberal, ya
que escaparía al alcance de este artículo, sino plantear las grandes ideas conducentes del
sistema. En algunos casos, las críticas son globales, en otros más parciales. Entre los
que descalifican teóricamente a la escuela neoclásica se encuentran fundamentalmente
los marxistas y la corriente poskeynesiana. Otras contribuciones como la de los
institucionalistas, principalmente Veblen,11 de principios del siglo XX, la criticaban por
ser excesivamente abstracta y no tener en cuenta la historia ni las instituciones en su
análisis, que la condenaba a cierta inoperancia. Otros autores la critican parcialmente,
como es el caso de ciertos keynesianos, por ejemplo Stiglitz12. En todo caso, a pesar de
los ataques recibidos, en los que se cuestionan muchos de los supuestos fundamentales,
los postulados neoliberales siguen como la enseñanza principal de la economía.
La crisis de 1930 realiza un quiebre en el sistema teórico con la participación de

10
Pasinetti, Luigi Lodovico (1960): „Cyclical fluctuations and economic growth‟, en „Oxford Economic
Papers‟, 12 (2), 1960, p. 18-50.
11
Thorstein Veblen. "Why is Economics Not an Evolutionary Science" The Quarterly Journal of
Economics. Volume 12, 1898.
12
Joseph E. Stiglitz. El malestar de la globalización, edit. Taurus, 2002.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 26

Roberto Carro Paz

Keynes que con su teoría General introduce una respuesta a los acontecimientos del
corto plazo que no explicaba la teoría clásica.
De hecho, para no romper este esquema clásico, la economía que era un cuerpo
único se abre en conceptos de microeconomía y la macro que da cabina a los
keynesianos. A partir de allí, los clásicos evolucionan en neoclásicos o neoliberales que
introducen cuestiones como el papel de las intervenciones estatales en el sistema que
alterarían ese equilibrio mágico del mercado, con regulaciones y con medidas de tipo
fiscal. Por último, hay que señalar que al tiempo que el neoliberalismo se establece
como economía académica dominante consigue reproducir sus esquemas entre los
estudiantes y discípulos, y ello es lo que le confiere estatuto académico como
mencionamos antes.
Lo que queda claro es que, aunque dominante, no es la única teoría existente, ni
el único enfoque que se puede hacer. La controversia existe en la ciencia económica. El
limitar el conocimiento económico sólo a la economía neoclásica restringe en exceso la
capacidad de los economistas para entender la dinámica de la complejidad de lo real, así
como dificulta la capacidad de predecir hechos como la crisis actual.
En los años ´70 surgió con vigor en París una escuela de pensamiento
económico que luego tomaría el nombre de "regulacionista". Influenciada por las teorías
estructuralistas, esta corriente buscó nuevas explicaciones y respuestas para las antiguas
incógnitas de la economía en el modo de producción capitalista. Los "regulacionistas"
sostienen conceptos afines con el pensamiento latinoamericano vinculado a la CEPAL.
La escuela francesa de la regulación es, en esencia, una corriente de pensamiento
económico que busca integrar a sus análisis los resultados de otras disciplinas sociales
como la historia y la ciencia política. Sus primeras investigaciones fueron publicadas a
mediados de los años setenta, esto es, al inicio de una crisis que ponía fin a los treinta
años de expansión económica ininterrumpida de la posguerra. Esa situación determinó
varias de las preguntas que esta escuela se propuso abordar. Algunas se referían a las
características de esa crisis: ¿se trataba de turbulencias de origen exógeno de una
economía próspera o de un quiebre de una modalidad de crecimiento? ¿Por qué la
recesión coincidía con una aceleración de la inflación? ¿En qué se diferenciaba esa
crisis de otras anteriores? Otras apuntaban a interpretar la originalidad del largo período
de crecimiento que se había interrumpido: no podía interpretarse la originalidad de la
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 27

