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. rrar. Cada una de ellas puede dejar su marca en la personalidad 8 comportamiento infantil de cerrar la boca para no comer el
:adulta Una experiencia infantil de indulgencia o de frustración alimento ¡ndeseado. puede reflejarse en la tendencia posterior
. en la satisfacción de las necesidades primarias. lleva a una acti- que va desde la cerrazón en si mismo a la negación de lo que es
¡.tud y a una estructura de la personalidad diferentes; se pueden propuesto por los demás antes de probarlo, es decir, ames de
predecir actitudes de optimismo. en el primer caso y actitudes ver si puede ser asimilado y asumido en los propios esquemas
~de hostilidad y resentimiento hacia los demás. en el segundo personajes. Estas caraeteristicas se manifiestan con tonalidades
e intensidad diversas: por ejemplo. actividades como el fumar, el
i (Udz. 1973) ..-
alcoholismo. la droga y el mismo morderse las uñas tienen una
:J Asumir'·
gama muy amplía de posibles significados. relaoonadas con de-
La adecuada satisfacción de. esta actividad puede dejar su ficiencias de personalidad de muy diverso porte. .
huella en los comportamientos postenores'Y hasta en la edad Evitando una visión exclusivista y determlnista. lo expuesto
,multa ?or eiemolo: aesde el aorenaer o adquirir conocimienros puede ser una ayuda para acercarse de manera mas aprooiada
o coaer n2sr2 la identificación con 125 Dersonas ·sl9f11ficanvas o a la oersona concreta: ofrece la posibilidad de un anali::;i::; poste-
de presagIO. como forma de asumIr el moao ae sennr. pensar o rior ee la slluaclon ae ia aue ei c:::moortamlento ouede 5er sola·
acruar ae lOSdemas. mente una oane externa y aoareme. SInIOma oe una rcalldao v
.:") Tener ." ee una proolematica personal mas oroiunaa .
El deseo de poseer puede encontrarse en las etaoas sucesi- 2.1.3. Exigenaias de desarrollo
vas como necesidad de afirmación en la relación con los demás
Recordamos la importancia de la fase oral y de los primeros
o como miedo de perder lo que se posee. E.xDresiones típicas de meses de la vida del niña para iniciar la expenencia de autono·
esta -caracteristica de la personalidad pueden ser tanto la resolu- mia de manera satisfactoria. La reiacíón con la figura matema es
ción y deter:Tlinación al tomar decisiones. como la obstinación en fundamental para la subsistencia del niño, para su inserción en el
mantenerJas:
aliloiente social y para sentar los fundamentos de su personali·
D Morder dad. La dependencia afectiva del niño. como signo de coníianza
total en la figura materna. constituye el núcleo central de los de-
Las ¡nsatisfacclones expenmemacias a ntvel infantij pueden
sarrollos sucesivos. La:figura m2Iema debe tener en cuenta lo
manifes¡arse en el comoortamiento destructivo o en-actividades
que hemos eXDuesto ee modo que se evite tamo una comunica-
socialmente mas aceocadas que pueoen Ir oesde un lenguaJe
ción VIciada como la explotación del niño. conSiderado un oojeto
agresivo. mordaz. haSLélformas reñnadas de sarcasmo y de o-
msmo. que satisiace las necesidades de la tamilia.
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173
::¿.2.Fase anal:
ap-roximadamente de 1 a 3 años
acepte intrínsecamente al hijo, y éste, que hace de su obstina-
La fa~e anal comienza a tener su importancia alrededor del ción en no evacuar, cuando y donde quiere la madre, una mane-
: segundo año de vida, aun cuando continúan estando presentes ra inconsciente de vengarse de las exigencias absurdas a que
las necesidades orales. El niño, a través del proceso de elimina- está sometido. En este caso, el conflicto y el posible trauma que
ción, descarga la tensión debida a los residuos de alimento acu- pueden crearse son la consecuencia de una educación equivo-
i mulados en el intestino, obteniendo un placer, aunque no sea
cada por parte de las figuras paren tales. Esta situación de con-
más que por ElI alivio alcanzado. Este proceso natural se realiza flicto esconde otra mucho más profunda que nace de la aversión
! sin ingerencias extemas, familiares o sociales durante los prime- al niño, que puede convertirse en una víctima del entomo fami-
ros meses de vida. A un cierto punto, las presiones extemas, por liar.
! lo general las prescripciones parentales, se convierten en una re- La excesiva erotización de la zona anal sigue a un prematuro
gia que se debe seguir en el proceso y en la práctica de la elimi- interés de la figura matema por los problemas de limpieza. Las fi-
nación; comienzan explícitamente las primeras exigencias para jaciones a nivel anal son, con frecuencia. reflejo de la excesiva
que el niño aprenda el control de los esfínteres y para que obser- preocupación de limpieza por parte de los padres (Udz, 1973).
ve las normas que dicta la convivencia familiar y social. Sears insiste sobre la importancia de la fonmación de los pa-
La libido, como fuente de energía sexual, cambia la zona de dres para desempeñar con eficiencia su papel educativo (Maier,
descarga y envuelve la zona anal que se convierte así en fuente 1972). En la educación para la limpieza, por ejemplo, es posible
de placer o de disgusto según alcance la satisfacción de las ten- distinguir el proceso de la evacuación. el resultaqo obtenido y los
i denclas o permanezca insatisfecha. - órgaJ10s de eliminación. Puesto que los órganos de eliminación
La teoría psicoanalitica da mucha importancia a esta fase; pertenecen a la esfera biológica sexual, las imprecisiones de len-
. presenta la evacuación de las heces y el aorendizaje de la lim- guaje y. soore todo. las confusiones indebidas crean dificultades
pieza como situaciones que estimulan la psicosexualidad infantil, tanto en la esfera psicosexuaJ como en la forrtlaCJónglobal de la
una especie de erotismo anal (Lidz. 1973)_ personalidad. Cuando, por ejemplo, una madre dice al hijo eres
Las nonmas familiares constituyen el punto inicial de referen- un sucio o eres malo, refiriéndose al hecho de haber manchado
I cia para el nacimiento de la socialización primaria dentro del nú- fuera de lugar. crea confusión en el niño. Este no distingue entre
c~eofamiliar. Las actitudes de los padres y los métodos emplea- el lugar. el producto y los órganos de la eliminación. Nace espon-
dos para conseguir que el niño responda a sus deseos y a las táneamente el siguiente razonamiento: ser sucio es negatIvo. por
normas de comportamiento favorecen el nacimiento de actitudes lo tanto yo soy negativo: puesto que me SiNO de los órganos se-
. y la creación -de un esquema de referencia que el niño tendrá xuales para hacer algo sucio, es decir, negativo. también ellos
presentes en sus relaciones con el mundo externo (Miller, 1983). son negativos. Este modelo de lectura constituye un posible es-
quema interpretativo dE'; la formación de la personalidad del niño.
