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MI APROXIMACION A LA PROGRAMACION

NEUROLINGUISTICA
COMO PROYECTO DE VIDA

Ricardo D. Camargo L.

Mayo 2009
INTRODUCCION

Este documento es el primero (quizás el único) que he


hecho de esta forma, en el que escribo desde un punto de
vista interno sobre lo que pienso y siento al respecto de mi
vida profesional, y por qué me he motivado a tomar otro
rumbo y qué quiero hacer en el. Lo he querido asimilar
como un ejercicio de catarsis entre el editor de texto que
tengo ante mí (OpenOffice Writer) y yo, así que estará
escrito en primera persona a modo de catarsis, que saque
a la luz lo que llevo guardado y que de todo éste proceso
se convierta en mi proyecto de Vida para los próximos 20
años, a partir de este año 2009 en el que vivo presente.
CAPITULO I

MI RECORRIDO POR LA CARRERA DE INGENIERIA DE


SISTEMAS

Tengo una carrera profesional que considero he llevado con


éxito como Ingeniero de Sistemas: En 20 años de ejercicio
profesional, he ascendido en posiciones tanto de nivel de
responsabilidad como salarial, e igualmente me he
desempeñado en muchos sectores económicos que me han
dado un visión razonablemente amplia de cómo se aplica y
en qué contribuye esta carrera al progreso empresarial,
cuales son los puntos a favor y en contra, qué visión tienen
las demás áreas la Empresa sobre aquella dependencia que
funcionalmente tenga como responsabilidad la provisión y
el aseguramiento de la información que, como la savia al
árbol o la sangre a los seres vivos, irrigue todas las demás
áreas de manera oportuna y confiable. Igualmente,
también he tenido la grata oportunidad de ser docente de
algunas áreas de Informática, y he tratado de contribuir a
comunicar algo de lo que he podido experimentar a las
nuevas generaciones de profesionales en formación.

Bueno, soy consciente que lo anterior que acabo de escribir


era necesario para ilustrar el que con mis manos hice algo
con la carrera que cursé por la que mis padres se
sacrificaron, y mi familia me ha apoyado siempre en los
buenos y malos momentos, y con los que estaré
eternamente agradecido, pero lo acabo de leer otra vez, y
veo que resulta muy convencional, y ladrilludo, sonando al
Perfil Profesional que uno escribe en la Hoja de Vida, con la
formalidad con la que uno echa su cuento cuando tiene al
frente a algún psicólogo(a) u otro profesional cuando está
uno en la cacería de algún puesto de trabajo, y se le está
auscultando la vida laboral. Esto no es una entrevista más.
Suficiente!

Y es por lo que acabo de escribir arriba que ya no quiero


tener que estar justificando ni defendiendo ninguna
posición ni mi experiencia ante un tercero sobre mi
profesión, y por primera vez (Oh!, gracias por la Libertad
de Expresión, Señor!) voy a expresar algo que puede sonar
a herejía: Siento que mi carrera profesional es aburrida, por
buena parte se ha convertido en un reciclaje de los mismos
conocimientos ya asimilados en su esencia sobre esas
herramientas con las que uno trabaja: Software, hardware,
bases de datos, comunicaciones, metodologías con otros
nombres, enfoques para el modelamiento de aplicaciones,
especializaciones en tecnologías emergentes, modelos
para gestión de sistemas en la Organización, resalto el
término sistemas porque así se llamaba hace tiempo, pero
ahora se “modernizó” con términos como Gestión de
informática, Gestión de Tecnología, etc.

Una muy notable excepción a la regla ha sido Internet, que


pegó muy duro en todas partes revolucionando el mundo
de la tecnología, y había que conocer de eso. Igualmente,
en las empresas, hubo que migrar todo lo que se tenía
tanto en infraestructura como en conocimientos al
todopoderoso stack TCP/IP (ese es el verdadero nombre de
todo el concepto Internet, señores), que no es tan nuevo
como se menciona, ya tenía sus buenos añitos antes de la
WWW que lo puso tan asequible, bonito, y útil (a todo
Señor todo honor: Mr. Tim Berners Lee, thank you!).

