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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad

Cristiana

ÍNDICE:

1. TRES ÁMBITOS DIVERSOS DE EXPOSICIÓN DE LA FE.

2. RELACIÓN ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y CATEQUESIS.

3. DIFERENCIAS ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y CATEQUESIS.


3.1. LA CIENCIA DE FONDO.

3.2. EL TIPO DE EDUCACIÓN.

3.3. LA EXIGENCIA.

3.4. LA JUSTIFICACIÓN.

3.5. ORIGEN.

3.6. LOS FINES Y OBJETIVOS.

3.7. LOS CONTENIDOS.

3.8. LA METODOLOGÍA.

3.9. LOS RESPONSABLES.

3.10. LOS DESTINATARIOS.

3.11. CLASE DE VÍNCULO.

3.12. EL LUGAR.

3.13. EL MATERIAL.

3.14. LAS ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS.

3.15. LA EVALUACIÓN.

4. COMPLEMENTARIEDAD DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y LA


CATEQUESIS.

5. CONCLUSIÓN.
6. BIBLIOGRAFÍA.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 2


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

ANEXO.
QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR.

QUÉ ES Y QUÉ NO ES LACATEQUESIS.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 3


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

En la Religión confluyen todos los problemas que suscita la cultura de cada tiempo, y en
el nuestro es tan pluriforme y nueva que incluso resulta difícil interpretarla. De hecho, hoy se
tiene la convicción de que la cultura actual no facilita, más bien dificulta, la evangelización. Pero
esta amplia temática en torno a la Religión no es nueva ni exclusiva de España, pues actualmente
se debate también en otros países de Europa. Pero en este ambiente de indiferencia religiosa y de
ateísmo en sus formas diversas, particularmente del secularismo, las aspiraciones y la necesidad
de lo religioso no pueden ser suprimidos totalmente.1 “Así también, el mundo actual testifica,
siempre de manera más amplia y viva, la apertura a una visión espiritual y trascendente de la
vida, el despertar de una búsqueda religiosa, el retorno al sentido de lo sacro y a la oración, la
voluntad de ser libres en el invocar el Nombre del Señor”. 2

Ya Pablo VI, en la Evangelii Nuntiandi animaba a todos los cristianos a cumplir con el
mandato misionero de Jesús3 a pesar de los obstáculos que ofrece el mundo a esta misión de
universalidad.4 Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Catechesi Tradendae, anima a los
maestros, los diversos ministros de la Iglesia, los catequistas y los responsables de los medios de
comunicación social a la tarea evangelizadora, “todos ellos tienen, en grado diverso,
responsabilidades muy precisas en esta formación de la conciencia del creyente, formación
importante para la vida de la Iglesia, y que repercute en la vida de la sociedad misma. Uno de los
mejores frutos de la Asamblea general del Sínodo dedicado por entero a la catequesis sería
despertar, en toda la Iglesia y en cada uno de sus sectores, una conciencia viva y operante de esta
responsabilidad diferenciada pero común”.5

Esto hace necesario una nueva evangelización. “Los discípulos de Jesús están inmersos
en el mundo como levadura pero, al igual que en todo tiempo, no quedan inmunes de
experimentar el influjo de las situaciones humanas. Por ello, es necesario plantearse la situación
actual de la fe de los cristianos.

La renovación catequética en la Iglesia, desarrollada durante los últimos decenios, ha


dado ya frutos muy positivos. La catequesis de niños, de jóvenes y de adultos ha dado origen a
un tipo de cristiano verdaderamente consciente de su fe y coherente con ella en su vida. Ha
favorecido en ellos, en efecto:
– una nueva experiencia viva de Dios, como Padre misericordioso;
– un redescubrimiento más hondo de Jesucristo, no sólo en su divinidad, sino también en su
verdadera humanidad;
– el sentirse, todos, corresponsables de la misión de la Iglesia en el mundo;
– la toma de conciencia de las exigencias sociales de la fe.

Sin embargo, ante el panorama religioso actual, se hace necesario que los hijos de la
Iglesia verifiquen: ¿En qué medida están también ellos afectados por la atmósfera de secularismo
y relativismo ético?.

Un primer grupo está constituido por el gran número de personas que recibieron el
bautismo pero viven al margen de toda vida cristiana. Se trata, en efecto, de una muchedumbre

1
Cf. Ch.L. 4.
2
Idem 4.
3
Cf. Mt. 28,19.
4
Cf. E.N. 49 y 50.
5
C.T. 16.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 4


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de cristianos no practicantes,6 aunque en el fondo del corazón de muchos el sentimiento religioso


no haya desaparecido del todo. Despertarles a la fe es un verdadero reto para la Iglesia.

Junto a éstos, están también las gentes sencillas, que se expresan a menudo con
sentimientos religiosos muy sinceros y con una religiosidad popular muy arraigada. Tienen una
cierta fe, pero conocen poco los fundamentos de la misma. También existen numerosos
cristianos, intelectualmente más cultivados, pero con una formación religiosa recibida sólo en la
infancia, que necesitan replantear y madurar su fe bajo una luz distinta.7

No falta, tampoco, un cierto número de bautizados que, lamentablemente, ocultan su


identidad cristiana sea por una forma de diálogo interreligioso mal entendida, sea por una cierta
reticencia a dar testimonio de su fe en Jesucristo en la sociedad contemporánea.

Estas situaciones de la fe de los cristianos reclaman con urgencia del sembrador el


desarrollo de una nueva evangelización, sobre todo en aquellas Iglesias de tradición cristiana
donde el secularismo ha hecho más mella. En esta nueva situación, necesitada de evangelización,
el anuncio misionero y la catequesis, sobre todo a jóvenes y adultos, constituyen una clara
prioridad”.8

5. TRES ÁMBITOS DIVERSOS DE EXPOSICIÓN DE LA FE.


Sigue teniendo validez permanente la distinción entre «evangelización», «catequesis» y
«enseñanza religiosa escolar». En efecto, a distinto plano, la Iglesia «evangeliza» cuando
propone el mensaje cristiano concretado en el anuncio de la Persona de Jesús y en la
proclamación de su doctrina. Por su parte, la «catequesis» va dirigida directamente a la intimidad
de cada individuo, tiene un aspecto más vivencial y el lugar más propio de exposición es la
familia y la parroquia. Por el contrario, la «enseñanza religiosa» tiene su ámbito específico en la
Escuela y se caracteriza por su condición intelectual y académica. Su punto de referencia es la
teología. No obstante, dada la situación cultural de nuestro tiempo y el estado generalizado de
descristianización de la sociedad actual, admitida la distinción, es claro que esos tres ámbitos en
la exposición de la fe no deben separarse, pues cada día aumenta el número de alumnos que
requieren ser evangelizados -no tienen noticia de Jesucristo ni de su obra salvadora-, y otros
muchos están necesitados de experimentar y vivir la religión a nivel catequético. Por ello, la
«enseñanza escolar» asumirá de la «evangelización» y de la «catequesis» los elementos que
precise según la condición y situación religiosa de los alumnos.

La misión de evangelizar viene del mandato del Señor Resucitado: "Id y haced
discípulos a todas las gentes".9 Este mandato define la misión evangelizadora de la Iglesia y, por
tanto, su carácter eminentemente educativo. Conscientes de las dificultades en orden a la
transmisión de la fe, la Iglesia, también hoy, quiere continuar entregando el don recibido a fin de

6
Cf. E.N. 56.
7
Cf. E.N. 48 y 52.
8
D.G.C. 24 – 26.
9
Mt. 28,19.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 5


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que aquellos que la escuchan y se adentran en este misterio lleguen "al estado de hombres
perfectos, a la madurez de la plenitud de Cristo".10

“La enseñanza y la catequesis se enfrentan hoy a similares y nuevos retos en la


transmisión de la fe a las nuevas generaciones. Lo que se nos pide es que la catequesis y la
enseñanza en esta nueva evangelización no sean sólo hablarles de Cristo sino en cierto modo
hacérselo ver, cada una desde su ámbito y finalidades propias. En este sentido, la fe y la razón
deben ir unidas al testimonio, a fin de que la transmisión de la fe pueda ser personalizada y por
tanto vivida. Del evangelio emerge el rostro de Cristo que hoy debemos transmitir con la
humildad y disponibilidad de aquel que sabe que el hecho revelado y recibido en la comunidad
de creyentes es gracia que viene del Padre.

