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FONDOS COMUNITARIOS DE AHORRO:

SERVICIOS FINANCIEROS BÁSICOS EN LAS


ZONAS RURALES MARGINADAS
DE MÉXICO

Gabriela Zapata Álvarez

Subsecretaría de Desarrollo Rural


Dirección General de Programas Regionales y Organización Rural
Dirección de Fomento de Organizaciones Financieras
RESUMEN EJECUTIVO
Los Fondos Comunitarios de Ahorro (FCA) promovidos por la SAGARPA en México
tienen como objetivo el proporcionar a los habitantes de zonas rurales marginadas un
mecanismo microfinanciero sencillo y operable que les permita ahorrar y administrar los
recursos propios de manera segura, eficiente y rentable de acuerdo a sus necesidades y
prioridades. Promotores especialmente capacitados asisten a las comunidades en la
creación de FCA por un período de un año, capacitando a las comunidades en el uso de
un maletín de herramientas específicamente diseñado para llevar el control de los
recursos. Después de este período inicial de apoyo, los FCA deben ser capaces de
funcionar de manera autónoma. En octubre del 2002, había ya 540 FCA en 12 estados,
agrupando a 12,800 socios con ahorros de 4.45 millones de pesos. Este artículo describe
las características del modelo de FCA y los resultados obtenidos hasta la fecha, aborda
los problemas enfrentados, así como los retos de sostenibilidad y crecimiento a la luz del
nuevo panorama regulatorio. Asimismo, el documento cuestiona la viabilidad y
conveniencia de grupos autónomos de ahorro y préstamo a nivel comunitario y las
ventajas y desventajas de su inclusión al sector financiero formal, finalizando con una
breve presentación de algunas iniciativas de apoyo por parte del gobierno al sector
microfianciero rural dentro del marco de la Ley de Ahorro y Crédito Popular.

1
ANTECEDENTES
En 1997, la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) en
México lanzó el Programa de Desarrollo Rural en Zonas Marginadas1, mismo que
buscaba mejorar el nivel de vida y el ingreso de pequeños productores en comunidades
de menos de 2,500 habitantes en 6 regiones marginadas en 4 Estados. Durante los
siguientes cinco años, el Programa otorgó apoyos para proyectos de inversión rural a
grupos de productores, usando un esquema de contrapartida, así como servicios
adicionales de investigación, extensión, información y capacitación, incorporando
gradualmente a más de 350,000 productores en 16 Estados.

El Programa promovió inicialmente un mecanismo voluntario de recuperación de apoyos


al final del ciclo productivo, cuyo propósito era disminuir gradualmente el nivel de
dependencia de los productores en subsidios, fomentando la responsabilidad y la
acumulación de recursos entre ellos. En 1998, al manual de operación del programa se
incorpora específicamente la creación de instrumentos para el ahorro y la inversión. Bajo
este esquema, los grupos de productores participantes debían “recuperar” un porcentaje
previamente acordado de las ganancias de la inversión y establecer un fondo revolvente
entre ellos. Los técnicos asignados a trabajar con estos grupos eran responsables de
verificar que los grupos efectivamente “recuperaran” parte de sus ganancias. El incentivo
para que los productores hicieran esta recuperación se basaba en el concepto de
responsabilidad, organización y participación comunitaria, incluyendo la presión social.
Además, si un grupo no hacía la recuperación correspondiente, los socios no tendrían
acceso a nuevos apoyos en años subsiguientes. La idea era que los recursos
recuperados siguieran circulando a nivel comunitario de acuerdo a normas y mecanismos
de toma de decisiones internos del grupo.

Sin embargo, no se proporcionó una metodología específica para el establecimiento de


dichos fondos revolventes, lo que ocasionó que muchos de los grupos (a) gastaran o
reinvirtieran los recursos o (b) abrieran una cuenta de banco donde existía esa posibilidad
(percibiendo insignificantes intereses), dejando los fondos ociosos o utilizándolos
posteriormente como contrapartida para recibir apoyos del gobierno. Asimismo, el
término “recuperación” a menudo se interpretó como “repago” del apoyo. Esta confusión,
aunada a la falta de metodología, ocasionó que el esquema fuera rechazado por muchos
grupos.

En el transcurso del año 2000, la SAGAR reorientó su metodología y plan de acción para
conformar Fondos Comunitarios de Ahorro (FCA) entre grupos de productores
participantes en el Programa de Zonas Marginadas.2 En primer lugar, se crearon
herramientas didácticas y gradualmente se dejó de manejar el concepto de
“recuperación”, promocionando en su lugar la idea del “ahorro”. En segundo lugar,
promotores especialmente capacitados en la metodología de FCA comenzaron a trabajar
con los grupos comunitarios, enfatizando que la participación en un FCA era

1
Posteriormente llamado Programa de Desarrollo Productivo Sostenible en Zonas Rurales Marginadas y conocido como
el “Programa de Zonas Marginadas” o PZM.
2
El Banco Mundial financió a dos consultores asignados a la Dirección General de Programas Regionales de la
SAGAR, entre ellos la autora, por un período de seis meses para desarrollar y lanzar el proyecto.

2
completamente voluntaria, que los ahorros eran propiedad exclusiva de cada individuo y
que los FCA eran agrupaciones autónomas, estando la toma de decisiones a cargo de los
miembros del grupo.

Lo anterior abrió el camino para que el capital semilla de los FCA se constituyera de
diversas fuentes (ahorros, remesas, jornales, etc.) y no necesariamente de las inversiones
productivas—proviniendo el recurso exclusivamente de los socios y no de fuentes
externas. El Programa no aportó capital semilla para la conformación de FCA, sino que
se limitó a proporcionar (a) la capacitación en la metodología para operar los FCA a través
de promotores y (b) un Modelo Administrativo que consiste de herramientas básicas, pero
adecuadas, para llevar el control de los recursos, así como de manuales de referencia.

INTRODUCCIÓN
Los cambios realizados a los programas de Desarrollo Rural en los últimos años han
mantenido vigente la estrategia de Fondos Comunitarios de Ahorro. Los más de 520 FCA
conformados hacia octubre del 2002 son muestra del interés de las comunidades por
contar con un mecanismo microfinanciero propio, eficiente y rentable. Donde operan la
mayoría de los FCA—en comunidades de menos de 2,500 habitantes—la presencia de
servicios financieros formales es prácticamente nula. Considerando que únicamente el
4% de los 8 millones de habitantes que conforman la población económicamente activa
en áreas rurales tiene acceso a servicios financieros formales, el potencial para
desarrollar este nicho de mercado es muy amplio.

Tanto las lecciones aprendidas de la experiencia en la implementación de FCA como la


promulgación de la nueva Ley de Ahorro y Crédito Popular (LACP) en junio del 2001 han
obligado a la actual Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA) a replantear su estrategia de consolidación y expansión de
FCA.