Roberto Carro Paz

crisis sin un análisis del proceso de crecimiento –excepcional desde una perspectiva
histórica– que habían atravesado los países desarrollados entre 1945 y 1973.
Es posible definir un modo de regulación como:
“un conjunto de mediaciones que mantienen las distorsiones producidas por la
acumulación del capital dentro de límites compatibles con la cohesión social en el
seno de las naciones”13 ; “un modo de regulación combina un conjunto de
procedimientos y de comportamientos individuales y colectivos que deben
simultáneamente reproducir las relaciones sociales a través de la conjunción de
formas institucionales históricamente determinadas y sostener el régimen de
acumulación vigente. Más aún, debe asegurar la compatibilidad entre un conjunto
de decisiones descentralizadas, sin que los agentes tengan que interiorizarse de
los principios que rigen la dinámica del conjunto del sistema".

Retomando la expresión del historiador E. Labrousse14 (integrante de la escuela


francesa de los Annales, que es una de las referencias intelectuales de la escuela de la
regulación), "cada sociedad tiene la coyuntura de su estructura". Este enfoque llevaba a
abordar los problemas y las crisis presentes a la vez con un análisis histórico de largo
plazo y con una visión estructuralista, que no casualmente estaba en boga en la Francia
de los setenta.
Así, los trabajos fundacionales de la escuela de la regulación consistieron en
estudios del desarrollo capitalista en el muy largo plazo: para los Estados Unidos, el
análisis de Michel Aglietta cubría un siglo (1870 a 1970), y para Francia, el trabajo en
equipo de un grupo de investigadores del CEPREMAP (Centre pour la recherche
economique et ses aplicattions. Paris) analizaba las etapas del desarrollo francés desde
principios del siglo XIX. El proyecto científico detrás de esta visión histórica consistía
en explicar los mecanismos por los cuales el capitalismo ha sido capaz de absorber
conflictos y contradicciones de manera de permitir durante períodos más o menos
prolongados la viabilidad de un determinado régimen de acumulación; en identificar las
formas institucionales que le han permitido reproducir sus relaciones sociales básicas y
en explicar las razones y modalidades por las cuales se producían, en ciertas

13
Alfredo Fernando Calcagno. Le Monde diplomatique. Numero 13. Julio 2000.
14
Ernest Labrousse: Las estructuras y los hombres. http://personales.ya.com/rpmg/cga/libcomhis/
node14.html
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 28

Roberto Carro Paz

circunstancias, crisis estructurales. En otras palabras, se trataba de explicar a la vez


cómo el sistema capitalista ha perdurado y cómo ha cambiado, de analizar cómo ha
enfrentado distintos tipos de crisis, algunas de las cuales han llevado a reformas a veces
profundas del sistema económico y político.
Otro modelo, el propuesto por Hyman Minsky15 se basa en la fragilidad de la
estructura de las deudas como principal causante de las crisis económicas, sobretodo en
el caso de que se contraigan deudas para hacer maniobras especulativas. En el modelo
de Minsky, el auge se basa en la expansión del crédito bancario que a su vez supone un
aumento de la oferta monetaria. Los bancos pueden emitir dinero con acuerdo
institucional previo para así poder conceder los créditos, pero para el modelo, el crédito
bancario es inestable porque los bancos conceden créditos de manera descontrolada; no
está regulada la concesión de créditos, lo que provoca que los inversores puedan
financiar de manera ilimitada sus operaciones especulativas. Pero no solo existe la
financiación con la concesión de créditos sino que además, la especulación puede ser
financiada de manera inestable por muchos otros medios de financiación como la
creación de nuevos bancos y la invención de nuevas fórmulas de pago.
El problema de la política monetaria está en controlar esa inestabilidad en los
créditos, pero aunque solucione el problema en algún sector, por ejemplo la concesión
de créditos por los bancos, siempre existirán medios que financien la especulación de
forma inestable. Tal es así que, por ejemplo, las medidas que se plantean de regulación
del sistema financiero no llegan a poner en tela de juicio la hipertrofia existente en lo
que a mercados, agentes y productos financieros se refiere, a pesar de ser éste uno de los
principales factores desencadenantes de la crisis.
Esa misma impresión se tiene cuando se comprueba que también en el ámbito
del comercio internacional la apuesta sigue siendo de carácter neoliberal: la
profundización en el proceso liberalizador y la denuncia de las actitudes proteccionistas
a pesar de que muchos de los mismos gobiernos participantes en el G-20, desde donde
se denuncian las mismas, son los mismos que las han aplicado para salvar su sistema
financiero o su cada vez más debilitado sector industrial. De esta forma, al tiempo que
se imponen políticas proteccionistas de defensa de los mercados nacionales por parte de

