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de la succión y la de masticación.

que darán lugar a las caracte-


2. Estadios de desarrollo
rísticas orales, típicas de la personalidad adulta. :J
según Freud
2.1.1. Situación alimentaría
. Analizamos, ahora. las clásicas fases freudianas oral, anal,
la situación alimentaria representa el prototipo de las diver-
fálica, de latencia y genital. D(~stacamos una situación típica en
sas escenas que el niño vive en el primer año de vida. A través
cada una, de eilas, sus características en el adulto y algunas exi-
de el/a, inicia su primer contacto con el mundo externo y ~¡a
gencias de su desarrollo. Tenemos presente elementos, oírecl-
Clo.sólo I.os ali~§"QlJ.e le permiten sobrevivir, sino tarpbién.JQ§ .
dos por psicoanalis¡as, que nos parecen válidos y. coherentes
con n~stro enfoque de la teoria freudiana. erimeros ~.CJPtacto~I.§i~p~.y~ie.st!y.º,§, q,ue marcan s.liB.dmera ~s-
. La libido. energía instintiva sexual, como íueQte d~ Rlac§[. se ~~ctura deja g~sona!l2§~):.CQodk:i.o.@[ ra~fiJfúias relaciones
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~erpersonale.s...'iJ0~i§.!es. No hay que reducir la importancia de
fS9nf.§:9J~-:sIíS§,§.i'y~gt,~n.Jª~.n I.as diversas zonas corpóreas. qlj.e;. esta íase a los aspectos orales; hay que enmarcar las prácticas
impregnadas por la libido, se convierten. en erógenas. Los esta-
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de la nutrición dentro de una óptica más amplia que comprenda
Olas evolutivos tienen como fundamento el desplazamiento de la
libido a través de las diversas lOnas del cuerpo. Las tres prime- todos ¡os cuidados prestados al niño y tenga presente el contex·
to en que se ofrecen (Lidz, 1973).
ras íases, que preceden la última, la genital, se llaman pregenita-
§.l®o,..9ur~mte __eLmomento de la m¿!ricién, no busca sólo'
les; la fase de latencia representa un momentb de aparente cal-
ma, no hace referencia a ninguna zona corpórea. Después de una respuesta para satisfacer sus net:esida8¡;sdeharn.Q[~ L~ .
este momento de calma. de control o de respeto de las exigen- sino que, mediante el contacto con la fiºura·~tema. experimen- !
t.9._~n~ª~iOD~$g)rpóreas aqradables o de~graciab'es que le '
cias sociales, se reactivala libido y la persona camina hacia la
maduración hasta llegar a la fase genital. ·Pt:~Jt!;!D._a,¡jq.uirirun sentimiento de -:or1Íiailú'6-de insáÜsíace.ón.
En este sentido. no es tan frnportante el modo de ser alimentado,
al pecho o al biberón, cuanto la situación alimentaria creada, que
2. 1. Fase oral:
ofrece al niño la oosibiiidad de sentirse cómodo. de explorar el
aproximadamente de O a 12 meses
cuerpo de la figura materna y de 'terse rodeado y protegido por
El nacimiento, 'incluso en nuestros días, a pesar de las con- los cuidados matemos.
quistas científicas y tecnológicas. representa un momento críti- Lo mismo puede aplicarse a la práctica del destete. Las frus-
ea no sólo para no morir en el seno materno, sino también para traciones experimentadas en este momento, con las fijaciones y
Comenzar a vivir en un mundo. autónomo. separado de la ma- regresiones a que pueden dar lugar, se relacionan más con el
modo de realizarlo que con el hecho en sí mismo. El niño puede ,
"taumático
~re. El psicoanálisis
ante la dificultad
presentade el
afrontar
nacimiento
el ambiente
como externo.
un sucesoEl intentar resolver las frustraciones descargando su erergía me- :
wiiño, frenle al temor de verse solo en su reducido circulo fami- diante el proceso primario, es decir, obteniendo una satisfacción
U:ar, experimenta una angustia. que es el prototipo de la ansie- de tipo aJucinador. Puede, por e¡emplo, imaginar el pecho desea-
do o desplazar su deseo y chuoarse ei dedo, obteniendo una sa-
-i\983).
~ad q.ue experimentará duranrE! todo el resto de su vida (Miller, .1
tisfaéción parcial de la pulsión originaria (Miller. 1983).
1 El niño, incluso antes de su nacimiento, tiene contacto con el ;/ La situación creaca entre la figura materna y el niño favorec.9
a~biente a través de lodo su cuerpo. Ape;nas ha nacido, la boca ~I nacimiento de sentimientos de seguridad o inseguridad. El ni-
~~ conviene en la zona pnvilegiada para relacionarse con el am- ño puede adquirir un sentimiento de bienestar que le llevará a
bleme extemo y para satisfacer sus necesidades primarias~ buscar satisfacciones a sus necesidades '0, por el contrario. ce-
l~na.S)ral se convierte en lugar de doior y de frustración, cuando rrarse por el hecho de que sus peticiones no obtienen ia res-
la succión Dar una parte. '/ el morder-masticar. Jor otra. no satis- puesta oportuna. Las frustraCIones experimentadas, en el segun-
~cen 2decuadamenre las necesidades de tipo biológico, es de- do caso. dan lugar a comportamientos agresivos .que
e~;r,el hambre y la sed. Podemos distinguir así dos subfases la ndicionan las íeiaCiones sociales oosteriores.
171
~o
I
,,.. La superación de esta fase condiciona el desarrollo de la fase
siguiente. o Escupir
8 vómito espontáneo de los niños, como respuesta a las
.2..1.2. Caracteristicas orales de /a personalidad constricciones sufridas durante la nutrición, puede aparecer en el
I 8
psicoanálisis propone, unidos a las actividades de la fase período evolutivo como una tendencia que puede ir desde la ne-
:oráJ, dos posibles tipos de caracteres que son el oral ¡ncorporati- cesidad de exponer cuanto se tiene dentro, sin que haya habido
va. y el oral agresivo. El primero se relaciona con las áctividades asimilación alguna precedente, a refutar casi automáticamente
de chupar y tragar o escupir, si la sensación es desagradable; el las propeJestas hechas por los demás, sin que apenas se haya
:~gundo,con el morder y masticar. considerado su utilidad para la propia vida.
Miller (1983) sugIere cinco modalidades o actividades pro-
~pias de la fase oral, que son asumir, tener, morder, escupir y cs-
O C~rrar·

. rrar. Cada una de ellas puede dejar su marca en la personalidad 8 comportamiento infantil de cerrar la boca para no comer el
:adulta Una experiencia infantil de indulgencia o de frustración alimento ¡ndeseado. puede reflejarse en la tendencia posterior
. en la satisfacción de las necesidades primarias. lleva a una acti- que va desde la cerrazón en si mismo a la negación de lo que es
¡.tud y a una estructura de la personalidad diferentes; se pueden propuesto por los demás antes de probarlo, es decir, ames de
predecir actitudes de optimismo. en el primer caso y actitudes ver si puede ser asimilado y asumido en los propios esquemas
~de hostilidad y resentimiento hacia los demás. en el segundo personajes. Estas caraeteristicas se manifiestan con tonalidades
e intensidad diversas: por ejemplo. actividades como el fumar, el
i (Udz. 1973) ..-
alcoholismo. la droga y el mismo morderse las uñas tienen una
:J Asumir'·
gama muy amplía de posibles significados. relaoonadas con de-
La adecuada satisfacción de. esta actividad puede dejar su ficiencias de personalidad de muy diverso porte. .
huella en los comportamientos postenores'Y hasta en la edad Evitando una visión exclusivista y determlnista. lo expuesto
,multa ?or eiemolo: aesde el aorenaer o adquirir conocimienros puede ser una ayuda para acercarse de manera mas aprooiada
o coaer n2sr2 la identificación con 125 Dersonas ·sl9f11ficanvas o a la oersona concreta: ofrece la posibilidad de un anali::;i::; poste-
de presagIO. como forma de asumIr el moao ae sennr. pensar o rior ee la slluaclon ae ia aue ei c:::moortamlento ouede 5er sola·
acruar ae lOSdemas. mente una oane externa y aoareme. SInIOma oe una rcalldao v
.:") Tener ." ee una proolematica personal mas oroiunaa .

El deseo de poseer puede encontrarse en las etaoas sucesi- 2.1.3. Exigenaias de desarrollo
vas como necesidad de afirmación en la relación con los demás
Recordamos la importancia de la fase oral y de los primeros
o como miedo de perder lo que se posee. E.xDresiones típicas de meses de la vida del niña para iniciar la expenencia de autono·
esta -caracteristica de la personalidad pueden ser tanto la resolu- mia de manera satisfactoria. La reiacíón con la figura matema es
ción y deter:Tlinación al tomar decisiones. como la obstinación en fundamental para la subsistencia del niño, para su inserción en el
mantenerJas:
aliloiente social y para sentar los fundamentos de su personali·
D Morder dad. La dependencia afectiva del niño. como signo de coníianza
total en la figura materna. constituye el núcleo central de los de-
Las ¡nsatisfacclones expenmemacias a ntvel infantij pueden
sarrollos sucesivos. La:figura m2Iema debe tener en cuenta lo
manifes¡arse en el comoortamiento destructivo o en-actividades
que hemos eXDuesto ee modo que se evite tamo una comunica-
socialmente mas aceocadas que pueoen Ir oesde un lenguaJe
ción VIciada como la explotación del niño. conSiderado un oojeto
agresivo. mordaz. haSLélformas reñnadas de sarcasmo y de o-
msmo. que satisiace las necesidades de la tamilia.

