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NO NOS TIENTES

Nadie mejor que el Dr. Barnoya “nieto de la Huelga de Dolores” para relatarnos sus orígenes y su historia. Tanto la riqueza
de su experiencia como huelguero que para el doctor Barnoya constituye una tradición familiar, como su visión al recopilar los
documentos e información, hace del autor la persona indicada para darle forma a esta obra. Su entusiasmo inagotable y su vitalidad
son un estimulo para todos aquellos que de alguna manera son participes de la Huelga de Dolores.
El libro de “La Huelga de Dolores” fue publicado por primera vez por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Sin
embargo, de alguna manera la presente edición es un trabajo nuevo. La historia de la Huelga ha sido ampliada; se incluyo una sección
especial para las tarjetas que se ponen en la solapa y otro capítulo para bonos de entrada a la velada; también se incluyen fotos hasta
ahora inéditas; comprende las portadas de los NO NOS TIENTES que nace en 1898 junto a el periódico “VOS DIRÉS” de los
estudiantes de Derecho; el presente formato permite una lectura clara de los NO NOS TIENTES, particularmente algunos que son
bastante borroso y es más cercano al tamaño original. Un elemento que hace de este libro algo verdaderamente excepcional es que
comprende la caratula del ultimo ejemplar existente del NO NOS TIENTES de 1931, edición que fue destruida por orden del general
Ubico1, como bien nos narra el Dr. Barnoya en el capitulo sobre la “historia de la Huelga”. En fin, la presente edición constituye el
trabajo mas completo que hasta ahora se haya realizado sobre la Huelga.

La Huelga de Dolores

Fue en ese mismo año de 1898 que nacieron dos periodicos: el “Vos dires” de los estudiantes de Derecho, y el “no
nos tientes”, único que ha sobrevivido el cual es de los estudiantes de medicina. El origen del “vos dires” se ignora; pero el de “no nos
tientes”’ fue idea de los estudiantes de medicina de aquel entonces: J Guillermo Salazar, Carlos Martinez, Luis F. Obregon, Francisco
Asturias y Luis Gaitan, quienes al principio pensaron en darle el nombre de “Cancro” (cáncer) y después traduciendo el aforismo
“noli me tangere” dieron el nombre de “no nos tienten” al periódico de mas circulación, mas leído y que a veces se paga a precios
exorbitantes que solo pueden pagar los chancles y los gubernistas, no cumpliendo por eso su objetivo de llegar a las manos de los
gafos.
Ese 1 de abril de 1898 circulo de mano en mano el primer numero del “ni nos tientes”, órgano de los huelguistas de la
Escuela de Medicina y Farmacia, del Instituto Dental y de la Escuela de Comadronas, siendo el redactor responsable: don Siempre
Listo. Saldrá cada año por la cuaresma o antes si hubiere necesidad. Circulación: Un millón de ejemplares. Se reparte gratis a seis
centavos y un cuarto. En la primera pagina de ese periódico dejaron plasmados los estudiantes el ideario y propósitos del holgorio
estudiantil:

LO QUE NOS PROPONEMOS


Amigos de aprovechar las ocasiones, amantes como somos de externar lo que no hemos hallado oportunidad más propicia
que la Huelga de semana santa para parir a este nuestro primer hijo, cuya partida de bautismo se sentó ayer, quedando al margen: “no
nos tientes”. Así sea.

Tentados estamos a desembuchar el pico, castigando con ese formidable látigo que llaman la opinión publica a muchos dos caras que
merecen verdadera tunda, pero como natra non facit saltus, nos contentamos hoy con dar la sierpe que se merecen algunos, para seguir
con los demás, cuando las circunstancias lo permitan.

“No nos tientes” es un papel que saldrá cada año por la cuaresma o antes si hubiere peligro de no diremos muerte, pero sí de tentación.
Su propósito es dar látigo y carcoma cuando quepa.

