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El Centro Para la Educación y Prevención del SIDA, es una organización civil sin fines de lucro,
con 15 años de experiencia en el trabajo de prevención de las ITS, VIH y SIDA con una audiencia
específica, como son los hombres, independientemente de su orientación sexual e identidad de
género.
CEPRESI ha venido desarrollando programas y ejecutando proyectos que tienen como fin la
promoción de la participación de los hombres, hombres homosexuales y otros Hombres que
tienen Sexo con Hombres como agentes de su propio cambio, abordando las causas que
constituyen factores de riesgo a la diseminación del VIH/SIDA desde un enfoque integral de los
derechos sexuales, como parte inalienable e insustituible de los Derechos Humanos, en aras de
crear un clima propicio para la aceptación, tolerancia y respeto a la diversidad y la no
discriminación, a través de una estrategia de comunicación para el cambio social en el ámbito
local.
En el marco de la cooperación que CEPRESI ejecuta con la Agencia HIVOS y como parte de una
investigación comparativa que se está realizando en Honduras, Costa Rica y Nicaragua, se ha
llevado a cabo el presente Estudio de Opinión entre estudiantes universitarios en cinco
departamentos del país. El presente documento recoge una importante información y análisis
cuali – cuantitativo sobre esa población como un primer acercamiento científico sobre variables
importantes (tales como homosexualidad, derechos sexuales de gays y lesbianas, aceptación-
rechazo, homofobia y Sida), que parecen determinar las tendencias de la población joven en
general con nivel educativo superior, con respecto a sus actitudes homofòbicas y su relación con
la eficacia u obstáculos que experimentan los programas de educación y prevención del Sida en
la población masculina.
2. Resumen
El objetivo del estudio fue determinar la “reacción y creencia” (actitud) frente a posibles o reales
situaciones personales o ajenas con respecto a homosexualidad y homofobia, dirigido a jóvenes
universitarios –entre hombres y mujeres- en cinco departamentos de Nicaragua. Para ello se
aplicó a 500 personas una encuesta descriptiva (estructurada), anónima y con algunas opciones
de repuestas abiertas. Se buscó relación con edad, género, ciencias o carrera que estudian, con
o sin hijos o hijas, su relación o no con familiares “gays” o “lesbianas”, esto en cuanto a las
variables demográficas. También fue explorada su reacción sobre casos hipotéticos o reales
sobre su reacción hacia la homosexualidad, su relación con el VIH y aspectos relativos a
creencias religiosas o socio culturales, con el objetivo de inferir conclusiones en dichos resultados
con respecto a la homofobia como factor de obstáculo o resistencia en el abordaje de prevención
del VIH/SIDA y las ITS, así como de vulnerabilidad y factor de riesgo que enfrentan hombres que
tienen sexo con hombres.
Los datos fueron analizados con estadística descriptiva. Se obtuvieron 485 (96 %) cuestionarios
completos, con respuestas compatibles para actitud de “no aceptación” (desfavorable) en 93.8 %
con respecto a si tiene o si tuviesen hijos e hijas, hermanos o hermanas homosexuales, lo cual se
relaciona con variables de “creencias relacionadas con la homosexualidad” tales como:
promiscuidad (16.2%) soledad (11.4%), droga y alcohol (11.6%), enfermedad mental (8.4%), Sida
(21%), disgusto y desagrado (7.6%), de un total de 462 personas (95% de las encuestas válidas).
El análisis más cualitativo de los hallazgos y en comparación a investigaciones similares en otros
países, hace necesario un estudio socio antropológico y psico social que relacione actitudes,
2
conocimientos y creencias con respecto a la relación de variables “homosexualidad”, “homofobia”
y “VIH/Sida” que explore la “sutileza” o “aparentes ambigüedades” en las respuestas de los
entrevistados con respecto a lo que “piensan”, “lo que conocen”, “lo que realmente harían o
hacen” y lo “que le gustaría hacer” y el “deber ser”. Este estudio de opinión deja abierto el camino
para realizar estas exploraciones en una población joven frente a la epidemia del SIDA en
Nicaragua.
Palabras claves: Aceptación, rechazo, derechos, homofobia, gays, lesbianas, HSH, Sida.