Hoy se percibe cada vez más la necesidad de una propuesta de la fe que se mueva en el
horizonte de esta gran tarea: la integración entre la fe y la vida, el diálogo entre la fe y la cultura,
y el logro de una nueva síntesis creativa de la fe que lleve a mostrar su fuerza humanizadora.
Para esta tarea es imprescindible el servicio que la teología debe prestar a la catequesis y a la
enseñanza. A la luz de esta dinámica, se comprende que el anuncio de la fe debe ir unido a la
educación del ser humano, para que el mensaje de la fe pueda ser acogido en la vida, pueda
generar cultura, y entre en la historia”.11

6. RELACIÓN ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y CATEQUESIS.


La relación entre enseñanza religiosa escolar y catequesis es una relación de distinción y
de complementariedad:

“Hay nexo indisoluble y clara distinción entre enseñanza de la religión y catequesis, que
es la transmisión del mensaje evangélico, una etapa de la evangelización. El nexo se justifica
para que la escuela se mantenga en su nivel de escuela, orientada a dar una cultura completa e
integrable en el mensaje cristiano. La distinción estriba en que la catequesis, a diferencia de la
enseñanza religiosa escolar, presupone ante todo la aceptación vital del mensaje cristiano como
realidad salvífica. Además, el lugar específico de la catequesis es una comunidad que vive la fe
en un espacio más vasto y por un período más largo que el escolar, es decir, toda la vida”.12

“La Clase de Religión, en cambio, trata de hacer conocer lo que constituye la identidad
del cristianismo y lo que los cristianos, coherentemente, se esfuerzan por realizar en su vida,
contribuyendo a reforzar la fe y a subrayar el aspecto de racionalidad que distingue y motiva la
elección cristiana del creyente y la experiencia religiosa del hombre en cuanto tal”.13

La enseñanza religiosa escolar tiene como característica propia es el hecho de estar


llamada a penetrar en el ámbito de la cultura y de relacionarse con los demás saberes. La
enseñanza religiosa escolar hace presente el Evangelio en el proceso personal de asimilación,

10
Ef. 4,13.
11
CONFERENCIA ESPISCOPAL ESPAÑOLA, Conclusiones del simposio sobre la transmisión de la fe, 6 y 7.
12
CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Dimensión religiosa de la educación en la Escuela
Católica, 68.
13
Idem., 69.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 6


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sistemática y crítica, de la cultura. “La enseñanza religiosa escolar deposita el fermento


dinamizador del Evangelio y trata de alcanzar verdaderamente los demás elementos del saber y
de la educación, a fin de que el Evangelio impregne la mente de los alumnos en el terreno de su
formación y que la armonización de su cultura se logre a la luz de la fe”.14

Para dignificar la asignatura de religión católica, ésta ha de presentar el mensaje y


acontecimiento cristiano con la misma seriedad y profundidad con que las demás disciplinas
presentan sus saberes. En un necesario diálogo interdisciplinar. “Así, la presentación del mensaje
cristiano incidirá en el modo de concebir, desde el Evangelio, el origen del mundo y el sentido de
la historia, el fundamento de los valores éticos, la función de las religiones en la cultura, el
destino del hombre, la relación con la naturaleza...”.15

La distinción entre enseñanza de la religión y catequesis no excluye que la escuela


católica, en cuanto tal, pueda y deba ofrecer su aportación específica a la catequesis. Con su
proyecto de formación orientado globalmente en sentido cristiano, toda la escuela se inserta en la
función evangelizadora de la Iglesia, favoreciendo y promoviendo una educación en la fe.

7. DIFERENCIAS ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y CATEQUESIS.


A continuación y, a modo de esquema, podemos ver un cuadro de distinción entre el
modo de presentar la fe según se trate de la enseñanza de la religión o de la Catequesis.

ENSEÑANZA DE LA
LA CATEQUESIS: La fe como
RELIGIÓN
objeto de práctica
La fe como objeto de estudio
1. La ciencia de fondo. Pedagogía didáctica. Teología pastoral Catequética.
2. El tipo de educación. Enseñanza religiosa escolar. Catequesis.
3. La exigencia. Misión de la escuela. Misión eclesial.
4. La justificación. Fundamentos educativos. Motivos teológico-pastorales.
5. Origen. Diálogo fe – cultura. Diálogo en la fe.
Personalización, culturización, Crecimiento y maduración en la fe
6. Los fines y objetivos.
socialización. y la comunidad – Iglesia.
Mediaciones culturales de la
7. Los contenidos. Contenidos de la fe.
revelación cristiana.
Relación activa y empática con la Participación activa y personal en
8. La metodología. cultura religiosa; método la relación con Dios; métodos
fenomenológico. vivenciales.
Escuela - Iglesia; Maestro y
9. Los responsables. Iglesia – Catequistas.
profesores.

14
D.G.C. 73, cf. C.T. 69.
15
Idem, 73.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 7


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10. Los destinatarios. Ciudadanos. Cristianos.

11. Clase de vínculo. Relaciones académicas. Vínculo de la fe.


Comunidad cristiana - familia -
12. El lugar. Colegio, lugar de cultura.
colegio como comunidad cristiana.
13. El material. Programas escolares. Manuales de catequesis.
14. Las actividades Confesionales - culturales - no
Vivenciales – apostolado.
complementarias. confesionales.
15. La evaluación. Evaluación escolar. Seguimiento del proceso de fe.

La enseñanza religiosa escolar pretende la inteligencia de la fe: qué significado tiene esta
fe para el sentido total de la existencia, tanto individual como comunitaria. Esto es lo que se
quiere indicar cuando decimos que su objeto de estudio es la fe.

La inteligencia de la fe persigue hacernos a nosotros mismos la fe razonable (como


sentido último de la vida), poder dar razón de la fe a los demás (expresándola en el lenguaje de
nuestra cultura) y ejercer una función crítica en el campo de la cultura (confrontar la fe con otros
“saberes”).

La catequesis pretende la experiencia de la fe: entablar una relación de amistad personal


con el Dios de Jesucristo, abriéndose a la acción del Espíritu y formando parte de la comunidad
cristiana.

La experiencia de la fe persigue interpretar toda la realidad desde su vivencia (aspecto


dogmático), celebrarla comunitariamente (aspecto litúrgico) y vivir en consecuencia con su
opción fundamental (aspecto ético-moral).

“La enseñanza religiosa escolar y catequesis de la comunidad cristiana se sitúan en dos


ámbitos distintos, que les proporciona su peculiaridad propia:

En la escuela los grupos humanos quedan primariamente unidos por relaciones


académicas de índole pedagógica, mientras que en los ámbitos de la Iglesia, los grupos de
creyentes están primordialmente reunidos por el vínculo de la fe, constituyendo comunidades
eclesiales; la relación con los catequizados es de índole testimonial, exigiendo una comunión en
la misma fe”. 16

7.1. LA CIENCIA DE FONDO.

En la enseñanza de la religión en la escuela, la ciencia de la religión se hace presente en


el ámbito escolar para prestar un servicio a la finalidad pedagógica: la maduración del ser
humano.

16
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 59.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 8


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La enseñanza de la religión en la escuela pretende ayudar al alumno a realizar de forma


crítica y sistemática una valoración y selección de los elementos de la cultura que recibe y que
más contribuyen a su armónico desarrollo dentro del proceso educativo. Todo educador debe
hacer posible que el alumno reciba aquellos elementos culturales que le humanicen y potencien
sus valores.17

La enseñanza religiosa en la escuela es una materia propia y rigurosamente escolar,


equiparable a las demás asignaturas en el planteamiento de sus objetivos, en el rigor científico de
sus contenidos, en el carácter formativo de sus métodos, y en la significación educativa del
conjunto del programa escolar y del currículo.18

En la Catequesis, las Ciencias de la educación se hacen presente en el ámbito eclesial


para prestar un servicio a la finalidad pastoral: hacer posible y madurar la fe de los creyentes.

“En la situación actual de la catequesis, razones de método o de pedagogía aconsejen


organizar la comunicación de las riquezas del contenido de la catequesis de un modo más bien
que de otro. Se puede partir de Dios para llegar a Cristo, y al contrario; igualmente, se puede
partir del hombre para llegar a Dios, y al contrario. La adopción de un orden determinado en la
presentación del mensaje debe condicionarse a las circunstancias y a la situación de fe del que
recibe la catequesis.

Hay que escoger el itinerario pedagógico más adaptado a las circunstancias por las que
atraviesa la comunidad eclesial o los destinatarios concretos a los que se dirige la catequesis. De
aquí la necesidad de investigar cuidadosamente y de encontrar los caminos y los modos que
mejor respondan a las diversas situaciones”.19

7.2. EL TIPO DE EDUCACIÓN.

El tipo de educación en la Enseñanza de la Religión impartida como materia ordinaria a


aquellos alumnos que la deseen, está en la línea de los objetivos mismos de la escuela. Es
función propia de la escuela transmitir, de manera sistemática y crítica, la cultura. Esta
transmisión no se hace sólo en orden a lograr que el alumno acreciente sus conocimientos o se
inicie en los métodos de aprendizaje y de aplicación del saber a problemas concretos, sino
también en orden a una educación de la persona en su capacidad de análisis y de decisión
responsable. Los alumnos acuden a los centros escolares no sólo para adquirir una formación
científica y unos hábitos intelectuales en los distintos campos del saber, sino también para
aprender a orientarse en la vida individual y social.

La escuela es lugar privilegiado para la formación integral del hombre, no puede


contentarse con instruir, sino que ha de educar, debe cultivar todas las dimensiones de la
personalidad de los alumnos y, entre ellas, la dimensión religiosa.