172
173
::¿.2.Fase anal:
ap-roximadamente de 1 a 3 años
acepte intrínsecamente al hijo, y éste, que hace de su obstina-
La fa~e anal comienza a tener su importancia alrededor del ción en no evacuar, cuando y donde quiere la madre, una mane-
: segundo año de vida, aun cuando continúan estando presentes ra inconsciente de vengarse de las exigencias absurdas a que
las necesidades orales. El niño, a través del proceso de elimina- está sometido. En este caso, el conflicto y el posible trauma que
ción, descarga la tensión debida a los residuos de alimento acu- pueden crearse son la consecuencia de una educación equivo-
i mulados en el intestino, obteniendo un placer, aunque no sea
cada por parte de las figuras paren tales. Esta situación de con-
más que por ElI alivio alcanzado. Este proceso natural se realiza flicto esconde otra mucho más profunda que nace de la aversión
! sin ingerencias extemas, familiares o sociales durante los prime- al niño, que puede convertirse en una víctima del entomo fami-
ros meses de vida. A un cierto punto, las presiones extemas, por liar.
! lo general las prescripciones parentales, se convierten en una re- La excesiva erotización de la zona anal sigue a un prematuro
gia que se debe seguir en el proceso y en la práctica de la elimi- interés de la figura matema por los problemas de limpieza. Las fi-
nación; comienzan explícitamente las primeras exigencias para jaciones a nivel anal son, con frecuencia. reflejo de la excesiva
que el niño aprenda el control de los esfínteres y para que obser- preocupación de limpieza por parte de los padres (Udz, 1973).
ve las normas que dicta la convivencia familiar y social. Sears insiste sobre la importancia de la fonmación de los pa-
La libido, como fuente de energía sexual, cambia la zona de dres para desempeñar con eficiencia su papel educativo (Maier,
descarga y envuelve la zona anal que se convierte así en fuente 1972). En la educación para la limpieza, por ejemplo, es posible
de placer o de disgusto según alcance la satisfacción de las ten- distinguir el proceso de la evacuación. el resultaqo obtenido y los
i denclas o permanezca insatisfecha. - órgaJ10s de eliminación. Puesto que los órganos de eliminación
La teoría psicoanalitica da mucha importancia a esta fase; pertenecen a la esfera biológica sexual, las imprecisiones de len-
. presenta la evacuación de las heces y el aorendizaje de la lim- guaje y. soore todo. las confusiones indebidas crean dificultades
pieza como situaciones que estimulan la psicosexualidad infantil, tanto en la esfera psicosexuaJ como en la forrtlaCJónglobal de la
una especie de erotismo anal (Lidz. 1973)_ personalidad. Cuando, por ejemplo, una madre dice al hijo eres
Las nonmas familiares constituyen el punto inicial de referen- un sucio o eres malo, refiriéndose al hecho de haber manchado
I cia para el nacimiento de la socialización primaria dentro del nú- fuera de lugar. crea confusión en el niño. Este no distingue entre
c~eofamiliar. Las actitudes de los padres y los métodos emplea- el lugar. el producto y los órganos de la eliminación. Nace espon-
dos para conseguir que el niño responda a sus deseos y a las táneamente el siguiente razonamiento: ser sucio es negatIvo. por
normas de comportamiento favorecen el nacimiento de actitudes lo tanto yo soy negativo: puesto que me SiNO de los órganos se-
. y la creación -de un esquema de referencia que el niño tendrá xuales para hacer algo sucio, es decir, negativo. también ellos
presentes en sus relaciones con el mundo externo (Miller, 1983). son negativos. Este modelo de lectura constituye un posible es-
quema interpretativo dE'; la formación de la personalidad del niño.
-. 2.2.1. Aprendizaje de la limpieza personal
Et niño puede desarrollar comportamientos desordenados ante
La situación del aprendizaje de la limpieza constituye un mo- exigencias excesivas o introyectar actItudes de generosidad ante
¡ mento critico de esta fase y de todo el desarrollo de la persona. las alabanzas de la madre al evacuar, al ofrece( algo suyo. de
¡ Una educación prematura a la limpieza, antes de los dos años y manera oportuna (Miller, 1983).
medio o de los tres, puede crear problemas en cuanto que el ni- En la relación establecida entre las figuras parentales y el hijo
ño no se siente completamente preparado para afrontar tajes pueden detectarse dimensiones diferentes que van desde una
exigencias. Por otro lado, el presentar la limpieza como un signo percepción correcta de la figura matema a una percepción nega-
de la habilidad de la madre o de la madurez del hijo es peligroso tiva de la misma: desde un comportamIento infantil adecuado a
para el crecimiento del hijo. Puede también darse el caso que conductas claramenre desadaptadas: desde una aceptación del
exista una lucha solapada y tenaz entre la madre. que quizá no propio cuerpo al surgIr de problemas sexuales: desde una con-
cepción positiva y una aceptación personal a un concepto negati-
174 '10 de sí mismo.

l. ~
17=-
22.2. CaracterÍsticas anales de fa personalidad El significado de éstas y de otras características, apal1e su
Las características anales de la personalidad representan los polaridad. depende de su intensidad y de su integración en la
personalidad. Son características ambivaJentes en cuanto que su
polos opuestos de algunas dimensiones desarroiladas durante la
asoecto positivo d.epende de su utilidad para favorecer el creci-
. para la lima¡eza,
educación .~. desde. el retener hasta el dejar co- .
miento de la persona y para desenvolvef en modo correcto el
rrer. a 'retener y el dejar correr pUe<1enexoresarse tanto a nivel
propio trabajo tanco a Ítivef profesional como relacionaL
material y ejecutivo, desde la avaricia hasta quedarse sin recur-
sos por falta de control. corno a nivel cognoscitivo y de informa-
2.2.3. Exigencias de desarrollo ~
ción;!desde la censura y el guardar para sí celosamente cual-
quier información hasta inspirar una total desconfianza por la Se puede constatar una relacién entre la fallade afecto ma-
incapacidad de conseNar un secreto (Lidz. 1973). temo y la imposición de la limpieza en el hijo. Sin generalizar. se
La nota común a las caracteristicas anales es su ambivalen- puede decir que los cuidados matemos que no garanticen un
cia, es decir, presencia de polos opuestos. Indicamos algunos afecto auténtico hacia el hijo se convierten en esfuerzos y sacrifi-
cios exagerados para mánifestar extemamente. de modo social-
ejemplos típicos.
mente aceptado, que existe interés y amor por el hijo. Es pOSible
• Limpio y ordenado frente a sucio y desordenado ~/erificar una relación entre la insagundad y ansiedad de la madre
Esta dimensión refleja. casi al pie de la letra, el resultado del por una parte y la necesidad. casi patológica, de anticipar el mo-
aprendizaje de la limpieza segun las prácticas seguidas por las mento cel aorendiz31e de la limpieza del hijo por otra En algunas
figuras paren tales sea respeta sea imposición. . ocasiones. cuando el niño no está biolóolcamente precarado pa-
ra ei contral de los estimeres. se da una verdadera vloienoa fisi-
• Ahorrador y previsor frente a derrochador y descuidado ca presentada bala forma de interes y de canfÍo.
Son los dos. extremos en la gestión del~ economía f~i¡iar. Un comportamIento no respetuoso puede originar. como de-
fensa. un recnazo inconsciente dei hiio haCIa las iigurcs parenta-
•. Generoso y disoonible frente a avaro y agarrado
es. cue nace ae la Imoosioriidaa física de resooncer a sus eXI-
;::¡eoreseman aos asoecros generales cei dar o reraner. Guvas
;encI2s: ;Tlas ,arce. :Jueae convemrse en un COme0l12mlentO
:nanliesraclones se manliiesran segun el camoo cencrero. :::orenmdo Que se emOleara slemore Que no se QUieraresconaer
a ¡as expectativas de otras personas.
.
• Creacrvoy eúcaz frente a apocaao y depnmido ,

Son las dos poiandades basicas aplicadas al campo de tra-


baio.
2.3':Fase fálica:
'aproximadamente
"------- . de 3 a 5 años
• Abierro y acogedor frente a dominador y exigente
Son dos actitudes de fondo imroyectadas par el niño. que se
de los órganos genitales: adquieren gran importanoa los imputo .
rnantíiestan. e.'1 e! adulto. en las relacones imerpersonaies.
sosoEn
losesta fase la libido.
sentimientos y lasoacrividades
energía sexual. se orgaruza
sexuales umdas .,r'
alrededor
agresiVas
Las maniíesraciones externas pueden ocultar deseos y pro-
aí funCIonamiento de taies árganas. La fase toma nombre de la
Jlematicas intemas de sentido oouesto. por el mecanismo de la
denomInacién de los gemtales masculinos. comorenoiendo tamo
:ormac:ón reactiva. Una tendenCIa exagerada a la me!lculosidad
al homore. que oosee el falo. no castra~o. cuanro a la mUlero que
2n ordenar las cosas externas o en eXIgIr a los demas un orden y de él carece. casrrada
:impleza extenar excesivos puede esconder un desorden interno La literatura psicoanalitica dedica mucna arenc:ón al nacI-
o un sentimiento ae profunda suciedad personal. Se pueden en-
miento cel placer erótico y au¡oerólico que acompasia a la zona
::ontrar correspondencias entre dos-comoorramlenros. por elem- fálica: se COlOca el intc:o oe la masrurtJaclón Infanti¡ en es,e mo-
pIO. uná persona esrrefÍida que mamiiesta un compol1amienlo
mento. incluso antes de Que se tenga conciencia reñela de eila
Gosnnado lLiciZ. 19731.
las iamasías de tico erótico surgen de la es,imuiadon de 105"or-