La estrategia incluye (1) la capacitación especializada de Promotores en Gestión


Microfinanciera Rural, quienes son incorporados al registro de elegibilidad de Prestadores
de Servicios Profesionales (PSP) de la SAGARPA y cuyo desempeño es evaluado por el
Centro de Calidad para el Desarrollo Rural (CECADER); (2) la promoción de redes, que
fomenta la ampliación de cobertura de los FCA y (3) la coordinación interinstitucional, que
permite a diversas instituciones gubernamentales que buscan allegar servicios financieros
a poblaciones de escasos recursos conjuntar esfuerzos y ser más eficientes. Por último,
en el marco de la nueva ley y en apoyo a estas iniciativas, la SAGARPA implementa
también el Proyecto Regional de Asistencia Técnica al Microfinanciamiento Rural
(PATMIR) en regiones marginadas selectas del país con escasa presencia de servicios
financieros y suficiente densidad poblacional para permitir la expansión sostenible de los
servicios financieros.

Este documento expone el objetivo y las principales características del modelo de FCA—
incluyendo el Modelo Administrativo—y detalla los servicios que éstos proporcionan, su
forma de operar y las limitantes que tienen. Asimismo, habla de la sostenibilidad de los

3
FCA, explica los riesgos y retos de su crecimiento y presenta la nueva estrategia de la
SAGARPA para garantizar la provisión de servicios financieros sostenibles y confiables en
las zonas rurales marginadas del país—con énfasis en el ahorro—en el nuevo entorno
legal. A través de estos temas, se pretende contribuir al debate sobre la viabilidad y
relevancia de grupos autónomos de ahorro y crédito a nivel comunitario y las ventajas y
desventajas de su vinculación con el sector financiero formal.

OBJETIVO Y CARACTERÍSTICAS DEL MODELO DE FCA


El objetivo de los FCA es proporcionar a los habitantes de zonas rurales marginadas un
mecanismo microfinanciero sencillo y operable que les permita ahorrar y manejar los
recursos propios de manera segura, eficiente y rentable. La columna vertebral de la
metodología de FCA la constituyen dos aspectos principales: la confianza que existe entre
los socios y sus propios ahorros. Además de lo anterior, el modelo fomenta la
organización grupal y la solidaridad, contribuye a la creación de una cultura de ahorro y
préstamo responsable, es flexible y adaptable a las necesidades y condiciones locales,
permite que el control sea llevado por los mismos socios y, por último, goza de proximidad
total a la clientela.

El hecho que el proyecto de FCA no se enfoque exclusivamente en la provisión de crédito


para actividades productivas es una característica adicional que lo diferencia de otros
programas microfinancieros de gobierno. Es bien sabido que los habitantes de zonas
rurales marginadas tienen necesidades de consumo en diversas épocas del año, mismas
que raramente coinciden con las épocas de generación de ingresos de las actividades
productivas a las que se dedican. En respuesta a esta necesidad, la mayoría de los FCA
han decidido otorgar créditos para consumo y no solo para inversión. Esto ha sido tan
atractivo para los socios, que varios de ellos prefieren tomar un préstamo para satisfacer
una necesidad de consumo en vez de retirar de sus propios ahorros.

Las tasas de interés, tipos y montos de ahorro, tipos y plazos de préstamo, cuotas,
horarios de reunión, etc., son establecidos por los socios en asamblea e incorporados
posteriormente al Reglamento Interno de cada FCA. Cualquier cambio posterior queda
constatado en el Libro de Actas.

En general, los socios de un FCA evalúan los resultados anualmente—con la asistencia


del promotor—y analizan los costos y beneficios de pertenecer a una FCA, con base en
los siguientes aspectos: seguridad de sus ahorros, ganancias obtenidas, accesibilidad de
los servicios, resolución oportuna de conflictos relacionados con la operación y
administración del FCA, beneficios obtenidos de la capacitación y seguimiento por parte
del promotor, idoneidad de los horarios de reunión y facilidad de uso del Modelo
Administrativo. Los grupos exitosos califican positivamente en todos estos aspectos,
mientras que los no exitosos tienen problemas con uno o varios de ellos.

4
EL MODELO ADMINISTRATIVO
El Modelo Administrativo es una herramienta estandarizada para todos los FCA que les
permite llevar un adecuado control de los recursos. El Modelo consta de un maletín que
contiene 14 herramientas probadas y utilizadas en campo, diez de las cuales se
consideran como indispensables para llevar un control adecuado y garantizar
transparencia y confiabilidad (ver Tabla 1). Las herramientas incluyen:

Tabla 1. Herramientas del Modelo Administrativo de FCA

PRIORIDAD DE
TIPO HERRAMIENTA
USO
Acta Constitutiva ★ Indispensable
Normativa Reglamento Interno ★ Indispensable
Libro de Actas ★ Indispensable
Carta de Designación de Beneficiario ★ Indispensable
Libreta de Ahorro y Préstamo ★ Indispensable
Control por socio
Tarjetas Par del Secretario ★ Indispensable
Lista de Asistencia ★ Indispensable
Libro Diario ★ Indispensable
Control integral del
FCA Libro de Control de Préstamos ★ Indispensable
Libro de Control de Ingresos y Egresos ★ Indispensable
Ficha individual de Socio Recomendado
Certificado de Aportación Opcional
Complementarios
Pagaré Recomendado
Libro de Caja Recomendado

El maletín también incluye: calculadora, cojín de tinta, sellos y dos manuales. Uno de los
manuales explica el uso de cada herramienta, así como el método para distribuir
ganancias al final del ciclo. Este manual va acompañado de un video educativo que
explica cada herramienta y procedimiento a través de ejemplos. El otro manual explica
los objetivos generales y la naturaleza de los FCA, proporciona lineamientos para la
promoción y el diseño del Reglamento Interno y menciona brevemente algunas opciones
básicas para formalizar a los FCA.

LA METODOLOGÍA: PROMOCIÓN, CONSTITUCIÓN Y CONSOLIDACIÓN


DE FCA
Las oficinas locales de la SAGARPA y los Gobiernos Estatales han sido responsables de
la promoción, constitución y consolidación de FCA desde un inicio. En el pasado, cada
Estado era responsable de elegir a un número adecuado de promotores para ser
capacitados en la metodología de FCA, de tal manera que pudieran prestar sus servicios
a los diversos grupos de productores que habían participado en el Programa de Zonas
Marginadas. En la actualidad, dichos promotores han comenzado a recibir una
capacitación más especializada y pueden prestar sus servicios directamente a las

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comunidades con apoyos de la SAGARPA dirigidos al desarrollo de capacidades. La
metodología sigue cuatro pasos básicos:

1) Capacitación de promotores de FCA. Inicialmente, la capacitación consistía de una


sesión intensiva para promotores con duración de 2-3 días, misma que era proporcionada
por la unidad de coordinación del proyecto a nivel central. Actualmente, el nivel de
capacitación ha incrementado y los talleres especializados tienen una duración de 8 días,
incluyendo la aplicación de un examen de conocimientos al final. Dicha capacitación se
enfoca en: la realización de un diagnóstico financiero microregional, la estrategia para
constituir un FCA y fortalecer uno existente (a través del uso de formatos
correspondientes), el uso del Modelo Administrativo y los manuales, el diseño del
Reglamento Interno, la transferencia de conocimientos a los socios y la supervisión del
FCA. La capacitación está diseñada para promotores selectos con conocimientos previos
de matemáticas, finanzas o contabilidad básica, trabajo comunitario y, de preferencia,
experiencia en microfinanzas.