17
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad
y misión, 33..
18
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 16.
19
D.G.C., 118.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 9


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Para un sistema educativo entendido como factor de liberación y humanización, como


contribución esencial a la comprensión del mundo, como apertura universal y realista a los
problemas de la humanidad, la formación religiosa es una exigencia imprescindible, ya que
funda, potencia, desarrolla y completa la acción educadora de la escuela.20 Además de ser un
instrumento único para comprender aspectos fundamentales que son base de nuestra cultura.

La catequesis busca poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con
Jesucristo.

“Toda la acción evangelizadora busca favorecer la comunión con Jesucristo. A partir de


la conversión inicial de una persona al Señor, suscitada por el Espíritu Santo mediante el primer
anuncio, la catequesis se propone fundamentar y hacer madurar esta primera adhesión. Se trata,
entonces, de ayudar al recién convertido a conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha
puesto: conocer su “misterio”, el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas
contenidas en su mensaje evangélico, los senderos que Él ha trazado a quien quiera seguirle. El
Bautismo, sacramento por el que nos configuramos con Cristo, sostiene con su gracia este
trabajo de la catequesis”.21

Esta idea es constante en la concepción de catequesis. “La catequesis es esa forma


particular del ministerio de la Palabra que hace madurar la conversión inicial hasta hacer de ella
una viva, explícita y operativa confesión de fe: La catequesis tiene su origen en la confesión de
fe y conduce a la confesión de fe”.22

7.3. LA EXIGENCIA.

La exigencia de la enseñanza de la religión es la propia misión de la escuela. , siendo una


necesidad el que la dimensión religiosa se integre en los procesos de transmisión de la cultura,
es, consecuentemente, una exigencia del sistema escolar, y, en su raíz, un derecho del educado
tutelado por los padres. 23 “La enseñanza religiosa escolar hace suyas las finalidades generales de
la escuela, desarrollando los objetivos propios de las disciplinas escolares en las dimensiones
específicas de la conciencia cristiana: capacidad creadora y crítica de la fe, sentido histórico
desde la fe, capacidad para captar la estructura semántica del lenguaje religioso y su función
insustituible en la configuración de la personalidad, un modo peculiar de entender las relaciones
interpersonales y la convivencia humana, un peculiar sentido de las limitaciones radicales del
hombre...”. 24

La institución escolar no debe renunciar a su función educadora y pretender ser una


hipotética escuela neutral que nada tendría que ver con los problemas humanos del sentido y se
dedique sólo a la transmisión de saberes, preferentemente de tipo racional y técnico y por la
llamada "razón instrumental".

20
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 10 - 12.
21
D.G.C. 80.
22
Idem. 82.
23
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 47.
24
Idem. 89.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 10


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Esa renuncia pondría en juego la libertad y el ser del hombre. La escuela no puede
renunciar a su condición de ser un lugar señalado para la formación integral del hombre,
mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura; hechos, saberes, valores, sentido de la
vida humana, ética, formas de interpretación, creadora de la realidad, esperanzas, capacidades de
autodefinición, de discernimiento, de distanciamiento crítico respecto a lo dado y establecido. El
objetivo irrenunciable de la institución escolar lleva consigo la referencia a una determinada
visión del hombre y a su sentido último, para afirmarlo, negarlo o prescindir de él.25 “La escuela
no puede olvidar su función de orientar y responder a las grandes preguntas sobre el sentido final
de la vida, en las que el ser humano fundamenta su libertad y construye su propia personalidad,
es decir, donde el alumno aprende esencialmente a ser. Es el servicio que la enseñanza religiosa
aporta a la formación integral del alumno, en su aspecto más humanizador, colaborando con
otras áreas y materias al desarrollo de las capacidades intelectuales, espirituales y religiosas de la
persona”. 26

La escuela debe buscar una educación plena e integral, no solo q enseñe a conocer y a
hacer, sino también, a ser y a ser con los demás, a convivir.27

La catequesis situada en el interior de la misión evangelizadora de la Iglesia, es un


momento esencial de la misma y recibe de la evangelización un dinamismo misionero que la
fecunda interiormente y la configura en su identidad. El ministerio de la catequesis es un servicio
eclesial fundamental en la realización del mandato misionero de Jesús, ya mencionado en el
apartado 1.

La catequesis ofrece una fundamentación a la primera adhesión a Jesucristo y su Iglesia.


Los convertidos son iniciados en el misterio de la salvación y en el estilo de vida propio del
Evangelio. La catequesis, al realizar con diferentes formas esta función de iniciación del
ministerio de la Palabra, lo que hace es poner los cimientos del edificio de la fe. Otras funciones
de ese mismo ministerio irán construyendo, después, las diversas plantas de ese mismo edificio.

La catequesis llama a la fe, y la acción pastoral, que alimenta constantemente a la


comunidad cristiana. Es una acción básica y fundamental en la construcción tanto de la
personalidad del discípulo como de la comunidad.28

7.4. LA JUSTIFICACIÓN.

La enseñanza religiosa tiene fundamentos educativos, intenta aportar al ser humano una
dimensión de profundidad a su experiencia: MIRA AL CREYENTE (o simpatizante) como
EDUCANDO.

Dicha enseñanza se basa en el derecho de la persona y de los padres a la formación


religiosa y moral de sus hijos según sus convicciones; y en la contribución que esta enseñanza
proporciona al pleno desarrollo de la personalidad del alumno, finalidad que la Constitución

25
Cf. Idem., 5 - 7.
26
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 10.
27
Cf idem.., 9.
28
Cf. D.G.C. 63 y 64.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 11


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Española asigna a la educación escolar.29 “A esa finalidad responde la enseñanza religiosa con la
oferta de la dimensión religiosa y trascendente par ala formación integral del alumno, como un
área más dentro del sistema educativo y mediante el diálogo de la fe con la cultura”.30

Cuando los padres piden que la educación de sus hijos no carezca de esta dimensión, lo
que más o menos explícitamente, desean es que lo religioso se integre en la formación humana,
que el sentido de la vida y visión del mundo que van a recibir en la escuela tengan perspectiva
cristiana.31

La catequesis se fundamenta en motivos teológico – pastorales, intenta el encuentro


personal con Dios en la profundidad de la experiencia humana: MIRA AL EDUCANDO como
CREYENTE (o simpatizante).

La catequesis es un deber que tiene su origen en un mandato del Señor ya citado en varias
ocasiones a lo largo de este trabajo. “La Iglesia transmite la fe de forma activa, la siembra en el
corazón de los catecúmenos y catequizandos para que fecunde sus experiencias más hondas. La
profesión de fe recibida de la Iglesia (traditio), al germinar y crecer a lo largo del proceso
catequético, es devuelta (redditio) enriquecida con los valores de las diferentes culturas”. 32

Y un derecho porque todo bautizado tiene el derecho de recibir de la Iglesia una


enseñanza y una formación que le permitan iniciar una vida verdaderamente cristiana y porque
toda persona humana tiene el derecho a buscar la verdad religiosa y de adherirse plenamente a
ella.33 La Iglesia, al transmitir —en la iniciación cristiana— la fe y la vida nueva actúa como
madre de los hombres, que engendra a unos hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y
nacidos de Dios.34 Precisamente por ser madre es también educadora de la fe; es madre y
maestra. “Por la catequesis alimenta a sus hijos con su propia fe y los inserta, como miembros, a
la familia eclesial. Como buena madre, les ofrece el Evangelio en toda su autenticidad y pureza,
que les es dado, al mismo tiempo, como alimento adaptado, culturalmente enriquecido y como
respuesta a las aspiraciones más profundas del corazón humano”.35

Los padres que envían a sus hijos a catequesis, o que acuden a ella por propia iniciativa,
se supone una intención directa y explícita de buscar la evangelización y una más profunda
integración en la comunidad cristiana.

7.5. ORIGEN.

Según el Directorio General para la Catequesis: “El ministerio de la Palabra se ejerce de


forma múltiple. La Iglesia, desde la época apostólica, en su deseo de ofrecer la Palabra de Dios
de la manera más conveniente, ha realizado este ministerio a través de formas muy variadas.

29
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 17 - 33.
30
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 6.
31
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 62.
32
D.G.C., 78.
33
Cf. C.T. 14.
34
Cf. L.G. 64.
35
D.G.C., 79.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 12


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Todas ellas sirven para canalizar aquellas funciones básicas que el ministerio de la Palabra está
llamado a desplegar”.36

Aplicado esto a la enseñanza religiosa escolar vemos que su peculiaridad estriba en la


situación en que se ejerce (el ámbito escolar) y en el fin original que pretende (hacer posible la
síntesis entre fe y cultura en el interior del proceso educativo). 37 El ministerio de la Palabra se
ejerce en un diálogo de la Iglesia con el mundo y, en concreto, con la institución escolar.