.•-r-rl
176 '"
bas y se casará con Yocasta. Edipo desvela el secreto, encon-
ganas genitales, que van unidas a la figura matema y a los cui·
dados físicos que ella desempeña en la limpieza del niño. Del trando la respuesta Se convierte. de este modo, en Rey de Te-
, baS y en esposo de Yocasta. sú madre. Del matrimonio, entre
• placer exnerimentado. ligado;8, la zona sexual, nacen conflictos y
sentimientos de angustia, de temor y de culpabilidad (Lidz.. Edipo y '(ocasta, nacen diversos hijos. Finalmente se descuDre
1973). Dado que las fantasías de tipo erótico se relacionan con que el oráculo, que se auería evitar a toda costa. se ha cumplido;
las figuras parentales, la sexualidad infantil se hace ·objetuar; el Edipo ha matado a su padre y se ha casado can su madre. La le-
padre del sexo opuesto se conviene en el objeto hacia el que se · yenda se concluye con el suicidio de Yocasta. madre y esposa,
dirigen los sentimientos infantiles, desde el afecto hasta el odio ¡ mienU'as Edipo se saca los oJos.
Para Freud. la Situación que narra la leyenda tiene un carác-
(Moralecic.. 1987).
Esta consideración nos coloca en el corazón de la fase, es · ter universal porque toda persona vIve la tragedia de Edioo. La
decir, en el complejo de Edipo, de capital importancia en la teoria energía sexual se descarga sobre el padre del sexo opuesto,
mientras se origina una hostilidad hacia el del mismo sexo. En
psicoanaJñica como clave de explicación de muchos comporta-
mientos y íuñdamento de la formación de la personalidad iniantil. otras palabras. la libido tiene como objeto el padre del sexo
opuesto; el niño quiere poseer. sexualmente. a la madre y elimi-
Siguienóo ei esquema utilizado en las otras fases presentamos
la situación edíplca. nar al padre;, la niña al revés.
El nacimiento y el oroceso del comple¡o de EdíDOson distintos
23.1. Situación edípica en los oos sexos (Haii. Liazey. 1970: Mora/ea2.. 1987). En lOS se!s
-La slluación eciiOlca es ei centro oue slnteriZa ia oroblemátíc.:: Dnmeros. meses oe VJC2.. ia iígura materna es la oue oe oro:nanc
ae la iase fáiic2.. Es¡a situación. con mooos eimensldad ciiver• cuida ae los hiJOS peoueños y salls;ace sus neceslaaces onrTié-
nas y hace surgir las secundanas. La maore es el oo)elO de amor
soso pueoe hallarse. mas o menos ..presenle~én la· 100alidad de
los casos; en cambIO, el querer hablar ae un complejo de Eciipo. y el padre pude ser considerado como un obstáculo a la omnlore·
universalmente presente, con las caracteristicas señaladas por li- . "'sencia de la madre y. por ello, ser considerado como nval que ro·
ba el tiempo y las manifestaciones de afecto hac¡a a los hijas. El
terarura psicoanalitica. como única hipótesis posible para expli-
~padre se cOnvierte tambien en punto de referenc¡a para u~a pri-
car una gran variedad de componamienlos, ·es más discutible y
mera identificación. Estos sentimientos permanecen larao tiempo
menos justificable.
en los hijos. mientras que' se modifican en el caso de las-hijas.
El Complejo de Edioo ha sido tomado de la leyenda de Edipo
Rey, de Sótodes. El oráculo habia predicho que si Laya. rey de O Manifestaciones en el hijo
Tebas. casado con Yocasta. tenia ciescendencia. un hijo suyo se
En el hijo aparece con fuerza el deseo incestuoso hacia 12
convertiria en parricida. Laya. en estado de embriaguez.. concibe
madre y el odio hacia el padre, visto como rival. tanto a nivel de
un hijo: 'E.ciipo..P ara eVitar se cUlT'piiera el vaticinio. Laya abanoo- · sueños y de pura fantasía como·a nivel de esperanza que pue-
naa su hijo Edipo en el monte 'Cnerón. Edipo es recogido por
dan realizarse sus deseos. Dado que los órganos genitales se
Polibio. rty de los corintios. que lo cuida como si fuese su proDio hallan implicados en estos procésos. se origina el miedo y la an-
hijo. sin que Eciipo descubra quién es su verdadero padre. Edipo. gustia de castración. Los deseos...sexuales hacia la madre y los
adulto. consulta al oráculo de Dellos. que le aconseja no vuelva
de hostilidad hacia el padre son removidos y cambiados en aiec-
a su tierra porque, si lo hace. matará a su padre y se casará con
lo hacia la madre y en una posible actitud de obediencia y respe·
su madre. Edipo decide no volver con Polibio, creyendo que era
to haCIa la figura pate'ma. desDtJés de experimentar un normal
su padre. y se dirige a Fócid~. =n una encrucijada encuentra a sentido de culpabilidad. El miedo a la C2stración en los niños ia-
Laya. su verdadero padre: discuten sobre cuién tiene la prece- voreee la suoeración del Comoleio de édipo. De este modo. el
dencia y ouién ha de ceoer el paso. Luchan. Edipo mata a Laya. Super-Yo adquiere una importan~ia decisi~a como heredero na-
Ue1Ja a Tebas. a la aue amenaza una maldición hasla que no se tural de! CompleJO de édipo. que defienae al niño contra sus oro-
desvele e! enigma oe ia Esfinge. Creonte. sucesor de Laya. pro- PIOS deseos incestuosos y agresivos.
mete que quien descuoraeste secreto heredará el reino de Te-
;79
178
o Manifestaciones en la hija rar :?l Complejo de Edipo, la aceptación de los propios límites y
los medios empleados en fa educación de los hiios son sólo al-
En la hija la ¡ibido ·objetual" cambia; de la figura materna pa-
gunas de las variables que obligan a revisar los procesos ex-
sa a la patema. La niña, cuando toma conciencia de su carencia-
puestos. Concluimos diciendo que es la situación misma que se
del órgano mascuiino, echa la culpa a la madre y transfiere su
establece en las relaciones entre padres e hijos el verdadero amo
carga afectiva al padre, que ve como objeto de amor y de envio
biente que hay que tener en cuenta para poder analizar los me-
dia, .,por poseer lo que a ella le falta. En este sentido la envidia
canismos del Complejo de Edipo.
del pene, en la niña~ corresponde a la angustia de castración en
el niño; en ambos casos al mecanismo que se pone en movi·
2.3.2. Características fálicas de la personalidad
miento se le llama complejo de castración o de eviración, es de-
Qe! modo· de resolver la situación edípica pueden derivarse
cir, el niño teme perder el órgano y la niña cree que ya ha sido
~ privadá de él. comoortamientos dileremes en la edad evolutiva: pueden apre-
! En la niña, esta vivencia origina el Complejo de Edípo,- llama- ciarsa resonancias de la fase fálica en todas las etaoas de la vi·
do Compleio de EJectra, con manifestaciones opuestas a las del da. Presentamos algunas características fálicas de la personali-
niño, es decir, amor al padre y hostilidad hacia la madre. La niña dad adulta y posibles repercusiones que permanecen después
no remueve sus deseos de manera tan global como el niño; re- de la lase fálica (Udz. 1973).
suelve con la compensación, al menos parcialmente, la situación O Resolución edípica invertida
. tanto a nivel de fantasía, con el deseo de tener un hijo, como a
La resolución invertida de la situación edipica tiene como
nivel real. cuando de hecho lo tiene, en espeClal si es niño. En la
consecuencia una idemificacióncruzada respecto al sexo, es de-
niña, a diferencia del niño, la creencia de haoer sido privada del
cir, con el padre- deJ sexo opuesto, aunque pedria.[1o serio en
órgano ma?cuJino favorece el CompleJO de Edipo, que' se mani-
cuanto a las carao:erisucas culturales propias de los sexos, por
fiesta con la envidia que tiene del pene.
ejemplo. dominio contra pasividad. En esta hipótesis los interesa-
:J Conc!us¡ón de la situaóón edipica dos buscarian un aareto de amor de! mismo., sexo. Por este me-
Al final de la sl!uación edioica. ya estan constItuidas funaa- canIsmo aa la resoluclón de la situaCIón edioica se caarían exoli-
mentalmente las !res estruCturas de la oersonaiidad el EHo. el car algunos casos ea homosexuatidao_
'Yo y el SUDer-Yo: entre elias surgen comOlicaaas íelaClones ae ) Ccooerac:on o rrvaJidaa frarerna
alianzas y comoromrsos. El Yo aebe lucnar. a veces. con¡ra los
El tipo ae rsiaclon establecida entre hermanos Influye a la
·potentes impulsos el Ello y, a veces. contra un Suoer-Yo dema-
anora de encaolar las poste(lores ralacones inlerpersonales. Un
's¡ado rígido. Por otra parte. el Super-Yo puede faciiitar el trabaja
hermano Visto como rival y como amenaza para ootener la pose-
de! Yo para vencer en la lucha contra el Ello; otras veces, en
sión de los padres deja como actituc de fonda una tendencia a la
cambio. puede debilitar10 dando lugar a sentim~ntos de culpabili-
íivalidad y a· ¡a lucna para vencer en la rela,:ión con los compañe-
dad. obligando al Yo a recurrir a mecanismos de defensa para
ros_ Y, al coneraría. una exoenencia fratema de coooeraclón al
enfrentarse con la realidad de un modo menos angustioso.
afroncar los problemas familiares faCIlita una actitud a' considerar
La pista de lectura propuesta nos parece interesante para
a las iguales y a los adulto? coma compañeros de equipo para
comprender algunos comportamientos humanos. infantiles y
resolver las tareas de desarrollo.
adultos. Intervienen otros factores. que exigen nuevas exoiicacío-
I..a situac:án de! hijo ÚniCO deoende de su modo de situarse
nes: el modo de dar o recibir afecto. el control del modo de sen-
"me lOS oaares. aue pueee ear lugar a una aC1'Jtudde compell-
:ir, pensar y obrar de los hijos oeaueños son elementes de cam-
clán o de caoperaoón.
tal importancia para entender las mismas Jeíaciones de
Son mucnas ¡as actltuaes y los comportamiemos aprendidos
deoenaencla entre padres e hiios.
en el ammence iamtiiar. Baste pensar. por eiemolo. al caso de
Las características biológicas ee la oersonaiidad de lOS niños.
una hija mayor que cuida oe sus hermanos más peaueños; pue-
la estrucrura de la personalidad de los padres. al moao de suoe-
180 181
de, así, desarrollar actitudes maternales que aparecerán des- identificación con el agresor, imitando las características agresi-
pués en su vida de muchacha adulta y de madre. vas. Si el sujeto no logra una verdadera identidad seguirá pen-
sando.sintiendo y actuando como el modelo con el que se iden-
O "Machista!'y Wibiciaai.s1a.
tifica ~in gozar de verdadera autonomía. En la edad aduila se
El carácter fálico es considerado, normalmente, como neta-
encuentran personas que se comportan como si fuesen el alta-
mente masculino, seduC{Qrde mujeres y amante del riesgo hasta voz de otras consideradas importantes, denotando un comporta-
la temeridad. Estas manifestaciones pueden interpretarse, se- miento vicario: El refuerzo vicario, obtenido por tales comporta-
gún el mecanismo que utilice el sujeto, como búsqueda de admi- mientos, es gratificante, según sea el poder de la persona
ración de su valor y del poder de su virilidad. a la que no se pue-
imitada y, .al mismo tiempo, liberador en cuanto tales personas
de resistir. Por otra parte, teniendo en cuenta los mecanismos de
difíciimente se comprometen por sí mismas.
remoción y formación reactiva, dichas manifestaciones podrían "Z
Muchos comportamientos expresados con personas que de:
verse como respuesta. para encubrir las presiones de las pulsio- sempeñan cargos de responsabilidad son un reflejo de las rela-
nes incestuosas del periodo edipico, no superadas satisfactoria- ciones establecidas con los padres durante infancia y, en concre-
mente o no integradas armónicamente en la personalidad. to, en el período edípico. La superación de la fase fálica y el
/-Por lo que toca al comportamiento femenino, el carácter falico mecanismo de identificación con los padres constituyen el funda-
I aparece en forma de manifestaciones exhibicionistas; el propio mento de !a de sodalización y de la introyección de los valores y
nomias culturales.
( cuerpo, con el que puede seducir y someter a los hombres o do-
minar homosexual mente a otras mUleres. sustituiría con creces
• al miembro viril. El carácter fálico femenino puede aparecer a tra- 2.3.3. Exigencias de desarrollo
vés de la manlfestacion de las características culturales del sexo
Una acogida calurosa del hijo, en el ambiente familiar es fun-
damental para su desarrollo. El cambio de persona de identificé-
\.~en¡idad
~ouesto, anegativa.
través de una no adecuada tipiíicación sexual o una cien. la renuFlcia a la prioridad. o la exclusividad del afecto de!
) Histerismo padre exigen un gran sacrificio al hijo, que, frecuentemente. los
vive como una gran pérdida o un luto. El ambiente familiar favo-
Es posible hallar diversos tipos de personalidad más o menos
anormales, como resultado de la utllizacion de diversos mecanlS' rece el proceso de maduración a través de una aceptación intrin-
seca del hijo.
mos de defensa; por ejemplo. personas paranoicas o histéricas.
La identificación con la 1igura paterna de! propio sexo y la
El segundo tipo de sindrome de la personalidad se halla frecuen-
elección de la relación "objetual" adecuada, requieren que íos pa-
temente en las mujeres (Lidz. 1973).
dres sean modelos válidos de imitación. Los sentimientos de ce-
Se puede interpretar el histerismo femenino Gamoun resulta-
do inmaduro de afrontar los impulsos sexuales y como fruto de la los y de rivalidad. maniíestados por los padres hacia los hijos. in-
remoción de los impulsos edípicos. Las mujeres adultas. con una cluso a un nivel inconsciente. constituyen un obstáculo para la
maduración y la formación de ia identidad de éstos. Por el con-
tendencia exhibicionista y seductora. no serían capaces de tener
trario. la valorización de los recursos y tendencias del hijo facilita
un comportamiento adulto. a nivel de fase genital. adecuado a
S\JcreCImiento.
las reales o imaginarias propuestas ofrecidas por los hombres
La introyección de las normas familiares y sociales requiere
como respuesta a las solicitaciones femeninas. Se trataría de un
que las figuras parentales sepan proponerlas de modo racional y
comoortamiento, fruto del mecanismo del desplazamiento, que
se manifiesta mediante la conversión histérica. adecuado al grado de madurtlción de los hijos. si se quiere que
¿S¡OSlas imegren armánicamente en su bagaje cultural y moral.
J ~mien~~xicario En caso contrario se corre el peligro de que incluso las normas
El proceso de idenuf¡caclón. ~n la Situación edípica. es de ti- !
más func:onales se "ivan como imposición. entrando a formar
po afectivo. es decir. :eemificación anaditica. que denota un fuer- parte ee un Super-Yo rígido y represivo que obstaculiza el desa- .
te ligamen afectivo de tipO prirT}gnoo de tipo defenSivo. es decir. rrollo normal de la oersonalidad. :
182 " ~~ . '"
1831
..