-. 2.2.1. Aprendizaje de la limpieza personal
Et niño puede desarrollar comportamientos desordenados ante
La situación del aprendizaje de la limpieza constituye un mo- exigencias excesivas o introyectar actItudes de generosidad ante
¡ mento critico de esta fase y de todo el desarrollo de la persona. las alabanzas de la madre al evacuar, al ofrece( algo suyo. de
¡ Una educación prematura a la limpieza, antes de los dos años y manera oportuna (Miller, 1983).
medio o de los tres, puede crear problemas en cuanto que el ni- En la relación establecida entre las figuras parentales y el hijo
ño no se siente completamente preparado para afrontar tajes pueden detectarse dimensiones diferentes que van desde una
exigencias. Por otro lado, el presentar la limpieza como un signo percepción correcta de la figura matema a una percepción nega-
de la habilidad de la madre o de la madurez del hijo es peligroso tiva de la misma: desde un comportamIento infantil adecuado a
para el crecimiento del hijo. Puede también darse el caso que conductas claramenre desadaptadas: desde una aceptación del
exista una lucha solapada y tenaz entre la madre. que quizá no propio cuerpo al surgIr de problemas sexuales: desde una con-
cepción positiva y una aceptación personal a un concepto negati-
174 '10 de sí mismo.
l. ~
17=-
22.2. CaracterÍsticas anales de fa personalidad El significado de éstas y de otras características, apal1e su
Las características anales de la personalidad representan los polaridad. depende de su intensidad y de su integración en la
personalidad. Son características ambivaJentes en cuanto que su
polos opuestos de algunas dimensiones desarroiladas durante la
asoecto positivo d.epende de su utilidad para favorecer el creci-
. para la lima¡eza,
educación .~. desde. el retener hasta el dejar co- .
miento de la persona y para desenvolvef en modo correcto el
rrer. a 'retener y el dejar correr pUe<1enexoresarse tanto a nivel
propio trabajo tanco a Ítivef profesional como relacionaL
material y ejecutivo, desde la avaricia hasta quedarse sin recur-
sos por falta de control. corno a nivel cognoscitivo y de informa-
2.2.3. Exigencias de desarrollo ~
ción;!desde la censura y el guardar para sí celosamente cual-
quier información hasta inspirar una total desconfianza por la Se puede constatar una relacién entre la fallade afecto ma-
incapacidad de conseNar un secreto (Lidz. 1973). temo y la imposición de la limpieza en el hijo. Sin generalizar. se
La nota común a las caracteristicas anales es su ambivalen- puede decir que los cuidados matemos que no garanticen un
cia, es decir, presencia de polos opuestos. Indicamos algunos afecto auténtico hacia el hijo se convierten en esfuerzos y sacrifi-
cios exagerados para mánifestar extemamente. de modo social-
ejemplos típicos.
mente aceptado, que existe interés y amor por el hijo. Es pOSible
• Limpio y ordenado frente a sucio y desordenado ~/erificar una relación entre la insagundad y ansiedad de la madre
Esta dimensión refleja. casi al pie de la letra, el resultado del por una parte y la necesidad. casi patológica, de anticipar el mo-
aprendizaje de la limpieza segun las prácticas seguidas por las mento cel aorendiz31e de la limpieza del hijo por otra En algunas
figuras paren tales sea respeta sea imposición. . ocasiones. cuando el niño no está biolóolcamente precarado pa-
ra ei contral de los estimeres. se da una verdadera vloienoa fisi-
• Ahorrador y previsor frente a derrochador y descuidado ca presentada bala forma de interes y de canfÍo.
Son los dos. extremos en la gestión del~ economía f~i¡iar. Un comportamIento no respetuoso puede originar. como de-
fensa. un recnazo inconsciente dei hiio haCIa las iigurcs parenta-
•. Generoso y disoonible frente a avaro y agarrado
es. cue nace ae la Imoosioriidaa física de resooncer a sus eXI-
;::¡eoreseman aos asoecros generales cei dar o reraner. Guvas
;encI2s: ;Tlas ,arce. :Jueae convemrse en un COme0l12mlentO
:nanliesraclones se manliiesran segun el camoo cencrero. :::orenmdo Que se emOleara slemore Que no se QUieraresconaer
a ¡as expectativas de otras personas.
.
• Creacrvoy eúcaz frente a apocaao y depnmido ,
.•-r-rl
176 '"
bas y se casará con Yocasta. Edipo desvela el secreto, encon-
ganas genitales, que van unidas a la figura matema y a los cui·
dados físicos que ella desempeña en la limpieza del niño. Del trando la respuesta Se convierte. de este modo, en Rey de Te-
, baS y en esposo de Yocasta. sú madre. Del matrimonio, entre
• placer exnerimentado. ligado;8, la zona sexual, nacen conflictos y
sentimientos de angustia, de temor y de culpabilidad (Lidz.. Edipo y '(ocasta, nacen diversos hijos. Finalmente se descuDre
1973). Dado que las fantasías de tipo erótico se relacionan con que el oráculo, que se auería evitar a toda costa. se ha cumplido;
las figuras parentales, la sexualidad infantil se hace ·objetuar; el Edipo ha matado a su padre y se ha casado can su madre. La le-
padre del sexo opuesto se conviene en el objeto hacia el que se · yenda se concluye con el suicidio de Yocasta. madre y esposa,
dirigen los sentimientos infantiles, desde el afecto hasta el odio ¡ mienU'as Edipo se saca los oJos.