Esta identidad de la enseñanza religiosa dentro del ministerio de la Palabra hace que se
rija por leyes propias, lo cual es muy importante a la hora de plantearse la finalidad, los
contenidos, los objetivos y el método de esta enseñanza.38

En la catequesis, el ministerio de la Palabra se realiza en un diálogo en el interior de la


comunidad cristiana. Tras una convocatoria y llamada a la fe procedente de un primer anuncio, la
Iglesia realiza la función de iniciación fundamentalmente por medio de la catequesis, en relación
íntima con los sacramentos de iniciación.39

Igualmente, la Iglesia, por medio de una catequesis permanente, o mejor dicho por una
formación permanente, término más correcto como hemos visto en clase, no deja de prestar una
atención hacia aquellos que han recibido la fe y que permanecen en contacto con el Evangelio.
Así trata de hacer más madura la fe de esos creyentes, profundizando en ella, consolidándola y
alimentándola.40

7.6. LOS FINES Y OBJETIVOS.

La enseñanza religiosa escolar tiene como objetivo “estimular a que, desde un


conocimiento de la fe cristiana, tenga lugar el diálogo interdisciplinar que debe establecerse entre
el Evangelio y la cultura humana, en cuya asimilación crítica madura el alumno. La enseñanza
religiosa pretende integrar esta dimensión en la formación de la personalidad, incorporar el saber
de la fe en el conjunto de los demás saberes y la actitud cristiana en el interior de la actitud
general que el alumno va adoptando ante la vida”.41

Nuestra cultura occidental está sustentada y conformada profundamente por creencias,


costumbres, ritos, fiestas, valores y modos de vida cristianos. Es imposible interpretarla en
profundidad sin tener en cuenta ese punto de referencia. La escuela debe transmitir el patrimonio
cultural cristiano ofreciendo a los alumnos los elementos del suelo nutricio de nuestra cultura. Y
ha de poder ofrecerlos en toda su verdad y realidad, mediante una presentación creyente de los
mismos. Igualmente, la escuela debe tener como objetivo que los alumnos se inserten de forma
crítica en la sociedad y dar respuesta al sentido último de la vida con todas sus implicaciones
éticas.42

36
Idem., 50.
37
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 72.
38
Idem., 73.
39
Cf. D.G.C. 51.
40
Cf. E.N. 54.
41
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 65.
42
Cf. Idem., 13 - 16.

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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

No persigue necesariamente la adhesión a la fe.

La catequesis de la comunidad cristiana tiene como objetivo que la fe del cristiano se


inicie y madure en el seno de esa comunidad, enraizándose en la fe de la misma, explicitándose
en todas sus dimensiones noéticas o cognoscitivas, nutriéndose en las celebraciones litúrgicas y
robusteciéndose en los compromisos cristianos. La vivencia de la comunidad cristiana, en suma,
es el lugar apropiado para la maduración de la fe personal y comunitaria.

“El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión,
en intimidad con Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y
hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad”.43

7.7. LOS CONTENIDOS.

El contenido de la enseñanza religiosa escolar debe ser una presentación del Mensaje y
acontecimiento cristiano que haga posible la síntesis entre la fe y la cultura, procurando al
alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo y abrirle desde ella a los
problemas del sentido último de la vida y orientarle en ellos. Para ello es necesario presentar lo
que es la fe cristiana en sus elementos fundamentales, en su contenido esencial.44

Pero los contenidos de la enseñanza de la religión no son sólo un saber sobre el hecho
religioso cristiano. “Esta enseñanza busca situarse, no al lado de los demás saberes, como las
matemáticas pueden situarse junto a la historia, sino en diálogo interno con ellos. El mensaje y
acontecimiento cristiano es palabra viva y eficaz que acrecienta la fe de muchos cristianos y
puede nacer en los no creyentes y fortalecer la vida de los que escuchan y la aceptan. Hay que
tener en cuenta que en la enseñanza de la Religión y Moral Católica se transmite no sólo una
palabra sobre Dios sino la Palabra de Dios, que se dirige a todo el ser humano, a todas sus
capacidades, vivencias y expectativas”.45

“Este núcleo esencial consiste en dar testimonio, de una manera sencilla y directa, del
Dios revelado por Jesucristo mediante el Espíritu Santo, haciendo ver cómo en Jesucristo, Hijo
de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como
don de la gracia y de la misericordia de Dios”. 46

“Cualquiera que fuera el desarrollo escolar de este núcleo esencial del Mensaje cristiano,
habrá de revertir siempre la forma de una cierta síntesis orgánica de pensamiento”.47

43
C.T. 5.
44
Los contenidos de la Enseñanza Religiosa Escolar los podemos encontrar explicitados en los Diseños Curriculares
de Religión y Moral Católicas de la Educación Infantil, Primaria, Secundaria y F.P. Aquí nos referiremos a los
presentados por la COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, en las Orientaciones pastorales
sobre la enseñanza religiosa escolar, 91 – 96; y por la CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA,
Dimensión religiosa de la educación en la Escuela Católica, 82 - 95.
45
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 20.
46
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 92.
47
Idem., 93.

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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

En la catequesis, el contenido son los contenidos de la fe, los mismos contenidos de la


evangelización, que Pablo VI indicó en Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi:48

Es Dios revelado por Jesucristo mediante el Espíritu Santo. También debe contener la
proclamación de que Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, es la salvación
para todos los hombres. Además comprende la predicación del amor de Dios para con nosotros y
de nuestro amor hacia Dios, la predicación del amor fraterno para con todos los hombres,
capacidad de donación, de perdón, de renuncia, de ayuda al hermano.

Este mensaje debe ser fiel al depósito confiado a la Iglesia y es un mensaje de liberación
integral de la persona, entrada en el reino de Dios que exige una respuesta por parte del hombre

Además de estos elementos a no olvidar presentes en la catequesis, se debe dar una


integridad del contenido, unos métodos pedagógicos adaptados y una dimensión ecuménica en
dicha catequesis.49

7.8. LA METODOLOGÍA.

La enseñanza religiosa escolar supone una metodología que provoca una relación activa
y empática con la cultura religiosa. Usa el método fenomenológico.50

Pretende establecer un diálogo con la realidad cultural en una triple dirección:


informando sobre la relación e influjo mutuo entre la cultura occidental y el hecho religioso y
cristiano; juzgando y criticando esa cultura a la luz de la fe; y reinterpretando las expresiones de
la fe a la luz de los valores que emergen de la cultura actual.51

La enseñanza religiosa tiene acentos distintos según la edad de los alumnos. El despertar
del juicio crítico en el alumno comienza con el nacimiento de la adolescencia y marca un
momento determinante. Antes de la adolescencia, la enseñanza religiosa se debe situar bajo el
signo de una presentación de datos para integrar la síntesis del Mensaje en el proceso de su
formación. Posteriormente, se acentuará el análisis de datos de manera que la presentación
sintética de la fe cristiana se vea acompañada de un discernimiento crítico, tanto del propio
Mensaje como de la cultura humana. Sólo sobre la base de unas convicciones fundamentales, el
juicio crítico y el diálogo serán constructivos.52

La catequesis no posee un método propio ni único. La integridad del mensaje no dispensa


del equilibrio entre fidelidad al mensaje y adaptación a los catequizandos, ni del carácter
orgánico y jerarquizado de dicha comunicación. “Se puede partir de Dios para llegar a Cristo, y
al contrario; igualmente, se puede partir del hombre para llegar a Dios, y al contrario. La
adopción de un orden determinado en la presentación del mensaje debe condicionarse a las

48
Cf. E.N. Cap. III. Contenido de la eangelización. 25 – 39.
49
Cf. C.T. 29 –33.
50
La CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, en su documento: Dimensión religiosa de la
educación en la Escuela Católica,ofrece unas orientaciones para la presentación del mensaje, 82 – 95. Y la
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, hace notar diferentes modalidades de presentación, 97 – 128.
51
Cf. D.C.B. de Religión y Moral Católica. (1991). Cap.VI: Orientaciones didácticas, 10.
52
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 97.

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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
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circunstancias y a la situación de fe del que recibe la catequesis”.53 En la transmisión de la fe, a


la luz de la pedagogía de Dios, discierne los métodos de cada época, asume con libertad de
espíritu todos los elementos que no son contrarios al Evangelio, y los pone a su servicio. La
metodología de la catequesis tiene por objeto la educación de la fe; se sirve de las ciencias
pedagógicas y de la comunicación aplicadas a la catequesis; tiene en cuenta las muchas y
notables adquisiciones de la catequética contemporánea.54

Se elegirá el lenguaje que mejor transmita este contenido a determinada persona o grupo
de personas. La elección sería válida en la medida en que esté inspirada por el humilde afán de
ajustarse mejor a un contenido que debe permanecer intacto. El método y el lenguaje utilizados
deben ser instrumentos para comunicar la totalidad y no una parte del Evangelio.55 “Hay que
escoger el itinerario pedagógico más adaptado a las circunstancias por las que atraviesa la
comunidad eclesial o los destinatarios concretos a los que se dirige la catequesis. De aquí la
necesidad de investigar cuidadosamente y de encontrar los caminos y los modos que mejor
respondan a las diversas situaciones”.56 El catequista debe reconocer que el método está al
servicio del Evangelio y de la conversión y saber que el contenido de la catequesis no es
indiferente a cualquier método, que exige un proceso de transmisión adecuado a la naturaleza del
mensaje, a sus fuentes y lenguajes, a las circunstancias concretas de la comunidad eclesial, a la
condición de cada uno de los catequizandos. “Por su importancia para la catequesis tanto en el
pasado como en el presente merecen ser recordados el método de iniciación a la Biblia; el
método o pedagogía del documento, del Símbolo en particular, en cuanto que la catequesis es
transmisión de los documentos de la fe; el método de los signos litúrgicos y eclesiales; el método
propio de la comunicación a través de los mass-media. Un buen método de catequesis es garantía
de fidelidad al contenido”.57

“Atendiendo a la historia de la catequesis, hoy se habla habitualmente de vía inductiva y


deductiva. El método inductivo consiste en la presentación de hechos (acontecimientos bíblicos,
actos litúrgicos, hechos de la vida de la Iglesia y de la vida cotidiana...) a fin de descubrir en
ellos el significado que pueden tener en la Revelación divina.