15
Minsky, Hyman: Stabilizing an unstable economy. McGraw-Hill, 2008 (Fist edition published in 1986
by Yale University Press)
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 29

Roberto Carro Paz

las economías más avanzadas del mundo, se trata de obligar al resto de países a seguir
prácticas librecambistas. El objetivo último sería recuperar por la vía comercial lo que
hundieron las finanzas internacionales como indica el informe de Montevideo de la
CEPAL.16 Sin embargo, esa opción es profundamente cortoplacista e ignora la
contribución que el desmantelamiento de las barreras comerciales ha tenido en el
empobrecimiento de los países en vías de desarrollo gracias a su carácter funcional al
proceso de drenaje de sus recursos hacia las economías desarrolladas. Lo que
entendemos que ocurre es, precisamente, que estamos perdiendo de vista que las
distintas fases de cambio profundo por las que ha pasado el sistema capitalista –y que,
además, se caracterizaban porque se producía simultáneamente un cambio en la
potencia hegemónica que lo lideraba– se han producido bajo la forma de crisis
estructurales.
“Cuando la euforia se da de una manera excesiva y se sale de lo racional
entonces se dan las manías especulativas, conductas irracionales, o burbujas,
e.d, el presagio de un auge especulativo” (Charles P. Kindleberger, op.cit).

La Ética económica.

Hemos hablado hasta aquí de lo sucedido y de los efectos de las crisis y sus
efectos en el aumento de la pobreza y la desigualdad. Estamos proponiendo un cambio
ético, pero qué queremos decir con ética: el término proviene del griego ethos, que
significa carácter, usos y costumbres, esto debemos definirlo de un modo real y
aplicable. Siguiendo los conceptos socráticos de “Sé lo que eres”, podríamos decir que
la ética trata de la perfección, de la realización de la persona dentro de lo que está
llamada a ser. La ética estudia de manera práctica la moralidad de los actos humanos.
Para Aristóteles, la ética era junto con la política, saberes prácticos, y la
moralidad se refería a considerar la bondad o maldad de los actos humanos según su
conveniencia con la naturaleza del hombre y su fin último:

16
Políticas para la coyuntura en tiempos de crisis de la estructura. CEPAL. Montevideo 19 Mayo 2009
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 30

Roberto Carro Paz

Vemos, además, que las facultadas mas estimadas le están subordinadas (a la


ética), como la estrategia, la economía, la retorica. Y puesto que la política se
sirve de las demás ciencias y prescribe, además qué se debe hacer y qué se debe
evitar, el fin de ella incluirá los fines de las demás ciencias, de modo que
constituirá el bien del hombre (Aristóteles. Ética Nicomaquea. I.I.1094 a10,
Gredos. Madrid 1995 pp 129)