l' !
..•.

cuentra en relación no sólo con los paores y familiares. sino tam-


Una visión positiva, por' parte de los padres, de los procesos
bién con los compañeros y profesores. aumentando la gama de
descritos favorece una actitud educativa aota para afrontar los
intereses. El niño satisface sus necesiaades primarias y las exi-
problemas del desarrollo, ayudando a los bijos a vivir esta fase
gencias de la socialización primaria en la familia, mientras que
como un momento privilegiado de su crecimiento y de su madu-
desarrolla la socialización secundaria no sólo en el ambiente fa-
ración personales.
miliar sino también en el exrrafamiliar (Ma¡er, 1972).
Existen diferencias entre los dos sexos (810s. 1971). Al co-
2.4. Fase latente:
mienzo de la fase. los mecanismos regresivos. a un nivel prege-
aproximadamente de los 5/6 años hasta nital, son más frecuentes en los niños porque la ruptura con la fa-
la pubertad, aired~or de los 12 años se precedente es mas tajante. l.as niñas viven con mayor
Esta fase no hace reflúencía a partes del cuerpo y, en conse- serenidad. incluso con la presencia de algunos 'elementos de la
cuencIa. no toma el nombre de ninguna zona erógena. Al no situación edípica. El ambiente sociocuJluraJ, en esta fase, es más
existir fuente de excitación. no aparece nueva pulsión sexuaJ al- tolerante con las niñas que con los niños. Al contrario, un desa-
guna y las existentes son removidas. Parece como si el niño olvi- rrollo biológico más precoz en la niila puede exoJicar una conflic-
dara su pasado y adquiriera una gran calma y tranquiiidad. inte- tualidad mayor, en ella, con la aparición inminente de las pulsio-
grando los componentes de su personaiidad. Más que de nes de la pubertad.
ausencia de energía libidinosa se trata de hallazgo de un modo En esta fase aparece una neta distinción entre proceso pri-
de descarga socialmente aceotable; el niño. gracias también a mario y secunaano. La inteligencia alC2l1Zauna mayor caoacidad
su desarrollo cognitivo. encauza sus propios intereses intelectua- de razonamiento lógico. de generalización y desin¡esls: el mu-
les hacia los deberes escolares y sociales. la búsqueda de una chacho es capaz de comprender 2decuadament~ las situaciones
comqañia 'y actividades amlsLOsas con los compañeros. preferi- sooales y de tener a raya las tend€::lcl2S egolstas. desarrollando
blemente del proPiO sexo. sentimientos y comportamientos altruistas: el Yo. fortalecido.
El muchacho, consciente de las normas de la sociedad. ha- puede evitar el peligro de la regresión (Bias. 1971). -
biendo ya interionzado las exigenCIas razonables de su ambiente
cultural. logra emolear su Vida de manera realista en conforml- 2.5. Fase genitaJ
oao con sus ooslotlidaaes concretas.
Las oOClOnesnarClSIStas. noicas ae !3. tase amenor. se modIfi-
Bias (1971) recueraa oue es necesano suoerar una Interpre-
can y la energía puJsionaJ se canaliza o se sublima r,acla OPCIO-
taCIón literal de esta fase. que postulafld la total ausencia de las
nes objetuales aitruistas; aoarecen los intereses de tloa social y
pulsiones. Incluicias las sexuales. La actlV1cad sexual esta mas
laboral. Con el paso del tiempo se hace más apremian:e la preo-
bien sublimaaa y acomodada a las exigencas extemas. gracias
cupación por la profesión y por la formación de una nueva fami-
a la mayor caoaCldad de control del Yo. Por otra parte ..el niño. a
lia. El adolescente madura y se comiene en el adulto inserto en
traves de su identificación con las figuras Significativas. obtIene
la sociedad, que se gobiema Dar el princpio de la reaiidad. aban-
una aprobación social y una recompensa eXIema que,¡¡:;levan su
donando las opciones narcisistas inr:,:;nhles.
autoestima personal.
Esta fase. irnoortante para la madurez definitiva de la perso-
La adqUisición de una mayor caoacldao intelectual perrl1lte al
na, utiliza los logros de las tases antenores y constituYe una re-
muchacho caotar melor la realidad. extema confrontada con sus
. caDltulación de las situaCIOnes preceoentes. Siguie::ao a 810s
conqUistas personales y con los valores Int::noflzados. La caoa-
(1971). que presenta un estudio panoramlco ee eSta 'ase. pre-
clcad ae evaluación. segun una escala ae valores. le permite
sentamos las características y las eXigencias ¡iolcas C2 la situa-
aceptar las cosas y las personas segun un G.11eríoobjellvo e inte-
ción adolescente Que son necesarias para conseguir :';:1 desarro-
grar en su personalidad cuamo cree digno de tales valores. El
llo armónico de la personalioad.
pnnClpio ee la realidad prevalece sobre el or.ncipio del olacer. Se
amolia slgfllficanvamente el amolente SOCIaloel niño. que se en-