2) Identificación de grupos potenciales. Los promotores identifican grupos que


deseen y tengan el potencial de constituir un FCA o fortalecer uno existente. Por
potencial se entiende que:

• existan por lo menos dos socios que sepan leer, escribir y hacer cuentas básicas, que
gocen de la confianza de los demás socios y que estén de acuerdo en fungir como
tesorero y secretario del FCA;
• que tengan la capacidad y disponibilidad de ahorrar y trabajar como grupo;
• que cuenten preferentemente con 15-25 personas dispuestas a reunirse con la
frecuencia que el grupo decida y a respetar el Reglamento Interno que diseñen ellos
mismos.

Para despertar el interés entre la gente en constituir un FCA, los promotores muestran un
video con duración de una hora—“La historia de Milpitas y sus Fondos Comunitarios”—,
que cuenta la historia de dos grupos comunitarios que forman FCA (uno de mujeres y otro
de hombres), los problemas que enfrentan y la resolución de los mismos. Una sesión de
preguntas y respuestas se organiza posteriormente.

En el caso de FCA existentes, los promotores aplican un diagnóstico para determinar las
áreas que requieren de fortalecimiento ya sea a nivel organizativo, administrativo o
contable y diseñan el plan de mejora y/o capacitación correspondiente para cada FCA.

3) Constitución del Comité Directivo de un nuevo FCA. Una vez que los grupos han
sido identificados, el siguiente paso es la selección de los miembros que integrarán el
Comité Directivo, mismos que estarán a cargo del FCA con la ayuda inicial de los
promotores. Los miembros del Comité son elegidos por los miembros del grupo, al menos
de que éste sólo cuente con dos miembros que sepan leer, escribir y hacer cuentas, en
cuyo caso, son elegidos por default, siempre y cuando cuenten con toda la confianza del
grupo. Los roles de cada miembro del Comité se encuentran descritos en los manuales,
aunque funciones adicionales pueden incorporarse si los miembros del grupo lo
consideran deseable. En general, los grupos únicamente tienen (y necesitan) un tesorero

6
y un secretario, quienes son los responsables de manejar el dinero y llevar el control. Sin
embargo, grupos de mayor tamaño a veces eligen a un presidente y a un comité de
crédito. Una vez que el Comité Directivo ha sido elegido, los miembros fundadores
proceden a levantar el Acta Constitutiva, misma que es firmada y sellada por una
autoridad local, dándole mayor oficialidad al FCA. Los promotores proceden entonces a
establecer el calendario de capacitación con el grupo.

4) Capacitación de los miembros del grupo y seguimiento del FCA. En el caso de


FCA nuevos, una vez constituido el FCA, los promotores llevan a cabo una serie de
sesiones de capacitación con los socios, con énfasis especial en los miembros del
Comité. Durante estas sesiones, los miembros del grupo aprenden a diseñar el
Reglamento Interno—adaptado a sus necesidades—y a utilizar las herramientas del
Modelo Administrativo. Este proceso tiene una duración aproximada de 10-12 meses,
durante los cuales los promotores se reúnen de manera regular con los socios,
gradualmente transfiriendo el conocimiento a los mismos. Los promotores no imponen
decisiones, sino que están equipados con múltiples opciones y ejemplos que les permiten
ayudar al grupo a tomar decisiones conducentes a lograr la sostenibilidad del FCA. Una
vez que el FCA es capaz de utilizar todas las herramientas y llevar los controles, puede
funcionar de manera autónoma. Bajo la nueva estrategia (a ser discutida más abajo), los
FCA pueden solicitar visitas de seguimiento o apoyo de los promotores más allá del
período inicial de 10-12 meses.

En el caso de FCA existentes, el promotor se basa en los resultados del diagnóstico


aplicado para desempeñar las tareas procedentes, de acuerdo al plan de mejora o de
capacitación, que incluye un calendario de actividades previamente acordado con el
grupo.

SERVICIOS OFRECIDOS POR LOS FCA


El servicio principal ofrecido por los FCA es, como su nombre lo indica, la captación de
ahorros. Los socios de los FCA generalmente establecen un monto mínimo de ahorro
sistemático, que debe ser depositado por cada socio de manera semanal o quincenal,
aunque normalmente se permiten depósitos mayores al monto mínimo. Los socios
mismos determinan tanto el monto como la frecuencia de los depósitos y son multados si
no cumplen con esta regla. A pesar de que el cálculo de las ganancias al final del ciclo
(generalmente anual) es mucho más fácil si los socios han ahorrado en montos iguales y
de manera sistemática desde un principio, prácticamente todos los FCA han decidido
ofrecer servicios de depósito y retiro flexibles. Bajo este esquema, el cálculo de las
ganancias es bastante más complicado y requiere de capacitación y supervisión por parte
de los promotores. Aquellos FCA que ya lo han hecho alguna vez, pueden referirse a los
manuales o al video para recordar el procedimiento.

Por lo general, los grupos comienzan con un período de captación de ahorros de unos 2-4
meses para acumular una suma lo suficientemente grande para dar préstamos o invertir
en algún proyecto productivo. Asimismo, el ahorro sistemático les permite ver a los socios
quienes cumplen o no, bajo la creencia de que aquellos que ahorran tendrán más

7
compromiso con el FCA y serán mejores pagadores de un préstamo. Sin embargo, la
necesidad de crédito es tan grande que muchos FCA comienzan muy pronto a prestar el
dinero que llevan captado a cuantos socios alcance. Una vez que estos socios pagan, el
dinero se presta a otros socios—estilo Tanda—, hasta que hay suficiente recurso para
satisfacer las necesidades de crédito de todos los socios. El número de prestatarios vs.
ahorradores varía por FCA y depende del número de socios, montos ahorrados y
necesidades de préstamo existentes.

Los plazos de los préstamos oscilan entre 1-6 meses, utilizando diversos esquemas de
pago. Los cuatro esquemas de pago que tienden a utilizarse, en orden de preferencia,
son: (a) pagos quincenales de capital e interés en partes iguales;3 (b) pagos mensuales
de interés y pago de capital al final del plazo; (c) pago del interés total en un inicio y pago
del capital al final del plazo; y (d) pago de capital e interés al final del plazo. Este último
método generalmente sólo se permite para préstamos de 1-2 meses. En el caso de los
FCA de la Unión, los plazos de pago son de 1-2 meses, bajo el esquema de pago de
intereses mensual y pago de capital al final del plazo.