Por lo tanto, si estamos de acuerdo con esto podemos decir que debe existir una
ética que conduzca la política económica con el fin del bienestar humano. Esto, que en
principio parece una obviedad, nos permite observar, a través de lo presentado antes,
que las políticas económicas que se han sostenido no tienen en consideración estos fines
o al menos encubiertos en ese discurso no lo han logrado.
Nuestra postura es que, no ha fallado una técnica en particular o una corrección
de una variable económica, sino la falta de una política basada en una economía del bien
común. Si no sabemos dónde queremos ir o, esta manifestación se hace solo en forma
de variables económicas cuantitativas, cualquier política puede aspirar al término de
adecuada.
Si los resultados los midiéramos en términos de bienestar o pobreza
posiblemente podríamos acercarnos mejor a la consideración de valor de la política
económica.
No parece que este sea el fin de este sistema capitalista ya que el mismo
encontrará una metodología de regulación que le permita evitar el colapso; pero sí
creemos firmemente que no se puede plantear ninguna política económica que nos
permita evitar futuras crisis si ésta no se asienta en un concepto ético adecuado
(entendiendo con ético el bienestar y desarrollo humano que deben ser los indicadores
con los que se juzguen las ventajas o desventajas de una herramienta económica).
Para el FMI se debe liberar el flujo de capitales, para la OMC las trabas al
comercio. Para cada uno de los gerentes, los indicadores están medidos en términos de
intereses particulares de sus propias instituciones.
Las instituciones internacionales necesitan un nuevo diseño. La globalización
que lleva a la interdependencia mundial hace que sean necesarias instituciones
mundiales con otro peso e ideología.
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 31

Roberto Carro Paz

No hay tampoco un solo modelo de mercado, porque no podemos decir que el


modelo de Japón sea similar al norteamericano, al de los países nórdicos o al europeo,
pero el modelo neoclásico está basado en dos premisas importantes: el bien común que
surgiría del egoísmo personal al maximizar en las decisiones y el concepto de
equilibrio, un tema de la física. Ambos contribuyeron con suma de aportes a desarrollar
una teoría.
Por qué mencionamos el egoísmo: básicamente porque el sustento filosófico del
sistema es que los agentes realizarán intervenciones que maximizan su ganancia sin
fijarse en la del conjunto, si bien Smith dice que este comportamiento llevará a una
mejora de la totalidad.
Y la idea del equilibrio: el mercado –esa reunión de oferta y demanda– se
autorregulará por la lucha de los egoísmos que contribuirá a acomodarse en un nuevo
punto de equilibrio, como sucede en la química de las reacciones donde se busca una
situación de menor energía como punto estable.

A modo de síntesis

Es evidente que la mano mágica que realiza los ajustes del sistema para que éste
vuelva al equilibrio no sólo no se verifica en las actuales condiciones, basta observar la
intervención del gobierno norteamericano en la última crisis con su compra de GM,
para demostrar que eso no funciona –o al menos no es esperable– y se debe “dirigir” esa
mano para evitar consecuencias que el propio sistema indicaría como peores.
Krugman17 en su libro dice que la política económica internacional, la aplicada a
los países que sufrían crisis como Brasil, México o el sudeste asiático, se convirtió en
un ejercicio de psicología amateur, produciendo agrias recesiones al recomendarles
elevar los tipos de interés, reducir el gasto y defender su moneda... justo lo que no
harían los países occidentales ante una crisis. Agrega que Alan Greenspan, el ex
maestro, vivió del trabajo sucio de su predecesor, Paul Volcker, y logró el éxito
cambiando una burbuja bursátil por la inmobiliaria. Del "conjunto específico de ideas
absurdas que ha reivindicado el nombre de economía de oferta" dice que es "una

17
Paul Krugman: El retorno de la economía de la depresión y la crisis actual 2010. Critica
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 32