Pero también digo que hace muchos añitos también, en las


universidades y en las empresas se estudiaban por
necesidad y status quo otras aproximaciones a la
interconexión de redes (era un despelote rompecocos, pero
retador), el ver AppleTalk, Netware, SNA, AS/400, etc. y
muchas cosas más era un reto para el intelecto informático
y enriquecía el concepto de modelo OSI de interconexión
suscitando otras formas, a menudo ingeniosas de resolver
problemas aportando más de lo que un futuro profesional
de Informática debe tener: Ingenio y criterio (así
subrayado), ahora es solo Internet: WWW, WebService,
Internet, Intranet – varios sabores de lo mismo: el dios
TCP/IP.

En informática, y como siempre ha dicho mi papá, que es


un área dinámica (en algunas), todavía hay algunos temas
interesantes que valen la pena leer, cacharrear y aprender
por puro placer, así no sea para conseguir puesto o
sobrevivir en el mismo, como el concepto de software libre
y de Linux (otras gracias para el Señor Torvals!), es chevere
por todo lo que representa en cuanto a su libertad,
flexibilidad, y que es cada vez más parecido a M$
(diminutivo de Microsoft – mal cada vez menos necesario).
la otra es la programación de computadores, y es la
principal razón por la que me hice Ingeniero: porque podía
construir cosas con un Estralandia virtual (Estralandia en
mis épocas – entiéndase Lego): Ahora estoy aprendiendo
Python, Ruby on Rails, PHP, Apache, etc., después de
muchos años que me pagaban por ser programador.

Siguiendo con el tema del conocimiento, hay que hacerle


un apartado especial a la introducción de las
Certificaciones tanto en productos y tecnologías de
fabricantes (Microsoft, Cisco, Oracle, etc.), como en
modelos de gestión (PMI, MECI, ITIL, COBIT, etc.), y muchas
otras cosas más. En sí, el leer estos conocimientos
enriquece y lo pude comprobar (hice un par de
certificaciones de Cisco), con lo que no estoy de acuerdo es
el criterio mercantilista de los dueños de los derechos de
las mismas, que las quieren hacer ver como lo único a
adoptar para ya sea resolver problemas internos,
expandirse, organizarse, etc., que las empresas se coman
el cuento, y en muchos casos boten la plata
implementando cosas que no se aplican en su entorno,
además que también se rijan por esos mismos criterios
para el personal que pretenden contratar, donde no es
suficiente una buena hoja de vida con experiencia
comprobada, y que tenga perfil adecuado para el cargo,
superando las entrevistas y pruebas pertinentes. No. estas
certificaciones se exigen como indispensables y si no se
tienen “mejor no aplique”, y lo que haya hecho de nada
sirve si no hay algún instituto o proveedor que “certifique”
por un costo oneroso y en dólare$ el que tal persona sepa
de algo y que le den un papelito con sello repujado para
presentar a cualquier empresa que exija esa certificación.

Retomo el tema del marketing que hacen estas empresas


para vender sus conceptos y productos, con la consigna de:
o lo tienes o te mueres, y de eso, hay un ejemplo excelente
en el que la estrategia de marketing por terrorismo tuvo
frutos excelentes en dolares para estas empresas.
Recuerdo la pandemia que fue la llegada del año 2000, el
cual fue rotulado en su momento como una enfermedad
(así como la AH1N1): El Y2K (uai tu key, literal), y que todos
los proveedores de bienes informáticos sin excepción
aprovecharon el cuarto de hora para “advertir” (por no
decir amenazar) que si no se hacían actualizaciones
onerosas a las plataformas existentes (ya costosas en
principio) se morían porque no soportaban la llegada del
nuevo mileno, y aprovecharon para tener unos muy buenos
verdes también.