3. Marco Teórico
En la medida en que analizamos los datos que arrojan las encuestas de opinión o estudios a
profundidad alrededor del fenómeno de la homofobia y su relación con los temas de salud y
educación para la prevención del VIH y las ITS, confirmamos la relación que existe entre la forma
cómo desde el género y el sexo se relacionan las personas, cómo influyen en estas relaciones la
orientación sexual y cómo los imaginarios sociales afectan la actitud familiar y particular con
relaciones a los seres que forman parte del circulo social y afectivo más cercano, y a las demás
personas en la comunidad, perneadas por el prejuicio y mitos, lo cual conlleva a obstáculos
asociados con la diseminación del VIH/Sida.
En efecto, el documento de “Marco Conceptual de la Campaña” (2002) afirma que: “El estigma y
la discriminación son los mayores obstáculos para la prevención de nuevas infecciones, el
suministro de asistencia, apoyo y tratamiento adecuados y la mitigación del impacto. El estigma y
la discriminación relacionados con el VIH/Sida son universales, puesto que tienen lugar en todos
los países y regiones del mundo. Son provocados por muchas fuerzas, entre ellas, la falta de
conocimiento sobre la enfermedad, los mitos sobre los modos de transmisión del VIH, los
prejuicios, la falta de tratamiento, las informaciones irresponsables de los medios de
comunicación sobre la epidemia, el hecho de que el Sida sea incurable, los miedos sociales en
torno a la sexualidad, los miedos relacionados con la enfermedad y la muerte, y los miedos
relacionados con las drogas ilícitas y el consumo de drogas intravenosas.”1
1
Marco Conceptual y base para la Acción: Estigma y discriminación relacionados con el VIH/SIDA. ONUSIDA.
Versión española, Junio 2002.Pág. 5.
3
presencia de múltiples manifestaciones de prejuicios, mitos, creencias, falta de información y por
lo tanto, se traducen en prácticas de riesgo.
Como hemos mencionado más arriba, aunque esta situación compleja afecta a toda la población
en general, el problema se agudiza cuando se trata de la situación que enfrentan los hombres
frente a la epidemia del VIH y las ITS y, en consecuencia, las mujeres.
ONUSIDA plantea que: “… A menudo se cree que las personas con el VIH/SIDA merecen su
destino porque han hecho algo malo. Con frecuencia, estas “malas acciones” se vinculan con
relaciones sexuales o con actividades ilícitas o reprobadas por la sociedad… Los hombres
infectados pueden ser percibidos como homosexuales, bisexuales o clientes de prostitutas. Las
mujeres con el VIH/SIDA son percibidas como “promiscuas” o profesionales del sexo. A menudo,
la familia y la comunidad perpetúan el estigma y la discriminación, en parte por miedo, en parte
por ignorancia y en parte porque resulta cómodo culpar a quienes se han visto afectados
primero”.2
Consideramos que estas “declaraciones” que están enfocadas primariamente al estigma que
sufren las personas conviviendo con el VIH/Sida, de hecho son totalmente válidas cuando se
aborda la realidad que viven particularmente las personas que se perciben como homosexuales y
otros hombres que tienen sexo con hombres.
La fobia (miedo irracional no fundado hacia un estimulo), es en este caso, hacia lo homosexual:
ya sea hacia la persona con orientación sexual homosexual, hacia quienes se les asigna
socialmente la homosexualidad como su orientación sin que ello sea verdad, hacia
comportamientos, actitudes, prácticas consideradas homosexuales. La homofobia y la lesbofobia
pueden presentarse de manera internalizada en la persona, y en los grupos familiares y sociales.
2
Ibídem Pág. 9.
4
Las relaciones entre los hombres y las mujeres, y entre los mismos hombres y las mismas
mujeres son de carácter político, social y cultural. El carácter político se fundamenta en las
relaciones de poder y está asignado por las diferentes estructuras de este: tales como las
económicas, las determinadas por el acceso al conocimiento, la etnia, la edad, y por condiciones
de carácter sexual como las identidades particulares y sociales de sexo, género, la orientación
sexual, como también, por las expresiones de los comportamientos sexuales.
Las ideologías masculina y machista no afectan únicamente a las mujeres; por supuesto,
vulneran igualmente a quien las propone, por tanto afectan a los hombres, quienes son
igualmente “víctimas” del machismo, el sexismo, la falocracia y de los propios imaginarios de la
masculinidad. En el caso de los hombres homosexuales la vulneración es doble, por cuanto la
reciben de la sociedad, y la ejercen sobre sí mismos y sus congéneres.