Para Freud. la Situación que narra la leyenda tiene un carác-
(Moralecic.. 1987).
Esta consideración nos coloca en el corazón de la fase, es · ter universal porque toda persona vIve la tragedia de Edioo. La
decir, en el complejo de Edipo, de capital importancia en la teoria energía sexual se descarga sobre el padre del sexo opuesto,
mientras se origina una hostilidad hacia el del mismo sexo. En
psicoanaJñica como clave de explicación de muchos comporta-
mientos y íuñdamento de la formación de la personalidad iniantil. otras palabras. la libido tiene como objeto el padre del sexo
opuesto; el niño quiere poseer. sexualmente. a la madre y elimi-
Siguienóo ei esquema utilizado en las otras fases presentamos
la situación edíplca. nar al padre;, la niña al revés.
El nacimiento y el oroceso del comple¡o de EdíDOson distintos
23.1. Situación edípica en los oos sexos (Haii. Liazey. 1970: Mora/ea2.. 1987). En lOS se!s
-La slluación eciiOlca es ei centro oue slnteriZa ia oroblemátíc.:: Dnmeros. meses oe VJC2.. ia iígura materna es la oue oe oro:nanc
ae la iase fáiic2.. Es¡a situación. con mooos eimensldad ciiver• cuida ae los hiJOS peoueños y salls;ace sus neceslaaces onrTié-
nas y hace surgir las secundanas. La maore es el oo)elO de amor
soso pueoe hallarse. mas o menos ..presenle~én la· 100alidad de
los casos; en cambIO, el querer hablar ae un complejo de Eciipo. y el padre pude ser considerado como un obstáculo a la omnlore·
universalmente presente, con las caracteristicas señaladas por li- . "'sencia de la madre y. por ello, ser considerado como nval que ro·
ba el tiempo y las manifestaciones de afecto hac¡a a los hijas. El
terarura psicoanalitica. como única hipótesis posible para expli-
~padre se cOnvierte tambien en punto de referenc¡a para u~a pri-
car una gran variedad de componamienlos, ·es más discutible y
mera identificación. Estos sentimientos permanecen larao tiempo
menos justificable.
en los hijos. mientras que' se modifican en el caso de las-hijas.
El Complejo de Edioo ha sido tomado de la leyenda de Edipo
Rey, de Sótodes. El oráculo habia predicho que si Laya. rey de O Manifestaciones en el hijo
Tebas. casado con Yocasta. tenia ciescendencia. un hijo suyo se
En el hijo aparece con fuerza el deseo incestuoso hacia 12
convertiria en parricida. Laya. en estado de embriaguez.. concibe
madre y el odio hacia el padre, visto como rival. tanto a nivel de
un hijo: 'E.ciipo..P ara eVitar se cUlT'piiera el vaticinio. Laya abanoo- · sueños y de pura fantasía como·a nivel de esperanza que pue-
naa su hijo Edipo en el monte 'Cnerón. Edipo es recogido por
dan realizarse sus deseos. Dado que los órganos genitales se
Polibio. rty de los corintios. que lo cuida como si fuese su proDio hallan implicados en estos procésos. se origina el miedo y la an-
hijo. sin que Eciipo descubra quién es su verdadero padre. Edipo. gustia de castración. Los deseos...sexuales hacia la madre y los
adulto. consulta al oráculo de Dellos. que le aconseja no vuelva
de hostilidad hacia el padre son removidos y cambiados en aiec-
a su tierra porque, si lo hace. matará a su padre y se casará con
lo hacia la madre y en una posible actitud de obediencia y respe·
su madre. Edipo decide no volver con Polibio, creyendo que era
to haCIa la figura pate'ma. desDtJés de experimentar un normal
su padre. y se dirige a Fócid~. =n una encrucijada encuentra a sentido de culpabilidad. El miedo a la C2stración en los niños ia-
Laya. su verdadero padre: discuten sobre cuién tiene la prece- voreee la suoeración del Comoleio de édipo. De este modo. el
dencia y ouién ha de ceoer el paso. Luchan. Edipo mata a Laya. Super-Yo adquiere una importan~ia decisi~a como heredero na-
Ue1Ja a Tebas. a la aue amenaza una maldición hasla que no se tural de! CompleJO de édipo. que defienae al niño contra sus oro-
desvele e! enigma oe ia Esfinge. Creonte. sucesor de Laya. pro- PIOS deseos incestuosos y agresivos.
mete que quien descuoraeste secreto heredará el reino de Te-
;79
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o Manifestaciones en la hija rar :?l Complejo de Edipo, la aceptación de los propios límites y
los medios empleados en fa educación de los hiios son sólo al-
En la hija la ¡ibido ·objetual" cambia; de la figura materna pa-
gunas de las variables que obligan a revisar los procesos ex-
sa a la patema. La niña, cuando toma conciencia de su carencia-
puestos. Concluimos diciendo que es la situación misma que se
del órgano mascuiino, echa la culpa a la madre y transfiere su
establece en las relaciones entre padres e hijos el verdadero amo
carga afectiva al padre, que ve como objeto de amor y de envio
biente que hay que tener en cuenta para poder analizar los me-
dia, .,por poseer lo que a ella le falta. En este sentido la envidia
canismos del Complejo de Edipo.
del pene, en la niña~ corresponde a la angustia de castración en
el niño; en ambos casos al mecanismo que se pone en movi·
2.3.2. Características fálicas de la personalidad
miento se le llama complejo de castración o de eviración, es de-
Qe! modo· de resolver la situación edípica pueden derivarse
cir, el niño teme perder el órgano y la niña cree que ya ha sido
~ privadá de él. comoortamientos dileremes en la edad evolutiva: pueden apre-
! En la niña, esta vivencia origina el Complejo de Edípo,- llama- ciarsa resonancias de la fase fálica en todas las etaoas de la vi·
do Compleio de EJectra, con manifestaciones opuestas a las del da. Presentamos algunas características fálicas de la personali-
niño, es decir, amor al padre y hostilidad hacia la madre. La niña dad adulta y posibles repercusiones que permanecen después
no remueve sus deseos de manera tan global como el niño; re- de la lase fálica (Udz. 1973).