La gran mayoría de las empresas metieron muy buena


plata a actualizarse, y se veía como la acción sensata a
tomar, porque se había exacerbado la incertidumbre
inducida por el proveedor a que no funcione lo que se
tenga, y llegó a extremos absurdos como este: Si el campo
TTL (time to live) del paquete TCP/IP pudiera afectarse por
el Y2K. Es un chiste algo técnico, pero puesto en otros
términos, el símil es con el chiste de esa época en que
había personas preocupadas por el desempeño a futuro de
la plancha de su casa porque no estaban seguros que estos
“dispositivos” soportaban el Y2K.

Como a la gran mayoría de los profesionales de la época


que teníamos responsabilidad en este tema, yo trabajé en
ello donde me encontraba, y hacía seguimiento de todo lo
que pasaba con esto a nivel mundial, en donde supe de
empresas que decidieron tomar el riesgo del Y2K y no
actualizar, y saben qué les pasó?: Nada (me gustaría
conocer de estadísticas de colapsos por no acatar el Y2K).
El punto clave aquí fue cómo aprovecharon los proveedores
para incrementar exageradamente la sensación de
inseguridad y la creación de terror informático con el fin de
vender más. - Vieron el documental de Michael Moore
llamado Farenheit 9/11, en especial el capítulo de la
“Guerra contra el Terrorismo”? lo dejo de ese tamaño para
que lo vean. Concluyo que no creo viable el que se sepa el
tamaño real de problema del Y2K, o si de verdad lo hubo,
porque se distorsionó y de qué forma con el tremendo
vídeo que armaron los proveedores y lo que se debió
evaluar con mesura y sentido común para tomar acciones
consecuentes y sensatas, se volvió una guerra de nervios y
de presupuesto para sacar billete verde de donde no se
tenía para adquirir bienes y servicios que no era 100%
claro si se necesitaban al precio que se les dio la gana.
(una de estas empresas sí que aprovechó su cuarto de
hora: Nortel, ahora está enfrentando su segunda quiebra).

Suficiente de Conceptos y Tecnologías . . .

Ahora quiero enfocarme en mi como persona y profesional


de informática (dos seres en uno). Como mencioné antes,
una de las razones por las que me hice Ingeniero de
Sistemas fue el que podía hacer cosas utilizando esos
aparatos simpáticos llamados computadores, su
versatilidad y la creatividad que podía fomentar en uno era
para mi razón suficiente para elegirla, y que, cual niño
chiquito con juguete nuevo, me sigue emocionando aquello
de la profesión que me lo recuerde.

Al salir de la universidad, y durante una cierta cantidad de


años, se encuentra uno en la etapa que llamo del
“tecnócrata” donde se vive, respira, y se habla en la jerga
de la profesión, revolviendo español con inglés, así se esté
hablando de cualquier cosa distinta, y es de esperar: Uno
quiere ejercer la profesión en toda su extensión y se tiende
a rendir culto a esos fierros y tarros (definición muy
personal de servidores, software, equipos de
comunicaciones, etc.), colocándolos en una especie de
altar y creer que son la quintaesencia del ser, y nos
extrañaba el porqué los demás mortales no entendían eso,
leyendo cuanto artículo, libro, manual de la carrera y de
tecnología informática cayera en las manos etc. Como es
una etapa normal, así como la adolescencia, hay un
margen de tolerancia mientras se atraviese con donaire y
gallardía hacia la adultez informática, en donde cada
elemento de la ecuación del ámbito informático está en su
sitio adecuado: Tecnología, Persona, Organización, y no se
entremezclan, y más que nada sobre todo tienen un
propósito muy definido. La tecnología debe servir a la
gente y no al contrario.

Caí en la cuenta de lo anterior no hace demasiado de esto


lo reconozco, y no es nada complicado de entender, solo
cuando uno se quita la venda de la “tecnocracia”. En
términos generales uno se hace profesional en algo, o
ejerce con dignidad algún oficio es para que eso le sirva a
algo o alguien, y no para rendir culto a la tecnología o
satisfacer el ego entre colegas (yo no me escapé de eso)
en donde se compite por quien tenga más cartones y quien
humille más al otro en cocteles, presentaciones o reuniones
de trabajo ya sea exagerando o mintiendo sobre su
situación real.