Entre nuestras declaraciones no creemos demás advertir a los que se den por ofendidos, que la comisión redactora está formada en su
totalidad por jóvenes y por ende valientes, atrevidos y más que todo esto, bien constituidos. Que musculatura hombre, que
musculatura! Que pulso, que ligereza la que tenemos! Tenemos aceite de sobra, de modo que no nos tienten, ustedes los agraciados,
pues de lo contrario se cumplirá en ustedes, el adagio que dice: Quien con muchachos se mete... que con su pan se lo coma.

Hecha esta declaratoria para un casus beli, nos cuadramos y quitándonos el sombrero con extrema cortesía hacemos perfecta
genuflexión, y saludamos con el debido respeto a la prensa que no es asalariada.

Los primeros años de la huelga transcurrieron como los de cualquier niño sano, sin incidencias, hasta que llego el año de 1903. Los
estudiantes de leyes se preparaban para celebrar su huelga un 1 de abril. Después de retractarse en el patio y sobre la pila colonial de
su Escuela, se dio lectura al derecho de huelga. En esta estaba cuando irrumpió.-para variar!- la policía. Fue ese día cuando se
derramo por primera vez la sangre noble y generosa del estudiante universitario, pues un policía- cuando no!- disparo contra el
estudiante Bernardo Lemus, quien murió instantáneamente. Otro estudiante, con el tiempo Presidente de la Corte Suprema de Justicia,
1
Jorge Ubico Castañeda (Ciudad de Guatemala, 10 de noviembre de 1878 - Nueva Orleans, Estados Unidos, 14 de junio de 1946). Político y militar
guatemalteco. Presidente de Guatemala de 1931 a 1944. Sostuvo su mandato por el apoyo incondicional que le brindó el pueblo de Guatemala en virtud de
que cuando asumió el cargo el país venia de una época de caos politico y social, grave aumento de delincuencia la que controlo totalmente dentro de su
primer año de gobierno. Es ampliamente conocido por haber sido el último gobernante liberal autoritario en América Latina.
Miguel Prado Solares, vacio de un pistoletazo infortunadamente solo un ojo del policía agresor. De los años subsiguientes, no se
recuerda que hay habido Huelga, mucho menos “no nos tientes”; y no fue sino hasta 1907 que aparece impreso a mimeógrafo siendo
sus redactores Francisco Díaz y Rafael Tejada; distribuyéndose sigilosamente debajo de las puertas. De puño y letra de sus redactores
y a mimeógrafo puede leerse con dificultad partes del editorial.

De los restantes años del tiempo del dictador de los veintidós años, vale la pena mencionar el año de 1917, pues en ese año expulsa
Manuel Estrada Cabrera2 de la Universidad a cinco estudiantes de Medicina entre quienes se encontraba Enrique Fish Echeverria y
dos comadronas.

Llega 1920 y con él la caída de uno de los tiranos mas funestos de Guatemala. Todo euforia y entusiasmo y es entonces cuando
cuatro muchachos; elya farmacéutico Ramón Aceña Duran, el estudiante de Derecho Adrian Pitz Anleu, y los de Medicina
Epaminondas Quintana y Joaquín “la chinche” Barnoya, resusitan el “no nos tientes”. Se puede decir que son ellos los nuevos padres
de la Huelga de Dolores y del “No nos tientes”. “Madre nunca ha tenido la Huelga ni los huelgueros- decía mi padre- para que no se la
mienten los gobiernos”. Y son esos cuatro muchachos los que editan en ese año, cuatro números del “no nos tientes” que circulan
profusamente en junio, julio y septiembre. Como sucede siempre, el gobierno y los mojigatos se mosquearon un poco y fue así como
Pedro Beltrán y Carlos Enrique Andreu dieron de paraguazos y pescozadas a dos de sus redactores, Barnoya y Quintana. Al año
siguiente, 1921, los estudiantes escamados como estaban, tal vez por los moquetes recibidos, ya no sacaron el “no nos tientes” en
tamaño tabloide como se acostumbra, sino un periodiquito. Además, en una previa y borrascosa sesión a la AEU se había acordado
que el ya “no nos tientes” saliera solamente con ocasión del Viernes de Dolores. Y es en el año de 1921 cuando se lleva a cabo el
primer desfile bufo estudiantil Precursor de los Desfilones de Dolores. Ese viernes de Dolores, los estudiantes de Medicina que
estaban- no se sabe por qué razones- distanciados de los de Leyes, decidieron salir del Hospital General en un pseudo-desfilito.
Bajando por la decima calle llegaron hasta la vetusta Escuela de Derecho y Notariado y allí después de leer un caustico y tremebundo
decreto en donde hasta la virgen santísima y el espíritu santo salieron a bailar en los considerandos, se abrazaron, embolaron y hasta
hicieron otras gracias.