Algunos FCA han comenzado a proporcionar servicios de cambio de cheques para sus
socios y otros. Esta es una actividad costosa para individuos, ya que el costo de
transporte puede llegar a constituir un 10-20% del valor del cheque. Por este servicio,
todos los interesados pagan una pequeña cuota para cubrir el costo de transporte de la
persona que hace el viaje para cambiar los cheques y el restante se utiliza para capitalizar
el FCA. Por supuesto que esta actividad implica un riesgo, ya que la persona
responsable puede ser robada con el efectivo en la mano. Sin embargo, el bajo costo de
este servicio—comparado con la alternativa de hacerlo individualmente—compensa el
riesgo en opinión de los socios.

RESULTADOS OBTENIDOS
A julio del 2002 (última fecha en que los equipos de promotores en los estados
proporcionaron información a la unidad de coordinación del proyecto), los 420 FCA
establecidos en 12 Estados agrupaban a más de 11,500 socios, con ahorros acumulados
de unos $4,090,000 pesos (ver Tabla 2). Los ahorros de los FCA aumentaron en un
254% entre el año 2000 y el 2001; para julio del 2002 habían aumentado en un 130%
adicional (ver Tabla 3). La membresía total estaba comprendida de un 62% de hombres y
38% de mujeres, de los cuales aproximadamente el 50% era de origen indígena.
Únicamente 35 FCA estaban conformados por mujeres exclusivamente, 22 eran mixtos y
el resto eran de hombres. La estructura tradicional de poder—que gira alrededor del
hombre—se ha visto replicada en la composición de los comités directivos. Aunado a
esto, el nivel de analfabetismo entre mujeres en zonas rurales marginadas es alto y
muchas de ellas—en comunidades predominantemente indígenas—no hablan español.
Por lo anterior, las mujeres han tendido a ocupar un papel de liderazgo exclusivamente en
los FCA de mujeres.

3
Es complicado para los socios de los FCA calcular el interés sobre saldos insolutos. A pesar de que el pago
sistemático de capital e interés en partes iguales ocasiona que el interés real sea mucho mayor, la gente encuentra este
método mucho más sencillo.

8
En promedio, los FCA cuentan con 35 socios y cada uno tiene un costo único de
conformación y seguimiento de aproximadamente $11,800 pesos por FCA o $337 pesos
por socio durante el primer año, mismos que han sido aportados tanto por el nivel central
como por los estados..4 Es interesante notar que únicamente 15% de los socios actuales
de los FCA reportaron haber participado en el Programa de Zonas Marginadas, lo cual
indica que los FCA se han abierto de manera espontánea a incluir a otros miembros de la
comunidad.

Es difícil establecer la tasa de ahorro promedio de los FCA en este momento, dado que
las variaciones entre grupos son muy marcadas. En general, los FCA reportan prestar de
25-100% de sus ahorros. Esto depende de la necesidad de crédito de los socios, el
tamaño del grupo, el monto de ahorro acumulado, su habilidad de manejo del Modelo
Administrativo y la cantidad necesaria como contrapartida para recibir apoyos del
gobierno, entre otros. Las tasas de interés de los préstamos—establecidas por los
mismos socios—oscilan entre el 5-15% mensual y se basan en las tasas del mercado
local, que son mucho más altas.5 A la fecha, la tasa de recuperación de préstamos ha
sido prácticamente 100% y no se ha reportado ningún fraude.

Tabla 2. Número de FCA, socios y ahorros por Estado (julio 2002)

No. DE No. de Monto de ahorros


ESTADO
fca socios (pesos mexicanos
Chiapas 218 4,858 786,951
Chihuahua 3 130 220,500
Guanajuato 34 334 48,729
Guerrero 9 399 206,425
Hidalgo 20 466 275,860
Michoacán 23 480 103,248
Morelos 5 64 22,405
Nayarit 6 88 7,804
Oaxaca 53 2,267 1,839,327
San Luis Potosí 14 1,246 437,445
Tabasco 14 562 47,500
Veracruz 21 759 120,710
TOTAL 420 11, 653 4,094,499

4
El costo incluye la capacitación de los promotores de FCA,, sus sueldos y viáticos mensuales, materiales didácticos y
un Modelo Administrativo.
5
En muchas zonas rurales, según reporta la población, las tasas de interés cobradas por prestamistas pueden variar
entre un 20% mensual y hasta 20% diario.

9
Tabla 3. Monto y crecimiento de ahorros de los FCA (2000-2002)

AÑO 2000 2001 2002*


Ahorros de FCA
$1,244,867 $3,158,700 $4,094,499
(pesos mexicanos)
% crecimiento 254% 130%
*a Julio 2002

Aproximadamente 39 promotores fueron capacitados durante el primer año del proyecto


para promover FCA en comunidades rurales marginadas, así como 300 técnicos
extensionistas.6 En teoría, los promotores deberían haber sido capaces de establecer
unos 320 FCA (de 8-10 por promotor) durante ese año, contando con el apoyo de los
técnicos. No obstante, la ejecución del proyecto fue afectada negativamente por un alto
nivel de rotación entre promotores.

Anticipando este problema, la unidad de coordinación del proyecto había diseñado y


distribuido un perfil de puesto entre los Estados participantes para garantizar la selección
adecuada de promotores de FCA. Sin embargo, la gran mayoría de los promotores
contratados no cumplieron con el perfil—siendo muchos de ellos agrónomos o
veterinarios sin mucho interés en las microfinanzas—, y aquellos que lo hacían, a menudo
no podían contar con un pago al final del mes, ya que varias oficinas locales de la
Secretaría o del Gobierno Estatal no habían aprovisionado suficiente recurso para
pagarles un sueldo y los viáticos correspondientes. A la fecha, restan únicamente dos de
los 39 promotores capacitados inicialmente y 14 de los 26 promotores capacitados
durante el segundo año.

El problema se ha debido en gran parte al hecho de que la incorporación de la línea de


acción de FCA fue percibida más como un planteamiento secundario que como un
componente esencial del Programa de Zonas Marginadas. Asimismo, el tema de las
microfinanzas no constituía un tema de gran importancia en ese momento. Como
consecuencia, poca o ninguna importancia se le dio a la selección apropiada de
promotores y al aprovisionamiento de recursos para pagarles. Esto resultó en el
encarecimiento de la promoción de FCA y afectó negativamente la continuidad de los FCA
ya establecidos.

En enero del 2002, se probó un nuevo enfoque para la creación de FCA a través de la
capacitación de 20 oficiales de crédito pertenecientes a una organización de la sociedad
civil: la Unión de Organizaciones Económicas y Mujeres Productoras de Guerrero, A.C.
La Unión tenía conocimiento de la metodología de FCA y tuvo interés en probarla con 80
de sus grupos solidarios más sólidos, muchos de los cuales habían comenzado a captar
pequeñas cantidades de ahorro sin ninguna metodología para administrarlo. Dichos
grupos se habían formado inicialmente para recibir crédito del Fondo de

6
Los técnicos se capacitaron dado su conocimiento de las comunidades y contacto constante con ellas. Su
capacitación tuvo como objetivo el familiarizarlos con la metodología de FCA para que pudieran proporcionar su apoyo a
los promotores. Algunos técnicos contribuyeron a formar FCA por iniciativa propia, sin embargo, no tienen contacto
directo con la unidad de coordinación del proyecto. Por ende, no se cuenta con información detallada sobre dichos FCA.