En las relaciones sexo-género entre los hombres y las mujeres, y entre los mismos hombres y las
mismas mujeres, las estructuras de poder no son inamovibles, ni siquiera lo son las referenciadas
a la sexualidad como las identidades particulares y sociales de sexo, género, orientación sexual e
inclusive las expresiones de comportamiento sexuales. En las relaciones entre hombres a su
protagonistas los han clasificado en la categoría “Hombres que tienen sexo con otros hombres”
(HSH). Esta clasificación que parece ser bastante “abierta” y “neutral” pretende recoger a los
hombres que no se autodeterminan homosexuales.
Una de esas formas de control social que Nicaragua ha enfrentado –al igual que muchos países a
lo largo de la historia legislativa-, ha sido la afirmación legal “condenatoria” de la homosexualidad
tipificada como delito bajo la figura de “sodomía” –palabra que en sí misma encierra un prejuicio
por razones interpretativas erróneas3— manifiesta en el otrora Código Penal en su famoso
artículo 204.
3
Aunque la literatura alrededor del tema es abundante –no tanto en Español- y no es el tema central de este estudio,
podemos recomendar al menos un par de obras muy reconocidas: “Lo que la Biblia realmente dice sobre la
homosexualidad”, de Naiel A. Helminiak, PhD. Ed. Egales S.I. 2003 de su texto original en Inglés y la obra “Papá,
Mamá, soy Gay” de Reina Riesenfeld, ed. Grijalbo, 2002. Recientemente se ha publicado la obra en inglés, aún no
traducida al Español, titulada “Gay Christian 101”. Spiritual Self-Defense for Gay Chrsitian, del exitoso
conferencista Rick Brentlinger, copyright 2007.
5
individuos GLTTB como derechos totalmente válidos para el cuerpo legal constituido en
declaraciones internacionales de Derechos Humanos.
Finalmente, todos esos esfuerzos se han cristalizado en un nuevo Código Penal –que a la fecha
de este estudio empieza a tener plena vigencia- en el cual desaparece la condena explícita hacia
la homosexualidad. No obstante, aún hay mucho camino qué recorrer en este sentido.
No obstante, la lucha no termina ahí en lo legal, porque el fenómeno del prejuicio y las fobias no
son determinados, afirmados o extinguidos exclusivamente por la acción legal, aunque si
constituye un gran paso. El prejuicio y la homofobia en particular requieren de mayor análisis y de
estrategias de acción.
Por ello, este estudio explorativo sobre la relación entre homofobia y la prevención del VIH/Sida
pretende contribuir a abrir caminos para el debate, estudios a mayor profundidad y la definición
de nuevas acciones a ejecutarse en proyectos y programas estratégicos.
4. Material y Métodos
La encuesta fue aplicada de manera aleatoria a una muestra de 500 personas que participaron
voluntariamente y a las cuales se les exponía la consigna que “el cuestionario tiene como
propósito estudiar la forma en que la o el encuestado piensan y reaccionan con respecto a
determinados asuntos de sexualidad”. El fin práctico del estudio está relacionado con la obtención
de insumos que permitan “construir una propuesta apropiada de abordaje de la prevención del
VIH en la población joven, y en especial énfasis en lo referente la población masculina”.
El estudio fue dirigido a jóvenes universitarios –entre hombres y mujeres- en cinco departamentos
de Nicaragua: Managua, Masaya, León, Chinandega y Nueva Segovia (en sus respectivas
cabeceras municipales). Se buscó relación con edad, género, ciencias o carrera que estudian,
con o sin hijos o hijas, su relación o no con familiares “gays” o “lesbianas”, esto en cuanto a las
variables demográficas. También fue explorada su reacción sobre casos hipotéticos o reales
sobre su reacción hacia la homosexualidad, su relación con el VIH y aspectos relativos a
6
creencias religiosas o socio culturales, con el objetivo de inferir conclusiones en dichos resultados
con respecto a la homofobia como factor de obstáculo o resistencia en el abordaje de prevención
del VIH/Sida y las ITS, así como de vulnerabilidad y riesgos que enfrentan hombres que tienen
sexo con hombres.