Encabezaba el anterior desfile, un cartelón que con el tiempo se transformo en emblema de la Huelga y nahual de las huelgueros;
dicho cartelón pintado artísticamente por el estudiante de Medicina Hernan “Pan” Martínez Sobral, simbolizaba a un esqueleto
bailando con la mano izquierda en alto enarbolando una botella, y la diestra colocada exactamente sobre el pubis con las leyendas:
“no nos tientes... Aquí esta tu son chabela”. Se desconoce si Martínez Sobral se inspiro en el son de la Chabela que se baila
tradicionalmente en las Verapaces, o bien trato de representar como hacen los indígenas a San Pascual Bailón por medio de un
esqueleto. La Chabela como se le conoce y que siempre encabeza los desfiles de Dolores, desapareció de la escena al morir la Huelga
en 1931 para volver a la vida en 1945 bajo el epinel de los estudiantes de Medicina Luis Molina Galvez y Miguel Rivera. En los años
posteriores y siguiendo la tradición de Herman su padre, se encargo de dibujarla Rodolfo “la vieja” Martínez Batres.

Para desgracia nuestra y del país llego con 1931 la dictadura de los 14 años y con ella la muerte, más bien letargo, de la huelga. Ese
año habían sido invitados los estudiantes salvadoreños a presenciar la festividad huelguera. El general Ubico, dando muestras de lo
que iban a ser en el futuro, incauto en presencia de dos de los editores: Julio Camey y Paco Barnoya, la edición completa del “no nos
tientes”; solo quedo un ejemplar- ahora en poder nuestro- y que era el que la menor de la Chinches llevaba en un bolsillo. El resto, así
como las carrozas que estaban siendo confeccionadas en los talleres Colomari fue totalmente destruido. Se llego el día del arribo de
los guanacos y ese Ubico mando un destacamento de policías a detenerlos en la estación central.

Los huelguistas más sagaces se adelantaron a la estación La Ermita. Como sabían que el tren no se detenía allí, Chepe Orozco Posadas
tuvo la valiente idea de pararse en plena vía férrea portando un pabellón nacional y deteniendo así el convoy. Juntos guanacos y
chapines endilaron hacia el centro de la ciudad en manifestación de protesta, y al llegar a la 7 av. y 8a. calle, el director de la policía
general Roderico Anzueto con sus genizaros disolvió a puro batonazo la manifestación estudiantil. Para no lesionar a los salvadoreños
se habían dado órdenes para que se golpeara la los que llevaron valijas, pero los chapines corteses como siempre, ayudaron a los
guanacos con sus bártulos, por lo que fueron estos los que llevaron la peor parte.

