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Emile Durkheim

DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL1

TEXTOS CLÁSSICOS
Emile Durkheim*

O texto discute as mudanças da punição ao longo da história das sociedades. Analisa o


abrandamento do castigo físico e a ascensão da prisão como lócus central da punição no mundo
moderno. Relaciona estes processos com a diferenciação social, caráter do poder e mudança na
concepção dos delitos. Aponta a necessidade de criação de instituições penais que respondam
melhor às novas aspirações da consciência moral.
PALAVRAS CHAVE: evolução penal, castigo físico, prisão, consciência moral.

En el estado actual de las ciencias sociales, a LA LEY DE LAS VARIACIONES CUANTITATIVAS


menudo no se puede traducir en fórmulas
inteligibles más que los aspectos generales de la vida Puede formularse del siguiente modo: “La
colectiva. Sin duda, se llega sólo a aproximaciones intensidad del castigo es mayor en la medida que
a veces groseras, pero que no dejan de ser útiles ya la sociedad pertenece a un tipo menos desarrollado
que son una primera toma de espíritu sobre las co- y al grado en que el poder central tiene un carácter
sas, y por esquemáticas que sean, son la condición más absoluto”.
previa y necesaria de precisiones ulteriores. Comencemos explicando el significado de

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Es con esta reserva que vamos a buscar estas expresiones. La primera no precisa definición.
establecer y explicar dos leyes que parecen domi- Es relativamente fácil reconocer cuándo un tipo
nar la evolución del sistema represivo. Está bien social se halla más o menos desarrollado que otro:
claro que nos atendremos a las variaciones más solamente tenemos que distinguir qué grado de
generales, pero si logramos introducir un poco de simplicidad los compone y, si son de composición
orden en esta masa confusa de hechos, por pareja, el grado de organización que manifiestan.
imperfecta que sea, nuestra empresa no será inútil. Esta jerarquía de tipos sociales no implica, sin
Las variaciones que ha sufrido el castigo a embargo, que el desarrollo de las sociedades for-
lo largo del curso de la historia son de dos tipos: me una secuencia única y lineal. Por el contrario,
unas cuantitativas, otras cualitativas. Las leyes que es cierto que sería mejor representarla como un
las gobiernan son necesariamente diferentes. árbol, con muchas ramas que difieren en mayor o
menor grado. Las sociedades se hallan situadas
en diversas alturas de este árbol y a distancias
1
(Journal Sociologique PUF 1969). Publicado, original-
variables del tronco común.2 Si las tratamos de
mente en Année Sociologique. Volumen IV 1899-1900
Traducción. Mónica Escayola Lara Delito y Sociedad.
2
Revista de Ciencias Sociales. N°13, 1999, pp. 71-90 v. Regles de La méthode sociologique, cap. IV.

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este modo es posible hablar de la evolución gene- de derecho alguno correlativo a sus obligaciones.
ral de las sociedades. En las segundas, en cambio, el lazo jurídico resulta
El segundo factor que distinguimos merece de una reciprocidad perfecta entre los derechos con-
una discusión más profunda. feridos entre ambas partes. Los derechos reales, y
Llamamos al poder gubernamental “absolu- más particularmente el derecho de propiedad,
to” cuando no hay otras funciones sociales simila- representan la forma más acabada de las relaciones
res para balancearlo y limitarlo efectivamente. En del primer género: el propietario tiene derecho so-
realidad la ausencia completa de toda limitación bre su cosa, la que no tiene ninguno sobre él. El
nunca se encuentra, se puede decir que es contrato, sobre todo el contrato justo, es decir, en el
inconcebible. La tradición y las creencias religio- que hay una equivalencia perfecta en el valor social
sas sirven como freno aún sobre los más podero- de las cosas o prestaciones intercambiadas, es el
sos de los gobiernos. Por otra parte, siempre hay prototipo de las relaciones recíprocas. Ahora bien,
cierto número de órganos secundarios capaces, en cuanto mayor sea el grado en el que las relaciones
ocasiones, afirmarse y de resistir. Las funciones entre el poder supremo y el resto de la sociedad
subordinadas, que están sujetas a la función regu- sean de carácter unilateral, en otras palabras cuanto
ladora suprema, nunca pierden, sin embargo, toda más se parezcan a aquéllas que unen a la persona
su energía individual. Pero sucede que esta con su posesión, más absoluto es el gobierno. Por
limitación de hecho no tiene nada jurídicamente el contrario, cuanto más bilateral sea la relación con
obligatorio para el gobierno que la sufre, que otras funciones sociales, menos absoluto será el
aunque tenga cierta mesura en el ejercicio de sus estado. De ese modo, el modelo más perfecto de
prerrogativas, no lo hace por el derecho escrito o soberanía absoluta es la patria potestas de los roma-
consuetudinario. En este caso, el gobierno ostenta nos tal cual fue definida en el viejo derecho civil,
un poder que se puede llamar absoluto. Sin duda, dado que el hijo está asimilado a una cosa.
si el gobierno se deja llevar a excesos, las fuerzas Así, lo que hace al poder central más o me-
sociales sobre las que avanza pueden unirse para nos absoluto es la ausencia más o menos radical
reaccionar y contenerlo. Como anticipación a esta de todo contrapeso permanente organizado con el
posible reacción dicho gobierno puede incluso objeto de moderarlo. Uno puede entonces prever
ponerse límites por sí mismo. Pero esta contención, que lo que da nacimiento a un poder de este tipo es
sea su propio hecho, o sea materialmente impuesta, la reunión más o menos completa de todas las fun-
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es esencialmente contingente; no resulta del ciones directivas de la sociedad en una misma mano.
funcionamiento normal de las instituciones. En efecto, por su importancia vital, no pueden
Cuando se deben a la iniciativa gubernamental se concentrarse en una sola y misma persona, sin darle
presentan como una graciosa concesión, como un a ésta una preponderancia excepcional sobre el res-
abandono voluntario de derechos legítimos. to de la sociedad, y esta preponderancia constituye
Cuando son el producto de la resistencia colectiva el absolutismo. Quien detenta tal autoridad está
tienen un carácter francamente revolucionario. investido de una fuerza que lo libera de cualquier
Uno puede caracterizar al gobierno absoluto coacción colectiva y que, al menos en cierta medi-
todavía de otra manera. La vida jurídica gravita toda da, no dependa sino de sí mismo y de sus ganas, y
entera sobre dos polos: Las relaciones que forman pueda imponer su voluntad completamente. Esta
su trama son unilaterales o, por el contrario, hipercentralización da lugar a una fuerza social sui
bilaterales y recíprocas. Estos son, al menos, los generis tan intensa que domina a todas las otras y
dos tipos ideales alrededor de los que oscilan. Las las subordina. Esta preponderancia no se ejerce
primeras están constituidas exclusivamente por los solamente de hecho sino también en derecho, por-
derechos atribuidos a uno de los términos de la que quien tiene el privilegio está investido de tal
relación sobre el otro, sin que el segundo disfrute prestigio que parece de naturaleza sobrehumana.

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No se concibe que pueda someterse a obligaciones ciertos reinaditos bárbaros; nada es más absoluto.
regulares como el común de los hombres. Esta reflexión nos conduce a otra que interesa
Tan breve e imperfecto como pudiera pare- más directamente a nuestro tema: es que el carácter
cer este análisis, será sin embargo suficiente para más o menos absoluto del gobierno no es solidario de
evitarnos algunos errores frecuentes. Se ve, en tal o cual tipo social. Si, en efecto, puede encontrarse
efecto, que contrariamente a la confusión cometi- indiferentemente donde la vida colectiva es
da por Spencer, el absolutismo gubernamental no extremadamente simple tanto como si es muy
varía según el número y la importancia de las fun- compleja, no es una característica exclusiva de las
ciones gubernamentales. Por numerosas que ellas sociedades menos desarrolladas, como tampoco lo
sean, si no están concentradas en una sola mano, es de las otras. Es cierto, uno puede considerar que
el gobierno no es absoluto. Es lo que ocurre hoy la concentración de los poderes gubernamentales
en nuestras grandes sociedades europeas y en par- siempre va de la mano con la concentración de la
ticular en Francia. El campo de acción del Estado masa social, ya sea porque la primera es una
está mucho más extendido que bajo Luis XIV, pero consecuencia de la segunda o porque contribuya a
los derechos que tiene sobre la sociedad no van formarla. Pero no es el caso. La sociedad romana,
sin deberes recíprocos; no se parecen al derecho particularmente después de la caída de los reyes,
de propiedad. Es que, en efecto, no sólo las funci- estuvo completamente libre de absolutismo hasta el
ones reguladoras supremas están repartidas entre último siglo de la República. Los diferentes segmen-
órganos distintos y relativamente autónomos, tos de las sociedades parciales (gentes) que la
aunque solidarios, sino que ellas no se ejercen sin componían alcanzaron un alto grado de concentración
la participación de otras funciones sociales. Así, y de fusión precisamente bajo la República. De
aunque el Estado hace sentir su acción sobre mayor hecho, en el resto, se observan formas de gobierno
número de puntos, no deviene por ello más abso- que merecen ser llamadas absolutas en los más di-
luto. Puede hacerlo, es cierto, pero para ello hacen ferentes tipos sociales, en Francia del siglo XVII y al
falta otras circunstancias además de la mayor final del Estado Romano, o en una multitud de
complejidad de atribuciones que le son otorgadas. monarquías bárbaras. Inversamente, un mismo
Inversamente, la extensión mediocre de sus funci- pueblo, según las circunstancias, puede pasar de
ones no constituye un obstáculo para que el esta- un gobierno absoluto a otro completamente dife-
do tome carácter de absoluto. En efecto, si ellas rente, sin embargo, una misma sociedad no puede