O peor aún dentro de la empresa en un ambiente de


competencia malsana, donde se busca es cómo hacerle la
zancadilla al otro para brillar ellos, ocultando o mancillando
el trabajo de los demás, etc. Claro, obviamente no es la
situación de todo el mundo, pero no se puede negar que en
todo ambiente laboral se presenta este tipo de situaciones
con demasiada frecuencia (me atrevo a decir que en 9 de
cada 10 se da esto).

Y saben porqué se da?, por el mismo ambiente de


competencia feroz y salvaje donde la supervivencia a
ultranza es lo único y donde cada vez menos se tiene en
cuenta los valores de la ética, moral, solidaridad,
compañerismo, trabajo en equipo, etc., ese mismo cuento
con el que nos sale el gobierno de turno de la “crisis” y que
la situación del país demanda un apretón de cinturón
fomentando a que las empresas, por medio de legislación
amañada, a que se disminuyan puestos de trabajo, los
costos de los despidos sean menores para poder botar más
gente, lo mismo que la disminución de las horas extras y la
ampliación de la jornada laboral en jornadas de más de 10
y 12 horas diarias, bajo el concepto de “antes agradezca
que tiene trabajo porque si no le gusta hay 20 más afuera
esperando por su puesto”, haciendo que en muchos casos
tengan que trabajar mamá y papá, dejando solos a sus
hijos y propendiendo por la desunión familiar.

Ni qué decir sobre el factor edad que es algo que en este


país lamentablemente va en contra de uno cuando debería
ser al contrario, la experiencia solamente llega con los
años, que en países más civilizados los “viejos” gozan del
aprecio de la sociedad y son consultados
permanentemente. Acá el que tenga más de treinta años
ya se considera pieza de museo y se le cierran las puertas
del ámbito laboral, como leí una vez en un periódico de
amplia circulación nacional en que aquel profesional que
tenga cuarenta años o más y por cualquier razón esté
buscando trabajo, se le considera una persona mañosa que
pueda “contaminar” a los demás por el hecho de estar
curtido en términos laborales, y se le instaba cordialmente
por parte de los “expertos” a que fomente su propia
empresa porque el periodo de productividad laboral
terminó.

Bueno.., y entonces qué hacemos pues?

Finalmente, para que no se me tilde de negativo, resentido


de la vida, militante de la izquierda, o ser de la “oposición”
en sentido amplio y político, este es el panorama que veo
desde mi perspectiva personal para seguir ejerciendo la
profesión de Ingeniero de Sistemas en este país, en donde,
ya con 41 años que tengo ahora debo pensar seriamente
que debo hacer para construir futuro personal y familiar: O
me echo a la pena y dejo que las circunstancias me
ahoguen, me enfrasco en esa realidad que atrapa y que las
deudas, obligaciones, compromisos de todo tipo hagan que
siga siendo parte de ese aparato productivo, que con
garras y cadenas lo atrapan a uno en una espiral sin fin de
frustración, injusticia, y esfuerzos inútiles.

O reconozco que tengo dentro de mi ser la oportunidad de


cambiar mi realidad y darle un giro a la misma hacia la
realización de los más nobles ideales que tanto ustedes
como yo tenemos dentro de nosotros mismos, lo que
alguna persona sabia mencionó como “la Voz de tu Alma”.
Aquella actividad o vocación que está escrita en nuestro
corazón por la cual nos hacemos matar y haríamos así
tuviéramos que pagar por eso, en mi caso es el de enseñar
al que no sabe (sí, así como la Obra de Misericordia), y es
en los momentos en que he tenido la oportunidad de ser
profesor, docente, conferencista, etc. los más felices de mi
vida.