Las preguntas con significados comunes fueron agrupadas en dominios que contuviesen un
significado más genérico, dando lugar a dos variables más cuyos nombres pretendían expresar lo
que había de común en el entendiendo “por creencias” y por “actitud” para inferir si hay
manifestaciones de “homofobia” en la población encuestada. Los reactivos de las preguntas siete,
catorce, quince, dieciséis, diecinueve, veinte, veintiuno, vencidos, veintitrés sirvieron para
establecer la variable “creencia. Los reactivos de las preguntas nueve, .diez, once, doce, trece,
diecisiete, dieciocho, veinticuatro, veinticinco y veintiséis sirvieron para establecer la variable de
“actitud”.
De los 500 cuestionarios previstos para la muestra fueron considerados para el análisis 485 (96
%) y eliminados quince (4 %) por presentar datos incompletos.
a. Describir la muestra, ya que fue realizada de manera voluntaria, aleatoria y en una cohorte
específica /estudiantes universitarios en cinco departamentos del país). Las principales
variables que describen a la muestra son por estratificación de edad y sexo distribuidos
territorialmente en las zonas de estudio..
b. Exploración de las reacciones para casos reales o hipotéticos entre las y los encuestados
relacionados con el tema de la homosexualidad en su círculo familiar (hijos, hermanos o
amigos), relacionando las variables indicadas en el acápite de Material y Métodos de este
documento, con el fin de inferir en manifestaciones expresas de prejuicio –en general- y
homofobia en particular.
a. Descripción de la Muestra
Porcentaje
3.- Lugar de estudio: Frecuencia Porcentaje acumulado
1.UNAN Managua 94 19,40% 19,40%
10.UCAN Chinandega 10 2,10% 21,50%
11.UACH Chinandega 25 5,20% 26,70%
2.UCC 40 8,30% 34,90%
3.UCA 105 21,70% 56,60%
4.UNIVAL Ocotal 51 10,50% 67,10%
6.UNAN Leon 100 20,70% 87,80%
7.Chinandega 1 0,20% 88,00%
8.UPONIC Masaya 48 9,90% 97,90%
9.UPONIC Chinandega 10 2,10% 100,00%
Total 484 100,00% 100,00%
7
Aunque las encuestas fueron aplicadas en algunos casos en varias universidades en un mismo
departamento del país, se pueden agrupar de la siguiente manera: Managua representa un
49.3% (lo cual es compatible con respecto a la concentración poblacional en la capital),
Chinandega 9.6%, León 20.7% (igualmente compatible con la concetración poblacional como la
segunda ciudad más grande del país), Masaya 9.9% Nueva Segovia (Ocotal) 10.5%.
Porcentaje
2.- Edad: Frecuencia Porcentaje acumulado
1.Menor de 20 años 219 45,20% 45,20%
2.Entre 20 y 26 años 211 43,60% 88,80%
3.Entre 27 y 33 años 34 7,00% 95,90%
Porcentaje
2.- Edad: Frecuencia Porcentaje acumulado
1.Menor de 20
años 108 44,3% 44,3%
2.Entre 20 y 26
años 101 41,4% 85,7%
3.Entre 27 y 33
años 23 9,4% 95,1%
4.Más de 34
años 12 4,9% 100,0%
Total 244 100,0% 100,0%
Porcentaje
2.- Edad: Frecuencia Porcentaje acumulado
1.Menor de 20
años 111 46,3% 46,3%
2.Entre 20 y 26
años 110 45,8% 92,1%
3.Entre 27 y 33
años 11 4,6% 96,7%
4.Más de 34
años 8 3,3% 100,0%
Total 240 100,0% 100,0%
Como podemos observar en las tablas anteriores, la mayor parte de la muestra está concentrada
en una población joven menor de 26 años y en esa estratificación, una representación mayor de
mujeres, para un 96,7% de mujeres y un 85,7% de hombres.