10
Microfinanciamiento a Mujeres Rurales (FOMMUR),7 mismo que extiende líneas de
crédito a organismos intermediarios para que éstos sean canalizados a grupos solidarios
de mujeres, a manera de microcréditos, para actividades productivas.

Durante el 2002, la Unión formó 120 FCA, de los cuales 60 se encuentran en proceso de
aprender a utilizar el Modelo Administrativo y diseñar su Reglamento Interno y 60 se
encuentran funcionando adecuadamente y han comenzado a otorgar préstamos con los
ahorros captados de acuerdo a su Reglamento Interno. Estos últimos agrupan a 1,384
mujeres con ahorros acumulados de más de $360,000 pesos, con aportaciones de $300-
$1,000 pesos por socia. Dichos FCA tienden a prestar un 80% de sus ahorros a una tasa
del 5% mensual—guardando el 20% restante para emergencias—y reportan tener una
tasa de recuperación del 100%. Recientemente, la Unión reprodujo 80 paquetes
adicionales del Modelo Administrativo por cuenta propia, a ser utilizados con otros grupos
solidarios que están solicitando capacitación en la metodología de FCA para administrar
sus ahorros.

SOSTENIBILIDAD Y GANANCIAS
Los FCA deben ser financieramente sostenibles desde un inicio, ya que no reciben capital
semilla ni apoyos externos más allá de la capacitación, el seguimiento y un paquete del
Modelo Administrativo. Los promotores pueden determinar el nivel de sostenibilidad
financiera de un FCA a través del uso del Modelo de Simulación Financiera—una
herramienta simple pero útil, diseñada por la unidad de coordinación del proyecto.

El Modelo de Simulación está diseñado en Excel e incluye algunas variables fijas y otras
que son adaptables a las características de cada FCA, tal como: número de socios,
volumen de ahorro, nivel de liquidez, tasa de interés, costos operativos y nivel de
morosidad, entre otros. Esto ayuda a los promotores a identificar problemas actuales o
potenciales que puedan afectar la sostenibilidad del FCA, así como determinar su nivel de
rentabilidad, el porcentaje de colocación de préstamos y otros aspectos, permitiéndoles
sugerir cambios oportunamente para mejorar el desempeño de un FCA en particular. No
obstante su utilidad, el Modelo tiene algunas limitantes, ya que no es lo suficientemente
flexible como para incorporar los diversos esquemas de rotación de préstamos que son
utilizados por los FCA, sin embargo, da un panorama general del flujo de efectivo de los
FCA.

La mayoría de los FCA cobran una “cuota de inscripción” o establecen una aportación a
capital social por parte de cada socio. A decisión de los socios, estos recursos a veces
son prestados (cuando la necesidad es grande y el monto de ahorros es insuficiente para
satisfacerla), guardados en una caja fuerte o un banco, utilizados como contrapartida de
apoyo para un proyecto productivo o invertidos en algún proyecto de desarrollo
comunitario.

Asimismo, algunos presidentes municipales han otorgado recursos a los FCA para
premiar sus esfuerzos de ahorro. Las multas, aunque menores, constituyen otra fuente
7
El FOMMUR fue iniciado por la SAGAR y transferido a la Secretaría de Economía en el 2001.

11
de ingresos para los FCA. Dependiendo del grupo, estas son cobradas por no asistir o
llegar tarde a las reuniones programadas, por no cumplir con el ahorro mínimo establecido
o por no pagar un préstamo a tiempo.

A pesar de que los montos de ahorro semanal o quincenal tienden a ser bastante bajos
($10-$50 pesos por persona), los FCA se capitalizan relativamente rápido debido a las
altas tasas de interés que cobran por los préstamos, mismas que son establecidas por los
propios socios. Estas oscilan entre el 5-15% mensual y se basan en las tasas locales de
mercado, que son mucho mayores.8 Además, muchos de los FCA usan el esquema de
pagos sistemáticos de capital e interés en partes iguales, lo cual ocasiona que la tasa de
interés real sea mucho mayor. A pesar de que esto encarece el préstamo para el socio,
genera más recursos para prestar a más gente y permite que se generen mayores
utilidades para los socios. Muchos de estos grupos han decidido distribuir únicamente el
80% de las ganancias entre los socios, designando el 20% para capitalizar el FCA.

RIESGOS Y RETOS DEL CRECIMIENTO


Guardar el efectivo de manera segura es difícil en un escenario rural marginado. Dado
que la presencia de intermediarios financieros confiables en estas regiones es
prácticamente nula, los FCA tienden a manejar sus excedentes de efectivo de la siguiente
manera: (a) prestarlo a no socios;9 (b) depositarlo en una cuenta de banco aprovechando
el viaje de algún socio a la localidad donde éste se ubique (cuidando de no seguir un
mismo patrón para evitar un robo); (c) dejarlo al resguardo del tesorero en caso de que
alguien tenga necesidad de un préstamo de emergencia; o (d) guardarlo en una caja
fuerte con 2-3 candados diferentes, teniendo igual número de socios una llave por
candado.

Cada uno de estos mecanismos implica un riesgo, pero los socios consideran que guardar
sus ahorros “debajo del colchón” sería aún más arriesgado, debido a las presiones a que
estos tienden a estar sujetos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, en vez de
guardar los fondos, estos son prestados a los socios para diversas actividades, tanto de
inversión como de consumo. Los promotores hacen mucho énfasis en que se diversifique
el riesgo, prestando a socios que desempeñen alguna actividad productiva o que tengan
una fuente alternativa de ingresos (a través de remesas, jornales, etc.) que les permita
pagar un préstamo para consumo.

Hasta la fecha, la tasa de recuperación de préstamos ha sido prácticamente del 100%.


Sin embargo, al ir creciendo los FCA y aumentar su liquidez, el nivel de riesgo también
aumenta. El control manual de los recursos comienza a tomar más tiempo y se torna más
complicado y tedioso, tanto para los miembros del comité como para los socios mismos.
Volúmenes crecientes de efectivo comienzan a manejarse, lo cual requiere de mayor

8
Ver nota 6.
9
A pesar de que esta práctica no se promueve, varios FCA prestan a no socios, particularmente a personas de la
comunidad conocidas como buenos pagadores pero que no tienen interés en convertirse en socios del FCA (ya sea
porque son más acaudalados, no tienen tiempo para asistir a las reuniones, etc.). A estos individuos generalmente se
les pide una garantía y se les cobra una tasa de interés mayor a la de socios por 2-4 puntos, que aún así es menor que
la de los prestamistas.

12
atención al detalle y controles muy estrictos, particularmente porque la base de la
confianza—en un contexto en donde todos se conocen, por lo pequeño del grupo—
comienza a debilitarse conforme aumenta el número de socios.