El método inductivo no excluye, más bien exige el método deductivo, que explica y
describe los hechos procediendo desde sus causas. Pero la síntesis deductiva tendrá pleno valor
sólo cuando se ha hecho el proceso inductivo”. 58

7.9. LOS RESPONSABLES.

La enseñanza religiosa escolar tiene, por un lado una “estructura civil” con metas,
métodos y características comunes a cualquier otra asignatura de la institución escolar. Y, por
otro, se presenta también como “una forma del ministerio de la Palabra con una identidad propia.

53
D.G.C. (1997). 118.
54
Cf. D.G.C. (1997). 148.
55
Cf. C.T. 31.
56
D.G.C. (1997). 118.
57
Idem. 149. También se encuentra más detalladamente desarrollado aspectos como el lenguaje y los medios de
comunicación, en 208 y 209 respectivamente.
58
D.G.C. 150.

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Trata, en efecto, de hacer presente el Evangelio en el proceso personal de asimilación sistemática


de la cultura que realizan los alumnos. Es, por tanto, una actividad plenamente eclesial”.59

Según lo afirmado anteriormente, la competencia e iniciativa radical sobre la escuela se


encontraría en la sociedad basada en el derecho de la familia y configurada por grupos diversos;
la competencia garantizadora del tipo de educación, en las diversas comunidades culturales y
religiosas del país; la competencia e iniciativa promotora y de tutela, en el Estado.

La responsabilidad de ofrecer la enseñanza religiosa radica en la escuela en cuanto


servicio de la sociedad. Pero la escuela tiene el deber de reclamar que la confesión religiosa
correspondiente asegura la veracidad de la enseñanza religiosa que se oferte. La Iglesia tiene el
derecho y la obligación de garantizar la autenticidad de esta enseñanza. Su contenido, y sus
líneas metodológicas fundamentales de él derivadas, deben ser decididos por la competente
autoridad eclesiástica. Cuando realizan su labor docente, los profesores de religión actúan en
nombre de la sociedad y desde la naturaleza propia de la escuela, pero también en nombre de la
Iglesia, y desde su vocación de creyentes; actúan desde su competencia científica y académica,
pero al mismo tiempo desde la fe y el testimonio. La misión del profesor de Religión en la
escuela es indudablemente una vocación especial al servicio de la Iglesia. El servicio de la
enseñanza lo realizan los profesores de religión, no sólo como creyente sino además como
enviados y colaboradores de los obispos.60

“La Iglesia católica, al asumir esta responsabilidad en el ámbito educativo, es consciente


de ejerce un tipo de evangelización muy particular sobre el que no tiene la total iniciativa,
principalmente en las escuela estatales, ya que colabora en un servicio social, desarrollado por
esa institución cívica que es la escuela, con todos sus condicionantes.

La Iglesia –las confesiones religiosas– puede y debe colaborar en el campo de la acción


social, que el Estado tiene obligación de dejar libre en el ámbito de la cultura y de la enseñanza,
en un marco jurídico de respeto a los derechos fundamentales de la persona humana y, en
concreto, el derecho a la libertad religiosa. No invade, por tanto, la Iglesia un campo ajeno.
Hace una oferta al grupo humano desde el punto de vista de la acción social y educativa, aunque,
desde el punto de vista de la conciencia eclesial, esa oferta social sea un servicio vinculado por
una parte a la misión jerárquica de evangelizar a los hombres y por otra al deber de los creyentes
de exigirla y de recurrir a ella.

La Iglesia está llamada a servir a los hombres. Debe estar dispuesta a poner al servicio de
todos cuanto ella es y posee, sin distinguir siempre y necesariamente entre quienes son miembros
de la Iglesia y quienes no lo son. Por eso, una enseñanza religiosa escolar que no se proponga
ayudar a toda clase de alumnos a pensar y actuar con pleno sentido y madurez, presentándoles
toda la riqueza de la vida religiosa y de la fe, es algo absolutamente legítimo desde el punto de
vista de la evangelización. Si se impidiese a la Iglesia realizar esta misión, se mutilaría una de las
posibilidades más altas de realización de la vida humana”.61

59
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 41.
60
Cf. Idem., 42 – 43.
61
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 44 - 46.

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Cristiana

Como resumen, “en la enseñanza religiosa escolar, la Iglesia actúa en un ámbito creado
primordialmente para la educación del ciudadano en cuanto tal, en estructuras de la sociedad
para tal fin. En ellas, la Iglesia es llamada a prestar un servicio, como pueden ser llamadas otras
confesiones religiosas u otros grupos culturales. La Iglesia puede tener o no posibilidades de
responder a esta petición. Si acepta, tiene que adaptar la enseñanza religiosa a los objetivos y
métodos propios del quehacer escolar: encarnar su acción dentro de los condicionantes concretos
históricos de la institución docente.

Aunque el sistema educativo o el centro escolar pueden adolecer de condicionantes


negativos, hay que impartir enseñanza religiosa en la medida en que tales condicionantes no
entren en contradicción con la fe cristiana.

En la catequesis de la comunidad cristiana, la Iglesia actúa por propia iniciativa en las


estructuras que ella misma establece para catequizar: catecumenados, parroquias, grupos
apostólicos, pequeñas comunidades,... Es la comunidad la que convoca e invita”.62

La catequesis es una responsabilidad de toda la comunidad cristiana. La misma educación


permanente de la fe es un asunto que atañe a toda la comunidad. La catequesis es, por tanto, una
acción educativa realizada a partir de la responsabilidad peculiar de cada miembro de la
comunidad, en un contexto o clima comunitario rico en relaciones, para que los catecúmenos y
catequizandos se incorporen activamente a la vida de dicha comunidad.

La comunidad cristiana al final del proceso catequético acoge a los catequizados en un


ambiente fraterno donde puedan vivir, con la mayor plenitud posible, lo que han aprendido. Los
nuevos convertidos aportan a la comunidad que los acoge una nueva riqueza humana y religiosa.
Así, la comunidad crece y se desarrolla, ya que la catequesis no sólo conduce a la madurez de la
fe a los catequizandos, sino a la madurez de la misma comunidad como tal.

Aunque toda la comunidad cristiana es responsable de la catequesis, no todos reciben la


misión de ser catequistas. Junto a la misión originaria que tienen los padres respecto a sus hijos,
la Iglesia confía oficialmente a determinados miembros del Pueblo de Dios, especialmente
llamados, a la delicada tarea de transmitir orgánicamente la fe en el seno de la comunidad.63

7.10. LOS DESTINATARIOS.

La enseñanza religiosa escolar va dirigida a grupos humanos, no necesariamente


creyentes, convocados a una formación integral en la escuela. Como es lógico, este grupo
humano está compuesto por alumnos en edad escolar y el motivo de su presencia es que lo
religioso se integre en su formación humana, el sentido de la vida y la visión del mundo en
perspectiva cristiana. La presencia es libre, pedida por ellos o por sus padres.64

La catequesis va destinada a65 creyentes que desean una formación básica en la doctrina o
una formación permanente en la misma, aunque a esto no sea propio llamarlo catequesis,

62
Idem. 61 – 60.
63
Cf. D.G.C. 220 - 221
64
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 63.
65
Sobre los destinatarios de la catequesis, ver: C.T. 35 – 45, y D.G.C., toda la cuarta parte,163 – 214.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 18


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traducida en testimonio. Estos creyentes son adultos, jóvenes y también niños, pero no en cuanto
que son alumnos. El motivo de su presencia es la búsqueda directa y explícita de evangelización
y su presencia es libre.66

Las distintas y variadas situaciones de las personas impulsa a la catequesis “a recorrer


múltiples caminos para salir a su encuentro y adaptar el mensaje cristiano y la pedagogía de la fe
a sus diversas necesidades.