suelve con la compensación, al menos parcialmente, la situación O Resolución edípica invertida
. tanto a nivel de fantasía, con el deseo de tener un hijo, como a
La resolución invertida de la situación edipica tiene como
nivel real. cuando de hecho lo tiene, en espeClal si es niño. En la
consecuencia una idemificacióncruzada respecto al sexo, es de-
niña, a diferencia del niño, la creencia de haoer sido privada del
cir, con el padre- deJ sexo opuesto, aunque pedria.[1o serio en
órgano ma?cuJino favorece el CompleJO de Edipo, que' se mani-
cuanto a las carao:erisucas culturales propias de los sexos, por
fiesta con la envidia que tiene del pene.
ejemplo. dominio contra pasividad. En esta hipótesis los interesa-
:J Conc!us¡ón de la situaóón edipica dos buscarian un aareto de amor de! mismo., sexo. Por este me-
Al final de la sl!uación edioica. ya estan constItuidas funaa- canIsmo aa la resoluclón de la situaCIón edioica se caarían exoli-
mentalmente las !res estruCturas de la oersonaiidad el EHo. el car algunos casos ea homosexuatidao_
'Yo y el SUDer-Yo: entre elias surgen comOlicaaas íelaClones ae ) Ccooerac:on o rrvaJidaa frarerna
alianzas y comoromrsos. El Yo aebe lucnar. a veces. con¡ra los
El tipo ae rsiaclon establecida entre hermanos Influye a la
·potentes impulsos el Ello y, a veces. contra un Suoer-Yo dema-
anora de encaolar las poste(lores ralacones inlerpersonales. Un
's¡ado rígido. Por otra parte. el Super-Yo puede faciiitar el trabaja
hermano Visto como rival y como amenaza para ootener la pose-
de! Yo para vencer en la lucha contra el Ello; otras veces, en
sión de los padres deja como actituc de fonda una tendencia a la
cambio. puede debilitar10 dando lugar a sentim~ntos de culpabili-
íivalidad y a· ¡a lucna para vencer en la rela,:ión con los compañe-
dad. obligando al Yo a recurrir a mecanismos de defensa para
ros_ Y, al coneraría. una exoenencia fratema de coooeraclón al
enfrentarse con la realidad de un modo menos angustioso.
afroncar los problemas familiares faCIlita una actitud a' considerar
La pista de lectura propuesta nos parece interesante para
a las iguales y a los adulto? coma compañeros de equipo para
comprender algunos comportamientos humanos. infantiles y
resolver las tareas de desarrollo.
adultos. Intervienen otros factores. que exigen nuevas exoiicacío-
I..a situac:án de! hijo ÚniCO deoende de su modo de situarse
nes: el modo de dar o recibir afecto. el control del modo de sen-
"me lOS oaares. aue pueee ear lugar a una aC1'Jtudde compell-
:ir, pensar y obrar de los hijos oeaueños son elementes de cam-
clán o de caoperaoón.
tal importancia para entender las mismas Jeíaciones de
Son mucnas ¡as actltuaes y los comportamiemos aprendidos
deoenaencla entre padres e hiios.
en el ammence iamtiiar. Baste pensar. por eiemolo. al caso de
Las características biológicas ee la oersonaiidad de lOS niños.
una hija mayor que cuida oe sus hermanos más peaueños; pue-
la estrucrura de la personalidad de los padres. al moao de suoe-
180 181
de, así, desarrollar actitudes maternales que aparecerán des- identificación con el agresor, imitando las características agresi-
pués en su vida de muchacha adulta y de madre. vas. Si el sujeto no logra una verdadera identidad seguirá pen-
sando.sintiendo y actuando como el modelo con el que se iden-
O "Machista!'y Wibiciaai.s1a.
tifica ~in gozar de verdadera autonomía. En la edad aduila se
El carácter fálico es considerado, normalmente, como neta-
encuentran personas que se comportan como si fuesen el alta-
mente masculino, seduC{Qrde mujeres y amante del riesgo hasta voz de otras consideradas importantes, denotando un comporta-
la temeridad. Estas manifestaciones pueden interpretarse, se- miento vicario: El refuerzo vicario, obtenido por tales comporta-
gún el mecanismo que utilice el sujeto, como búsqueda de admi- mientos, es gratificante, según sea el poder de la persona
ración de su valor y del poder de su virilidad. a la que no se pue-
imitada y, .al mismo tiempo, liberador en cuanto tales personas
de resistir. Por otra parte, teniendo en cuenta los mecanismos de
difíciimente se comprometen por sí mismas.
remoción y formación reactiva, dichas manifestaciones podrían "Z
Muchos comportamientos expresados con personas que de:
verse como respuesta. para encubrir las presiones de las pulsio- sempeñan cargos de responsabilidad son un reflejo de las rela-
nes incestuosas del periodo edipico, no superadas satisfactoria- ciones establecidas con los padres durante infancia y, en concre-
mente o no integradas armónicamente en la personalidad. to, en el período edípico. La superación de la fase fálica y el
/-Por lo que toca al comportamiento femenino, el carácter falico mecanismo de identificación con los padres constituyen el funda-
I aparece en forma de manifestaciones exhibicionistas; el propio mento de !a de sodalización y de la introyección de los valores y
nomias culturales.
( cuerpo, con el que puede seducir y someter a los hombres o do-
minar homosexual mente a otras mUleres. sustituiría con creces
• al miembro viril. El carácter fálico femenino puede aparecer a tra- 2.3.3. Exigencias de desarrollo
vés de la manlfestacion de las características culturales del sexo
Una acogida calurosa del hijo, en el ambiente familiar es fun-
damental para su desarrollo. El cambio de persona de identificé-
\.~en¡idad
~ouesto, anegativa.
través de una no adecuada tipiíicación sexual o una cien. la renuFlcia a la prioridad. o la exclusividad del afecto de!