Algunas de las soluciones que se han contemplado o implementado incluyen: (a) compra
de una computadora y capacitación del tesorero y secretario en su uso; (b) introducción
de asistentes para ayudar al tesorero y secretario con las transacciones; (c)
fragmentación de un FCA grande en unidades menores vinculadas entre ellas, formando
un FCA microregional; (d) creación de “grupos solidarios” entre los socios del FCA para
agilizar la aprobación de préstamos;10 y (e) vinculación de los FCA con una institución
financiera formal. No obstante, esta es una situación que continua presentando un gran
reto, tanto para los FCA como para las instituciones que los promueven, especialmente a
la luz de la nueva Ley de Ahorro y Crédito Popular.

MARCO REGULATORIO: LEY DE AHORRO Y CRÉDITO POPULAR


La Ley de Ahorro y Crédito Popular (LACP), promulgada el 4 de junio del 2001, busca
regular las actividades y operaciones de instituciones financieras no bancarias que
movilizan ahorros con el fin de promover el desarrollo sano del sector, proteger los
intereses de socios y clientes y promover servicios de ahorro y crédito confiables. Dichas
instituciones deberán ser financiera, administrativa y organizativamente viables para
poder ser certificadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

En un inicio, la ley original no proporcionaba una definición clara sobre grupos de ahorro y
préstamo tales como los FCA. Sin embargo, en diciembre del 2002 pasó a la Cámara de
Senadores un Proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones de la LACP. Dicho decreto incluye un nuevo artículo—el Artículo 4 bis—
que establece que “[n]o se considerará que realizan operaciones de ahorro y crédito
popular en los términos del artículo 4° de esta Ley, los grupos de personas físicas que
tengan por objeto exclusivamente la captación de recursos de sus integrantes para su
colocación entre éstos”, siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos que
incluyen: no tener más de 350,000 UDIS11 de capital ni más de 200 socios, no promover
sus servicios públicamente, registrarse ante una federación de su elección (reportándole
cada seis meses), hacer del conocimiento de sus socios que no son Entidades de Ahorro
y Crédito Popular y que no han sido autorizados por la CNBV, entre otros.

Aunque esta iniciativa permita a los FCA puedan operar de manera legal y autónoma,
será difícil aplicar la ley en el caso de grupos tan pequeños, sobre todo aquellos que se
encuentran en zonas altamente marginadas. Por un lado, el acceso a federaciones por
parte de los pequeños grupos no es fácil y por el otro, las federaciones no tienen la
obligación de registrar a dichos grupos. Aún cuando accedieran a hacerlo, esto implicaría
un costo para la federación (en personal, tiempo, mantenimiento y actualización de base

10
Estos son grupos conformados por 3-7 socios que se reúnen para discutir y aprobar/rechazar las solicitudes de
crédito de ellos mismos. Si uno de ellos no está solicitando un crédito, puede convertirse en aval de uno que sí lo haga.
El grupo presenta las solicitudes dictaminadas a los miembros del comité para su procesamiento.
11
UDIS=Unidades de Inversión, actualmente equivalentes a unos $3 pesos por unidad.

13
de datos, etc.) que los grupos no podrían asumir y que las federaciones difícilmente
querrán contraer sin apoyo de algún tipo. Además, surge la pregunta de ¿qué se espera
que hagan las federaciones con la información de los pequeños grupos? Asimismo, la
prohibición de la promoción de los servicios ofrecidos por una organización impide que
organizaciones pequeñas que quizás deseen formalizarse lo hagan rápidamente siendo
que, en un contexto de alta marginación (donde la mayoría de los socios/clientes hacen
aportaciones de muy bajos montos) la organización requeriría aumentar el volumen de
socios/clientes para compensar el bajo monto de captaciones. En dicho contexto, ¿cómo
aumentar la clientela en un plazo determinado si la organización no puede promover los
servicios que ofrece?

Dichas limitantes seguramente afectarán el desarrollo y crecimiento de los FCA. No


obstante lo anterior, el proyecto de FCA—siendo un proyecto promovido por una entidad
gubernamental—no puede ignorar la ley diseñada por otro brazo del gobierno que busca
regular el sector. Esto implica que los FCA deberán encontrar formas de crecimiento y
consolidación que les permitan cumplir con las reglas establecidas en la nueva iniciativa
de ley.

CAMBIO DE ESTRATEGIA: CONSTRUYENDO UN NUEVO CAMINO


PARA PROPORCIONAR SERVICIOS FINANCIEROS AL
SECTOR RURAL MARGINADO A TRAVÉS DE FCA
Como resultado de las lecciones aprendidas y a la luz de la nueva LACP, la SAGARPA ha
replanteado su estrategia de consolidación y expansión de FCA. La nueva estrategia
contempla tres cambios principales: (1) la capacitación y calificación de Promotores en
Gestión Microfinanciera Rural y la evaluación de los servicios prestados, (2) la promoción
de redes de FCA en zonas rurales marginadas y (3) la coordinación interinstitucional.

1. CAPACITACIÓN Y CALIFICACIÓN DE PROMOTORES EN GESTIÓN


MICROFINANCIERA RURAL

Como se ha discutido anteriormente, los FCA han sido aquejados por falta de continuidad
en los apoyos de capacitación y seguimiento por parte de los promotores. Esto ha
ocasionado que muchos de ellos decaigan o desaparezcan. Por lo anterior, se ha tratado
de encontrar una avenida segura y perdurable que permita a las comunidades formar
FCA nuevos y fortalecer a los existentes contando con los servicios de promotores
especialmente capacitados para desempeñar la tarea, con apoyos de la SAGARPA
dirigidos al desarrollo de capacidades.

La unidad de coordinación del proyecto se ha dado a la tarea de diseñar un programa de


capacitación específico y completo para Promotores en Gestión Microfinanciera Rural que
ha comenzado a ser instrumentado. El programa cubre los temas de: introducción a las
microfinanzas rurales, uso del Modelo Administrativo, diseño del Reglamento Interno,
manejo de riesgo, sostenibilidad, Ley de Ahorro y Crédito Popular y principios
cooperativos, diseño del diagnóstico del mercado financiero microregional, aplicación de
diagnósticos a FCA existentes y elaboración de planes de mejora y capacitación, entre

14
otros. El objetivo de este programa de capacitación es calificar a aquellos aspirantes que
cumplan con los requisitos del programa a través de un examen de conocimientos e
incluirlos en el registro de elegibilidad de Prestadores de Servicios Profesionales de la
SAGARPA.

Su inclusión en el registro permite a los promotores ser contratados directamente por


grupos comunitarios interesados en recibir capacitación y asistencia técnica para la
formación de un nuevo FCA o para el fortalecimiento de un FCA existente.

Para acceder a estos apoyos, los grupos deben presentar una solicitud a la Unidad
Técnica Operativa Estatal (UTOE). Posteriormente, el promotor correspondiente deberá
presentar un programa de trabajo, diagnóstico y diseño de proyecto, plan de puesta en
marcha para FCA nuevos o de mejora para FCA existentes y, de ser necesario, una
propuesta de capacitación, los cuales serán evaluados por el Centro de Calidad para el
Desarrollo Rural (CECADER).