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son poco numerosas y poco ricas en actividad, es cambiar de tipo en el curso de su evolución más de
la vida social misma, en su generalidad, pobre y lo que un animal puede cambiar de especie durante
languideciente; puesto que el desarrollo más o su existencia individual. La Francia del siglo XVII y
menos considerable del órgano regulador central la del siglo XIX pertenecen al mismo tipo y sin
no hace sino reflejar el desarrollo de la vida embargo el órgano regulador supremo se transformó.
colectiva en general, así como las dimensiones del Es imposible admitir que, de Napoleón I a Luis
sistema nervioso, en el individuo, varían confor- Felipe, la sociedad francesa haya pasado de una
me la importancia de sus cambios orgánicos. Las especie social a otra, para sufrir un cambio inverso
funciones directrices de la sociedad sólo son de Luis Felipe a Napoleón III. Tales transmutaciones
rudimentarias cuando las demás funciones sociales son incompatibles con la noción misma de especie.3
lo son; y así la relación entre unas y otras resta 3
He ahí porqué que nos parece poco científico clasificar
igual. Por lo tanto, las primeras guardan toda su las sociedades conforme a su estado de civilización, como
lo han hecho Spencer y, aquí mismo, Steinmetz. Ya
supremacía y es suficiente que sean absorbidas por que, entonces, se está obligado a atribuir una sola y
misma sociedad a una pluralidad de especies, siguiendo
un solo y único individuo para ponerlo fuera de las formas políticas que ella ha sucesivamente revesti-
sus pares, para elevarlo infinitamente sobre la do, o siguiendo los grados que ha progresivamente re-
corrido. ¿Qué diríamos de un zoólogo que fragmentara
sociedad. Nada es más simple que el gobierno de así un animal en distintas especies?. Una sociedad es

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Esta forma específica de la organización culpable, y sólo después se lo acuesta en un lecho


política no depende de la constitución básica de la de espinas y se lo quema vivo. El suplicio de las
sociedad sino de circunstancias particulares, cenizas consistía en ahogar al condenado en un
transitorias y contingentes. He ahí por qué esos montículo de cenizas. “Es probable, dice
dos factores de la evolución penal - la naturaleza Thonissen, que los jueces tuvieran el hábito de
del tipo social y la del tipo gubernamental - deben infligir a los culpables todos los sufrimientos
ser cuidadosamente distinguidas. Es que, siendo accesorios que creyeran requeridos por la naturaleza
independientes, actúan independientemente una del crimen o las exigencias de la opinión públi-
de la otra y a veces, incluso, en sentido opuesto. ca”.5 Los pueblos de Asia parecen haber llevado
Por ejemplo, ocurre que al pasar de una especie aún más lejos la crueldad. “Los Asirios arrojaban
inferior a otras más elevadas, no se vea disminuir los culpables a las bestias feroces o dentro de una
las penas como podría esperarse, porque, al mismo hoguera ardiente; se los quemaba a fuego lento
tiempo, la organización gubernamental neutraliza dentro de una cuba de bronce; les reventaban los
los efectos de la organización social. El proceso es, ojos. El estrangulamiento y la decapitación eran
pues, muy complejo. consideradas medidas insuficientes!. Los distin-
Explicada la fórmula de la ley, debemos tos pueblos de Siria lapidaban a los criminales,
ahora demostrar que se aplica a los hechos. Como los atravesaban con flechas, los colgaban, los
no puede ser cuestión de pasar revista a todos los crucificaban, les quemaban las costillas y las
pueblos, elegiremos aquellos que han llegado a un entrañas con antorchas, los descuartizaban, los
cierto grado de desarrollo y que son conocidos con precipitaban por las rocas..., los hacían aplastar
cierta determinación. En cuanto al resto, como lo bajo las patas de animales, etc.”6 El propio código
hemos intentado mostrar en otros trabajos, lo de Manú distingue entre la muerte simple, que
esencial de una demostración sociológica no es consistía en el degüello, y la muerte exasperada o
abrumar con hechos, sino constituir series de calificada. Esta última es de siete especies: el palo,
variaciones regulares “cuyos términos se vinculen el fuego, el aplastamiento bajo las patas de un ele-
unos a otros por una graduación tan continua como fante, el ahogo, el aceite hirviente echado en las
posible, y que sean suficientemente extensos”. 4 orejas y la boca, ser desgarrado por perros en una
En un gran número de sociedades ancianas, plaza pública, ser cortado en pedazos con navajas.
la muerte pura y simple no constituía la pena su- Entre estos mismos pueblos, la muerte
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prema; estaba agravada, para los crímenes reputa- simple era abundante. Es imposible hacer la
dos más atroces, por suplicios adicionales que enumeración de todos los casos que la imponían.
tenían el objeto de tornarla más espantosa. Es así Un hecho demuestra claramente cuan numerosas
que entre los Egipcios, además de la horca y el eran las condenas a muerte: de acuerdo a un relato
degüello, encontramos la hoguera, el suplicio de de Diodoro, hubo un rey de Egipto, que al enviar
las cenizas, la crucifixión. En la pena de fuego, el a todos los condenados a morir al desierto, causó
verdugo comienza por practicar, con juncos la fundación de una nueva ciudad; y otro, al
puntiagudos, varias incisiones en las manos del emplearlos en trabajos públicos, consiguió cons-
truir numeroso diques y cavar canales.7
por tanto, más aún que un organismo, una personalidad
definida, idéntica a sí misma, en ciertos aspectos, de un Por debajo de la pena de muerte se
extremo al otro de su existencia; en consecuencia, una
clasificación que desconozca esta unidad fundamental encontraban las mutilaciones expresivas. Así, en
desfigura gravemente la realidad. Se pueden clasificar Egipto, a los falsos escribas, que alteraban las es-
los estados sociales, no las sociedades; y estos estados
sociales quedan en el aire, así desprendidos del sustrato
permanente que los vincula unos a otros. Es entonces 5
el análisis de ese sustrato, y no de la vida cambiante que Etudes sur l’histoire du droit criminel des peuples
él sostiene, el que sólo puede proveer las bases de una anciens, I, p. 142.
clasificación racional. 6
Ibid., p.69.
4
Regles... p.163. 7
Cap. I, p. 60 y 65.

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crituras públicas, se les amputaban ambas manos; ¿De dónde viene esta relativa dulzura? Es que en-
la violación de una mujer libre era castigada con la tre el pueblo hebreo, jamás pudo establecerse un
ablación de los genitales; se arrancaba la lengua gobierno absoluto de manera duradera. Hemos vis-
del espía, etc.8 Del mismo modo, según las leyes to que, durante mucho tiempo, faltó incluso
de Manú, se corta la lengua al hombre organización política. Más tarde, es cierto, se
de la última casta que insulta gravemente a constituyó una monarquía, pero el poder de los
los Dwidjas; se marca sobre la cadera al Soudra reyes fue muy limitado: “En Israel siempre fue muy
que tenga la audacia de sentarse al lado de un vivo el sentimiento de que el rey estaba allí para
Brahman,9 etc. Además de estas mutilaciones ca- su pueblo y no el pueblo para su rey; debía ayudar
racterísticas, toda clase de castigos corporales eran a Israel, y no servirse de él en su propio interés”.15
usados en uno y otro pueblo. La mayor parte de Aunque haya ocurrido alguna vez que ciertas per-
las veces, las penas de este tipo eran arbitraria- sonalidades conquistaran, en virtud de su prestigio
mente fijadas por el juez. personal, una autoridad excepcional, el espíritu del
El pueblo hebreo no pertenecía, por cierto, pueblo se conservó profundamente democrático.
a un tipo superior a los precedentes; en efecto, la Sin embargo, se ha podido ver que la ley
concentración de la masa social no se produjo sino penal no dejaba de ser muy dura. Si pasamos de
hasta una época relativamente tardía, bajo los reyes. las sociedades precedentes al tipo de la ciudad,
Hasta entonces no había un Estado israelita, sino que es incontestablemente superior, constatamos
una mera yuxtaposición de tribus o clanes más o una regresión aún mayor de la penalidad. En Ate-
menos autónomos, y que no se coalicionaban más nas, aunque la pena de muerte algunas veces era
que momentáneamente para enfrentar peligros reforzada, ello era sin embargo la gran excepción.16
comunes. Sin embargo, la ley mosaica es mucho Consistía, en principio, en la muerte por cicuta,
menos severa que la de Manu o los libros sagra- por la espada, o el estrangulamiento. Las
dos de Egipto. La pena capital ya no está rodeada mutilaciones expresivas desaparecieron. Parecen
de refinamientos ni de crueldad. Para, incluso, que también desaparecidos los castigos corporales, sal-
durante largo tiempo, sólo la lapidación era vo para los esclavos, y, quizás, para las personas
empleada; solamente en los textos rabínicos apa- de baja condición.17 Pero Atenas misma, conside-
rece la cuestión del fuego, la decapitación y el rada en su apogeo, representa una forma relativa-
estrangulamiento.10 La mutilación, tan ampliamente mente arcaica de la ciudad. En efecto, la

