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“El proceso de la civilización”

“De la urbanidad en las maneras de los niños”

El proceso de civilización occidental tuvo varias etapas, cada una con un mayor grado de
“refinamiento” que la anterior. Aunque cada etapa tenía singularidades que se podían
diferenciar una de las otras, todas tenían unas mismas bases: Entrenamiento del niño para la
adaptación social de este, la represión de los impulsos de los individuos, un ente superior que
castiga y juzga al individuo.

El ente superior empezó siendo nombrado “monopolio de violencia”, este nombre es bastante
acertado considerando que la violencia física es uno de las mayores y más efectivas formas de
control y represamiento del sujeto, pues la constante posibilidad de sentir dolor físico ha sido y
actualmente sigue siendo usada para el control del individuo. Y el termino “monopolio” es
usado pues solo unos pocos individuos en la sociedad son los que imparten violencia. Este
sistema de represión funcionó con mucha fuerza en la Edad media, luego dejaría de ser tan
influyente a medida que el acotesamiento de los guerreros fuera creciendo. Durante este
proceso los guerreros se vieron forzados a reprimir sus impulsos, pues en el nuevo circulo al
que estaban entrando (la corte), dichos actos no les serian útiles para encajar en esta
insipiente nueva clase social; Ahora el nuevo ente que juzgaría y castigaría la individuo será
unos constructos de modales, razones, y un estándar de lo que es bueno o malo creado por la
corte, obviamente complementado por la eterna amenaza de violencia. Bajo estos nuevos
parámetros el sujeto no solo tenía que cuidar sus impulsos si no que ahora tenía manejar una
cierta imagen ante sus iguales, es decir aquel zapatero en la edad solo tenía que reprimir sus
impulsos para evitar la actuación del monopolio de la violencia, ahora no solo debía tener eso
en mente sino además surgían nuevas preocupaciones: Competencia laboral, bancarrota,
vergüenza, culturización*, etcétera. Todos esto nuevos parámetros se haría necesarios para la
civilización moderna de occidente.

De la represión de los impulsos, usualmente es un tema que atañe más a conversaciones


psicoanalíticas, durante el proceso de la civilización este punto es de vital importancia pues en
una sociedad la individualidad de la persona es controlada para varios fines entre ellos la
estandarización del sujeto. Para el análisis de la represión de los impulsos como parte del
proceso de civilización debemos primero nombrar y definir a “grosso modo” los 3
componentes de un sujeto:

1. Ello: Es la parte inconsciente del sujeto, donde residen sus impulsos, instintos, deseos,
pulsiones. “el saber que no se sabe”.
2. Yo: es la parte consciente del sujeto, es la que muestra ante los otros y se forma a raíz
de las exigencias del Ello.
3. Súper-yo: Es la parte que juzga las acciones del Yo.
Teniendo esto claro es obvio porque la represión de los impulsos es fundamental para el
proceso de civilización, pues una sociedad donde todos los sujetos sucumban ante los
caprichos del Ello, pues sería una sociedad sin limitaciones morales y libre pensadora, cosas
que van en contra de las instituciones que por obligaciones necesitan sujetos auto
controlados, alienados.

El escrito de Erasmo no tiene mayor análisis, básicamente es una guía de comportamiento del
niño en diferentes situaciones y escenarios, algunos de estos comportamientos siguen
vigentes en nuestra idiosincrasia (cubrirnos la boca al bostezar, ceder el puesto a personas de
mayor edad, etcétera)

Para Norbert Elías el pequeño escrito de Erasmo de Rotterdam “De la urbanidad en la maneras
de los niños”, es fundamental para la civilización de la sociedad moderna no solo por la guía
que este libro ofrece para el entrenamiento del niño y su eventual represión de los instintos. Si
no porque al momento de tu publicación en 1530, la sociedad estaba viviendo unos momentos
de cambios sociales, económicos y culturales, se empezaban a ver nuevas clases sociales,
nuevas interdependencias económicas y una nueva sed por la cultura que por tanto
demandaba que la siguiente generación estuviera preparada para ser parte de estos nuevos
cambios, que conocieran desde pequeños como funciona esta nueva sociedad más
competitiva y excluyente.

Es interesante ver como en la crianza del niño se le enseña la existencia de un ente superior
que juzga sus acciones, lo castiga y además el niño para evitar una confrontación con este ente
crea un ente propio que lo auto limita, pongamos por ejemplo a un niño de 8 años la época
(siglo XVI): El niño está escuchando el sermón, durante el mismo el señor que está a su lado
expulsa una ventosidad, la reacción natural del niño es reírse. ¿Qué consecuencias trae este
acto natural del niño?, pues bien además de la reprimenda verbal del cura que posiblemente
sea pública (vergüenza), el cura además le hará notar que está en la casa del Señor, él como su
“emisario” ha sido interrumpido por la risa del infante (pecador) y muy seguramente en la casa
del niño le espera una paliza por alguno de sus padres (monopolio de violencia), atreves de
todas estas situaciones el niño aprende que la represión de sus impulsos es necesaria para ser
parte de la sociedad y por lo tanto del proceso de civilización. Ahora digamos que al otro lado
del flatulento hombre hay otro niño que escucho lo mismo, pero en su casa el había sido
guiado por el texto de Rotterdam, entonces él sabe de antemano que debe reprimir su risa
pues en la iglesia habita el hijo de Dios y está siendo juzgado por los ojos de aquel que murió
en la cruz. En ambos casos el niño llega a la creación y consolidación del “súper-yo”, por ende
ya está listo para ser parte de una sociedad civilizada.

A partir de los análisis de los textos anteriores concluimos que:


Para el proceso de civilización de una sociedad siempre se van a ver las mismas 3 tendencias:

1. La represión de los impulsos del individuo con el fin de encajar en una


sociedad “racional” donde dichos impulsos no son bien vistos y serán
castigados.
2. El ente superior creado por la sociedad para el juzgamiento y castigo de los
impulsos no reprimidos del sujeto y este ente puede tomar varias formas,
aunque la más clásica es la forma de la amenaza de violencia.
3. El adoctrinamiento del sujeto desde su infancia permite un mejor manejo de
sus impulsos, por lo tanto de una mejor adaptación a la sociedad civilizada.

La familia como institución es fundamental para el proceso de civilización, pues es la principal


productora de sujetos capaces de reprimir sus impulsos, y bajos esta luz también se podría
decir que la familia es una “sociedad civilizada” pues se observan las tres tendencias
nombradas anteriormente.

Lo que nos lleva a las siguientes preguntas:

1. ¿el objetivo de la civilización es crear una sociedad homogenizada, con sujetos


alienados y reprimidos?
2. Supongamos la existencia de un niño que no ha sido parte de alguna institución. ¿este
niño será capaz de ser aceptado en una sociedad en proceso de civilización?

Wendy Polet Orjuela

Sergio Andrés Ramírez

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