Así, si se considera la condición inicial de la fe, se abre el camino a la iniciación de


catecúmenos y neófitos; si se atiende al desarrollo de la fe de los bautizados, se habla de
catequesis de profundización o de fundamentación para quienes todavía necesitan orientaciones
esenciales. Si se considera la evolución física y psíquica de los catequizandos, se trata de la
catequesis por edades. Si se tiene en cuenta, en cambio, los contextos socio-culturales, se
presenta una catequesis según categorías...”.67

7.11. CLASE DE VÍNCULO.

En la enseñanza religiosa escolar los grupos humanos están vinculados por las
estructuras y objetivos propios de la escuela, por relaciones académicas de índole pedagógica.68

En la catequesis, los grupos de creyentes están primordialmente reunidos por el vínculo


de la fe, por convicciones de fe vivida, celebrada y anunciada; constituyendo comunidades
eclesiales; la relación es de índole testimonial, exigiendo una comunión en la misma fe.69

7.12. EL LUGAR.

El espacio propio de la educación religiosa escolar es el colegio, lugar de cultura. La


formación del ciudadano dentro de una estructura creada por la sociedad, la escuela, creadas para
tal fin. La E.R.E. asume y se desarrolla desde los objetivos propios de la escuela.

La enseñanza religiosa escolar se desarrolla en contextos escolares diversos, lo que hace


que adquiera también acentos diversos. “Estos acentos dependen de las condiciones legales y
organizativas, de la concepción didáctica, de los presupuestos personales de los educadores y de
los alumnos, y de la relación de la enseñanza religiosa escolar con la catequesis familiar y
parroquial”.70

Es necesario que la orientación que se dé a la enseñanza religiosa escolar, responda a su


finalidad y a sus peculiares características.

“Los alumnos tienen el derecho de aprender, con verdad y certeza, la religión a la que
pertenecen. Este derecho a conocer más a fondo la persona de Cristo y la integridad del anuncio
66
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 62.
67
D.G.C. 165.
68
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 59.
69
Cf. Idem.
70
D-G.C. 74.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 19


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Cristiana

salvífico que Él propone, no puede ser desatendido. El carácter confesional de la enseñanza


religiosa escolar, desarrollada por la Iglesia según las modalidades y formas establecidas en cada
país, es -por tanto- una garantía indispensable ofrecida a las familias y a los alumnos que eligen
tal enseñanza”.71

El lugar propio de la catequesis son los lugares propios de la comunidad cristiana: las
Comunidades Eclesiales de base, la parroquia, la familia, la escuela, los grupos apostólicos, etc.

“La comunidad cristiana es el origen, lugar y meta de la catequesis. De la comunidad


cristiana nace siempre el anuncio del Evangelio, invitando a los hombres y mujeres a convertirse
y a seguir a Jesucristo. Y es esa misma comunidad la que acoge a los que desean conocer al
Señor y adentrarse en una vida nueva. Ella acompaña a los catecúmenos y catequizandos en su
itinerario catequético y, con solicitud maternal, les hace partícipes de su propia experiencia de fe
y les incorpora a su seno”. 72

La parroquia “debe encontrar su vocación, el ser una casa de familia, fraternal y


acogedora, donde los bautizados y los confirmados toman conciencia de ser pueblo de Dios. Allí,
el pan de la buena doctrina y el pan de la Eucaristía son repartidos en abundancia en el marco de
un solo acto de culto; desde allí son enviados cada día a su misión apostólica en todas las obras
de la vida del mundo”.73

7.13. EL MATERIAL.

Con respecto al material, hay poco que decir, pues aunque no sea obligatorio y, a veces
incluso desaconsejable y mucho más aconsejable según los destinatarios un material propio que
logre la consecución de los objetivos propuestos en la enseñanza religiosa escolar o las
directrices marcadas por el Directorio General para la Catequesis; sin embargo, hay cantidad de
material al que se puede acudir o seguir en cualquiera de las dos acciones evangelizadoras que
venimos citando.

Para la enseñanza religiosa escolar hay muchísimos libros de texto enmarcados en


programas escolares diseñados por las distintas editoriales siguiendo lo marcado por la
Conferencia Episcopal Española y con su aprobación posterior.

Para la catequesis también las distintas editoriales, aunque en menor número que para la
enseñanza religiosa escolar, ofrecen manuales de catequesis que se analizan desde las distintas
delegaciones de catequesis en las distintas diócesis para posteriormente aconsejar unas u otras.

Una última observación, que ya hace Pablo VI, “sucede a veces que las escuelas estatales
ponen libros a disposición de los alumnos, en los que las religiones, incluida la católica, son
presentadas a título cultural histórico, moral y literario. Una presentación objetiva de los hechos
históricos, de las diferentes religiones y confesiones cristianas puede contribuir a una mejor

71
Idem.
72
Idem. 254. En 255 –264 se refiere al ámbito de la familia, del catecumenado bautismal de adultos, a la parroquia
como lugar más significativo de la catequesis, a la escuela; a asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles; y,
por último, a las comunidades eclesiales de base.
73
C.T. 67. Seguidamente hace referencia a “otros lugares” como la familia, la escuela, movimientos, y por último,
institutos de formación (cf. 68 – 71)

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 20


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Cristiana

comprensión recíproca. En tal caso se hará todo lo posible para que la presentación sea
verdaderamente objetiva, al resguardo de sistemas ideológicos y políticos o de pretendidos
prejuicios científicos que deformarían su verdadero sentido. De todos modos, estos manuales no
deben considerarse como obras catequéticas: les falta para ello el testimonio de creyentes que
exponen la fe a otros creyentes, y una comprensión de los misterios cristianos y de lo
específicamente católico, todo ello sacado de lo profundo de la fe”.74

Es precisamente esta característica del testimonio de creyentes una de las principales


características que diferencian los manuales de catequesis a los libros de texto escolares de
religión y moral católica.

“Junto a los instrumentos dedicados a orientar y planificar el conjunto de la acción


catequética (análisis de situación, programa de acción y Directorio catequético) están los
instrumentos de trabajo de uso inmediato, que se utilizan dentro del mismo acto catequético. En
primer lugar están los textos didácticos que se ponen directamente en manos de los catecúmenos
y catequizandos. Y junto a ellos están también las guías para los catequistas y, tratándose de
catequesis de niños, para los padres. Asimismo son importantes los medios audiovisuales que se
utilizan en catequesis y sobre los que se debe ejercer el oportuno discernimiento.

El criterio inspirador de estos instrumentos de trabajo ha de ser el de la doble fidelidad a


Dios y a la persona humana, que es una ley fundamental para toda la vida de la Iglesia. Se trata,
en efecto, de saber conjugar una exquisita fidelidad doctrinal con una profunda adaptación al
hombre, teniendo en cuenta la psicología de la edad y el contexto socio-cultural en que vive”.75

Estos instrumentos catequéticos han de ser capaces de:76


– conectar con la vida concreta de la generación a la que se dirigen, teniendo bien presentes sus
inquietudes y sus interrogantes, sus luchas y sus esperanzas;
– encontrar el lenguaje comprensible a esta generación.
– producir en sus usuarios un conocimiento mayor de los misterios de Cristo, en orden a una
verdadera conversión y a una vida más conforme con el querer de Dios.

7.14. LAS ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS.

Poco hay que mencionar sobre las actividades complementarias.

En la enseñanza religiosa escolar, las actividades son de tipo confesionales, culturales y


pueden ser también no confesionales. Normalmente son visitas a instituciones o edificios con
objetivos incardinados en los contenidos de conocimiento. Algunas pueden ir encaminadas a la
consecución de los actitudinales, siendo referentes el voluntariado o la acción que ejercen dichas
personas o instituciones a las que se visita. Otras son de tipo procedimentales, tales como
trabajos de investigación, entrevistas, etc.

En la catequesis, las actividades complementarias son de tipo vivenciales o de


apostolado. Están encaminadas normalmente a la mayor inserción en la vida de la comunidad
cristiana, o para que los niños o jóvenes o adultos experimenten situaciones que les lleve a un

74
C.T. 34.
75
D.G.C. 283.
76
Cf. C.T. 49.

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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
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mayor compromiso cristiano o simplemente de iniciación al apostolado para que se produzca una
toma de contacto con dicho compromiso y se vayan creando expectativas en dicho campo.

No obstante, se deben cuidar dichas actividades con un planteamiento de criterios y


objetivos claros en el diseño y realización de tales actividades. No deben quedar reducidas a
mero premio o actividades lúdicas, sino que deben tener una clara intención evangelizadora y de
formación cristiana a la persona o provocando un crecimiento en la madurez de la fe según
pertenezca al ámbito de la enseñanza religiosa escolar o la catequesis, respectivamente. Aunque
no sea fácil diferenciar las actividades propias para cada campo.

7.15. LA EVALUACIÓN.

La evaluación en la enseñanza religiosa escolar debe ser la propuesta por el modelo


educativo vigente, en este caso, la LOGSE. Introduce este sistema una distinción fundamental,
entre “evaluación del alumno”, “evaluación de los procesos educativos” y “evaluación del
sistema educativo”77. Con respecto al alumno, la Evaluación deja de ser un sistema de selección
que deja atrás a los menos preparados para contribuir a la construcción de la pirámide social. El
nuevo sistema educativo consagra la Evaluación como un sistema de promoción.