Bajo este esquema, los grupos comunitarios deciden a qué promotor contratar, por lo que
los promotores deben promocionar sus servicios en las comunidades que tengan interés y
potencial de establecer un FCA o fortalecer uno existente. Dichos promotores recibirán
pagos por producto por parte de la SAGARPA a través de la UTOE, siempre y cuando la
comunidad esté plenamente satisfecha con el servicio prestado y el CECADER haya
evaluado satisfactoriamente el desempeño del promotor. De esta manera, el esquema
garantiza que los promotores no sólo sean capaces de encontrar empleo, sino de
entregar un producto de calidad en un tiempo determinado, dando continuidad a los FCA.

2. PROMOCIÓN DE REDES DE FCA EN ZONAS RURALES MARGINADAS

El segundo componente de la nueva estrategia busca promover los FCA dentro de una
estrategia más amplia expansión de cobertura a través del desarrollo de redes de
servicios financieros formales en zonas rurales marginadas. En vez de promover cientos
de FCA en comunidades remotas—cuyo seguimiento puntual sería difícil—la nueva
estrategia concibe la creación de redes de FCA a través de:

• vincular a FCA nuevos o existentes entre ellos para formar un intermediario financiero
formal, particularmente donde dichos intermediarios no tienen presencia;
• trabajar a través de organizaciones económicas con un interés en proporcionar
servicios financieros a sus socios (como en el caso de la Unión), constituyéndose
posteriormente en un intermediario financiero formal o vinculándose a uno existente;
• identificar a intermediarios financieros formales interesados en incorporar FCA como
clientes o socios;
• convertir a los FCA que tengan la capacidad y que así lo deseen en sucursales o
ventanillas de atención de intermediarios financieros existentes.

A pesar de que la opción de crear FCA totalmente autónomos en comunidades dispersas


y lejanas sea buena, para poder lograr la ampliación y profundidad de cobertura de
manera significativa en zonas rurales, es mucho más eficiente y efectivo proporcionar

15
servicios a través de una red, en vez de a cientos de grupos individuales que requerirían
de un ejército de promotores para su capacitación y seguimiento.

La formalización de redes de FCA no implica sacrificar el trabajo solidario en grupo que


los caracteriza, pero muy probablemente sí implique sacrificar las ganancias relativamente
altas que perciben sobre sus ahorros actualmente, mismas que un intermediario
financiero formal difícilmente/legalmente podrá igualar. Sin embargo, la compensación se
obtendría a través del acceso a mecanismos seguros de ahorro así como a una gama de
servicios que los FCA no podrían obtener de manera individual, tales como: recepción de
remesas, seguros, acceso a cajeros automáticos, etc. Una vez constituidos formalmente,
también podrán negociar líneas de crédito con diversos proveedores.

A pesar de que la creación de redes de este tipo aún sea un objetivo relativamente lejano,
los programas de gobierno ya no pueden ni deben enfocarse en el corto plazo
exclusivamente. Las estrategias deben diseñarse con el largo plazo en mente. Bancos
cooperativos—que con el tiempo han logrado prestar servicios a sus poblaciones
rurales—han sido establecidos exitosamente en diversas partes del mundo. No hay razón
por la cual México no pueda aprovechar su experiencia y construya un futuro similar para
sí mismo.

3. COORDINACIÓN INTERINSTITUCIONAL

Ligado al punto anterior, una tercera estrategia para facilitar la vinculación de los FCA al
sistema financiero formal es la coordinación interinstitucional con dependencias o
proyectos gubernamentales afines, de tal suerte que la SAGARPA ha comenzado a
participar en esquemas de colaboración con los siguientes proyectos o dependencias:

a) Secretaría de Economía: Fondo de Microfinanciamiento a la Mujer Rural


(FOMMUR)

El FOMMUR apoya con microcréditos a más de 100,000 mujeres rurales a través de


organismos intermediarios. Siendo que los recursos del FOMMUR no han logrado
incrementar al paso de la demanda, la introducción de un mecanismo de ahorro que
permita a los grupos acumular una cantidad considerable de recursos propios contribuiría
a reducir la presión sobre los fondos del FOMMUR. Asimismo, lo anterior disminuiría
gradualmente la dependencia de los grupos solidarios en fondeo externo y permitiría al
FOMMUR apoyar a grupos solidarios adicionales.

A través de este esquema, se plantea que la unidad de coordinación del proyecto de FCA
capacite a los agentes de crédito de los diversos organismos intermediarios que así lo
deseen en la metodología de FCA. Estos a su vez capacitarían a los grupos solidarios
que ya pertenecen a una red a través del organismo intermediario al que están
vinculados, como es el caso de la Unión. De esta manera, se aprovecharía una red
preexistente para la constitución y seguimiento de FCA. Posteriormente, el organismo
intermediario podría constituirse en una Entidad de Ahorro y Crédito Popular o podría
asistir a los FCA a que formasen o se vinculasen a una.

16
b) Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), Fondo Nacional de Apoyo para
Empresas de Solidaridad (FONAES): Cajas Solidarias y Banco del Ahorro
Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI)

El programa de Crédito a la Palabra tradicionalmente había culminado en la formación de


Cajas Solidarias con el patrimonio generado por las recuperaciones de los beneficiarios,
lo cual les permitía acceder a apoyos subsecuentes y contar con una línea de crédito
permanente por parte de la Caja.

Con la promulgación de la LACP, las Cajas Solidarias contemplan convertirse en


Cooperativas de Ahorro y Préstamo, prestando una gama de servicios más amplia que la
actual e incorporando entre sus socios a otros integrantes de la comunidad que no
necesariamente hayan participado en el programa de Crédito a la Palabra.

Actualmente, varios de los programas promovidos por la SEDESOL siguen buscando


fomentar la recuperación de los apoyos por parte de los beneficiarios. Recientemente, se
ha planteado que las recuperaciones sean hechas por Entidades de Ahorro y Crédito
Popular, lo cual abre una gama de posibilidades para los beneficiarios. Esto llevó, en el
mes de agosto del 2002, a que se propusiera un equipo de trabajo entre la SEDESOL,
FONAES, BANSEFI y SAGARPA para llegar a opciones de funcionamiento coordinado en
las cuales pudieran tener participación todas las dependencias.

Dentro de esta estrategia se proponen diversos escenarios que permitan que las
recuperaciones de los apoyos de la SEDESOL se canalicen a entidades que garanticen
una seguridad mínima de los recursos. Prioritariamente, las recuperaciones se
canalizarían a las Cajas Solidarias que cuenten con una situación financiera
razonablemente sana. Una segunda opción sería constituir una nueva Caja Solidaria si
se cuenta con el capital mínimo para hacerlo. De no existir las posibilidades anteriores,
las recuperaciones se canalizarían como tercera opción a otros intermediarios financieros
actualmente regulados, tales como Sociedades de Ahorro y Préstamo y Uniones de
Crédito. Como cuarta alternativa, las recuperaciones se canalizarían a las sucursales de
BANSEFI en aquellos municipios donde no existan Cajas Solidarias solventes o
intermediarios regulados.