Ayudar a alguien bajo la excusa de cualquier conocimiento


para enseñarse, el poder comunicar Amor y contribuir para
que esas personas puedan ser mejores, no importando
propiamente el sueldo que se gane, sino la actividad en sí
misma como fuente de enriquecimiento de la vida, que te
da plenitud, te permite trascender y tal vez ser recordado
por tus obras, y que te llena las fibras del corazón con la
Luz de ese ser al que se nos olvida que llevamos más
adentro que afuera y que no está en un templo con ladrillos
o en los Himalayas. Quién es? Simplemente DIOS.

PD: Raro empezar con un tema tan mundano como la


Ingeniería de Sistemas y terminal con algo como el
concepto de Dios, pero: así acaso no somos los seres
humanos de holisiticos, que encerramos tantas cosas
dentro de nosotros?
CAPITULO II

TRABAJAR POR VOCACION, TRABAJAR POR DINERO …

Cuando se recibe el cartón de técnico, tecnólogo,


profesional, y todos los demás que demuestren una aptitud
laboral, la persona que finamente puede alcanzar este
logro tiene dos ideas en mente, por lo general: Ejercer
aquella actividad que aprendió y por la que se sacrificó
cierto número de años, y poder recibir una remuneración a
consecuencia de realizar esa actividad. Eso dice la cartilla,
y es un gran privilegio cuando se tiene la suerte de poder
llevarlo a cabo, de entrada lo digo.

En mi experiencia laboral, se ha manifestado de esta


forma: Al principio, cuando obtuve mi primer empleo, el
pago tendía a ser algo menos importante que la misma
experiencia en sí al aprender nuevos conocimientos que el
ámbito laboral suministra, aplicar los poquitos que servían
con los que uno se quedó en la universidad, y a darse
cuenta uno que el postulado del “yo solo se que nada se”
es más vigente que nunca. Esta posición es privilegiada, lo
repito y se que no es la de muchas personas que están con
la urgencia de salir a ejercer para producir dinero por
diferentes razones, y que, como relataré a continuación,
también llegue a eso.

Este periodo de trabajar enfocado en los conocimientos me


duró varios años, donde aprendí de diferentes temas de
software, hardware, comunicaciones, tuve mis primeros
pinitos como docente e instructor, y sobre todo aprendí de
lo que se es estar en Empresa, hasta que me casé y
formamos una familia con mi esposa (dos maravillosos
hijos), en donde ya era imperativo ver el presupuesto ya
con más seriedad, y cubrir todas las necesidades de todos,
por lo que en ese momento lo que yo buscaba era
estabilidad laboral, el poder estar el suficiente número de
años en una empresa que pudiera brindar esa oportunidad
de construir tanto familia como patrimonio, pero de todas
formas no perdía de vista el seguir aprendiendo de la
carrera, hasta que pude concretar ambas expectativas al
ingresar a la EMPRESA NACIONAL DE
TELECOMUNICACIONES – TELECOM (cuando era Empresa
Industrial y Comercial del Estado), lo pongo en mayúscula
porque mucho de lo que soy ahora se lo debo a esa
empresa, a mi familia, y en particular a mi hermano que
me puso allá (Dios bendiga por siempre a Jose Alejandro).

Fueron los mejores años de mi vida laboral, donde aprendí


muchísimo de telecomunicaciones, la que es para mi una
de las áreas más hermosas de la informática que no había
podido tocar desde mi trabajo de pregrado, realicé dos
certificaciones de industria, obtuve mi Maestría en
Administración de Empresas, y por primera vez, amaba lo
que hacía. Tenía una gran estabilidad laboral, y el dinero
era más que suficiente para sostenimiento mio y de mi
familia y nos permitía darnos ciertos lujos como viajes
dentro y fuera del país, y muchas cosas más.