185
184
7.5.1. Condición adolescente
Al hablar de situación adolescente aludimos a una pluralidad
de sucesos, comportamientos, procesos que, aunque presentan
características semejantes, tienen diferentes matices en cada
sujeto concreto. Las diferencias se basan, entre otros factores,
en el sexo, en las diferentes experiencias vividas en las fases an-
teriores, en las características propias de cada sujeto. Se pueden
hallar puntos comunes, 'pero el desarrollo del adolescente pre-
senta ritmos e intensidad diversos, que reflejan grandes diferen-
cias personales.
El adolescente, gracias a su desarrollo intelectual es capaz de
distinguir entre proceso primario y secundario; puede ser altruista
a nivel socia!; es capaz de colocarse en el puesto de los demás,
de tener en cuenta la realidad y de relacionarse criticamente con
su medio ambiente. Estas conquistas, propias de la fase de laten-
cia, constituyen la base de lanzamiento desde la que el adoles-
cente conseguirá su propia identidad y su maduración global.
Consideramos, siguiendo una línea clásica, tres subperiodos
de la adolescencia: primera adolescencia, adolescencia media o ,
verdadera adolescencia y tardía adolescencia. Comenzamos ha-
ciendo algunas reflexiones sobre la preadolescencia.
O Preadolescencia
En la preadolescencia se intensifica la presión pulsional, se
aprecia una gran excitabilidad ante una gran variedad de estímu-
los, no necesariamente de naturaleza sexual, unida a reacciones
de tipo erótico; los órganos gen/tales desempeñan una función
de descarga generalizada de tipo sexual; aumenta la curiosidad
acerca del propio cuerpo y del funcionamiento de los órganos
corpóreos.
Por otra parte, el Super-Yo desempeña un papel importante
orientando los intereses del preadolescente hacia la búsqueda
de respuestas socialmente aceptadas, capaces de aumentar el
prestigio personal: pueden encontrarse, en consecuencia, mu-
chas actividades de tipo compensatorio. -
~ La pamclpacJón en la vida de grupo representa un modo de
, encauzar los intereses personales hacia el logro de metas social-
mente aceptadas, un lugar experiencial y un modo de superar
los sentimientos de culpa que nacen de la diíicujtad de gobernar
las pulsiones propIas de este período.
Se encuentran diíerencias sexuales en el desarrollo de los
preaaoiescentes. Reaparecen comportamientos típicos de las ía-
186
ses .pregenitales, aparentemente superados en la fase de laten- lidad, le ayudan a SUperar la insufrible situación de no saber
cia. Los muchachos tienen comportamiémtos agresivos hacia sus quién es en la realidad.
compañeras; la incapacidad de gobemar los sentimientos de an-
O Primera adolescenCia
I siedad aparece en forma de hostilidad y de desvalorización de
las muchachas y en la formación de grupos exclusivamente mas- La búsqueda y el logro de la propia identidad constituye la ta-
culinos.' El psicoanálisis interpreta estos comportamientos como rea pri[1cipal de la adolescencia. La orientación genital domina y
una dificultad de establecer relaciones sociales maduras, debida retuerza al Yo, permlte¡una organizaclón mas madura de las pul-
a los mecanismos de defensa, que entran en acción para evitar siones y una mejor adaptación a la reaHdad.
el miedo a la castración. Tales grupos, [as bandas de oreadoles· El desplazamiento del obie!o de amor. propio de este perío-
cen.!§.s. soo ! 10 intento de ti00 homosexual de responder a los do. no siempre es ~a rarea fácil hacia el logro de la elección
deseos edípicos de la fase precedente, defendiendose de la an- del objeto deíinitívo. Socre todo en los primeros años de la ado-
gustia y de! miedo que de elios se aenvan. lescenCIa. es normal una ambivai'encia típica en cuanto que de-
-En la muchacha aparecen deseos edípicos con el consi- saparece la seguridad anterior con la pérdida de los objetos ori-
guiente miedo de la madre. El mecanismo de identificación pue- ginarios de amor; la fUf~rza del Yo no es capaz de integrar
de explicar los sentimientos de envidia de la muchacha y sus an- definitivamente las exigencias ae las nuevas pulsiones genita-
les.
gustias correspondientes. El paso hacia una maduración implica
la superación de las fantasías pregenitales de tener un hijo y la Los muchachos manifiestan una fuerte tendencia a alejarse
orientación definitiva hacia la formación de una adecuada tipifica- de los obietos de amor que han estado presentes hasta este mo-
Clón sexual. La búsqueda de las relaciones heterosexuales son mento. generaJmente los prooios padres. y consiguientemenre el
típicas de la fase genitaL La muchacha mandiesta su ambivalen- Suoer-Yo se.p.resenra déciL En la búsqueda del nuevo objeto de
cia con la negación de la propia femlOidad< Orientándose de ma. amor se encuentran sentimlenws de soledad. qde llevan fácil-
nera exagerada hacia actividades que eXigen un papel actlvo y mente a la idealización (lei amigo. como proyeccián de los pro-
dominante. y rechazando cualquier forma que implique una acti- piOSdeseos y del anheic.:e suoeraoón y ae periecclonlsmo.
tud de retraimiento o de paSividad. Al no lograr superar con clari- El adolescente. a meGida aue crece. se onenta con mas oan-
dad la fase edipica remueve las tendencias pregenltales, desa- ,Jaa hacIa e! ooleto hetemsexual y es mas c:::nstarlte en mame- ,
rrollando un fuerte alelamiento de la figura materna con la ,er las íelacrones eSTaOlec:cas.. :J:Jr orra carre. no no. alcanZ2:00
tendencia excesiva hacia la heterosexualidad. tanto a nivel fan- ai sennoo ee Idenndad es forma cefinl(Jva ni logra acemar :as
tástico como de comportamiento. ·sentlmlentos de naturaie:::a eronca '! las VivenCIas exoenmenra-
Los comportamientos delincuentes pueden explicarse como das de corte' homosexual. a veces a nivel fantástica. con el ami-
una extenonzación de una conducta de significado sexual. es de- go o los amigos idealizados: eSTasituaCIón le lleva, a veces. a
CIr, como un intento de evitar el peligro de estar a merced de la romper con los amigos. La. consecucIón del estadio lógico.formal
madre preedípica. La tendenCIa exagerada al comportamiento y la creciente capaCidad de confrontarse con la realidad, le ayu-
heterosexual, una especie de pseudo-heterosexualidad. es, en dan a. formarse una '/IsiCn menos idealizada y mas aDjetiVo.ee
efecto. muy importante, sea como reacción a las tendencias re- los compañeros y de los ,?mlgos situando los en un contexto mas
gresivas hacia la figura matema sea como modo de verificar la acorde con sus caoac:dar'es eiec!lvas<
propia identificación sexual, evitando este modo, incluso a nivel Las muchachas Ideat:z2n al amigo. exoenmentando un pro-
de fantasía. el miedo a la homosexualidad. fundo enamoramiento. cue ouede tener Dar t)ojem tamo a un
Los preadolescentes. muchachos y muchachas. tienen gran amigo como a una amIga. Grac:as. cUlza. a una mavor (OJeranoa
dificultad de integrar. en el preolo esauema cognitivo. los cam- SOCIalhaCia el comoortarr:¡emo femenino se ouede entencer una
bios que experimentan a diversos niveles. corpóreo. social y ae cierra amoivalencla sexu21 o. melar aun. una olsexuaiidad feme-
maduración. Los comportamientos reacnvos. que hacen ver la nina aoolescente. I_a,rm.:cnacna manifiesta un comportamIento
aificultad que tIene el preadolescente de alcanzar la propia Iden- mas bien pasIvo con 2; ~ec:e(o Intento de consegUir rnaniiesta-

187 188
ciones afectivas y atenciones que la hagan sentirse en el centra
de la relación. El comportamiento narcisista. típico de la adoles,.
ceme. se mamfiesta también a nivel de fantasía cen la percep-
ción bisexual de su imagen corpórea, que la ayuda a no sentirse
vacía cuando se compara con el muchacho. De modo semejante
puede intemretarse la tendencia a ídentlñcarse con diversas ffgu-
ras que cambian con faciiidad en el tiemoo; son modos de revIvir
¡as diversas imagen es idealizadas de sí misma. La aclitud de
comprensión aiectIva de'los padres constituye una ayuda precio-
sa para superar las dificultades y desilusiones experimentadas'
en la búsqueda de la propia identidad y en la construcción de las
relaciones heterosexuales.

O' Media adolescencia o adolescendaverdadera


Los adolescentes realizan una nueva búsqueda de objetos
de amor con tendencia al abandono de la imagen narcisista y bi-
sexual de la fase precedente. aunque aparecerán nuevos aspec-
tos narclsistas. Su capacidad rógico fonma! les permue conSiderar
a las oersonas SIgnificativas como los padres. maesrros. aau!tos
en general, no ya como sus ¡dojos. sino como personas que tre-
nen sus limItaciones. Este descubnmlento puede hacer surgIr
fantasias narasistas a divefSOS niveles. cognitivo. de comporta-
miento. afectIVo. que consnluyen un modo de rejacionarse ccn la
realidad a ¡raves de ensayos y errores.
:::1 este momenro ael oesarrollo. es muy imool1ame la iCef1!lñ-
cacon cen el came ael mlSma sexo. oue es e! czmrno normal
para la consecuc!(jn ae la Icenndad personal y de una Clara
orientacIon heremsexuaL
La gran senslbiiidad y las cualidades sensonales del aaoles-
cente. que le permite exoerimentar el mundo externo e interno
de modo afectivamente intenso. pueden aumentar el vacio origi- :
nado espontáneamente en esta fase de transición de los anti-
guos aoietos de amor a los nue'/os. En este senndo. si diano de! -
adolescente representa una respuesta al 'lacio que se crea por
sentirse incomorendido. dado que se perCIbe oal1lcujarmente
sensible y eXlraordinariamente diferente de los aemás. El oiana
reoresenra un modo de establecer relaCiones imagrnarias sans-
iacmnas. de conservar y acanciar una secreta y positiva Imagen
de s¡.
El 20andono de los vieias objetos de amor y la aoanclón de
otros nuevos. '1lVldos con una imo!icaclán total de la persona ha-
cen VIVIra los acolescentes dos momentos diversos: el de! luto y
••
189
relacionarse con el ambiente social difiriendo la satisfacción in-
el del enamoramiento. La elección deíin!t~a de la relación nete-
mediata de sus deseos. La formación de la personalidad moral
roselCU2Jestá condicionada, normajmente, por las relaciones ha-
se funda en principios personales de autoestima, en la capaci-
bidas con ias figuras parentales, sea porql,.Jese cusca una perso-
dad de decisión y de regulación interna, más que basarse en la
na de distinto St:xo, semejante a los padres, sea porque se
censura del Super-Yo, que impone normas introyectadas por imi-
busca, por reacción, una persona con C2íacterís:icas opuestas.
tación de los modelos parentales.
En este período deberían estar ya resueltos los últimos restos
del complejo edípico. La muchacha supera las experiencias de ti-
2.5.2. Características genitales de la personalidad
po homosexual con ia relativa envidia y oesprecio del muchacho
y resuelve la fijación infantil con la madre. El muchacho debería
Esta fase, que representa la madurez de la personalidad, no
haber superado el miedo a la madre castrante y evitado las pro- deja huellas negativas en el adulto, como fruto del mecanismo
yecciones de la figura materna sobre las demás mUJeres, a las -de la fijación. Se trataría, más bien, de subrayar que la madu!§z
que no cebe considerar como posesión, también ellas, del padre. collsiste en la corísoli~aciónde las características genitals;;JlfQ:
: La resolución de estos últimos restos edípicos permite una ade- pías ae-¡o~,ªiY~~§º2'Q~~12º9$wqE:,la adolescencia. . ._'....
-~",.",".-,.. }
j cuada tipificación sexual en los muchachos y en las muchachas.