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practicada por otros pueblos de Oriente, figura sólo organización sobre la base de clanes (fratrias) sólo
una vez en el Pentateuco.11 El talión, es cierto, podía fue completamente borrada en Roma, donde, des-
traer aparejadas mutilaciones cuando el crimen era de muy temprano, curias y gens (gentes) se
una herida, pero el culpable podía siempre evadir convirtieron en recuerdos históricos, de los cuales
esa pena mediante una composición pecuniaria; los propios romanos apenas si conocían el signifi-
la indemnización sólo estaba prohibida para el cado. El sistema de penas era también mucho más
homicidio.12 En cuanto a las otras penas corporales, severo en Atenas que en Roma. En principio, el
que se reducían a la flagelación, estaban previstas derecho ateniense, a pesar de lo que dijimos, no
para gran número de delitos;13 pero el número ignoraba la muerte exasperada. Demóstenes ha
máximo de latigazos era 40, y en la práctica, a 39.14 hecho alusiones a los culpables clavados a la
8
Thonissen, I, p. 160. horca;18 Lysias cita los nombres de los asesinos,
9
Benzinger, Hebraeische Archaeologie, p. 292-203, p. 71 y § 41.
10
V. Benzinger, op. cit., p. 333; Thonissen, op. cit., II, P. 28.
15
11
Deut., XXV, 11-12. Benzinger, op. cit., p. 312.
16
12
Nombres, XXXV, 31. V. Hermann, griech. Antq., II (I) Abtheil., p. 124-125.
17
13
Así esta explicado en un pasaje del Deuteronomio XXV, 1-2. Hermann, op. cit., p. 126-127.
18
14
Joséphe, Ant., IV, p. 238, 248. C. Midias, 105, Cf. “Platon”, Rep., II, 362.

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bandoleros y espías muertos en el palo;19 Antífona majestad; se estableció la condenación ad opus


habla de una envenenadora muerta en el suplicio publicum, se aplicaron mutilaciones a ciertos
de la rueda.20 A veces la muerte estaba precedida criminales (por ejemplo, la castración en ciertos
por la tortura.21 Más aún, los casos en que la pena atentados contra las costumbres, la mano cortada
de muerte se pronunciaba eran considerables: “La para los falsificadores, etc.). Finalmente hizo su
traición, la lesión al pueblo ateniense, el atentado aparición la tortura; es del período del Imperio
contra las instituciones políticas, la alteración del que la Edad Media la tomará luego prestada.
derecho nacional, las mentiras proferidas en la tri- Si, de la ciudad, pasamos a las sociedades
buna de la asamblea del pueblo, el abuso de las cristianas, vemos evolucionar las penas conforme
funciones diplomáticas, la concusión, la impiedad, la misma ley.
el sacrilegio, etc., reclamaban incesantemente la Sería un error juzgar la ley penal, bajo el
intervención del terrible ministro de los Once”.22 régimen feudal, de acuerdo a la reputación de
En Roma, por el contrario, los crímenes capitales atrocidad que se ha otorgado a la Edad Media.
eran mucho menos numerosos y las leyes Porcias Cuando se examinan los hechos, se constata que
restringieron la aplicación del último suplicio du- era mucho más dulce que en los tipos sociales
rante toda la República.23 Además, salvo en anteriores, al menos si se la considera en la fase
circunstancias completamente extraordinarias, la correspondiente de su evolución, es decir, a su
muerte no estaba rodeada de tortura accesoria ni período de formación, y por así decirlo, de primera
agravación alguna. La cruz se reservaba sólo a los juventud; y es bajo esta condición solamente que
esclavos. Por otra parte, los romanos se la comparación pude tener valor demostrativo. Los
vanagloriaban de la dulzura relativa de su sistema crímenes capitales no eran muy numerosos. Según
represivo: Nulli gentium miliores placuisse pocuas, Beaumanoir, los únicos hechos verdaderamente
Tito Lívio24 y Cicerón dijeron: Vestram libertatem, inexpiables eran el asesinato, la traición, el
non acerbilate suppliciorum infestam, sed lenitate homicidio, la violación. Las Reglas de San Luis
legum munitam esse voluerunt.25 agregan el rapto y el incendio.26 Estos eran los
Pero cuando, con el Imperio, el poder principales casos de alta justicia. Sin embargo,
gubernamental tendió a devenir absoluto, la ley aunque el bandolerismo no estuviera así calificado,
penal se agravó. En primer lugar se multiplicaron era también un crimen capital. También lo eran
los crímenes capitales. El adulterio, el incesto, todo dos delitos considerados particularmente
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tipo de atentado contra las costumbres, pero sobre atentatorios contra los derechos del Señor: las
todo la cantidad siempre creciente de delitos de fechorías en el mercado y los delitos de caminos
lesa majestad se penaron con la muerte. Al mismo cortados (inversamente, con violencia, los puestos
tiempo, se instituyeron penas más severas. La de peaje).27 En cuanto a los crímenes religiosos,
hoguera, que estaba destinada a los crímenes polí- los únicos que eran reprimidos con el último
ticos excepcionales, se empleó contra los suplicio eran la herejía y la impiedad o
incendiarios, los sacrílegos, los magos, los incredulidad. Los sacrílegos sólo recibían una
parricidas y algunos autores de delitos de lesa multa, igual que los blasfemos. El Papa Clemente
IV censuró a San Luis cuando éste decidió, en el
19
C. Agoratos, 56, 67, 68 y “Demosthéne”, Discours sur
l’Ambassade, parágrafo 137. primer ardor religioso de su juventud, que los blas-
20
Acusación de envenenamiento, p. 20 femos serían marcados en la frente y se les
21
C. Agoratos, 54 y “Plutarque”, Phocion, XXXIV. perforaría la lengua. Sólo más tarde desplegó la
22
Thonissen, op. cit., p. 100.
23
Walter, Histoire de la procedure civile et du droit criminel
Iglesia una severidad implacable contra sus
chez les Romains, tr.fr., parágrafo 821, y Rein,
Criminalrecht der Romer, p. 55. 26
Etablissements du Saint Louis, liv. I y XI.
24
Tite-Live, I, p. 28. 27
V. Du Boys, Histoire du Droit criminel des peoples
25
Pro Rabirio perduellionis reo, p. 3. modernes, t. II, p. 231.

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enemigos. En cuanto a las penas mismas, no tenían el apogeo de la represión. En el siglo XVII, las pe-
nada de exagerado. Las únicas agravaciones de la nas capitales en uso eran aún las que acabamos de
muerte consistían en ser arrastrado sobre zarzas y enumerar. Además, una pena nueva, la de las ga-
ser quemado vivo. Las mutilaciones eran raras. Se leras, fue constituida, pena tan terrible que los
sabe, por otra parte, cuan humano era el sistema desgraciados condenados se cortaban una mano o
represivo de la Iglesia. Las penas que empleaba un pie para evitarla. El hecho era tan frecuente
eran preferentemente penitencias y mortificaciones. que se lo castigó con pena de muerte en una
Rechazaba la mortificación pública, el collar de declaración de 1677. En cuanto a las penas
hierro, la picota, aunque penas parecidas no corporales, eran innombrables: había arrancamiento
excedieran su competencia. Es cierto que cuando o perforación de la lengua, absición de los labios,
la Iglesia juzgaba necesaria una represión desorejamiento, la marca con hierro caliente,
sangrienta, entregaba el culpable a la justicia secu- fustigación con el bastón, látigo o vara, etc. En fin,
lar. No obstante, es un hecho de gran importancia no debemos olvidar que la tortura se empleaba a
que el más alto poder moral del tiempo menudo no solo como medio del procedimiento,
testimoniara así su horror a esta clase de sino como pena. Al mismo tiempo, los crímenes
castigos.28 capitales se multiplicaban porque los crímenes de
Esa fue, más o menos, la situación hasta el lesa majestad eran más numerosos.30
siglo XIV. A partir de ese momento, el poder real Tal era entonces la ley penal, hasta media-
se estableció más sólidamente. A medida que se dos del siglo XVII. Fue entonces que tuvo lugar,
consolidaba, se ve a las penas reforzarse. Primero en toda Europa, la protesta a la que Beccaria ataría
los crímenes de lesa majestad, que eran su nombre. Sin dudas, el criminalista italiano no
desconocidos en el feudalismo, hicieron su fue la causa inicial de la reacción que continuaría
aparición, y la lista de ellos era larga. Los crímenes después sin interrupción. El movimiento había
religiosos son calificados, ellos mismos, así. Re- comenzado antes de él. Numerosas obras, hoy ol-
sulta entonces que el sacrilegio se convierte en un vidadas, ya habían aparecido reclamando una re-
crimen social. También lo son el simple comercio forma del sistema penal. Es sin embargo
con infieles, y toda tentativa de “hacer creer y ar- incontestable que el Tratado de los delitos y de las
güir cosas contrarias a la Santa Fe de Nuestro penas dio el golpe mortal a las viejas y odiosas
Señor”. Al mismo tiempo se manifiesta un mayor rutinas del derecho criminal.