8
En cuanto a las disciplinas o carreras que estudian las y los encuestados que respondieron a esta
pregunta (413), se observa una concentración en las ciencias administrativas (31.5%), Ciencias
Sociales (23%) e ingenierías (17.7%). El resto de las ciencias (médicas, de la comunicación,
puras y agrarias) reflejan un acumulado de 27.8%:
4.Lesbiana (Mujer
homosexual) 6 1,30% 100,00%
No obstante, es notable que ante la pregunta de si “alguna vez se ha sentido atracción hacia
alguien de su mismo sexo”, hay un incremento en dicho porcentaje con respecto a como “se
definen a sí mismas”, sin que necesariamente la respuesta de “sentirse atraído o atraída”
signifique una relación genital. Este aspecto no fue profundizado en el estudio, ya que se enfocó
más en su actitud hacia terceros. El 7.5% del total de las personas encuestadas refieren que sí se
han sentido atraídas alguna vez por personas de su propio sexo, a como observamos en la
siguiente gráfica:
600
400
92,50%
200
7,50%
0
1.Si 2.No
9
Por otra parte, solamente el 12.2% de la muestran dijeron tener hijos o hijas, lo cual permite
explorar reacciones frente a los temas expuestos en una población joven mayoritariamente sin
experiencias concretas con respecto a situaciones relacionadas con su círculo familiar más
cercano. No obstante, un 52.8% afirma saber de amigos o familiares que son abiertamente
homosexual. Esto, de alguna manera marca una “distancia psicológica” entre lo que “creen” o
“cómo reaccionarían” ante situaciones reales o hipotéticas (sugerida por las preguntas y sus
reactivos) relativas a la homosexualidad, en la mayoría de las personas encuestadas.
500
400
Finalmente, pues, podemos decir que la población explorada es mayoritariamente joven (menor
de 26 años), proporcionalmente a la población en general en términos de sexo y que en general
se define a sí misma como heterosexual (95%).
La primera reacción que se explora en el caso en que “Cual cree usted que seria su reacción si
descubre que su hijo es gay/lesbiana” despunta con un 93.8%:
500 Si
400 No
No
455
300
93.80%
200
100 Si 30
6.2%
0
10
creencias, un alto porcentaje (96.7%) no enviaría a su hijo o hija a “terapia psicológica para
cambiar”.
500
459
400
Si
300
No
200
100
0 26 94.60%
5.40%
Frecuencia Porcentaje
.
Un porcentaje similar (de las 485 personas que respondieron) se expresa cuando se les pregunta
de cómo reaccionaría si descubren que un hermano o hermana es gay o lesbiana:
Porcentaje
Aceptación Frecuencia Porcentaje acumulado
Si 30 6.20% 6.20%
No 455 93.80% 100.00%
Total 485 100.00% 100.00%
Asimismo, un 99.6% no les agrediría, ni lo desconocería, echarlo fuera del hogar o aislarlo dentro
del hogar, en iguales proporciones. La afirmación de no considerar que la terapia psicológica sea
apropiada como recurso para cambiar la opción sexual.
600 423
400 Si
200 62 No
0
Si No
11
Recurrir a la terapia psicológica no parece ser una forma de reorientar la sexualidad de
homosexuales hacia la norma “heterosexual” del deber ser, ni tampoco recurrir a la religión. No
obstante, el “comunicar a la familia” si es más favorable en la opinión de los encuestados, lo cual
se presenta como un gran reto ante las organizaciones o iniciativas sociales que trabajan en
estos temas.
No 374
Si 111
Si No
Buscar “mejores amistades”, infiriendo con ello a amistades “heterosexuales” no parece ser una
recomendación favorecida entre las personas encuestadas:
500
400
300
200
100
0
Hacer "mejores" Si No
amistades
Ahora bien, si estas posibles reacciones se trasladaran a la posibilidad de que esto le ocurriera a
las personas encuestadas (experiencia propia), las respuestas que favorecen las opciones de
auto aceptación, el auto cuidado o la búsqueda de recursos terapéuticos, se incrementan, aunque
la proporción sigue siendo más o menos equivalente a si se tratara de terceros:
12
Que cree usted que haria si alguna vez se sintiera atraido
por alguien de su mismo sexo
250 23%
200 16% 16%
150 10% 11%
100
9% 8%
5% 2%
50
0
Buscar ayuda
Cambiar de
Comunicarselo
Ocultarlo
Salir de la
amistades
a un amigo/a
psicológica
casa
A pesar del alto porcentaje de personas que no “aceptarían” el comportamiento o identidad
homosexual de hijos, hijas, hermanos o hermanas, parece haber un significativo reconocimiento
(53.9%) de quienes consideran que los gays y las lesbianas pueden ser buenos padres.