I En los adolescentes se halian presentes diversos mecanis· 2.5.3. Exigencias de desarrollo (.' 1 f
mos que son muy útiles para defenderse de los temores que sur- La superación de las fases precedentes constituye la mejor
gen al afrontar sus nuevas tareas de desarrollo. Tales mecanis- plataforma para iniciar el camino hacia la madurez. Indicamos al-
· mas comprenaen desde el ascetismo a la intelectualización; gunas sugerencias que pueden facilitar el proceso de madura·
ción de los adolescentes.
desde la negación al aislamIento; desde la formación reactiva al
I conformismo; y desde las manifestaciones histéricas a las hipo- O Validez de los modelos
, condriacas.
Los modelos en general, y los padres en particular, pueden
¡ O Tardía adolescencia
favorecer una elección madura del objeto definitiVO de amor de
Durante este período el adolescente debería integrar, en su los adolescentes. Además de las características de los modelos
¡ personalidad, las múltiples experiencias y adquirir un nuevo mo- . expuestas en la teoría del aprendizaje social. se reqUiere que es-
do de relacionarse con los demás. Bias (1971) propone las si- tos, conscientes de sus posibles conflictos, sean capaces de co-
- guientes tareas de desarrollo: una estable sistematización perso- municar con los adolescentes dl? un modo claro, evitando el uso
· na! de las funciones y de los intereses del Yo, una definitiva de mecanismos de defensa, las lamentaciones sobre el pasado
identidad sexual, una maduración de los aparatos psíquicos que o las aspiraciones para el luturo.
salvaguardan la integridad y el funcionamiento del organIsmo.
¡. O Aceptación de la persona de los adolescentes
El adolescente es capaz de tener en cuenta la realidad para
alcanzar sus objetivos y sabe reguiarse, según sean las situacio- Un segundo aspecto, que facilita el crecimiento de los adoles-
nes, para conseguir las metas deseadas. Ha consegui1o una ma- centes, es la habilidad de favorecer su responsabilidad de sentir·
durez relativa que le permite controlar los conflictos, en sentido se protagonistas de su vida y de sus opciones. Esto presupone
· egosintónico, integrándolos en su personalidad. El adolescente que los adultos acepten la personalidad de! adolescente, no juz-
adquiere, de forma definitiva, el sentido de identidad. que le per- guen moraiísticamente sus comportamientos adolescenciales y
mite integrar las identificaciones de las fases precedentes y los di- respeten lo que éste les quiera comunicar.
versos componentes de su vida. Por otra Darte, es constante en
:=> Aceptación de la ambivalencia adolescente
sus manifestaciones laborales y afectívas. que dependen de la
mayor o menor capacidad de síntesis y de Integración del Yo. La aceptación educativa reouiere la capacidad de captar. en
Gracias a su capacidad de razonamiento lógico-formal. el los comportamientos ambivalentes de los adolescentes, la bús-
adolescente distingue las hipótesis de la realidad y es capaz de

190 191
i queda de un contacto más profundo de estos con la realidad y
de una mayor integración deCsus recursos personajes para al-
canzar su propia identidad. Nota caracteristica de esta acepta-
ción es la capacidad de interpretar positivamente los comporta-
¡ mientas reactivos del adolescente, descubriendo e! mensaje
oculto que se desea comunicar.

a POSibilidad de v;vir experiencias comunes


Los adolescentes necesitan ser guiados para comprobar sus
hipótesis a la luz de la realidad. Los adultos pueden ayudarles no
solamente a un nivel verbal, sino buscando, junto con ellos, las
hipótesis más probables y proponiendo exoeriencias que favo-
rezcan la toma de contacto con la realidad misma. Se consigue,
así, la adaptación de las fantasias y del egocentrismo de tipo
idealista a la realidad concreta y objetiva.

a Posibilidad de espacios sociales


para manifestar la propia creatividad
El ambiente social debe ofrecer espacios de tioo cultural, in-
cluso a nivel institucionaJ. de tal modo que los adolescentes pue-
dan sentirse comprometidos en aJgo útii y estImulados en la bús-
quedacreativa y personal de nuevas propuestas para mejorar
las condiciones de vida.

3.. Estadios de desarrollo


.•. ..........,..
segun' c.f'lKSon-
Erikson. dentro de una visión psicosexuaJ freudiana. añade la
dimensión psicosociaJ subrayanao el paoel deoslVo de los tacto-
. res soclajes en el desarroilo humano (Erikson. 1980: 1971). En la
descripCión evolutiva oe la personalidad pone en evidencia dos
asoectos. El primero e.s que el funcIonamIento de las diversas
zonas corpóreas. implicadas en cada estadio, depenae del pro-
-
ceso de maduración. reaulado' .por procesos innatos: el secundo
-
es que los mOGos de comportarse del niña. en un determinado
estadio. y las modalidades de su conducta social deoenden. por
lo general. del proceso de oesarrollo aSico-sociológico. La madu-
raclon y las expectatlvas soclaies can Jugar, en caca estadio. a
una cnsis peculiar. cuya suoeraclon oosniva, o negativa depende
de la caoac¡dad de los adultos de sintonizar con el ntvel de desa-
rrollo del niño. Erikson. SIn olVIdar la Importancia de las tres ins-

192
tancias freudianas. destaca el papel decisivo del Yo como centro do proporcionado a su madurez, las primeras frustraciones, que
de integración de la persona. nacen de la imposibilidad de obtener siempre una respuesta
Proponemos las fases del desarrollo psicosocial según Erik- adecuada a sus necesidades. Puede sufrir un aparente o real
son (1959; 1971; 1980) (Cfr. tabla 19). alejamiento de la madre, debido a compromisos laborales o fami-
En las varias columnas se enumeran:
liares. De este modo, el, sentimiento de confianza de base, que i
- las diversas crisis por las que pasa el niño en el proceso no se adquiere de una vez para siempre, está sujeto a momen-
evolutivo; tos de crisis y de riesgo.
- las personas y relaciones sociales que son importantes en La consecución de la esperanza, tarea principal en esta fase,
cada estadio: y las prímeras experiencias de confianza o desconfianza consti-
- los elementos del orden soci¡¡.1 qué'son característiCos de tuyen el fundamento de las etapas sucesivas y de todo el desa-
cada estadio; _ - - rrollo humano. Las relaciones sacIé.líes adultas pueden compren·
- las modalidades psicosociales de relacionarse; derse a la luz de las primeras experiencias familiares; la
- los estadios psicosexuales freudianos. experiencia de confianza puede llevar incluso a una actitud de
Anaíizamos las ocho fases evolutivas. colocadas en la diago- abandono confiado en la providencia de un ser supremo.
nal de la tabla 20, que representan el desarrollo ideal (Erikson,
1959; 1971; 1973; 1976). Las características propias de cada ra-
3..2. Autonomía frente a vergüenza
se se hallan presentes, a un nivel inicial. antes de que aparezca
y duda (de 2 a 3 añosl
su momento critico y continúan estándclo. a un nivel de mayor
perfección. despwis de haber sido suoerado dicho momemo. Superada la fase oral, el niño dirige su actividad hacia los ob-
Hemos rellenado todas las caslilas de !a tabla 2(Y,denomlnándo:- jetos del mundo extemo. Entra en ia fase anal y adquiere mayor
las con el tltulú de formas precoces o sucesivas de la íase co- control sobre sí mismo y mayor independencia del mundo exter·
rresoonaiente (dr. tabla 20). no; toma conciencia de que tiene !~na voluntad, pero no siempre I

puede tener un total control anal, por lo que tiene miedo del ale-
3. i. C.onfianza frente
a desconfianza jamiento o de la pérdida de los padres.
(desde el nacimiento hasta. año 1 i la
presencia de los padres deoe ayudar al niño a emplear
sus descubrimientos sobre el mundo y a desarrollar un sano
=-'1 el cnmer eSlaalo. Que corresoonae a la rase oral y cL'Ya
sentido de autonomía y de seguridad, evitando que nazca un
oimens¡on de base es confianza freme a desconfianza. ':! niño se
exagerado sentimiento de vergúenza y de duda. La vergúenza
presupone la incapacidad de gobemar la. inicial toma de con-
relaCiona
y manifiestaconlaei(endencia
amoiente a acoger
travésy de la modalidad
retener las cosas. incorporatlVa ''1

ciencia de estar expuestos a las miradas de los demás: el niño


Los CUIdados matemos. ligados a la satisfacción de las n,,;ce- ! esconde la cara, esperando así no ser visto por sus interiocuto-
s¡daaes pnmarias infantIles, tienen una importancia fundamental res.
para la adauislción de la confianza de base de! !1lño. El sentido
Par8{;ida a la vergüenza es la düda que nace de la concien-
de confianza y de segundad tienen un doble sigmñcaao: el pri- cia de poseer un trasero, junto con el sentimiento de incapacidad
mero se refiere al hecho de tener confianza en las aemás perso-
de poderlo administrar completamente. Esta zona corpórea se VI-
nas: el segunda se reriere al hecho ae sentirse digno ee la con· ve como si fuera una parte desconocida del propio cuerpo a la
fianza Ge los demás. 8
nIño. mediante su exoerienaa. comienza
que se debe controlar. Esta dUda puede con~tituir el punto de
a sentIr que puede fiarse de los otros y aorende a tener confian-
partida de los temores paranoIcos del adulto ante lo desconocido
za en si mismo.
y ante los pOSibles agresores que alacan por la espalda.
La calidad de la relaCIón de la madre con ei !1lño Iniluye. so-
Este estadio. en e! que se Sientan las bases del control per-
or,: ¡"alera. en el desarrollo de este y en la maduraaon de las
sonal y de la cooperación con las otras' personas. es deCISIVOpa-
iases SUC9SiVas.Es ¡maollante que el nIño expenmeme. en mo-
ra la aceptación personal y para la construcCIón de las relaCIones