) Histerismo padre exigen un gran sacrificio al hijo, que, frecuentemente. los
vive como una gran pérdida o un luto. El ambiente familiar favo-
Es posible hallar diversos tipos de personalidad más o menos
anormales, como resultado de la utllizacion de diversos mecanlS' rece el proceso de maduración a través de una aceptación intrin-
seca del hijo.
mos de defensa; por ejemplo. personas paranoicas o histéricas.
La identificación con la 1igura paterna de! propio sexo y la
El segundo tipo de sindrome de la personalidad se halla frecuen-
elección de la relación "objetual" adecuada, requieren que íos pa-
temente en las mujeres (Lidz. 1973).
dres sean modelos válidos de imitación. Los sentimientos de ce-
Se puede interpretar el histerismo femenino Gamoun resulta-
do inmaduro de afrontar los impulsos sexuales y como fruto de la los y de rivalidad. maniíestados por los padres hacia los hijos. in-
remoción de los impulsos edípicos. Las mujeres adultas. con una cluso a un nivel inconsciente. constituyen un obstáculo para la
maduración y la formación de ia identidad de éstos. Por el con-
tendencia exhibicionista y seductora. no serían capaces de tener
trario. la valorización de los recursos y tendencias del hijo facilita
un comportamiento adulto. a nivel de fase genital. adecuado a
S\JcreCImiento.
las reales o imaginarias propuestas ofrecidas por los hombres
La introyección de las normas familiares y sociales requiere
como respuesta a las solicitaciones femeninas. Se trataría de un
que las figuras parentales sepan proponerlas de modo racional y
comoortamiento, fruto del mecanismo del desplazamiento, que
se manifiesta mediante la conversión histérica. adecuado al grado de madurtlción de los hijos. si se quiere que
¿S¡OSlas imegren armánicamente en su bagaje cultural y moral.
J ~mien~~xicario En caso contrario se corre el peligro de que incluso las normas
El proceso de idenuf¡caclón. ~n la Situación edípica. es de ti- !
más func:onales se "ivan como imposición. entrando a formar
po afectivo. es decir. :eemificación anaditica. que denota un fuer- parte ee un Super-Yo rígido y represivo que obstaculiza el desa- .
te ligamen afectivo de tipO prirT}gnoo de tipo defenSivo. es decir. rrollo normal de la oersonalidad. :
182 " ~~ . '"
1831
..
l' !
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185
184
7.5.1. Condición adolescente
Al hablar de situación adolescente aludimos a una pluralidad
de sucesos, comportamientos, procesos que, aunque presentan
características semejantes, tienen diferentes matices en cada
sujeto concreto. Las diferencias se basan, entre otros factores,
en el sexo, en las diferentes experiencias vividas en las fases an-
teriores, en las características propias de cada sujeto. Se pueden
hallar puntos comunes, 'pero el desarrollo del adolescente pre-
senta ritmos e intensidad diversos, que reflejan grandes diferen-
cias personales.
El adolescente, gracias a su desarrollo intelectual es capaz de
distinguir entre proceso primario y secundario; puede ser altruista
a nivel socia!; es capaz de colocarse en el puesto de los demás,
de tener en cuenta la realidad y de relacionarse criticamente con
su medio ambiente. Estas conquistas, propias de la fase de laten-
cia, constituyen la base de lanzamiento desde la que el adoles-
cente conseguirá su propia identidad y su maduración global.
Consideramos, siguiendo una línea clásica, tres subperiodos
de la adolescencia: primera adolescencia, adolescencia media o ,
verdadera adolescencia y tardía adolescencia. Comenzamos ha-
ciendo algunas reflexiones sobre la preadolescencia.
O Preadolescencia
En la preadolescencia se intensifica la presión pulsional, se
aprecia una gran excitabilidad ante una gran variedad de estímu-
los, no necesariamente de naturaleza sexual, unida a reacciones
de tipo erótico; los órganos gen/tales desempeñan una función
de descarga generalizada de tipo sexual; aumenta la curiosidad
acerca del propio cuerpo y del funcionamiento de los órganos
corpóreos.
Por otra parte, el Super-Yo desempeña un papel importante
orientando los intereses del preadolescente hacia la búsqueda
de respuestas socialmente aceptadas, capaces de aumentar el
prestigio personal: pueden encontrarse, en consecuencia, mu-
chas actividades de tipo compensatorio. -
~ La pamclpacJón en la vida de grupo representa un modo de
, encauzar los intereses personales hacia el logro de metas social-
mente aceptadas, un lugar experiencial y un modo de superar
los sentimientos de culpa que nacen de la diíicujtad de gobernar
las pulsiones propIas de este período.
Se encuentran diíerencias sexuales en el desarrollo de los
preaaoiescentes. Reaparecen comportamientos típicos de las ía-
186
ses .pregenitales, aparentemente superados en la fase de laten- lidad, le ayudan a SUperar la insufrible situación de no saber
cia. Los muchachos tienen comportamiémtos agresivos hacia sus quién es en la realidad.
compañeras; la incapacidad de gobemar los sentimientos de an-
O Primera adolescenCia
I siedad aparece en forma de hostilidad y de desvalorización de
las muchachas y en la formación de grupos exclusivamente mas- La búsqueda y el logro de la propia identidad constituye la ta-
culinos.' El psicoanálisis interpreta estos comportamientos como rea pri[1cipal de la adolescencia. La orientación genital domina y
una dificultad de establecer relaciones sociales maduras, debida retuerza al Yo, permlte¡una organizaclón mas madura de las pul-
a los mecanismos de defensa, que entran en acción para evitar siones y una mejor adaptación a la reaHdad.