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rigor en la aplicación de las penas. Los culpables Una ordenanza de 1788 ya había introducido
de crímenes capitales podían ser sometidos a la algunas reformas, no sin importancia; pero fue
rueda (es entonces que aparece el suplicio de la sobre todo con el Código penal de 1810 que las
rueda), quemados vivos, descuartizados, nuevas aspiraciones recibieron una gran
empalados, hervidos. En ciertos casos, los hijos satisfacción. Así, cuando apareció, fue recibido con
del condenado compartían el suplicio.29 admiración y sin reservas, no solo en Francia, sino
El apogeo de la monarquía absoluta marca en los principales países de Europa. Realizaba, sin
duda, un importante progreso en el sentido de la
28
Esta dulzura relativa de la penalidad se acentúo mucho moderación. Sin embargo, estaba todavía muy
más en las partes de la sociedad gobernadas
democráticamente, a saber, en las comunas libres. “ En unido al pasado. Así, nuevas mejoras no tardaron
las ciudades libres, dice Du Boys (II; P. 370), como en las
comunas propiamente dichas, se encuentra una en ser reclamadas. Había quejas porque la pena de
tendencia a cambiar las penas por multas y usar la
vergüenza más que los suplicios o las penas coercitivas muerte, si bien no era agravada como en el antiguo
como medio de represión. Así, en Mont Chabrier, el que régimen, se aplicaba muy pródigamente. Se veía
robaba dos pesos estaba obligado a una multa de cinco
pesos”, Koheler hizo la misma apreciación sobre las como inhumano que se conservaban, la marca el
ciudades italianas. (Das Strafrecht der italiennischen
statuten vom 12-16. Jahrhundert).
30
29
V. Du Boys, op. cit., p. 234, 237 y sig. Du Boys, op. cit., p. 62-81.

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látigo, la mutilación de puño para los parricidas. todo caso se trata de arrestos preventivos, de luga-
Fue para responder a esas críticas que se hizo la res de detención donde se encerraba a los acusa-
revisión de 1832, que introdujo en nuestra dos, los sujetos sospechados, hasta que un se
organización penal una suavidad mayor, eliminan- dictara un juzgamiento, y donde estaban sometidos
do todas las mutilaciones, disminuyendo los a un régimen más o menos severo, según las
crímenes capitales, dando, en fin, a los jueces el modo circunstancias. Estas medidas administrativas, ar-
de moderar todas las penas gracias al sistema de bitrarias o no, no constituían penas definidas
circunstancias atenuantes. No es necesario demostrar respecto de crímenes definidos. Es solamente en
que, después, el movimiento continuó en igual el libro de Esdras que, por primera vez, la prisión
dirección, ya que hoy ya hay quejas de que el régimen aparece como pena propiamente dicha.33 En el viejo
que reciben los criminales es muy confortable. derecho eslavo y germano las penas simplemente
privativas de la libertad parecen igualmente igno-
radas. Era igual en los viejos cantones suizos has-
LEY DE LAS VARIACIEONES CUALITATIVAS ta el siglo XIX.34
En la ciudad, comenzaron a hacer su
La ley que acabamos de exponer se refiere aparición. Contrariamente a lo que dice
exclusivamente al monto o cantidad del castigo. Schoemann, parece certero que en Atenas, n ciertos
Ahora vamos a referirnos a sus modalidades casos, la prisión era infligida a título de pena espe-
cualitativas. Puede expresarse como sigue: El cas- cial. Demóstenes dijo formalmente que los
tigo que implica la privación de la libertad y tribunales tienen derecho a castigar con prisión u
solamente de eso por períodos de tiempo que varían otra pena.35 Sócrates habla de detención perpetua
con la gravedad del crimen, tiende crecientemente como una de las penas que se le podrían aplicar.36
a volverse el tipo normal de sanción. Platon, al esbozar en De Las Leyes (el plan de la
Las sociedades inferiores las ignoran casi ciudad ideal, propone reprimir con prisión un gran
por completo. Aún en las leyes de Manu, hay todo número de infracciones y se sabe que su utopía
un versículo que pareciera ser respecto de las estaba más cerca de la realidad histórica de lo que
prisiones: “Que el rey, dice, coloque todas las a veces se supone.37 Sin embargo, todo el mundo
prisiones sobre la vía pública, a fin de que los reconoce que en Atenas esta pena se desarrolló
criminales, afligidos y odiosos, sean expuestos a poco. A menudo, en los discursos de los orado-
CADERNO CRH, Salvador, v. 22, n. 57, p. 635-652, Set./Dez. 2009

las miradas de todos”.31 Una prisión semejante res, la prisión es presentada como una
tiene un carácter bien distinto de las nuestras, es manera de evitar la huida de los acusados,
más bien análogo a la picota. El condenado es o como un medio cómodo para constreñir a ciertos
retenido prisionero para poder ser expuesto y deudores a pagar sus deudas, o bien como un su-
también porque la detención es la condición plemento de la pena. Cuando los jueces se
necesaria de los suplicios que se le imponen, pero limitaban a fijar una multa, tenían el derecho de
no constituye la pena en sí misma. La pena agregarle una detención de cinco días, con grilletes
consistía en la dura existencia de los detenidos. El en los pies en la prisión pública.38 En Roma, la
silencio de la ley mosaica es aún más completo. situación no era diferente. “La prisión, dice Rein,
En el Pentateuco no se menciona la prisión ni una 33
“Para todos los que observan la ley de tu dios y la ley del
vez. Más tarde, en las Crónicas, en el libro de rey, que sin contención sea hecha justicia, y quese los
condene, sea a la muerte, sea al exilio..., sea a la prisión”
Jeremías, hay algunos pasajes que hablan de (Esdras, VII, 26).
prisión, de grilletes, de fosas húmedas;32 pero en 34
Post, Bausteine f. eine allgemeine Rechtsw., I p. 219.
35
Discours contre Timocrate, páragrafo 151.
36
Apologie, p.37, c.
31
IX, p. 288. 37
Leyes, VIII, p. 847; IX, p. 864, 880.
32
Crónicas. , XVI, 10 y XVIII, 26-Jeremías. , XXVII, 15 y 16. 38
Hermann, Griech. Antiq. Rechhtsalterlhuemer, p. 126.

642
Emile Durkheim

no era originariamente más que un sitio de algunos códigos, de forma tal que la supresión de
detención preventiva. Más tarde se convirtió en la libertad por un tiempo o de por vida se encuentra
una pena. Sin embargo se la aplicaba poco, salvo a ocupando poco a poco todo el dominio de la
los esclavos, los soldados y los actores”.39 penalidad.
Fue solamente en las sociedades cristianas
que tomó todo su desarrollo. La Iglesia, en efecto,
tomó muy temprano la costumbre de ordenar con- EXPLOCACIÓN DE LA SEGUNDA LEY
tra ciertos criminales la detención temporaria o la
vida en un monasterio. En principio sólo fue con- Después de haber determinado el modo en
siderada un modo de vigilancia, pero pronto la que la pena ha variado en el tiempo, vamos a buscar
encarcelación o la prisión propiamente dicha fue las causas de estas variaciones constatadas, es decir,
tratada como verdadera pena. El máximo era la trataremos de explicar las dos leyes previamente
detención perpetua y solitaria en una celda que se establecidas. Vamos a empezar con la segunda.
enmuraba, como símbolo de la irrevocabilidad de Como ya hemos visto, la detención no apa-
la sentencia.40 rece en la historia sólo más que como medida me-
Es de allí que la práctica pasó al derecho ramente preventiva, para asumir más tarde un
laico. Sin embargo, como la prisión era usada al carácter represivo y, finalmente, convertirse en el
mismo tiempo como medida administrativa, su tipo mismo de la pena. Para dar cuenta de esta
significado penal permaneció largo tiempo dudoso. evolución, debemos descubrir qué dio nacimiento
Sólo en el siglo XVIII los criminalistas terminaron a la prisión en su primera forma y, después, qué
por reconocer a la prisión el carácter de pena en determinó el cambio que sufrió subsecuentemente.
ciertos casos definidos, cuando era perpetua, Es fácil entender por qué la prisión preven-
cuando había sustituido por conmutación la pena tiva se halla ausente en las sociedades menos
de muerte, etc. En una palabra, todas las veces desarrolladas: no hay necesidad con la que se
que estaba precedida de una instrucción judici- corresponda. La responsabilidad, de hecho, es
al.41 Con el derecho penal de 1791, devino la base colectiva. Cuando se comete un crimen, el castigo
del sistema represivo, que fuera de la pena de por la reparación no es debido simplemente por la
muerte y del collar de acero, no tenía más que di- parte culpable sino también, ya junto con ella, ya
versas formas de detención. A pesar de ello la en su lugar si ella falta, por el clan del que forma