En consecuencia, cambia también la perspectiva sobre el sujeto de la Evaluación. En el


sistema anterior era el alumno el principal sujeto de la Evaluación. En el modelo LOGSE78
además del alumno, se evalúa el sistema como tal79 y la acción de sus principales protagonista.80
Cambia, asimismo, el “lugar” de la Evaluación. En el anterior sistema, la Evaluación tenía lugar
siempre “después de”. Se evaluaba “después de” ver una unidad; o “después de” haber visto el
programa del trimestre, o “al final de” curso, después que han sido desarrollados los programas y
realizadas las actividades docentes. En el modelo educativo LOGSE, la Evaluación es una
actividad plenamente integrada en el resto de las actividades docentes. Es una actividad docente
más.

El profesor de religión, como el de las otras área, evalúa el proceso de enseñanza -


aprendizaje teniendo en cuenta los elementos que lo componen, es decir, los objetivos y
contenidos del currículo. No evalúa la fe en su grado de adhesión al mensaje, ni sus posibles
consecuencias transformadoras en la vida real de los alumnos, aunque el aprendizaje académico
de la religión sea apoyo importante de la fe de los mismos.81

La evaluación en la catequesis es personal y de “acompañamiento”. Se realiza y se


plasma en un seguimiento del proceso de fe del catequizando.

Igualmente se debería ampliar dicha evaluación a la situación en que viven los


catequizandos y cómo ésta ha influido en nuestra programación pastoral. Evaluación de dicha
acción pastoral: cómo está ubicada en el proceso evangelizador, la coordinación ejercida con la
comunidad cristiana, la calidad interna, los contenidos impartidos y metodología utilizada, la

77
Libro Blanco, pp. 241, n.2 y 243, n.8.
78
LOGSE, art. 61.
79
Blanco, p. 241, n.2. Cfr. DCB Primaria, p. 67.
80
Libro Blanco, p. 244, n.10.
81
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica. Identidad y
Misión, 20

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labor de los catequistas y su formación, las experiencias humanas y religiosas evocadas, los
valores propuestos. Todo esto resumido en el resultado final de la presencia cristiana en la
sociedad de los catequizandos.

4. COMPLEMENTARIEDAD DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y LA


CATEQUESIS.

La enseñanza y la catequesis son cauces complementarios para la transmisión de la fe.


Reforzar el sentido de comunión en nuestras comunidades favorece la transmisión y la
experiencia del encuentro con Jesucristo. Evangelizar es un reto que no podemos afrontar
aisladamente. En el diálogo de la fe con la cultura que está presente en la escuela no podemos ser
asépticos, como si nada nos vinculase con la persona viva de Jesucristo desde la cual el diálogo
es fructífero.

“La educación cristiana familiar, la catequesis y la enseñanza religiosa escolar, cada una
desde su carácter propio, están íntimamente relacionadas dentro del servicio de la educación
cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. En la práctica, sin embargo, deben tenerse en cuenta,
diferentes elementos variables, que puntualmente se presentan, a fin de proceder con realismo y
prudencia pastoral en la aplicación de las orientaciones generales”.82

Como acciones pastorales de la Iglesia, la enseñanza de la religión en la escuela es


complementaria de la catequesis porque afecta a la educación de la fe de los alumnos. El
profesor de religión integra la formación religiosa en la formación humana como acción
educativa para los alumnos en un momento en que se realiza en éstos el proceso de maduración
humana y asimilación cultural.

La acción educativa religiosa es también una acción humanizadora en sí misma y como


tal es un servicio eclesial realizado a favor del ser humano, como servicio genuino a su
educación.83

Una catequesis viva en la comunidad es el terreno más apropiado para que fructifique la
enseñanza de la religión. Y una buena enseñanza religiosa creará el deseo de una plena
catequización en el seno de la comunidad cristiana. Aparece así claramente que estas dos tareas
son complementarias. Cuando el grupo de alumnos que optan por la clase de religión sea
mayoritariamente creyente, la formación religiosa escolar podrá alcanzar a veces no sólo sus
objetivos propios, sino también dimensiones noéticas y de compromiso cristiano más propias de
catequesis. Pasar de una enseñanza religiosa de calidad a una catequesis de la comunidad es
considerado como el caso más frecuente, referido a adolescentes y jóvenes. Haciendo un
diagnóstico de la realidad actual sobre los alumnos mayores, habrá que tomar muy en cuenta que

82
D.G.C. 76.
83
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica. Identidad
y Misión, 45.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 23


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

su situación a veces exige una primera evangelización. En algunos casos, podrá hacerse
directamente sobre la base de una propuesta objetiva de la fe cristiana.84

“Ciertamente, muchos elementos vitales además de la escuela contribuyen a influenciar la


mentalidad de los jóvenes: asuetos, medio social, medio laboral. Pero los que han realizado
estudios están fuertemente señalados por ellos, iniciados a unos valores culturales o morales
aprendidos en el clima de la institución de enseñanza, interpelados por múltiples ideas recibidas
en la escuela: conviene que la catequesis tenga muy en cuenta esta escolarización para alcanzar
verdaderamente los demás elementos del saber y de la educación, a fin de que el Evangelio
impregne la mentalidad de los alumnos en el terreno de su formación y que la armonización de
su cultura se logre a la luz de la fe”.85

El situar la enseñanza religiosa bajo el signo de una oferta del Mensaje cristiano con
vistas a una posible opción de fe tiene la ventaja de que:
- el alumno que pueda estar en búsqueda o enfrentado con dudas religiosas, encontrará en la
enseñanza de la religión las respuestas que la Iglesia da a sus problemas y tendrá ocasión de
reflexionar sobre ellas;
- al alumno no creyente se le ofrece la ocasión de confrontar su propia situación de
incredulidad con las perspectivas de la fe y eventualmente reconsiderarla;
- el alumno creyente, en fin, tiene la posibilidad de integrar su opción creyente en el interior de
una cultura profana, de alimentarla a partir de ella, de purificarla y de capacitarse para dar
razón de su fe.86

En la realidad concreta de la pastoral, la enseñanza religiosa (al igual que con las demás
formas del ministerio de la Palabra) participará de aspectos de las restantes modalidades:
evangelización, catequesis, teología; ya que todas ellas están estrechamente unidas entre sí.

La enseñanza religiosa asumirá de la evangelización el aspecto de propuesta de Mensaje


cristiano con vistas a una posible opción de fe, aunque su intencionalidad interpelativa sea más
discreta. La enseñanza religiosa asumirá de la catequesis la búsqueda de maduración en la fe de
los alumnos creyentes, en cuanto enraizamiento cultural de esa fe con vistas a capacitarlos para
que den razón de ella en el mundo. La enseñanza religiosa asumirá de la teología los resultados
de la investigación científica en el diálogo fe-cultura, para integrar esas conclusiones,
adecuándolas a la edad de los alumnos, en el proceso de la adquisición de la cultura.87

7. CONCLUSIÓN.
Podemos concluir con Aurelio Fernández que “es cierto que la formación religiosa que se
logra en los alumnos no siempre es satisfactoria y que no pocos, ante las interpretaciones

84
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 66 - 68.
85
C.T. 69.
86
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 70 y D.G.C. 75.
87
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 74 -77.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 24


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

paganas de nuestro tiempo, sufrirán profundas crisis en sus creencias. Pero no es menos cierto
que cuantos reciban una formación cristiana y hayan tenido alguna experiencia de la vida de fe,
aun en el caso de que la abandonen, tienen la posibilidad de recuperarla, porque tanto las ideas
como la experiencia mantienen raíces vitales profundas en el hombre. Por el contrario, nadie
puede predecir lo que serán las nuevas generaciones que no hayan tenido ni un conocimiento de
la religión ni hayan experimentado la vida religiosa. Pues bien, en esta apasionante tarea los
profesores de Religión juegan un papel decisivo para el futuro de no pocos hombres y mujeres
que engrosarán las generaciones futuras en el nuevo Milenio al que se abre el cristianismo”.88

La formación religiosa ofrece a los miembros más jóvenes de nuestra sociedad un sentido
fundamental de la existencia, una elevación de su conciencia moral y de su dignidad humana, un
horizonte de esperanza. La enseñanza religiosa representa un espacio de libertad y de plenitud
para el hombre.89

Igualmente, la Iglesia reconoce el papel de los profesores de religión y catequistas en su


compromiso cristiano y servicio eclesial y a la formación integral del alumno o catequizando.