Pero, como dicen ciertas personas, que “de eso tan bueno
no dan tanto”, por lo que las realidades del país en aquel
entonces empezaron a cambiar dramáticamente a raíz de
las acciones del gobierno de Alvaro Uribe que conllevaron a
la liquidación de la Empresa, con el argumento de la
inviabilidad financiera, la situación de los sindicatos, los
problemas con los socios en los contratos de telefonía
social, etc. No voy a discutir aquí si debió haber sido así o
no, que ya muchos ríos de tinta, lágrimas, acciones legales,
y de hasta algunos suicidios según me comentaron, trajo
como consecuencia, pero lo que sí quiero tomar algo de
esto para volver al objetivo de este capítulo en que no
solamente mi familia, sino muchas otras de las personas
que en ese momento laborábamos allí que no tuvimos el
privilegio de obtener la pensión, teníamos puestas todas
nuestras esperanzas y sueños en que la Empresa hubiera
seguido para poder consolidar un patrimonio familiar,
personal y laboralmente crecer.
Pero la vida sigue, y a pesar del dolor causado, las crisis
hay que volverlas oportunidades (o hacer el intento por lo
menos), por lo que a continuación se dio otra etapa laboral
importante en mi vida en la que tuve la oportunidad de
trabajar para tres empresas en un lapso de 4 años en
labores tan variadas, pero ilustrativas que me llevaron a
fuerza de las circunstancias a pensar una y otra vez en ese
balance entre trabajar por amor al arte, y trabajar por
dinero, porque viví lo que es laborar en una compañía
multinacional ganando poco: Aprovecharon mi necesidad
que llevaba varios meses sin trabajo, por lo que tuve que
venderme “barato”, comparado con el tremendo esfuerzo y
estrés de trabajar para extranjeros que entendían muy
poco sobre la idiosincrasia colombiana y latinoamericana y
que consideraban que el trabajo estaba por encima de la
familia con todas las consecuencias que podía conllevar
para uno como persona y miembro de familia.

Sin embargo, a pesar de todo, esta fue una excelente


experiencia porque pude descubrir mi capacidad de trabajo
y de tolerancia ante las circunstancias adversas, y además
me movió el piso de mi zona de confort laboral en la que yo
estaba, obligándome a reflexionar, me sentí por momentos
miserable porque me veía como un burro de carga
solamente trabajando por el sueldo que ganaba, con el
agravante que tenía que hacer maromas para financiar el
resto del mes, con las nefastas consecuencias de usar
crédito para gastos recurrentes trae. Profesionalmente
gané experiencia y conocimientos en áreas diferentes a las
que yo trabajaba, pero a un costo muy alto para mi salud
mental y espiritual.

Después tuve la oportunidad de trabajar para una


institución universitaria como docente de tiempo completo,
por si no lo mencioné, antes tuve la oportunidad de hacerlo
pero por hora cátedra, y por segunda vez en mi vida
laboral me sentí feliz (no contento) haciendo lo que
siempre me ha gustado hacer desde que estaba en el
colegio, el pasar al tablero a exponer cualquier cosa me
hacía sentir pleno, crecía como persona y simplemente el
transmitir cualquier conocimiento a un grupo de personas
era lo mejor, y así me sentí compartiendo con esos grupos
de futuros profesionales contribuyendo un poco para el
desarrollo como personas y como Ingenieros. Pero
lamentablemente lo que me pagaban no me alcanzaba, a
pesar de haber cuadrado clases por horas en otra
institución, además que los contratos eran por seis meses.

Aquí hago un pequeño paréntesis para hacer eco de las


palabras que el Doctor Jorge Duque Linares en su excelente
programa “Actitud Positiva” siempre ha mencionado sobre
el oficio y arte de ser Maestro en Colombia, en que
actualmente no se le da la importancia que tiene para la
construcción de sociedad y país de las nuevas
generaciones, como sí lo tienen en sociedades más
desarrolladas, y que, como él lo señala, que,
parafraseándolo , “a dónde llegaríamos en este país con la
educación”. Nada más cierto.

Traté de “sostener la caña” por un tiempo corto siendo


profesor. Para mi compensaba la satisfacción personal y el
trabajar por la vocación, pero la realidad me reclamaba a
gritos una solución financiera mejor y algo más estable,
porque ya me estaba generando problemas familiares, y
tanto mi esposa como mis hijos no merecían estar en esta
situación.