Esta “actitud favorable”, a su vez es compatible con su “reconocimiento” de ciertos derechos que
podría o deberían gozar gays y lesbianas, por cuanto las opiniones aparecen claramente
divididas:
500 83%
90%
400 75% Si
59% 57% 56% 60%
54% 54% 52% 53% No
300 46% 46% 48%
41% 43% 44% 40%
200 25% 27%
17%
100 10%
0
vivienda
Todos
Adopción
Bono de la
Herencia
Matrimonio
Ninguno
Pensión
indirecto
Unión libre
Creditos
migratorios
Seguro
Derechos
vivienda
social
para
Dado que el estudio refleja un alto porcentaje de personas que se identifican como
“heterosexuales (95.2), es interesante afirmar que este estudio confirma muchos hallazgos
encontrados en estudios similares en grupos poblacionales afines en diversas partes del mundo.
Barra (2002) comenta que existe poca información acerca de las actitudes de hombres y mujeres
13
heterosexuales del mismo y otro sexo. Y en ambos casos, ya sea de actitudes hacia los
homosexuales en general o hacia los homosexuales de cada sexo, existen resultados
discrepantes (Barra, 2002). De este modo, los datos obtenidos en este estudio no sólo
incrementan la evidencia acerca de las actitudes que hombres y mujeres poseen frente a los
homosexuales, sino que igualmente aporta nuevos conocimientos respecto a la interacción entre
las actitudes y las creencias, tanto positivas como negativas, como categorías constituyentes del
prejuicio según la teoría de Allport (1963).
Ante esta aparente contradicción entre el alto porcentaje de personas que no favorecen la
“aceptación de la homosexualidad”, versus un aparente reconocimiento favorable de ciertos
derechos, es importante hacer algunas distinciones, tales como la estratificación de edades, por
ejemplo:
Como podemos ver, el mayor porcentaje de las personas encuestadas que no aceptaría a un hijo,
hija, hermano o hermana homosexual, se encuentra entre las personas entre 18 a 27 años versus
las que si aceptarían. Entre la población mayor de 26 años, las proporciones se equiparan un
poco más y es el rango de edad donde se encuentran el grupo de personas que dijeron tener
hijos e hijas.
Los resultados de esta encuesta de opinión, en cuanto al análisis de las variables afines que
reflejen manifestaciones de “no aceptación” o rechazo frente a la homosexualidad (como actitudes
homofóbicas), dejan al descubierto una serie de “aparentes ambigüedades” cuando se trata de
apreciaciones generales, o incluso “polarizaciones” de opiniones y creencias cuando se entra en
detalle en determinadas cuestiones sobre homosexualidad, que podrían estar mediatizadas por
las profundas raíces socio culturales, antropológicas y psico sociales que subyacen en el prejuicio
social frente a los temas de sexualidad y particularmente sobre la homosexualidad.
Por otra parte, el alto porcentaje de “no aceptación” se ve mejorado cuando se confrontan “sus
reacciones emocionales” con lo que la cohorte encuestada considera lo “que debería ser”. Llama
la atención un mejoramiento aparente en el reconocimiento de ciertos derechos para gays y
lesbianas, la no necesidad de terapias psicológicas para cambiar de opción sexual, una cuarta
parte de la muestra que considera que la homosexualidad es una opción asumida
voluntariamente, casi la mitad de los mismos que consideran que el papel de la iglesia debería ser
de mayor comprensión y apoyo, un bajo porcentaje de personas que recurrirían a acciones
agresivas o de rechazo total ante la posibilidad de tener un familiar homosexual. Es importante
que las y los tomadores de decisiones que intervienen en temas de salud sexual y reproductiva,
Derechos Sexuales y temas afines, tomen en cuenta estas distinciones en la población joven,
14
tomando en cuenta que las proporciones entre hombres y mujeres en esta muestra están
mayoritariamente en las edades de 18 a 26 años.
Aunque cada vez existe mayor conciencia y aceptación de la diversidad humana en variados
planos, el tema de la homosexualidad sigue provocando intensas reacciones emocionales en
muchas personas, y aún se percibe a los individuos homosexuales como enfermos, desviados y
peligrosos, a como podemos comprobar en la tabla de ejemplos sobre la relación entre
homosexualidad y Sida/ITS. Tales percepciones y reacciones emocionales, en muchos casos
negativas, pueden ser incluidas dentro del concepto de prejuicio, “ya que aluden al estado de
ánimo favorable o desfavorable que acompaña a un juicio previo y sin fundamentos” (Allport,
1963).