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simple encarcelación no se consideraba una pena parte. Más tarde, cuando el clan ha perdido su
suficiente; se le agregaban privaciones de otro carácter familiar, es un círculo, incluso relativa-
orden (cinturones o cadenas que llevaban los con- mente extendido, de allegados. En estas
denados, privaciones alimentarias). El código pe- condiciones no hay razón para arrestar y mantener
nal de 1810 dejó de lado las agravaciones, salvo bajo vigilancia al autor presunto del acto ya que si,
para los trabajos forzados. Las otras dos penas por una razón o por otra, él falta, deja quienes
privativas de la libertad no diferían en nada salvo respondan por él. Por otra parte, la independencia
en la duración del tiempo en que el reo estaba en- moral y jurídica, reconocida a cada grupo familiar,
cerrado. Después, los trabajos forzados perdieron se opone a que se les pueda pedir que entreguen a
gran parte de sus rasgos característicos y tendieron uno de sus miembros por una simple sospecha.
a ser una variedad de la detención. Al mismo Pero en la medida en que la sociedad se vuelve
tiempo la pena de muerte fue de aplicación cada más concentrada y estos grupos elementales
vez más rara; desapareció completamente de pierden su autonomía y se disuelven en la gran
masa, la responsabilidad se vuelve un asunto in-
39
Criminalrecht del Roemer, p. 914.
40
dividual. A partir de entonces es necesario tomar
Du Boys, op. cit. V, p. 88-89.
41
Du Boys, VI, op. cit., p. 60. medidas para asegurar que la represión no sea

643
DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL

eludida por la fuga del que debe esperarla, y como inferiores. La vida pública, muy pobre, muy inter-
al mismo tiempo esas medidas ya no vulneran la mitente, no necesita acomodamientos especiales para
moral establecida, la prisión aparece. Es así que la desarrollarse, salvo un lugar para las reuniones
encontramos en Atenas, Roma, entre los Hebreos populares. Las casas se construían con fines exclu-
después del exilio. Pero es tan contraria a la vieja sivamente privados; las de los jefes, donde los había
organización social que tropieza con resistencias que permanentes, apenas si se distinguían de las demás;
restringen estrechamente su uso, en todas partes los templos mismos tuvieron una aparición tardía;
en donde el poder del Estado tiene alguna limitación. en fin, las murallas no existían, sólo aparecieron
Es así que en Atenas la detención preventiva no con la ciudad. En esas condiciones, la idea de una
estaba autorizada salvo en casos particularmente cárcel no podía nacer.
graves.42 Aún el homicida podía quedar libre hasta Pero a medida que se extendió el horizonte
el día de su condena. En Roma, el prevenido “no social, que la vida colectiva, e lugar de dispersarse
era retenido prisionero salvo en caso de delito fla- en torno de una multitud de pequeños hogares
grante y manifiesto, o cuando había confesado. donde sólo podía ser mediocre, se concentró en un
Generalmente una caución era suficiente”.43 número más restringido de puntos, se convirtió en
Se debe evitar explicar estas restricciones más intensa y continua. Como tomó importancia,
aparentes al derecho de arresto preventiva por un las viviendas de quienes se ocupaban de ella se
sentimiento de dignidad personal o de individua- transformaron. Se extendieron, se organizaron a la
lismo precoz que nunca conoció la moral de la vista de funciones más extendidas y permanentes
ciudad. Lo que limita el derecho del Estado no es que les incumbían. Cuanto más aumentaba la
el derecho del individuo, sino el del clan, o la autoridad de quienes las habitaban, más se
familia, o de lo que de ella queda. No es una singularizaban y distinguían de las restantes
anticipación de nuestra moral moderna sino la habitaciones. Tomaron grandes espacios, se
supervivencia del pasado. refugiaron tras muros más altos, fosas más profun-
Sin embargo esta explicación es incomple- das, de manera de marcar visiblemente la línea que
ta. Para dar cuenta de una institución no alcanza separa a los detentadores del poder de la masa de
con establecer que al momento de su aparición sus subordinados. Allí las condiciones de la prisión
respondía a un fin útil, ya que ser deseable no la estaban dadas. Lo que hace suponer que así nació
hacía necesariamente posible. Hay que ver, además, es que, en su origen, a menudo aparece la cárcel a la
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como se constituyeron las condiciones necesarias sombra del palacio del rey, en las dependencias de
a la realización de ese fin. Una necesidad, aún in- los templos o lugares similares. Así, en Jerusalén,
tensa, no puede crear ex nihilo los modos de había tres prisiones en la época de las invasiones
satisfacerla; hay que buscar de dónde vienen. Sin de los caldeos, una en la “alta puerta de Benjamín”,44
duda, en el primer abordaje, parece muy simple y se dice que las puertas eran lugares fortificados;
que el día que la prisión resultó útil a las socieda- otra en el patio del palacio del rey45 y la tercera en la
des, los hombres la construyeron. Pero en realidad casa de un funcionario real.46 En Roma las prisiones
ella supone realizadas algunas condiciones sin las más antiguas están en la fortaleza real.47 En la Edad
cuales sería imposible. Implicaba la existencia de Media, en los castillos de los señores, o en las
establecimientos públicos, suficientemente murallas que rodeaban las ciudades.48
espaciosos, ocupados militarmente, acomodados
44
Jérémie,XX,2.
de manera de impedir el contacto con el exterior, 45
Ibid.,XXXII,2.
etc. Tales arreglos no se improvisan en un instan- 46
Ibid.,XXXVII,15.
te; no existen huellas de ellos en las sociedades 47
V.Art.”Carcer”,op.cit.
48
42
V. Schaffroth,Geschicht d.Bernischen Gafaengnisswesens.
V. El artículo “Carcer” en el Diccionario de Saglio. Stroobant, Notas sobre el sistema penal de las ciudades
43
Walter, op. cit., páragrafo 856. flamencas.

644
Emile Durkheim

Así, al mismo tiempo que el establecimiento afectadas primero por este movimiento de
de un lugar de detención era útil por la desaparición retroceso, es decir, las que primero resultan suavi-
progresiva de la responsabilidad colectiva, los zadas y luego desaparecen. Son las agravaciones
monumentos que se levantaban podían ser utili- del castigo capital los primeros que se debilitan,
zados para este oficio. La prisión, es verdad, sólo hasta que llega el momento en que son completa-
era preventiva. Pero una vez que se constituyó bajo mente suprimidos. Los casos en los que el castigo
ese título, tomó rápidamente carácter represivo, al capital se aplica se vuelven más y más restringi-
menos parcialmente. En efecto, todos los que dos. El castigo por mutilación sigue la misma ley.
estaban retenidos prisioneros eran sospechosos, Como consecuencia de esto, los castigos menores
eran las más de las veces sospechosos de crímenes se vuelven más importantes, ya que deben llenar
graves. Así estaban sometidos a un régimen seve- los vacíos que deja este proceso de regresión. En
ro que ya era, en sí mismo, una pena. Todo lo que la medida en que las formas arcaicas de represión
sabemos de esas prisiones primitivas, que aún no desaparecen del campo del sistema penal, las
eran instituciones propiamente penitenciarias, nos nuevas formas invaden los espacios vacíos que se
las pintan con tristes colores. En Dahomey, la cárcel abren frente a ellas. Ahora, las diversas formas de
es un agujero en forma de pozo, donde los conde- prisión comprenden las últimas formas de castigo
nados se pudren en las inmundicias que emergen.
y parásitos.49 En Judea, hemos visto que En su origen ocupaban un lugar al final de
consistían en fosas bajas. En el México antiguo, la escala penal, ya que al principio no eran,
estaba hecho de jaulas de madera a las que los hablando con propiedad, ni siquiera un tipo de
prisioneros eran atados y apenas alimentados.50 castigo: simplemente constituían la condición para
En Atenas les ponían grilletes.51 En Suiza, para el castigo verdadero y por mucho tiempo
hacer la evasión más difícil, se ponía a los presos mantuvieron un carácter mezclado y ambiguo. Por
un collar de hierro.52 En Japón, las prisiones son esta razón el futuro estaba reservado para ellas;
llamadas infiernos.53 Es natural que el tiempo eran los sustitutos naturales y necesarios de otros
pasado en tales lugares se considerara muy tipos de castigo que estaban desapareciendo. Pero,
temprano como un castigo. Se reprimían también por otro lado, ellos mismo sufrieron la ley del
los pequeños delitos, sobre todo los cometidos por debilitamiento de intensidad. Es por eso que
la pobre gente, las personae humiles como decían mientras originalmente estaban mezclados con

