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LEMA PASTORAL 2008-09

DESCUBRE EL TESORO QUE HAY EN LOS DEMÁS

¿QUÉ ENTENDEMOS POR “TESORO”?


Los tesoros son objetos valiosos que se encuentran o
se buscan.

Un tesoro "encontrado" es algo que aparece en


nuestra vida, de una forma repentina y que es
positivo, bueno, saludable...Esos tesoros nos los
manda Dios a través de sus manifestaciones.

Puede ser un objeto, algo que nos gusta mucho, o


puede ser una o varias personas. Los tesoros de las
personas son, sin duda, los más valiosos que
podemos encontrar porque en ellos Dios nos envía su
Amor. Un Amor que no quiere nada a cambio, un
Amor que simplemente se da sin querer
recompensas, un Amor en el que podemos valorar lo
grandioso del ser humano, un Amor sin límites que
perdona, disculpa, ofrece… aquello que es, tal cual
es.

Ese Amor llega a nosotros sin proponérnoslo, nos ha sido regalado sin haber hecho nada
para merecerlo. De nosotros depende el valorar esos “tesoros humanos” que Dios pone a
nuestro alcance. Es necesario tener los ojos limpios, ver más allá de lo que se ve, reconocer
a Dios en cada uno de nuestros hermanos y compartir con ellos su riqueza.

Hay otros tesoros que se “buscan”, que necesitan una acción por nuestra parte. Estos
tesoros llevan un proceso que no siempre es fácil de realizar, a veces se enredan en el
camino y la ruta para hallarlos se mezcla despistándonos con “otros tesoros”.

Para encontrar estos tesoros “buscados” necesitamos un guía, un plano, una orientación…
Ese guía es Dios y se vale de muchas formas para hacernos llegar al tesoro precioso de los
demás.

El mejor plano es el Evangelio vivido con autenticidad, con sencillez y con paz interior. Solo
desde ahí podremos descubrir en los otros el gran tesoro que llevan dentro.

Un tesoro “buscado o encontrado” es el mejor regalo que nos puede hacer Dios. Llevamos
dentro de nosotros un gran tesoro que no queremos dejar enterrado en las profundidades
de un océano o entre las piedras de una montaña. Somos un tesoro para los demás y los
demás son un tesoro para nosotros.

¿DÓNDE ESTÁN NUESTROS TESOROS?


Las joyas que brillan son las que, a veces, causan más tentación y nos parece que son lo más
valioso.

No obstante, también hay tesoros escondidos en el campo, o en el silencio de cada corazón.


Esos tesoros el Señor los ha puesto allí, y quiere que cada uno los descubra y los aproveche
para hacer la vida bella y fructífera.

Pero a menudo nosotros seguimos empeñados en encontrar


oro y piedras preciosas en lo externo, en lo que está fuera del
propio alcance, y quizás muchas veces en aquello que
pertenece a otros.

Los tesoros escondidos en el campo de nuestro corazón, no


siempre son vistosos ni relucientes, pero son los que nos van a
dar más alegría. Son cualidades y capacidades con las que
podemos ayudar a otros; cumplir bien nuestro deber; hacer más
hermosa la vida de quienes nos rodean; acercarnos a Dios con
una actitud filial y decirle: “Padre”…

En fin, hay muchas, muchas otras perlas que tenemos allí, escondidas y que ciertamente no
son para que se queden allí, guardadas, sino para que cada uno las ponga al servicio de los
demás y juntos vayamos construyendo el Reino de Dios aquí en la tierra, que es precisamente
lo que Cristo Jesús quiso hacer cuando vivió entre nosotros y por lo cual se quedó para
siempre, presente en cada sagrario y en cada corazón.

Si todos pusiéramos ese empeño de ser cada día mejores, de ser verdaderamente lo que Dios
quiere de cada uno, y supiéramos dar y compartir de nuestro tesoro que quienes más lo
necesitan, nuestro mundo se volvería un paraíso.

Pero si vivimos de rencores, de envidias o de avaricias, ni podemos llamarnos cristianos, ni


llegamos a ser felices.

Lo que Dios quiere de cada uno es que podamos ser, en esta vida un tesoro para los demás.

¿POR QUÉ ESTE LEMA?


El lema escogido para este curso nos motiva a descubrir en los demás ese gran tesoro
que llevan dentro y a buscar en nosotros mismos los tesoros que Dios nos ha regalado.

Nuestra sociedad frecuentemente nos hace una llamada al individualismo, a lo propio, a


crecer económicamente sin contemplar otros aspectos de nuestra vida.

Teniendo presente este lema pretendemos abrirnos a los demás, con sus virtudes y sus
defectos, con su juventud o su vejez, con su pobreza o su riqueza…

Queremos descubrir los maravillosos tesoros que Dios pone a nuestro lado cada día.

Queremos abrir los ojos a la riqueza interior de nuestros hermanos y hermanas.

¿CÓMO VAMOS A TRABAJARLO?


A lo largo de todo el curso el lema estará presente en nuestras obras y comunidades de
diferentes maneras:

 Posters con el Logo.


 Canción sobre el lema.
 Reflexiones alusivas a los tesoros personales y comunitarios.
 Dinámicas para trabajar con alumnos y profesores.
 Videos sobre el lema y sobre San Agustín.
 Presentaciones en Power Point
 Dibujos e imágenes sobre los tesoros.
 Recursos colgados en Reflejos de Luz.
 Cuentos relacionados con los tesoros.
 Video Forum sobre las siguientes películas:

o La búsqueda 2 – El diario secreto (para jóvenes y adultos)


Es una película de aventuras en la que los protagonistas “buscan” un
tesoro. Los valores que trabajan son la unidad, el compañerismo, la
amistad, la constancia, la búsqueda, el esfuerzo…El guión para
trabajar esta película está colgado en Reflejos.

o Planeta del tesoro (para niños y adolescentes)


Una película de Walt Disney en el que el protagonista es un
adolescente que busca un tesoro planetario. Destacan los valores de la
amistad, el esfuerzo, la superación, la solidaridad… El guión para
trabajar esta película está colgado en Reflejos.

 Mapa del tesoro en el que se hará un recorrido a lo largo del año litúrgico. Para cada
momento concreto se colgarán en Reflejos de Luz diferentes recursos que puedan ser
útiles para nuestra tarea pastoral.

o El tesoro del octubre Misionero.


o El tesoro del Adviento.
o El tesoro de la Navidad.
o El tesoro de la Paz.
o El tesoro del compartir solidario.
o El tesoro de la cuaresma.
o El tesoro de la Pasión y Resurrección de Jesús.
o El tesoro de la Pascua.
o El tesoro de nuestras Fiestas Agustinianas.
o El tesoro de María de Nazaret.

¿EN QUE CITA DEL EVANGELIO NOS APOYAMOS?


Evidentemente, ninguna cita mejor que la Parábola del tesoro escondido.

Mateo 13, 44-46

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: El Reino de los Cielos se


parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra,
lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo
que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece
también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una
de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.

Agustinas Misioneras – Provincia Santa Mónica


www.reflejosdeluz.net

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