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Animales traumatizados:
Cuando sospechamos de animales con trauma toráxico y hemotórax es aconsejable
antes de proceder a anestesiar al paciente realizar la toracocentesis, pues el no hacerlo
genera un tórax a tensión que dificulta la expansión pulmonar durante la respiración,
afectando de igual forma el trabajo cardiaco, principalmente cuando lo posicionamos
ventrodorsalmente pudiendo llegar al colapso.
Si sospechamos que nuestro paciente fue sujeto de trauma abdominal y este provoco
una hernia diafragmática, antes de incidir el abdomen no debemos olvidar que el
paciente requiere estar intubado endotraquealmente pues al momento de abrir el
abdomen se perderá la presión negativa y por lo tanto la ventilación.
Por otro lado tanto para el paciente con hemotórax o hemoabdomen es importante tratar
de colectar esta sangre y realizar la autotransfusión, siempre y cuando no este
contaminada de heces u orina sobre todo cuando carecemos de unidades de sangre
disponibles, también es importante recordar que para realizar este procedimiento
nuestro paciente requiere estar conectado a una solución intravenosa de cloruro de
sodio.
En el caso de pacientes con fracturas que requieran reducción quirúrgicas
recomendamos la aplicación previa de antibiótico por lo menos una hora antes del
procedimiento, pues esto reduce la posibilidad de una osteomielitis.
La anestesia en animales jóvenes, es importante considerar que a partir de la semana 6 a
8 es cuando empieza a haber una maduración de los sistemas circulatorio, ventilatorio,
termorregulador, hepático y renal, razón por la cual el paciente pediátrico antes de este
periodo estará limitado a responder al stres anestésico.
2. La premedicación en el paciente de urgencia suele no ser necesaria pues puede
predisponer a una sobre dosificación de anestésicos o bien inducir a arritmias, sin
embargo si optamos por aplicar algún preanestesio es importante que el animal este
conciente y alerta, dentro de los preanestèsicos que podemos utilizar se encuentran las
benzodiacepinas (diazepam, midazolam) que son mas efectivas cuando se combinan
con otros agentes; opioides (fentanyl, oximorfina); anticolinèrgicos (atropina,
glycopirrolato) especialmente cuando al utilizar un opiode y este nos causa una
bradicardia importante, sin embargo estos no deben utilizarse en pacientes con
cardiomiopatias, taquicardias o taquiarritmias, también es importante comentar que los
gatos frecuentemente responden mal a la administración de atropina razón por la cual si
se llega a utilizar se recomienda un monitoreo estrecho principalmente de la frecuencia
cardiaca, α2-agonistas (xilacina, medetomidina) la utilización de estos agentes en el
paciente de urgencia no se recomienda pues no hay que olvidar que suelen provocar
arritmias, vasoconstricción, hipertensión reduciendo la perfusiòn viceral para
posteriormente provocar estados de hipotensión profunda.
3. Después de realizar las anteriores consideraciones es momento de elegir el
protocolo anestésico mas adecuado a la idiosincrasia de cada paciente como
veremos mas adelante, sin embargo un punto que hay que recalcar es como debemos
administrar el anestésico, lo primero que debemos hacer es calcular la dosis total
requerida y dividirla en tercios, administrar el primer tercio de anestésico y
esperar un intervalo de tiempo de al menos 30 – 40 segundos después aplicar el
segundo tercio, si consideramos haber logrado el efecto anestésico requerido es
momento de intubar al paciente, el resto de la dosis se puede ir administrando a efecto
respetando un intervalo de administración entre cada ocasión de al menos 30 segundos,
no hay que olvidar que desde el momento que comenzamos la administración del
anestésico es imperativo realizar un estrecho monitoreo del paciente. Dicho monitoreo
debe incluir evaluación de la frecuencia cardiaca (normal, taquicardia, bradicardia),
frecuencia respiratoria ( normal, superficial, profunda, apnea), temperatura corporal
(normal, hipertermia, hipotermia, temperatura de extremidades torácicas o pélvicas),
tiempo de llenado capilar, color de mucosas, pulso radial o femoral; si contamos con
equipo de monitoreo los parámetros a evaluar son: oximetria, capnografìa, presión no
invasiva, temperatura corporal, electrocardiograma transquirurgico.
Como hemos visto hasta el momento no todos los anestésicos y analgésicos son
los más indicados para el paciente de urgencia, por lo tanto a continuación haremos
algunos comentarios sobre algunos de ellos.
Ketamina 6 mg/kg/I.V. +
Diazepam 0.3 mg/kg/I.V.
* En la misma jeringa * administrar 1ml/10 kg lento
Para perros y Gatos
Propofol 3 mg/kg/I.V.
Tiletamina + Zolazepam 3 mg/kg/I.V.
* En la misma jeringa Administrar lento con intervalos
Propofol 3 mg/kg/I.V.
Fentanyl
* En la misma jeringa Administrar lento con intervalos
Protocolos anestésicos para pacientes con patologías especificas
PARCHES TRANSDERMICOS
25 µg/h GATOS
50 µg/h PERROS PEQUEÑOS
75 µg/h PERROS MEDIANOS
100 µg/h PERROS GRANDES
Otro analgésico Agonista que podemos utilizar es el Tramadol el cual tiene
afinidad por recetor μ, además de un mecanismo analgésico alterno que inhibe la
recaptaciòn neuronal de noradrenalina y mejora la liberación de serotonina, en contraste
con la morfina no tiene efecto depresor respiratorio y su efecto a nivel cardiovascular es
leve, además es bien tolerada por el tracto gastrointestinal, su vida media es de 6 horas,
y en el mercado (Tradol) es el único de esta familia que no es controlado, se le
encuentra en presentaciones de cápsulas, solución gotero, y solución inyectable, su
dosis tanto para perros como para gatos es de 1 -2 mg/kg/ I.V., I.M. o vía P.O.