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La Vaca Sagrada

Querido amigo de mi alma, hay ciertas cosas en la vida que naturalmente


son sagradas, mejor dicho intocables para cualquier persona sensata.
Una de ellas es nuestra querida madre, su ternura nos acompaña por
muchos parajes importantes de nuestra vida, una de las imágenes que
representa esta madre sagrada es cuando ella está dando de lactar a su
hijo. La leche de la madre es un milagro que Dios ha creado y es
especialmente buena para formar todos los tejidos del primer desarrollo
del ser humano, ese proceso es continuó durante toda nuestra vida como
la leche de la madre vaca. La vaca como animal doméstico figura en la
tradición védica como otro miembro de nuestra familia. No solamente su
leche es sagrada, también lo es su orina que es antiséptica y el estiércol
que tiene muchísimos usos como por ejemplo cocinar en la casa, el
estiércol de la vaca al quemarse no emana vapores tóxicos y es utilizado
exclusivamente en los sacrificios de fuego tradicionales. Antes que se
invente el tractor y los motores, los bueyes eran la principal fuerza de
trabajo duro, servían para arar, transportar, extraer aceites, moler
granos…. Así el buey trabajaba con el padre mientras que la vaquita
acompañaba a la madre en sus trabajos en la casa. Este animal que nos
conforta tanto es por supuesto una ánima (alma espiritual), es tan
especial, tan bondadoso que sólo come pasto y nos da leche, mantequilla
clarificada (el ghee), quesos kumis y yogurt. Prácticamente la comida
opulenta a menudo tiene algo que ver con la presencia de los lácteos,
dulces famosos como las gulabjanmus, rasagula, sandesh, srikanta, no
faltan nunca en una fiesta grande que se ofrece a Krishna. Como si esto
fuera poco, la Suprema Personalidad de Dios cuando reveló su morada
principal Vrindavana en India 5 mil años atrás pasó sus primeros años de
juventud en la casa del rey de los vaqueros Nanda Maharajá, además
trascurrió su dulce infancia con los gopas de Vrindavana cuidando los
terneros en el establo de su padre, ahí se presentan las vacas como
devotas del Señor que gozan su cercanía de ser abrazadas por Él.
Jugaban el día entero en el bosque de Vrindavana con estas mansas y
hermosas criaturas y eso no es todo, en uno de los pasatiempos cuando
fueron secuestrados los terneros del Señor Krishna, Él mismo se
multiplicó por su fuerza suprema tanto en la forma de sus amigos y los
terneros durante un año, así las vacas tenían como sus terneritos una
expansión de la Suprema Personalidad de Dios. Tanto vínculo
trascendental hay en entre el Señor Krishna y las vacas que es fácil de
comprender, que para sus devotos y seguidores del drama que la vaca es
eternamente sagrada. Una de las cosas más auspiciosas, es ver al ternero
lactando de la ubre de su mamita. Contrario a lo anteriormente dicho, hoy
en día la industrialización se enfoca en la explotación de las vacas (y
otros animales), apartan al ternerito recién nacido de su madre, lo ponen
en una pequeña jaula en la que ni siquiera pueden darse vuelta, lo
alimentan con preparados llenos de químicos para que engorde rápido,
tenga la carne blanca y suave, meses después lo matan
comercializándolo como carne de ternero. La protección de las vacas es
muy importante y debe ser apoyada por los gobiernos “si fueran
inteligentes” y por supuesto por los individuos dentro de sus
posibilidades. La única forma de parar esta tremenda violencia de las
vacas y demás seres vivientes, es dejar de consumir rotundamente la
carne de los animales. Si aun comes un poquito de carne estas sumando
responsabilidades por todos los horrores que se hacen con los animales,
porque mientras se compren y coman cadáveres, habrá gente que venda
su conciencia interna y los sacrifiquen por lo fácil que es conseguir
dinero de esta manera. Nunca falta la gente embrutecida que comete
crímenes y no pueden comprender que todo lo malo que hacen, todo el
dolor que ellos causan a otras entidades vivientes va a volver hacia ellos
en forma de dolores, en carne propia a través de las reacciones del karma
que les llegará en esta misma vida o en las próximas. Todos los que
manejan y participan en la matanza de animales, las ventas y preparación
de carne, pescado y huevos son en realidad muy desafortunados y si uno
puede ayudarlos convirtiéndolos en vegetarianos como lo propone la
Revolución de la Cuchara, uno se vuelve el mejor amigo de ellos. Por otro
lado es ridículo que en una sociedad como la nuestra, el agua azucarada
con gas tenga el mismo valor que el litro de leche. Las cosas están
desproporcionadas porque por la industria de las vacas produce excesiva
cantidad de leche y la botan al mercado.

Para proteger a las vacas y tenerlas como miembros de la familia en el


campo, tendrían que pagarse un valor elevado por la leche y los
productos lácteos, porque es el alimento más fino que existe, solo así la
gente se animaría nuevamente en mantener su propia vaquita. Eso es la
misericordia, el lujo de tener unas vaquitas en la casa. Los gobiernos y
movimientos protectores de los animales deberían organizar Goshalas,
(sitios de refugio para vacas) en donde se cuiden animales que no estén
dedicados al trabajo ni a la producción de leche. Existen grandes áreas de
terreno que no se prestan para cultivos, pero donde las vacas pueden
vivir tranquilas. Es solamente un asunto de organización, de querer hacer
las cosas correctas como a Dios le gusta, se requiere tener la conciencia
de la vaca sagrada para que todo el mundo se esfuerce en participar. Lo
mismo ocurre con la agricultura orgánica pues la madre tierra es otra de
las madres sagradas y al envenenarla con químicos sólo producimos
enfermedades. Las alteraciones de la ingeniería genética, las mafias de
las semillas adulteradas, todo esto son ofensas contra la ley de Dios y se
paga con la perdida de nuestro propio bienestar como hijos de la tierra.
Los veganos que dejan de consumir los productos lácteos por el sistema
de la explotación de las vacas tienen una linda predisposición, sin
embargo la cultura de la protección de los animales es muy antigua y esta
gente no era ni cruel ni tonta, mas bien ellos manejaban las cosas como
lo enseñó Yogesvara el Maestro Supremo del yoga con su propio ejemplo.

PARA RECUADRO ADICIONAL: Respeta a la vaca sagrada y vuélvete un


vegetariano activista, quien está dispuesto a defender su madre la vaca y
a la madre Tierra. Así serás un ecologista consecuente. El hombre
envanecido por el dinero ha perdido toda la sensibilidad y mata animales
por billones al igual que a sus propios bebes, como dijo León Tolstoy
“Mientras haya mataderos también habrán campos de batalla”. La energía
que la gente hoy en día desperdicia en su mascota o en su Doberman, es
una adulación pervertida, pero muestra que la gente le gusta tener la
cercanía de los animales.

Swami B.A. Paramadvaiti

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