el miedo a la castración. Tales grupos, [as bandas de oreadoles· El desplazamiento del obie!o de amor. propio de este perío-
cen.!§.s. soo ! 10 intento de ti00 homosexual de responder a los do. no siempre es ~a rarea fácil hacia el logro de la elección
deseos edípicos de la fase precedente, defendiendose de la an- del objeto deíinitívo. Socre todo en los primeros años de la ado-
gustia y de! miedo que de elios se aenvan. lescenCIa. es normal una ambivai'encia típica en cuanto que de-
-En la muchacha aparecen deseos edípicos con el consi- saparece la seguridad anterior con la pérdida de los objetos ori-
guiente miedo de la madre. El mecanismo de identificación pue- ginarios de amor; la fUf~rza del Yo no es capaz de integrar
de explicar los sentimientos de envidia de la muchacha y sus an- definitivamente las exigencias ae las nuevas pulsiones genita-
les.
gustias correspondientes. El paso hacia una maduración implica
la superación de las fantasías pregenitales de tener un hijo y la Los muchachos manifiestan una fuerte tendencia a alejarse
orientación definitiva hacia la formación de una adecuada tipifica- de los obietos de amor que han estado presentes hasta este mo-
Clón sexual. La búsqueda de las relaciones heterosexuales son mento. generaJmente los prooios padres. y consiguientemenre el
típicas de la fase genitaL La muchacha mandiesta su ambivalen- Suoer-Yo se.p.resenra déciL En la búsqueda del nuevo objeto de
cia con la negación de la propia femlOidad< Orientándose de ma. amor se encuentran sentimlenws de soledad. qde llevan fácil-
nera exagerada hacia actividades que eXigen un papel actlvo y mente a la idealización (lei amigo. como proyeccián de los pro-
dominante. y rechazando cualquier forma que implique una acti- piOSdeseos y del anheic.:e suoeraoón y ae periecclonlsmo.
tud de retraimiento o de paSividad. Al no lograr superar con clari- El adolescente. a meGida aue crece. se onenta con mas oan-
dad la fase edipica remueve las tendencias pregenltales, desa- ,Jaa hacIa e! ooleto hetemsexual y es mas c:::nstarlte en mame- ,
rrollando un fuerte alelamiento de la figura materna con la ,er las íelacrones eSTaOlec:cas.. :J:Jr orra carre. no no. alcanZ2:00
tendencia excesiva hacia la heterosexualidad. tanto a nivel fan- ai sennoo ee Idenndad es forma cefinl(Jva ni logra acemar :as
tástico como de comportamiento. ·sentlmlentos de naturaie:::a eronca '! las VivenCIas exoenmenra-
Los comportamientos delincuentes pueden explicarse como das de corte' homosexual. a veces a nivel fantástica. con el ami-
una extenonzación de una conducta de significado sexual. es de- go o los amigos idealizados: eSTasituaCIón le lleva, a veces. a
CIr, como un intento de evitar el peligro de estar a merced de la romper con los amigos. La. consecucIón del estadio lógico.formal
madre preedípica. La tendenCIa exagerada al comportamiento y la creciente capaCidad de confrontarse con la realidad, le ayu-
heterosexual, una especie de pseudo-heterosexualidad. es, en dan a. formarse una '/IsiCn menos idealizada y mas aDjetiVo.ee
efecto. muy importante, sea como reacción a las tendencias re- los compañeros y de los ,?mlgos situando los en un contexto mas
gresivas hacia la figura matema sea como modo de verificar la acorde con sus caoac:dar'es eiec!lvas<
propia identificación sexual, evitando este modo, incluso a nivel Las muchachas Ideat:z2n al amigo. exoenmentando un pro-
de fantasía. el miedo a la homosexualidad. fundo enamoramiento. cue ouede tener Dar t)ojem tamo a un
Los preadolescentes. muchachos y muchachas. tienen gran amigo como a una amIga. Grac:as. cUlza. a una mavor (OJeranoa
dificultad de integrar. en el preolo esauema cognitivo. los cam- SOCIalhaCia el comoortarr:¡emo femenino se ouede entencer una
bios que experimentan a diversos niveles. corpóreo. social y ae cierra amoivalencla sexu21 o. melar aun. una olsexuaiidad feme-
maduración. Los comportamientos reacnvos. que hacen ver la nina aoolescente. I_a,rm.:cnacna manifiesta un comportamIento
aificultad que tIene el preadolescente de alcanzar la propia Iden- mas bien pasIvo con 2; ~ec:e(o Intento de consegUir rnaniiesta-
187 188
ciones afectivas y atenciones que la hagan sentirse en el centra
de la relación. El comportamiento narcisista. típico de la adoles,.
ceme. se mamfiesta también a nivel de fantasía cen la percep-
ción bisexual de su imagen corpórea, que la ayuda a no sentirse
vacía cuando se compara con el muchacho. De modo semejante
puede intemretarse la tendencia a ídentlñcarse con diversas ffgu-
ras que cambian con faciiidad en el tiemoo; son modos de revIvir
¡as diversas imagen es idealizadas de sí misma. La aclitud de
comprensión aiectIva de'los padres constituye una ayuda precio-
sa para superar las dificultades y desilusiones experimentadas'
en la búsqueda de la propia identidad y en la construcción de las
relaciones heterosexuales.
I En los adolescentes se halian presentes diversos mecanis· 2.5.3. Exigencias de desarrollo (.' 1 f
mos que son muy útiles para defenderse de los temores que sur- La superación de las fases precedentes constituye la mejor
gen al afrontar sus nuevas tareas de desarrollo. Tales mecanis- plataforma para iniciar el camino hacia la madurez. Indicamos al-
· mas comprenaen desde el ascetismo a la intelectualización; gunas sugerencias que pueden facilitar el proceso de madura·
ción de los adolescentes.
desde la negación al aislamIento; desde la formación reactiva al
I conformismo; y desde las manifestaciones histéricas a las hipo- O Validez de los modelos
, condriacas.
Los modelos en general, y los padres en particular, pueden
¡ O Tardía adolescencia
favorecer una elección madura del objeto definitiVO de amor de
Durante este período el adolescente debería integrar, en su los adolescentes. Además de las características de los modelos
¡ personalidad, las múltiples experiencias y adquirir un nuevo mo- . expuestas en la teoría del aprendizaje social. se reqUiere que es-
do de relacionarse con los demás. Bias (1971) propone las si- tos, conscientes de sus posibles conflictos, sean capaces de co-
- guientes tareas de desarrollo: una estable sistematización perso- municar con los adolescentes dl? un modo claro, evitando el uso
· na! de las funciones y de los intereses del Yo, una definitiva de mecanismos de defensa, las lamentaciones sobre el pasado
identidad sexual, una maduración de los aparatos psíquicos que o las aspiraciones para el luturo.
salvaguardan la integridad y el funcionamiento del organIsmo.