Roberto Carro Paz

doctrina excéntrica que tendría poca influencia si no apelara a los prejuicios de los
editores y de los ricos".
El sistema financiero internacional se sostiene sobre la deuda externa de países
en vías de desarrollo, por lo que el no pago de la deuda generaría un nuevo colapso.
También la deuda de los llamados PIGS, Portugal, Italia, Grecia y España, está en
manos de bancos alemanes (se calcula en 330 mil millones de euros). Esto demuestra la
fragilidad del sistema financiero actual con su estrategia bancaria de apalancamiento.
Las explicaciones de crisis a través de subproducción o sobreproducción no han
sido suficientemente generalistas como para permitir que sean consideradas como leyes;
las intervenciones del Estado en el mercado pueden cumplir funciones positivas
regulando sectores que de otra manera llevarían al caos.
La regulación del mercado financiero, responsable de disparar la crisis del 2008,
se hace necesaria y es aquí donde el Estado debe cumplir uno de sus roles importantes
sobre el bien común. La liberalización del mercado de capitales con la rapidez de
generar ganancias especulativas ha sido el desencadenante de esta última crisis pero no
el único motivo de la misma.
El problema de la pobreza y la desocupación es otro punto donde la teoría
neoliberal ha demostrado su equivocación. Se cree que el Mercado, funcionando sin
intervención, la demanda siempre debe igualar a la oferta y si esto no es así el remedio
obvio es la reducción de salarios porque según esa teoría esto expandiría la demanda de
trabajo. Esto ha sido explicado indicando que aun en mercados competitivos, la
desocupación puede continuar por las teorías de la información asimétrica y los
contratos incompletos. Los desacuerdos económicos son desacuerdos sobre valores;
esto es desacuerdo en la ética a seguir como cuánto estamos dispuestos a sacrificar de la
renta para mejorar las condiciones de los pobres y esto es un tema de política, no de
economía.
¿Y a este punto qué? ¿Tenemos un modelo que permita explicar el
comportamiento del sistema económico y pueda predecir y anticipar los daños
colaterales de estas crisis del sistema permitiendo disminuir la pobreza y la desigualdad
en aumento, mejor y más justo comportamiento económico? ¿O sólo disponemos de
parches de coyuntura que nos permiten explicar la situación y recetar para el momento
dando golpes de conducción?
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 33

Roberto Carro Paz

El desencanto moderno o posmoderno se origina quizás en la incapacidad del


proyecto moderno y la modernidad de cumplir con la promesa de un mundo mejor,
donde los grandes principios modernistas se realizaran plenamente. En vez de ello
tenemos hoy un mundo desbocado, como lo llama Giddens18: sociedades fragmentadas,
poblaciones desarraigadas, enfermedades globales, una creciente carrera armamentista,
inseguridad planetaria, pobreza extrema, desastres ambientales, la mercantilización de la
vida cotidiana e intima, un mundo de vida alienado, la predominancia de la
superficialidad, etc. Según Díaz19:
“El proyecto de la modernidad apostaba al progreso. Se creía que la ciencia
avanzaba hacia la verdad, que el progreso se expandiría como forma de vida total
y que la ética encontraría la universalidad a partir de normas fundamentadas
racionalmente. No obstante, las conmociones sociales y culturales de los últimos
decenios parecen contradecir los ideales modernos. La modernidad, preñada de
utopías, se dirigía hacia un mañana mejor. Nuestra época –desencantada-se
desembaraza de las utopías, reafirma el presente, rescata fragmentos del pasado y
no se hace demasiadas ilusiones respecto del futuro”.

Este planteamiento, proveniente de las ciencias sociales, acusa sin lugar a dudas
el acuerdo de los saberes contemporáneos de buscar un punto de encuentro para dar
respuesta a la tremenda fragmentación que se ha operado tanto en la vida como en lo
que pretende comprender esa vida. Es decir, tanto en los procesos de vida como en las
teorías que tratan de comprenderlos; tanto en el territorio como en el mapa.
De la física contemporánea, cuyos referentes son la teoría de la relatividad, la
física cuántica y más recientemente los paradigmas de la complejidad y el caos,
provienen otros importantes llamados que nos documentan los problemas que acarrea
una visión que confunde la forma fragmentaria de conocer el mundo o la realidad con la
realidad o el mundo mismos y la necesidad de pasar a otro orden de cosas.
El físico David Bohm expresa:

18
Anthony Giddens. La constitución de la sociedad: bases para la teoría de la estructuración (1995),
Amorrortu.
19
Posmodernidad y vida cotidiana. Esther Díaz. http://www. estherdiaz. com.ar /textos
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 34

Roberto Carro Paz

“La fragmentación está muy extendida por todas partes, no sólo por toda la
sociedad, sino también en cada individuo, produciendo una especie de confusión
mental generalizada que crea una interminable serie de problemas y que interfiere
en la claridad de nuestra percepción tan seriamente que nos impide resolver la
mayor parte de ellos. Porque el arte, la ciencia, la tecnología, y el trabajo humano
en general, están divididos en especialidades, y cada una de ellas se considera que
está en esencia separada de las demás”
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 35