Como observamos en los resultados de las frecuencias por reactivos que permiten explorar
algunas actitudes de las personas encuestadas con respecto a sí mismas y a terceros, parece
claro, por un lado, una evidente actitud desfavorable (“no aceptación”), pero a la vez, -por otro
lado-, una más favorable actitud (inferida por el reconocimiento de ciertos derechos), así como
baja frecuencia de personas que reaccionarían con un total “rechazo” o agresiones físicas.
Resulta pues, importante explorar algunas creencias que pudieran estar relacionadas con estas
aparentes ambigüedades.
En primer lugar, la opinión ante “el amor entre personas del mismo sexo” resulta dividida entre
aquéllas que consideran que es “imposible” y resultado de una “confusión sexual” (para un 41.8%
acumulado) y aquéllas que consideran que “verdadero aunque superficial”, “verdadero y
profundo” o aún “equiparable al amor heterosexual”, para un acumulado de 47.2% de las 452
personas que respondieron a la pregunta, polarizan la opinión de la cohorte.
21% 21%
12%
30%
16%
15
• Un 29% responde con “aceptación”.
• 15% con disgusto o desagrado.
• 23% relaciona homosexualidad con alcohol y droga.
• 16% con enfermedad mental.
• 23% con orientación sexual valida.
• 31% con promiscuidad.
• 21% con Sida.
• 22% con soledad.
• 14% piensa en solidaridad.
• Y 28 respuestas individuales (con frecuencias de 1 a 2) que refieren pensamientos la
mayor parte desfavorables, tales como: “alejamiento de Dios”, “algo fuera de lo normal”,
“algunos son vulgares, “asco”, “depresión”, “autonomía”, “locura”, “indiferencia”, “con tal
que yo no sea”, “vergüenza”
Cuando el cuestionario busca respuestas aún más específicas para explorar creencias sobre la
razón u origen de la homosexualidad, las personas igualmente dividen sus opiniones en una
diversidad de posibilidades, como lo demuestra el siguiente cuadro:
300 28%
250
200 19% 18%
150
100 7% 6% 7% 7% 7%
50 2%
0
Ab Ba De De De En Fa Fa M
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an gu n al bio nt ali c /s s
t il e nz v l ó al da exo
a o l un gic a d /D .. .
t.. io
. s
Como podemos observar, hay mayor frecuencia entre opiniones que se relacionan a asuntos
biológicos o psicológicos tales como determinación biológica, trastornos por abuso sexual,
enfermedad mental. Un 7% por razones religiosas no parece ser muy significativo, pero si es
importante tomarse en cuenta en el diseño de programas relacionados con la temática, tomando
en consideración que un 28% cree que se trata de una “decisión personal voluntaria” y que un
29% considera que el “mayor problema” que enfrentan gays y lesbianas es la “discriminación”:
8%
29%
3%
9%
12%
7%
5%
16
A pesar de las consideraciones señaladas anteriormente, así como de las aparentes
ambigüedades sobre “aceptación y rechazo”, las respuestas fueron más contundentes cuando se
refieren a la relación entre homosexualidad y Sida/ITS:
3.No sé
66
2.No
183
1.Si
235
Asimismo, en su relación con temas de alcohol y drogas con un 30.6.3%, y el resto dividido entre
un no sé y un no, lo cual reafirma un sentimiento de estigma y prejuicio:
3.No sé
23.10%
2.No 46.30%
1.Si 30.60%
Por otra parte, a pesar de que las consideraciones religiosas no parecen ser muy significativas
cuando se trata de explorar actitudes frente a sí mismas o hacia terceros, la asignación del papel
que “debería jugar la “iglesia” frente al tema de la homosexualidad es evidentemente dividido y
polarizado en las opiniones de las personas encuestadas:
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Dada la importancia que reviste que más del 20% de las personas encuestadas relacionan
directamente la homosexualidad con el Sida, las ITS, el alcoholismo y las drogas, dimos un
vistazo a las 353 expresiones de respuestas abiertas que nos indican frecuencias significativas
relacionadas con la percepción de las personas que respondieron a la pregunta que relaciona
homosexualidad con Sida/ITS por razones de promiscuidad (89% de las respuestas afines) y falta
de protección en las relaciones sexuales (97% de las respuestas afines).