¡. O Aceptación de la persona de los adolescentes
El adolescente es capaz de tener en cuenta la realidad para
alcanzar sus objetivos y sabe reguiarse, según sean las situacio- Un segundo aspecto, que facilita el crecimiento de los adoles-
nes, para conseguir las metas deseadas. Ha consegui1o una ma- centes, es la habilidad de favorecer su responsabilidad de sentir·
durez relativa que le permite controlar los conflictos, en sentido se protagonistas de su vida y de sus opciones. Esto presupone
· egosintónico, integrándolos en su personalidad. El adolescente que los adultos acepten la personalidad de! adolescente, no juz-
adquiere, de forma definitiva, el sentido de identidad. que le per- guen moraiísticamente sus comportamientos adolescenciales y
mite integrar las identificaciones de las fases precedentes y los di- respeten lo que éste les quiera comunicar.
versos componentes de su vida. Por otra Darte, es constante en
:=> Aceptación de la ambivalencia adolescente
sus manifestaciones laborales y afectívas. que dependen de la
mayor o menor capacidad de síntesis y de Integración del Yo. La aceptación educativa reouiere la capacidad de captar. en
Gracias a su capacidad de razonamiento lógico-formal. el los comportamientos ambivalentes de los adolescentes, la bús-
adolescente distingue las hipótesis de la realidad y es capaz de
190 191
i queda de un contacto más profundo de estos con la realidad y
de una mayor integración deCsus recursos personajes para al-
canzar su propia identidad. Nota caracteristica de esta acepta-
ción es la capacidad de interpretar positivamente los comporta-
¡ mientas reactivos del adolescente, descubriendo e! mensaje
oculto que se desea comunicar.
192
tancias freudianas. destaca el papel decisivo del Yo como centro do proporcionado a su madurez, las primeras frustraciones, que
de integración de la persona. nacen de la imposibilidad de obtener siempre una respuesta
Proponemos las fases del desarrollo psicosocial según Erik- adecuada a sus necesidades. Puede sufrir un aparente o real
son (1959; 1971; 1980) (Cfr. tabla 19). alejamiento de la madre, debido a compromisos laborales o fami-
En las varias columnas se enumeran:
liares. De este modo, el, sentimiento de confianza de base, que i
- las diversas crisis por las que pasa el niño en el proceso no se adquiere de una vez para siempre, está sujeto a momen-
evolutivo; tos de crisis y de riesgo.
- las personas y relaciones sociales que son importantes en La consecución de la esperanza, tarea principal en esta fase,
cada estadio: y las prímeras experiencias de confianza o desconfianza consti-
- los elementos del orden soci¡¡.1 qué'son característiCos de tuyen el fundamento de las etapas sucesivas y de todo el desa-
cada estadio; _ - - rrollo humano. Las relaciones sacIé.líes adultas pueden compren·
- las modalidades psicosociales de relacionarse; derse a la luz de las primeras experiencias familiares; la
- los estadios psicosexuales freudianos. experiencia de confianza puede llevar incluso a una actitud de
Anaíizamos las ocho fases evolutivas. colocadas en la diago- abandono confiado en la providencia de un ser supremo.
nal de la tabla 20, que representan el desarrollo ideal (Erikson,
1959; 1971; 1973; 1976). Las características propias de cada ra-
3..2. Autonomía frente a vergüenza
se se hallan presentes, a un nivel inicial. antes de que aparezca
y duda (de 2 a 3 añosl
su momento critico y continúan estándclo. a un nivel de mayor
perfección. despwis de haber sido suoerado dicho momemo. Superada la fase oral, el niño dirige su actividad hacia los ob-
Hemos rellenado todas las caslilas de !a tabla 2(Y,denomlnándo:- jetos del mundo extemo. Entra en ia fase anal y adquiere mayor
las con el tltulú de formas precoces o sucesivas de la íase co- control sobre sí mismo y mayor independencia del mundo exter·
rresoonaiente (dr. tabla 20). no; toma conciencia de que tiene !~na voluntad, pero no siempre I
puede tener un total control anal, por lo que tiene miedo del ale-
3. i. C.onfianza frente
a desconfianza jamiento o de la pérdida de los padres.
(desde el nacimiento hasta. año 1 i la
presencia de los padres deoe ayudar al niño a emplear
sus descubrimientos sobre el mundo y a desarrollar un sano
=-'1 el cnmer eSlaalo. Que corresoonae a la rase oral y cL'Ya
sentido de autonomía y de seguridad, evitando que nazca un
oimens¡on de base es confianza freme a desconfianza. ':! niño se
exagerado sentimiento de vergúenza y de duda. La vergúenza
presupone la incapacidad de gobemar la. inicial toma de con-
relaCiona
y manifiestaconlaei(endencia
amoiente a acoger
travésy de la modalidad
retener las cosas. incorporatlVa ''1
193 194
sociales siguiendo algunas dimensiones fundamentales como
son la dei amo[-edio, cooperación-obstinación, lF':'ertad de:,xpre-
sión-supresion de la misma. Una presencia rígidamente impositj-
va de los padres ¡avcrace e! desarrollo de la polaridad negativa,
es decir, un sentido de impotencia o de excesivo autocontroi.
El niño está sometido' a las imposiciones adultas en lo refe-
rente al control de los esíínter2s y a la regulación de su comoor-
tamiento. Si esta experiencia es proporcionada a SL'S posibilida-
des reales representa~n primer paso paia la adquisición de una
verdadera autonomía en el respeto qe la justicia y de la ley,
202 203 I
¡ supremo de tipo transcendente. Aparece corno dimensión típica 4.1. Apertura a las aportaciones teóricas
. de esta fase la dedicación al cuidado de los demás.