193 194
sociales siguiendo algunas dimensiones fundamentales como
son la dei amo[-edio, cooperación-obstinación, lF':'ertad de:,xpre-
sión-supresion de la misma. Una presencia rígidamente impositj-
va de los padres ¡avcrace e! desarrollo de la polaridad negativa,
es decir, un sentido de impotencia o de excesivo autocontroi.
El niño está sometido' a las imposiciones adultas en lo refe-
rente al control de los esíínter2s y a la regulación de su comoor-
tamiento. Si esta experiencia es proporcionada a SL'S posibilida-
des reales representa~n primer paso paia la adquisición de una
verdadera autonomía en el respeto qe la justicia y de la ley,

3.3. Espíritu de iniciativa frente a sentido


de culpa (de los 4 a los 5 años)
El niño, con la capacidad de moverse con libertad y con el
perieccionamiento del lenguaje, adquiere el sentimiento de inicia-
tiva en la conquista del espacio y en el intento de imponerse so-
bre los demás. Se relaciona con las personas según la modali-
dad de la intrusión, manifestada de formas muy diversa: con
discursos agresivos, por medio de movimientos Impuisivos, me- .
diante una intensa curiosidad incluida la sexual. .
A nivel psicosexuaJ, los niños utilizan un modo rálico-intrusivo
de comportamiento, mientras que en las niñas predomina la fa-
ceta de apropiación, pasando de la agresividad a la acogida.
la modalidad social está representada por el hacer, con ten-
dencia al ataque directo, al placer del éxito, a la alegria de la
conquista; se sientan las bases del espíritu de iniciativa, es decir,
de la capacidad de elección de los objetivos luchando incluso
con los aduítos que ya han llegado al lugar a donde eilos desea-
rían llegar. Aparece la tendencia a colaborar con los demás, uni-
da a dos sentimientos contrastantes: la dependencia '1- el domi~
nio. Esta dinámica puede explicar la rivalidad hacia quienes no
permiten desarrollar el sentido de iniciativa. como se puede vis-
lumbrar, a nivel psicosexual, en situación edípica.
En este periodo, el niño puede comenzar a formarse un sen-
tido de responsabilidad moral, favorecido por una presencia
comprensiva y afectiva de los padres. Es conveniente que los
padres y maestros tengan en cuenta las competencias del niño y
su ritmo de desarrollo. Comienza a tenef un rol y a desempeñar
tareas encaminadas a conseguir un objetivo preciso: mediante ei
espiritu de iniciativa, y las responsabilidades que va asumiendo,
descubre el sentido de finalidad.
..
195 ¡
puede favorecer la habilidad para afrontar los conflictos y la for-
La exageración de las nuevas capacidades locomotrices y mación de un Yo mas firme, capaz de encarar la resolución de
mentales, los comportamientos agresivos, que van mas allá de los problemas personales. Los logros-y resultados positivos con-
las reales posibilidades infantiles, las manifestaciones de odio in- seguidos favorecen el nacimiento de un sentimiento de habilidad;
justificado pueden hacer surgir un sentimiento de culpa. Puede : de este modo, el niño se siente capaz de aprender y manipular
entenderse mejor este sentimiento si recordamos que esta fase los conceptos adquiridos.
corresponde a la fálica con sus tipic.os mecanismos de defensa La reiación con el mundo de la cultura y del trabajo es impor-
en la resolución de la situación edípic<l. tame para el futuro desarrollo del sujeto por exigir una cierta au-
Más que en la fase anterior, el niño puede sentir vergüenza tonomía en el desempeño de sus ocupaciones. En en este perío-
de ser descubierto cuando hace alguna cosa negativa; el miedo do se sientan las bases para una concepción del trabajo: en
que experimenta de que sean descw?iertas sus fantasías puede concreto, el hombre podrá sentirse esclavo o dueño, según sea
indicar el nacimiento de la voz de la conciencia, unido a un senti- la actitud desarrollada en este periodo.
do de culpa por pensamientos y comportamientos que permane- Pero si, ante estos desafíos, no se siente a la altura de Ia.si-
cen ocultos para los demás. tuación puede experimentar un sentido de desfase y de inferiori-
La permanencia de los conflictos inherentes al espíritu de ini- dad: nace entonces la tendencia a devaluarse y a no sentirse
_ ciativa puede :dar lugar, en la edad adulta, a dos polaridades ne- digno de valor alguno, que por io general se relaciona con con-
gativas. Por una parte pueden aparecer reacciones histéricas y flictos P!ecedentes no resueltos. Por ejemplo, un apego excesivo
manifestaciones de enfermedad psicosomatica. como exoresión a los padres, en particular a la madre, no le permite superar la
de la negación de los deseos originales y cómo síntoma de la re- crisis de salir fuera del ambiente estrictamente familiar.
'presión de las tendencias profundas: por otra, formas de ostenta-
ción en la acción, como resultado de una formación reactiva o de 3•.5.Jdentidad frente a dispersión
supercompensación de sentimientos y deseos profundos OCúltos. (adolescencia)
El adolescente. en la visión eriksoniana, tiene la tarea de bus-
3.4. Habilidad frente a sentido de inferioridad
car auién es en realidad, de integrar el pasado en su oersonali-
(de los 6 años hasta la puberta~J dad. ae esclarecer 10 aue está vIvienao y haCIa oónae estacaml-
Suoerados los estadios precedentes. caraaenzados Dor un :1anoo y oe comrontar la sltuaClón real con su munao ideal. las
intenso esiuerzo de construCClón oe su Dersonaüdad y ce conii- diversas expenenClas vividas y las identificaciones exoenmenta-
guraClón oe su Identidad segun les DaDeles que la socl8oao le das. con modelos .diferentes, tienen ahora que integrarse armóni-
asigna. el niño entra anora en el periodo de latencia. Es un pe- camente dando lugar a la propia identidad.
riodo de auietud y de sublimaciones frecuentes antes de que re- El adOlescente, ante las muchas posibilidades que se le pre-
nazcan los impulsos de la pubertad. Parece que un verdadero sentan, encuentra dificultad de elección entre los diversos pape-
sentimiento latente es. el deseo escondido cie establecer. una re- les que la sociedad y la cultura le proponen. Con la adquisición
lación vaiida y proiunda con un compañero del sexo ODuesto. de la nueva identidad. el adolescente descubre la dimensión de
En este período. que coincide con la edad escolar y con la la fídeiidad a sí mismo. Si este intento de integración no se com- ••
entrada en el mundo de la cuiturd y del trabajo, el niño camina en pleta, aparece la difusíón de identidad, que lleva a los jóvenes a
busca de su identidad, se va formando la conciencia de ser lo una situación de duda, Incluso sobre su propia identidad sexual,
que es caoaz de aorender y maniíiesta ei deseo de' lograr cami- que diíiculta la formación de una identidad profeSional,
nar las tareas que debe desemoeñar suoeranao un posible senti- La difusión de Icentidad expiíca el estado de confusión de
miento de Inferioridad: nace así la dimensión de la competencia. muchos adolescenres y los comoortamientos de delincuenCIa,
8alo este aspecto. adauiere un valor 'especial el juego, como mo- que les lleva a la aaqUlsición de una identiffild opuesta a la que
mento y coortunIdad de perfeCCIonar la propIa caoacidad de ser los padres y la SOCIedad les proponen. Para los adolescentes es
dueño ae digo. aunque sea de tlOO lúdico. El éxito en el Juego
201
200
mejor tener una identidad negativa que no saber quienes son. 8 miedo a diluirse en el otro o en las relaciones de grupo im-
pide el compartir la propia identidad, origina un rechazo de los
La búsqueda del grupo, las diversas manifestaciones de ena- .
moramiento, la idealización de los héroes son intentos de bus- demás y una tendencia al aislamiento con el repliegue sobre sí.
La inseguridad de la propia identidad puede manifestarse en la
car, mediante la proyección y la identificación, la propia imagen
huida de la intimidad, en la búsqueda de relaciones de poder, de
ideal y la valoración de las propias habilidades; en el fondo, los
lucha, en el deseo de ser el jefe a toda costa o en crear distm-
adolescentes están buscando su propia identidad.
La adolescencia se considera como momento de. espera. Un cias entre él y las demás personas hasta el punto de aleiarlas o
estadio psicosocial que ya no pertenece a la infancia y aún no ha eliminadas del propio círculo.
alcanzado la edad adulta. La moralidad infantil se presenta ina- Es el período de la genitalidad madura. Representa el mo-
decuada sin que se haya desarrollado todavía la moral adulta. mento en el que el sujeto es capaz de llevar a cabo la tarea que
Durante este período, una especie de moratoria, el adolescente Freud asigna a la persona norma1'y madura: amar y trabajar.
puede experimentar diversos modelos de identidad antes de op- Idealmente la maduración de'¡estadio requiere la capacidad de
tar por el definitiVo. tener una relación íntima heterosexüal con una persona amada,
Se señalan algunas dimensiones que representan tareas par- digna de coniianza, con la que compartir los diversos momentos
ciales en la superación de las crisis que conducen a la identidad de trabajo, de recreo y de procreación; el sujeto es capaz de
definida: perspectiva temporal contra la difusión del concepto de asegurar un desarrol:o adecuado y armónico a los hijos. La nue-
tiempo; certeza de sí mismo contra apatía; experimentación de va dimensión es, pues, la dE:!amor.
La reacción del aislamiento, como temor a compartir, puede
roles contra identidad negativa: capacidad de prefigurarse las
realizaciones contra bloqueo de la actividad; identidad sexual hallarse también en la relación de pareja; en este caso los dos se
contra difusión bisexual; polarización de la capacidad de mando protegen también de la tarl';a de la generación, propia de la mIs-
ma intimidad.
contra difusión de la autoridad; polarización ideológica contra di-
fusión de los ideales (Erikson. 1971). .
El adolescente vive su idealismo como una posibilidad de 3.1. Capacidad gene¡'ativa frente
conseguir una sociedad más perfecta, en el sentido de que, para a estancamiento (edad adulta media)
cambiar una cierta imagen del mundo y de la historia, se requie- La persona se encuentra en la edad adulta. abierta a la alter-
re que [os mejores gobiernen y facliiten que los recursos de las nativa de la capacidad generativa o del estancamiento.
personas se desarrollen adecuadamente. La capacidad generativa va dirigida a la creación de nuevas
generaciones. a poner en común, con una persona amada. las
3.6. Intimidad frente a aislamiento propias energías para crear 't' formar los propios descendientes.
(edad adulta joven) Aunque no se halle siempre presente la procreacIón natural. el
individuo puede realizarse mediante la productividad y la creativi-
El joven, en este estadio. es capaz de dialogar con los demás
teniendo conciencia de la propia identidad y del propio rol social. dad: en algunos casos, el deseo y la realidé.:j misma de tener hi-
Está preparado para la intimidad. para relacionarse con los de- jos naturales no satisface el sentimiento de la capacidad genera-
más: aunque es ya capaz de tener amistad con los compañeros Uva, por no haberse alcanzado algunas metas propias de las
del sexo opuesto. es típica también la relación con compañeros etapas precedentes.
del mismo sexo con los que comparte los propios pensamientos En perspectiva eriksoniana, es posible la entrega a los de-
más. sin la reproducción, mediante la realización de una condi-
y sentImientos a nivel íntimo y profundo. De este modo nace un
fuerte sentimiento comUnitario del nOSOlroscomo oposición a los ción de vida mejor para los hiios que catecen de protección; se
demás. considerados como diversos del propio grupo de perte- trata de un interés y de una dedicación a los demás dentro de!
nencia. El caminar de dos en dos exige antes la experiencia de marco de un proíundo amor que puede ser entendido como valor
la propia Identidad. de ser uno.