Dios, que siempre sabio Es, me condujo a aceptar un cargo


pero a nivel administrativo en otra institución educativa
con un mejor salario y con contrato a término fijo, con el
propósito de liderar un proyecto de implantación de un
sistema de información. En este tipo de proyectos, los líos
no están con los fierros (máquinas) ni con el software, ni
con nada que sea tecnológico en realidad: Eso se resuelve
de una forma o de otra. Los problemas están en las
personas y sus intereses dentro de la institución, la
resistencia al cambio y además posiciones las cuales se
revierten en el responsable del proyecto, que se manifestó
en conflictos y problemas que enrarecían el clima
organizacional en lo que a mi trabajo respecta, causando
un peso enorme ir a trabajar, y otra vez volví a sentirme
trabajando por solamente la plata. En este caso, el contrato
laboral terminó relativamente pronto, pero por lo menos
para mi, con la satisfacción de haber estructurado y puesto
en marcha ese proyecto que, espero, haya sido para
beneficio. Lo que me causaba satisfacción pensar de la
situación a pesar de lo que vivía era que me veía a mi
mismo como alguien que llegó a esa empresa con una
misión para ser cumplida y en efecto así se hizo. Ese
pensamiento quedó muy grabado en mi y formó parte de lo
que es ahora mi estructura mental laboral.

Mi último trabajo se me presentó en una combinación


interesante. La remuneración fue buena y acorde con la
escala salarial que un profesional que tuviera más de diez o
quince años de experiencia pudiera tener en este país,
siendo más que suficiente para cubrir las necesidades de
mi círculo familiar y personales, sin embargo laboralmente
fue como volver a empezar en mi carrera haciendo labores
técnicas y de soporte en su mayoría, aunque tuviera la
denominación de cargo de Gerente. Viendo el porqué se
daba esta situación, se presentaban dos elementos que
fueron nuevos para mi: Uno la dinámica del sector de
suministro de contenidos para teléfonos móviles impulsaba
a que no se tuviera una estructura demasiado formal ni
extensa en cuanto a la tecnología, ya que lo que se
necesitaba era flexibilidad y resolver los problemas
oportunamente; y Dos, la gran mayoría del trabajo se podía
realizar de forma remota, ya que la infraestructura y
plataformas tecnológicas estaba dispersa en varios países
y por medio de red privada virtual se podía realizar lo que
fuera necesario en cualquier momento y lugar (incluyendo
la casa), lo único se que necesitaba era un portátil y
conexión a Internet.

Haciendo el balance entre crecimiento profesional y


satisfacción económica, con este trabajo se me presentó la
situación opuesta a algunas vividas anteriormente, volví a
realizar labores de programación que no hacía hace tiempo
lo cual todavía me gustaba y me dio la oportunidad de
actualizarme por mi mismo en esa área, pero en lo que
respecta a adquirir nuevos conocimientos acordes con mi
momento profesional no tuve esa misma oportunidad, es
más, podría decir que me estanqué, pero atribuyo esto a lo
que mencioné arriba sobre el tipo de negocio y el cómo se
desenvuelve, y esto fue buena enseñanza, hay que hacer
honor a la verdad.

Concluyendo este recorrido de tantas situaciones laborales,


contractuales y ambientes de trabajo distintos, me ha dado
la oportunidad de vivir y forzarme a pensar sobre lo que
estaba haciendo y cómo, también para reconocer y
aprender de los errores cometidos. En más de una ocasión
en entrevistas de trabajo me han cuestionado con
insistencia al respecto (y también no me habrán
seleccionado para más de un puesto por lo mismo,
supongo) comparando con la edad que tengo ahora, al
igual que dentro de mi familia también en los momentos
que he estado vacante, que han sido varios por demás, se
me ha cuestionado abiertamente sobre mi compromiso, el
pensar en el bienestar de ellos antes que en mi confort, si
mis aspiraciones tanto laborales como salariales son las
correctas, etc.