CADERNO CRH, Salvador, v. 22, n. 57, p. 635-652, Set./Dez. 2009


en Roma. Era una pena correccional de la que los penalidades adicionales de las que a veces no eran
jueces disponían más o menos arbitrariamente. más que subsidiarios, poco a poco se desprendieron
En cuanto a la fortuna jurídica de esta nueva de ellas hasta dejarlas reducidas a la forma más
forma de castigo en el momento de su aparición, simple, es decir la privación de la libertad sin
es suficiente para dar cuenta de ella combinar las comprender otras gradaciones que las que resultan
consideraciones precedentes con la ley relativa al de las diferencias en la duración de esta privación.
progresivo debilitamiento de las sanciones penales. De este modo, las variaciones cualitativas
Su debilitamiento ocurre, en efecto, desde arriba en el castigo dependen en parte de los cambios
hacia abajo de la escala penal. En general son las cuantitativos que han sufrido al mismo tiempo.
formas más duras de castigo las que se ven En otras palabras, de las dos leyes que hemos
establecido, la primera contribuye a la explicación
49
Abbé Laffitte, _Le Dahomé,Tours, 1873, p. 81. de la segunda. El tiempo llega, a su vez, para
50
Bancroft,The native races of the Pacific States…, II, explicarla.
p.453.
51
V. Thonissen, op. cit., p. 118.
52
Schaffroth, Geschicht d.Bernischen Gafaengnisswesens.
53
V. Letourneau, Evolution juridique, p.199.

645
DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL

EXPLICACIÓN DE LA PRIMERA LEY crímenes fueron castigados más duramente. El


movimiento hubiera debido continuar, si otra cau-
Para facilitar esta explicación, considerare- sa no hubiera intervenido.
mos aisladamente los dos factores que hemos dis- Puesto que la pena depende del crimen y
tinguido, y como el segundo es el que juega el rol expresa la manera en la que afecta la conciencia públi-
menos importante, empezaremos haciendo ca, es en la evolución del crimen que debemos buscar
abstracción de él. Busquemos entonces cómo se la causa que determinó la evolución de la pena.
suavizan las penas a medida que se pasa de socie- Sin que sea necesario entrar en el detalle de
dades inferiores a sociedades más elevadas, sin las pruebas que justifican esta distinción, se acor-
ocuparnos provisoriamente de las perturbaciones dará con nosotros sin esfuerzo, creemos, que to-
que puedan deberse al carácter más o menos abso- dos los actos reputados criminales por las dife-
luto del poder gubernamental. rentes sociedades conocidas pueden repartirse en
Se puede estar tentado de explicar el dos categorías fundamentales: unos dirigidos con-
suavizamiento por el suavizamiento paralelo de las tra cosas colectivas (materiales o ideales, no im-
costumbres. Tenemos cada vez más horror a la porta) de las cuales las principales son la autoridad
violencia, las penas violentas, es decir crueles, pública y sus representantes, las costumbres y las
deben entonces inspirarnos una repugnancia tradiciones, la religión; otros sólo ofenden
creciente. Desgraciadamente la explicación se individuos (muertes, robos, violencias y fraudes
vuelve contra sí misma. Si por una parte nuestra de todo tipo). Las dos formas de criminalidad son
gran humanidad nos aparta de los castigos dolo- bien distintas y corresponde darles nombres dife-
rosos, ella nos hace parecer más odiosos los actos rentes. La primera podría ser llamada criminalidad
inhumanos que esos castigos reprimen. Si nuestro religiosa, porque los atentados contra la religión
altruismo más desarrollado repugna la idea de son la parte más esencial y porque los crímenes
hacer sufrir al prójimo, por la misma razón, los contra las tradiciones y los jefes de estado tienen
crímenes que son contrarios a estos sentimientos siempre, más o menos, carácter religioso; a la se-
deben parecernos más abominables y por lo tanto, gunda, se le podría reservar el nombre de
tendemos a reprimirlos más severamente. Esta criminalidad humana. Establecido esto, se sabe que
tendencia no puede ser neutralizada más que par- los crímenes de la primera especie llenan, casi con
cialmente y débilmente por la tendencia opuesta, exclusión de todos los otros, el derecho penal de
CADERNO CRH, Salvador, v. 22, n. 57, p. 635-652, Set./Dez. 2009

del mismo origen, que nos lleva a hacer sufrir al las sociedades inferiores; pero que disminuyen, al
culpable lo menos posible. Es evidente que nuestra contrario, a medida que se avanza en la evolución,
simpatía debe estar menos con él que con la víctima. mientras que los atentados contra la persona hu-
Entonces, la delicadeza de las costumbres debiera mana toman cada vez más todo el espacio. Para los
traducirse en un endurecimiento penal, al menos pueblos primitivos, el crimen consistía casi
para los crímenes que lesionan a terceros. De únicamente en no cumplir los ritos de culto, en
hecho, cuando comienza a aparecer de manera violar las prohibiciones rituales, en separarse de
marcada en la historia, es así que se manifiesta. En las costumbres de los mayores, en desobedecer la
las sociedades inferiores, los homicidios, los robos autoridad, allí donde estaba fuertemente
simples no eran castigados más que ligeramente, constituida. Al contrario, para el europeo de hoy,
porque las costumbres al respecto son groseras. En el crimen consiste esencialmente en la lesión de
Roma, durante mucho tiempo, la violencia no fue cualquier interés humano.
considerada más que como vicio de los contratos, Entonces, estas dos formas de criminalidad
lejos de tener carácter penal. Es a partir del día en difieren profundamente porque los sentimientos
que se afirmaron y desarrollaron los sentimientos colectivos que ofenden no son de la misma
de simpatía del hombre por el hombre que esos naturaleza. De ello resulta que la represión no

646
Emile Durkheim

puede ser la misma para una u otra. eso que las obligaciones que debemos cumplir nos
Los sentimientos colectivos que transgrede y llevan a obedecer a una personalidad que es infi-
ofende la criminalidad específica de las sociedades nitamente superior a la nuestra. Esta es la
menos desarrolladas son colectivos de dos modos: personalidad colectiva tal como la concebimos en
no solamente tienen por sujeto la colectividad y en una forma puramente abstracta o, como es el caso
consecuencia existen en la conciencia de la mayor más común, con la ayuda de símbolos enteramente
parte de los individuos, sino que también tienem religiosos.
por objeto cosas colectivas. Por definición estas cosas Pero entonces, los crímenes que violan estos
están fuera del campo de nuestros intereses priva- sentimientos y que consisten en la omisión de llevar
dos. Los fines a los que estamos así vinculados a cabo obligaciones específicas no pueden sino
sobrepasan infinitamente el limitado horizonte que aparecérsenos como dirigidos directamente contra
cada uno de nosotros posee. No nos conciernen los seres trascendentes, ya que, en realidad, se
personalmente sino que conciernen a la entidad relacionan con ellos. De esto se sigue que nos
colectiva. Consecuentemente, los actos que estamos parecen excepcionalmente ofensivos porque una
obligados a realizar para alcanzarlos, no derivan transgresión es mucho más ofensiva si el ofendido
de las inclinaciones de nuestra naturaleza indivi- es superior en naturaleza y dignidad al transgresor.
dual, sino que más bien tienden a violarla, ya que Cuanto más respeto se tiene a algo, más
consisten en toda una variedad de sacrificios y horrible es una falta de respeto. El mismo acto que,
privaciones que el hombre se impone a sí mismo dirigido contra un igual es meramente reprensible,
para agradar a Dios o para satisfacer la costumbre o se vuelve impío cuando concierne a un ser supe-
para obedecer la autoridad. No tenemos rior a nosotros: el horror que inspira solamente
inclinaciones a ayunar, a mortificarnos, a abstenernos puede ser atemperado con la represión violenta.
de esta o aquella comida, a sacrificar a nuestros Los fieles normalmente deben someterse a múltiples
animales favoritos en el altar, a sufrir incomodidad privaciones para complacer a sus dioses y
con respecto a las costumbres, etc. Así, del mismo mantenerse en contacto regular con ellos. ¿A qué
modo que las sensaciones que vienen del mundo privaciones entonces tendrían que someterse
externo, tales sentimientos están en nosotros pero cuando los han afrentado?. Aun cuando haya
no son nuestros; es más, en cierta medida están fuertes sentimientos de piedad hacia el culpable,
allí a pesar de nosotros y tienen este carácter por ese sentimiento no contrabalancea la indignación