A pesar que varias expresiones infieren algún tipo de prejuicio, rechazo u homofobia expresa,
también parece evidente que las y los encuestados consideran que la infección por VIH o las ITS
igualmente pueden ocurrir a heterosexuales u homosexuales, hombres o mujeres en
dependencia de las prácticas de riesgo en sus relaciones sexo-genitales. A continuación
recogemos algunas expresiones particulares entre las y los encuestados que reflejan grados de
prejuicios y homofobia explícita:
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6. Conclusiones
Este estudio constituye un primer esfuerzo para documentar las actitudes y creencias que
subyacen en el imaginario de una población joven con un nivel educativo superior con respecto a
la mayoría de la población nicaragüense, en relación al trinomio “homosexualidad-homofobia-
Sida”.
No hay evidencias de estudios similares en nuestro país, por lo que este primer acercamiento
significa un paso importante para revisar y direccionar el diseño de estrategias y programas de
educación y prevención del Sida y las ITS, especialmente en población masculina, que se
enfrenta ante el fenómeno social de la homofobia, como factor de obstáculo para buscar
información, tener acceso de los servicios en salud sexual y reproductiva y aún, para asumir sus
derechos y responsabilidades frente a su salud sexual y reproductiva.
Como bien afirma el Dr. Javier Domínguez del Olmo, Oficial Nacional del UNFPA, Secretario
Técnico de ONUSIDA/México, en el lanzamiento de la Campaña (2005): “indudablemente se
necesitan cambios amplios y duraderos en las actitudes sociales si se quiere avanzar en el
ejercicio de los derechos humanos, en este caso en particular, en la lucha contra el estigma y la
discriminación relacionados con el VIH/Sida.”
Este estudio nos muestra algunos hallazgos que pueden ser utilizados como claves de
interpretación del fenómeno de la homofobia y su relación con el VIH/Sida y las ITS, en futuros
estudios a profundidad y en la incorporación de esos hallazgos en las estrategias de intervención
educativa y preventiva sobre la epidemia del Sida en Nicaragua y en la región Centroamericana.
Aunque un poco más del 7% admite haber sentido alguna vez alguna atracción por una
persona de su mismo sexo, parece que no infiere significativamente en su autodefinición
de su orientación sexual. Solamente cerca del 5% de esta población encuestada admite
ser homosexual o bisexual.
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como la ruleta rusa” o “si no te cuidas da igual con quien tienes sexo”. Esto parece
reforzar la estrategia de mayor información sobre las vías de transmisión del VIH y las
ITS.
Aunque las opiniones están divididas y polarizadas con respecto al papel que debería
jugar la religión o las iglesias con respecto a las personas homosexuales, un porcentaje
significativo aboga porque su papel debe ser de comprensión y aceptación. Asimismo, se
favorecen la opciones de “comunicarlo a la familia” o “buscar apoyo para auto aceptarse”
por encima de las tradicionales opciones de “terapias para cambiar de opción” o “cambiar
de malas amistades” o “refugiarse en Dios” con el fin de cambiar
7. Recomendaciones
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8. Referencias Teóricas Consultadas
Barberá, E. & Martínez, I. (2004). Psicología y Género. Madrid: Pearson Prentice Hall.
Barra Almagiá, E. (2002). Influencia del sexo y de la tipificación del rol sexual sobre las actitudes
hacia la homosexualidad masculina y femenina. Revista latinoamericana de Psicología, 34, 3, 275
- 284.
Feldman, R.S. (1998). Psicología con aplicaciones a los países de habla hispana. México: Mc.
Graw - Hill.
ONUSIDA. Marco conceptual y base para la acción: Estigma y discriminación relacionados con el
VIH/SIDA. Versión española Junio 2002. Ginebra.
Rick Brentlinger´s Gay Christian 101. Spiritual Self- Defense for Gay Christians. What the Bible
says really about Homosexuality. Copyright 2007 by Richard G. Brentlinger. EUA.
Rina Riesendfeld. Papá, Mamá, Soy Gay. Una guía para comprender las orientaciones y
preferencias sexuales de los hijos. Grijalbo 2002.
Rodríguez Madera, S. & Toro-Alfonso, J. (2002). Ser o no ser: la trasgresión del género como
objeto de estudio de la Psicología. Avances en Psicología clínica latinoamericana, 20, 63 - 78.
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