El bicho de la inconformidad siempre lo he tenido y eso se


ha manifestado en gran parte de esta historia laboral que
relato; pero también he obtenido la madurez y el sentido
común suficientes para hacer lo que tengo que hacer al
trabajar, que es generar ingresos para el sostenimiento de
mi mujer y mis hijos, cumplir mis compromisos financieros,
etc., y SOLAMENTE por eso: por el inmenso Amor que yo le
tengo a mi familia.

PERO, al mismo tiempo la Voz Interior (quien sospecho que


es el el bicho sin disfraz) me está latiendo con más fuerza
ahora y en este momento me está gritando luego de más
de dieciocho años en el mismo oficio: Estás tu cumpliendo
tu MISIÓN?, estás atendiendo tu VOCACION?, Estás
haciendo lo que MEJOR sabes hacer y que SOLO tu puedes
darle a la humanidad?

En este momento, hay que plantear algo de concepto sobre


lo que es la vocación. Según el Diccionario de Psicología de
Umberto Galimberti, María Emilia G de Quevedo, página
1097 (URL: http://books.google.com.co/books?
id=AE0ncv9XJV8C&pg=PA1097&lpg=PA1097&dq=dicciona
rio+psicologia+vocaci
%C3%B3n&source=bl&ots=TRtK7ufbuu&sig=G1KXwSCnyP
dXwyz6mk_aNVGrfeY&hl=es&ei=PRxOSuzVGIvKtgfl37myB
A&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5), define
vocación como: “Aspiración profunda de dedicarse a una
misión, una profesión, un arte. El concepto que tiene sus
orígenes en el contexto religioso, donde se refiere a la
elección que se cumple escuchando la voz (de aquí
“vocación”) de Dios asume hoy el significado más genérico
hacia determinada actividad o profesión (..). El carácter
subjetivo de dicha atracción o propensión distingue la
vocación de la aptitud que es un criterio de valoración
objetiva referida a una potencialidad natural comprobable.”
CAPITULO III

COMO ME APALANCO EN LO QUE ME GUSTA DE MI


PROFESION
PARA ACATAR LA “VOZ DE MI ALMA”?

Suena difícil resolver esta pregunta con todo lo que he


contado antes del final, que hablar del ejercicio profesional
de la carrera, con conceptos e ideas tan mundanos, tan
materiales que no parece viable, o tan siquiera lógico
considerarlos para lograr un propósito tan espiritual. Pero si
miro un poco más y hago memoria sobre lo que vi en la
Universidad, me acuerdo que dos de las asignaturas que
aportaban un cierto marco conceptual filosófico era sobre
fundamentos de sistemas y Teoría General de Sistemas. En
la primera vi el concepto de sistema, y lo se me hizo tan
importante que lo aprendí de memoria casi de inmediato
de esta forma: “SISTEMA: Conjunto de elementos o
subsistemas que interactúan entre sí para cumplir un fin
común”.
Hola y bienvenidos.

En este blog, el cual publicaré mis escritos desde un punto de vista interno (intimo,
subjetivo y a veces irracional, valga el comentario) sobre lo que pienso y siento al
respecto de mi vida como profesional en el campo de la tecnología informática (o
sistemas)., y de ésta dinámica y prepotente carrera por momentos. Lo he querido
asimilar como un ejercicio de catarsis por lo que estará escrito en primera persona, que
saque a la luz lo que llevo guardado y que de todo éste proceso se convierta en mi
proyecto de Vida para los próximos 20 años, a partir del año 2009 en que llevo
escribiendo este material.

Este documento es el primero (quizás el único) que he hecho de esta forma, en el que
escribo desde un punto de vista interno sobre lo que pienso y siento al respecto de mi
vida profesional, y el porqué me he motivado a tomar otro rumbo y qué quiero hacer en el.
Lo he querido asimilar como un ejercicio de catarsis entre el editor de texto que tengo
ante mi (OpenOffice Writer) y yo, así que estará escrito en primera persona a modo de
catarsis, que saque a la luz lo que llevo guardado y que de todo éste proceso se convierta
en mi proyecto de Vida para los próximos 20 años, a partir de este año 2009 en el que
vivo presente.

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