CADERNO CRH, Salvador, v. 22, n. 57, p. 635-652, Set./Dez. 2009


la coacción que ejercen sobre nosotros. levantada por el acto de sacrilegio.
Por eso estamos obligados a alienarlos, a Consecuentemente tampoco modifica
relacionarlos con alguna causa externa, como perceptiblemente el castigo, porque los dos
hacemos con las sensaciones. Por otra parte estamos sentimientos son demasiado desiguales. La simpatía
obligados a concebirlos como un poder que no sólo que puede sentir un hombre por uno de sus
está separado de nosotros sino que es superior a semejantes, particularmente degradado por una fal-
nosotros, ya que nos manda y le obedecemos. Esta ta, no puede revertir el temor reverencial que se
voz que nos habla de un modo imperativo que nos siente por la divinidad. Comparado con este poder,
lleva a cambiar nuestra propia naturaleza, sólo puede que lo supera tanto, el individuo parece tan pequeño
provenir de un ser que sea distinto de nosotros y que sus sufrimientos pierden su significado relati-
que también nos domine. De cualquier modo espe- vo y se vuelven una cantidad despreciable. ¿Cuál
cífico que los hayamos retratado, Dios, ancestros, es la importancia del sufrimiento individual cuando
personalidades augustas de todo tipo, siempre posee hay un Dios que debe ser apaciguado?
en relación con ellos una cualidad trascendente o Diferente es el caso con los sentimientos
superhumana. Es por eso que este aspecto de la colectivos cuyo objeto es el individuo, porque cada
moralidad está penetrado por la religiosidad; es por uno de nosotros es uno de ellos. Lo que le

647
DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL

concierne al hombre nos concierne a todos, por- veremos en ellos actos de lesa divinidad, sino de
que todos somos hombres. lesa humanidad. Sin dudas, es preciso que ese
Esos sentimientos vinculados con la ideal esté despojado de toda trascendencia; está
protección de la dignidad humana nos tocan en la naturaleza de todo ideal sobrepasar lo real y
personalmente. Por supuesto, no quiero decir que dominarlo. Pero esa trascendencia es mucho me-
respetemos la vida y la propiedad de nuestros nos marcada. Si este hombre abstracto no se con-
semejantes solamente con motivo de cálculos funde con alguno de nosotros, cada uno de
utilitarios, para obtener un intercambio limpio de nosotros lo realiza en parte. Por elevado que sea el
ellos. Si condenamos los actos que los atacan es fin, como es, esencialmente humano, nos es
porque transgreden sentimientos de simpatía que también, en alguna medida, inmanente.
sostenemos por el hombre en general, y estos Por ende, las condiciones de la represión
sentimientos son desinteresados, porque tienen un no son las mismas que en el primer caso. Ya no
objeto general. Esta es la gran diferencia que separa hay distancia entre ofensor y ofendido, están am-
el individualismo moral de Kant de los utilitaristas. bos en el llano. Más aún cuando, en cada caso
Ambos hacen del desarrollo del individuo, particular, la persona humana a la que el crimen
en cierto sentido, el objeto de la conducta moral, ofende se presenta con una individualidad parti-
pero, para los últimos, el “individuo” del que se cular, idéntica en todo aspecto a la del culpable. El
trata es el individuo sensible, empírico, tal como escándalo moral, que constituye el acto criminal,
puede ser captado en cada mente especifica. Para tiene algo de menos revulsivo, y por lo tanto no
Kant, por su parte, es el ser humano, la humanidad reclama una represión tan violenta. El atentado de
en general, en abstracción de las diversas formas un hombre contra un hombre no puede levantar
concretas en que se manifiesta. Sin embargo, tan tanta indignación como el atentado de un hombre
universal como pueda ser, un objetivo de esas ca- contra un dios. Al mismo tiempo, los sentimientos
racterísticas está directamente vinculado con aquello de piedad que nos inspira el que sufre la pena no
que mueve nuestras inclinaciones egoístas. Entre pueden ser tan fácil ni completamente ahogados
el hombre en general y el hombre que es cada uno por los sentimientos que ha ofendido y que
de nosotros, no existe la misma diferencia que la reaccionan contra él; unos y otros son de la misma
que se da entre un hombre y un dios. El carácter naturaleza. Los primeros sólo son una variedad
de este ideal solamente difiere de nuestro propio de los segundos. Lo que atempera la cólera
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ideal en grado: es simplemente el modelo del que colectiva que es el alma de la pena es la simpatía
cada uno de nosotros es una instancia diferente. que sentimos por todo hombre que sufre, el hor-
Los sentimientos por los que nos encontramos ror que nos causa toda violencia destructiva; ahora
vinculados son así, en parte, solamente una bien, es la misma simpatía y el mismo horror que
extensión de aquellos que nos unen con nosotros alumbró la misma cólera. Así, esta vez, la causa
mismos. Esto se halla expresado en el dicho po- misma que pone en marcha al aparato represivo
pular “No hagas a los otros lo que no quisieras tiende a detenerlo. El mismo estado mental nos
que te hagan a ti mismo”. impulsa a castigar y a moderar la pena. No podía
En consecuencia, para explicarnos estos faltar una influencia atenuante. Podía parecer bien
sentimientos y los actos que nos incitan, no es natural inmolar sin reserva la dignidad humana
necesario, al mismo grado, buscarles un origen del culpable a la majestad divina ofendida. Por el
trascendente. Para darnos cuenta del respeto que contrario, hay una verdadera e irremediable
nos inspira la humanidad no necesitamos imagi- contradicción en vengar la dignidad humana ofen-
nar que nos lo impone un poder exterior y superi- dida en la persona de la víctima, violándola en la
or a la humanidad; nos parece inteligible por lo persona del culpable. El solo medio, no de levan-
que sentimos como hombres nosotros mismos. No tar la antinomia (que en rigor no es solucionable)

648
Emile Durkheim

pero de reducirla, es reducir la pena tanto como crimen era concebido como una ofensa dirigida a
sea posible. la divinidad, y por ello los crímenes de los hombres
En consecuencia, si, tal como hemos expli- contra los hombres fueron concebidos sobre el
cado el crimen se reduce progresivamente a las mismo modelo. Creíamos que nos repugnaban
ofensas contra las personas solamente, mientras que porque están prohibidos por los dioses, y a ese
las formas religiosas de criminalidad declinan, re- título, los ofenden. Los hábitos del espíritu son
sulta inevitable que la fuerza promedio del castigo tales que no parece posible que un mismo precepto
se vuelva más débil. Este debilitamiento no surge moral pueda tener una autoridad suficientemente
del hecho de que las costumbres se vuelvan menos fundada si no la toma prestada de lo que era
severas sino del hecho de que la religiosidad, de la entonces considerado fuente única de la moralidad.
que estaban originalmente tomados, y el derecho Tal es el origen de esas teorías, tan extendidas aún
penal y los sentimientos colectivos que eran su base, hoy, de acuerdo con las cuales la moral carece de
disminuyen. Sin duda, los sentimientos de simpatía toda base si no se apoya sobre una religión, o
humana se vuelven, a la vez, más fuertes. Pero su cuando menos, sobre una teología racional, es decir
creciente fuerza no puede explicar esta reducción si el imperativo categórico no emana de algún ser
progresiva en el castigo, ya que, por si mismo, esto trascendente. Pero a medida que la criminalidad
tenderá más bien a volvernos más severos frente a humana se desarrolla y la criminalidad divina re-
cada crimen en el que la víctima sea un hombre y trocede, la primera desprende cada vez con mayor
de ese modo, incrementará el castigo por tales nitidez su fisonomía propia y sus caracteres dis-
crímenes. La verdadera razón es que la compasión tintivos, como los hemos descripto. Se libera de
que se siente por el hombre condenado ya no se ve las influencias que sufría y que le impedían se
obviada por sentimientos opuestos que no permiten ellas mismas. Si aún hoy, hay buena parte de
que se la sienta. espíritus que creen que el derecho penal y, en ge-
Pero, nos dirán, si es así, ¿cómo resulta que neral, toda moral, son inseparables de la idea de
las penas de los atentados contra las personas Dios, su número poco a poco disminuye y aquellos
participan de la regresión general? Ya que, si bien que se demoran en la concepción arcaica no unen
han perdido menos que las otras, lo cierto es que ambas ideas más de lo que lo haría un cristiano de
también son menos elevadas que hace dos o tres los primeros tiempos. La moral humana se despo-
siglos. Si, sin embargo, está en la naturaleza de ja cada vez más de su carácter confesional. En el

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esta clase de crímenes llamar a castigos menos se- curso de este desarrollo se produce la evolución
veros, el efecto hubiera debido manifestarse de regresiva de las penas que castigan las faltas más
inmediato, cuando el carácter criminal de esos actos graves a las prescripciones de esta moral.
fue reconocido formalmente; las penas que les Por un retorno que debe señalarse, a medi-
corresponden hubieran debido alcanzar de golpe da que la criminalidad humana gana terreno, a su
el grado de suavidad que hoy tienen, en lugar de turno reacciona a la criminalidad religiosa y, por
reducirse progresivamente. Pero lo que determina decirlo de algún modo, se le asimila. Si hoy son
la suavización progresiva es que al momento en que los atentados contra las personas los que
esos atentados, después de haber permanecido lar- constituyen los principales crímenes, existen sin
go tiempo en el umbral del derecho penal, lo embargo atentados contra cosas colectivas,
penetraron y fueron definitivamente clasificados, era crímenes contra la familia, el estado o las
la criminalidad religiosa la que ocupaba casi todo el costumbres. Sólo que estas cosas colectivas tienden
espacio. Como resultado de esa situación prepon- a perder, ellas mismas, el carácter religioso que
derante, ella comenzó a arrastrar en su órbita a los antes las marcaba. De ser divinas, se convirtieron
delitos nuevos que acababan de constituirse, y los en realidades humanas. No ubicamos a la familia
marcó con su huella. Así, de un modo general, el o a la sociedad como entidades místicas y