“Los católicos españoles debemos el máximo agradecimiento a los maestros y profesores


que han colaborado en la formación religiosa de los niños y adolescentes; este agradecimiento
debe en estos momentos traducirse –por parte de los padres de la familia y de los sacerdotes en
general– en actitudes de estímulo y en efectiva colaboración. Invitamos de manera apremiante,
para el futuro, a todos los educadores creyentes –tanto de centros estatales como no estatales– a
que acepten con entusiasmo las tareas de instruir en la fe cristiana a sus alumnos, en plena
comunión con la Iglesia y desde la peculiaridad que caracteriza a este quehacer como una acción
propia de la escuela. Los profesores cristianos que enseñan en otras áreas de la ciencia y de la
cultura, si participan también de la tarea de enseñar la fe, están en condiciones inmejorables para
mostrar la coherencia entre el saber humano y la fe cristiana. Los Obispos reconocemos y
valoramos todo sentido de compromiso cristiano y de servicio eclesial que puede y debe tener
una actividad que los profesores desarrollan desde su propia vocación docente y de servicio a las
familias y a los grupos sociales”.90

La Enseñanza Religiosa Escolar y la Catequesis de la Comunidad Cristiana tienen


ámbitos distintos, diversa fuente de iniciativa, distinta intencionalidad en los destinatarios,
objetivos diferenciados, pero las dos se necesitan y complementan. Una catequesis viva en la
comunidad cristiana es el ámbito más apropiado para que fructifique la enseñanza de la religión
y una buena enseñanza religiosa escolar creará el deseo de una plena catequización en el seno de
la comunidad cristiana.

88
FDEZ. A., La enseñanza escolar de la religión en el momento actual. En Scripta Theologica, vol. XXX.
89
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar , 138.
90
Idem., 137.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 25


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

8. BIBLIOGRAFÍA.

- COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS. Diseño Curricular Base de


Religión: Infantil, Primaria y Secundaria, Edice, Madrid. 1990.

- COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales


sobre la enseñanza religiosa escolar. Madrid. 1979.

- COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión


Católica, Identidad y misión. Madrid. 1998.
- CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Documentos Completos del Vaticano II. Ed.
Mensajero. Bilbao. 1991.

- CONFERENCIA ESPISCOPAL ESPAÑOLA, Conclusiones del simposio sobre la


transmisión de la fe. Madrid. 2002.

- CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio General para la Catequesis. Conferencia


Episcopal Española. Edice. Madrid. 2000.

- CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Dimensión religiosa de la


educación en la Escuela Católica. Madrid. 1988.

- FERNÁNDEZ, AURELIO, La enseñanza escolar de la religión en el momento actual. En


Scripta Theologica, vol. XXX. Pamplona.

- JUAN PABLO II, Exhortación apostólica sobre la catequesis hoy, Catechesi Tradendae.

- JUAN PABLO II, Exhortación apostólica sobre la vocación y misión de los laicos en la
Iglesia y en el mundo, Christifideles Laici.

- PABLO VI, Exhortación apostólica sobre la evangelización del mundo contemporáneo


Evangelii Nuntiandi.

ANEXO.
Como anexo ofrezco un cuadro sintético sobre lo que es y no es la Enseñanza Religiosa
Escolar y la Catequesis, respectivamente. No siempre se tiene claro se confunde, y no siempre es
difícil distinguirlos de otras acciones evangelizadoras. Mientras más claro tengamos qué es y
cuál es el ámbito de cada una de ellas, los profesores de religión y los catequistas, podremos
dignificar más dichos ámbitos y transmitir a la sociedad y comunidad eclesial una idea clara de
éstos. Además, claro está, de que será mucho más claro y sencillo la organización, programación
y ejecución de dichas acciones pastorales.

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 26


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR:

QUÉ ES QUÉ NO ES
- Una asignatura necesaria dentro del marco - Una materia ajena y extraña a la escuela.
escolar, desde una concepción de escuela al
servicio de la educación integral de la
persona en todas sus dimensiones.
- Una materia a la que se tiene pleno derecho - Una actividad extraescolar que unos
conforme a la Constitución y a los colegios la ofrecen y otros no, según lo
Acuerdos entre Estado Español y la Santa decidan el Director, los profesores, la
Asociación de padres,...
Sede.
- Una materia escolar regulada por una - Una actividad escolar a organizar según
normativa vigente, a cuyas exigencias parezca o convenga.
(oferta a padres y alumnos, inscripción,
profesorado, horario, programas, etc.) se ha
de ajustar.
- Una materia que la escuela debe ofrecer y - Una materia obligatoria para todos los
que los padres pueden elegir o no para sus alumnos.
hijos.
- Una materia que requiere la misma seriedad - Una materia poco importante, que da igual
académica (contenidos, metodología, aprobar o no.
textos, evaluaciones,...) que las demás.
- Un diálogo entre la fe y la cultura, con - Una materia que aparece como un
“añadido” o un “aparte” en el conjunto de
especial atención a los temas en los que esta las otras materias escolares.
materia y las otras se encuentran implicadas
más directamente.
- Una presentación concreta, confesional, de
la fe católica, impartida desde una actitud - Una información abstracta del hecho
religioso, o una mera transmisión de cultura
creyente y garantizada por la Iglesia. religiosa en general.
- Un servicio que ofrece a la sociedad la - Un privilegio propio y exclusivo de la
Iglesia católica -al igual que pueden hacerlo Iglesia Católica.
otras confesiones religiosas- para todos
aquellos, católicos o no, que estén
interesados en conocer o profundizar la
visión cristiana de la vida.
- Una explicación de los elementos - Una lista de dogmas, que se imponen
fundamentales de la fe, que se ofrece, desde autoritariamente.
la fe, a quien quiera escucharla.
- Una ayuda para comprender mejor los - Un conjunto de principios éticos y
comportamientos del creyente cristiano. preceptos morales.
- Una preparación para que el cristiano sepa
- Un ámbito propio para rezar, celebrar
mejor por qué lo es y cómo tendría que sacramentos o asumir compromisos
actuar, y los no cristianos conozcan como cristianos.
se expresa y qué lleva consigo el mensaje
de Jesús.
- Un modo de acercarse al mensaje y - Una repetición de la catequesis de la
parroquia.
acontecimiento cristiano, con las
características propias del ámbito escolar:

Profesor: D. José Antonio Fernández Martín. 27


Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

conocimiento de los contenidos de la fe,


determinada visión de la persona y de su
sentido último, inserción crítica en la
sociedad, etc.
- Una materia que la Iglesia recomienda - Una asignatura que la Iglesia impone como
vivamente a todos los cristianos, obligatoria para los cristianos.
entendiendo que es necesario integrar la
dimensión religiosa como tal en la
formación humana, sistemática y crítica que
ofrece la Escuela.

QUÉ ES Y QUÉ NO ES LACATEQUESIS:

QUÉ ES QUÉ NO ES
- Una acción necesaria dentro del marco - Una formación permanente para el cristiano
eclesial para hacer madurar la conversión que ya tiene una fe madura y está
incorporado a la comunidad cristiana.
inicial.
- Una formación que todo bautizado tiene - Una formación solamente encaminada a
derecho a recibir que le permita iniciar una recibir y un sacramento determinado.
vida verdaderamente cristiana.
- Una acción dirigida por unas orientaciones - Una actividad improvisada pro catequistas
según su “libre albedrío”.
pastorales emitidas en documentos
eclesiales.
- Una acción que la Iglesia debe ofrecer y - Una tarea obligatoria para todos los niños o
que los padres o niños o jóvenes eligen. jóvenes.
- Una acción evangelizadora que requiere la - Una acción poco importante, que da igual
misma seriedad que las demás de la Iglesia. ofrecerla o no, participar en ella o no.
- Un diálogo de fe dentro de la comunidad - Una formación en la fe que no implica una
creyente. adhesión a la vida en la comunidad eclesial.
- Una presentación concreta, confesional, de
la fe católica, desde una actitud creyente
que busca la adhesión a la fe católica, - Una mera transmisión de oraciones y
garantizada por la Iglesia. relatos evangélicos.
- Un servicio que hace la Iglesia a sus - Un trámite social que hay que cumplir para
recibir unos sacramentos.
miembros en razón de su propia condición.
- Una explicación de los elementos - Una lista de dogmas, que se imponen
fundamentales de la fe, que busca una autoritariamente.
confesión de fe viva, explícita y operativa.
- Una ayuda para conocer, celebrar, vivir y - Una historia del cristianismo, sin
implicaciones personales y eclesiales.
contemplar el misterio de Cristo.
- Un ámbito propio para madurar la fe, rezar, - Una preparación para que el cristiano sepa
celebrar sacramentos y asumir cómo tendría que actuar y lo son cristianos
compromisos cristianos. conozcan el mensaje de Jesús.
- Una repetición de la asignatura de religión

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Distinción y complementariedad de la Enseñanza Religiosa Escolar y catequesis de la Comunidad
Cristiana

- Un modo de presentar el mensaje y en la escuela.


acontecimiento cristiano, con las
características propias del ámbito eclesial:
conocimiento de los contenidos de la fe,
visión cristiana de la persona y de su
sentido último, inserción en la comunidad
eclesial, celebración de la fe, etc. - Una acción que la Iglesia impone como
- Una acción que la Iglesia recomienda obligatoria para los cristianos.
vivamente a todos los bautizados que
quieran madurar en su fe.

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