Las reflexiones sobre la edad evolutivá, propuestas a la luz
El estancamiento, como polo opuesto a la capacidad genera- de la psicología profunda, son una aportación para conocer e. in-
tiva, es una especie de esterilidad propia de quien no se coloca
terpretar el comportamiento humano. Esta aportación, integrada
en la perspectiva de abrirse a la fecundidad y a la creatividad. La con las de las otras teorías, garantiza un correcto acercamiento
persona se repliega sobre sí misma, se aura-absorbe, sin apertu- al hombre, que permite elaborar pistas de acción educativa.
ra a los demás y se cierra a la posibilidad de un verdadero creci-
miento y maduración psicológicos. 4.2. Aceptación del mundo personal profundo
La aceptación del mundo personal profundo, en vez de asu-
3.8. Integración del Yo frente a desesperación
mir una actitud de negación o camuflaje de los recursos incons-
y disgusto (edad adulta posterior)
cientes, constituye el punto de partida para un trabajo educativo
El último estadio es el de la integración del Yo; implica la ca- que respete la riqueza de las personas.
pacidad de aceptar todo el ciclo vital y de integrar los estadios E! descubrimiento de las fuerzas personales que no aparecen
anteriores en una armonía espiritual y total. La persona madura a primera vista permite situarse de manera distinta ante tareas
acepta las vivencias personales y la presencia de las personas que toda persona debe resolver. El considerar de modo positivo
signiíicativas, que ha encontrado en todo f?1 desarrollo anterior, el mundo inconsciente favorece que la relaciones personales
sin lamentaciones ni añoranzas del cambio; el pasado es algo sean más eficaces. El descubrimiento, por ejemplo, de posibles
que le pertenece como un punto fijo para construir la propia ma- mecanismos de defensa debería favorecer una mejo( gestión de
duración. La nueva dimensión es la de la sabiduría. los recursos humanos y una maduración de la persona sin nece-
La desesperación, como polo opuesto, es una negación y un sidad de recurrir a ellos.
lamento del tiempo pasado y de las realizaciones vividas de mo-
do no satisfactorio. Está presente, casi cerne lógica consecuen- 4.3. Visión positiva de las fuerzas humanas
cia, el miedo a la muerte y un sentimiento amargo de disgusto
contra sí mismo. La aceptación del mundo profundo depende, en 'parte, de la
consideración positiva de las fuerzas humanas ocultas. El COtl-
La presencia de las grandes figur2s en el campo religioso,
político, etc., constituyen un estímulo y una invitación a asumir, cepto de hombre, expuesto en el capítulo tercero. implica consi-
derar todos los componentes humanos como potencialidades
con participación emotiva, tareas de guía y dirección (Smelser,
Erikson, 1982). que indican habilidades, posibilidades, contenidos positivos de la
Concluimos estas reflexiones recordando· que los padres que riqueza humana.
En una visión humanista del hombre es posible distinguir las
han logrado la integración de su vida y no 'manifiestan temores
patológicos ante la muerte. pueden preparar un ambiente ade- fuerzas y tendencias humanas de su utilización. No se trata sólo
cuado para el nacimiento de sus hijos. qve sabrán amar la vida de decir que los recursos humanos no son negativos, sino de
hasta conquistar una nueva integración generacional. ~ afirmar que son positivos, añadiendo que los posibles resultados
no satisfactorios a los que pueden dar lugar son más una conse-
cuencia de una administración incorrecta que fruto de la ambiva-
lencia de esas mismas fuerzas inconscientes~
4. Sugerencias educativ;as
Indicamos, según lo expuesto sobre 12, teoría freudiana y erik- 4.4. Puesto central de la persona
soniana. algunas sugerencias que pueden ser útiles en el trabajo
Proponemos un proceso que permite poner en el centro a la
educativo.
persona y afrontar de modo eficaz la problemática inherente a
las fuerzas inconscientes.
205
204
ción educativa, ei"oucador puede recibir estimulos para su per-
El primer punto dei proceso es la toma de conciencia de que
feccionamiento personal.
los propios instintos y tendencIas profundos son positivos. El se-
gundo punto es su aceptación como recursos útiles para el creci-
mIento y no como una carga pesada que hay que soportar. El 11I. Pistas de trabajo
tercer momento implica aprender a utilizarios, sin negarios, so-
portarlas o borranos, para abrirse a las necesidades humanas Ofrecemos algunas aistas de trabajo para una posible .oroiun-
personales y sociales, para dar una respuesta al mundo de los diz2ción personal () de goopo.
vaiores, que interrogan al homore desde diversos puntos de vis- 1. A través de un ejercicio de auto-exploración descubrir algu-
ta ~ nos mecanismos c;,;j prooio comportamiento personal.
2. A la luz de la oropuesla de Erikson, anaiizar algunas mani-
4.5. Claridad en la comunicación festaciones ae los (:<]$ polos d~ las fases evolutivas. _
3. Describir un comportamiento personal o de otros a la luz
En una perspectiva educativa encaminada a favorecer el cre-
de la psicología prciunda y analizar rasgos de personalidad que
cimiento de los educandos es necesario un proceso de ciarifica-
reflejen características de fases ireudianai no totaimeñte supera-
ción de los propios mecanismos de comportamiento. El conocer
das.
la proola situación personal evita el riesgo de proyectarsoore los
4. Inaica •. siguíendCJ la fiena adiunta. tres tareas ae cesarrollo
aemás los problemas personales no resueltos. El conocer los
DroOlOSmecanismos ae comoortamlento ofrece la Dosibiiiaad ae corresoonmemes a tres tases ae aesarrollo a elegir, a~ailz2aas
en este caoituJo.
comrolanos y ae ser un instoomento transparenre ae comunica~ ¡
ción. Por otra pane. el eaucador se conviene en modelo. sin con- .¡
,
flictos. cuando es capaz de gesllonar sus dif'lámicas de compor-
----_.-
1
tamiento. Entonces podrá comorender objetivamente a los l· Fases de des;1rroiio I Tareas de desarrollo I,