Finalmente, en los municipios en los que el flujo de recuperaciones sea muy reducido y no
permita cubrir el costo de formación de una Caja Solidaria o de operación de una sucursal
de BANSEFI o algún otro intermediario regulado, se ha considerado la participación del
proyecto de FCA de la SAGARPA, funcionando éstos como cajas recolectoras de las
recuperaciones. La capacitación y el seguimiento a los FCA formados dentro de este
esquema de trabajo está por definirse.

Los FCA tendrían la opción de convertirse posteriormente en cajas locales de una Caja
Solidaria cercana o en una Entidad de Ahorro y Crédito Popular, si cumplieran con los
requisitos necesarios para hacerlo. En caso de no contar con una Caja Solidaria en la
cercanía y de ser los FCA muy pequeños, BANSEFI u otro intermediario regulado podría
administrar el ahorro de los FCA mientras éstos maduran, crecen y alcanzan el nivel
mínimo requerido por la LACP. Este esquema de participación de los FCA podría

17
constituir una estrategia específica encaminada a la transformación jurídica,
organizacional y operativa de los FCA para lograr su inserción en el nuevo marco legal.

PROYECTO REGIONAL DE ASISTENCIA TÉCNICA AL


MICROFINANCIAMIENTO RURAL (PATMIR)

La formación de redes y la provisión de servicios financieros formales en zonas rurales


marginadas de acuerdo a la ley no es una tarea fácil. Con esta realidad en mente, la
SAGARPA cuenta con otro proyecto de apoyo al sector microfinanciero rural conocido
como el Proyecto Regional de Asistencia Técnica al Microfinanciamiento Rural
(PATMIR).12 El objetivo principal del PATMIR es acercar servicios financieros viables,
autogestivos y adaptados a la realidad local a zonas rurales marginadas, con énfasis en el
ahorro. Esto se pretende lograr mejorando la estabilidad financiera y capacidad de
alcance de instituciones financieras existentes, así como creando nuevas instituciones
financieras donde otras no existan, estimulando la integración de redes locales,
regionales o nacionales y facilitando su vinculación a federaciones de acuerdo a la ley.

El trabajo del PATMIR se enfoca en regiones marginadas selectas con escasa presencia
de servicios financieros formales pero con suficiente densidad poblacional para permitir el
desarrollo adecuado de servicios financieros sostenibles.13 Consultores altamente
especializados se encuentran a la cabeza de este proceso, teniendo como
responsabilidad el diseñar e implementar una estrategia regional que permita el desarrollo
de ciclos financieros completos, reduciendo la distancia que existe actualmente entre la
oferta y la demanda de servicios financieros en zonas rurales marginadas. Los
consultores proporcionan capacitación y asistencia técnica especializada tanto a
instituciones financieras rurales existentes (lado de la oferta), como a sus socios/clientes
potenciales a nivel de base (lado de la demanda).

A través de esta estrategia, se promueve la organización de grupos de base—tales como


los FCA—con el propósito de vincularlos en redes para formar parte de un sistema
financiero incluyente que incorpora a los pobres como socios y que satisface sus
necesidades específicas. Dentro de este proyecto, los promotores en Gestión
Microfinanciera Rural encuentran otra alternativa de empleo, pudiendo incorporarse a la
estrategia regional contratados por los consultores.

CONCLUSIONES
El proceso de creación y seguimiento de los FCA ha permitido lograr una mejor
comprensión del funcionamiento de este tipo de grupos y ha generado útiles lecciones
que han servido para retroalimentar y mejorar el proyecto. Asimismo, la experiencia que

12
Este proyecto es coordinado a nivel central por la Dirección de Fomento de Organizaciones Financieras bajo la
Dirección General de Programas Regionales y Organización Rural, Subsecretaría de Desarrollo Rural, SAGARPA.
13
Actualmente, el PATMIR está siendo implementado en regiones marginadas de los Estados de Chiapas, Guerrero y
Morelos, Veracruz y la Región Huasteca (hidalguense, potosina y veracruzana). En el 2003, se contempla expandir el
proyecto a los Estados de Oaxaca, Michoacán, Estado de México, Puebla y Tlaxcala.

18
se ha tenido a través del proyecto de FCA ha demostrado que existe una necesidad y un
interés en zonas rurales marginadas de contar con servicios financieros accesibles,
confiables (comparados con la opciones disponibles), rentables y adaptados a las
necesidades de la población. El potencial de expansión de servicios financieros en zonas
rurales marginadas es amplio, considerando que únicamente el 4% de los 8 millones de
habitantes que conforman la población económicamente activa en áreas rurales tiene
acceso a servicios financieros de bancos, instituciones financieras no bancarias y
agencias gubernamentales.

La estrategia de FCA fue diseñada como una opción para que los pobres pudieran operar
su mecanismo financiero propio, basándose en sus propios ahorros y siguiendo sus
propias reglas, con la ayuda del Modelo Administrativo y de la capacitación para utilizarlo.
Mientras que los FCA a menudo constituyen una mejor opción comparada con aquellas
disponibles en zonas rurales marginadas (prestamistas, guarda-dineros, etc.), su
capacidad de cobertura es finalmente limitada. Dada la simplicidad de las herramientas
utilizadas para llevar los controles, el crecimiento de un FCA puede verse limitado por
varios factores, tales como: el nivel de alfabetización o educación, falta de acceso a una
computadora, entre otros. Además, los pobres en las áreas rurales no sólo necesitan,
sino que también merecen, la misma calidad de servicio que ofrecen otros intermediarios
financieros en regiones más acaudaladas y pobladas. Esto incluye la garantía de que sus
ahorros estarán siempre seguros. Por lo anterior, los programas de desarrollo rural de la
SAGARPA buscan difundir esta metodología a todos los Estados del país.

Aún cuando la mayoría de los FCA sean grupos cerrados—que únicamente proporcionan
servicios de ahorro y crédito a sus socios—y que, por ende, no presentan un riesgo para
la estabilidad macroeconómica del país en caso de fracaso, la caída de varios
intermediarios financieros informales en épocas recientes ha sembrado miedo y
desconfianza en el sector, afectándolo negativamente. Por consiguiente, el reto que
enfrentan los proyectos apoyados por la SAGARPA es proporcionar un servicio capaz de
ofrecer garantías, así como diversos productos y servicios que la población requiere para
mejorar su nivel de vida, contribuyendo a disipar la mala reputación que ha aquejado al
sector.

Para lograr lo anterior, la promoción de FCA requiere de un compromiso institucional por


parte de los Estados y de las organizaciones que se sumen al esfuerzo de promover y
proveer servicios microfinancieros en las comunidades más marginadas del país. Dicho
compromiso implica disponibilidad y continuidad tanto de recursos como de personal
capacitado, de tal manera que no se promueva la proliferación descontrolada de FCA a
los que posteriormente se les pierda la pista. El construir cimientos sólidos en el corto
plazo permitirá el sano desarrollo de una estrategia que busca tejer redes formales de la
base hacia arriba, resultando a la larga en un sistema de servicios financieros de y para
los pobres mucho más robusto y duradero—un enfoque totalmente novedoso que vale la
pena impulsar.

✱ ✱ ✱

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