Roberto Carro Paz

CONCLUSIONES

Es difícil indicar si esta crisis es parte de un ciclo de la economía capitalista o


significa una crisis grave del propio sistema como ha imperado hasta aquí y qué modelo
lo podría reemplazar. La globalización como la conocemos, al menos en términos
económicos, tampoco es aplicable si queremos lograr la equidad y un mundo mejor.
Debe tener un rostro más humano.
Hay una insuficiencia de diagnóstico que permite denominar a estas apariciones
como burbujas que al estallar dejan grandes daños. Si seguimos creyendo que esta crisis
ha sido un accidente o que esto ha sido provocado por unas cuantas “manzanas podridas
como Madoff” volveremos a sufrir otro golpe que dejará en la calle y en la pobreza a
mucha más gente en el mundo.
Debemos pensar un modelo ético de comportamiento distinto al planteado
originalmente sobre el egoísmo personal como base de desarrollo. Debemos conseguir
acordar fundamentos de comportamiento social que son anteriores a la construcción de
cualquier sistema, no solo económico. Debemos establecer y acordar los principios
sobre los cuales debemos pensar.
¿Cómo se incorporo la ética en la economía en los últimos modelos
económicos? Es muy conocida una idea o concepción de la Escuela de Chicago
neoliberal, y de su principal representante como es concretamente M. Friedman, en el
sentido siguiente artículo en el New York Times Magazine en 1970:

“Las empresas no se tienen que torturar con el tema de la ética, su principio


moral básico es que ganen dinero y que no se preocupen de lo demás, porque en
la medida en que ganen dinero y apoyándose en la mano invisible, ya serán
capaces de crear riqueza, la cual se irá distribuyendo por toda la sociedad”.

A nuestro entender, y a fuerza de parecer simplista, estos deben basarse en el


criterio de que la pobreza es una ofensa al ser humano y la sociedad debe intervenir
siempre que esto suceda no dejando al arbitrio de la mano invisible la corrección del
mismo. Amartya Sen comienza su análisis económico cuestionándose el problema de la
pobreza, el problema del hambre. Llega a una conclusión muy importante cuando
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 36

Roberto Carro Paz

afirma que el hambre no se resuelve creciendo más, sino distribuyendo mejor. Un


segundo autor que quisiéramos mencionar es Buchanan, también premio Nobel de
Economía, el más fiel exponente de la escuela del „public choice‟:

“Voy a intentar deducir hasta qué punto la economía reclama la ética. Voy a
tomar la economía, la voy a meter en el congelador y voy a analizar si en esta
economía la gente empieza a ser más ética. Por ejemplo, la gente empieza a
ahorrar más o la gente trabaja más ¿hasta qué punto esta economía crece más o
menos?”

Buchanan llega a la conclusión de que en la medida en que la gente es ética, la


gente trabaja más, se preocupa por hacer bien su trabajo y está originando que la
especialización de la economía sea mayor y la economía sea más económica.

Debemos asimismo considerar el concepto de capital humano. Estamos


aprendiendo la importancia fundamental que tienen los activos intangibles en las
organizaciones: los balances de las compañías representan cada vez menos el valor de
una compañía, lo que provoca que el valor de una compañía esté detrás del balance.
¿Cuál es ese valor oculto?

“La ortodoxia económica que predominó en las últimas décadas, suprimió toda
discusión sobre los valores y las consistencias éticas. Escindió ética y economía.
La ética no debía interferir en decisiones que debían ser meramente
tecnocráticas. Así fueron los resultados en América latina, donde hay grandes
“escándalos éticos” como la paradoja que produciendo alimentos para tres veces
su población, el 16% de los niños estén desnutridos. Hay que volver a articular
ética y economía” (Reportaje a Bernardo Kliksberg en El Argentino.com del día
10-05-2010).
Crisis y Globalización. Los planteos de una nueva ética económica 37

Roberto Carro Paz

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