Paso la negra, torturante y aflictiva noche de los 14 años y llego la alborada de la revolución de octubre 1944; y fue por sugerencia de
Edmundo Zea y Jesús Guerra Morales que resucito la huelga en 1945. En ese año se desbordo el entusiasmo tanto de los estudiantes
de ese entonces, como de los que lo habían sido antes. Recuerdo bien- yo era institutero en ese entonces- como fue todo: una velada
genial en donde hubo derroche de ingenio y gracia, y en la que participaron entre otros: “Beto” Zepeda, “Chema” Rodriguez, Hector

2
Manuel José Estrada Cabrera (Quetzaltenango, 21 de noviembre de 1857 - Ciudad de Guatemala, 24 de septiembre de 1924).Dictador
de Guatemala del 8 de febrero de 1898 al 15 de abril de 1920. Abogado y político guatemalteco, estuvo a cargo del Ministerio de Gobernación y Justicia
durante el mandato deJosé María Reina Barrios. Al morir éste asesinado, Estrada Cabrera manifestó ser el designado para la sucesión a la presidencia del
país, en la que se mantuvo mediante elecciones fraudulentas por más de dos décadas. "No hay poder judicial; aquí yo sólo soy el poder," le dijo al juez
Ernesto Asturias Girón, padre del escritor Miguel Ángel Asturias. En cuanto Estrada se hace cargo de la presidencia, comienzan a darse una serie de
horrendos crímenes políticos, se aplica la ley fuga y son fusiladas varias personas de la oposición. A fin de servir a los intereses de la United Fruit, que había
orquestado su ascensión a la Presidencia, éste le construyó algunas carreteras, líneas férreas y puertos marítimos.
“Yeto” Goicolea, “Chichicua” Lopez Urzua y el “Canche” Bernhard en los números. “Aquí está la Huelga de Dolores” y “Paco Miller
y don Roque”. El “NO NOS TIENTES” de ese año fue de antología y en su confección participaron viejos huelgueros como Ramon
Aceña Duran, “La Chinche” Barnoya, Fernando Gonzalez Vassaux y Pepe Hernandez Cobos, autor del magistral editorial intitulado
“Articulon de Fondillo”. Iniciaron en ese periódico su trayectoria no nos tientes ca Werner Ovalle Lopez y “Chus” Guerra; y
confeccionando las caricaturas y letreros del “no nos tientes”- con figuras humanas en poses diversas- la mano ágil de Mario
Alvarado Rubio, y la de Mario Lopez Larrave. Como innovación de ese año se destacaba el convite estudiantil, que sirvió y sigue
sirviendo para anunciar la Huelga, y en el que desfilan los estudiantes con sus respectivos reyes feos.

Un hecho curiosos sucedió en 1945; en la página 6 del “no nos tientes”, salio un resumen de toxicología; “MORA”. Nombre del
científico (Rectoris Morus Niger). Historia. Planta cuyo origen se pierde en la más remota antigüedad. En tiempo de los griegos se uso
para dormir presidentes, los cuales a su influjo caían como pateados por una mula. Arbusto que carece protegiéndose a la sombra de
los rosales y plantas gigantescas; puede alcanzar hasta 50 cms. de altura. en algunos países le llaman vuélvete loco. ROSAL. Nombre
científico (Rosales Jodaes). Llegado a su completo desarrollo alcanza 3 metros de altura por 1.50 metros de circunferencia. se
recomienda su uso a las esposas o madres que tengan maridos o hijos descarriados a la dosis de un centésimo de miligramo cada 6
años, de lo contrario los resultados serian funestos porque la planta es hipertoxica”.

Ese artículo provoco la cólera del en ese entonces Rector universitario amenazando con renunciar si los estudiantes no
rectificaban. Uno de los miembros del comité- se cree que fue “Chus” Guerra- zanjo la dificultad proponiéndole al Rector que el
estudiante publicara con gusto una aclaración en el mismo periódico, en el mismo lugar, y en la misma fecha o sea el Viernes de
Dolores del año siguiente.

Del año de 1945 datan también los boletines que un mes previo a la celebración de esta, circulan semanalmente, así como el
pabellón huelguero; una bandera roja llevando como escudo un zopilote amarrado a un octavo de ranchero. Reaparecieron al mismo
tiempo los billetes de la huelga, con motivos políticos, y que se usan como recibo para la recaudación de fondos.