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DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL

trascendentes, sino que vemos en ellas sólo gru- En efecto, la constitución del poder absoluto
pos de hombres que conciertan sus esfuerzos para necesariamente tiene como resultado elevar a quien
realizar los fines humanos. Resulta entonces que lo detenta por encima del resto de la humanidad,
los crímenes dirigidos contra esas colectividades de convertirlo en algo sobrehumano y esto en mayor
participan de los caracteres de aquellos que lesionan medida cuanto más ilimitado es el poder. De hecho,
directamente los individuos, y las penas que en cualquier parte en que el gobierno toma esa for-
castigan los primeros se suavizan. ma, el que lo ejerce aparece ante los hombres como
Tal es la causa del debilitamiento progresivo una divinidad. Cuando no se lo convierte en un
de las penas. Se ve que este resultado se produce dios especial, se ve cuando menos que el poder del
mecánicamente. La manera en la que los sentimientos que está investido es una emanación del poder di-
colectivos reaccionan contra el crimen ha cambiado, vino. Entonces esa religiosidad no puede sino sur-
porque esos sentimientos han cambiado. Fuerzas tir sus efectos ordinarios sobre la pena. Por una
nuevas han entrado en juego. El efecto no podía se- parte, los atentados dirigidos contra un ser tan
guir siendo el mismo. Esta gran transformación no sensiblemente superior a todos los ofensores no
ocurrió a la vista de un fin preconcebido ni bajo el serán considerados crímenes ordinarios, sino
imperio de concepciones utilitarias. Pero, una vez sacrilegios, y a ese título, reprimidos violentamen-
cumplida, se encontró naturalmente ajustada a fi- te. De allí se deriva que en todos los pueblos
nes útiles. Por lo mismo que era necesariamente el sometidos a un gobierno absoluto los crímenes de
resultado de condiciones nuevas en las que se lesa majestad tengan un rango excepcional. Por otra
encontraron ubicadas las sociedades, no podía no parte, en esas mismas sociedades, casi todas las
ajustarse en armonía con aquellas condiciones. En leyes son consideradas como emanadas del sobera-
efecto, la intensidad de las penas sólo sirve para no y de su voluntad, y es por tanto contra él que
hacer sentir a las conciencias particulares la energía parecen dirigirse las principales violaciones de la
del mandato social; sólo es útil si varía con la ley. La reprobación que esos actos levantan es mucho
intensidad de ese mandato. Conviene entonces que más viva que si la autoridad que ofendiesen estuviera
se modere a medida que la coerción colectiva se mejor repartida, más moderada. El hecho de que
aliviana, se flexibiliza, deviene menos excluyente esté en este punto concentrada, lo que la hace más
del libre examen. Así está ahí el gran cambio que intensa, la convierte en más sensible a las ofensas y
se produjo a lo largo de la evolución moral. más violenta en sus reacciones. Es así que la
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Siempre que la disciplina social, cuya moral gravedad de casi todos los crímenes se encuentra
propiamente dicha es su expresión más elevada, aumentada en algunos grados, por lo tanto la
extiende cada vez más su campo de acción, pierde intensidad promedio de las penas es extraordinari-
cada vez más su rigor autoritario. Porque toma algo amente reforzada.
más humano, deja más espacio a las espontanei-
dades individuales, las solicita incluso. Tiene
menos necesidad, pues, de ser violentamente CONCLUSIONES
impuesta. Así también es necesario que las sanci-
ones que aseguran su respeto devengan menos Así entendida, la ley que acabamos de
compresivas de toda iniciativa y de toda reflexión. analizar tiene una significación diferente. Si se va
Podemos ahora volver al segundo factor de al fondo de la cuestión, podemos ver ahora que
la evolución penal, del que hasta ahora hicimos ella no expresa solamente -como parecía al princi-
abstracción, es decir la naturaleza del órgano pio-las variaciones cuantitativas por las que
gubernamental. Las consideraciones precedentes transcurrió la pena, sino variaciones propiamente
permiten explicar fácilmente la manera en que se cualitativas. Si la pena es más suave hoy que
comporta. antaño, no es porque las ancianas instituciones

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Emile Durkheim

penitenciarias, manteniéndose ellas mismas, hayan dos contra las personas llenarán todo el derecho
perdido en parte su rigor; sino porque fueron criminal, o lo que quede de los otros crímenes será
reemplazadas por instituciones diferentes. Los considerado dependiente de aquellos. Entonces,
móviles que han determinado la formación de unas el retroceso se detendrá. No hay razón para creer
y otras no son de igual naturaleza. No es la que la criminalidad humana deba retroceder a su
vivacidad, la explosión repentina, la estupefacción turno como las penas que la reprimen. Todo hace
indignada que levanta una ofensa dirigida contra prever que se desarrollará más y más, que la lista
un ser cuyo valor es inconmensurable respecto del de actos considerados delitos crecerá, y su carácter
agresor; es más bien la emoción más calma y refle- criminal se acentuará. Los fraudes, las injusticias,
xiva que provocan las ofensas que ocurren entre que ayer dejaban la conciencia pública casi indife-
iguales. El reproche no es el mismo, y no excluye rente, la revuelven hoy día y esta sensibilidad se
la conmiseración; por sí mismo, llama a acentuará con el tiempo. No hay en realidad un
atemperarse. De allí la necesidad de nuevas penas aflojamiento general del sistema represivo, sólo un
que acuerden con esta nueva mentalidad. sistema particular se flexibiliza, pero es
Así podemos apartar un error al que podría reemplazado por otro que aunque menos violento
llevarnos la observación directa de los hechos. y menos duro, no deja de tener sus severidades
Viendo con qué regularidad la represión parece propias y no está destinado a una decadencia
moderarse a medida que se avanza en la evolución, ininterrumpida.
se podría creer que el movimiento está destinado a Así se explica la crisis del sistema penal en
continuar sin interrupción. Dicho de otro modo, los pueblos civilizados. Hemos llegado al momen-
que la pena tiende a convertirse en cero. Una to en que las instituciones penales del pasado han
consecuencia tal estaría en contradicción con el desaparecido o no sobreviven más que por la fuerza
verdadero sentido de nuestra ley. de la costumbre, sin que nazcan otras que
La causa que ha producido esta regresión respondan mejor a las aspiraciones nuevas de la
no podría producir sus efectos atenuantes indefi- conciencia moral.
nidamente. Porque ella no consiste en un
aletargamiento de la conciencia moral que, (Recebido para publicação em dezembro de 2008)
(Aceito em março de 2009)
perdiendo poco a poco su vitalidad y sensibilidad
originales, se torna incapaz de toda reacción penal

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enérgica. No somos hoy más complacientes que
antaño para todos los crímenes indistintamente,
sino sólo respecto de algunos, y con otros nos
mostramos más severos. Sólo que aquellos por los
que testimoniamos una indulgencia creciente, son
los que tenían represión más violenta; inversamen-
te, a los que reservamos nuestra severidad son los
que reclamaban una pena más moderada. En
consecuencia, a medida que los primeros cesan
de ser tratados como crímenes y se retiran del
derecho penal, cediendo su lugar a los otros, debe
necesariamente producirse un debilitamiento
promedio de las penas. Pero este debilitamiento
no puede durar más de lo que durará esa
sustitución. Llegará un momento -casi ha llegado-
en que la sustitución estará completa, los atenta-

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DOS LEYES DE LA EVOLUCIÓN PENAL

TWO LAWS OF THE PENAL EVOLUTION DEUX LOIS DE L’EVOLUTION PENALE

Emile Durkheim Emile Durkheim

This text discusses the changes of Ce texte parle des changements de punition
tout au long de l’histoire des sociétés. On y analyse
punishment throughout history of the societies. It
l’allègement des châtiments physiques et
analyzes the softening of physical punishment and
the ascension of prison as main locus of l’avènement de la prison comme lieu central de
punishment in the modern world. It relates thesepunition dans le monde moderne. Ces processus
sont mis en relation avec la différenciation sociale,
processes with the social differentiation, character
of power and change in the conception of crimes.le type de pouvoir et le changement de conception
It points the need for the creation of penal concernant les délits. Le besoin de créer des
institutions that answer better to the new institutions pénales capables de mieux répondre
aspirations of moral conscience. aux nouvelles aspirations de la conscience morale
y est mis en évidence.
KEYWORDS: penal evolution, physical punishment, MOTS-CLÉS: évolution pénale, châtiment physique,
prison, moral conscience. prison, conscience morale.
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