202 203 I
¡ supremo de tipo transcendente. Aparece corno dimensión típica 4.1. Apertura a las aportaciones teóricas
. de esta fase la dedicación al cuidado de los demás.
Las reflexiones sobre la edad evolutivá, propuestas a la luz
El estancamiento, como polo opuesto a la capacidad genera- de la psicología profunda, son una aportación para conocer e. in-
tiva, es una especie de esterilidad propia de quien no se coloca
terpretar el comportamiento humano. Esta aportación, integrada
en la perspectiva de abrirse a la fecundidad y a la creatividad. La con las de las otras teorías, garantiza un correcto acercamiento
persona se repliega sobre sí misma, se aura-absorbe, sin apertu- al hombre, que permite elaborar pistas de acción educativa.
ra a los demás y se cierra a la posibilidad de un verdadero creci-
miento y maduración psicológicos. 4.2. Aceptación del mundo personal profundo
La aceptación del mundo personal profundo, en vez de asu-
3.8. Integración del Yo frente a desesperación
mir una actitud de negación o camuflaje de los recursos incons-
y disgusto (edad adulta posterior)
cientes, constituye el punto de partida para un trabajo educativo
El último estadio es el de la integración del Yo; implica la ca- que respete la riqueza de las personas.
pacidad de aceptar todo el ciclo vital y de integrar los estadios E! descubrimiento de las fuerzas personales que no aparecen
anteriores en una armonía espiritual y total. La persona madura a primera vista permite situarse de manera distinta ante tareas
acepta las vivencias personales y la presencia de las personas que toda persona debe resolver. El considerar de modo positivo
signiíicativas, que ha encontrado en todo f?1 desarrollo anterior, el mundo inconsciente favorece que la relaciones personales
sin lamentaciones ni añoranzas del cambio; el pasado es algo sean más eficaces. El descubrimiento, por ejemplo, de posibles
que le pertenece como un punto fijo para construir la propia ma- mecanismos de defensa debería favorecer una mejo( gestión de
duración. La nueva dimensión es la de la sabiduría. los recursos humanos y una maduración de la persona sin nece-
La desesperación, como polo opuesto, es una negación y un sidad de recurrir a ellos.
lamento del tiempo pasado y de las realizaciones vividas de mo-
do no satisfactorio. Está presente, casi cerne lógica consecuen- 4.3. Visión positiva de las fuerzas humanas
cia, el miedo a la muerte y un sentimiento amargo de disgusto
contra sí mismo. La aceptación del mundo profundo depende, en 'parte, de la
consideración positiva de las fuerzas humanas ocultas. El COtl-
La presencia de las grandes figur2s en el campo religioso,
político, etc., constituyen un estímulo y una invitación a asumir, cepto de hombre, expuesto en el capítulo tercero. implica consi-
derar todos los componentes humanos como potencialidades
con participación emotiva, tareas de guía y dirección (Smelser,
Erikson, 1982). que indican habilidades, posibilidades, contenidos positivos de la
Concluimos estas reflexiones recordando· que los padres que riqueza humana.
En una visión humanista del hombre es posible distinguir las
han logrado la integración de su vida y no 'manifiestan temores
patológicos ante la muerte. pueden preparar un ambiente ade- fuerzas y tendencias humanas de su utilización. No se trata sólo
cuado para el nacimiento de sus hijos. qve sabrán amar la vida de decir que los recursos humanos no son negativos, sino de
hasta conquistar una nueva integración generacional. ~ afirmar que son positivos, añadiendo que los posibles resultados
no satisfactorios a los que pueden dar lugar son más una conse-
cuencia de una administración incorrecta que fruto de la ambiva-
lencia de esas mismas fuerzas inconscientes~
4. Sugerencias educativ;as
Indicamos, según lo expuesto sobre 12, teoría freudiana y erik- 4.4. Puesto central de la persona
soniana. algunas sugerencias que pueden ser útiles en el trabajo
Proponemos un proceso que permite poner en el centro a la
educativo.
persona y afrontar de modo eficaz la problemática inherente a
las fuerzas inconscientes.
205
204
ción educativa, ei"oucador puede recibir estimulos para su per-
El primer punto dei proceso es la toma de conciencia de que
feccionamiento personal.
los propios instintos y tendencIas profundos son positivos. El se-
gundo punto es su aceptación como recursos útiles para el creci-
mIento y no como una carga pesada que hay que soportar. El 11I. Pistas de trabajo
tercer momento implica aprender a utilizarios, sin negarios, so-
portarlas o borranos, para abrirse a las necesidades humanas Ofrecemos algunas aistas de trabajo para una posible .oroiun-
personales y sociales, para dar una respuesta al mundo de los diz2ción personal () de goopo.
vaiores, que interrogan al homore desde diversos puntos de vis- 1. A través de un ejercicio de auto-exploración descubrir algu-
ta ~ nos mecanismos c;,;j prooio comportamiento personal.
2. A la luz de la oropuesla de Erikson, anaiizar algunas mani-
4.5. Claridad en la comunicación festaciones ae los (:<]$ polos d~ las fases evolutivas. _
3. Describir un comportamiento personal o de otros a la luz
En una perspectiva educativa encaminada a favorecer el cre-
de la psicología prciunda y analizar rasgos de personalidad que
cimiento de los educandos es necesario un proceso de ciarifica-
reflejen características de fases ireudianai no totaimeñte supera-
ción de los propios mecanismos de comportamiento. El conocer
das.
la proola situación personal evita el riesgo de proyectarsoore los
4. Inaica •. siguíendCJ la fiena adiunta. tres tareas ae cesarrollo
aemás los problemas personales no resueltos. El conocer los
DroOlOSmecanismos ae comoortamlento ofrece la Dosibiiiaad ae corresoonmemes a tres tases ae aesarrollo a elegir, a~ailz2aas
en este caoituJo.
comrolanos y ae ser un instoomento transparenre ae comunica~ ¡
ción. Por otra pane. el eaucador se conviene en modelo. sin con- .¡
,
flictos. cuando es capaz de gesllonar sus dif'lámicas de compor-
----_.-
1

tamiento. Entonces podrá comorender objetivamente a los l· Fases de des;1rroiio I Tareas de desarrollo I,

eDucanoos y favorecer su crecimlentü.


I 1.
4.6. Importancia de las figuras significativas I a. I
Las personas significativas son importantes para que los edu-
canoas puedan intenorizar ¡as reglas de comportamiento
rar las diversas fases de desarrollo.
y supe- I ~:
2. a.
i
I c.
Una relación madura supone que el adulto sea capaz de fa- I

vorecer el crecimiento del niño sin pretender nada a cambio: de b.


c.
b.
I i

otro modo existe el peligro de que se trate de una búsqueda afa- a.


nosa para resolver los prooios oreolemas, pafa evitar un senti- -¡
~
miento ae culpa. para encontrar afecto en lugar de dedicarse a la 3.
tarea oropiamente educativa.
I
i

4.7. Superación y recuperación


El adult\.J. que utiliza sus recursos en la ayuda a los demás y
escucna a¡entamente los mensajes de los educandos, puede su-
perar pOSibles problemas que no ha logrado resolver durante su
vida. En el fondo se trata de una ooof1unldad de recuperar metas
no alcanzadas durante su desarrollo. De eSle modo, en la reja-
207
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