A pesar de estar ocupado la primera magistratura un pedagogo cucurbitáceo, las vicisitudes de la Huelga no aminoraron, ni
los sinsabores de los huelgueros cesaron. Gobernaba en aquel año de 1947 el doctor Juan Jose Arévalo3, cuando los estudiantes en su
velada decidieron ridiculizar a los cadetes de la Escuela Politécnica. El teatro Lux, en donde se han dado se han llevado a cabo la
mayor parte de las veladas, estaba de bote en bote cuando los estudiantes de Medicina llevaban a cabo el citado número. Con falditas
cortas coloradas, guerreras grises y armados de escobetas cantando armoniosamente. “Los cadetes dicen pio, pio cuando tienen
hambre cuando tienen frio”, en ese momento dos militares de cuyos nombres no quiero acordarme se levantaron de sus asientos: uno
para lanzar una bomba lacrimógena al escenario; y el otro para subir armado de tremebundo pistolón al lugar de los hechos. Todos los
muchachos abandonaron el escenario menos uno, el chispudo y valiente Ricardo “Chichicua” Lopez Urzua quien increpo al militar,
instándolo por el micrófono con palabras un poquito gruesa a que dispara. El militar mohíno y corrido opto por retirarse y bajo una
lluvia de sillas abandono el teatro. De mas esta decir que el citado militar, con el tiempo y durante la liberación en 1954, sufrió de
néurosis de guerra. Como consecuencia de este incidente y después de platicas con el presidente de la republica y altos jefes militares,
los estudiantes decidieron enterrar la Huelga. Ese viernes de Dolores depositaron en una botella y luego en un féretro ejemplares del
“no nos tientes”, y después de pasear el ataúd huelguero por la sexta avenida, lo enteraron en medio del luto y las lagrimas
estudiantiles frente al anfiteatro de la escuela de Medicina. Presenciaban la inhumación de sus ilusiones huelgueras.

Al año siguiente 1948 para ser exactos, resucito la Huelga. Eran las 5:37 am. Viernes de Dolores, cuando los engomados
estudiantes exhumaron el derruido féretro para velarlo en el paraninfo universitario. Llevo la voz en esa resurrección “Chema”
Palacios quien dijo entre otras cosas: “lamentamos la nana a cualquiera que vista antifaz, uniforme o sotana...Y emergiendo nuestro
“no nos tientes” de su tumba gloriosa como el zope fénix de la leyenda, “Nayo” Lemus y las demás victimas valientes de la huelga,
unen su voz con nuestra y juntan su sangre para gritar hoy, mañana y siempre: Viva la “Huelga de Dolores”. Después de la velación
fu sacado el ataúd del Paraninfo en hombros de viejos huelgueros, para depositarlo luego en un carro alegórico, que custodiado por un
angelote (Jorge Rosal) recorrió nuevamente nuestras calles con una viril leyenda; “Aunque a los chafas les duela”.

Es derrocado el presidente de la republica por su propio ministro de la Defensa y es durante los años del gobierno de facto,
que no se llevan a cabo ni velada, ni convites, ni huelga. Solo sobrevive el “no nos tientes” que comienza a editarse en El Salvador
(Oswaldo Mazariegos y Toaspern lo introdujeron a Guatemala por cordillera y confundido entre sacos de concentrado para pollos),
circulando profusamente para contento del pueblo y cólera de los oficialistas.

3
Juan José Arévalo Bermejo Primer Gobierno de la Revolución, ya que ésta se dio después de la Revolución de Octubre de 1944, se produjeron cambios
sociales de gran importancia en la vida de los guatemaltecos. Su filosofía de un Socialismo Espiritual (también conocida como Arevalismo) fue en parte el
motor de la creación del Ministerio de Trabajo, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), y la popular Colonia El Maestro; un conjunto de casas
donadas por el gobierno a los profesores de Guatemala. El Socialismo Espiritual se consideró una especie de comunismo, por lo que su gobierno no fue
simpatizante con los gobiernos de derecha de la época.

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